Partida Rol por web

En los inicios de la corrupción (Hentai +18)

Ciudad humana de Tel'Adre

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08/06/2020, 15:57
Nila

Estabais bastante pegadas ya que la pequeña ahora mismo no se separaba demasiado de ti, te miraba con sus ojos algo vidriosos por las lagrimas pero aun con todo era capaz de gesticular, hablar y entenderte. -Vienes...del sitio grande?- Dándote a entender que conocía Tel'Adre, era complicado que alguna humana no conociera ese lugar.

-M...mi nombre es Nila...- Presentándose al fin, parecía que estaba un poco mas relajada cuando le dijiste tu nombre y afirmaste que no te irías sin ella. Una vez mas apoyo la cara entre tus pechos y se quedo unos segundos en esa posición, seguramente el aroma y el contacto cálido era algo que la pequeña necesitaba y mas cuando no estaba su madre presente.

-Si...son mis amigas...tienen mi misma edad...siempre íbamos juntas.- Aseguro Nila y señalo con una mano un par de casas, muy cerca de donde estabas. -Viven ahí...están sus cosas pero...no están ellas...no se porque...

Ella te dio como un leve tirón para que la acompañaras para que diera veracidad a lo que te estaba diciendo, si decidías acompañarla, solo con mirar la puerta abierta de una de las casas que ella te señalaba efectivamente, estaba todo arreglado, tal como una madre tendría su casa por la mañana antes de ponerse a hacer la comida, había algún juguete de madera por el suelo, alguna muñeca de trapo y tela, pero nada mas, nada que indicara que se hubieran marchado.

-N...nee-san...- Empezó a decir Nila. -Te quedaras conmigo??? Mama tiene que volver verdad? La esperamos juntas?

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08/06/2020, 21:20
Magd Bruhne

La pobre niña debía estar muy asustada. Claro que dada la situación, era bastante comprensible. Magd acarició la cabeza de la chiquilla, intentando que se tranquilizara por completo. Después de todo, tenía que explorar el pueblo. Y si podía contar con una guía, mejor que mejor.

 -Encantada de conocerte, Nila. Sí, vengo de la ciudad grande, eso es.

Cuando la pequeña quiso llevarla a las casas de sus amigas, Magd se dejó llevar, aprovechando la situación para examinar las casas, esperando encontrar alguna pista. Por desgracia, aquellos hogares no arrojaban mucha luz sobre lo sucedido. Eran casas normales que se habían quedado vacías, como si la gente se hubiera evaporado de repente. Y no parecía haber pista alguna, al menos a simple vista.

Después de haber inspeccionado las casas de Mila y Sara, Magd cogió de nuevo a Nila en brazos, momento que la niña aprovechó para preguntar algo más.

 -Nos quedaremos en el pueblo un rato, a esperar. Y si tu mamá tarda mucho, te llevaré a mi casa para que descanses y volveré para buscarla, ¿qué te parece?

Notas de juego

¿Tiro algo para buscar más a fondo o no hace falta?

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09/06/2020, 17:51
Nila

-Pero si no estoy mama se enfadara...- Comento la pequeña mientras miraba a todos lados esperando algo o a alguien que apareciera en cualquier momento, aun así no se aparto de tu abrazo y siguió contigo.

Esperaste lo que consideraste oportuno esperar pero conforme mas tiempo esperabas mas segura estabas de que fuera lo que fuera que hubiera pasado en ese lugar, sin duda alguna no volvería. El sol continuo su lento descenso y estaba empezando a atardecer, Nila de tanto en tanto te miraba con una leve sonrisa en los labios antes de volver a lo suyo, siempre muy cerca de ti y con expresión triste.

Entonces, solo entonces algo empezó a recorrerte la espalda. Una sensación como un escalofrió que pasaba desde tu zona lumbar a tu nuca erizando un poco el cabello que tuvieras en ese lugar. Un leve viento recorría el pueblo y escuchaste en tu cabeza una voz, era una voz amable, femenina y serena, una voz que parecían tañidos leves de campana...pero que por alguna razón la escuchabas benevolente. -...Corre!...

La pequeña se te quedo mirando pero no parecia haber escuchado nada, esa voz solo había sonado en tu cabeza. -Nee-san...mami no viene...te quedas conmigo? Tengo miedo a la oscuridad...

Notas de juego

Las tiradas de antes fallidas imposibilitan que te fijes en ciertos detalles.

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09/06/2020, 21:45
Magd Bruhne

 -Si se lo explicamos todo, no se enfadará. Piensa que trabajo para la reina. Ese tipo de cosas las madres las entienden.

