Partida Rol por web

En los inicios de la corrupción (Hentai +18)

Escena principal: El altar de la diosa

Cargando editor
07/07/2020, 21:01
Enviada Tama

-No, porque? Esa es Tama.- Volvieron a repetir ambas dos a la pregunta de Magd antes de que la tercera Tama llegara, cosa que empezó a hacer que todas se pusieron de lo mas nerviosas. Durante las presentaciones las Tamas no dijeron gran cosa, estaban mas pendientes de jugar entre ellas que en vosotras, como si hubieran pasado años sin verse.

A la segunda respuesta, las Tamas ya habían inmovilizado a la tercera y cuando pregunto Magd una vez mas se dieron la vuelta y la tercera había medio inmovilizado a las dos ultimas, usando sus piernas y sus manos antes de que las tres miraran a la humana.

-Mmmmmm....

-Mmmmmmm....

-Las manzanas eran nutritivas verdad?- Pregunto una y entonces empezó una vez mas la verborrea. -Si las manzanas eran nutritivas, van muy bien, ademas se pueden hacer ricas tartas, recordáis el aroma de la tarta?

-Si de esa tarta que olía desde el campo la mujer era muy grande pero hacia unas tartas que olían muy bien, a que sabrá la tarta de manzana?

-Quizás sabe a manzana pero olía tan bien que seguro que tenia algo mas aunque seguro que sabe a manzana porque si es una tarta de manzana tiene que saber a manzana.

-Aunque la maestra nos a dicho que nos ponemos un poco tontas cuando comemos manzana.

-Si pero no a dicho nada de comer tarta de manzana...entonces si que podemos comer tarta de manzana pero no podemos comer manzanas jum jummm...- Y con esa reflexión, ambas tres se sentaron mirándose y empezaron como a medio pensar moviendo sus cabezas de izquierda a derecha, realmente parecía que estaban meditando su propuesta pero en base a lo que habían dicho, no habían hecho nada malo con las manzanas, era cosa de ellas.

Cargando editor
08/07/2020, 11:19
Magd Bruhne

A pesar de la cantidad de información no relacionada directamente con su pregunta que las Tamas estaban intercambiando entre ellas, a Magd le quedó claro que las manzanas no implicaban peligro para ella o para las dos elfas. Que hablando de elfas, Cait y la recién llegada Sheliva se habían puesto a parlamentar acerca del motivo que las había traído hasta allí. Y parecía que la elfa oscura estaba allí por la misma razón que ellas dos.

 -En mi caso una diablesa tomó un pueblo cercano a mi hogar, convirtiendo a la gente que vivía allí en sus subordinadas. Así que creo que, efectivamente, estamos aquí por el mismo motivo las tres. Hemos sido atacadas por fuerzas malignas y la maestra de Tama nos ha ayudado. Y ahora nos ha llamado, pero el motivo se me escapa.

Dicho aquello, Magd centró su atención en Sheliva, esperando a que relatara lo que le había sucedido. Y no pudo evitar fijarse bastante en ella. Era bajita, de rostro redondito y curvas poco pronunciadas en la zona del pecho, lo que daba una imagen irresistiblemente adorable. Ahora, si una se fijaba en las curvas de cintura para abajo y en su vestuario, ahí la imagen infantil se diluía más, creando un conjunto que estaba haciendo que Magd se sintiera confusa. Si al final tenían que viajar todas juntas, los baños en agua fría iban a ser mandatorios tooodos los días.

Cargando editor
08/07/2020, 20:32
Sheliva

Hice un pequeño mohín frunciendo el ceño mientras las observaba, escuchando lo que decían, pensativa. Parecía que habíamos sido atacadas por la misma cosa, solo que la forma no había sido la misma. Así que simplemente me crucé de brazos rehusando un poco contestar. Ahora que había escuchado que esa cosa también podía afectar a los humanos y los elfos, no podía evitar pensar en mi pueblo y en mi maestra, ¿qué pasaría si esa infección llegaba hasta ellos?

