Partida Rol por web

Habiendo acertado mi ataque y con las de ganar esa pelea, me distraje pues, ahora había una sombra aproximándose ala consola, aquello fue una trágica distracción pues mi contrincante ahora me había propinado un golpe certero que me había logrado sacar algunas gotas de sangre.

Superado, me vi en la necesidad de defenderme a mi y a la consola, retirándome a donde esta estaba y replanteando una vez mas mi estrategia.

La sombra herida aprovechó la retirada del canarconte para golpearle por la espalda y sin darle el mas mínimo cuartel, se lanzó tras él con la sed de sangre de un depredador.

Al volver junto a la consola, la criatura invocada por Soma pudo comprobar que el proceso de descongelamiento ya había superado el 50%, las heridas se acumulaban pero no tendría que resistir mucho mas.

La segunda sombra tambien se avalanzó sobre el canarconte, logró superar su protección mágica contra el mal, pero el aura amenazadora hizo que no luchara al 100%, la sombra se mostró cauta en sus ataques, poco decidida y por tanto mas facil evadir sus garras.

Herido y con las heridas sangrantes, la tarea que se me había encomendado ahora sonaba mas difícil que antes, no obstante, al ver que la consola había pasado la mitad del progreso, me alenté y trate de mantener el terreno mientras encaraba a las criaturas.

Con la guardía alta y sin dar la espalda a ninguno de mis enemigos, me preparé para defenderme pues no me amedrentaría llegado el punto en el que estaba.

La fuerza de los ataques de las sombras se intensificaba a medida que el proceso de descongelado avanzaba. Parecían querer evitar a toda costa que se completara pero la defensa total del canarconte impedía que destruyeran la consola, almenos mientras el soldado celestial se mantuviera firme.

Nuevas sombras iban llegando por todos lados y con ellas se esfumaba la esperanza de sobrevivir a aquella misión suicida, sin embargo, aun era posible aguantar hasta que el proceso se completara.

Las heridas se acumulaban, la sangre se espacia, el dolor prosperaba, poco a poco iba perdiendo terreno hasta quedar en aquel punto en el que debía aguantar, en otras circunstancias habría peleado sin ninguna limitación, pero ahora debía de proteger a este ser para poder cumplir con mi misión.

Soma contaba con ello, solo un poco mas y aunque tenía el permiso de abandonar este plano lleno de obscuridad, el deber de cumplir se hacía mas fuerte.

- O madre, dame la fortaleza para aguantar en estos momentos tan precarios - musite mientras aguantaba como podía las arremetidas de mis enemigos, con la esperanza de cumplir mi cometido.

Las sombras se avalanzaron sobre el canarconte con tanta agresividad y premura que inevitablemente chocaron y se estorbaron las unas a las otras a la hora de intentar golpear al solitario canarconte que hacía lo posible por resistir.

Almenos durante unos instantes, la suerte estuvo del lado del soldado celestial a la vez que el proceso de descongelamiento del misterioso y altísimo androide se completaba, su cuerpo comenzó a moverse y sus ojos se iluminaron con patrones elecrónicos y un fulgor púrpura.

Al canarconte tenía ahora una oportunidad perfecta y probablemente única para utilizar su magia para salir de allí junto al misterioso artificio. Mas y mas sombras llegaban a la escena haciendo que quedarse allí mas tiempo significara una muerte asegurada, almenos para el soldado invocado.

Una oportunidad, es lo que se había presentado ahora que las sombras se habían interponido las unas a las otras en sus ataques, era mi oportunidad, la maquinación tras de mi ahora estaba completamente descongelada, no había tiempo para duda.

Extendí mi mano para alcanzar a aquel enorme ser mientras imaginaba la sala donde se encontraba mi invocador, mi misión había acabado o al menos eso pensaba, las heridas dificultaron el encantamiento y el conjuro fallo.

Ahora me quede atrapado en aquel lugar con mas sombras viniendo y sin poder transportar a aquella humanoide criatura por lo que la observe fijamente - Si no sobrevivo, mi invocador esta en la Sala de Control de estas instalaciones - acto seguido me gire para encarar nuevamente a las criaturas malévolas de aquel lugar.

- Aunque si tuviera un poco mas de tiempo podría llevarte yo mismo, es la misión que se me encomendó, sino tendrás que llegar tu por tu propio pie, en cualquier caso, Él es sensible a ti - concluí mientras me preparaba para la lluvia de ataques que me esperaba.

Cuando las sombras se recompusieron y alzaron sus afiladas zarpas para rematar a Anub, este notó una mano en su clavicula que le agarró con una fuerza sobrehumana y tiró de él lanzandolo al interior de la celda. El anndoide se quedó bloqueando la puerta mientras las sombras hacían chirriar sus garras contra su cuerpo cuando la golpeaban, pero ni siquiera dejaban marcas en él.

