Partida Rol por web

En los inicios de la corrupción (Hentai +18)

Escena principal: El altar de la diosa

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26/06/2020, 11:42
Enviada Tama

Aunque Tama os había dicho que tardaríais un par de días, ese par de dias se convirtió en casi una semana. Cruzaste las llanuras a paso acelerado pero sin ir a la carrera ya que Tama no paraba de decirte que no hacia falta apresurarse, que el viaje acababa de empezar y era un buen momento para disfrutar del paisaje. Lo unico bueno? Tama no se callaba y siempre tenias algo con lo que conversar, podias decirle de todo y ella respondería con decenas de cosas inconexas que siempre podías tomar una de ellas y tirar por esa conversación. Los únicos momentos en los que se callaba era cuando se convertía en una zorrita pequeña y cuando dormía, a veces dormía en tu hombro y hacia de guardia por la noche, era bastante conveniente.

No viste ningun rastro de Lartha pero lo que si que viste fue que los mercaderes dejaban de pasar por ese camino, un antiguo camino que estaba continuamente frecuentado por mercaderes había desaparecido y siendo reemplazado por la soledad del camino, sin contar con Tama claro.

El paisaje fue cambiando, pasate de las llanuras a una especie de explanada verde mas frondosa que las llanuras a las que estabas acostumbrada, nunca habías ido por esa región, habías cruzado la frontera de tu país y veías a lo lejos unas ruinas de piedra. -Ese es el lugar, hay vive mi maestra.- Confirmo Tama mientras señalaba las ruinas a un dia de distancia. -Venga venga, que estoy cansada de caminar, cuando lleguemos podríamos hacer nubes de azúcar y y y podríamos hablar sobre las batallitas pasadas, que te parece? Ah dormir en un lugar cómodo, aunque tu hombro a sido un lugar comodo para dormir, ahora que lo pienso no recuerdo haber dormido mucho pero por algún motivo ahora he dormido mas a sido divertido dormir.

Notas de juego

No contestes

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26/06/2020, 11:50
Enviada Tama

Aunque Tama os había dicho que tardaríais un par de días, ese par de dias se convirtió en casi una semana. Cruzaste el bosque a paso acelerado pero sin ir a la carrera ya que Tama no paraba de decirte que no hacia falta apresurarse, que el viaje acababa de empezar y era un buen momento para disfrutar del paisaje. Lo único bueno? Tama no se callaba y siempre tenias algo con lo que conversar, podías decirle de todo y ella respondería con decenas de cosas inconexas que siempre podías tomar una de ellas y tirar por esa conversación. Los únicos momentos en los que se callaba era cuando se convertía en una zorrita pequeña y cuando dormía, a veces dormía en tu hombro y hacia de guardia por la noche, era bastante conveniente.

No viste ningun rastro de Syntha y eso era casi un alivio, el ser perseguida por tus hermanas seguramente no hubiera sido una gran noticia, por lo que como minimo tuviste un camino tranquilo a traves del bosque, si no contabas a Tama.

El paisaje fue cambiando, pasaste del boque a una especie de explanada verde mas frondosa que las llanuras a las que estabas acostumbrada, nunca habías ido por esa región, habías cruzado la frontera de tu país y veías a lo lejos unas ruinas de piedra. -Ese es el lugar, hay vive mi maestra.- Confirmo Tama mientras señalaba las ruinas a un dia de distancia. -Venga venga, que estoy cansada de caminar, cuando lleguemos podríamos hacer nubes de azúcar y y y podríamos hablar sobre las batallitas pasadas, que te parece? Ah dormir en un lugar cómodo, aunque tu hombro a sido un lugar comodo para dormir, ahora que lo pienso no recuerdo haber dormido mucho pero por algún motivo ahora he dormido mas a sido divertido dormir.

Notas de juego

No contestes

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26/06/2020, 11:54
Directora

Después de ese ultimo dia de camino por fin os encontrabais en el lugar que Tama os había guiado. Tal como visteis desde lo lejos era una especie de ruinas, una edificación de piedra bastante grande con unas estatuas de mujeres en la entrada lindamente decoradas con vestidos de una piedra, elegantes. Había cuatro entradas para entrar en aquel lugar y parecía que se bajaba ya que nada mas mirar por el marco de la puerta se podía ver una escalera que bajaba. El lugar era amplio al igual que el terreno, no estaba en su mejor momento, ademas de que parecía abandonado desde hacia siglos.

