Partida Rol por web

En la flor de la vida

Belmonte

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01/11/2021, 20:08
Rion Aedryn

Acordado su siguiente paso en aquella investigación que no tenía muy claro que arrojase luz a lo ocurrido, emprendieron la marcha hacia la casa de la anciana amante de los mejunjes y las pócimas de olores extraños. Como Rion no era de naturaleza callada, al contrario que sus dos compañeros de fatigas, no pudo evitar romper el hielo en un momento dado, mientras caminaba con las manos detrás de la nuca, bastante relajado.

—Si dispusierais de ingentes cantidades de coronas. ¿Qué haríais con ellas? —preguntó, de manera trivial—. ¿Comportaros con mesura y almacenarlas o gastarlas y disfrutar? —insistió, intercambiando la mirada entre uno y otra—. Yo creo que me decantaría por la segunda opción. Solo disponemos de una vida y pienso que debemos aprovecharla.

A su llegada al establecimiento de Aedelheid, el bardo esbozó una sonrisa cordial y amistosa a la anfitriona, ligeramente desfigurada por la gama de olores que inundaba la estancia.

Buenas, espero que se encuentre bien —saludó a la susodicha, acercándose unos pasos a ella—. No venimos a comprar nada... “En principio”. Nuestra visita es por un motivo alejado del comercio. ¿Recuerda usted a Pyrrah, la antigua prometida del alcalde Uli? —aventuró de manera clara y directa—. Pues su excelentísimo nos ha pedido que ahondemos para limpiar su pasado y recordar lo que ocurrió. ¿Qué puede contarnos de aquellos tiempos? ¿Sabe si alguien más estaba enamorado de ella o si la familia de la susodicha tenía algún tipo de problema con otros vecinos del pueblo? 

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02/11/2021, 00:31
Morkam

El trabajo de las manos, sencillo y rutinaria, albergaba un ritmo relajante del que no disponían las labores mas mentales. La infancia de Morkam, compuesta por extenuantes rutinas en las que cultivaba su mente, había tenido espacio para aprender el noble oficio de las artes manuales. Desde tallar madera hasta soplar y dar forma al vidrio, sin olvidar en el camino el arte de la metalurgia. Cuando sus ojos ardían y su mente pedía un respiro de las polvorientas paginas de los gruesos tomos, encontraba un descanso en los procedimientos metódicos que acompañaban cualquiera proceso manual.

Por ello, cuando avanzaron por el camino, escuchando el sonido de las hachas y las sierras cortar la madera, una ligera sonrisa se dibujo en los labios del artesano, la cual no tardo en desaparecer. Jezal, poco después, formuló una pregunta que llevaba cabalgando por los pasillos de la mente del enano desde que llegaron a Belmonte.

Si tomamoh los hestoiras de los bardos de guía, pienso lo mismo que tu— respondió Morkam casi en un susurro —. Penso que la mujer actual de Uli o sus padres mandaron secuestrah a la pobre chiquilla, para despoes matarlos a tos envenenaos.

» Los cuerpos no tenían marca alguna. No mazas o cuchillos. Solo queda veneino, enfermedah o mardición— añadió poco después con gran seriedad.

Durante el resto del camino no pronunció palabra alguna, ni siquiera cuando Martem dejó caer una sutil invitación al leñador. Sin duda una manera ingeniosa de conseguir que alguien abriera la boca sin sentirse presionado.

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03/11/2021, 19:55
Paw

—¿Qué Pyrrha? —preguntó el leñador apoyando los tablones que cargaba contra el tronco de un árbol para descansar mientras los atendía. Tuvieron que refrescar su memoria para que cayera en la cuenta del suceso del que estaban hablando—. Ah, agora recuerdo. Pobre zagala, estaba en la flor de la vida. Pero fue hace tantos años... No sé que sus ha dicho Uli que pueo saber yo, pero poco sus puedo decir. La moza desapareció un día, asín de buenas a primeras, tol pueblo se esmeró en encontrala. Pero ni un hueso. Se dice que fue a casa de su agüela y ya ni llegó ni volvió.

El leñador aprovechó el descanso que le proporcionaban aquellos extraños para aflojar la bota de vino que llevaba al costado y darle un buen tiento, ofreciéndoles después un trago a ellos.

