Partida Rol por web

Las bestias de su zoo las iza el Vroc en jaulas más pequeñas. El Vroc es un demonio alado. Levitar lentamente alrededor de la Aguja tiene sus riesgos con un Vroc que puede volar directo hacia ti a diez millas por hora, pero a ese riesgo habrá que resignarse si estáis más capacitados para entrar por arriba.

Lo malo de trepar es que tienes que hacerlo desde la base del edificio, con lo que quizás habría que matar antes a alguno de los mastines sombríos.

Caminar como el viento... ya dije antes que la magia no es mi fuerte. No sé decirte, Leiath.

Becky interrumpió para explicar que un pergamino de caminar con el viento solo transportaría al ejecutor del pergamino y a tres criaturas más.

En el zoo no hay guardianes, pero nada impediría a los gólems bajar hasta esa planta, imagino.

El medallón podré usarlo en cuanto esté en mi poder, pero deberéis estar cerca de mí cuando lo active. Si alguno de vosotros aún quiere hacer esa misión sagrada de la que habló Leiath, debería pensar en un plan B de huída. Lo digo por si me veo obligada a usarlo in situ y no tenemos tiempo de hablar de quién viene y quién se queda. Si la misión es un éxito y salimos sin ser vistos es cuando podemos decidir con más calma quién se queda en el abismo y quién me acompaña al limbo en la tranquilidad de este mismo vertedero.

Sobre la magia perdida de Alice, quizás pueda urgar en su mente para hacerlos aflorar. Por eso no habrá problemas, contad con los conjuros que tenía antes Alice para el plan.

Flame desconocía qué era exactamente un mastín sombrío y a cuántos podría hacer frente. Pero seguramente el plan de Onfale de cargar con ellos fuera el más adecuado. Al menos el que más peligros les ahorraría.

Aún así, Flame sospechaba que aquella mujer no les dejase colgados en el momento en que obtuviese el medallón, pues nadie les garantizaba que nos les fuera a dejar allí en cuanto se hiciera con él. Así que no debería dejarla sola ni un solo momento.

Luego se quedó mirando a Leiath, no comprendía de qué hablaba Uweya. ¿De qué misión está hablando, Leiath? ¡Es una locura continuar en este lugar! No es que volver al plano material sea un lugar mucho más seguro, y mucho menos después de habernos enfrentado a la adivina y a los hombres lobo, pero creo que en este plano no somos bien recibidos, y las hostilidadaes se nos plantearían en cada paso. Debemos largaros de aquí, ¡cuanto antes!. Aunque aquello supusiese dejar de lado a su adorado Ayash.

Parecía que Onfale había dado con un plan, pero incluso en aquel les faltaba un hechizo básico del que no disponían; el de la invisibilidad.

Dado que no disponemos de volar o ser invisibles, cosa que se necesitaría para el plan que Onfale ha planteado. Podríamos intentar ir todos disfrazados entre los demonios? - miró directamente a Becky- qué necesitarías para hacernos un pergamino a todos? Cuánto duraría el cambio de apariencia? Yo podría ayudar con un hechizo que conozco que ocultaría la verdadera naturaleza de nuestro corazón si alguno de los demonios intenta averigüarlo.*

La verdad que así pensado sería lo más sencillo. Entrar en 2 grupos para no despertar demasiado el olfato de los perros, siempre rodeados por los otros demonios. No tendrían que preocuparse del guardia tampoco. Luego se reunian en la rampa de subida y el resto deberían hacerlo tal y como Uweya ya lo había hecho antes.

