Partida Rol por web

Me ajusto bien las gafas al divisar aquel esperado triángulo. Ahora nos quedaba la duda de cuál sería el siguiente símbolo que encontraríamos más adelante.

-Continuemos -asiento a la sugerencia de la doctora.

Con la adrenalina por las nubes pude llegar de un salto al extremo, donde nos esperaban nuestros otros dos compañeros. Tropezando del impulso me caí boca arriba justo a tiempo para ver saltar a Threkor, esquivando una muerte segura. Todavía tumbado en el suelo y con la adrenalina por las nubes empecé a reir a carcajadas.

-¡Vaya comienzo de expedición! ¿Siempre hacéis cosas tan trepidantes? Pensaba que este tipo de cosas sólo pasaba en las películas.

Sin duda estaba siendo una experiencia emocionante. Escaleras ancestrales que llevan a un destino misterioso, rocas gigantes que amenazan con aplastarte hasta la muerte... No podía esperar para la siguiente experiencia.

Al tiempo que me incorporaba vi cómo mis compañeros se quedaron mirando un nuevo símbolo en el camino. Tal y como todos habíamos predicho, era un triángulo. Aquello se ponía divertido. ¿Sería una línea el siguiente símbolo?

La euforia duró unos minutos y continuó el ascenso. En la cabeza de los cuatro exploradores, ahora, la cuenta con cada escalón es inevitable.

Uno... Dos... Tres... Cuatro...

Esto hace que el ascenso sea silencioso y más lento. Nadie quiere perder la cuenta.

Doscientos veinte... Doscientos veintiuno... Doscientos veintidós...

Cuando uno de vosotros para a beber agua o dar un bocado, todos lo hacen. Es importante no equivocarse.

Setecientos noventa y nueve... Ochocientos... Ochocientos uno...

Con un sonoro pisotón, la Dra. Srinivasan es la primera en hablar en muchos minutos.

- ¡Y mil! - Exclama triunfante.

Bajo su pie, un nuevo símbolo:

Jeje, parece que lo de los diez dígitos es más universal que lo que creemos. 

Siempre le habían parecido más sabias las culturas que usaban el 12 como su número base, es tan divisible fácilmente. 

Bien, pues si no salieron las dos líneas paralelas, casí que casi salen, ¿eh?  Así que ahora... apostaría un té chai a que la siguiente figura es... ¡un punto!, mmm, no, ¿un círculo dijo Dr. Óxido de Nitrógeno?

Claro, no se le escapaba de la mente la especulación de que los otros círculos hubieran sido a su vez triángulos, cuadrados, pentágonos.  Como si la montaña se extendiera más abajo de la falda y abarcara, en círculos concéntricos, a todo el mundo, de mil en mil pasos. 

La Dra. Srinivasan lanza una hipótesis sobre los símbolos. Hipótesis que parece confirmarse cuando tras otros mil escalones allí está: un nuevo símbolo. Esta vez se trara de dos líneas formando un ángulo de unos 60º. Como un triángulo al que le falta uno de los lados. Todo ello dentro de tres círculos concéntricos*.

De esta manera, si es como sice la doctora, esa escalera es la más larga creada jamás por el ser humano. Al estar oculta e inaccesible tanto tiempo, ha podido mantenerse en un estado adecuado para su ascenso actual. Por fin tenéis las primeras buenas noticias para Alma Máter:

Una larga escalera de piedra sube hasta la cumbre de una montaña y termina en una caída al vacío. Esta construcción, aparentemente modesta, ha sobrevivido al tiempo y constituye una de las escaleras más largas del mundo.

Al seguir caminando, y tras otros mil escalones, por fin el camino llega a un lugar horizontal. Se trata de un mirador amplio, tallado en la montaña, aunque el abandono ha hecho que lo que antaño fuesen adornos de piedra o algún tipo de estructura, ahora no son más que cascotes en el suelo. El viento sopla de manera suave a tanta altura, aunque las corrientes de aire parecen actuar de manera caprichosa, como respondiendo a una extrañas condiciones climáticas. A un lado, cerca del borde, hay una depresión en el suelo de unos diez centímetros de profundidad y de forma cuadrada. En el interior de la depresión, hay una serie de surcos que van de norte a sur y otros perpendiculares, de este a oeste. También, en el interior de la depresión hay una roca con infinitas microperforaciones que la atraviesan, como si fuese una porosa esponja de dos metros de altura. La roca está encajada en una plataforma móvil metálica que a su vez está encajada en los surcos, de manera que se puede desplazar (no sin cierta dificultad) en los cuatro puntos cardinales.

