Partida Rol por web

El Eslavo intercambia unas palabras con Hakum, el Oso Rojo, señalando a uno de los daneses.

No es necesario molestarse, mis hombres le encontrarán... - dice Rumhird haciendo un imperioso gesto con la mano - Hakum, traédlo aquí enseguida..., no queremos retrasar más la Thing.

Asintiendo a las palabras del Eslavo, el Oso Rojo y uno de los daneses hacen ademán de partir por el camino que lleva a la Explanada, en busca de Olaf.

Adelantándome unos pasos Detente Rumhird el Eslavo. Creo no haber oído tu nombre entre los citados, así pues deja que nosotros busquemos a Olaf y entremos juntos, tal y como es el deseo de Svala, excepto que el Jarl diga lo contrario. digo pronunciando la palabra Jarl claramente antes de mirar a mi padre.

Luego, mirando a Ottar le hago un gesto Acompañame a buscar a Olaf. El resto permaneced aquí, no tardaremos mucho. digo lanzando una mirada significativa a Brun y los Houscarl.

Ottar asiente y se coloca junto a la hija del Jarl con la mirada altiva y el porte orgulloso que le confiere el manto que le ha valido su apodo. Desafiante, mantiene la mirada de la comitiva del Eslavo.

Asi aprenderás modales, sucio Eslavo. ¿Pero, no será que algo le has hecho al loco de Olaf?

-Poco miedo tengo de la muerte, Oscura Majestad - Dice Olaf, mientras piensa a todo trapo. - Intentaremos un pequeño truco para que lleven a la niña al puerto, con poca escolta. Bien veo que Su Gracia, la del ojo rojo, tiene buenos guerreros a su favor, y no creo que me dejen llevarla sin compañía alguna. ¡Que se ganen el pan que comen!

Pensado esto, se encamina a la casa de Svala.

-Date cuenta del riesgo que corremos. Svala se te merendará... - Sigue pensando, no sin bastante rechifla, mientras camina - ...en menos que canta un gallo, oh ente oscuro... ¿tienes miedo tú? Así que déjame bastante libertad para moverme, que pueda mezclar mi aura con la de los compañeros y así dificultar el que te descubran, tú andas un tanto torpe con mi cuerpo, todavía. ¿Bien? Pues vamos allá

Juro que te había desmarcado!!

Brunhild no dice nada, sólo asiente a Tornbjorg. Su gesto es serio y ausente...
La espalda encorvada como si soportara un peso grande... los pómulos afilados, como si se hubiera chupado todo su cuerpo.

No veo inconveniente, aunque insisto en que deberían acompañaros mis hombres... - responde suavemente el Eslavo, acostumbrado a hablar en público - No es necesario enfadarse, ese genio vivo es sin duda útil en la batalla, pero puede perjudicar cuando se trata de tomar decisiones razonadas. Solo trato de ayudar... - insiste, tratando de ganarse el favor de la gente empleando un tono humilde, y consiguiéndolo a juzgar por los murmullos de aprobación que comienzan a oírse - además, ocho ojos verán más que cuatro en esta noche oscura...

¿Qué será pues, Thornbjorg? Me dirijo a ti, ya que pareces ansiosa por suceder a tu padre..., me pregunto quién dirige los destinos de Upplands en  - añade, consciente del interés que ha suscitado - ¿Me permitirás ayudar, honestamente, o tu orgullo te impide aceptar nada, aunque sea en beneficio del pueblo?. Al fin y al cabo, la voluntad de Svala es clara, y yo no quiero más que hacerla cumplir con diligencia.

Mirando a mi alrededor asiento a las palabras del eslavo

En ningún momento me he enfadado ni he alzado la voz, tan solo te recuerdo cuál es tu posición. Y por supuesto que acepto tu inestimable ayuda. digo mientras asiento Que venga tu explorador picto y uno de los daneses. Acto seguido, hago un gesto a Lörky para que venga él también.

Esos malditos pictos..., nunca están cuando se les necesita - responde el Eslavo - A saber dónde andará, es imprevisible.

Pero no debería ser difícil dar con el tal Olaf. Hakum os acompañará, tiene buena vista. Ayúdales en lo que precisen, ya sabes qué hacer... - añade dirigiéndose al Oso Rojo, dando por zanjada la cuestión.

Permanezco cerca del Jarl, preparada para actuar…

Algo nerviosa estoy por tener que entrar en una cueva húmeda y oscura…

NO ME GUSTAN LAS CUEVAS!!!

Cuando tomas el camino hacia la caverna de Svala, Olaf puede ver cómo por el camino, a lo lejos, un grupo de lo que parecen guerreros viene en su dirección. Se fijas con más atención, se trata de Tornbjorg, Ottar y Lörky. Vienen acompañados de otros dos tipos enormes, parecen hombres de Rumhird.

A mitad de camino hacia la Explanda, Ottar da la voz de alarma. Olaf está ahí delante, en el camino, y se dirige despreocupadamente hacia el grupo. Hakum y el danés intercambian una mirada interrogante.

Al ver a Olaf, alzo la mano haciendo gestos ¡¡OLAF! ¿Qué demonios haces andando por ahí sólo?, vamos, que Svala quiere que estemos presente, y no debemos hacerla esperar.

-Hete aqui, que me encuentro de camino, oh princessa. - Olaf se para, el gesto adusto y serio, muy serio. - Son asuntoss turbios los que me traen, consejos de los espíritus que me han mandado llamar para darme turbias instrucciónes. Si hay mensajes ocultos, otros los tendrán que dessvelar, no yo. Estoy en peligro mortal, princesa, lo mismo que todos vossotros. Se impone actuar con prontitud. Yo hago lo que puedo en vuestro favor, ni más ni menos. Vamos rápido a la casa de Ssvala, tengo que comunicaros el mensaje.

Sin más, sigue caminando, mientras lo hace, habla de nuevo.

-La princesa Gyda corre peligro, princesa, debeis sseguir mi consejo, el que hay entrelazado en las palabras que han puesto los Poderes en mi boca. Como podréis apreciar, no he esstado ocioso.

Va desgranando el mensaje...

Nado en aguass de espíritus inssomnes

Oigo las vocess, ellos me han hablado

Sin tardanza lleva al puerto nevado

El vástago del jefe de piess congelados.

Oye nuestra orden oye la palabra

Sólo irá por poca esscolta acompañado.

Oye nuestra orden, deseo firmado

Cierto, contundente en lágrimass forjado.

Uno será el cielo, uno el abrumado,

Roen los esspíritus del mal embrujado,

Roen el mundo, rabian los penados

Aire, Terremoto, Diluvio en el ssembrado

Ira, Perecer, Melindre y El Astado

Rancio, todos ellos, todos y el Assstado...