- Mientras podamos hacernos invisibles el Vroc no podrá vernos, levitemos o trepemos.  Podríamos hacernos con un pergamino de invisibilidad y copiarlos en nuestros libros de conjuros, o hacernos con pergaminos de invisibilidad para todos, o pociones en su defecto.- Puntualizó el perfumista. Aún quedaba el problema de los mastines. Si a pesar de la cantidad grande de demonios presentes en la fiesta eran capaces de olerlos puede que tuvieran algún problema. El perfumista miró con admiración a Uweya. Ella sola había llegado hasta el la cuarta planta haciendo gala de sus poderes y ahora hablaba de recuperar los conjuros de Alice. Teniendo el levitar tenían medio camino hecho.- Uweya, quizá puedas ayudar también a Becky, ella perdió la memoria al beber de las aguas del Estigia.- Escrutó el rostro de la maga rubia a ver cómo reaccionaba ante semejante proposición. Después escuchó a Leiath con paciencia y comprensión. - Si no queda otra opción...- Dijo sin entusiasmo. El disfraz, al fin y al cabo, no eliminaba su olor. Alguno tendría que ir como un esclavo. Pero unos en la fiesta , entre los demonios, y los otros por la parte de arriba puede que tuvieran así más posibilidades.-...Uweya, ¿tuviste que sumergirte en la piscina que da al tercer piso? ¿No había nada raro en ella?- No sabía el por qué pero suponía que ese agua tenía que estar ahí para algo. Cuando Flame interrumpió preguntando a Leiath cuál era aquella misión, Onfale se agarró la frente con la mano en un claro gesto de desesperación. Respiró hondo y se permitió el lujo de responder a la mujerona.- Flame, ¿tú también has perdido la memoria?- Quizá estuviera en estado de shock por haber resucitado, seguro que quedaban secuelas de un proceso tan traumático.- ¿No recuerdas la misión que nos impuso Severik, el subalternos del Demogorgón a condición de perdonar nuestras vidas? Ir hasta el hogar de Orcus y romper el núcleo de su poder: la Rosa de Laón. La Rosa de Laón es un rosetón de catedral en cuyo interior están atrapadas las almas más puras y hermosas de la Creación.- Casi recitaba de memoria las palabras, tal era de prodigiosa su mente, a pesar de estar aún castrada. 

Si, la demonio…. cosa…. bicho… ella. La maga dudada como referirse a Uweya. Puede que el termino demonio le resulte despectivo.  Tiene razón y puede recuperar alguno de mis hechizo. Podría preparar cuatro hechizos de levitar. Cada hechizo puede levantar como máximo 400 lb, durante 4 min y solo en movimiento ascendente.

Pero Onfate tiene razón necesitamos ser invisibles. La pelirroja iba recuperando poco a poco el ánimo, a medida que iba viendo una pequeña posibilidad de escapar de ese plano demoniaco. Aunque la posibilidad era casi imposible.

Bueno, sé que en esta ciudad submarina no hay nubes, pero a lo mejor podemos ocultarnos con mi conjuro de niebla de obscurecimiento. Llamaremos la atención, pero por lo menos los demonios del exterior no sabrán de qué va todo esto.

Cambió de interlocutor para responder a Leiath, y quedó ajena a la propuesta de Onfale. Uweya asintió y poco a poco fue moviéndose para alcanzar la espalda de la maga del Cárceri.

Con cien monedas de oro podría hacer un pergamino de disfraz para cada uno, salvo para mí que ya sé lanzarlo y para la Githzerai que se vuelve invisible. Pero sigue siendo magia, no todos sabrían leer correctamente lo inscrito en los...

A traición, las yemas de los dedos de la Githzerai capturaron las sienes de Becky y se produjeron unos chispazos desde las manos moteadas a la cabellera rubia.

¡AAAAH...!

La mano de Tybalt se lanzó con su presteza habitual a la boca de Becky, interrumpiendo su grito e impidiendo que atrajera a algún demonio.

Oh, cielos... lo recuerdo. Recuerdo mi infancia. Recuerdo la cara y la voz de mi padre y de mi madre. Es maravilloso. Gracias. Graci...-el gesto le cambió súbitamente-Maldita sea. No sabía que mi vida había sido tan desdichada. Todo ese sufrimiento desde pequeña... Snif, snif.

A Onfale la reacción de Becky le pareció sincera.

Uweya se desplomó sobre sus rodillas, agotada.

Necesito descansar unos minutos antes de ayudar a la otra rubia a recuperar los recuerdos de eso que llamáis la Rosa de Laón-dijo, sin entender el sarcasmo del eunuco-. Sobre la piscina, el primer tramo está bastante oscuro. Es cuando sobrepasé el muro central cuando la luz de la siguiente sala me iluminó la superficie, y nadé directamente, sin fijarme en si había algo en el fondo. No es muy grande, con aguantar la respiración ya no necesitaríais de ningún conjuro. Sobre el otro hechizo, el de ocultar la verdadera naturaleza del corazón... Ya os digo que todos tenéis el alma lo suficientemente negra como para no llamar la atención de demonio alguno. Recordad que os vi intentando robar en una tienda de objetos mágicos, y tal. El robo con violencia no es de buenas personas. Además, los demonios no funcionan así. No oscultan vuestro yo interno.

Flame escuchó a Onfale sorprendido, no tenía ni idea de lo que estaba hablando, tan solo recordaba cierta laguna en su memoria, pero no sabía que hubiera perdido una información que parecía tan vital. Negó con la cabeza pues era evidente que no sabía ni de lo que hablaba.