Pa mí que se espeñó por uno de los barrancos del camino viejo. Verán, hay un atajo pol que antes se iba y que te ahorraba un par de horas de darle a las patas. Pero ya pa entonces era una mierda de camino, peligroso incluso pa los más zagales. Me apostaría las lentejas que fue eso lo que pasó.

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03/11/2021, 20:12
Aedelheid

Aedelheid pareció algo decepcionada cuando le dijeron que no traían nada para vender y continuó con sus labores en el fuego, añadiendo extrañas hierbas al brebaje que estaba preparando y removiendo el caldero con un enorme cucharón de madera. Sin embargo, en cuanto Rion mencionó a Pyrrha se detuvo en seco, con la mirada fija en un punto perdido que solo ella debía ver. Permaneció así unos instantes, como en un extraño trance, hasta que el silencio que se produjo en la cabaña comenzó a resultar incómodo para los tres viajeros. Entonces, muy seria, volvió a remover el brebaje con el cucharón y solo dio una respuesta para todas las preguntas que había hecho el bardo.

—Debe terminarse lo que se empezó.

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03/11/2021, 21:48
Dannar

Una respuesta... Enigmática. ¿Qué narices significaba eso? No respondía a absolutamente nada, ni una sola de las preguntas que Rion había hecho. Dannar frunció el ceño.

¿A qué se refiere? —preguntó sin poder evitarlo, algo brusca, como siempre.

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03/11/2021, 21:59
Martem de Bremervoord

Las respuestas del leñador a las preguntas que le habían hecho hizo a Martem mirar a sus compañeros con cara de circunstancias. Habida cuenta del lugar donde habían hallado el cuerpo de Pyrrha, y del grupo de bandidos que la acompañaban por razones todavía desconocidas, los tres sabían que era imposible que la muchacha hubiese fallecido en un accidente durante el camino. Martem se planteó por unos instantes la posibilidad de que alguien hubiese recuperado el cadáver y lo hubiese dejado en la cueva, pero la idea era demasiado estrafalaria. Sea lo que fuere que les sucediese a Pyrrha y a quienes estaban con ella, los sorprendió y segó sus vidas allí mismo, en la guarida de los lobos. En resumidas cuentas: Paw no sabía nada de nada, o bien estaba mintiendo. Y, con la suerte que estaban teniendo, lo más probable era que fuese lo primero.

Entiendo —respondió Martem en un lento suspiro—. No te preocupes. El alcalde solo nos ha dicho los nombres de los que andaban por aquí cuando pasó. No eres sospechoso de nada. —El cidario rió, en un intento por disipar las suspicacias del hombre. Entonces se le ocurrió una idea, extraña, pero no tanto como la que le había cruzado la mente momentos antes. Decidió probar suerte—. Oye una cosa: ¿Alguna vez viste a Pyrrha con compañías raras? No sé, forasteros o algo. Por pensar en algo, digo.

¿Y si los hombres que yacían con Pyrrha en el frío suelo de aquella caverna no eran sus captores, sino sus acompañantes? Sonaba raro, pero cosas más raras se habían visto.

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05/11/2021, 21:04
Rion Aedryn

Rion aguardó, aguardó y siguió aguardando a que la anciana empezara a contestar sus preguntas y al final... nada. No solo es que no le respondiera sino que su sentencia críptica solo provocó que nuevos interrogantes surgieran y quisiera hacerle más preguntas. Miró con el ceño fruncido a sus compañeros, algo extrañado por la enigmática respuesta proferida por la boticaria, mientras dejaba caer los hombros con suavidad y se aproximaba unos pasos a ella, tratando de mostrar cercanía con Aedelheid pero sin crear una situación hostil entre ambos.

¿Qué es lo que debe terminar, mi señora? 

"Un trato de cortesía nunca viene mal" —pensó.

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07/11/2021, 12:17
Jezal

Escuchó las palabras de Paw con atención, ladeando ligeramente la cabeza. El aspecto del hombre desde luego no se asemejaba a lo que habría entendido como un embaucador, pero tampoco quería fiarse más de la cuenta. Las apariencias engañaban, después de todo.

Una vez tuvieron su respuesta, Jezal miró de reojo a Martem. Entendía que no era casualidad que su compañero no hubiera mencionado que ya sabían donde estaba el cuerpo de Phyrra, y no quería pisar su estrategia. Sin emargo, en esta ocasión sí que decidió aportar su propio grano de arena, cruzando los brazos antes de alzar la voz.

