Partida Rol por web

En busca del Templo del Mono

1~ Una Vida tras una Muerte

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01/08/2015, 22:29
Director

Las ceremonias se han prolongado durante días, y sabes que queda aún mucho más por soportar. Las lágrimas brotaron durante los primeros días, primero abundantemente, luego por periodos más cortos y más espaciados. Hasta que tus ojos quedaron secos y te quedaste sin ganas de llorar más.

Una sentencia que has oído muchas veces en tu vida afirma que "la cosa más importante en la vida es tener un buen funeral". Las ceremonias relacionadas con el funeral duran siete semanas. Los familiares, amigos, y parientes se reúnen para llorar al difunto. En el caso de tu padre acudieron escasos familiares y casi ningún amigo, aunque sí muchos conocidos del pueblo. En el caso de tu madre y tu hermana, ningún familiar, y tan sólo unos pocos conocidos del pueblo, aunque ni siquiera estás segura de que pretendan realmente presentar sus respetos. Algunos de esos hombres son solteros o viudos, y te has percatado de cómo te miran. Eres una chica joven y soltera, sin hermanos, que hereda lo poco que pose su familia. Un buen partido para los buitres.

Los primeros días de luto llevaste el tradicional vestido de saco, sustituido ya por otro blanco que se espera vistas durante tres años. Algo de lo que no estás especialmente convencida.

El lugar de enterramiento ha sido escogido después de consultar al geomántico, y la procesión fúnebre se ha realizado con todo el fasto que has podido ofrecer. Ha acompañado a tus fallecidas una larga comitiva compuesta de músicos, sacerdotes, hombres con estandartes y banderas, y niños con cestos de fruta. Los faroles blancos que han acompañado a la comitiva fúnebre hasta el cementerio llevaban escrito el nombre de los difuntos, su edad, e incluso otros datos para su mayor glorificación. Se han quemado reproducciones en papel, de la casa, caballos, utensilios domésticos, dinero y otros objetos, con la idea de que las muertas tomasen posesión de ellos en el más allá y le sirviesen de ayuda.

Y tras todo eso, tanta ceremonia y tanta fastuosidad que apenas podías permitirte, quedas sola velando a tus familiares, los últimos que te quedan. Las gentes del pueblo van marchando poco a poco, tras ofrecer sus respetos, aunque aún quedan algunos hombres esperando a que termines tus rezos, seguramente dispuestos a adelantarse a sus competidores y cortejarte sobre las tumbas de tu madre y hermana, con sus cuerpos aún calientes.

No sólo estás sola, además estás rodeada de carroñeros...

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02/08/2015, 15:56
Rui Wu-San

No podía más. Cada vez me resultaba más difícil enfundarme aquel vestido blanco y afrontar estos momentos de la forma en que me veía obligada a hacerlo. Tanta ostentación y parafernalia para quienes ya se habían ido siempre me había parecido excesiva. Estaba de acuerdo en honrar a los muertos y darles la despedida que se merecían, pero de esta forma sólo se lograba prolongar el dolor y privar de recursos a los que sí los necesitaban.

En mi caso lo peor estaba resultando esta larga espera, porque era en lo que se habían convertido estas ceremonias, en una espera. Aun así rezaba por ellas, sobretodo por mi hermana, a quien esperaba que algo mucho mejor le esperara al otro lado. Al terminar de orar miré hacia un lado por el rabillo del ojo, comprobando que aún quedaban allí algunos hombres, y volví a cerrar los ojos. No quería, no quería levantarme de allí y verme en el compromiso de ponerles buena cara y agradecerles su consideración para con mis familiares, no sabiendo que esa consideración no era tal. Pero no podía quedarme así por siempre.

Tras unos minutos me levanté, y tras recolocar mis ropas me acerqué a los presentes, agradeciendo su presencia y despidiéndome con una ligera inclinación, en un fingido gesto amable.