Humf… en mi caso no vi como afectaba a nadie, tan solo al pantano. Lo transformó en algo diferente y creó una ilusión en mi mente. Además… —Me callé un segundo y tragué saliva, dudando si confesar o no, pero finalmente me decidía a hacerlo. —Mis poderes, consiguió anularlos y no pude lanzar hechizos. Por eso no pude hacer nada para defenderme y fue la maestra de Tama la que me salvó.

De nuevo repasé a las dos mujeres con la mirada. Ambas eran mayores que yo y su cuerpo estaba desarrollado, sobre todo el de la humana… Aunque la otra elfa, Cait, también era realmente hermosa. Más parecida a las elfas que había conocido aunque el color de su tez fuera diferente. Pero Magd con aquella forma de vestir y sus atributos, era la que conseguía provocar que mis mejillas se encendieran ligeramente cuando la miraba de reojo, aunque me enfadaba que me llamase la atención. En un momento así yo… no podía pensar en eso.

Será mejor que entremos ya. Sea lo que sea lo que tiene que decirnos su maestra quiero saberlo. Mi pueblo está en peligro y si hay alguna forma de ayudarles quiero saberla.

Decidida no esperé ni a su respuesta, simplemente empecé a caminar para dirigirme a donde estaban jugando las Tamas.

Tama, mi Tama o… la que sea —dije alzando la voz, algo confundida al no saber diferenciarlas —. Llévanos con tu maestra, queremos hablar con ella.

Cargando editor
09/07/2020, 06:54
Caitlin "Cait" Venris

Escuché las palabras de Sheliva, nada que no fuera -lamentablemente- esperable. Si no fuese la gran curiosidad que tenía por saber quién era esa misteriosa benefactora nuestra, de qué era capaz y por qué nos quería ayudar a las tres, quizá estaría mucho más apesadumbrada de lo que estaba en este minuto. Tiempo al tiempo, dicen por ahí...

-Si, en definitiva creo que ya es hora de conocer a la maestra, creo que todas aquí tenemos más o menos las mismas dudas. ¿Vamos Magd?- Le pregunté pues Sheliva ya había dicho que fuéramos con ella a las Tamas, razón por la que me fijé en ese trío de mellizas tan curioso. Miré por momentos al suelo un poco sonrojada al recordar las palabras de la Tama que me trajo respecto a la realidad de sus ropas, sentía curiosidad por ese poder.

-Vamos, chicas- Le comenté a las Tamas -Hemos viajado muchísimo para este encuentro, ¿podemos ir ya con la maestra?-  Finalicé, trate de sonar amigable, aunque podrían confundir mi tono con un trato mucho más tosco.

Cargando editor
09/07/2020, 11:43
Marae

-Mhnnn???- Ambas dejaron lo que estaban haciendo, básicamente debatir si podían comer tarta de manzana en vez de manzanas y orientaron sus orejas y caras a Sheliva que querían llamar su atención.- Oh claro la maestra si si si, queréis conocer a la maestra no?

Parecía que las presentaciones no habían salido del todo bien, habían muchos egos en el aire y quizás muchas preguntas también y de momento ninguna tenia la respuesta. Las Tamas se levantaron y una vez mas os guiaron hacia abajo, dos de vosotras ya habíais estado en esta sala, pero ahora habría algo diferente, un pequeño detalle de nada.

La escalera bajaba bastante profundo, podíais ver algunas bifurcaciones pero no parecían que dieran a ningún lugar de interés. El lugar estaba iluminado por antorchas que daban suficiente luz para que no os cayerais hasta que llegasteis al final. El lugar era hermoso, era una gran bóveda adornada con flores y con algunos arboles que se enroscaban en los pilares de piedra que sostenían ese lugar, ademas justo en medio de la bóveda había una zona sin piedra y dejaba que la luz del sol se filtrara iluminando curiosamente todo de un tono verdoso muy agradable.

En el centro de la sala, iluminada por la luz se encontraba una estatua de una mujer muy hermosa, se dibujaba con un vestido que recordaba a la hierba y con algunos motivos florales, su cabello parecía la mas fina enredadera y su expresión era afable, era parecida a las estatuas del exterior pero esta sin duda era mucho mas elaborada. A los pies de esta, por increíble que pareciera, enorme, una kitsune dormía.