O al menos esperaba poder encontrarla y explicarle todo lo sucedido. A cada minuto que pasaba, una sensación de desazon la iba embargando. No sabía que había pasado en ese pueblo, pero no era para nada bueno. De hecho, lo que la capitana Elivil le había comentado acerca de la magia como principal sospechosa parecía más que plausible dadas las circunstancias.

Sin embargo, no sería una buena investigadora si no decidiera probar a esperar a ver si la gente regresaba. Después de todo, Elivil también le había dicho que los desaparecidos habían vuelto, ¿no? Quizás tuvieran suerte si esperaban un poco.

Por desgracia, eso no fue lo que pasó. En lugar de poder reunir a la pequeña Nila con su madre y amigas, lo que vino al encuentro de Magd fue una poderosa sensación de peligro. Un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo y el presentimiento de que algo malo iba a suceder en cualquier momento. Y además... Esa voz. Calma y suave, como la voz de su madre al despertarla cuando era pequeña. "Corre". Eso había dicho. Corre. No podían quedarse en el pueblo mucho más.

Fue entonces cuando se dio cuenta de que Nila la miraba. ¿Ella no había oído la voz? Por sus palabras, parecía que no era así.

 -Nila, cielo, tenemos que irnos. Me quedaré contigo, no te preocupes, pero tenemos que marcharnos y buscar un refugio fuera del pueblo. Creo... Creo que hay algo malo por aquí.

No quería asustar a la pequeña, pero tampoco quería quedarse por allí más de lo necesario. Por lo que pudiera pasar.

Notas de juego

Las tiradas de antes fallidas imposibilitan que te fijes en ciertos detalles.

¿Dices por la de perspicacia? Mecachis XDDD. Sáquese usted un 19 en percepción para esto, los dados umbrianos me detestan T_T.

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10/06/2020, 15:49
Lartha

-Malo? Porque hay algo malo aquí?- Pregunto mirando a todas partes como si fuera a asaltaros algo de pronto. De forma algo tímida, Nila te tomo de la mano y te sonrió. -Quedate conmigo nee-san.- Volvió a repetir, pero esta vez algo hizo clic en tu cabeza y por alguna razón, aquellas palabras de la pequeña no te parecieron tan inocentes.

Todo el espacio empezó a temblar como si una gota hubiera caído en la superficie del agua, sentiste frio, un ligero frio y pronto sabias porque. El sol que estaba ya cayendo rebelo que no es que estuviera cayendo, ya era de noche pero no lo habías notado, para ti la percepción del tiempo se había detenido. La villa estaba toda cubierta de fuegos verdes mientras que lo que no habías visto hasta ahora se rebelara, como si hubieras estado en la otra cara del espejo.

La villa había sido convertida, las casas estaban derruidas y unas criaturas enormes parecidas a golems de piedra cadavéricos estaban patrullando por todas partes, sus cuerpos median cerca de los tres metros y aunque parecían enteramente hechos de piedra a la hora de llegar a la cabeza parecían enormes calaveras, todas iluminadas con un fuego verde bastante intenso. Te encontrabas en la plaza y en ella habían quizás una veintena de personas que estaban vestidas como si fueran pervertidas, con un collar negro al cuello y unos guantes que parecían garras, todas atadas al cuerpo por sendas cadenas que parecían ajustadas a la piel, vestidas con un traje de látex y cuero que ocultaban poco su cuerpo, todas las mujeres tenían los ojos con un ligero brillo verdoso.

-No esta mal.- Escuchaste una voz proveniente de uno de los tejados. Allí, sentada con las piernas cruzadas se encontraba la figura de una mujer que se podía ver gracias a las llamas verdosas que habían aquí y haya, ademas de que su piel blanquecina parecía brillar a la luz de la luna, pero todo lo demás era negro. Vestía un vestido negro que le llegaba hasta las rodillas, un poco menos, seguido de un pantalón del mismo tamaño. En su espalda habían unas delicadas alas negras, pequeñas y en su cabeza dos cuernos elegantes. Sus ojos desprendían un ligero tono verdoso brillante y al fijarse en ti sentías literalmente que estaba mirando tu interior. Se encontraba sentada a los hombros de una enorme calavera verdosa que parecía reírse, era del mismo tamaño que la cabeza de uno de los golems. -Pareces mejor que esa morralla.- Sin dirigir la mirada hacia las demás humanas. -Lo has hecho bien, Nila.-

Si mirabas a tu lado, podías ver que la niña había desaparecido para poder ver su autentica forma, parecía una diablesa pequeña con una gruesa cola, vestía tan solo un traje encuerado que tapaba poco o nada su cuerpo, te miraba con una sonrisa traviesa y continuaba agarrándote de la mano, su agarre era bastante firme y notabas una gran fuerza proveniente de ese pequeño cuerpo.