Al fondo del mirador, otra escalera continúa, pero es una escalera un poco diferente. Tanto, que os acercáis para observarla mejor y llevaros una enorme sorpresa al descubrir que es una escalera hecha con infinidad de huesos.

La directora había sido la más perspicaz de todos al exponer el final de la deducción sobre los símbolos de la escalera. Con ello llegamos hasta el final de aquella escalada que parecía no tener fin. Me quedé quieto en el descanso que había, resoplando y viendo como salía ese vapor de mi boca que reflejaba el frío del ambiente y el calor que habíamos generado subiendo.

Me acerco a la estructura porosa que había allí.

¿Creen que esto sirve para algo? Parece que se pudiera mover. - intento meter el dedo meñique en uno de los agujeros que conformaban la superficie de la piedra. - Si el viento entrara por estos agujeros, ¿emitiría sonido?

Pongo mis manos sobre la piedra e intento girarla sobre su eje.

Mis ojos se posan de inmediato en aquella escalera que parece estar realizada con infinidad de huesos. El uso de huesos para la construcción de primitivos edificios o utensilios era algo común en la Prehistoria, especialmente para la utilización de huesos de mamut para formar cabañas o huesos con los que fabricar arpones o azagayas. Sin embargo, nunca antes había visto que se utilizaran huesos para crear una edificación como una larga escalera.

-¿Serán huesos humanos? -pregunté, intrigado, aproximándome a la escalera para poder observarla de cerca.

Threkor se acerca lentamente a la roca porosa y con ambas manos, la toca. Parece que al posar sus manos ha notado algo de movimiento, así que ayudándose con el propio peso de su cuerpo hacia la izquierda, la intenta rotar sobre su eje y, sí. La roca gira sobre su propio eje, al mismo tiempo que las rachas de aire emiten caprichosos silbidos al interactuar con las microperforaciones.

No eres antropólogo, pero tu experiencia en viejos osarios ceremoniales como arqueólogo en Perú y en Camboya te hace tenerlo claro: son huesos humanos.

-Dios mío... -dejé que aquellas palabras brotaran de mi boca por la auténtica sorpresa que sentía. Teniendo en cuenta que era agnóstico en muchos aspectos referentes a la religión, incluso después de la misión en Etiopía, era palpable que tenía que estar muy sorprendido si pronunciaba aquella expresión-. Compañeros... No se lo van a creer, pero... Estos huesos... Son... Son huesos humanos...

Siendo genetista y arquéologa, Sharada decide revisar los huesos para ver si hay evidencia de que fueron sacrificios humanos, de vencidos, por ejemplo, como los tzompantlis de los aztecas, o si más bien se trata de un cementerio, simbolizando la escalera el ascenso a algún mundo espiritual, por ejemplo.  

Sr. Ohrin, ¿le molestaría tocarnos una melodía mientras hacemos un exámen forense por aquí?  Estoy segura que podría improvisar algo bello en estos momentos, especialmente dado lo inspirador del sitio.   -lo decía por la vista, no por los huesos.

The edge of infinity. -Miró hacia la bruma en la distancia antes de dedicar toda su atención a los restos que estaban ahí.  

Sr. Nox, ¿cuántos años apostaría que tienen estos huesos?  Por el desgaste, digo.  -levantó la voz, para que la oyeran todos.   Quien diga el número más cercano al estimado le regalo una caja de chocolates con cardamomo que traigo en mi mochila, especial para los ratos de frío.  -dijo, cerrándose la chamarra para no dejar pasar aires en su nueva posición en cuclillas. 

De primeras y rápido, al no ver marcas de herramientas sobre los huesos, se puede decir que es poco probable que fueran cautivos o sacrificios.   Eso apoyaría mi hipótesis alterna de que esto es un cementerio-escalera.    Un poco cuando en lo de las plantas, ¡el cementerio eran las propias plantas!