-Vuelve con los tuyos, criatura de otro mundo. Tu misión aqui ha sido cumplida, pueden contenerme, pero no destruirme. Hay algo mas que debo hacer aqui antes de acudir junto a tu contratista. Si te quedas, moriras. Márchate ahora.

Parecía tranquila e inmutable mientras las sombras la arañaban una y otra vez sin exito alguno, ninguna podía alcanzar a Anub mientras ella permaneciera bloqueando la puerta, pero en cuanto se moviera entrarían todas sentenciando al canarconte.

Las atenazántes garras de la muerte se acercaban a mi mientras el destino de mi objetivo y mi misión ahora se tornaban obscuros, no obstante, sentí una fuerza tirando de mi hacía un salvo conducto, una salvación pues aquella maquinación ahora me protegía mientras bloqueaba los incesantes golpes de las sombras como si estos no significarán nada.

La observe durante un breve instante e asentí a su ofrecimiento, incapaz de completar la tarea que se me había asignado, pero no fallándola completamente - Muy bien ser de este mundo, acepto tu ofrecimiento - espete mientras empezaba a liberar el contrato de invocación.

- Solo procura hablarle a él como lo hicistes la primera vez, estoy seguro de que confiará en ti - añadí para finalizar aquella misión - Buena suerte - concluí, dejando así un haz de luz tras de mi y regresando a mi mundo.

Finalmente Soma notó como la invocación de Anub se desvaneció, le sería imposible saber en qué circustancias había ocurrido aunque lo normal sería pensar que había perecido dado que no había regresado ni él ni su objetivo.

Por otro lado, Soma y su equipo ya habían terminado su trabajo en el centro de control, Claire y Casey regresaron con algunas magulladuras tras reestablecer las comunicaciones. Finalmente los asaltantes de Elysium pudieron comunicarse y reunirse todos en la enorme sala de contención donde se encontraba de Maggie.

Pero la situación se había vuelto mucho peor de lo que todos pudieron preveer. Mas de la mitad de las Lepus habían muerto, muchas de las restantes estaban heridas y escasas de munición. El grupo liderado por Adirael habían aguantado lo imposible, los cadaveres de enemigos se contaban por cientos en aquella sala, formando una macabra alfombra de restos de sombras de todos los tamaños y ginoides despedazados.

Sin embargo, a pesar de ser tan fuertes, seguían siendo vulnerables al cansancio y ese fue precisamente el problema, Adirael había tenido que activar su modo ejecutor para sobrevivir al embate de las fuerzas del Impostor, asi de crítica se había vuelto la situación. Ahora estaban atrapados allí hasta que Adirael recuperara sus fuerzas para poder hacer un portal de salida. Las posibilidades de supervivencia hasta que eso pasara eran cada vez mas bajas.

En cuanto a Maggie, Chell se había encargado de los protocolos de seguridad y había abierto la capsula de contención. En efecto aquel era el cuerpo de Maggie tal y como el Impostor se lo había llevado del edificio de Elysium Investigaciones, pero el nucleo de Maggie no estaba dentro, aquel cuerpo no era ahora mas que una masa de biometal inherte. El Impostor no se había ni molestado en abrirlo, el nucleo no estuvo allí desde que cayó en sus manos.

Adirael, ahora en posición de meditación mientras el resto esperaba la siguiente oleada de enemigos, presentaba un rostro ahora mas impactado que nunca, la sombra de la duda y el fracaso se veía en él. ¿Dónde había fallado en sus conclusiones? ¿había sido realmente aquel asalto a la boca del lobo lo que Maggie quería?. El nucleo de Maggie no estaba en su cuerpo cuando el Impostor se lo llevó, cuando Colvert o almenos un clon del mismo, habló con ella en aquel hall. ¿Donde estaba Maggie entonces? ¿les había abandonado? si no estaba en poder del Impostor, ¿porque no les había dicho nada? ni siquiera Eva parecía saber nada al respecto.

El sudor corría por la frente del psiquico y se mezclaba con la sangre de su rostro, el plan había fallado mucho antes de llevarlo a cabo por trabajar con premisas equivocadas. Ahora estaban en la palma de la mano del Impostor y con la sombra de que todo había sido en vano, cerniendose sobre todos. El Impostor planeó la reunión de todos los Inquisidores alrededor del falso Alexander, sabía que no sospecharían de él si lograba que Keter respondiera ante él, asi que desde el principio ese fue su objetivo, el atentando del Vaticano, el ataque a Elsyium Investigaciones, todo era una cortina de humo para reemplazar al verdadero Alexander y acabar con los inquisidores a los cuales no podía corromper debido a su desconexión de la red.

Incluso Inma había ido con ellos.