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10/06/2020, 16:32
Magd Bruhne

En un principio, Magd tenía claro que la niña no había oído lo mismo que ella. Casi inmediatamente después no tenía eso tan claro. No sabría decir por qué, pero la manera en la que la niña hablaba no le inspiraba la misma confianza. Lástima que se había dado cuenta demasiado tarde.

Mirando alrededor, Magd pudo comprobar que ya era noche cerrada. ¿Cuándo había sucedido? Si hace nada aún había luz... Ahora lo único que iluminaba el pueblo eran unas espantosas llamas verdes. En cuanto al pueblo... Estaba menos entero de lo que había visto hace tan sólo unos momentos. Casas derruídas, enormes golems recorriéndola como si fueran una especie de guardia mortecina y aquellas personas, vestidas como si fueran a una fiesta privada para adultos con mucho tiempo y dinero para gastar. No era un cuadro para nada halagüeño.

De repente una mujer habló, haciendo que Magd mirara hacia arriba. En el hombro de uno de aquellos enormes gólems había una doncella de piel clara, vestida de negro y con cuernos. Sus ojos eran verdes, el mismo verde venenoso que brillaba en las llamas y en los ojos de las otras mujeres. Y parecía contenta de que ella estuviera allí.

Instintivamente Magd se movió para intentar ocultar con su cuerpo a Nila, pero la niña había cambiado de aspecto. Ahora era similar a la mujer con cuernos, una especie de... ¿Diablesa? ¿Ogresa? No tenía especialmente claro qué diantres eran aquellas criaturas, pero sí que sabía que no eran buena cosa. Tampoco parecían débiluchas, ya que Nila le apretaba la mano con bastante fuerza.

Con el ceño fruncido, Magd se giró para mirar a la mujer que había hablado primero.

 -¿Quién eres? ¿Qué le has hecho a esta gente?

Sus hombros estaban tensos. Tenía que sacar toda la información que pudiera, pero en cuanto se viera en peligro, usaría toda la fuerza que tenía para abrirse paso y escapar de allí.

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11/06/2020, 12:35
Lartha

-Lartha.- Respondió de forma seca aquella mujer sin dejar de mirarte, podías escuchar la risa de Nila justo a tu lado mientras se ponía detrás de ti, aun sujetándote de la muñeca, pasando la otra mano por tu espalda. -Seras mi nee-san?- Pregunto con ese timbre de voz infantil, su voz no había cambiado pero ahora tenia un tono mas lascivo.

-Solo les he dado lo que querían.- Volvió a responder mientras se levantaba de donde estaba y con un ligero salto, desafiando la gravedad ya que cayo muy lentamente, se puso a la misma altura que tu, dejando que sus tacones tocaran el suelo haciendo un ligero sonido cóncavo. -He ampliado sus horizontes, les he dado un motivo para vivir, ahora me servirán a mi al igual que lo harás tu muy pronto.- Se dibujo una sonrisa lasciva en sus labios pero no desprendía erotismo, si no mas bien alarma.

Unas delgadas cadenas empezaron a emerger de la ropa de Lartha, tintineando como serpientes buscando su presa, como si estuvieran vivas ya que la mujer se cruzo de brazos sin apartar la mirada de ti como si quisiera hipnotizarte. -Resistete.- Te ordeno Lartha. -Adoro que se resistan, quebrar las consciencias de aquellas que creen que pueden soportar mi mano...

La situación no parecía buena en ningún sentido, Nila se encontraba detrás de ti, aun te sujetaba la mano y el agarre era lo suficientemente firme como para ser un inconveniente a la hora de coger tu arma, ademas estaban los golems, el ejercito de Lartha y la propia diablesa. Como salir de esa situación? Se podía salir si quiera? Entonces escuchaste de nuevo la voz en tu cabeza, resonaba tranquila y placida en ella como si una gota hubiera caído dentro de tu cabeza y se esparciera. -...Lista?...

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11/06/2020, 14:08
Magd Bruhne

La situación en la que se había metido era todo lo contrario a lo que había imaginado encontrarse hacía tan sólo unas horas. Era de esas cosas que, de haberla oído en una taberna, no se la habría creído ni con seis pintas de cerveza entre pecho y espalda. Pero ahí estaba, en mitad de un pueblo maldito a sólo medio día de distancia de su casa. Y si no reaccionaba a tiempo, acabaría convertida en la "nee-san" de Nila. Claro, que, ¿qué podría hacer? La niña agarraba con fuerza su mano, impidiéndole coger el espadón con rapidez. Y cuando una estaba tan rodeada de enemigos, la velocidad era esencial para no meterse en un pozo aún más profundo.