Pero y de ser así, ¿no la habrían encontrado? Lógico es pensar que entonces alguno tendría la misma idea entonces, ¿no es así?

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08/11/2021, 13:08
Morkam

 Como era de esperar, demasiado el tiempo que había pasado desde aquello. Probablemente el olvido había borrado los recuerdos que quizás hubieran aportado algo de luz en todo aquello; sin embargo, no podían rendirse tan fácilmente. Quizás aquel leñador pudiera aportarles algo de información útil o al menos alguien que si supiera algo.

¿Pyrrha tenía alguna bona amiga equi en Belmonte? — preguntó el enano después de que respondiera las preguntas de sus compañeros—. Quizás Pyrrha quería desviarse por argún motivo y se lo contó a su amega de confianaa. Nunca esta de mas pregontar.

» Si fora así, no sería de extrañar que en su momento no dijera palaibra arguna— explicó poco después—. Una zagala de esas, segoramente temeira mas a sus padres y por eso no dijeira nah.

Necesitaban descubrir quienes eran aquellos hombres que habían encontrado junto al cuerpo de la desdichada joven. Sin duda no eran de Belmonte, pues nadie había tratado de buscarles, pero podrían ser de otro pueblo. Cuando acabaran de hablar con aquel hombre, el enano trataría de comprar un mapa o preguntar acerca de pueblos cercanos. No podían descartar ninguna opción. 

¿En aquel momeinto habia algon grupo de bandios?— preguntó poco después con voz calmada. 

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08/11/2021, 18:54
Aedelheid

La anciana continuó removiendo el líquido caldoso que bullía sobre el fuego de la chimenea, encorvándose sobre él cazo para olisquear a modo de comprobación si la cocción iba bien. Ignoró la pregunta brusca de la bruja y cuando Rion se acercó hasta ella se giró para mirarle con unos ojos blanquecinos que evidenciaban que el paso de la edad había ido mermando su vista. Su rostro estaba serio, y adquirió una pose de gran sabiduría al contestar al bardo, como si las palabras que surgieran a continuación de su boca fueran profundamente trascendentales.

—Lo que se empezó —dijo simple y llanamente, como si el poeta no le hubiera entendido al principio. 

La vieja volvió la atención a la cocción que burbujeaba en su caldero. Ya no tuvieron tiempo de replicarle aunque sospechaban que de poco hubiera servido. La anciana ya no parecía interesada en ellos, ni tampoco en el tumulto que empezó a formarse en el exterior. Se escuchó un grito, algo de jaleo y llamados de auxilio. Alguien pedía socorro desesperadamente, y al mirar por la ventana vieron a dos de los guardias de Uli cargando a un tercero completamente cubierto de sangre.

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08/11/2021, 19:10
Paw

—Que va, esa zagala era güena moza. A ver, mentenderán ustedes. Más o menos sabíamos quel hijo del alcalde la cortejaba. Aquí uno no se pue tirar un pedo sin que atruene el valle entero. Pero facían como debe facerse, Uli pidió la mano a los padres de la moza y to eso. Esa moza no iba con cualquiera, no era ninguna fresca. No como la Benilda, que se dice que anoche retozó con el juntapalabras ese que anda con ustedes —añadió con una sonrisilla. Aunque se había quejado con aquel particular símil de la tendencia a rumorear de Belmonte, no parecía importarle participar del cotilleo.

El leñador se rascó el cogote con la pregunta que le lanzó el enano, intentó pensar en alguna amiga que Pyrrha pudiera tener pero terminó desistiendo con un encogimiento de hombros.

—Si la hubiera seguramente sabrá casao con alguno de otro pueblo o la habremos enterrao ya. De aquella pocos hay que no la hayan diñao y sigan en Belmonte. Tal vez la bruja esa de Aedelheid. Pero habeís de tener cuidao con esa arpía, lo mismo sus echa una maldición. Y sus aseguró que esa no era amiga de naide. Ya era una vieja odiosa cuando yo apenas era un zagal lleno de mocos.

Paw volvió a beber un trago de vino y recuperó los tablones para volver al trabajo cuando la última pregunta del enano le hizo volver a pensar sobre aquellos años.