Soma notó entonces como una la sombra de la desesperanza amenazaba a todos los presentes, una sombra que oscurecía toda luz interior, como si drenara sus fuerzas y su mismisima alma. Allí solo había un cuerpo inherte de biometal y habían perdido su medio de escape solo para sobrevivir a las legiones de enemigos que no parecían tener fin.

Había una terrible incredulidad y desesperación en los restros de Chell y Eva, preguntandose desesperadamente en qué momento el nucleo de Maggie dejó de estar en su cuerpo, en qué momento la IA encontró la forma de manejar un cuerpo de biometal en teoría inmanejable sin un nucleo biotecnologíco de septima generación controlandolo.

Si el nucleo no estaba allí ¿dónde estaba? ¿porqué Maggie no les dijo nada? ¿porqué les había abandonado allí?.

La duda, el miedo y la desesperanza se apoderaban de los presentes, todo cuanto sabíamos había sido solo un premisa errónea en lo que conocíamos y ahora con nuestra líder y principal objetivo de rescate ahora vacío y sin vida, observe al resto con una mirada sería mientras trataba de comprender lo que sucedía.

Así pues, también sentí como el vínculo con Anub se había desvanecido, su misión había fracasado o al menos era lo que pensaba mientras contemplaba el cuerpo de Alysa, el rostro de los presentes era de absoluta derrota, así como Eva y Chell procesaban con desesperación en que se habían equivocado.

Observe por un instante a Adirael mientras este aún se mantenía pensativo, el cansancio era evidente, sin contar que aquella incursión había puesto en peligro a muchos y ya se había cobrado la vida de otros, en mi mente quedaba la incógnita de como era posible que las espadas reliquia respondían ante los clones del impostor aunque la respuesta parecía evidente, al final solo tenía que replicar el corazón y la mentalidad de su portador y esta no vería la diferencia, aunque prefería no creer en esa posibilidad.

No sabía que hacer y ahora estábamos resguardándonos en la boca del lobo mientras recuperábamos fuerzas, poco había en mi poder por hacer mas que ayudar en la defensa, aunque aún cabía una opción, lleve mi mano al bolsillo y de este saque la escama que Ragnarok me había dado, mis pensamientos tratarón de pensar en un final que no involucrará usar aquel recurso dados sus orígenes y sus posibles consecuencias.

Por lo que guardé nuevamente aquella escama y me aproxime a Valkyria, debía de obtener algún tipo de respuesta tras la desaparición de Anub, al menos teníamos cámaras en ese momento antes de enviarle allí, así que tal vez podría ver que había pasado allí.

- Valkyria, ¿sigues teniendo cámaras en la sala de contención 601? - cuestione tratando de mantenerme firme y evitar caer en el desolador abismo en el que parecían estar cayendo el resto de mis compañeros - me gustaría saber que ha sucedido - aclaré mientras buscaba en mi interior la fuerza que me restará para calmar esa desesperación en los presentes.

Aunque tal vez la situación no lo ameritará, no podía caer, era mi deber, los del antiguo equipo mantenían la compostura de una forma u otra, ya habían pasado por una situación mucho mayor, ahora debía de mantenerme yo firme por el resto.

Así pues, mientras esperaba la respuesta de Valkyria, fui liberando un poco lo que me restaba de poder, aunque esta vez mas pasivo que el resto para que poco a poco inundará la Sala y los que hubieran caído en la desesperación se fueran recuperando poco a poco, como si fuera algún tipo de analgésico o tranquilizante.

Esto me llevaba una tremenda cantidad de concentración y de poder, pero sentía que era lo que debía hacer, al menos era lo que podía hacer en ese momento, además de que tal vez, volvería a escuchar aquella voz, no quería abandonar la esperanza que tenía pues sabía que si lo hacía, ya nada podría salvarnos.

-Valkyria- Negativo, el Impostor retomó el control de la sala y de los sistemas en cuanto nos fuimos.

Ademas, ellos en teoría ya no necesitaban acceso a ningun sistema, el plan se había casi completado con éxito en teoría, habían entrado, llegado hasta Maggie y solo les faltaba salir de allí con ella, ya no necesitaban mantener el control de ningun sistema. EL problema era que Maggie nunca estuvo allí, solo su cuerpo.

Sin embargo Soma obtendría la respuesta poco despues. Bajando desde una de las escaleras de acceso y llevando un enorme artefacto en la mano mas grande que una persona, todos pudieron ver al individuo que habían visto antes en las imagenes de las cámaras en una celda de contención.

Sus pisadas hacían un sonido metalico fuerte, indicador de que pesaba mucho mas de lo que aparentaba incluso para medir mas de 270 centímetros de alto, una altura que la hacía parecer una gigante estilizada.

-Minerva- Alto el fuego, es una de las prisioneras de la sala de contención, parece que el soldado invocado lo consiguió.