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03/08/2015, 16:53
Director

Al acercarte a agradecer su presencia a los hombres que aún permanecen allí, tienes la oportunidad de observarles más detenidamente. Te fijas en diversos rostros conocidos. Ese granjero de avanzada edad que perdió a su esposa durante las nieves hace dos inviernos, un hombre honrado y de buen corazón que trabaja incansablemente en sus tierras. El artesano que fabrica esas grandes vasijas, junto a su hijo, que es algo menor que tú. Incluso ves a ese fanfarrón del guardia de la milicia, tan robusto como siempre, pero con una tripa incipiente que demuestra que ha conocido tiempos mejores. Dejó pasar esos tiempos para buscar una hermosa esposa, y se quedó sólo.

Pero también hay rostros desconocidos. Una comitiva, algo más lejos, es encabezada por un hombre de talla baja, vestido con ropas caras, alguien que no habías visto jamás. No es la forma de vestir de alguien adinerado, más bien la de un sirviente de confianza de alguien así. Se hace acompañar por varios guardias, hombres grandes y capaces, lo que demuestra un cierto estatus.

Todos se apartan a su paso, dando un paso atrás. Incluso el miliciano, hombre valeroso toda su vida, se hace a un lado a regañadientes.

Señorita Rui Wu-San, la acompaño en el sentimiento... -La maliciosa sonrisa que acompaña a la reverencia deja entrever la falsedad de sus palabras- Mi señor, Fan Bingbing, desea transmitirle sus condolencias, acompañadas de una invitación para que tenga a bien honrarle con su visita en la mansión de su propiedad. -La propuesta no puede ser más inusual. Eres una campesina, ¿qué interés tendría un gran señor en invitarte a su casa? Miras alrededor, desconcertada. Los hombres presentes no dicen nada, algunos disimulan desviando la mirada, otros te observan con ¿lástima? Al fondo, un viejo borracho se acerca por el camino montado en un viejo caballo, ignorante del mundo que le rodea. Los guardias del sirviente que tienes delante se muestran malencarados con los presentes, como si al menor movimiento estuvieran dispuestos a extraer sus espadas de las vainas.

Y este hombre espera una respuesta...

¿Qué me decís?

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04/08/2015, 23:25
Rui Wu-San

La presencia de aquella comitiva resultó totalmente inesperada, pero mucho más la proposición que el que la encabezaba me traía. No sabía de quién me hablaba, pero no me gustaba la forma en que sonreía, ni en la que su escolta trataba de intimidar a cuantos nos rodeaban.

El hombre insistía en recibir una respuesta, la cual le ofrecí haciendo verdaderos esfuerzos por no mostrarme desagradable.

-Transmítale mi agradecimiento por sus condolencias, así como por su invitación, pero debo rechazarla. – me acompañé con una reverencia. – Ahora, si me disculpa… Debo continuar. – le dije, antes de proseguir con los saludos al resto de asistentes.

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06/08/2015, 22:27
Zang Li

Tratas de evitar a ese hombre, con toda la educación y cortesía de que eres capaz en tu delicada situación. Sin embargo, él no hace gala del mismo saber estar, y lejos de aceptar tu respuesta y dejarte proseguir, da un paso veloz y se interpone en tu camino. Sus manos se unen a su espalda, y su sonrisa vuelve a brillar mientras te mira que los ojos entrecerrados.

Oh, lo lamento, señorita Rui Wu-San, pero temo que no me ha comprendido... -Su gesto brusco hace reaccionar al miliciano, que da un paso al frente en vuestra dirección. Sin embargo, dos guardias se sitúan frente a él, sujetándole por las solapas de su kimono con firmeza. El hombre, al que se conocía en tu infancia por su extremo valor, se amilana ahora por la advertencia de esos soldados, mejor equipados, en mejor forma, y al parecer más dispuestos al combate- Mi señor, Fan Bingbing, no acepta un no por respuesta. -El hombre hace un rápido gesto poniendo su mano en la manga de tu vestido, sujetándote el brazo- Es un gran honor ser invitado al hogar de mi señor, deberías sentirte agradecida...