Mediría cerca de 4 metros de altura pero de largo eran cerca de diez, tenia seis colas parecidas a las de Tama que quedaban reposadas entre sus enormes patas. Su expresión era placida y dormía enroscada a los pies de la estatua con un rostro zorruno. Su pelaje era blanco decorado con los mismos patrones que Tama y por supuesto era una criatura, no tenia nada de humana.

Las Tamas con una sonrisa se acercaron a la kitsune y cuando estuvieron cerca, se giraron y con la mano parecía que se despedían de vosotras. -Nos veremos en el otro lado!- Gritaron al unisono mientras ambas tres desaparecían como si una pompa de jabon estallara en luz. Con ese mismo resplandor, la enorme kitsune recupero las tres colas que le faltaban, haciendo un total de nueve colas, en cuanto las colas se formaron esta despertó y empezó a levantarse.

Si dormida ya era imponente, despierta lo era mas, agitaba sus colas, balanceándolas en el aire a un ritmo casi hipnótico mientras mostraba su porte bello ante vosotras, se os quedo mirando con astucia antes de acercarse a la estatua y soltar su aliento en la piedra antes de sentarse en el suelo y rodear la estatua con sus colas en actitud protectora. La piedra empezó a resquebrajarse, fundiéndose la piedra con un tono mas carnoso antes de que aquella mujer que representaba la piedra, se formara delante de vosotras. No podíais explicarlo con palabras, pero ver a aquella mujer daba paz, mucha paz.

-Hijas miás...- Con un suave tono de voz, como el de un riachuelo corriendo libre.- Bienvenidas, espero que vuestros corazones se hayan templado durante el viaje, mi mensajera os a traído hacia mi, mi nombre es Marae, Mareth también se me llama, soy la dios de este mundo y la representante de la vida.

Cargando editor
09/07/2020, 19:36
Magd Bruhne

La conversación se podía dar por terminada de momento, ya que, ciertamente, la única que podía darles alguna respuesta acerca de aquellos eventos era la maestra de Tama. Así que Sheliva y Cait pidieron a las Tamas que las guiaran hasta su maestra. Cait además le hizo un gesto para que les siguiera también, gesto que Magd contestó con un asentimiento, siguiendo al grupo.

Regresaron a la estancia en la que se encontraban aquella estatua y el zorro de seis colas. Y lo que sucedió fue algo que jamás se habría imaginado. ¡Las Tamas se fusionaron con el zorro de seis colas! Así que a eso se referían con que ese zorro, bueno, zorra, era Tama. Todas ellas eran parte de esa criatura. Era impresionante.

Y la cosa no acabó ahí, ya que gracias a... algo que Tama hizo, la estatua cobró vida. Literalmente, la piedra se volvió carne y aquella mujer empezó a hablarles. Y su voz era suave y dulce, tranquilizadora como un abrazo materno en una noche de tormenta.

Magd hincó una rodilla en tierra, saludando respetuosamente.

 -Lady Marae, es un honor estar ante su presencia. Gracias a su divina ayuda las tres estamos vivas.

Esperaba estar usando el tono correcto, ¡nunca antes había hablado cara a cara con una diosa!

 -Pero tenemos muchas preguntas. ¿Qué fue lo que nos atacó? ¿Está relacionado de alguna manera?

Cargando editor
09/07/2020, 23:47
Sheliva

Observé confundida como aquella estatua cobraba vida después de que las Tamas se hubiera fusionado, algo que jamás había visto ni sabía qué tipo de magia era aquella. Siendo tal la sorpresa que cuando recobré la consciencia en mí misma me encontraba con la boca abierta admirando a aquella mujer que se definía a si misma como una diosa. ¿Era eso verdad?, ¿por qué entonces mi maestra no me había hablado de nada así? Cerré los labios y los apreté suavemente sin saber todavía si podía confiar en ella, aunque la sensación que me trasmitía indicaba que no debía temer y podía creer en su palabra.

