Partida Rol por web

Sarah se desconectó y estiró brazos y espalda de manera sutil.

-Sarah- No te preocupes, estoy mas que acotumbrada a esta mierda, no es ni de lejos la peor historia que he leido, imagínate. Tu solo ten cuidado, ¿vale?.

Incluso por propia experiencia, Sarah conocía bien cual era la realidad de aquel inframundo, cruel, despieadado y sin distinción alguna por edad, los mas vulnerable eran a menudo los mas perjudicados ¿Y que hay mas vulnerable que un niño?. El orfanato donde se había criado Casandra, recogía niños de la basura, literalmente.

Al subir de nuevo, Soma encontraría a Eva y a Daya en la misma habitación, el trabajo de Eva, ademas de planear los siguientes pasos, era comprobar el estado fisico y mental de los abatares, almenos de los que permitían ese tipo de diagnóstico y se mostraban colaboradores, ese no era el caso de Shiro, almenos no del todo.

Eva estaba conectada a Daya por el conector cervical y estaba mirando informes de diagnóstico en un portatil cuando llegó Soma.

-Eva- El implante de cybercerebro de la bestia de pelea se ha vuelto a quedar obsoleto, tenemos que cambiarlo de nuevo, tus procesos cosgnitivos aumentan de manera exponencial, va a ser dificil mantener la tech actualizada. El resto de abatares estan experimentando un cambio parecido, pero al tener una fisiología humana se adaptan mejor a la evolución de su código.

-Daya- No te preocupes, Eva, sigo haciendo cambios en el cerebro biológico, aunque sea de manera mas lenta, puedo seguir adaptando este cuerpo.

-Eva- Mientras podamos ayudar en ese proceso lo haremos, luego en efecto será cosa tuya.

Era la primera vez que Soma escuchaba a Daya llamar a Eva por su nombre, y no "heraldo" o cosas asi.

Eva desvió entonces la mirada del portatil para mirar a Soma, Daya hizo lo propio, en silencio.

-Eva- Hola, Soma. Aun tengo que ultimar un par de chequeos, luego os diré cual es nuestro siguiente paso, con Sarah en el equipo las opciones se han multiplicado.

Era una felicitación sutil por traerla al redil y luchar por ella. Era un recurso humano muy valioso en la actual situación, ademas de una nueva amiga.

La opción mas cercana, amigable y directa, eran los dos avatares que Varanus tenía de vecinas: el amor y la ira. Solo tenía que salir por la puerta de su laboratorio y dar un par de pasos en el pasillo y entrar en el nuevo establecido taller, donde ahora trabajaban casi las 24 horas del dia Manami, Claire y Sarah.

Todo se había llenado de cachibaches, componentes electrónicos piezas de robótica y una significatiba inversión en herramientas material y equipo informático, no quedaba muy claro de donde había salido el dinero para todo aquello pero aquellas tres jóvenes parecían saber cómo sonseguirlo.

Claire no era una buena opción para sacar de dudas a Varanus, probablemente ella estuviera tan perdida como él a pesar de ser un avatar, sus circustancias, al igual que las del resto eran únicas y particulares.

La primera en saludar con el rostro tras una mascara de soldar y un soldador en manos fue la menor de las Donovan.

-Claire- Hey... buenos dias, profesor putricidio.

Sarah ni se enteró de al entrada de Varanus, estaba escribiendo código con el conector cevical enchifado y unos cascos puestos con música.

Manami era probablemente la mejor opción para hacer preguntas, la pequeña miró al científico y asintió a modo de saludo para seguir mirando sus multiples monitores, en los que se veían multitud de personas a través de cámaras de sguridad hackeadas y diversos datos cripticos sobre cada una de ellas.

Al subir, me encontraría inesperadamente tanto a Eva como a Daya, mientras esta aún continuaba chequeando al avatar, me quede en silencio observando como lo hacía, no quería interrumpir, así pues, cuando estas me prestaron su atención, incline levemente la cabeza a modo de saludo y de respeto para ambas.

Era interesante saber que el cuerpo de la deidad se quedaba obsoleto por momento, tal vez necesitará uno nuevo en el futuro, no obstante, esa posibilidad parecía inviable al recordar que esta estaba apegada al mismo cuerpo que sus fieles le había dado, en cualquier caso, decidí no inmiscuirme en aquel hecho.

Luego y tras escuchar las palabras de Eva, negué ligeramente con la cabeza mientras rechazaba aquellas palabras - Todo gracias a mis compañeros - añadí de forma sincera, luego me quede observando a Eva - ¿Siguiente paso? - cuestione con curiosidad, aunque el hecho de que hubiera hablado con Sarah me daba pie a continuar con aquello.

- De hecho, hay algo que quería sugerir, aunque no se si cuadre con lo que tenías planeado; Gracias a la ayuda de Sarah, una de las opciones que antes no tenía la oportunidad de abarcar se ha abierto un poco mas a una posibilidad, quería ir en la búsqueda de Casandra Arc -  espete mientras observaba tanto a la actual presidenta como a la deidad.

