Partida Rol por web

Si es un fantasma, usa calzado. Mirar las huellas.- señalo automaticamente un rastro de pisadas que descansan cerca de la lápida que tiene las flores frescas. Si las continuamos, nos marcan la dirección de la carretera por la cual hemos llegado a este lugar, o al menos, eso creo...¡Descubrámoslo!.

Vamos Emily.- digo, mientras le tiendo el brazo para que su calzado no le impida moverse con presteza en la traicionera capa de barro que recubre al suelo. 

Qué lástima. La noche se podría poner más interesante si fuera un fantasma bromeé mientras caminaba tras Mike fijándome en las huellas que había por el suelo

Sheila sigue a Richard riéndose por lo bajo. Al menos un poco de su humor para animar una velada tan... funesta.

Nathan negaba con la cabeza al responder a la pregunta de que no había encontrado ninguna pista. Cuando Mike indicó un camino a seguir observó el suelo para ver si era cierto lo que les indicaba así que decidió seguirles a donde les llevó.

Siguiendo el rastro, os encaminais hacia lo que un optimista llamaría la carretera por la que vinísteis. La oscuridad es total, ahora que la luna está oculta por las nubes, de manera que avanzáis entre tropezones, pisadas de charcos y rodeados por los sonidos extraños que emiten los pantanos.

Por más que te esfuerzas, no logras ver nada.

Por más que te esfuerzas, no logras ver nada.

Cuando lleváis aproximádamente la mitad del camino recorrido, aunque se os ha hecho eterno, te das cuenta que a la derecha de la carretera, medio oculto en las sombras y la maleza, se distingue un sendero y en él hay pisadas bastante recientes.

Vaya, me temo que no hay fantasmas. Mirad allí dije señalando a la derecha

Entre esos matorrales hay un sendero y parecen pisadas recientes

No esperé a ver qué opinaban los demás. Me dirigí directamente a ese sendero

Fruto del desconcierto que me producía haber perdido el rastro, me deje llevar por la aguda vista de Richard, sin duda, el tener un detective, u dos, en el grupo les vendría de maravilla, como ahora se estaba demostrando.

Siguo parsimoniosamente al Sr. Anderson hacía el sendero que había señalado.

¡Pues te seguimos Anderson!

Ilusionada, ante los recientes descubrimientos realizados por Mike, y por el Señor Anderson, y también asustada, ante el desconocimiento de qué podemos encontrar al final del sendero que ahora seguimos, continuo andando tras el detective, mientras permanezco firmemente agarrada al brazo de mi amigo.

Seguís andando un buen trecho, que se os hace eterno por el fango, los tropezones y la humedad reinante. Cuando notáis que llegáis casi al final de la isla, se aparece ante vosotros, debilmente bañado por la escasa luz de la luna y las estrellas, un mausoléo

La luna le da un aspecto más siniestro, ¿no os parece? dije señalando al mausoleo que se levantaba imponente ante nosotros.

Me acerqué sin temor y lo observé. Lo toqué con mis manos desnudas y busqué alguna inscripción al tiempo que daba la vuelta a todo el mausoleo, antes de entrar

Observé al Sr. Anderson. Me quedé allí parado observándole mientras buscaba a tientas uno de mis pitillos guardados en mi gabardina. DEspués volví a recordad que me los había olvidado en la casa. ¿Alguno tiene un pitillo? Esta presión me mata, dice mientras se rascaba la cabeza observando el lugar con ojos abiertos como platos.