—Pues pa entonces era normal que hubiese maleantes rondando los montes, mas les aseguro que cuando la moza desapareció llevábamos meses sin tener noticias de banda alguna. Lo sé porque a la cuadrilla de mi padre la asaltaron una banda de hideputas y nos pusimos unos cuantos a limpiar el monte. Durante un par de años no hubo ningún bandío que se atreviera a perturbar la paz por estos lares. Y recuerdo que lo de Pyrrha fue en esos tiempos.

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08/11/2021, 19:37
Dannar

Maldita vieja. Los ancianos tenían la mala costumbre de hablar crípticamente, sin sentido aparente, y olvidar las respuestas más simples y directas; la edad era una maldición, que ella seguramente no viviría lo suficiente para sufrir. Se alegraba de ello.

Perdemos el tiempo con esta mujer... —gruñó. Si iba a decir algo más, el tumulto del exterior evitó que lo hiciera.

En un acto reflejo, se llevó la mano a la espada de acero, mientras observaba por la ventana lo que ocurría; gritos, un guardia herido y una amenaza que no identificaba. Lo que fuera, estaba superando a los del pueblo.

Esperad aquí si queréis, voy a ver que ocurre —informó, abriendo la puerta y saliendo al exterior, dispuesta a buscar la fuente de lo que estaba ocurriendo. Curioso que empiecen a pasar cosas justo ahora que estamos indagando, pensó no sin cierta acritud y sarcasmo.

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08/11/2021, 23:30
Martem de Bremervoord

Martem escuchó a Paw sin interrumpir, tanto las respuestas que le daba a él como las que dedicaba a sus compañeros, aunque cada vez tenía más claro que de aquella conversación no iba a salir nada que pudiese resultarles de gran ayuda. Puso los ojos en blanco cuando oyó lo que el hombre decía de la tal Benilda; a la pobre ya le había caído el sambenito, por supuesto. Qué mundo. Negó con la cabeza, mordiéndose la lengua para no decir nada… Pero cuando una sonrisa afilada apareció en su cara, supo que no podría contenerse.

Joder, ¿y qué sería de los hombres sin la alegría de una buena fresca de vez en cuando, eh? Que nosotros también parece que no sepamos dejarnos la polla tranquila en los calzones —dijo como si nada, disfrazando su sarcasmo entre risas y guiños de falsa camaradería—. Me pregunto qué nos pasa para que seamos así.

Por supuesto, a él las mujeres no le decían nada, pero esa no era la cuestión: la misma culpa tenía el bardo sonrisas que la inocente muchacha de lo que había pasado, posiblemente incluso más, y en cambio, Rion solo se llevaría elogios y palmadas en la espalda por ello. Francamente, a Martem no le parecía ni bien ni mal lo que cada cual hiciese debajo de las sábanas, ¡faltaría más! La vida era demasiado corta como para privarse de las pocas cosas buenas que tenía que ofrecer. Lo que no soportaba eran los dobles raseros, de ninguna clase. Sin embargo, el cidario se aseguró de mantener su sonrisa puesta en su sitio, no fuera que aquel cabestro se tomara su «broma» como un insulto, no señor.

Continuó escuchando al leñador sin excesivo entusiasmo. Solo su mención a la curandera, Aedelheid, picó su curiosidad. Martem no sabía mucho de magias ni esos menesteres, pero si esa mujer ya era una anciana cuando Paw era un crío, solo podía significar que Aedelheid era una hechicera auténtica. Tal vez, después de todo, los otros tres hubiesen tenido más suerte que ellos al ir a hablar con ella.

Entendido —concluyó después de que el hombre acabara con su poco fructífero relato. Sin dejar de sonreír, se acercó para recuperar su odre—. Pues nada, muchas gracias. Perdona por haberte molestado. Creo que ya nos vamos.

Menuda pérdida de tiempo.

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09/11/2021, 18:50
Rion Aedryn

"Quizá tenga razón y esto sea una pérdida de tiempo" —pensó, al escuchar las palabras de su compañera. El bardo estaba a punto de desistir en su intento por esclarecer las cosas con Aedelheid, ya que esta solo sabía repetir una frase. En ese instante, fue cuando los repentinos ruidos del exterior captaron su atención y consiguieron que se encaramara a la ventana. La presencia de uno de los guardias ensangrentados provocó que se le revolviera el estómago, intuyendo que algo no iba del todo bien en las medianías de Belmonte.