En todo caso lo que mas os llamo la atención no era solo que estuvierais en un lugar muy lejos de vuestros hogares, aquello era lo de menos, lo que mas os extrañaba era que no estabais solas y que había mas de una Tama.

Una elfa del bosque y una humana que llevaban una Tama idéntica a los hombros. Esta al ver a la contraria, ambas Tamas saltaron al suelo y corrieron para mirarse, olfateándose un momento antes de convertirse en humanas y echarse a reír como si fuera lo mas normal del mundo.

Notas de juego

Y ya podeis postear, os estais viendo, no os he descrito para que lo podais hacer vosotras.

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26/06/2020, 20:53
Magd Bruhne

La visión de los caminos desiertos inquietaba a la guerrera. No le gustaba un pelo porque conocía la razón de aquel abandono de las rutas. De hecho, era esa razon la misma por la que había emprendido ese viaje. Tenía que encontrar ayuda, para acabar con la diablesa que había conquistado aquel pueblo y que ahora amenazaba con su presencia a su ciudad.

A pesar de lo solitarios y vacíos que estaban los caminos, la presencia y el ánimo de Tama ayudaron a que el viaje fuera mucho más entretenido y llevadero. ¡Y eso que tardaron bastante más en llegar de lo que la zorrilla les dijo en un principio! Pero la esperanza de poder encontrar la ayuda que necesitaba hizo que la guerrera aguantara esos cinco días extra de trayecto.

Finalmente llegaron a su destino, una especie de ruinas de piedra que estaban a un día de camino. ¿En serio la maestra de Tama vivía allí? Un poco destartalado para un espíritu benigno, en su opinión. Pero el entusiasmo de la zorrita se le contagió, olvidando rápidamente el estado de aquel edificio de piedra.

 -Claro. En cuanto hable con tu maestra podemos ir a por esas nubes de azúcar. Y así me enseñas el lugar.

Con el ánimo renovado, Magd reemprendió la marcha con Tama sobre su hombro. Pronto, muy pronto volvería a casa con ayuda.

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26/06/2020, 21:26
Magd Bruhne

El viaje había concluído. Tras más de una semana de viaje, finalmente Magd había llegado al lugar donde vivía la maestra de Tama. Claro, que en el estado en el que se encontraba, Magd dudaba seriamente que una diosa pudiera vivir allí. Pero eligió confiar en Tama, dejando que la zorrilla la guiara hacia su maestra. No obstante, fue otra cosa la que encontraron.

Tama se encontró con... Otra Tama. Otra muchacha idéntica a su guía, con la que empezó una amistosa interacción. ¿Qué diantres? ¿Había más de una? Pero Tama número dos no era la única que había en aquel edificio abandonado. Una elfa, una espléndida elfa rubia y esbelta estaba allí con ella, seguramente guiada por aquella segunda Tama. Magd no pudo evitar quedársele mirando, como hipnotizada. Sus claras mejillas se ruborizaron sin poder evitarlo y, en un gesto nervioso, se recolocó la larga coleta morena sobre uno de sus hombros.

 -Eh... Disculpe usted. Buenos días. ¿Está usted aquí también para ver a la diosa?

Resultaba un poco extraño ver a aquella enorme mujer comportándose de una manera cohibida como aquella. Y es que con su alta estatura y su increíblemente curvilíneo cuerpo, Magd Bruhne era de esas personas que destacaba entre las multitudes. A eso había que unirle la escasa y ajustada armadura de cuero que llevaba y el gigantesco espadón que portaba a la espalda. El sonrojo de sus mejillas se había intensificado y había desviado la mirada para evitar que sus ojos azules se cruzaran con los de la elfa. Que normalmente esas cosas no le daban tanto corte, pero encontrarse de repente con semejante belleza tras más de una semana de soledad con Tama... Pues le había pillado totalmente por sorpresa. Claro, que también cabía la posibilidad de que...

 -O... ¿Es usted la diosa? ¿La voz que me ayudó cuando las diablesas quisieron atraparme?

Notas de juego

Si quieres que corrija algo de la (escasa) descripción que he hecho de Cait, me avisas y edito :3.

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27/06/2020, 20:02
Caitlin "Cait" Venris

Si, como no, un par de días... Sabía que tenía que seguir junto a Tama a más no poder, aunque me estaba frustrando el que esta muchacha no se haya dado cuenta de las distancias que recorrimos. Lo mejor del viaje es que no nos hemos topado con las esclavas de Syntha, ya me estaba haciendo a la idea de que quizá el hechizo o lo que fuera que les hubiera hecho mientras las consumió ya no las hacía mis compañeras elfas.