Cuando aquellas cadenas emergieron de entre la ropa de la tal Lartha, Magd supo que tenía segundos para pensar en una manera de salir de aquella. ¿Pero qué? ¿Qué hacer cuando todos los elementos estaban claramente en su contra? Entonces la oyó. Aquella voz, clara y tranquila en mitad del caos, como el rayo de sol que se filtra entre las nubes de tormenta.

 -Lista.

Notas de juego

Si tengo que tirar o hacer algo más, avísame y edito. O si he hecho de más, me lo dices y edito también x3.

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12/06/2020, 11:17
Lartha

-Oh no te vas a resistir? Que aburrida...esperaba mas...seras como las demás...una marioneta.- Tus palabras, al no haber escuchado las palabras de esa voz denotaba que te habías rendido ante Lartha y esta parecía relamer su victoria. Sus cadenas se fueron acercando mas y mas a ti, prácticamente estaban ya a tu lado, elevándose ligeramente en el aire mientras la pequeña se mantenía detrás de ti con una sonrisa divertida.

Aquella voz estaba de tu parte? Era tal vez una trampa mas de aquella mujer? No estabas del todo segura pero las llamas empezaron a tintinear antes de que una de estas estallara con una fuerte ráfaga lumínica. Todo se lleno de blanco, pero tu por algún motivo podías ver a tu alrededor, la pequeña te soltó para retroceder y taparse los ojos mientras que las cadenas de Lartha, como si se trataran de una cúpula, empezaron a rodear su figura a modo de escudo.

Algo había pasado, no sabias muy bien que era pero si que podías ver que todas a tu alrededor estaban aturdidas, si ibas a hacer algo era el momento. -...Corre...

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13/06/2020, 20:24
Magd Bruhne

¿Eh? ¿A qué se refería la diablesa...? ¡Ah, claro, que ella no había oído la voz en su cabeza! Voz que, ahora que lo pensaba, bien podría ser una trampa de aquella mujer para obligarla a presentar batalla y así divertirse a su costa. Y a medida que las cadenas se acercaban a ella, Magd pensaba que en efecto había sido engañada.

Pero por suerte no acabó siendo así. Las llamas verdes empezaron a parpadear y de repente, un enorme resplandor blanco iluminó toda la zona. A ella no le había afectado apra nada a la vista, simplemente lo veía todo más claro, pero la diablesa y sus acólitas... Ellas quedaron cegadas por tan potente luz. ¿Sería cosa de la voz? ¿Quién sería esa persona? Si es que era una persona, claro está.

"Corre". La orden le llegó alta y clara, con ese mismo tono que inducía a la tranquilidad que había oído antes. Ya se plantearía más tarde todas las dudas concernientes a todo lo que había sucedido allí, ahora lo que tenía que hacer era salir de allí. Gracias al resplandor, Nila le había soltado la mano y las cadenas de la diablesa se habían retirado, por lo que Magd tenía la vía libre para salir corriendo a toda la velocidad que le permitían sus musculosas piernas. Sin mirar atrás ni aflojar el ritmo. Cuanta más distancia pusiera entre ella y ese pueblo maldito en el menor tiempo posible, mejor. Tenía que llegar cuanto antes a Tel'Adre, avisar a Elivil y a sus padres. Si los mercaderes habían pasado por allí, quizás fueran también marionetas de aquella mujer. Ojalá se equivocara. Ojalá llegara a tiempo.

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14/06/2020, 10:46
Directora

El resplandor duro lo suficiente como para que llegaras a cruzar las puertas de entrada dejando atrás aquel pueblo que ahora mismo estaba conquistado y invadido por Lartha. Escuchaste el rugido de los golems a tu espalda y como gritaban de furia quizás por tu huida, pero no te paraste a mirar atrás, continuaste corriendo todo lo que podías para avisar cuanto antes a las gentes de Tel'Adre.

Habías tardado unas largas horas en llegar a ese lugar, eso lo tenias mas que claro, ademas ahora mismo era de noche y costaba bastante el llegar a orientarse y mas cuando estabas a la carrera. No notabas que la voz estaba presente pero si que notaste una ligera brisa, como si una mano invisible golpeara tu espalda con mucha suavidad haciendo que la percepción de lo que estabas corriendo se difuminara.

Y así fue, porque en cuestión de lo que a ti te parecía que eran minutos...estabas cerca de las grandes murallas de Tel'Adre. El cansancio golpeo tu cuerpo como si te hubieran golpeado con un yunque, el sudor recorría tu frente y tus piernas estaban adoloridas, pero estabas en casa, habías llegado. Empezaste a escuchar unas voces desde las murallas.