La rapidez con la que se movió Dannar le devolvió a la realidad. No podía permitir que se marchara sola a la aventura, por mucho que supiese defenderse.

¡Espera! ¡No hagas ninguna locura! —exclamó, corriendo tras ella atropelladamente hasta el punto de que poco le faltó para tirar algunos de los enseres que tenía la anciana repartidos por la estancia—. Disculpe las molestias, señora. ¡Luego tal vez nos pasemos de nuevo!

Dudaba mucho que eso sucediera, por supuesto.

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11/11/2021, 18:01
Uli

Fuera no había un pogromo como temió Dannar, sino solo dos hombres del alcalde cargando con un tercero que iba dejando un feo reguero de sangre a su paso. Los guardias ya no podían más y dejaron al malherido en el suelo, apenas tenían aliento y jadeaban cubiertos de sudor y de la sangre de su compañero. No necesitaron volver a pedir socorro, pues Dannar y Rion no fueron los únicos que salieron a ver qué pasaba. Varios vecinos de Belmonte salieron de sus casas y se acercaron al lugar, pronto se formó un corrillo que fue creciendo hasta que una gran cantidad de personas se aglomeraron alrededor del malherido, quien por lo que pudieron ver ya no respiraba.

—Su puta madre, va y se muere agora. Tol camino cargando pa nada.

—¿Qué diablos ocurre? —preguntó el alcalde, que también había salido al escuchar el alboroto. La cara de Uli reflejaba una grave preocupación, además de molestia por tener que abrirse camino a empujones entre la gente aglomerada.

—Un monstro, señor, la puta que lo parió. Nos atacó pol atajo el hideputa.

—¿Cómo? ¿Qué monstruo? ¿Qué dices? —replicó el alcalde confuso.

—Y yo que cojones sé. Nos faltó tiempo pa poner pies en polvorosa. Pregúntaile a la bruja esa que vino con los foranos. Tales asuntos son los suyos. Al pobre Iwar casi se lo meriendan, al principio corría más que nosutros anque tenia la espalda toa desgarrada. Al poco va y se nos desploma y a cargar con él que nos tocó logo, y total pa que se muera agora.

Uli se dio cuenta de que la aludida no se encontraba muy lejos de allí, y se acercó donde ellos estaban. Un murmullo había comenzado en cuanto se mentó al supuesto monstruo que se había cargado al muchacho y el nerviosismo se instauró entre las gentes de Belmonte. 

—Mierda. Estos son los hombres que mandé para recoger a Ysentrud. Eran cuatro y solo han vuelto estos, y ya veis como está el tercero.

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11/11/2021, 18:31
Paw

—Pos en eso tié razón. Pero ya le digo yo lo que nus pasa: el hombre es débil y la mujer pecaora y mu mala. Algunas van tentando y provocando a los buenos zagales y logo pasa lo que pasa —si Martem pretendía haber sido educativo de algún modo, pronto se dio cuenta de que tenía frente a él a una causa perdida con la que poco razonamiento iba a funcionar. —Yo no digo que el poeta no tenga culpa, que con esos encantos que tienen los jodios seguro que algo de culpa tiene. Si fuera hija mía ya lo andaría buscando pa casarlo con la Benilda. Porque claro, logo ustés se van del pueblo pero la moza tié que quedarse. ¡Y a ver quién la casa!

El leñador se cargó los tablones al hombro y alzó un fornido brazo para despedirse del grupo.

—¡Hala pues! Que sus vaya bien.

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11/11/2021, 19:08
Jezal

Puede que las ideas de Jezal no fueran precisamente las más avanzadas a su época, pero incluso él tenía que reprimir una mueca cuando escuchaba a Paw. Así era la gente de pueblo, e incluso en el Imperio —infinitamente más civilizado que la gente del norte— debían tener ideas similares. O eso suponía él. Antes de desertar no había salido mucho más de lo necesario de la Ciudad de las Torres de Oro.