El ver las ruinas, y como Tama estaba feliz de que hallamos vuelto a casa me reconfortó inmediatamente, este primer viaje había acabado, ¿pero qué será de las otras elfas en Lastae...? No pude darle muchas vueltas al asunto pues me di cuenta que arribamos al mismo tiempo que... ¿es esa otra Tama?, me sentí un poco chocada con la vista de dos copias idénticas de la misma criatura, un calco perfecto. Luego me fijé en la humana con vestimentas muy ligeras que me comenzó a preguntar por una diosa. Cambiaba mi mirada entre ella y las Tamas pues su pregunta y el hecho de que las Tamas fueran idénticas me hacían sentir perpleja, ¿Cómo eso, la maestra de Tama es una diosa? Por supuesto que estaba sorprendida por como iba vestida esta humana y sus proporciones corporales, pero como no había salido de Lastae antes traté de tomarlo con calma: Debe ser su cultura o algo así.

Ella podía darse cuenta que yo andaba vestida con un uniforme de caza élfico: Una armadura de cuero que, aunque ajustado a mi cuerpo y que me llegaba a medio muslo, quizá podía parecerle conservador en comparación a sus ropas. Esto junto a un par de botas largas que me cubrían hasta la rodilla, además del carcaj, el arco y una mochila con lo que me había llevado de Lastae. Ante su segunda pregunta, quedé mirando al suelo, por supuesto que yo no era la diosa, pero eso de otro ataque en otra parte del mundo que también la atrajeron hasta aquí era realmente preocupante.

Suspiré -No, no soy la diosa, aunque yo pensé que era solo una maestra. la verdad es que acabo de llegar aquí y, tal cual con tu ataque, mi aldea esta siendo asediada por una alraune- Le comenté mi situación, luego giré mi cabeza hacia la puerta y le dije -Soy Caitlin, puedes llamarme Cait. Creo que deberíamos entrar a ver quién nos ha salvado a ambas-

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29/06/2020, 22:05
Magd Bruhne

 -Oh. Lo siento. Espero no haberos ofendido.

¡Aaaarg! Ahora se sentía torpe e idiota. Que era una tontería, pero no le hacía gracia que la elfa pensara que era lerda o algo así. Después de todo, si estaba allí, seguramente fuera porque la voz misteriosa la había llamado también.

 -Encantada Cait. Yo me llamo Magd, Magd Bruhne. No... No tengo apodo, así que podéis llamarme Magd.

Parecía una chica simpática. Eso animó a la guerrera un poco.

 -Entonces vos también habéis tenido un encuentro con la voz misteriosa. La he llamado Diosa, pero no sé realmente quién es nuestra benefactora. Así que coincido en que deberíamos avanzar y conocerla.

Al parecer su ciudad no era la única en problemas. ¿Cuántas más habría amenazadas por diablesas como la que la atacó? Magd empezó a caminar hacia el interior del edificio mientras hablaba.

 -¿Puedo inquirir de dónde venís?

Notas de juego

Perdón por el retrasito, ayer tuve un día movidito x3.

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30/06/2020, 11:17
Enviada Tama

Mientras vosotras dos os presentabais a vuestra manera, las dos Tamas dejaron de reír y empezaron a mirarse fijamente, durante unos largos segundos antes de sonreír ampliamente y tirarse una encima de la otra.

Aquello fue entre una escena cómica, erótica y animada porque ambas empezaron a jugar como cachorras, pero claro el jugar como cachorras con una figura humana y mas en minifalda dio paso a unas vistas un poco lascivas por parte de las dos zorritas que intentaban morderse mutuamente las orejas mientras rodaban por el suelo de lo mas animadas.

Llego un punto en que era imposible el saber que Tama era de cada una, eran idénticas, hablaban igual y habían dado tantas vueltas que era imposible de saber quien era quien, de hecho una de las Tamas estaba encima de la segunda, que se había quedado boca abajo pero con la cintura hacia arriba, y había conseguido morder una de las orejitas de la zorrita antes de que la soltara y viera como bajabais las escaleras.

-Falta una verdad?- Pregunto una Tama a la otra y esta le devolvió la mirada.- Si falta una verdad? Deberían estar aquí ya verdad?

