Partida Rol por web

No- grita el guerrero que empieza ya a moverse de una vez, dispuesto a salir de aquel lugar. No había mas tiempo que huir de aquel sitio. Al menos su parálisis momentánea les había dado algo de tiempo a sus compañeros para que lograsen avanzar en la retirada. 

Después de escupir a la sombra un pegajoso gapo maloliente, Babras puso pies en polvorosa. Era el momento de retirarse para salvar el culo. Y eso incluía mantener la posesión de aquellas lanzas del demonio.

-¡Venga, venga! ¡Vamos! ¡Todos fuera, todos fuera! ¡Arriba, arriba!

La escapada de los calabozos se complica aún más con las extrañas criaturas nos persiguen para darnos caza. Las heridas repartidas por mi cuerpo  me tienen al borde del abismo pero no puedo dejar a los compañeros caer en esta oscura mazmorra. Me detengo a un lado de la escalera para cubrir la retirada de los que van tras de mí y guardo el cetro solar recién recogido.

Me aplico una de las cargas curativas del cinturón para hacer un último esfuerzo y sacando la otra daga trato de aguantar la posición hasta que el perro convertido consiga llevar la lanza hacia arriba. 

Ante el símbolo sagrado de Hala, o sacrílego según la superchería de a quién preguntes, la sombra se horroriza. Huye asustada a toda velocidad, adelantando a todos y subiendo por las escaleras hasta plantarse en las mismísimas narices de Alice propinando un buen susto.

Cuando retrocedieron, el cieno les siguió. Tanto mejor para Fosco y Rufus que podían seguir avanzando a su lento paso sin tener que encarar a Chloe. Eso sí, iban los más retrasados, y corrían el riesgo de ser abandonados por el resto de sus compañeros.

Todos los que retrocedían ante la sombra (salvo Alice, Fosco y Rufus), se pararon en seco. Habían quedado entre dos contrincantes terribles. Si subían las escaleras les esperaba la sombra. Si se quedaban allí tendrían que luchar contra el cieno. En ese impás de duda, entre el filo y la pared, Chloe le dió alcance a Babras y le golpeó con su tentáculo. El peto del enano le protegió del golpe, pero ahora volvía a tener a Chloe hostigándole.

Bendita sea Hala, bendito su poder, bendita en su grandeza!

La diosa se había apiadado de la jóven bruja y había alejado a la critatura Sombra. Pero aún quedaba otro peligro.

Parecía que el terco del guerrero no pensaba depositarla en el suelo, y ella tampoco tenía fuerza suficiente para luchar contra él. Pero quizás pudiese hacer algo desde esa incómoda posición. Urgó entre sus pertenencias para sacar un pergamino de Proyectil Mágico, y lo leyó.

Al perfumista empezaban a abandonarle las fuerzas y la voluntad. Encerrado entre aquellas tenebrosas paredes había hecho más de lo que jamás hubiera pensado. Se encontraba débil, incluso asustado y si seguía era sólo por instinto de supervivencia, que de eso tenía mucho. Quería salir de allí,cerrar los ojos y encontrarse en otra parte cuando los abriera.

Moriremos todos.- Entonces Leiath levantó el símbolo de Hala. Onfale no había sido precisamente un eunuco religioso. Había pecado y mucho, pero sus ojos brillaron al ver el efecto que produjo en la sombra. El germen de la esperanza estaba brotando de nuevo en su interior. Cuando la sobra pasó a su lado trató de interponer el filo de perezoso en su trayectoria. Por otro lado, el vómito acosaba al enano de nuevo y, si bien no era al compañero al que más estimaba, no iba a permitir que lo convirtiera en un grotesco bolo alimenticio. Además, quedaba que Fosco llegara hasta las escaleras.

Podías haber hecho que huyera por el otro lado- gruñó el guerrero mientras observaba como la sombra corría despavorida hacia las escaleras. En cualquier caso, se habían librado de un problema, al menos por el momento- espero que la sombra siga huyendo.

Miró hacia atrás, pero la situación no era buena: el cieno volvió a encararse con el enano y a pesar de que el peto le salvó del golpe. 

TODOS ARRIBA, VAMOS- con suerte, el cieno tendría dificultades para subir las escaleras -o se movería mas lento- Fosco, date prisa.

Fosco que lleva a su mejor amigo a cuestas ve como Leiath hace huir a la sombra y no puede evitar reír de tan curiosa escena. Había visto un par de veces de hacer eso con ese símbolo que lleva, pero nunca pasaba nada... La gente parecía tener mucha prisa y él ya no podía ir más de prisa EEEY! Esperad, corcho... decía el singular mediano que veía como se iba a quedar a oscuras con la hija de Klasius y conociendo a Klasius seguro que su hija sería ligerita de cascos e intentaría besar a Fosco... porque el enano era muy feo, claro.

La maga se sobresalto con la aparición de la sombra, por poco también se le sale el corazón por la boca al ver a la negra silueta subir las escaleras, y no quería saber si su corazón también tomaría vida atacándola. Las piernas le temblaban como mantequilla cuando se dispuso a seguir avanzando alejándose de todos los horrores que había en el sótano, para enfrentarse puede que a mas horrores en las plantas superiores. Adapto su paso al resto del grupo, no quería ser la primera en subir las escaleras ni tampoco la ultima. Al oír los gritos de Azaron la maga no pudo hacer más que asentir, si hay que subir alejarnos de aquí cuanto antes y volver junto esa arpía que se hace pasar por una adivina.