Por supuesto pondría en entredicho en su cabeza la elección de Soma con respecto a quién liberar, pero tenía que aceptar que aquella elección no había estado en sus manos en ningun momento.

La altisima androide se acercó directa a Soma.

-Esperanza- Él está a salvo, le dije que se fuera, su vida corría peligro.

Dijo refiriendose probablemente a Anub.

-Minerva- ¿Quien eres?.

-Esperanza- Soy esperanza.

-Minerva- Si estabas en poder del Impostor, ¿porqué no te ha destruido?.

-Esperanza- Porque no puede, sois vosotros los humanos lo que creeis en el fondo que no se puede destruir la esperanza, mi invulnerabilidad es el reflejo de vuestro pensamiento colectivo.

-Minerva- ¿Y que traes ahí?.

-Esperanza- Una bomba N2. Logremos o no salir de aqui, la detonaré y purgaré con todo lo que el Impostor ha construido aqui.

-Minerva- Esa bomba no tiene detonador ni fuente de energía, no podemos detonarla.

-Esperanza- Yó seré ambas.

-Minerva- Tendrías que estar junto a la bomba en el momento de detonarla, ni siquiera tú podrías sobrevivir a algo asi.

-Esperanza- Lo se, pero destruir estas instalaciones es crítico para la supervivencia del resto del mundo, debe hacerse para mantener la esperanza.

AL fondo de la sala y por todos los lados a la vez comenzó a llegar la siguiente oleada de enemigos, de nuevo cientos de sombras corruptas rodearon a los presentes, como una legión eterna y sin fin.

-Esperanza- Yo protegeré la bomba todo el tiempo que sea posible, tratad de huir antes de que eso pase.

Adirael había escuchado toda la conversación, pero seguía en posición de meditación sentado en el suelo, no podía permitirse ninguna distracción, ahora toda su mente y su cuerpo se estaban concentrando en reunir fuerzas. La vida de todos dependía de ello.

El resto del grupo se preparó para una última resistencia, todos aquellos que habían vivido la guerra contra los demonios no pudieron evitar un dejavu, pero esta vez había un omnipresente sentimiento de tristeza, ahora no había señor demonio al que culpar, no había legiones del infierno que destruir.

Los humanos se habían hecho eso a si mismos, su ambición, su odio, su egoismo habían reducido al resto de la humanidad a meros numeros, a mero ganado sacrificable en nombre de una nueva era que no les pertenecería a ellos, sino a una abominación.

Chell por un lado y su hermana pequeña por el otro, se prepararon con sus armas junto a Soma. En sus rostros podía verse que ambas estaban preparadas para morir allí con una sonrisa de determinación en sus rostros.

De pronto la mente de Soma se vió inundada por el recuerdo de su último dia en Elysium Investigaciones, justo antes del ataque, despues de aquella noche inolvidable con Eva en la piscina, las palabras de Maggie justo antes de la llegada de Colvert, las expresiones de su rostro blanco, todas y cada una de sus acciones. Su mente buscaba instintivamente una respuesta ahí, negandose a aceptar que Maggie les hubiera abandonado. Soma aun conservaba una esperanza ferviente en que Alysa no les había dejado.

Cuando Maggie bajó a recibir a Colvert, su nucleo ya no estaba en su cuerpo, tal vez por eso no detuvo a Colvert mientras enumeraba aquellas palabras ni se enfrentó a sus guardaespaldas, seguramente apenas podía mover el cuerpo de biometal al no tener el nucleo dentro. ¿Pero en qué momento exactamente lo extrajo? ¿donde lo dejó?, si lo hubiera dejado en aquel edificio habría volado por los aires junto al resto, un movimiento muy impropio de alguien de su inteligencia.

La abrumadora sensación de estar pasando algo obvio por alto se apoderó de Soma mientras cientos de enemigos avanzaban hacia él.

El cansancio se apoderaba de mi así de como el resto, no sabía cuanto mas podíamos aguantar mientras Adirael reunía fuerzas para poder sacarnos de allí, incluso con el cuerpo de Maggie en nuestro poder, no podíamos hacer nada sin su núcleo, era extraño, no tenía sentido, como y cuando lo había hecho.

Mi mente desbordada por multitud de pensamientos empezaba a obstruir mi juicio, pero en ese instante, la vi; Mi conjetura era acertada y mi esfuerzo así como el de mi asociado fue un exito, cuando la enorme entidad se presento, no pude evitar esbozar una sonrisa de emoción.

- Lo sabía - replique mientras admiraba a aquella entidad, renovando con mas intensidad la esperanza que tenía por que saliéramos de allí todos, no obstante, su cometido me dejo sin palabras tras explicar el propósito del artefacto que traía, negado a aceptar aquella situación me plante frente a la deidad y la mire a los ojos mientras fruncía el ceño.