Tybalt se limpió la mano tras contener el grito de la mujer rubia después de que la Githzerai hurgase en su mente para extraer sus recuerdos más profundos. Sin duda Uweya parecía disponer de curiosos poderes y que también resultarían bastante útiles para los humanos que fueron rescatados del frío abrazo de la muerte. Tampoco pudo evitar sonreír por la insensatez de aquel grupo al intentar asaltar la tienda mágica de los abrianes. -¿Así que es así como terminasteis en las manos de esos pajarracos? Sin duda les habéis procurado un buen negocio.- Comenta con una sonrisa sarcástica dedicándole una mirada de reojo a Flame*.

Pero dejando a un lado los roces que hayan podido surgir, el tiflin se centró en aportar algo al plan que estaba tomando forma. Al parecer podrían aumentar las capacidades mágicas de alguno de los allí presentes para obtener los hechizos necesarios, pero todavía habían detalles por pulir. ​-Si necesitamos algo de ocultación, yo también puedo crear una oscuridad mágica.- Comentó para que el resto contase con su habilidad si era necesario.

La bruja de Hala se enfadó notablemente por el comentario de Uweya. Sabía que habían hecho mal en querer asaltar una tienda, pero de un simple robo a asesinar había una gran diferencia.

Dices que ves oscuridad en nuestro corazón- dijo cargada de resentimiento-. Quizás tengas razón y para purificar nuestras almas deberíamos liberar las de la Rosa de Laón en vez de ir a por tu medallón. Pero como te equivocas con nosotros, te diré que pese a que probablemente nos dejes tirados en cuanto dicho objeto caiga en tus manos, haremos lo posible para ayudarte y devolverte el favor que nos has hecho.

Apartó la mirada, dolorida por el comentarío inoportuno de la Glitherai, y se volvió a hablar con el resto.

-Necesitamos entonces al menos un día más para prepararnos. Onfale, Tremens y Tybalt podríais acompañar a nuestra anfitriona a comprar lo que podarmos para Flame y Alice. Si a parte de eso podeis conseguir la invisibilidad o el volar que necesitamos, entonces podremos decidirnos si hacemos una cosa u otra.

Onfale, Flame, necesito hablar con vosotros un momento.

Apartó a la pareja en un ricón para comentarles algo que la tenía bastante preocupada.

Me preocupa Fosco - hizo una pequeña pausa para asegurarse que la estaban escuchando- o más bien me preocupa lo que intentará Fosco si llegamos a la planta 5. No creo que debamos intentar abrir esa caja fuerte. No creo que tengamos las habilidades suficientes para no alertar a medio plano demoníaco en el intento. Si Uweya aún está con nosotros, podríamos escapar con ella si la cosa se pone mal. Pero si no...

Qué pensais? Qué haremos si conseguimos llegar vivos hasta ahí?

Las observaciones de unos y otros le parecían acertadas a Tremens, de ser él también intentaría ascender por el exterior. Pero en cualquier caso, los mastines eran el primero de los escollos a salvar, sin ellos no se podrían acercar a la base de la casa concha para ascender, solo volando se llegaría, y eso requería de magia más poderosa... magia más cara. Lo suyo sería intentar de neutralizar de algún modo a los mastines. ¿Tal vez algún preparado alquímico que los dejara sin olfato? Tal vez algún tipo de felino que los distraiga... ¿hasta qué punto un mastin sombrio es un tipo de mastín?

-¿hasta qué punto un mastín sombrío es un tipo de mastín? ¿Qué sabemos de ellos?

Onfale trató de explicar qué es lo que había pasado.

- Flame, estabas delante cuando pasó, pero después casi te ahogaste en esas aguas.Supongo que tragarías algo de agua. Yo mismo te saqué antes de que te ahogaras. Ahora ya lo sabes.- El mago alucinaba con las capacidades de Uweya, la pordiosera.- Uweya, ¿crees que puedes hacer lo mismo conmigo? Yo también viví un enorme trauma que mi subconsciente ha relegado a lo más profundo de mi mente.- El mago le dio la espalda, dejando su mente en blanco para que pudiera trabajar a gusto, sin que se encontrase las defensas en alto. Abrió uno de los ojos para contestar a Tremens.- Haces bien en preguntar. Estudiaremos bien a todos nuestros enemigos antes de arriesgarnos. No podemos cometer los mismos errores dos veces.- Onfale buscaría entre sus conocimientos qué sabía de los mastines y del Vroc, si es que Uweya no  les podía dar esa información, pero antes debía ser recompuesto. Poco a poco iban convenciendo a Leiath del plan, lo cual era absolutamente necesario. Sin la bruja de Hala, Onfale no iría a ninguna parte.