Vi como Magd tomaba la iniciativa y se arrodillaba ante ella, aunque yo no mostré ese tipo de respeto. Me crucé de brazos manteniéndome detrás mientras la seguía observando fijamente.

¿Por qué nosotras? —pregunté también después de las preguntas de la que parecía la mayor.

Sin duda había otras elfas mucho más experimentadas que yo, pues apenas estaba terminando mi iniciación. Sin duda Cirlia hubiese servido para estos propósitos mucho mejor que ello. En cambio la zorrita había venido a por mí. ¿Por qué nosotras, qué teníamos de especial?, ¿acaso había sido solo casualidad por habernos topado con esa infección?

Cargando editor
10/07/2020, 21:05
Caitlin "Cait" Venris

Volvimos a entrar detrás de las Tamas, la kitsune que había allí era realmente imponente pero estaba recostada, no sabía qué pensar. ¿Será ella?, nada más pensé eso las Tamas se despidieron y comenzaron a unificarse a la kitsune, volviéndose tres de las ahora nueve colas que tenía, quedé boquiabierta ante tal escena, ¿entonces las Tamas eran la kitsune?, no sabía qué pensar, me sentía perpleja y me dejó confundida sobre la identidad de las Tamas. Inmediatamente la gran kitsune se levantó y nos habló y se presentó.

¿Lady Marae?, su voz era de templanza y tranquilidad, daba seguridad. Me fijé que Magd se arrodilló ante Marae, imagino que por costumbres humanas, yo cual elfa en señal de respeto, realicé una reverencia élfica inclinándome en son de respeto, al fin y al cabo fue ella la que me salvó.

-Muchísimas gracias por salvarme, Lady Marae- Le respondí, pero no realicé pregunta alguna pues tenía las mismas que Magd y Sheliva, no veía necesidad en repetirlas, pero si necesitaba esa misma información. He viajado tanto por llegar aquí, ojalá realmente tenga respuestas que pueda salvar Lastae... Si es que sigue en pie. Tuve escalofríos al pensar en ello.

Cargando editor
11/07/2020, 14:53
Marae

La mujer, Marae, no dio un paso hacia vosotras, se quedo en el pedestal apenas sin moverse como si sus pies estuvieran clavadas a la base, pero os iba mirando a cada una, sonriendo un poco por como Magd se arrodillaba de aquella forma. -Ojala hubiera podido salvar a mas.- Respondió Marae antes de que empezara a contestar vuestras preguntas.

-Lo que os ataco, es algo que no debería haber existido en este mundo, la corrupción, un tipo de magia prohibida. Bajo mis ojos, algunas hechiceras han trasgredido el orden natural de este mundo y han abierto una brecha, la señora de la lujuria Astartea a pasado a este plano...y a traído con ella a sus comandantes...esas son las que visteis. Hace siglos que desterramos la corrupción de este mundo, con el esfuerzo de razas, criaturas y deidades, pero parece ser que no fue suficiente, por ello os pido perdón.- Y Marae se inclino ligeramente mostrando arrepentimiento, Tama se acerco un poco a ella y paso el morro por su mejilla para que se levantara y la diosa sonrió un poco mas.

-Mi fiel guiá, tiene que ser difícil permanecer siempre aquí sola. -Acariciando un poco la cabeza de la gran Tama antes de volver a vosotras. -Cuando la corrupción estallo, intente intervenir lo mas rapido que pude, pero no puedo interferir en el mundo...no al menos como antes. Intente salvar a las almas mas puras que encontré, esas sois vosotras, sois especiales, al menos a mis ojos lo sois y por ello os quiero pedir algo.

-Este mundo, sin vuestra ayuda, sera consumido una vez mas por la corrupción, por la lujuria, no pasara hoy, quizás no mañana, pero la corrupción avanza lentamente a través de estas tierras. Quiero que seáis mi voz, donde yo no pueda llegar, mis piernas, donde yo no pueda estar y mi espada donde yo no pueda combatir. Si no, el futuro de este mundo sera incierto. Decidme...me ayudareis?