-Es Lady Magd?- Pregunto una de las guardias.

-Fue enviada a investigar, como a vuelto tan pronto?

-Esta bien parece agitada? Avisad a Elivil y abrid las puertas!- Ordeno la ultima mientras la guardia se movilizaba y por la entrada principal salia un pequeño destacamento de 4 soldados junto con la capitana Elivil.

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14/06/2020, 21:57
Magd Bruhne

No sabía si aquella voz pertenecía a alguna diosa o a un espíritu benefactor, pero lo que sí sabía era que le había salvado el pellejo por los pelos. Y no sólo el suyo, porque ahora que estaba libre y corriendo como el viento, Magd tenía una oportunidad para avisar a la capitana Elivil y a toda la ciudad de Tel'Adre. Lo que estaba pasando no era moco de pavo. Tenían que prepararse para lo que parecía una invasión en toda regla.

La guerrera corrió, al máximo de sus fuerzas, sin pararse a mirar atrás ni a plantearse que caería extenuada a mitad del trayecto. Sólo sabía que tenía que llegar a su ciudad antes que el ejército de diablesas. Sin emabrgo, a pesar de que conocía a la perfección su cuerpo y sus fuerzas, no notaba que se estuviera cansando. No de la manera habitual, al menos. Es más, parecía como si alguien la estuviera empujando gentilmente, animándola a ir más y más rápido. ¿Sería la misteriosa voz? Podría ser, ya que le estaba dando la impresión de que el paisaje a su alrededor se difuminaba de tan veloz como iba.

Y así pasó lo que debieron ser... Apenas unos minutos de carrera alocada. Y allí estaba, delante de las puertas de Tel'Adre. Ahora estaba segura de que la misteriosa voz le había ayudado una vez más.

 -Gracias, muchas gracias por todo...

Quiso echar a correr de nuevo para ir donde la capitana, pero entonces el cansancio le cayó encima de repente, haciendo que sus músculos dolieran y se resintieran. Por suerte las guardias de las murallas la vieron y fueron a abrirle las puertas y a avisar a Elivil. Magd aprovechó el tiempo que tardó la capitana en llegar hasta ella para recuperar un poco el aliento. Lo necesitaba si quería gritar:

 -¡Traigo noticias urgentes, capitana! ¡El pueblo ha caído! ¡Tenemos que movilizar las defensas de la ciudad ya!

No quería mencionar a los demonios en voz alta delante de todo el mundo, pero quería que todas se enteraran de que algo se les echaba encima. Algo que estaba a media jornada a pie de distancia.

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15/06/2020, 16:03
Capitana Elivil

Ese momento para recuperar el aliento te ayudo bastante a poder decir lo que querías decir, fuera a quien fuera a quien habías dado las gracias, esta no te contesto, pero como mínimo habías llegado a tu ciudad. Elivil te puso una mano en el hombro mientras tu gritabas, mirándote con ojo critico buscando algun tono de duda o algo por el estilo en tu voz y expresión corporal, no la encontró así que ella misma empezó a ponerse en marcha. -Cerrad la ciudad.- Dijo con un tono grave mientras las soldados se miraban entre ellas. -No me habéis escuchado? Cerrad la ciudad!- Dio la orden de una forma mas contundente haciéndolas despertar, escuchaste el sonido del metal mientras se ponían firmes y golpeaban con sus lanzas sus pechos en tono afirmativo, dos de las soldados se fueron corriendo hacia dentro para seguir dando la orden mientras Elivil te iba guiando hacia el interior.

-Quiero que pongáis un control en la carretera principal, que ningún mercader entre o salga de la ciudad me da igual si tiene algún permiso o si la reina lo a autorizado, doblad la guardia en la muralla sur y doblad los turnos de las guardias interiores...hacedlo ya!- Una ultima orden mientras las soldado que quedaban comenzaban a correr hacia el interior para repartir rápidamente las ordenes de la capitana.

Elivil te llevo hacia el interior de las murallas, ese lugar tenia esa extraña sensación de estar a salvo detrás de ella y en cuanto pasasteis el rastrillo de hierro cayo cerrando la ciudad, la primera vez tal vez en años ya que Tel'Adre al ser una ciudad comercial prácticamente siempre estaba abierta. Aunque era tarde, ya que aunque tu percepción del tiempo se hubiera difuminado, el tiempo continuaba pasando, los mercaderes se empezaron a quejar por ver la puerta cerrada. -Nadie sale ni nadie entra.- Advirtió a sus guardias. -Tenéis permiso para usar la fuerza. Ven conmigo Magd...