- He conseguido pistas nuevas sobre su pasado y su posible localización o al menos un punto de referencia común para encontrarla, además de que ahora tengo un objeto de valor para ella que puede ayudarme a encontrarla - añadí mientras llevaba mi mano al mango del paraguas que ahora llevaba siempre conmigo - Con la posibilidad de encontrarla y devolverle este artefacto, existe la posibilidad de que esta colabore con nosotros y tal vez nos ayude en la búsqueda de Alysa - explique mientras me quedaba observando a Eva.

- Además de que también podre salvarla del abismo en el que se ha sumido - aunque esta segunda parte parecía la menos importante, por el contrario era obvio que no lo era, al menos para mi - A diferencia de mis anteriores excursiones, quería comentar y solicitar el apoyo para esta misión, si es posible, tengo la ubicación tanto del último lugar en el que la vi y el lugar donde reside su pasado - 

Una explicación razonada y detallada de las situación a la que me quería enfrentar, eso era lo que quería explicar, aunque no sabía si esto sería apoyado por el resto.

- Aunque existen riesgos de que no nos ayude por supuesto, pero siempre existen riesgos en lo que hacemos, ¿me equivoco?; Mi intención es encontrarla para tratar de razonar con ella además de ayudarla y tal vez y solo tal vez, que esta nos ayude posteriormente, pero no es una certeza, existe también el riesgo de que vuelva a desaparecer - añadí de forma consciente pues de nada servía dar promesas que no cumpliría, solo exponía las posibilidades.

Luego observe a Daya con una convicción renovada - Quiero darle una perspectiva diferente, una con algo de esperanza si es posible, todos merecemos una segunda oportunidad - luego observe a Eva - aunque se que es ingenuo por mi parte, pero no necesariamente me equivoco - dije seriamente.

- Pensé en la posibilidad de que las Lepus inspeccionarán el lugar en cuestión pero, siendo honestos, si Casandra es capaz de ocultarse del impostor, no tenemos nada que hacer, dicho esto, yo puedo encontrarla gracias a él - dije refiriéndome al paraguas - además, se que ella tiene interés en mi y gracias a Manami lo he confirmado - concluí mientras me quedaba observando ahora a Eva.

- No quiero darle la espalda a alguien que necesita ayuda...

Eva escuchó en silencio y en la neutralidad de su rostro hubo un atisbo de reflexión, había muchas cosas que sopesar, probablemente mas de las que Soma estaba teniendo en cuenta. No contestó en seguida, primero buscó la localización de la que hablaba, seguramente poniendose enc ontacto con Sarah mediante la intranet, luego hechó un vistazo a las imágenes por satélite en el portatil que tenía delante.

Normalmente la respuesta a aquella proposición sería una negativa por el simple hecho de que tenían tareas mucho mas importantes aquella iniciativa implicaba riesgos evitables, pero el nombre de Alysa y la posibilidad de obtener información sobre su paradero había salido a la palestra y era algo que Eva no podía dejar pasar.

-Eva- De acuerdo, pero el apoyo será mínimo, las liebres tienen otras asignaciones y hay que seguir con las pistas acerca del paradero de los demas exiliados. A la zona a la que vas y con ese cometido solo dos personas pueden ser de  verdadera ayuda, una es Sarah, porque conoce el terreno y como hacker puede ayudarte a buscar cualquier cosa o encontrar pistas sobre la marcha. La otra es Lamda 01, es la liebre mas perceptiva de todas y ya está recuperada de sus heridas, no conoce la zona pero puede ayudarte igualmente en el rastreo y el combate.

Elige a una de ellas y la enviaré contigo, ambas saben defenderse de sobra pero su seguridad será tu responsabilidad.

En cuanto a cómo proceder con Casandra Arc, lo dejo en tus manos.

Probablemente a Soma sería al único que escucharía.

Eva aguardó la decisión de Soma para asignarle a una de las chicas.

Tras el veredicto de Eva y sus opciones con respecto a quien deberia acompañarme, me quede reflexivo durante unos segundos, luego asentí y la observe serio pero determinado a lo que iba a decirle - Déjame que lo hable personalmente con ambas, las llamaré a la sala principal - espete sin atisbo de duda.

Esa no era una decisión que quisiera tomar a la ligera y menos después de los sucesos que habían ocurrido a ambas chicas en cuestión, luego incline levemente la cabeza como forma de respeto - Se que esta decisión no ha sido fácil, haré mi mejor esfuerzo para no defraudarte - añadí con total respeto.

Luego observe a Daya, aunque sin decirle ninguna palabra, quería solucionar los últimos percances que había tenido con la deidad, con mi nueva resolución y un camino claro, me quedaría con la deidad hasta que Eva se marchará o lo hiciera la entidad.

En cualquier caso sería paciente, aun sabiendo que tenía que prepararme para aquella misión, debía hablar con la deidad a la que una vez había servido.

Eva asintió conforme, tal vez sería mejor que se organizaran directamente a recibir sin mas una orden de un superior, no eran ni Sarah ni Soma los que le preocupaba a Eva, sino Lamda, era tal vez la liebre mas peculiar de todas y no solo por sus orejas prostéticas, no todo el mundo sabía tratar con ella o se preocupaba de entender su forma de expresarse.