- No pienso dejarte aquí, no importa cuan invulnerable te haga el colectivo humano, no voy a abandonarte - replique mientras que en mi tono se denotaba la seguridad de lo que decía - aún debo llevarte con el resto, están preocupadas por ti, lo sabes...Sé que lo sabes - añadí mientras me centraba en Esperanza, no obstante, no pude concentrarme en continuar aquello con la horda de enemigos que se acercaban.

Así pues, me dispuse junto al resto para defender el terreno que habíamos ganado en todo aquel tiempo, pero no sabía a ciencia cierta si podríamos aguantar durante tanto tiempo, nuevamente los pensamientos sobre Alysa inundaban mi mente mientras buscaba una explicación que tuviera coherencia.

Por otro lado, la compañía de las hermanas Donovan era reconfortante, tener sus espaldas junto a la mía era mas que alentador, incluso en aquellas circunstancias, aunque el deseo de pelear junto a ellas no era el mismo que dejarlas morir allí, puesto que la mirada en sus ojos y las sonrisas en sus labios no eran de alguien decidido y triunfante, era la determinación frente a la muerte.

No sentía que pudiera hacer nada mas allá de depender de aquel poder que me habían legado, mas allá de mi propia fortaleza, algo que prefería no usar si podía evitarlo y mientras mi mente divagaba en el océano de recuerdos que tenía, me quede observando las espaldas de mis compañeros.

- Si tan solo fuera como mi tío - pensé deseando poder sacar a todos los allí presentes, ya habíamos sufrido demasiadas bajas y el dolor se sentía incluso en ese instante - Alysa...se que no nos abandonastes... ¿Donde...- replique mientras miraba la espalda de Chell con duda y dilación ante mis palabras - Estas?...- un recuerdo necesario, la clave estaba desde un principio frente a nosotros.

- Chell, ¡tú espalda! - espete inmediatamente, luego agite mi cabeza un par de veces mientras aclaraba lo que había llegado a mi mente como obra divina - Lo último que hizo Alysa ese día, antes de que Colvert llegará, cuando fuimos a su despacho, además de ponernos al corriente fue, cambiar el núcleo que tenías en la espalda por uno que ella misma había hecho - explique - ¿y si no era un simple recambio?, ¿y si ella había previsto esta situación?, asegurarse de que pudiéramos salir y protegerse de una forma discreta, éramos nosotros, eras tú Chell - así, todo empezó a cobrar sentido, aunque tal vez no para todos, pero tanto Claire, como la propia Chell eran únicas gracias a su información cibernética y a su capacidad de aceptar y adaptarse a cualquier dispositivo, lo recordaba bien de nuestras charlas.

Mi mirada se poso un breve instante en Adirael, en Eva, en el cuerpo de Alysa y por último, tanto en Claire como en Chell - Aún tenemos tiempo, aún podemos devolverle la vida a Alysa - añadí mientras me quedaba mirando a Chell - Se que suena descabellado pero, se que tengo la razón, algo en mi interior me lo dice... ¿Confiarías en mi una vez mas? - espete mientras mantenía mi mirada en los ojos de Chell, llenos de esperanza, llenos de determinación.

Aunque no sabía como trastear con ninguno de esos dispositivos ni mucho menos manipularlos, la respuesta a nuestro actual problema estaba ahí mismo, solo debíamos aprovechar la oportunidad antes de que fuera demasiado tarde, no solo para nosotros, sino para todo el mundo.

Esperanza miró a Soma desde su exagerada altura con los ojos de una madre y la determinación de un soldado.

-Esperanza- Nuestra vida no es importante, solo lo que representamos es importante. La guerra a gran escala en el exterior ya ha comenzado aunque vosotros aun no lo sepais, siento la esperanza de la humanidad desvanecerse por doquier, el Impostor cree que ya ha ganado. Este lugar debe ser destruido a toda costa, nada de lo que el Impostor ha conseguido crear aqui debe ver la luz.

Dicho aquello se subió a la bomba y se conetó a ella para suministrarle la energía necesaria y crear un campo de energía alrededor para evitar que cualquier sombra la dañara. Dejando una imagen que parecía una oda al sacrificio capaz de encojer el corazón.

Por otro lado, cuando Soma dijo todo aquello a las hermanas Donovan, la menor fue la primera en negar con la cabeza.

-Claire- ¿De verdad crees que mi hermana no ha revisado una dinamo de soporte vital hecha por Alysa? ademas el nucleo de Maggie es algo fácilmente reconocible ¿no, hermanita?...

Pero Chell estaba con los ojos muy abiertos y las pupulias encojidas.

-Claire- ¿Chell?... lo revisaste... ¿verdad?... ¿Chell?...

La mayor miró a la menor con cara de "oh, mierda" y ambas se quedaron mirando la una a la otra con cara de incredulidad hasta que CLaire empezó a gritar.