- Te aseguro que Fosco es ingobernable. Como mucho se le puede tratar de convencer.- Lo decía alguien que llamaba al mediano su lacayo.- No os llevéis a engaño porque aparente ser mi lacayo. Lo único que nos une es una relación comercial. Él me necesita y yo me aprovecho de ello.- Dijo con absoluta frialdad. No era exactamente así porque había cogido algo de cariño al irreverente mediano, no por nada había sido de los primeros en ver entre las brumas. La otra persona estaba muerta y sólo tenía de ella un puñal de plata que o atestiguase.- Lo único que puedo decirte es que, llegado el momento,  Fosco tendrá que elegir entre la avaricia que tensará el saco y salir de este maldito plano. En mi caso, hablo por mí solamente, decido salir de aquí por muchas riquezas que estuvieran al alcance de mi mano.- De nuevo puso su mano en contacto con Leiath. La bruja se preocupaba siempre por todos lo cual podía jugarle una mala pasada. Dentro de lo alocado y atontado que podía parecer Fosco, había un indómito y peligroso ser. Sólo había que ver lo bien que se había desenvuelto contra los abrianes.- Eso sí, si todo fuera bien y nadie nos descubriera, podríamos arriesgarnos, teniendo asegurada la vía de escape que nos proporciona Uweya. Pero si no es así, no le veo la gracia, la verdad.

La maga pelirroja seguía atenta a la conversación, y vio como Uweya recuperaba la memoria de Becky. Curiosa forma de proceder…. atacando por la espalda. Murmuro para sus adentros Alice, puede que bruja de Hala tuviera razón y hacer un trato con Uweya no fuera bueno. Quien ataca una vez por la espalda es que está acostumbrado a ello. Pero Alice se guardo sus pensamientos, en esos momentos ya no era “Alice la poderosa maga Pelirroja”, ahora era Alice la desarrapada que medio desnuda esperaba que le dieran una orden. Su actual aspecto le recordaba tiempos pasados cuando aún era sirvienta de su Maestro, cuando solo recibía órdenes y palizas.

El mastín sombrío tiene un ladrido aterrador, que no afecta a demonios ni diablos. Para echarse a correr y no mirar atrás. En serio, lo he intentado en diversas ocasiones, y la mayoría de las veces el aullido es suficiente para disuadirme. Por lo demás su nombre lo dice todo. Como un gran mastín, cuenta con su olfato, y si te echa la boca usa todo el empuje de su cuerpo para tirarte al suelo. Como criatura sombría, puede esconderse en las sombras y ponerse a salvo de sus enemigos, pero no es intangible cuando está fuera de las penumbras y se le puede dañar con armas comunes.

Uweya hace una pausa para repetir el tratamiento con Onfale. El eunuco abre los horizontes de su mente, que ahora se encuentra más despejada, aunque en su caso no recuerda ningún hecho nuevo. Uweya cae al suelo. Está inconsciente unos cinco minutos, custodiada por Tybalt en todo momento. Cuando recupera el conocimiento, la conversación sigue su curso.

Ungh... ¿Por dónde íbamos? Ah, sí... El vroc. Es una especie de buitre gigante con brazos. Se me hace inconcebible derrotar a algo así. Es prácticamente invulnerable a la energía elemental, sobretodo a la electricidad y al veneno. Tiene resistencia contra la magia. Su carne impía es muy dura de atravesar con el acero, salvo para las armas santificadas. Puede comunicarse telepáticamente y mueve objetos y enemigos telequinéticamente... Se puede teleportar. Vuela. Se duplica con imágenes falsas y puede convocar a otros demonios para que le ayuden en sus batallas. Su chillido aturde-recuerdan todos los graznidos de los abrianes-, salvo a los demonios, que son inmunes. Lanzan esporas que se meten en tus poros y germinan de tu carne atrapándote en una enredadera para que pueda comerte después con más calma... Olvidaos del vroc. No podéis ganar al vroc.

Considerad a la Reina Missantra una versión acuática del Vroc, con un tamaño más liviano y un aspecto más hermoso, que nada pero que no tiene alas para volar, y que es vulnerable a la electricidad. Conclusión: igualmente, evitadla.