-Si deberían estar aquí, porque no están aquí? Quizás se han retrasado y no van a venir.

-Pero es imposible porque si no vinieran estaríamos en apuros, la maestra se enfadaría mucho con nosotras.

-Si la maestra se enfadaría mucho, pero seguro que vienen.

Empezaron como a medio hablar con ellas y cuando ya estabais a mitad de las escaleras corretearon para alcanzaros, curiosamente una encima de la otra llevándola a caballito como si fueran adolescentes o niñas mas bien.

La escalera bajaba bastante profundo, podíais ver algunas bifurcaciones pero no parecían que dieran a ningún lugar de interés. El lugar estaba iluminado por antorchas que daban suficiente luz para que no os cayerais hasta que llegasteis al final. El lugar era hermoso, era una gran bóveda adornada con flores y con algunos arboles que se enroscaban en los pilares de piedra que sostenían ese lugar, ademas justo en medio de la bóveda había una zona sin piedra y dejaba que la luz del sol se filtrara iluminando curiosamente todo de un tono verdoso muy agradable. Las Tamas se lanzaron al césped y una vez mas una encima de la otra intentando morderse divertidas de estar allí, el lugar era muy colorido, con césped y flores, un buen lugar para descansar sin duda.

En el centro de la sala, iluminada por la luz se encontraba una estatua de una mujer muy hermosa, se dibujaba con un vestido que recordaba a la hierba y con algunos motivos florales, su cabello parecia la mas fina enredadera y su expresion era afable, era parecida a las estatuas del exterior pero esta sin duda era mucho mas elaborada. A los pies de esta, por increíble que pareciera, enorme, una kitsune dormía.

Mediría cerca de 4 metros de altura pero de largo eran cerca de diez, tenia seis colas parecidas a las de Tama que quedaban reposadas entre sus enormes patas. Su expresión era placida y dormía enroscada a los pies de la estatua con un rostro zorruno. Su pelaje era blanco decorado con los mismos patrones que Tama y por supuesto era una criatura, no tenia nada de humana.

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30/06/2020, 23:41
Magd Bruhne

La conversación entre las Tamas llamó la atención de Magd. ¿Es que esperaban a alguien más? ¿Cuántas más serían las llamadas por aquella misteriosa voz?

 -Quizás deberíamos esperar un poco antes de seguir avanzando mucho. Para darle tiempo a esas personas que tienen que venir.

Claro, que mientras comentaba aquello, la guerrera fue avanzando por el templo derruído junto a Cait. Y para cuando quiso darse cuenta, ya habían llegado a lo que parecía la estancia principal del templo. En esa estancia dos cosas llamaban poderosamente la atención. La primera era una enorme estatua que representaba a una bellísima mujer, de aspecto majestuoso y tranquilo. ¿Sería aquella la dueña de la voz misteriosa? Pero antes de poder expresar esa pregunta en voz alta, Magd vio a aquella criatura zorruna. Era un zorro, eso seguro, pero bastante más grande que un zorro común. Y además tenía más de una cola, ¡seis para ser exactas! Todas ellas con un diseño muy similar al de la cola de Tama...

No queriendo despertar a aquella criatura, Magd se acercó a Cait para susurrarle:

 -¿Qué hacemos? ¿Esperamos a las que tienen que llegar o avanzamos?

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01/07/2020, 06:50
Caitlin "Cait" Venris

Antes de observar la escena de las Tamas, le alcancé a responder a Magd respecto a mi origen -Vengo de Lastae, es un pueblo élfico establecido en un gran y frondoso bosque, básicamente somos las protectoras de este y...- No pude seguir hablando pues tal y como Magd, observé a las Tamas jugando algo lascivamente. Aunque no me sorprendió mucho la escena por los relatos que la Tama que me enviaron me contó en el camino, si me sonrojé un poco, pero mi ceñó se frunció al darme cuenta de que faltaba alguien más. En definitiva estos ataques han ocurrido en más lugares.

Luego de esas vistas entramos con Magd a la misteriosa estructura. Nunca antes había visto algo así, la roca trabajada tan bien pero tan abandonada, realmente esas desgraciadas costumbres élficas me impidieron conocer más de este mundo. Y luego vi a la kitsune, solo había escuchado de criaturas así, pero más como cuentos fantásticos que nada, aunque claro, también se inventan cada cosa respecto a los humanos, pero ella... ¿será la que me auxilió?