Haciendo caso omiso del vómito viviente (tiene que ser duro eso de que nadie te quiera y todos te ignoren), el enano prosiguió el ascenso. Cuando la sombra lo adelantó, Babras tuvo medio segundo de titubeo pero enseguida recordó que el poder de la bruja de Hala la mantendría alejada del grupo.

- ¡Daos prisa!

Grité para animar a los rezagados a salir de allí. Si la lanza caía allí abajo todo este esfuerzo habría sido en vano y merecía la pena luchar para asegurar la vida del grupo, más aún teniendo en cuenta de ser una criatura salida de mis adentros. Así que avancé un paso con la guardia en alto, aunque era extraño protegerse de un ser informe como aquel, y ataque con ambas cuchillas.

La sombra se duele del encontronazo con Perezoso, pero asustada sigue su curso.

Alice llega al piso de arriba, y se queda a oscuras. Entonces siente que algo la golpea. Es Babras, que chocó con ella porque se frenó en seco. El enano llega a tiempo para ver cómo la sombra aprovecha sus dos dimensiones para huir escurriéndose por debajo del gran portalón de bronce de la primera planta. Ahora ha vuelto a las Brumas que rodean la torre. En principio no debería saber el camino de vuelta. Babras siente en su interior que se ha ido una pieza del rompecabezas de su identidad, pero nada impide que pueda volver a cruzar su camino con la sombra de Beljan.

Taponando el hueco de las escaleras está Azaron con la sacerdotisa en brazos. A la luz de su moneda, Leiath desenrolla un pergamino y al leerlo un proyectil de magia zigzaguea hasta explotar en Chloe. Fosco y Rufus aprovechan esa distracción para rodear al cieno y empezar a subir los escalones. Es previsible que la cojera de Rufus le haga ir tan despacio que bloquee el paso a los demás.

Quedan tres valientes indómitos en las mazmorras. Flame hace el mono con su habilidad de trepar, pero era importante que su aura de protección defendiese los ataques ácidos. Dispara su ballesta*, y el virote se hunde en la blasta de vómito. Chloe se retuerce, no se sabe si de la risa que le da, o por el dolor, pero sus heridas cierran pronto.

En un uno contra uno, padre e hija se enzarzan en una lucha brutal, pero Klasius es muy ágil y lo esquiva todo, clavando una de las dagas en Chloe.

-Perdón, perdón--se disculpó el enano a la maga por el empujón anterior para luego hacerla hacia un lado y seguir ascendiendo--Subamos a la azotea, igual ahora que tenemos las lanzas vuelve a jugar con el tiempo la vistani.

La masa animada de vómito parece sensible a los ataques que le hacemos pero los destrozos que infligimos parecen recuperarse inmediatamente. El sudor corre con mi frente, quiero salir de aquí cuando antes pero no puedo dejar que esa cosa cace a Fosco o a su fiel compañero.

Desesperado veo al perro-hombre avanzar con lentitud debido a su cojera. Si no avanza más rápido estaremos vendidos. Doy un corto paso hacia atrás, para alejar del vómito que tengo en frente mientras guardo las dagas y me quito el cinturón curativo y se lo lanzo al compañero que esté más cerca del cánido.

- ¡Úsalo para curar a Rufus!

Después vuelvo a sacar las dagas con rapidez y me pongo de nuevo en guardia intentado plantar cara al enemigo.

Y un escaloncito más... Y otro escaloncito... y ooo- otro más! Muy bien Rufus, no hay prisa dice tranquilamente el mediano ajeno a todo lo que allí sucedía. Atrás suya Chloe y Klasius se pegaban, pero eso son cosas de familia. Cuando Rufus y Fosco discuten en la intimidad de su hogar no gusta que otros se inmiscuyan, no debe meterse uno... Por adelante la gente parece tener cierta prisa, pero Azaron es muy amable y espera con su novia agarrada en brazos. Ya casi estamos! Jijiji otro escaloncito, más! y ya van 3... y al ritmos que Rufus le permite, Fosco va con los demás Oye, enano! le dice a Babras ULMO! Que se nos olvida el tesoro... aún podemos cogerlo, sabes? mientras suben un par más de escalones. Va, anda! No seas muermo...igual hay más vino, quien sabe... o cerveza, seguro que te gusta la cerveza.

Flame chasqueó la lengua al ver como su virote había sido lanzado contra la masa informe proveniente de Klasius. No tenía muy claro qué hacer en ese momento, seguir jugando a los dardos con aquel ser, además de lento parecía imposible. Y además se sentía tan inútil como los demás, pues por mucho que lo intentaba no lograba hacer por ayudar.

Finalmente tomó una única decisión, había que salvar el pellejo y eso incluía salvar las lanzas, una la tenía el enano, que desgraciadamente sabía cuidarse de sí mismo, la otra la tenia ella y por último era el desgraciado de Fosco el que se había hecho con la tercera. Se los quedó mirando, ambos, Fosco y el perro de su amigo, parecían ajenos a todo lo que estaba pasando, así que Flame decidió que no los dejaría atrás. Si eso suponía quedarse de las últimas y protegerlas, así lo haría. Había que salvar la lanza, y si para ello había que salvar a Fosco así lo haría.