-Eva- De acuerdo, avisame por la intranet cuando vayais a partir y con quien has decidido ir. Y ponte en contacto si necesitas cualquier cosa.

Eva terminó el chequeo mediante el software, desconectó su enchufe cervical y procedió a examinar a Daya a simple vista, le revisó la boca, los dientes, los poderosos tentáculos que salían de la parte trasera de su cabeza, etc. Daya se mostró colaboradora en todo momento y no puso pegas a aquel examen. Resultaba curioso ver a una joven bajita y delgada como Eva trepar por el cuerpo de Daya y exponerse a sus mandíbulas y garras sin temor alguno.

Estaba claro que la confianza entre la deidad y Eva era ahora plena.

-Eva- Todo parece estar bien, vigilaremos el balance de proteínas sintéticas mediante la dieta, comer algo natural de vez en cuando puede venirte bien. Evitaremos poner prostéticos a menos que sea estrictamente necesario, tienes mejor control sobre las partes puramente orgánicas.

Eva recogió su portatil y se lo puso bajo el brazo, al ver la tapa del mismo Soma pudo reconocerlo, había visto ese portatil en Elysium, en el despacho de Alysa la vez que entró a presentarse.

-Eva- Iré a ver Strack, hasta luego.

Se despidió de ambos sin hacer preguntas acerca de los asuntos que Soma parecía querer tratar, respetaría su intimidad.

Una vez Eva salió de la sala Daya habló, las facciones de su rostro no se mobían, su boca no estaba pensada para hablar, lo hacía mediante un altavoz acoplado en su espalda. Tambien podía hacerlo mediante la intranet.

-Daya- Ella es la prueba de que la compasión tambien lleva al sufrimiento en ocasiones, la moderación debe ser la constante en todas las emociones.

Comentó mas para ella misma que para Soma.

-Daya- ¿Que quieres, Soma?.

Preguntó por el motivo por el que había permanecido en su amplia habitación.

Cuando Eva había terminado de examinar a Daya y se había marchado, escuche la voz de la deidad y no pude sentir sino el mismo sentimiento, la moderación en todas las emociones era importante, por eso mismo había perdido mi poder, por la falta de moderación.

No obstante, no dije ni una palabra al respecto, no me correspondía aquello, me gire y observe a la deidad al cuestionar el motivo de mi presencia, así pues, avance unos pasos hasta quedar frente a ella y con total respeto hinque la rodilla en el suelo mientras posaba el puño de igual forma.

- Eso debería ser obvio y lo sabes - respondí con naturalidad - He venido a pedirte perdón, por traicionarte, Pedirte que me aceptes una vez mas como tu heraldo y solicitar una vez mas de tu gracia - dije a primera instancia, pero mis labios no se detuvieron pues, no era el poder de la deidad lo que anhelaba ni mucho menos.

- Tampoco deseo que liberes mi condena a la compasión pues, asumí esa carga en mi peregrinaje; No, solo desearía una vez mas tu confianza pues, he aprendido no solo por lo dicho sino por lo vivido que las emociones como las vuestras son demasiado sagradas y al ser lastimadas pueden causar un gran dolor, no solo a quienes te rodean sino a uno mismo, por ello me he dispuesto a consagrar la vida con el amor y la compasión que se merecen pero sin olvidar la moderación en las emociones que me completan - explique mientras elevaba la mirada para observar a la deidad.

- Así fue como recupere mi don, "proteger la vida"...No es distinto a tener compasión, solo de su interpretación - ese hecho había quedado grabado a fuego al tener la compasión de quitarle la vida a las sombras para salvar a quienes habían sido transformados, así como el hecho de proteger la vida de otros al tratar de salvarlos de sus propias emociones como lo que le sucedía a Casandra.

- El amor no puede existir sin la compasión - repetí en mi cabeza las palabras de Manami tras recordar nuestro primer encuentro tras el incidente mientras un largo suspiro se escapaba de mi ser - Una segunda oportunidad, quiero demostrarte que he cambiado - concluí mientras me quedaba observando a la deidad con total integridad a mis palabras.

Desde la ventaja de la altura que le concedía su enorme cuerpo, Daya observó a Soma hincar la rodilla como lo hicieran los devotos en la antiguedad ante la imagen de su dios, como un egipcio en plegaria hacia Anubis, como un indú ante Shiva, como Abraham ante Yahvé. Pidiendo perdón por sus transgresiones y bendición para su camino.

Ni siquiera Daya, por intransigente que fuese, haría oidos sordos a una petición sincera, aunque fuese de quien la había traicionado una vez.

-No confio en tus palabras, pero confiaré en tus actos. Te encomendaré una tarea sencilla. Llevala a cabo y recibirás de nuevo mi confianza. Y con ella mi bendición.

Planeas ir a lo que una vez fue un orfanato para niños abandonados y olvidados, ellos mas que nadie merecen compasión y aquellos que osen amenazarlos, no merecen piedad...

Daya le entregó entonces una pequeña caja negra con diverso cableado saliendo de ella.