Los gólems de nieve son la clave, pero yo he estudiado a los seres de los planos, no a lo inanimado imbuído por la magia. Lo único que sé de ellos es que me detectaron estando yo invisible. Uno intentó avalanzarse y atraparme como un alud, pero aún cuando me aparté a tiempo, simplemente por estar cerca, noté el frío quemándome la piel.

Durante toda la explicación, Becky añadió los detalles de la explicación de Uweya al bestiario de su libro, junto a lo que ya sabían sobre el Farastu o el Varragoin.

No le gustaba mucho la idea de posponer demasiado la misión, pero era evidente que precipitar las cosas no podía suponer nada bueno tras ver la cantidad de peligros que les aguardaban. Además, todavía disponía de tiempo hasta que... Bueno, todavía disponía de tiempo. Tybalt no quitaba ojo a la Githzerai y veló por ella tras perder la consciencia al hurgar la mente del hombre que parecía estar perfilando un plan.

Uweya despertó pronto y continuó con su explicación. Desde luego no parecía buena idea intentar enfrentarse a nada de lo que albergasen aquellos muros y mucho menos aquello que los custodiase. Por lo que se centró en la propuesta de Leiath. -Si necesitamos conjuros, conozco más tiendas además de la de los abrianes. Está claro que volver ahí con alguno de vosotros sería una insensatez. Aunque siempre podría hacer yo la compra... Pero no tiene por qué ser necesario.- Explicó el tiflin para hacerles saber las alternativas. -Cuando queráis nos ponemos en marcha.- Dijo con un pequeño atisbo de impaciencia. Si bien debían esperar mínimo un día para que todos estuviesen en su mejor forma, no podía evitar sentir cierta inquietud por lo cerca que estaba de escapar.

No sé que es lo que pretendes decirnos, Leiath. Pero yo tengo una cosa clara. Ya he muerto una vez en este plano, y no quiero seguir en él por más tiempo. Dijo cruzádose de brazos. He perdido todos mis objetos y a mi querido Ayash, también he perdido el colmillo de dragón que encontré en el desierto. He perdido lo que más quería en este mundo, y sinceramente mi vida no tiene mucho sentido ahora que ya no dispongo de nada. Dijo encogiéndose de hombros. Así que, haga lo que haga Fosco, a mi me dará igual. Yo voy a salir por patas en cuanto pueda, y como Uweya nos traicione, será ella o yo. Dijo firmemente. La chamán no se fiaba de ella, lo había dejado más que claro. De todas maneras, tengo que reconocer, dijo mientras dudaba si abrir sus sentimientos al eunuco y a la bruja de Hala, que no dejaré que te pase nada, Leiath. No me iré de aquí sin ti. Después se corrigió así misma. Sin vosotros. Aquello fue la mayor muestra de sentimientos hacia Leiath y Onfale, que nadie jamás hubiera visto. Fosco es un chico divertido, me lo he pasado bien con él, pero... no quiso terminar la frase, pero esperaba que los dos entendieran que si tenía que dejar allí solo a Fosco por su avaricia, así lo haría, y sin remordimientos.

Flame quiso saber un detalle más sobre sus enemigos, algo a tener en cuenta, aunque de poco fuera a servir. ¿Y qué sabes sobre su invulnerabilidad al ácido? ¿Y como llegaste hasta allí arriba sin que los mastines te olieran?

- Tenemos un par de días hasta que se celebre la fiesta en el castillo para planearlo todo y hacer las compras que necesitemos. La idea de infiltrarnos en ese preciso momento es que nuestro olor pueda pasar desapercibido entre tanto demonio junto.- Sin embargo no le gustaba tener que confiar en esa opción. La descripción que hacía Uweya de los horrores que poblaban el castillo era aterradora. Cada vez tenía más claro que la misión era de infiltración y no de enfrentamiento directo. Debían ayudar a aquellos que no podían pasar desapercibidos tan fácilmente.- Quizá pueda hacer algo con el tema de nuestro olor corporal. Tenemos que evitar a toda costa ser descubiertos y sólo enfrentarnos a ellos en caso de máxima necesidad.- Parecía que enfrentarse a los Golems era inevitable. ¿Qué sabía Onfale de los constructos de nieve? Cuando Uweya hurgó en su mente encontró el resultado reparador. - Sí que es maravilloso.- Dijo refiriéndose a las palabras de Becky al recuperar sus desdichados recuerdos.-Muchas gracias Uweya.- Algunos podían desconfiar de la mujer pero Onfale valoraba todo lo que había hecho por ellos. Sólo le quedaba descansar en condiciones para poder volver a usar su magia.

- Tybalt, yo puedo acompañarte pero habrá que ver qué necesitamos exactamente.