Cargando editor
13/07/2020, 11:29
Magd Bruhne

Aquel comentario de "ojalá hubiera podido salvar a más" hizo que la guerrera tragara saliva. No pudo evitar pensar en su ciudad y, concretamente, en sus padres. ¿Estarían bien? Confiaba en la guardia de Tel'Adre y en la capitana Elivil, pero... Ese sentimiento negativo ahí estaba.

Cuando Marae empezó a contestar a sus preguntas y a relatar el motivo por el que las eligió, Magd escuchó poniendo toda su atención. Habían sido seleccionadas por una Diosa, ¡una Diosa! ¡Y para salvar al mundo, nada menos! ¿Seguro que todo aquello no era una alucinación provocada por la manzana que se había comido?

 -Contad con mi ayuda, Lady Marae.

Porque fuera o no alucinación, la causa para la que Marae pedía ayuda era justa. Negarse a algo así iba en contra de todo en lo que Magd creía.

 -¿Astartea es como vos? ¿Una divinidad?

Porque si era sí, iban a necesitar algo de... Bueno, bastante ayuda para derrotarla. Porque ella había visto de primera mano el terrible poder que se gastaba una sola de sus lugartenientes. Si Astartea era más fuerte que ella, así como estaban lo iban a tener complicado para ganar.

Notas de juego

Perdón por el retraso, el fin de semana se me ha complicado una pizca.

Cargando editor
14/07/2020, 06:52
Caitlin "Cait" Venris

Ojalá hubiera podido salvar a más... Esas palabras hicieron eco en mi mente, Lady Marae muy seguramente sabía a la perfección lo que nos ocurrió a nosotros y quizá a cuantas más criaturas. Apenas éramos tres las que pudo salvar, ¿cuántos ataques más han ocurrido? Su narración de lo acontecido en el mundo, del regreso de Astartae y de sus secuaces era, cuando menos, estremecedor y escalofriante. ¿Y nosotras somos lo que hay de resistencia?, ¿qué será de Lastae?, había llegado aquí pensando en que encontraría una ayuda para mi pueblo, pero al parecer la ayuda somos nosotras, y somos las únicas que podemos ayudar a la diosa inmediatamente... No podía dejar de pensar en que las cosas deben estar pésimo en Lastae y en los lugares de donde provenían Magd y Sheliva, y muchísimo más probablemente...

Pero tampoco tenía otra opción, o me colocaba dispuesta a ayudar en esta guerra desde el sitio que me tocó, o por mero abandono de deberes estaría ayudando a Astartae a destruir Lastae y este mundo. -Cuente con mi arco, Lady-  Le dije.

-¿Qué es lo primero que tenemos que hacer, Lady?- Aún así tenía muchísimas dudas respecto al proceder de la misión -No creo que las tres solas podamos defender nuestro mundo, y tampoco sé si estemos capacitadas para ello, ¿qué camino debemos seguir?-

Ojalá podamos ganar esto...

Cargando editor
14/07/2020, 12:45
Marae

-No, Astartea no es una divinidad, pero tampoco es un ser terrenal, realmente no se muy bien lo que es. Cuando me enfrente a ella hace ya mucho tiempo note como si fuera mas bien...una entidad...algo que fue creado. Quizás fue el resultado de la lujuria de otro plano, no lo se, pero no sentí que fuera una diosa. Pero no os confiéis, es astuta y aunque su poder no es tan fuerte como el que fue hace tiempo parece que va ganando fuerza conforme la corrupción pasa por esta tierra.- Marae se llevo la mano en el pecho un poco incomoda y Tama se la quedo mirando con cierta intensidad, sus nueve colas parecían rodearla un momento como si la estuviera arropando.