-Si Magd, deberíamos regresar al exterior...- Le susurré de vuelta y comencé a devolver mis pasos para no molestar aquella figura. Una vez alejadas volví a retomar mi historia. -Bueno Magd, te estaba diciendo que vengo de un pueblo élfico llamado Lastae, somos las protectoras de ese bosque y, bueno... - Sentía un poco amargo el recuerdo -...una Alraune, una criatura del bosque comenzó a usar una magia o no se qué proceso raro, básicamente comenzó a consumir a muchas compañeras. La maestra de Tama me salvó de ser una y, bueno, al parecer las elfas consumidas ahora son el ejército de esta criatura. Tama vino a buscarme y logramos romper el cerco sin que nos atraparan...- Le dije mientras me sentaba en el suelo, mi mirada también se quedó ahí pegada durante mi corto recuento.

Luego miré de vuelta a Magd y le pregunté -¿Ustedes fueron atacadas por diablesas?-

 

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01/07/2020, 22:23
Magd Bruhne

Los jugueteos sugerentes entre las dos Tamas habrían atraído más su atención de no ser porque estaba fascinada por la belleza de aquella elfa. Que no pretendía resultar acosadora o siniestra, pero simplemente no podía evitar quedársele mirando mientras conversaba con ella.

 -Me temo que no he tenido el placer de conocer vuestra ciudad. Yo provengo de Tel'Adre, una ciudad principalmente humana. Alguna vez ha tenido visitantes de razas élficas, pero es poco frecuente.

Cuando Cait propuso alejarse de la figura que dormía, Magd asintió en silencio para después retroceder despacio. Continuarían la conversación hasta que las Tamas dejaran de jugar y les pudieran explicar qué era aquello. Mientras tanto, la guerrera escuchó pacientemente la historia de Cait.

 -Eso es... Igual que lo que me ha sucedido a mí. Sólo que en mi caso fue un pueblo de gente desaparecida. Cuando fui a investigarlo, resultó que las habitantes del poblado habían sido capturadas y... Transformadas en algo extraño, lascivo y sin mente propia. La voz también me salvó a mí. De no haberlo hecho, ahora sería una de ellas.

El saber que ese incidente no había sido algo aislado no la tranquilizaba en absoluto. Antes todo lo contrario.

 -¿Cuántas personas creeis que habrán tenido un incidente similar? ¿Cuántas más vendrán a reunirse con nosotras aquí?

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02/07/2020, 08:01
Caitlin "Cait" Venris

Me dio escalofríos escuchar el relato de Magd. -Si, nuestros incidentes suenan demasiado parecidos. La verdad, Magd, no te podría decir cuántos ataques podrían ser, con suerte sé lo poco que me contó Tama de entre tanta cháchara- Me quedé pensativa unos momentos, era un minuto triste, habían pasado días, Lastae podría ya haber caído o estar en resistencia todavía y yo tenía que averiguar si o si lo que estaba ocurriendo. Ojalá estén bien...

-De hecho, creo que ellas son las únicas que podrían explicarnos algo en este minuto, también podrían decirnos si quien está adentro es su maestra y si hicimos bien en no molestarla, si solo pasara algo para que terminen de jugar- Me toqué la barbilla pensando como parar el juego de ellas para que nos dieran información.

-¡Oye Tama!- Levanté la voz un poco para que me escucharan, esperaba que cualquiera pusiera atención -Venga, que yo imaginé que le darías chocolate caliente y nubes de azúcar a una viajera como Magd después de todo este viaje agotador- Recordando un comentario que me hizo allí en el pueblo, cuando me conoció -¿O aprendiste de la descortesía de las elfas?- Rematé burlonamente. De seguro llamaba la atención de, al menos, la Tama con la que viajé, y ya con eso podríamos conseguir algunas respuestas antes de nuestra audiencia con su maestra.

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02/07/2020, 16:39
Enviada Tama

La voz de Caitlin resonó escaleras abajo claro y por un momento no parecía que las Tamas os escucharan hasta que escuchasteis el sonido de los pasos acercarse cada vez mas y cada vez mas rápido, hasta que ambas salieron al exterior con vosotras.

-Es verdad, chocolate, deberíamos hacer chocolate.

-Si chocolate, con nubes de azúcar.

-Como cuando los humanos lo hacen en sus festivales.

-Ah si una vez vi un festival, bueno no lo vi de hecho solo lo olfatee porque estaba muy lejos, espero o si que lo vi, claro porque si lo ves desde lejos cuenta como que lo has visto verdad?