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06/08/2015, 22:36
Director

Disc... ¡Hip! Disculpen...

A la espalda del despreciable siervo, una voz interrumpe el tenso instante. Los guardias dejan de forcejear con el miliciano, y el hombre que te tiene sujeta del brazo se gira sorprendido, sin soltarte. Ahí, ante vosotros, está el viejo montado en su famélico caballo, luchando a duras penas por mantenerse sobre la montura. Con una mano titubeante sostiene las riendas, mientras la otra se aferra a una cantimplora de calabaza que, a buen seguro, contiene algún tipo de licor.

Y es que se hace evidente que el hombre está borracho. Apenas si logra mantener la mirada fija en un punto concreto.

Est... Estoy buscando a Rui Wu-San... ¿Alguien podrí... ¡hip! podría decirme donde vive?

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06/08/2015, 23:37
Rui Wu-San

Miré sorprendida al hombre cuando se interpuso en mi camino, pero esto solo duró unos pocos segundos, pues inmediatamente miré al que dio un paso adelante, siendo detenido por los acompañantes del supuesto servidor de aquel señor, Bingbing.

Tras su amenaza velada y la presión de su mano en mi brazo, mi cuerpo me pedía zafarme de él con brusquedad, pasara lo que pasara después; pero con el miliciano en aquella situación, preferí no ser imprudente.

-Y se lo agradezco. ¿Podría soltarme? – pedí de mala gana, sin comprender que querría aquel señor de alguien como yo.  - ¿Qué significa eso de…?

Interrumpí mi pregunta al ver a aquel viejo borracho a caballo justo detrás del sirviente de Bingbing. El viejo comenzó a hablar, haciendo que el siervo se girara, pero ni aun así este me soltó. El borracho, y es que estaba en un evidente estado de embriaguez, comenzó a preguntar como si no existiera ningún tipo de tensión en el ambiente; sin embargo, lo más inquietante de todo no era eso, sino el motivo de su intervención.

-Soy yo, ¿Qué es lo que quiere? – pregunté poco amable, ya no sólo por mi agriado carácter, sino por verme superada por la situación.

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07/08/2015, 17:06
Lu Yan Garra-del-Tigre-en-el-Ojo-del-Ciempiés

El viejo te mira, sorprendido. Permanece un breve instante en silencio, tratando de enfocar con su mirada vidriosa. Finalmente, hace un aspaviento abriendo los brazos y se deja caer del caballo aferrándose con aparente torpeza a la silla de montar.

¡Sobrina! -¿Qué?- ¿Cuando has crecido tanto? -Pregunta con una sonrisa que infla sus mofletes enrojecidos por el alcohol, que le dan un aspecto bastante cómico- Soy yo, tu tío Lu Yan, el hermano de tu padre. -No recuerdas a ningún tío paterno, y tu padre nunca habló de tener ningún hermano. Esto no tiene sentido. Uno de los guardias trata de interponerse ante el viejo, ponie do una mano en su pecho, pero éste se mueve como empujado con demasiada fuerza por esa mano y gira sobre sí mismo, trastabillando. El guardia, que había calculado más oposición, cae hacia delante hasta casi darse de bruces con el suelo. El viejo llega hasta ti con una sonrisa, que desaparece brevemente al mirar la mano de ese hombre que te sujeta- Oh, no sabía que tenías marido...

El siervo de Bingbing está desconcertado. Te mira como creyendo que tienes algo que ver en todo este desatino, pero parece desistir de tal idea.

Viejo, será mejor que te largues. La señorita es ahora invitada de mi señor Bingbing

El viejo, que dice ser tu tío, se queda boquiabierto mirando al hombre, pero en seguida vuelve a mirar su mano en tu brazo y a ti a los ojos.

Parece que esperase algún tipo de explicación...

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07/08/2015, 20:53
Rui Wu-San

El hombre a caballo bajó de este con clara dificultad, dirigiéndose a mí en tono desenfadado, informándome de que era mi tío. Mi tío paterno. La sola mención de mi padre me procuró un escalofrío que recorrió mi espina dorsal.