-Claire- ¡¡No me lo puedo creer, no lo revisaste!!

-Chell- ¡Y porqué iba a hacerlo! ¡me dijo que era una dinamo nueva y de hecho funciona y aparece como tal en los registros! ¡¿por qué iba a revisarlo?!...

Siguieron gritandose la una a la otra mientras lo enemigos continuaban acercandose. El resto de Lepus entraron en combate en otro frente, Casey estaba ayudandolas dado que muchas estaban heridas, Geralt, Claire Stormrage, Maria y Jason aguantaban solos el embate principal a la vez que protegían a Adirael a toda costa.

Eva corrió junto a Soma y las hermanas que ahora se gritaban la una a la otra.

-Eva- Chell, Claire, instalad el nucleo de nuevo en el cuerpo de Maggie, os conseguiremos tiempo, daos prisa.

Ambas corrieron junto al cuerpo de Maggie y la pequeña se encargó de abrir el implante prostético de su hermana mayor para extraer el nucleo de Maggie, cuya presencia ahí confirmaron nada mas revelar la supuesta dinamo. Eva se quedó junto a Soma para proteger el último de los frentes por el que estaban siendo atacados. Minerva por otro lado no estaba luchando, permanecía inmovil y conectada a la consola de la celda de contención donde antes estaba el cuerpo de Maggie.

Soma notó la mano de Eva en su hombro y pronto notó una notable mejoría en su estado de animo, el cansancio quedó a un lado y la mente del paladin se inundó con pensamientos positivos y determinación.

-Eva- Vamos a conseguirles tiempo, Soma. Estoy contigo.

Le asintió con la mirada y se prepararó tambien para la lucha. No podría luchar al frente como Soma, pero sí podía apoyarle de muchas maneras.

Las palabras de esperanza y su posterior acción, me dejo desolado, todo lo que había hecho y en lo que creía empezaba a desmoronarse, a pesar de haberme mantenido firme, a pesar de haber descubierto tantas cosas nuevas, incluso tras haber acertado en la suposición sobre el núcleo de Maggie, todo aquello se empequeñecía en aquel instante.

Pero mi deber, no había acabado, incluso en esa escena, debía de proteger a quienes pudiera todo lo que pudiera, y eso haría sin falta pues, aunque las hermanas Donovan tuvieron un pequeño momento de pelea, su cometido era simple, tras las instrucciones de Eva, estas si pusieron manos a la obra.

Mientras que el resto trabajaba y protegía a quienes debía, yo me encontraba en plena línea de combate tratando de recomponerme poco a poco, con la espada desenvainada y la mirada al frente, observe como las sombras se aproximaban.

Inspire profundamente mientras trataba de calmar mi mente pero pronto sentí la presencia de Eva y su mano sobre mi hombro, lo que hizo que la mirará de inmediato, podía sentir como su poder me revitalizaba, me animaba, me hacía olvidar todo lo que fuera innecesario para poder completar aquella infernal misión.

Todo aquello parecía tan irreal, pero no debía olvidar por que lo hacía, por que estábamos allí, incluso si esperanza tenía aquel plan, cumplir con ella como con el resto de avatares era mi deber, mi responsabilidad y mi elección.

Así, me lleve la mano al pecho y gracias a las fuerzas renovadas que Eva me había dado, me recompuse por completo mientras levantaba la mirada un breve instante.

- Te lo ruego... Que todo salga bien, para mi y para mis amigos - luego extendí la espada y me prepare para la confrontación, así pues, extendí el filo apuntando a las sombras que se acercaban - y trae la desgracia hacía mis enemigos - reclame en una plegaría lista para el combate.

No debía ceder, no debía flaquear, estaría al frente de todo golpe, de todo asalto, todo lo haría y todo lo daría por proteger a aquellos tras de mi, incluso si el plan era la completa destrucción de aquel lugar, no abandone mi esperanza de salir de allí con todos.

- Ser el faro que ellos necesiten, ser a quienes ellos acudan cuando lo necesiten - musite mientras me recordaba aquel cometido para con los avatares, así pues, esboce una sonrisa confiada; No por que encararía a la muerte, sino por que tenía la seguridad de que saldríamos de allí.

Debía mantener aquella luz llena de esperanza en su máximo esplendor, para mis amigos y para mi mismo.

La hermana pequeña de CHell termino de extraer el nucleo de Maggie y ambas se quedaron mirando al cuerpo de biometal con cara de repentina confusión.

-Claire- ¿Y cómo lo conectamos? el un cuerpo macizo de biometal, no tiene puertos ni accesos para conectar nada, ella los creaba al instante de necesitarlos, ni siquiera tiene puerto cervical. Ademas, fuera de tu cuerpo el nucleo no tiene energía y tampoco el cuerpo.