-Ve a ese orfanato y erige en el un altar en mi nombre en su interior, conecta ese dispositivo en dicho altar, debes procurarle una fuente de energía permanente, algo tal vez dificil de conseguir en ese lugar. Cuando lo hayas hecho, tú serás el primero en conectarte a él, si verdaderamente hay compasión en tu corazón, entonces no será diferente de conectarte directamente a mi y serás objeto de mi bendición de nuevo.

Ese lugar pasará a estar bajo mi influencia y por tanto, bajo tu protección, muestra compasión por los inocentes... y tu espada a los que los amenacen. Esta será tu segunda oportunidad.

Y la última.

Sentenció. Como había dicho, ya no creería sin mas las buenas palabras de Soma, pero contra los actos no cabe discusión. El encargo era aparentemente sencillo, pero Soma aun desconocía exactamente qué se encontraría en aquel vertedero abandonado por toda esperanza.

Al escuchar las palabras de Daya, me quede observando su petición que no era sino otra oportunidad mas para demostrar mis palabras, así pues, cuando esta me enseño aquella pequeña caja negra, extendí ambas manos para tomarla como si de un tesoro se tratase.

Sus directrices eran claras y aunque no sabía que podía encontrarme en aquel lugar, no negaba sus palabras pues, la compasión que debía demostrar a las almas que aún se encontrarán en aquel lugar, eran las que mas necesitaban de ella, comprendía aquello mejor que ninguno, había sido uno de ellos después de todo, aunque solo fuera parcialmente.

- Que así sea - acorde con la deidad - Misericordia para los inocentes, Condena para los transgresores - juré mientras observaba nuevamente a la deidad, así pues, me levante del suelo con aquella convicción renovada.

- Daré Compasión, amor y esperanza a los inocentes Y odio y miedo a aquellos que siembren el caos - concluí mientras me despedía con una reverencia a la deidad antes de marcharme.

Así pues, esperaría si hacía falta a que Daya me lo permitiera, para luego ir a la sala común y comunicar a las dos probables integrantes de mi equipo para que se reunieran allí conmigo.

Pues estaría en cualquier mesa sentado esperándolas, no quería que su asignación fuera por una fuerza mayor, quería hablar con ellas personalmente.

Lamda, visiblemente recuperada de las heridas y torturas que le habían infrinjido en el Tártaro, fue la primera en bajar, no iba equipada aún, no le habían dado la orden de hacerlo, pero su ropa parecía nueva y su aspecto estaba caramente cuidado. Soma ya había visto a Eva desnuda, Lamda era tal vez la mas parecida en su fisiología e incluso en la palidez de la piel.

Se sentó cerca de Soma sin decir nada, solo le miró y aguardó, por lo que le habían dicho era él el que la había hecho llamar. Era dificil deducir mas de sus pensamientos, su silencio y su actitud no daban pie a muchas interpretaciones.

Sarah tardó un poco mas, ella subió desde las escaleras que daban al taller. Caminó por la sala a la vez que bostezaba larga y pesadamente. Fue directa a la nevera y se agenció una lata de Dokupe.

Una mirada furtiva de Lamda y un ligero movimiento de sus orejas de liebre fue suficiente para delatarla. Sarah cogió una segunda lata de Dokupe de la nevera y se la llevó a Lamda, esta la aceptó de buen grado, todo aquello sin emitir palabra alguna.

-Sarah- ¿Y bien? no se para que me has llamado aqui pero podíamos haber hablado en el taller.

Dijo refiriendose a su reciente conversación antes de hecer todos aquellos planes.

Mientras Soma se explicaba Sarah se distrajo completamente con las orejas de liebre de Lamda, se quedó analizandolas hasta que finalmente extendió la mano y acarició suavemente una de ellas. Lamda se mostró un poco incómoda mientras miraba algo sorprendida a Sarah y sus pómulos se sonrojaban.

-Sarah- Hmmm... estan muy bien hechas, nunca había visto unas asi en el mercado negro...

No parecía percatarse de que tal vez aquellas orejas eran mas sensibles de lo que creía.

Espere callado y tranquilo en la mesa mientras mis invitadas llegaba, aunque estaba mas bien con los ojos cerrados casi todo el tiempo, pude notar cuando llegaban una a la vez, con una mirada mas bien sería me quede observandolas mientras Sarah cuestionaba la razón de que la llamara, por otro lado, la actitud de Lamda no era desconocida, de hecho estaba mas bien conforme con ella.

En cualquier caso, comencé la reunión con ambas después de aclarar la garganta ligeramente para que Sarah prestará atención, aunque de Lamda esperaría su completa atención, su entrenamiento la habría educado para ello, así pues, comencé con una pequeña introducción.

- Si bien podía haber hecho eso, preferí reunirnos en un lugar neutral para todos - respondí a Sarah a primera instancia - Se trata precisamente del trabajo que tengo entre manos - añadí mientras le pasaba los datos a ambas por la intranet para que no estuvieran perdidas al respecto.

- Me han dado carta blanca para ir a cumplir con esta misión que os expongo y dadas las circunstancias, no puedo ir solo, no sería lógico en nuestra situación, por lo que me dieron dos opciones para ir en dúo en esta misión - explique con un tono y una mirada seria.