Antes de poder responder, uno de esos escoltas trató de detener su avance, pero el viejo se libró de él de pura casualidad y de forma bastante cómica; tan cómica que seguramente en otras circunstancias me hubiera sacado una sonrisa.

No recordaba a aquel hombre, ni su rostro ni su nombre, pero él sí conocía el mío. ¿Y si de verdad de trataba de mi tío? No tenía demasiado claro que aquello importara ahora.

No me dio tiempo a negar el que aquel siervo fuera mi marido, cuando este trató de echar al viejo. Mientras ese borracho miraba mi brazo y después a mí, pensé en que no tenía nada que perder…

-¿Tío Lu Yan? ¿De verdad es usted? – pregunté al hombre, apartando el pelo de su cara con mi mano libre. - ¡No le había reconocido con esas pintas!

Esperaba así librarme del hombre que me agarraba, viendo que no me encontraba sola, aunque toda mi familia fuera aquel viejo greñudo y borracho.

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08/08/2015, 10:10
Director

El asombro entre los presentes se hace palpable. No lo entiendes, no tiene ningún sentido para ti, pero dirías que el nombre de tu presunto tío provoca una reacción en cadena de murmullos y gestos de sorpresa entre los presentes. "¿El famoso Lu Yan?", pregunta el miliciano, mientras el artesano se lleva las manos a la boca consternado, diciendo "no me lo puedo creer...". El granjero se acerca un poco más con los ojos entrecerrados, observando ese rostro envejecido y descuidado, hasta soltar "por todos los dioses, es usted..." y hacer una profunda reverencia, que acompañan varios de los presentes.

Los guardias observan la escena sin comprender, y clavan sus miradas en su jefe, el cuál no sabe ni cómo reaccionar. Está claro que este giro de los acontecimientos ha echado al traste todo cuanto podía tener pensado, calculado o planeado.

¿Eres... su tío? -Pregunta al viejo al tiempo que suelta tu brazo, ignorándote casi por completo- ¿Debo suponer que has venido a hacerte cargo de ella?

Lu Yan, que sin perder su divertida sonrisa había empezado a hacer gestos a los pueblerinos solicitando que dejaran de mostrarle pleitesía, mira al hombre y asiente, confirmando su sospecha. Ante eso, el sirviente de Bingbing te lanza una mirada llena de desprecio, y da la orden a sus guardias de retirarse. Sin cortesía, sin despedidas, solamente dándoos la espalda y alejándose, mientras las gentes del pueblo observan su marcha y se acerca an tímidamente a este viejo borracho que afirma venir a ¿cuidar de ti?

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09/08/2015, 01:53
Rui Wu-San

No tenía ni idea de quién era Lu Yan, pero los presentes si parecían conocerlo, e incluso admirarlo. Aquello me descolocó sobremanera, ¿Podía ser realmente mi tío?

Fuera como fuese, la situación corría en mi favor, y es que ya no sólo el desconcierto había invadido a los escoltas del siervo, sino que este mismo terminó soltándome, preguntando a mi “tío” si iba a hacerse cargo de mí. El viejo asintió, y sin decirme nada más, excepto con aquella desagradable mirada, el criado de Bingbing se marchó.

Lu Yan continuó entonces siendo el centro de atención, y es que la gente que aún quedaba allí comenzó a acercarse a él. Dejé que se arremolinaran a su alrededor, quedando yo en un segundo plano, y es que aún estaba conmocionada por todo lo que había pasado.

Solté un suspiro de alivio al ver al séquito de Fan Bingbing ya lejano, y entonces sí, decidí acercarme al viejo.

-No le conozco, pero aun así me ha ayudado, gracias. – dije en tono amable al hombre, antes de ponerme más seria, tratando de dejar las cosas claras. – Pero no necesito que nadie me cuide.