El puesto de las guardias, habías estado allí por la mañana, ahora estaba todo un poco mas apagado, iluminado tan solo por la luz de las velas y de las antorchas. Había un par de jarras tiradas por el suelo y la cerveza había hecho pequeños charcos, algunas cartas habían volado e incluso las sillas se encontraban tumbadas. No era que hubiera habido un motín, pero cuando Elivil daba una orden se debía cumplir, no importaba nada mas. -Siéntate.- Dejo de guiarte para señalarte una silla mientras ella iba por una jarra de esa espumosa cerveza, te la colocaba delante de ti, y se sentaba en una silla para quedar de frente. -Ahora dime, que es lo que a ocurrido?

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15/06/2020, 20:26
Magd Bruhne

Magd respiró tranquila al escuchar las órdenes dadas por la capitana. La acompañó en cuanto se lo pidió hacia el interior del puesto de guardia, aceptando encantada la jarra de cerveza. Tras darle un buen trago al espumoso líquido, Magd respiró hondo antes de comenzar a contar lo que había pasado.

 -Algo ha invadido el pueblo, Elivil. Cuando llegué, no encontré a nadie allí. Era como si la gente se hubiera evaporado. Entonces apareció una niña que alegaba estar sola y perdida y decidí quedarme con ella para protegerla. Craso error por mi parte.

Bebió otro trago antes de continuar.

 -No tardó mucho en desatarse el infierno. Apareció una diablesa rodeada de golems de piedra y de las habitantes del pueblo. No sé qué les hizo, pero las tenía bajo su control, convertidas en sus esclavas. La niña también. Y me habrían hecho a mí lo mismo, pero...

Miró a Elivil a los ojos.

 -Esto va a sonarte a locura, pero "algo" me salvó. No sé si era una diosa o un espíritu benigno, pero escapé de milagro. Lo malo es que no pude hacer nada por detenerlas. Y están a medio día de distancia de aquí. ¿Tenemos magas o clérigas que puedan ayudarnos con defensas mágicas? Porque creo que vamos a necesitarlas.

Magd Bruhne no era una mujer cobarde. Pero aquello le asustaba. Le asustaba bastante más de lo que estaba dispuesta a admitir.

 -Parecía muy poderosa. No quiero pensar que podría hacer si invadiera Tel'Adre.

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16/06/2020, 17:02
Capitana Elivil

-Veo que lo que has visto en ese lugar debe ser grave, Magd.- Elivil estuvo escuchando atentamente todo lo que decías, dándote tiempo para que te expresar y pudieras beber a gusto. En ese momento no te interrumpió, pero si que puso una cara extraña con la ultima parte.- Un espíritu benigno? Nunca he escuchado de eso, si que he visto la magia de las elfas pero nunca algo como lo que describes. En todo caso si tenemos una aliada son buenas noticias, todo lo demás no tanto.- Se levanto de su asiento porque una soldado había entrado de golpe, jadeando un poco algo turbada mientras golpeaba con la lanza su pecho. -Un segundo.

Se acerco a la soldado y pudiste escuchar por encima la conversación, algo de que había hablado la reina y que había hecho un decreto para la ciudad, pero todo fue bastante rápido y Elivil asintió dando la orden de que la guardia se preparara de que pronto iría a darles nuevas instrucciones. Dando un largo suspiro volvió a la silla para seguir escuchando tu relato. -Parece ser que la reina apoya mi decisión, esto va a ser un caos a partir de ahora. Tel'Adre tiene demasiados comerciantes, demasiados viajeros y el encerrarlos en un mismo punto puede dar pie a conflicto. En todo caso es algo necesario.

-Tenemos a las clerigas, si, han sido informadas, también estamos nosotras, así que no te preocupes, la muralla aguantara...Bien.- Se levanto una ultima vez mientras se apartaba un poco el pelo. -Tengo que dar la premisa a la guardia. Algo mas que puedas aportar Magd? Creo que lo mejor es que vayas a descansar, has tenido un dia largo, duro y lo mejor que puedes hacer es dormir unas horas. Cuando despiertes me gustaría contar con tu ayuda con todo esto, unas manos capaces son siempre bien recibidas.

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16/06/2020, 22:06
Magd Bruhne

La guerrera se sintió algo más tranquila al escuchar aquello. Saber que la ciudad contaba con buenas defensas era siempre positivo.

 -No confiéis en lo que vean vuestros ojos. Yo lo hice y casi me atrapan por ello.

Por lo demás, no tenía nada que añadir a la conversación. Y eso de descansar sonaba maravilloso, que tenía el cuerpo baldado.

 -Me retiro entonces. En cuanto despierte, vendré a ver de qué manera puedo ayudar.