-Tenéis que buscar vuestro propio camino, enfrentar la corrupción...buscar aquellos que os ayuden, pero no os fieis de todo el mundo ya que la corrupción tiene muchas caras. Os estoy poniendo una losa muy pesada encima de vuestros hombros...lo se, pero confió en que podáis hacer la tarea que os estoy encomendando. Aunque no tenéis ninguna responsabilidad vinisteis siguiendo a Tama, estáis aquí delante mia, me ofrecéis vuestras armas...no me equivoque al salvaros...os estoy agradecida.

Tama comenzó a toser un poco y sus colas brillaban mientras los pies de Marae comenzaban a volverse piedra, la diosa se miro un momento antes de mirar a Tama pasando de nuevo la mano por su cabeza. -No te sobreesfuerces, tendrás que guardar fuerzas, Tama cuidara de este lugar, podéis usarlo como mas querais ella cuidara de vosotras para que al menos tengáis un lugar a salvo donde volver. Tranquila...tranquila...- Tama empezó como a relajarse pero esa petrificacion continuo su camino.

-Mi tiempo se acaba, aprovechad para preguntar pues mas adelante no podre ayudaros.

Cargando editor
14/07/2020, 23:04
Magd Bruhne

Que su enemiga no tuviera el rango de Lady Marae tranquilizó a la guerrera, tranquilidad que se esfumó al saber que el tiempo no jugaba en su favor.

 -Entonces deberíamos ponernos en marcha cuanto antes. Cuanto más tardemos en derrotar a Astartea, más difícil lo tendremos.

Pero antes de poder empezar a discutir estrategias y planes de acción, Magd observó cómo la diosa empezaba a convertirse de nuevo en piedra. Les pidió perdón por la gran carga que ponía sobre sus hombros, asegurándoles acto seguido que en su templo tendrían siempre un lugar en el que descansar. La guerrera sintió cómo se le hacía un nudo en la garganta. Cuando Lady Marae se convirtiera en piedra de nuevo, estarían solas. Tenía que aprovechar el momento, preguntar todo lo que pudiera ser util para acabar con su enemiga.

 -¿Sabe si Astartea tiene debilidades? ¿Alguna arma que pueda derrotarla? ¿Cuál debería ser nuestro primer objetivo?

Saber qué hacer y a dónde dirigirse le parecía lo más importante en esos momentos. Y si no podía darles esa información concreta, ojalá pudiera darles alguna pista valiosa sobre el próximo paso a dar.

Cargando editor
15/07/2020, 06:16
Caitlin "Cait" Venris

En efecto, el peso que nos está colocando encima es tremendo. ¿Seremos capaces de hacer esto?, tenía muchas dudas sobre nosotras mismas, y lo que nos dijo Lady Marae era demasiado general, no nos daba dirección alguna desde donde comenzar, ¿hacia dónde iremos? ¿tendré que abandonar Lastae definitivamente por este bien mayor? ¿las chicas podrán hacer lo mismo con sus hogares? Se me agolpaban las preguntas en la cabeza. Algo tendríamos que hacer, por lo menos este lugar sería algo así como nuestra base para ello.

Estaba de brazos cruzados mirando al suelo con esos pensamientos cuando me fijé que Lady Marae comenzó a petrificarse y le dio unas palabras a Tama. Magd hizo unas preguntas muy pertinentes sobre donde podríamos comenzar nuestra misión. Miré a los ojos de Lady Marae mientras volvía a ser piedra, y de mis labios solo salió una pregunta antes de que se fuera -¿Seremos capaces de acabar esto?- Realmente sentía mucha inseguridad al respecto, con suerte había recorrido los bosques aledaños de Lastae, poco y nada sabía del resto del mundo, mucho menos de Magd y Sheliva, ¿cómo podremos salvar al mundo de esta?, o mejor dicho... ¿saldremos vivas de esta?

Por otro lado, Lastae estaría totalmente sitiada en este minuto, tampoco tenía idea de si allí estaría aportando más de la flexibilidad que tendríamos ahora. Al fin y al cabo, era una mera subordinada mal vista por las otras...