 Gran forma de honrar a los muertos, diría yo. Caminó hacia ellos, reflexionando un poco mientras lo hacía.  Quería ver la flauta-piedra de cerca también.  En la India es algo igual, pero es el río Ganges que se lleva los cuerpos; es un camino también, ¿no?   Y bueno, una escalera coincide con la idea occidental de "progreso", o de "ascención", si la escalera fuera hacia arriba.  Si fuera hacia abajo, los cristianos dirían "el infierno", aunque los mesoamericanos que es "de regreso a la tierra".   

Miró a lo largo del camino de huesos todo lo que se podía.   Debemos recorrerla, pero trepido de pisar algo tan delicado que pudieramos dañar.  ¿Alguna sugerencia compañeros?

Ahora bien... rebuscó entre su mochila.   Le pedí a Alma Mater que me consiguiera un kit transportable de análisis genético básico..mmm, a ver si me lo consiguieron... si no, pues a la siguiente me encargo yo de pedirle uno al lab... si, como James Bond, ¿no?, a él le daban un superequipo, les decía mientras seguía urgando en su ligera mochila montañista. 

Si me lo dieron, podremos saber quiénes fueron.  ¿Parientes de los nepalís, quizá?  ¿Neandertales muy avanzados?  ¿Yet another yeti?  -sonrió por el juego de palabras que ella misma se inventaba.

Mientras la doctora elucubraba sobre el origen de los huesos de la escalera, decidí seguir investigando el artilugio musical.

Es posible que en algún punto concreto el sonido sea armónico.

Me intrigada más la idea de que alguno de los sonidos que salieran de aquella piedra sirviera de asonancia para mover alguna piedra o algo parecido.

-Es difícil determinar cuánta antigüedad pueden tener unos huesos humanos sin examinarlos con las herramientas adecuadas -comenté, pensativo, respondiendo a la pregunta de la doctora-. Aunque si tuviera que apostar, diría que esta escalera tiene entre seis mil y diez mil años. Si queréis podemos detenernos aquí a investigarla. ¿Qué os parece la idea?

Di una fuerte palmada, mientras exhalaba algo más de vapor por la boca y observaba que el señor Ohrin estaba observando ahora aquel peculiar artilugio musical.

La visión de aquel sitio era imponente. Sin embargo, no podía ser el final. ¿Quién construiría una escalera kilométrica para acabar en un mirador? Algo mucho más grande nos aguardaba, sólo teníamos que seguir avanzando.

Rápidamente mis compañeros detectaron los dos elementos más importantes del lugar. una enorme piedra con lo que parecían microperforaciones, y una gran escalera hecho de huesos. Me quedé asombrado con su rapidez y capacidad de análisis. Parece que mi padre no exageraba respecto a ellos. 

Ansiosos por unirme a sus investigaciones, me puse junto a Threkor, que había descubierto que la piedra no sólo podía moverse, sino girar sobre sí misma.

-Parece que los raíles apuntan a los cuatro puntos cardinales. Quizás podamos encontrar el sonido que buscas probando diferentes combinaciones. Vamos, te ayudo a moverla.

Perfecto -exclama Sharada- ¡si me incluyeron uno!  -Sacó el equipo de análisis genético portátil y lo comenzó a aplicar a pequeñas muestras representativas de los huesos. 

Esto tardará un tiempo, así que tienen tiempo de jugar con su flauta cúbica, señores.  Les dijo a los proto-músicos del grupo. 

Por cierto, ¿si saben que la notación musical de muchas culturas del subcontinente indio tienen más de 12 notas?  Quizá este tuviera 18.  

Siguió raspando hueso para meter los shavings al tubo de ensayo. 

Y no es por nada, pero 18 surcos dan 19 valles, y 19 por 19 nos da 361, suficiente para casi ser un año.  Me recuerda a los "5 días" perdidos de los aztecas.  ¿Aquí quedarían 4, 5 si es biciesto?  No me hagan caso, ustedes sigan.

Empezó a echar el líquido preciado en el tubo para separar cadenas de ADN.  No se quería distraer.