Más allá de su intervención anterior, se limitó a asentir con la cabeza y dejar que, como de costumbre, fueran sus compañeros quien llevaban la guía de la conversación. Así hasta que llegó el momento de la despedida, y una vez se hubieron alejado lo suficiente, comentó:

Poco hemos sacado de esto —se lamentó, negando con la cabeza—. Nada que no supieramos ya excepto, si acaso, que aquellos eran tiempos tranquilos, y aun eso ya se podía intuir por lo que dijo Uli —Frunció el ceño—. ¿Excepto la mujerzuela esa, Aedelheid? Puede que al menos algo tengamos donde rascar.

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14/11/2021, 04:33
Morkam

Mientras el fornido leñador respondió sus preguntas, Morkam contuvo un sonoro suspiro. No es que le frustrara el doble rasero que los pueblerinos tenían, cosa que le molestaba, sino el motivo era la falta de información. Pocos eran los lugares de los que tirar del hilo, como para encima haber perdido uno.

Pase bon día— se despidió el enano tratando de mostrarse agradecido, pero lo cierto es que no lo estaba.

Cuando se alejaron varios metros, Jezal compartió sus pensamientos, los cuales no distaban mucho de los que tenia el artesano. Sin duda aquella investigación traería muchos quebraderos de cabeza, algo que no aseguraría el existo de la misión.

Si nostros companeiros han tenio la mesma suerte que nosotros, solo nos queda Kaspar. Seguro nos sacah otra cerveiza el cabrón— respondió el juguetero con tono molesto—. Salvo que descubreimos argo novo, al feinal veo que tendremos que terar de Karl y pode que de la vieja Ysentrud.

» Lo veo joido esto, ¿eh? — añadió poco después mientras escupía al suelo.

El resto del camino se mantuvo callado, reflexionando sobre la conversación. ¿Les habría mentido? Imaginaba que no, pero si fuera él, el causante de la desgracia de esa pobre muchacha obviamente lo haría. Y si no fue él, el verdadero lo haría cuando le interrogaran. Sin duda trataría de escurrir el bulto, desviar la atención del grupo con tal de salvar el pellejo. Solo quedaba encontrar absolutas e irrevocables evidencias, pero ¿acaso eso era posible después de tantos años?

La paranoia y las dudas comenzaron a instaurar en los pasillos de la mente del enano. Con cada paso que daba, el pesimismo ganaba terreno en la batalla de su cabeza que sufría la esperanza y la razón. Sin duda la pobre Pyrrha merecía descansar en paz y para ello era necesario encontrar a los responsables. Aquellos pensamientos le hicieron parpadear, extrañado y confundido. Se estaba implicando de manera personal en todo aquello, ya no lo hacia solo por dinero, sino por la creencia infantil de la justicia y el bien. Tan solo esperaba que esos anhelos no le costasen la vida.

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14/11/2021, 13:48
Rion Aedryn

Rion tragó saliva al enterarse de las (malas) nuevas que traían consigo aquellos guardias, que dejaban con ellos el cadáver de un pobre desgraciado. Un monstruo. Sin duda la palabra que menos hubiese deseado escuchar durante su estancia en cualquier lugar. Suspiró con preocupación, mirando de soslayo a su compañera, quien era la que más conocía sobre esos temas sobrenaturales.

Parecía que aquel pueblo estaba condenado a la mala suerte; no tenían suficiente con desapariciones misteriosas en el pasado y ataques de lobos hambrientos... Ahora se sumaba a la ecuación una criatura extraña con ganas de sangre humana. ¿Quizá ese ser tuviese relación con la muerte del grupo de personas que encontraron en la cueva? Ya no daba nada por seguro o por irreal, a raíz de los acontecimientos. Lo que sí comenzaba a pensar en frío, era que largarse del pueblo pronto sería la opción más juiciosa para todos.

¿Llegasteis a ver qué aspecto tenía lo que os atacó? —se aventuró a preguntar, intercambiando una mirada inquisitiva entre los dos centinelas.

Estaba ciertamente asustado, pero no desaparecía ese sentimiento de curiosidad por lo que hubiesen visto u oído...

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16/11/2021, 16:56
Dannar

Cuando aquellos dos pobres desgraciados mencionaron al monstruo, frunció ligeramente el ceño; si allí cerca había alguna criatura, puede que fuera a tener más trabajo del que había imaginado en un primer momento.

Responded al bardo. Y dejadme ver las heridas de vuestro compañero —exigió más que pidió—. ¿Qué hora era cuando sufristeis el ataque? ¿Cómo pasó?