Y también quería ver a sus padres, advertirles de la que se podía venir encima. Porque si podía elegir salvar a dos personas de toda la ciudad, Magd tenía muy claro quiénes serían esos dos.

Tras terminar la cerveza y despedirse de Elivil, la guerrera se retiró a su hogar, más que dispuesta a echarse una buena siesta.

 -He vuelto. Y no con buenas noticias. Han cerrado la ciudad, tememos un ataque de lo que sea que ha tomado el pueblo vecino.

De verdad que lamentaba venir con tan nefastas noticias, pero es lo que había.

 -Voy a echarme un rato y luego volveré con la capitana Elivil a ver en qué puedo ser de ayuda. Vosotros deberíais prepararos por si llegara a pasar lo peor.

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17/06/2020, 12:31
Enviada Tama

-De acuerdo, lo tendré presente e informare a las clérigos.- Cuando diste la noticia de que no se fiaran de lo que veían, no era una gran indicación, pero tal vez seria un buen punto por donde empezar.

Era tarde, tu familia estaba despierta, mas en especial tu padre que miraba con una antorcha hacia fuera, tu madre seguramente estaría ya durmiendo, de los dos tu padre era el que tenia mejor cuerpo y nada que envidiar a sus años mozos, en cambio tu madre era diferente, tenia que dormir. -Si...veo que se a liado una buena, la ciudad a sobrevivido a cosas peores, esto solo es un contratiempo y mas trabajo para mi.- Dejandote pasar como era natural mientras te daba una palmada en el hombro. -Tranquila que de esta salimos, descansa hija.- Pero tu padre se quedo mirando el exterior con ojo critico, quizas de el te venia esa responsabilidad de proteger lo que mas querías.

En todo caso, fuera como fuera, estabas en tu cama y agradeciste ese descanso ya que tu cuerpo estaba muy adolorido por aquella carrera tan extraña. El sueño de morfeo no tardo en reclamar tu consciencia y la verdad dormiste relativamente bien. Algunos sueños, algunas palabras, rememoraste el encuentro con aquella mujer y su pequeña sirviente, en algun momento podías ver incluso la aldea, pero solo eran fragmentos de tu subconsciente y de tus recuerdos.

En algún punto de la noche, tal vez dos horas después, te despertaste un poco sobresaltada, tu cuerpo continuaba doliendo y escuchabas como la guardia se movía de un lado a otro controlando la situación y patrullando, pero no sentías nada de alarma. Aunque por algún motivo algo te había hecho despertar y era que no estabas sola. Empezaste a observar la habitación como si buscaras algo que no debería estar, tus ojos te llevaron a una esquina, cerca de la puerta, bastante cerca de tu arma ,lo que estabas segura que era una zorrita del tamaño un poco mayor que un gato, estaba sentada en el suelo. Su pelaje era totalmente blanco nieve y tenia unas gemas dibujadas por su esponjosa cola ademas de una corona que parecía dorada pero solo con mirarla sabias que estaba echa de raíces y corteza. Te miraba con unos ojos algo inocentes, pero al pestañear, al llevarte la mano a los ojos para enfocar mejor, la figura cambio de nuevo.

Ahora era una mujer, joven por lo que parecía, tenia unas largas orejas blancas y un cabello corto a la altura de los hombros del mismo color, tenia una expresión juvenil y en cuanto vuestras miradas se cruzaron su cola se balanceo ligeramente mostrando el mismo color y tonos que la figura anterior. Llevaba ademas una faldita corta que tapaba muy poco sus muslos y unas ropas de tela en la parte del pecho que no era generoso pero si firme. Se dibujo una sonrisa y se llevo una mano a los labios colocando un dedo en los labios.

-Sssshhhh...si gritas van a venir, yo voy a desaparecer y entonces estaremos en problemas porque me van a reñir. Entonces no seria mejor que no gritaras y pudiéramos hablar tranquilamente? Seria lo mas optimo verdad? Aunque quizás lo mas optimo seria gritar, que todas entraran, yo desapareciera y tu pudieras seguir durmiendo, aunque no era lo mas optimo para mi...jum jum...

 

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17/06/2020, 20:53
Magd Bruhne

Resultaba tranquilizador ver que sus padres mantenían la calma en aquella situación. Claro, que ellos tampoco es que hubieran visto lo que ella, ¡ni falta que les hacía! Y ahora que lo pensaba, no es que hubiera sido muy concreta con la capitana. Mierda... Bueno, en cuanto descansara ya se ocuparía de darle mejores explicaciones a Elivil. Pero lo primero era dormir y recuperar las fuerzas.