Ni un familiar salido de la nada, ni ese Bingbing, ni ninguno de estos hombres. De todas formas, espero no quedarme mucho por aquí.

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09/08/2015, 10:51
Director

Cuando los hombres se acercan al viejo, notas algo que te resulta sorprendente. Todos los grandes hombres que has conocido o visto en tu vida, ya fuera por su poder económico, su riqueza o su fuerza, te han demostrado que al hombre le gusta ser agasajado. El guerrero muestra sus músculos orgulloso, el rico viste de forma ostentosa y camina con orgullo dejando que la gente se aparte de su camino, y sonríe maliciosamente cuando alguien acude a él para suplicar su favor.

En cambio, Lu Yan parece esforzarse únicamente en pedir a los hombres que no le muestren más respeto del debido, evitando incluso las reverencias de algunos de los presentes sujetando sus hombros. Notas algo en su mirada, además del efecto del alcohol. Y no es simple modestia o humildad.

¿Vergüenza?

Tampoco comprendes la actitud de estos hombres. Si conocieron a tu tío en otro tiempo, ¿a qué viene tanta pleitesía? Hasta que uno de ellos, el granjero mayor, se te acerca humildemente.

No le recordarás, ¿verdad? Eras muy pequeña cuando se marchó de estas tierras, dejándolo todo en manos de tu padre. -La sorpresa se refleja en tu rostro al sospechar lo que eso supone, aunque el viejo lo aclara igualmente- Él era el primogénito. Las tierras y la casa de tu padre le pertenecen a tu tío, en realidad. Pero se unió a los Cinco M...

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09/08/2015, 11:01
Lu Yan Garra-del-Tigre-en-el-Ojo-del-Ciempiés

Por favor, por favor...

Tu tío se acerca apresuradamente al viejo, haciéndole una reverencia implorando que no continúe hablando. Éste calla, haciendo una nerviosa reverencia de disculpa y apartándose, mientras tu tío se gira hacia ti y oye tu agradecimiento y tu negativa.

No, por favor, yo no he hecho nada, no me des las gracias. Y olvida todo eso de la propiedad de las tierras. Son pocas, pero son tuyas, no he venido a reclamar nada. Al contrario. -El viejo agacha la mirada, avergonzado- Me enteré de la muerte de mi hermano hace unos días. Donde vivo, las noticias tardan en llegar. Lamento tu pérdida, sobrina, la de tu padre y la más reciente de tu madre y hermana, de lo que me he enterado por el camino. Poseo tierras más al norte, más de lo que hay aquí, y una casa espaciosa y vacía. Me gustaría mostrártelo, ya que algún día será todo tuyo. Eres la única familia que poseo...

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11/08/2015, 00:15
Rui Wu-San

Parecía ser la única que no recordaba a aquel hombre. Los presentes continuabn halagándole y ofrciéndole reverencias, que mi supuesto tío extrañamente rechazaba. Con amabilidad y vergüenza trataba de dener la situación, cosa más que insólita.

Uno de aquellos hombres me ponía al tanto de mi tío, cuando este le interrumpió. Aclaró que no buscaba mis pertenencias, sino todo lo contrario, quería que conociera lo que era suyo y un día también me pertenecería.

¿Por qué debería recibir nada de alguien que ni conozco?

Otra vez aquellas estúpidas convenciones, pero eso no era lo más importante que rondaba mi cabeza.

- Asi que... ¿Podría decirse que gracias a usted mi padre logró la posiciónque tenía? - pregunté de forma que sólo los más vispados podrían darse cuenta del rencor en mis palabras. -Lo siento, pero necesito una razón mejor que unas cuantas tierras para acompañarle.

Quería largarme de allí, pero junto a un hombre que llevaba la misma sangre que mi padre, no era la mejor de las ideas.

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11/08/2015, 15:05
Lu Yan Garra-del-Tigre-en-el-Ojo-del-Ciempiés

¿S-su pos... -hip- posición?