- Sarah, conoces el terreno y como hacker puedes ayudarme a buscar cualquier cosa o encontrar pistas sobre la marcha, tus capacidades son mas que útiles dado que mi conocimiento sobre la tecnología es mas bien limitado y echaría a perder cualquier oportunidad que junto a ti sería mas que sencilla.

Lamda, tu por otro lado eres la Liebre mas perceptiva de todas y dada tu situación, tus heridas ya se han recuperado y estas lista para esta asignación, sin mencionar que tus habilidades para el rastreo y el combate son excepcionales gracias a los últimos datos que hemos recopilado, aunque tu conocimiento del terreno es limitado tus capacidades no pasaron desapercibidas - hecho que había sido mencionado al saber que había mantenido terreno durante un tiempo contra una deidad.

Luego cerré los ojos mientras cruzaba los brazos y el ceño ligeramente fruncido - Se me asigno llevar a una de vosotras para esta misión y se me dio la libertad de escoger a quien mejor me pareciera, por supuesto, vuestra seguridad estará bajo mi responsabilidad como es obvio, aunque no dudo que ambas sean perfectamente capaces de defenderos por si solas - añadí mientras ahora habría los ojos.

No obstante, no tenía aquella mirada seria, ahora estaba algo mas preocupado por ellas y la razón por la que las había llamado saldría a relucir - En cualquier caso, no quería que esto fuera una orden de un superior - mencione mientras observaba a ambas - Sarah, tu relevancia para esta instalación es mucho mayor de lo que puedo imaginar, no solo por que ayudas con la seguridad de este lugar sino por que tu propia existencia es un cúmulo de información que podría ser usado por el impostor si llegará a capturarte - explique a primera instancia mientras la miraba directamente a los ojos, luego torne la vista para observar ahora a Lamda - Lamda, tu por otro lado y aunque ya te hayas recuperado de tus heridas, has sufrido un enorme castigo en tu captura, me preocupa tu integridad, no solo física sino mental, no quisiera hacerte pasar innecesariamente por otro dolor como ese si puedo evitarlo - añadí mientras la observaba con la misma preocupación.

- Ambas sois realmente importantes para este lugar y ambas sois también mis amigas, por ello no quiero pediros esto a travez de un superior, os he reunido aquí para pediros personalmente como favor que me acompañéis para esta misión, no por el deber, sino por el querer y aunque desgraciadamente solo puedo llevar a una de vosotras, quería comentarlo con ambas, si venís u os negáis, mis sentimientos hacía vosotras no cambiarán, seguiréis siendo mis preciadas amigas - explique con total sinceridad sobre el tema.

- Asignaré la partida de esta misión dentro de treinta minutos, podéis pensar sobre el tema en cuestión y darme vuestra respuesta, yo estaré esperando en la salida de la instalación para emprender el camino hacía mi destino, mientras tanto estaré planeando el viaje y los recursos que usaré mientras tanto - aclaré por si pensarían que quería una respuesta inmediata.

- No os voy a mentir, una parte de mi preferiría que ambas fueran conmigo por vuestras habilidades, pero también otra parte de mi preferiría que os quedarais en la seguridad de la base - añadí con cierta preocupación - decidáis lo que decidáis, yo os protegeré, ya sea allí afuera o aquí, no importa el sitio seré vuestro escudo - concluí con una sonrisa tranquila.

Ahora pues, dejaría que ambas se marcharán si así lo quería, o escucharía lo que tuvieran que decir si querían decir algo, en cualquier caso también debía empezar a prepararme para la misión, mientras que asignaba la hora de partida y se la enviaba a Eva por la intranet.

Aunque aún no tenía compañero para aquella misión esperaría paciente la respuesta que me dieran.

Las reacciones fueron dispares, Lamda entornó la cabeza y por consiguiente sus orejas de liebre cayeron hacia un lado ligeramente, no parecía entender muy bien el dilema en el que se encontraba Soma o mejor dicho, su indecisión. Sarah por su parte suspiró.

-Sarah- Te gusta hacer complicadas las cosas que no lo son, no creo que aqui esté obedeciendo nadie ordenes "porque vienen de un superior", confio en Eva a pesar de conocerla hace poco, es una chica inteligente y estoy segura de que Lamda y el resto de liebres tambien. Asi que si ella te ha dado la posibilidad de elegir, es que eso es lo adecuado y no tengo intención de discutirselo. No almenos por el momento. Nadie se siente "obigado a nada".

Sarah había puesto en palabras precisamente lo que estaba confundiendo a Lamda.

-Sarah- Yo iré contigo, sería estúpido que fueran dos personas que nunca han estado en esa zona habíendo una que sí ha estado. Ademas, confio en que Lamda sepa pasar desapercibida, pero tú...

Estaba claro que no era el fuerte de Soma, teniendo en cuenta que poniendose una simple máscara en el rostro se habría ahorrado todos los problemas que tuvo en el Tártaro.

-Sarah- Iré a prepararme yo tambien.