Cargando editor
15/07/2020, 13:43
Marae

-Una debilidad...vosotras sois su debilidad. Todo aquella que se alce contra Astartea es una debilidad, pero al mismo tiempo es su mayor fortaleza, pues cualquiera puede caer en la lujuria. La corrupción es una enfermedad que se extiende por el mundo y por el cuerpo, pero si se combate, se arrincona y se extirpa...tal vez se pueda hacer. No hay arma ni cántico mágico que pueda daros para ayudaros en esta tarea, mi poder ahora es limitado y también mi influencia. Buscad a aquellas que os puedan ayudar, tal vez en el lago, en vuestras propias naciones, quizás a aquellos que viajan incansables de un lugar a otro buscando hogar.

-Lamentablemente la corrupción avanza y para bien o mal estos lugares ya empiezan a ser tocados por su influencia, intentare ayudaros desde arriba pero no puedo garantizar que pueda lograrlo.- La petrificacion continuaba avanzando y la llegaba por la cintura pasando por el vientre, Marae miro hacia abajo, hacia su cuerpo y suspiro, no parecía incomoda pero parecía hacerse a la idea de que tendría que marcharse.

-No lo se, sinceramente, el mundo a cambiado y la paz a relajado a sus habitantes, por una parte me siento orgullosa de haber podido mantener la paz durante tanto tiempo. Pero por otro lado, creo que no estabais preparadas para lo que a llegado, sigo echándome la culpa...quizás si hubiera sido mas fuerte esto no hubiera pasado. Pero ahora queda en vuestras manos, no se lo que va a pasar, pero confió en vuestra determinación, confió en que lo lograreis.- La piedra ya llegaba hasta su cuerpo y Marae puso un gesto apacible, cerrando un momento los ojos antes de abrirlo. -Os estaré observando, mis paladines.- Y con esas ultimas palabras Marae se convirtió una vez mas en piedra.

Tama se quedo mirándola un momento antes de aullar hacia arriba, un aullido lastimero que lleno toda la sala con su sonido antes de mirar la estatua un momento y simplemente tumbarse, recostada mientras os observaba como si estuviera un poco cansada. Os habíais quedado solas si, pero notabais como un aliento cálido en vuestro interior, como si Marae aun continuara en ese lugar.

Notas de juego

Y con esto, acaba el prologo, ahora empieza vuestra aventura~

Ahora es cuestion vuestra tomar las decisiones.

Cargando editor
15/07/2020, 20:49
Magd Bruhne

De verdad que a Magd le habría encantado que la diosa les hubiera dado respuestas más concretas y materiales, como "id a buscar la espada enterrada en la cueva de la montaña a cien leguas al norte". Al menos ella sabía cómo manejar una espada. Pero ser ellas mismas las armas... Sinceramente no sabía cómo se desenvolverían para acabar con la corrupción que amenazaba su mundo. Pero tampoco debía dudar, ¡porque seguro que eso fortalecía a su enemiga! Ahora notaba el peso de la losa que Lady Marae les había puesto sobre los hombros.

Magd quiso añadir algo más, pero ya fue tarde. La diosa se terminó de convertir en piedra, dejándolas a ellas y a Tama solas. Pero... Aunque Lady Marae se habia "ido", en cierto modo seguía con ellas. O al menos, su presencia se podía sentir flotando en el ambiente, aportando algo de consuelo a una situación que parecía bastante desesperada.

 -Bueno... ¿Qué hacemos ahora?

Que no era baladí la cuestión. Tenían que ponerse en marcha cuanto antes, pero no podían echar a correr como pollos descabezados.

 -Lady Marae habló de un lago, ¿qué lagos hay por aquí cerca? ¿Lo sabéis?

Cargando editor
16/07/2020, 05:33
Caitlin "Cait" Venris

Y finalmente Lady Marae se petrificó, su presencia se sentía todavía en el lugar pero las dudas y el pesar de la misión eran más que evidentes. Quedé pensativa por unos instantes, mirando al suelo de brazos cruzados y pensando en todo lo recorrido para llegar hasta aquí. ¿Finalmente la ayuda somos nosotras...?, suspiré, no me alegraba el panorama aquella verdad. En definitiva en este minuto lo que más necesitaríamos sería establecernos aquí, necesitábamos un lugar desde dodne trabajar y Lady Marae nos ha dado este sitio.