-Chell- Valkyria, necesitamos ayuda aqui, cómo juntamos el nucleo con el cuerpo.

-Valkyria- El cuerpo de biometal debe ser recargado con toda la energía que sea posible al mismo tiempo que el nucleo se mantiene al voltage exacto de funcionamiento, yo puedo suministrar con precisión dicho voltaje, pero para recargar el cuerpo de biometal necesitareis una fuente de energía masiva.

-Chell- Podríamos conectar el cuerpo a la red electrica de estas instalaciones...

Entonces minerva intervino, había estado escuchando la conversación mientras permanecía conectada a la consola.

-Minerva- Negativo. Si conectais a Maggie a estas instalaciones con un servidor principal del Impostor, pordría infectarla cuando es mas vulnerable: durante su reinicio. No podemos correr ese riesgo. La única alternativa es la energía de un avatar.

Miró a la propia Claire y esta se pusdo realmente pálida en ese instante.

-Claire- Si utilizo ese poder... si doy rienda suelta a esa... cosa. Creo que no habría vuelta atrás.

Su rostro nervioso y temeroso buscó a su hermana mayor y esta miró directamente a Esperanza, subida en lo alto de la bomba.

-Chell- Prefiero arriesgarme con Maggie que con una bomba.

Se levantó y corrió hacia la recien llegada deidad.

Mientras tanto las primeras sombras llegaron para atacar a Soma, pero de nuevo el paladin se vió bajo los efectos de potenciación que Eva era capaz de infundir a una persona, ahora su cuerpo se movía mas rápido, se notaba mas ligero y al mismo tiempo las sombras parecían moverse mas despacio. Ninguna de sus garras encontraron su objetivo.

Podía escucharlas, los problemas de las hermanas Donovan, las palabras de Minerva, la situación tal y como se presentaba, pero no podía distraerme, mi plegaría había alcanzado los cielos al mismo tiempo que Eva armonizaba su poder en mi, mi percepción del tiempo cambio drásticamente cuando todos esos factores se habían combinado pues pude esquivar las garras de las sombras con una extraña facilidad a la que no estaba acostumbrado.

Mi adquirida nueva fortaleza me ayudo, me inspiro, me dio la oportunidad de demostrar que podía aguantar allí, por mis amigos, mis compañeros y mi objetivo, así pues, tome la espada con ambas manos y esta recién adquirida motivación y me preparé para el contra ataque.

- Si quiero ser su paladín - espete mientras tomaba postura y encaraba a la primera sombra - y llevar la esperanza a quien la necesite - continué mientras apretaba el mango de la espada y la alzaba a lo alto - Debo... ¡prevalecer! - añadí mientras blandía mi espada con una fuerza y velocidad devastadoras.

Tal vez no pudiera aniquilarlas en grandes cantidades, pero si podía menguarlas de una en una, podía comprar el tiempo suficiente como para ayudar a mis compañeros, Eva hacía lo que debía y yo era el muro que las sombras tendrían que atravesar, todo dependía de que Chell y Claire pudieran devolver a la vida a Alysa.

Mi plan era sencillo; Aguantar, no importaba el coste, si quería ayudar, debía hacer lo imposible por cumplir mi parte y los cielos sabrían que haría todo en mi poder para hacerlo, y la primera que sentiría aquella determinación, sería aquella primera sombra.

Chell se acercó a Esperanza y le habló a gritos para que se la escuchara entre el estruendo del tiroteo y el combate.

-Chell- ¡Esperanza, necesito que utilices tu energía para reactivar el cuerpo de Maggie!.

-Esperanza- Si lo hago no tendré suficiente para cargar la bomba de neutrones y eliminar este lugar. Como ya he dicho destruir este sitio debe ser nuestra máxima prioridad, sin estas instalaciones el Impostor no podrá realizar la técnica de clonación perfecta de Colvert y perderá una "fábrica" importante de su ejercito.

-Chell- Maggie puede hacer todo eso y mas, ella es mas importante que cualquier otra prioridad.

-Esperanza- El Impostor ya logró reducirla una vez, ¿porqué no podría hacerlo de nuevo?.

Chell no sabía muy bien como responder a aquello o mas bien preveía que su respuesta no sería suficiente para convencer a Esperanza. Pero había alguien que sí podía convencerla.

-Chell- Maggie pudo preveer esta situación, tenía un plan, por eso escondió su nucleo... su corazón... dentro de mi. Sabía que vendríamos aqui y que ella debía reactivarse aqui, no se exactamente porqué, pero confio en ella.

Si no crees en mis palabras, cree en las de Curiosidad, yo soy su mensajera, tengo un vínculo con ella que me permite sincronizar nuestra mente...

Chell ofreció su conector cervical a Esperanza para que se conectara directamente. La deidad se bajó de la bomba y sin decir palabra, aceptó el conector y ambas se quedaron inmóviles de pie una ante la otra durante unos segundos.