Lamda simplemente se quedó sentada en silencio bebiendo su lata de Dokupe, tal vez planeando otro aburrido dia libre.

A la hora indicada, Sarah salió a reunirse con Soma, su atuendo no había cambiado mucho pero estaba claro que guardaba muchas sorpresas bajo su sudadera holgada.

-Sarah- Cogeremos un taxi hasta la frontera entre los suburbios y ese vertedero, luego continuaremos a pie. ¿Te parece bien?.

Esperó la confirmación de Soma para iniciar la marcha.

Asentí pues a las palabras de Sarah dejando que esta se fuera a preparar y haciendo yo lo mismo, recogiendo así mismo las cosas del taller y tomando el resto del equipo que tenía en la habitación, además de algunos inhaladores de medigel, así pues, fui así a la hora acordada para comenzar la misión pero no antes sin informar a Eva sobre la compañera que llevaría por la intranet.

A la hora acordada, espere en la puerta mientras esperaba a Sarah la cual fue realmente puntual al respecto, la observe de arriba a abajo con cierta duda pero conociéndola, así como conocía a Chell, suponía que la mayoría de sus sorpresas estarían ocultas.

- Era lo que tenía planeado - respondí ante sus palabras, dando a entender que hasta ese punto era lo que había planeado, en cualquier caso era mucho mas sencillo ir a pie por aquel lugar, al menos recordaba las dos ubicaciones que quería visitar con bastante seguridad.

Acto seguido active la impedimenta completa de mi armadura dejándome puesto el casco de la misma, algo que no había hecho hasta entonces - Pasaremos primero por la última ubicación conocida que tengo de Casandra Arc, luego iremos al orfanato - espete ahora con una voz parcialmente mecanizada.

- Al menos el tiempo suficiente, será bueno que estemos por allí un rato, dudo que pase desapercibido...Al menos si sabe que la busco - añadí mientras habría la puerta hacía la salida de la instalación - ¿Lista?, Después de ti - concluí con un tono mas bien tranquilo, amigable.

No quedaba que decir que allí afuera protegería a Sarah bajo cualquier circunstancia, pero no olvidaría que ella también podría protegerme de lo que yo no conociera, en cualquier caso, palpé la pequeña caja negra que Daya me había dado y me asegure el resto de mis cosas así como el paraguas que llevaba.

Tenía un extraño pero no por ello importante sentimiento de deber, no solo era encontrar a Sarah, eregir el altar a la compasión era igual de importante, aunque no sabría que podría encontrarme en aquel lugar, el hecho de llevar a Sarah sería de mucha mas ayuda de lo que parecía.

Al llegar el taxi Sarah se sentó dicretamente atrás, siempre con el rostro semicubierto gracias a su capucha y su parche. Soma podría elegir si montar detrás con ella o en el asiento del copiloto. En cualquier caso, Soma reconocería por una parte aquella tartana a gasolina del siglo pasado y al hindú de Nueva Delhi que lo conducía.

-Rajesh- Buenos dias, Rajesh a su servisio... oh, me alegro de volver a verele, siempre está acompañado de mujeres heremosas.

Dijo a Soma con una amplia sonrisa y un acento hindú que Soma ni siquiera había obtenido nunca.

-Rajesh- ¿A dondi lis llevo? hoy no hay mucho taráfico y con suerete nadie nos disparará... porque no lo harán ¿veredad?.

Preguntó mitad en broma mitad en serio a Soma. Su ultimo encuentro había terminado en disparos.

Sarah torció la ceja con una mirada acusadora a Soma, se habían montado en el taxi y ya le habían reconocido. En cualquier caso dejó que Soma decidiera cuan cerca quería parar del la clínica clandestina.

-Sarah- ¿Cual es el plan? y espero que no me digas que ir y preguntar sin mas, porque está claro que no te van a decir una mierda la conozcan o no, no almenos gratis. O puede que directamente la alerten y las posibilidades de encontrarla se reduzcan a cero.

O subieran al 100%, Sarah no sabía nada de la tensión sexual que había entre ambos cada vez que se encontraban Casey y él, almenos por parte de Casey. Solo un demonio de la lujuria le había mirado e insinuado asi antes.

-Sarah- ¿O crees que vendrá ella a ti si se entera?.

Al llegar el taxi lo pude reconocer casi al instante, cuando vi que en efecto el conductor era el de aquella vez, se esbozo una leve sonrisa bajo mi casco mientras le respondí - Yo también me alegro de verte, Rajesh - respondí con un tono afable que se vería modulado por el casco.

En cualquier caso, al Sarah entrar al vehículo, me sentaría detrás junto a ella mientras escuchaba las bromas e inquietudes de nuestro conductor - No lo creo Rajesh - dije mas bien tranquilo - O eso espero - añadí con cierto tono cómico, no podía eviatr pensar que nuestro amigo había pasado por aquel infierno y aún así continuaba conduciendo aquel cacharro.

Luego sentí la mirada acusadora de Sarah al ver que me habían reconocido incluso con el casco puesto y la voz modulada y no pude hincar los hombros en resignación, luego mi tono se volvió algo mas serio para responder ante sus dudas.