-Si lo ves desde lejos debería contar como que lo has visto y también habían nubes de azúcar que crecían en las manos mientras las movían, parecían muy esponjosas como nubes del cielo, serán igual de dulces?

Por increíble que pareciera, una Tama seguía la conversación de la segunda Tama, para acabar perfectamente sincronizada con la primera, como si estuvieran pensando de forma inconexa al mismo tiempo. Ambas fueron a vuestras bolsas y sin demasiado decoro comenzaron a mirar por dentro en busca de una preciada golosina que por supuesto no llevabais encima.

-Oh...no hay chocolate...

-Ah pero ya se!

Y como si brillaran por un momento ambas Tamas desaparecieron como por arte de magia, pero dejando una brisa leve a vuestro alrededor solo para aparecer segundos después acompañados de la misma brisa pero esta vez desde el lado contraria y en cada una de las manos de las Tamas había una manzana.

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02/07/2020, 21:32
Magd Bruhne

La guerrera no pudo evitar quedarse pensativa y muy preocupada. Ahora sí que tenía ganas de hablar con la maestra de Tama. O con la Propia Tama, si dejaba de jugar consigo misma. Buf, qué sucio había sonado eso en su cabeza. Menos mal que el comentario de Cait sobre el chocolate con nubes de azúcar le hizo pensar en otra cosa.

 -Mira, no me vendría mal algo dulce...

Lástima que las zorritas hubieran pensado que las estaban invitando a rebuscar en sus bolsas sin pudor alguno. Magd miró a Cait con cara de circunstancias. Aunque fueran criaturas parlanchinas y de costumbres peculiares, lo cierto era que a la guerrera le hacían bastante gracia.

Al ver que no tenían ni chocolate ni nubes en las bolsas, las Tamas se marcharon y regresaron con unas manzanas.

 -Oh, ¿son para nosotras? Si es así, muchas gracias.

Podrían disfrutar de las manzanas mientras conversaban y así la espera se les haría menos larga.

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04/07/2020, 00:03
Caitlin "Cait" Venris

No esperaba que se pusieran a rebuscar entre nuestras cosas a por chocolate, un suspiro de frustración salió de mi pero al menos acepté la manzana que me ofrecieron. Con esto lograron acabar sus juegos y estaban al tanto de nosotros otra vez. Ojalá puedan contarnos algunas cosas.

-Muchas gracias, chicas- Les dije para luego continuar después del primer mordisco -Una preguntita, ¿la dama que está adentro durmiendo es su maestra o es simplemente mi idea? Es que entramos por unos momentos y nos devolvimos al verla para no molestarla-

Después de otro mordisco se me ocurrió otra pregunta -Por cierto, ¿a cuántas más estamos esperando aquí?- Miré a Magd con una cara no muy alentadora, pues yo me temía lo peor, que fueran muchos más ataques que solo dos.

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04/07/2020, 12:13
Enviada Tama

Tuviste algo de suerte, como las elfas estaban empezando a hacer subir las murallas pudiste escaparte de la ciudad sin problema alguno. Tama al contrario de lo que creías se convirtió en la zorrita pequeña y se puso en tu hombro esa primera parte del camino, semitumbada entre tu nuca y tu hombro relajada mientras sonreía viendo lo que estabas haciendo.

Lo que parecía una visita tapida se convirtió en un par de días y ese par de días se convirtió en casi una semana. Cruzaste los pantanos a paso acelerado pero sin ir a la carrera ya que Tama no paraba de decirte que no hacia falta apresurarse, que el viaje acababa de empezar y era un buen momento para disfrutar del paisaje. Lo único bueno? Tama no se callaba y siempre tenias algo con lo que conversar, podías decirle de todo y ella respondería con decenas de cosas inconexas que siempre podías tomar una de ellas y tirar por esa conversación. Los únicos momentos en los que se callaba era cuando se convertía en una zorrita pequeña y cuando dormía, a veces dormía en tu hombro y hacia de guardia por la noche, era bastante conveniente.

Quizás le recuerdo de dejar atrás a Cirlia, ahora que habías conectado tan bien con ella, te acosada por la noche, pero estar junto a Tama era como si de alguna forma te diera la sensación de estar haciendo las cosas bien. Quien sabe lo que hubiera sucedido si te hubieras quedado, pero ahora solo importaba lo que pasara.