Tu pregunta parece descolocar al viejo, que agita una mano con un rápido movimiento apartando varios pliegues de sus raídas ropas para dejar al descubierto su cantimplora de calabaza, la cual coge para llevársela a la boca y beber un trago no demasiado largo, pero que parece unirse a demasiados otros- Yo... Yo sólo le dejé las tierras. Lo que hiciera con ellas era cosa suya. Y de eso hace mucho tiempo... -La mirada de Lu Yan se ensombrece, con el único brillo del vidrioso efecto del alcohol en su organismo. Es una mirada llena de tristeza, como nunca la habías visto en ningún hombre, mujer o niño- Se que se hizo herrero, un buen herrero, debo añadir. Estuve aquí hace unos cuantos años, de visita, y conocí a tu madre. Y a ti. No eras más que una niña pequeña... Tal que... -El viejo pone una mano con la palma enfocando el suelo a su lado, bajándola y subiéndola indeciso, aunque la termina dejando hacia la altura de su rodilla, sin mucho convencimiento. Desde luego, si eras tan pequeña, como para recordarlo. Te fijas en que las gentes del pueblo comienzan a alejarse, lentamente. Algunos sacuden la cabeza negativamente, y hasta ves algún que otro rostro que os mira fugazmente, con ¿lástima?

Pero hay más preguntas que se agolpan en tu cabeza. ¿Por qué le dejó estas tierras a tu padre? ¿Para qué se marchó de su hogar? ¿Por qué volvió de visita, y no para quedarse, ni volvió a visitaros más veces? Este viejo, desde luego, es un misterio...

Si... Si no quieres acompañarme, no hay problema. Las tierras serán tuyas de todos modos, a mi muerte. -Es extraño oír a un hombre hablar de su propia muerte con total naturalidad, sin inmutarse. Casi dirías que, lejos de asustarle abandonar este mundo, es algo que espera con calma- Descansaré un poco y emprenderé el camino de regreso. ¿Hay... algún lugar donde pueda asearme y comer algo? -La pregunta es pura cortesía. Siendo un familiar, se espera que le invites a tu casa tras tan largo viaje como parece ha realizado. Sin embargo, tú esperabas partir cuanto antes...- Oh, se me olvidaba... -Más cortesía, puedes ver en su mirada que lo ha tenido en mente todo el tiempo- Te he traído algo, un obsequio.

Lu Yan se acerca a su caballo con pasos inseguros, que contrastan con otros movimientos más precisos que ejecuta en ocasiones. Todo lo referente a este hombre es un galimatías. De la silla de montar suelta las cuerdas que sostienen un bulto fino y alargado, envuelto en tela de saco. Desprende esa funda improvisada y desvela un largo báculo finamente tallado con motivos ornamentales muy variados y detalles casi imperceptibles. Un auténtico trabajo de artesanía que podría firmar el mejor de los maestros del reino, realizado en un tipo de madera que no logras identificar, fina, brillante, llena de vetas que se adaptan al diseño. El viejo te lo tiende con las dos manos, agachando la cabeza con cierta ceremonia.

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19/08/2015, 01:48
Rui Wu-San

Casi podía atravesarme con la tristeza de su mirada al explicarme lo que años atras había sucedido. No tenía claro si se debía a parte de aquella historia que no terminaba de desvelar o porque de alguna manera hubiera entendido mi reproche. Aun siendo él quien diera a mi padre su primer grano de arena, aquello no le hacía culpable del proceder de su hermano, pero no podía evitar apretar los dientes.

Y si no se hubiera ido? Y si al volver se hubiese quedado?

Me quedé pensativa al preguntarme por un lugar en el que dormir, ya algo más relajada, aunque no del todo por la decisión a tomar. Aquel hombre había dicho que me dejaría sus pertenenciad, aun sin pedir nada a cambio, asi que ofrecérle un catre era lo mínimo que podía hacer, más teniendo en cuenta que era "familia". Sin embargo, volver a compartir el techo con un hombre no me apetecía en absoluto, por mucho que se tratara de un viejo desahuciado que ya sólo parecía esperar la muerte.