- En realidad, no creo que nadie sepa con certeza donde se encuentra, incluso contigo y el paraguas no creo que la encuentre tan fácilmente - espete asumiendo las expectativas que tenía en cuanto a encontrarla por métodos convencionales - No obstante -  añadí mientras le pasaba la dirección a la que iríamos al conductor, apenas unas cuantas esquinas mas alejadas del "hospital".

- Prefiero que sepan que la busco y dado que ya me han atendido, tratarán de negociar incluso si no saben nada, lo que realmente me interesa es que esa información sea divulgada, sé que Casandra se enterará y la posibilidad de que nos busque posteriormente en el orfanato aumentará ya que fue un lugar de importancia en su pasado - explique con una calma sobrenatural.

- Piénsalo, ni por nuestros medios, ni el propio impostor ha logrado encontrarla, Que mejor solución que dejar que ella nos encuentre y dado su...Interés en mi, se que me dará la oportunidad de hablar con ella, además, tengo algo que le pertenece y si llega a vernos, se dará cuenta de inmediato - respondí por la intranet.

- Ya sea por una razón u otra, terminaremos en el orfanato y con suerte, ella dará con nosotros, aunque es por supuesto una apuesta arriesgada, es la única baza real que tenemos sobre su situación - No es que fuera una ciencia exacta encontrarla pero al menos teníamos posibilidades si las piezas encajaban correctamente.

- Por otro lado, necesito cumplir otro recado - mencione mientras echaba el guante a la pequeña caja negra y la observaba durante unos segundos, luego la volvería a guardar en mi chaqueta.

Sarah suspiró levemente y se acomodó en el asiento mirando por la ventana con su único ojo.

-Espero que tengas razón, si damos con ella dudo mucho que se alegre de verme a mi.

Rajesh tenía razón, no había mucho tráfico y este se reducía entre mas se acercaban a la zona de la clínica clandestina, era una zona peligrosa, lo suficiente como para que Soma se sintiera afortunado de no haber encontrado mas problemas de los que encontraron al acudir con Inma herida de gravedad.

Una vez en el destino, el simpático taxista se despidió sin hacer preguntas innecesarias. Sarah empezó a caminar por detrás de Soma y manteniendo cierta distancia.

-Esta zona está controlada por los "Adoradores del metal", una banda de psicópatas fánaticos de los implantes prostéticos que consideran la carne una maldición. Un atajo de escoria muy violenta y desagradable.

Comentó mientras avanzaban hasta que solo quedaba doblar una esquina para ver la entrada de la clínica, la zona ya le resultaba familiar a Soma, estaban en el lugar correcto, por supuesto la puerta de dicha clínica estaba cerrada a cal y canto.

Sarah se paró, se apoyó en la pared, sacó una pitillera bastante elegante y de ella un cigarrillo liado a mano, luego lo encendió con un cipo y se puso a fumar. Algo que no le había visto hacer antes en ningun momento.

-Te espero aqui, yo vigilaré por si acaso, si pasa cualquier cosa te aviso. Tu haz lo que tengas que hacer. Estaré monitorizando la actividad de la red local.

Por la naturalidad con la que fumaba, no era su primer cigarrillo, ni sería el último.

La información que Sarah me daba era útil a la vez que me acomodaba poco a poco a su compañía, aunque podía discernir en que Casandra la odiara, no podía asegurar que se alegrará de verla, de hecho, probablemente yo sería el único que se alegrará de ver.

En cualquier caso, avanzamos hasta nuestro destino o al menos, lo mas cerca posible del mismo, cuando Sarah se paro y saco aquel cigarrillo, me quede observándola durante un instante, no podía entender aquel vicio pero tampoco estaba en mi derecho recriminarla.

Ya era suficiente con que no fumará cerca de mi hermana, por ello deje pasar ese momento en particular mientras asentía a su posicionamiento - Muy bien - respondí mientras daba un par de pasos mas hacía la clínica - En el peor de los casos tenemos la intranet, así que no te expongas - añadí, aunque seguramente ya aquella idea estaría en sus planes, no obstante, preferí decírselo de todas formas.

Pronto, comenzaría a andar hacía la clínica hasta su puerta, estaba claramente cerrada pero aún quedaba aquella mirilla por la que podrían observar - Si sientes su presencia, házmelo saber - espete al paraguas que portaba en mi espalda, así pues, hice lo mismo que Casandra hizo la primera vez.

Dar un par de golpes a la puerta con cierta delicadeza para llamar a quien estuviera en su interior - Estoy buscando a Yeohannan - añadí mientras desactivaba la parte frontal del casco de mi traje para dejar ver mi rostro - Una amiga necesita ayuda - añadí esperando respuesta si es que la había.

No quería irrumpir en aquel lugar por la fuerza si podía evitarlo, después de todo, los residentes de aquella clínica ya lo tenían difícil, además, si conocían a Casandra, su pasado estaba ligado y por lo que había averiguado, no era uno muy bonito.

Como si se tratara de un deja vu, la mirilla rectangular se abrió y de nuevo se escucharon exactamente las mismas palabras con la misma voz.

-Dos mil por adelantado.