El paisaje fue cambiando, pasate de los pantanos a una especie de explanada verde mas frondosa que las llanuras a las que estabas acostumbrada, nunca habías ido por esa región, habías cruzado la frontera de tu país y veías a lo lejos unas ruinas de piedra. -Ese es el lugar, hay vive mi maestra.- Confirmo Tama mientras señalaba las ruinas a un dia de distancia. -Venga venga, que estoy cansada de caminar, cuando lleguemos podríamos hacer nubes de azúcar y y y podríamos hablar sobre las batallitas pasadas, que te parece? Ah dormir en un lugar cómodo, aunque tu hombro a sido un lugar comodo para dormir, ahora que lo pienso no recuerdo haber dormido mucho pero por algún motivo ahora he dormido mas a sido divertido dormir.

Después de ese ultimo dia de camino por fin te encontraste en el lugar que Tama te había guiado. Tal como visteis desde lo lejos era una especie de ruinas, una edificación de piedra bastante grande con unas estatuas de mujeres en la entrada lindamente decoradas con vestidos de una piedra, elegantes. Había cuatro entradas para entrar en aquel lugar y parecía que se bajaba ya que nada mas mirar por el marco de la puerta se podía ver una escalera que bajaba. El lugar era amplio al igual que el terreno, no estaba en su mejor momento, ademas de que parecía abandonado desde hacia siglos.

En todo caso lo que mas te llamo la atención no era solo que estuvierais en un lugar muy lejos de tu hogar, aquello era lo de menos, lo que mas te extrañaba era que no estabas sola y que había mas de una Tama.

 

Notas de juego

No respondas

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04/07/2020, 12:23
Enviada Tama

-Quien???- Preguntaron las Tamas mientras ladeaban la cabeza cada una hacia un lado diferente antes de que se miraran y sonrieran. -Ella no es la maestra, esa es Tama.- Respondieron risueñas pero antes de que pudieran responder levantaron sus orejitas y se quedaron mirando hacia la distancia como si estuvieran muy concentradas en un punto.

Por las escaleras, empezó a subir una elfa oscura y junto a ella habia una tercera Tama que sonrió a las otras dos. En cuanto se vieron sus colas comenzaron a danzar un poco como emocionadas y esta ultima Tama, la recién llegada, se lanzo contra las otras dos y entre las tres empezaron a rodar entre ellas intentando morderse las orejitas como si fuera un juego de cachorras pero claro, las tres iban en minifalda y se subían una encima de la otra intentando atraparse las orejas así que para bien o para mal hacían un espectáculo bastante subido de tono.

En algún momento las dos Tamas agarraron a la tercera de los brazos y se quedaron encima mirándola. -Por fin has llegado por fin has llegado? Nos a costado mucho entretenerlas.

-Y porque no les habéis ofrecido chocolate?

-No tenían. Solo conseguimos manzanas.

-Pero la maestra nos dijo que las manzanas nos ponen un poco tontas aunque supongo que no pasa nada por ofrecer unas manzanas, entonces habéis ido al bosque, habéis saludado a esa ardilla tan simpática que vimos el otro día?

-Era muy simpática y tenia la cola muy rara, ahora que deberíamos hacer, deberíamos darles un poco de tiempo? Aunque la maestra nos dijo que las trajéramos pero no nos dio una fecha para traerlas, seguro que se pone muy contenta de vernos.

-Aunque nunca la hemos visto reírse, intentamos hacerla reír?

Las Tamas estarían hablando un ratito entre ellas, pero parecía que el pensamiento de una, pasaba a la otra, y al ultima acababa la frase, era bastante caótico todo.

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05/07/2020, 20:01
Magd Bruhne

Magd había cogido una de las manzanas ofrecidas por las Tamas y había empezado a comérsela mientras las escuchaba. ¿Qué querrían decir con que esa zorra blanca de seis colas era Tama? Hmmm, aquello empezaba a resultar confuso. Más de lo habitual en la cháchara de Tama, vaya.

 -¿Quieres decir que es otra hermana vuestra? Como lo sois vosotras dos.

Bueno, dos... ¡Ahora eran tres! Porque mientras hacía aquella pregunta, llegó una Tama más junto a otra joven elfa oscura. En cuanto se vieron, las tres chicas zorro se enzarzaron en una pelea amistosa. Una pelea que, para un observador con libido bien desarrollada, resultaba más que interesante de observar. En un momento determinado, las Tamas dejaron de pelear para interrogar a la recién llegada. Y cuando dijeron aquello de las manzanas, la guerrera no pudo evitar mirar la fruta casi comida que tenía en la mano. Ay, ay, ay....