Mientras tanto las sombras cargaron ferozmente contra Soma, esta vez una de ellas logró asestar un terrible golpe en la cabeza al paladin y a la vez arañó su cara, dejando en su rostro una herida sangrante. Al cambio, Soma destrozó en apenas un segundo con tres cortes consecutivos a la primera sombra.

Eva seguía potenciando sin cesar el cuerpo de Soma, esta vez su fuerza bruta, no sobrevivirían si Soma no lograba ir bajando el numero de enemigos que les atacaban. Igualmente aquella empresa se antojaba dificil, por no decir imposible cuando Soma se percató de un nuevo enemigo que apareció para apuntarle con un fusil de asalto desde la distancia. A todas luces era una sombra cybernetizada y equipada con armamento, a diferencia de las sombras normales que, tecnicamente, peleaban desnudas y solo con sus garras.

En el fragor de la batalla, podía escuchar voces a mis espaldas, las de mis compañeros, mis camaradas, mis amigos, todos aquellos que conocía, quería darme la vuelta, quería ayudarles pero, no podía, mi cuerpo estaba centrado y al frente y mi mente me mantenía allí, no importaba cual fuera el precio, no podía moverme de allí.

Esa era mi devoción, derrotar a quien se interpusiera en mi camino por el bien mayor, no había honor mas grande que esa, sin importar lo precaria de la situación e incluso tras recibir golpes tan dolorosos como los que habían propinado las sombras sobre mi.

La sangre chorreaba por mi frente y obstaculizaba mi vista, pero no podía flaquear, incluso si la oscuridad se apoderaba de mi vista, aún tenía el resto de mis sentidos para pelear, no podía detenerme pues, la vida de aquellos tras de mi era mi responsabilidad, era mi deber de cuidarlas.

Una profunda exhalación se escapo de entre mis labios mientras apretaba nuevamente el mango de mi espada, sentía la fuerza conferida por Eva en mi interior y le daría buen uso, no podía defraudarlos, no podía rendirme, debía alzarme sin importar como.

Así pues, busque dar otro trío de golpes a la sombra que me había alcanzado el rostro y con suma fuerza, di nuevamente rienda a toda mi fuerza y destreza con la espada para golpear a esta.

Por otra parte, me di cuenta de que algo mas atroz había aparecido, una sombra como ninguna que hubiera visto antes, debía encargarme de ella pero, ¿como?, mis manos estaban llenas en ese momento, pero poco a poco me iría desocupando de las sombras a mi alrededor.

Necesitaba mas tiempo, gire rápidamente la cabeza para observar a Eva un breve instante, mi cuerpo se quedaba sin aliento, tal vez una mirada cómplice fuera suficiente pues, me quede mirando a la sombra armada en la distancia - Solo un poco mas....- musite mientras reunía fuerzas para continuar.

Ese era mi deber y mi propósito en aquel lugar, no podía fallarles, no ahora.

Tras apenas unos segundos de conexión entre Chell y Esperanza, esta retiró el cable y miró a Maggie unos instantes.

En realidad, Esperanza se enfrentaba ahora a una decisión no muy diferente a la que Maggie enfrentó varias veces al principio de su existencia. Por un lado estaba la bomba, una forma eficiente y segura de cumplir con el objetivo de detener los esfuerzos del Impostor y acabar con las atrocidades que se habían cometido en aquellas intalaciones con ella como testigo, por otro lado estaba la palabra de Chell y de Shiro, diciendole que debía confiar en que Maggie tenía un mejor plan.

Ambas opciones no eran compatibles entre si dado que no podría activar a Maggie y a la bomba, no en tan corto periodo de tiempo, incluso su energía tenía un límite y ya estaba bajo minimos tras su reciente despertar.

Aquel tipo de decisiones basadas en la confianza ciega, eran mucho mas sencillas para un humano que para una máquina y si bien una inteligencia artificial, en el desconocimiento de la verdadera historia y capacidades de Maggie hubira elegido la bomba, aquella deidad representaba la esperanza que de alguna forma es el génesis de la confianza.

-Esperanza- Necesitaré algo de tiempo.

Chell aguantó las lagrimas en sus ojos y afirmó, ella y Valkyria se encargarían de instalar el nucleo.

-Chell- Gracias. Claire ve a ayudar a Soma, nosotras nos encargamos de Maggie.

-Claire- Hecho.

La menor de las Dónovan corrió entonces hacia la posición de Eva y Soma. Mientras Soma eliminaba otra de las sombras notó los proyectiles impactar contra su cuerpo, la sombra omega le estaba disparando sin moverse de su posición, pero algo mucho peor se estaba acercando, una sombra alfa, aquellas bestias enormes con forma lupina y garras del tamaño de machetes eran reconocibles desde cualquier ditancia.