Al parecer era la tarifa para entrar allí, fuera cual fuera la consulta. Soma no sabría determinar si realmente le habían reconocido o simplemente lo habían hecho y a aquella mujer le daba igual. Probableemnte fuese el segundo caso, tal y como había augurado Sarah.

Soma escuchó apenas un susurro fantasmagórico proveniente del paraguas.

-Ella no está aqui...

Algo previsible, en cualquier caso era útil poder cerciorarse de aquella manera.

Soma debía decidir, no iban siquiera a escucharle si no pagaba y en esa ocasión no disponía del dinero.

Al abrirse la mirilla y escuchar aquellas mismas palabras, un leve resoplido se escapo de mis labios mientras me apoyaba levemente en la puerta para ver a través de la mirilla, no obstante, no era mi intención que pudiera o no entrar pues, al escuchar las palabras del paraguas, mis dudas se confirmarían de inmediato.

No obstante, no era como si no pudiera dejar un mensaje subliminal en aquel lugar - ¿Dos mil?, acaso me vez herido - cuestione de forma retorica - Y yo que pensaba que me reconocerías de inmediato; Ni modo, supongo que ayudar a Casey no es suficiente para vosotros, tendré que conformarme con buscarla en el orfanato donde paso su infancia - espete mientras hincaba los hombros.

- Y yo que pensaba que eras su amiga, Yeohannan - acto seguido, di media vuelta activando nuevamente la mascará del casco para cubrir mi rostro - Ten cuidado con esa avaricia, podría ser peligrosa - advertí pero de no de forma ofensiva, sino como un leve consejo, en cualquier caso, estar allí mas tiempo del necesario sería perderlo.

- Ah, y si la llevas a ver, sería útil que le dijeras que el perro de presa la busca - concluí dando así el único mote que Casandra usaba de forma recurrente conmigo, así pues, me dispuse a marcharme para encontrarme con Sarah, al parecer todo había ido "bien" pues no había contactado ni me había alertado.

Luego iríamos a nuestro próximo destino y gracias al paraguas, podía saber si ella estaba cerca o no, cualquier tipo de información era útil en aquellos casos.

Soma no sería el primero ni el último iba allí buscando a alguien mientras clamaba querer "ayudar" a ese alguien. Y ni mucho menos el primero que ponía pegas al precio. La interlocutora cerró la mirilla sin respuesta alguna, no sería la primera molestia que despachaba de aquella forma.

Sarah estaba exactamente donde Soma la había dejado, apoyada en la pared y terminando su cigarrillo, aunque en su mirada podía denotarse cierta alerta, algo no parecía cuadrarle pero por el momento no diría nada al respecto.

-Sarah- Eres todo un orador...

Espetó con cierta ironía, tal vez esperaba una compleja estratagema por parte de Soma para llegar a un acuerdo y obtener información. Aunque seguramente eso tampoco le habría servido de nada, si esa clínica había sobrevivido en aquel lugar, era porque sabían cómo hacer las cosas y cubrirse las espaldas.

-Sarah- El orfanato está a unos 20 minutos a pie, ya tengo una ruta pero los datos de esa zona pueden estar desactualizados.

Miró con desconfianza hacia los alrededores una última vez y se puso a caminar.

Poco a poco, donde antes aun habían calles y edificios, el paisaje se fue tranformando en edificios en ruinas y calles cubiertas de chatarra y lodo. La gente tambien fue desapareciendo, apenas reductos de vagabundos que se agolpaban alrededor de un barrill en llamas para calentarse. La espesa niebla transportaba un olor entre metálico y descomposición, entre la chatarra podían verse claramente restos de cadáveres, muchos de ellos con prostéticos arrancados y semienterrados en la chatarra.

Entre mas avanzaban mas atroz se volvía la idea de que allí hubiese un orfanato donde se recogían niños.

-Sarah- Este lugar no ha cambiado, tuve que esconderme aquí durante un tiempo, rebuscando entre la basura cosas de valor para revenderlas. Saber distinquir componentes elecrónicos de valor me salvó la vida. Se los vendía a un hijo de puta de los Adoradores del Metal y me daba apenas para comer. Por supuesto fue uno de los primeros que me cargué cuando logré salir de este agujero. Esos putos animales ya ni siquiera son humanos.

Se paró antes de doblar una esquina y revisó otra vez el dispositivo movil que llevaba encima, tambien observó los alrededores con desconfianza.

-Sarah- Y no se que me inquieta mas, la idea de cuzarnos con ellos o que no haya rastro de ellos.

Finalmente llegaron a lo que parecía una pequeña iglesia en ruinas que había sido parcheada y tenía una rústica alambrada alrededor, asi como una especie de muralla de chatarra y basura que la mantenía aislada.

Una verja metálica daba acceso al patio interior, estaba cerrada con un candado simple viejo y oxidado. Nada parecía haberse movido allí desde hace años.

-Sarah- Es ahí, aunque no parece que vayamos a encontrar gran cosa.

Si Soma quería entrar tendría que apañarse para saltar la vaya o tratar de romper el candado. Sarah continuaba prestando atención a los alrededores mas que al orfanato en si.