 -Eeeh, perdona Tama. Y Tama y Tama. ¿Qué efectos decís que tienen las manzanas?

Las chicas zorro estaban entretenidas hablando sobre ardillas que se reían, ignorando momentáneamente la pregunta de Magd. La guerrera suspiró y se giró hacia la elfa oscura que había llegado también.

 -Hola. Bienvenida al templo de...- miró a Cait. La verdad era que no tenía mucha idea de dónde estaban en realidad -Bueno, el templo de la Maestra de Tama. Me llamo Magd Bruhne y ella es Caitlin. ¿Tú cómo te llamas?

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07/07/2020, 01:05
Sheliva

El viaje había sido algo largo, no tanto por el tiempo que nos había llevado sino por las ganas que tenía de llegar a nuestro destino. Tenía muchas preguntas que hacerle a esa "maestra" y necesitaba respuestas para poder ayudar a mi pueblo a combatir la infección. Pero aún así, ignorando la mayor parte de lo que decía la zorrita, fue agradable salir del pantano para ver otros lugares más secos y diferentes.

Cuando llegamos a aquella ruinas y tomé las escaleras mis ojos en lo primero que se fijaron era en que había otras dos igual que la chica que me había atraído. Fruncí un poco el ceño, confusa, cuando de pronto empezaron aquella pelea dejando algunas partes al descubierto en las que prefería no pensar. De nuevo comenzaron a hablar, ¡solo que ahora en vez de una eran tres! Otra vez las manzanas, otra vez que la ponía tonta... gruñí con cierta incomodidad poniendo los brazos en jarra, ansiosa por conocer a su maestra de una vez.

Escuché la voz de la humana y entonces me fijé en ella. Era la primera vez que veía una así aunque mi maestra me había hablado de los humanos. Cuando lo hizo me fijé en su rostro y en su cuerpo maduro, sin poder obviar sus atrevidas curvas, las cuales contemplé con disimulo durante largos segundos antes de alzar la vista. Tragué saliva y me aclaré la garganta, de nuevo poniéndome en posición con los brazos de jarra y alzando el rostro algo altiva.

Yo soy Sheliva y soy una poderosa hechicera elfa —dije tratando de parecer segunda, apretando los labios y frunciendo ligeramente el ceño — ¿Por... por qué estáis vosotras aquí? —pregunté intercalando la mirada entre ambas — ¿Vuestro hogar también está infectado?

Intenté poner una voz más madura, aunque esta seguía sonando algo infantil y aguda. Además de que mi estatura no ayudaba demasiado.

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07/07/2020, 20:33
Caitlin "Cait" Venris

Terminé de comer la manzana para cuando se acercó la chica nueva y una tercera Tama. Vaya, es que estas criaturas no se acaban, comenté en mi mente seguido de un: ¿y es que el resto de razas no visten modestamente?. Ya comenzaba a ver un patrón, ese tradicionalismo inherente a las elfas del bosque parece que era algo totalmente nuestro, suspiré, realmente ver a Magd y a la chica nueva me hacían sentir haber vivido en una burbuja toda mi vida.

-Soy Caitlin, una elfa del bosque de Lastae, pero puedes llamarme Cait- Le sonreí. Ella se veía todo lo contrario a mi físicamente, pero sentía curiosidad por como serían las cosas de allá donde viniese, al fin y al cabo, elfa es elfa. Su pregunta me provocó una mueca en la cara, miré a Magd con unos ojos de "ya ves que no somos las únicas".

-Pues si...- Comencé contestándole -...mira, no quiero ofenderte por no preguntar por tu historia inmediatamente, pero creo que es común de nosotras tres que fuimos ayudadas por la maestra de Tama para que viniésemos aquí después de los ataques que nuestras gentes sufrieron- Miré al suelo, con una suspiró algo triste -Aparte de eso, no sabemos mucho. De hecho, no hemos querido averiguar si quien está adentro es la maestra o no, ni sabemos qué es de su naturaleza. En mi caso un espíritu del bosque comenzó a transformar elfas en, básicamente, su nuevo ejército. ¿Qué es lo que ocurrió en tu pueblo?- Volví a incorporar la mirada y me fijé en el trío de Tamas, ya les preguntaría cuando podríamos entrar a hablar con la maestra.