Con todo esto en mi cabeza, volvió a hablar de repente, en lo que parecía un gesto premeditado. Le seguí con la mirada mientras tomaba el objeto y se acercaba a mí, desenvolviéndolo y tendiéndomelo con una inclinación de cabeza.

- Para mí? - pregunté lo obvio, sorprendida, admirando cada detalle de aquella especie de palo artesanal. Tras unos segundos volví a mirar al viejo, frunciendo el ceño. - De dónde lo has sacado? - pregunté con desconfianza.

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21/08/2015, 09:07
Lu Yan Garra-del-Tigre-en-el-Ojo-del-Ciempiés

El viejo abre los ojos sin mirarte cuando le preguntas de donde ha sacado el báculo. Parece que se pierda en espesos pensamientos, y su expresión de suma tristeza te desconcierta. ¿Cuanto sentimiento puede provocar un trozo de madera? Pero Lu Yan termina por reaccionar, forzando de nuevo esa sonrisa tan peculiar suya, y extendiendo de nuevo los brazos para ofrecerte el objeto.

Es mío desde hace mucho, mucho tiempo. Siempre, desde la primera vez que lo tomé entre mis manos, pensé en lo hermoso que sería que se convirtiera en una reliquia familiar, que pasara a mi hijo, y luego al hijo de este, y así sucesivamente. Pero la vida no me ha dado descendencia... -El hombre permanece inclinado, con el báculo en las manos, tambaleándose ligeramente, esperando.

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22/08/2015, 12:41
Rui Wu-San

El viejo no respondió a mi pregunta, pero aquella impenetrable tristeza en su mirada me quitaron las ganas de insistir. Quizás no supiera de donde había salido, pero sus ojos y palabras decían que era algo realmente importante para él, así que me decidí a tomar el bastón entre mis manos.

-Gracias, tío... - me atreví finalmente a pronunciar.

Continué observando los preciosos grabados, aceptándo el objeto más como un regalo para el propio Lu Yan que para mi.

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26/08/2015, 00:33
Director

En el mismo instante en que tus manos tocan la superficie pulida del báculo, nace una suave brisa a vuestro alrededor. La hierba del cementerio se mece suavemente elevando aromas naturales que embriagan tus sentidos, y sientes un hormigueo en tus manos que pronto se extiende y convierte en un intenso calor en tu piel, como el contacto del sol en un hermoso día de verano. Te ves sorprendida por la sensación, tanto que jurarías que alguno de los relieves tallados en la madera se ha llegado a mover. Algo a todas luces imposible.

Pero todo eso dura apenas un instante, lo que tardas en sorprenderte y volver a mirar tras parpadear con incredulidad. La brisa cesa, el lugar está en calma, y el báculo es sólo un báculo de madera. Sin embargo, tu tío te observa con gesto descompuesto, boquiabierto, aunque trata de disimularlo al comprobar que le estas mirando, volviendo a mostrar esa sonrisa risueña mientras espera algo de ti.

Un lugar donde descansar, te recuerdas...

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27/08/2015, 17:05
Rui Wu-San

La brisa, el hormigueo, el calor... Cálidas sensaciones que me embargaron unos segundos al sostener el bastón. No podría describirlo con exactitud, pero era agradable, familiar de alguna forma, pero a la vez algo nuevo; como el calor de un ansiado hogar. Incluso las formas de la madera parecieron cobrar vida, mecidas también por esa tenue brisa, pero todo parecía una ilusión que desapareció cuando volví a cerrar y abrir los ojos.

Miré a mi tio, cuya cara parecía demostrar sorpresa, pero rapidamente mostró una sonrisa amable, expectante.

Un lugar en el que descansar...

- Lu Yan, puede parar a descansar en casa si quiere. Supongo que también es su casa. - le dije seria, tomando la funda de tela de saco de sus manos y envolviendo el bastón con delicadeza.

Y supongo que así pueda contarme algunas cosas más...