Tras desearles buenas noches a sus padres, Magd se retiró a su cuarto para tumbarse en la cama y dormir el sueño del justo. De hecho, no fue consciente del cansancio que tenía hasta que se tumbó y cerró los ojos, cayendo dormida de inmediato. En sus sueños se intercalaron imágenes de lo sucedido hacía tan sólo unas horas antes, pero no la desvelaron. No, lo que hizo que se despertara en mitad de la noche fue otra cosa.

Miró a su alrededor, segura de que había algo por allí. Sin embargo, sólo escuchaba a la patrulla en la calle. Bueno, y había un zorrito blanco en la habitación... ¿Qué? Se frotó los ojos para mirar a aquella pequeña criatura, pero cuando volvió a prestarle atención ya no era tan pequeña. Se había convertido en una muchacha con orejas y cola de zorro, pelo blanco y ojos traviesos. Magd alargó la mano para coger sus gafas y ponérselas y así ver mejor la situación. Vale, ¿cómo había pasado de estar durmiendo a tener una zorrita a tener una chica encantadora con ella? Que no se iba a quejar de tener una belleza en su cuarto, pero algo le decía que no había ido para hacerle compañía.

 -No... No voy a gritar.- aunque teniendo en cuenta lo raro que estaba resultando todo aquello, ganas no le faltaban -¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

¿Sería una enviada de la diablesa? No parecía ser una seguidora del mal, pero cualquiera se fiaba dadas las circunstancias.

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18/06/2020, 11:12
Enviada Tama

-Oh eso me soluciona muchos problemas porque veras si gritaras seria todo un problema.- Sonriendo en todo momento mientras agitaba la cola en un suave balanceo. -Quien soy, bueno yo tengo muchos nombres, algunos son impronunciables sabes, otros solo lo pueden pronunciar los de mi raza, pero la maestra me dijo “Tama, atiende, cuando alguien te pregunte por tu nombre, tienes que decir que eres Tama” y yo le dije en plan “Pero no es un nombre muy bonito no?” y ella “No repliques y haz lo que digo” y yo “Vale”.-

Después de esa exposición se quedo unos segundos callada, solo unos segundos antes de tomar aliento y volver a hablar. -Asi que si me preguntan por mi nombre me llamo Tama y he venido a buscarte, aunque buscarte no es la palabra indicada, creo que mi maestra dijo que debía llevarte...o tenia que avisarte...tenia que informarte...jum jum...- Una nueva pausa mientras parecía que calibraba sus palabras antes de acordarse. -Ah si fue algo como “Tienes que traerme a esa humana” y yo en plan “Pero porque? Es solo una humana” y ella me dijo “No me repliques Tama y traeme a esa humana” y yo “Vale”. Así que el que hacer aquí, es para buscarte, pero tampoco se muy bien como decírtelo, es decir la maestra te ayudo antes pero no puede ser que venga aquí tranquilamente y diga “Tienes que venir conmigo, ahora” porque entonces gritarías y si gritas estaría en problemas.

-Asi que como te lo explico? La maestra me dijo que te llevara y parecía algo serio pero tampoco puedo llevarte a la fuerza porque no creo en la violencia, pero si no te convenzo la maestra se enfadara conmigo...jum jum...

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18/06/2020, 21:49
Magd Bruhne

Aquella chica hablaba mucho para decir poco. Pero algo interesante había en la charla que estaba soltando. Esa maestra de la que hablaba... ¿Sería la voz que le había ayudado en el pueblo? Tenía toda la pinta, pero claro, también podía ser una trampa muy elaborada por parte de aquella diablesa. Lo cual implicaría que se había conseguido infiltrar en la ciudad, cosa que veía difícil si Elivil había movilizado ya las defensas de Tel'Adre. Pero con los demonios una podía esperarse cualquier cosa. Aaaaah, ¡qué complicado!

 -Vale, a ver si me he enterado bien. Tú te llamas Tama y tu maestra quiere que vaya contigo a verla. Y esa maestra tuya es la voz misteriosa que me ayudó en el pueblo y gracias a la cual pude escapar, ¿verdad?

Si realmente era enviada de aquella voz, su teoría de una deidad o espíritu benigno se estaba empezando a volver más y más plausible.

 -Vale, para evitarte problemas te acompañaré a ver a tu maestra, Tama. Pero con dos pequeñas condiciones. Una, que me dejes vestirme y coger mi espada. Dos, que me digas lo que eres, si puedes. ¿Eres un espíritu benigno? ¿Una deidad? ¿O un hada quizás?

Ir armada le daba más confianza y si aquella muchacha le daba una respuesta más o menos clara, pues esa duda que solucionaba. Aunque si era una criatura malvada, seguramente no se lo diría. Ay, ¡pero qué complicado que era todo ese asunto!