-Bueno Magd, creo que no tenemos muchas opciones. En primer lugar creo que deberíamos conseguir provisiones para sobrevivir aquí, y quizá Tama tenga idea de dónde está ese lago- Me fijé en la kitsune, se veía algo agotada y su aullido era lastimero, pero no nos quedaban muchas opciones de donde conseguir más información. Vamos, que apenas estoy conociendo este mundo, ¿cómo voy a saber a donde tener que ir o como salvarlo?. Estuve mirando la estructura,y le volví a comentar a Magd -Ahora, también podríamos comenzar por conocer bien este lugar y darle un rato de descanso a la kitsune, si nos vamos a quedar aquí, al menos deberíamos conocerlo bien, ¿no lo crees?- Y con eso decidí seguir caminando adentro del lugar para saber qué otra cosa tiene.

 

 

Cargando editor
18/07/2020, 13:57
Sheliva

Había estado escuchando en todo momento, reflexiva sobre las palabras que aquella Diosa había pronunciado. Una parte de mí quería ayudar en esa noble causa y luchar contra la corrupción de la que hablaba, la misma que había visto en mi hogar, pero otra parte de mí se mantenía egoísta. ¿Cómo podría dejar a mis hermanas solas? ¿O a Cirlia después de lo que había pasado? Me quedé en silencio notando un nudo en la garganta que me impedía pronunciar palabra y tan solo cuando de nuevo comenzó a convertirse en piedra empecé a reaccionar.

Encontraremos provisiones por el camino, no voy a quedarme aquí parada —dije con un tono algo mandón, aunque la agudez de mis palabras le restaba la mayoría de la fuerza —. Ha dicho que cuanto más tardemos más fuerte se hará así que será mejor que nos pongamos en marcha. Hablaremos mientras caminamos. 

Miré a Cait que parecía querer tomar un descanso y dejar recuperar energías a Tama, pero yo no tenía intención de esperar por ella, no sabiendo lo rara que era y su forma de aparecerse en cualquier sitio. Así que después me acerqué a Magd dando unos pasos hacia ella. De nuevo vi la diferencia de su tamaño contra el mío y sentí como me intimidaba de alguna manera y me provocaba tragar saliva. Sus pechos lucían enormes bajo aquella vestimenta que dejaba ver bastante de su piel, así como sus caderas y sus piernas. Debía de ser muy fuerte y tras lo que había pasado la última vez donde mi magia fue inútil... eso sería de gran ayuda.

Tama nos alcanzará si desea hacerlo —empecé a decir ahora con un tono más suave —. A todas nos han alejado de nuestro hogar. Salgamos ahí fuera y empecemos a buscar ese lago. Debe haber pueblos o alguna aldea donde podamos preguntar, o incluso alguien por el camino. 

Y sin esperar a la respuesta de ninguna, solté un pequeño gruñido y me encaminé hacia las escaleras para salir de nuevo allí y dirigirme al exterior. A pesar de que no había dicho que aceptara aquel plan ni el ser una de sus paladinas me sentía animada y con ganas de empezar. Y si la lujuria era parte de su corrupción sabía que podríamos encontrarla en cualquier lugar, incluso en ocasiones puede que... en nosotras mismas.

Cargando editor
19/07/2020, 01:01
Magd Bruhne

Sheliva, que se habia quedado callada mientras Cait y ella hacían la preguntas pertinentes a Lady Marae, recuperó la voz, empezando a dar indicaciones al grupo. Según ella, tenían que salir cuanto antes para evitar que el mal se extendiera más. La guerrera se incorporó todo lo alta que era antes de comenzar a hablar:

 -El lago me parece un buen objetivo y coincido en que tenemos que ponernos en marcha cuanto antes. Pero ir a lo loco jugará en nuestra contra. Lo primero es orientarnos y planificar mientras descansamos nuestros cuerpos. Yo puedo ir a recoger víveres. Vosotras podéis ocuparos de planificar el viaje y de buscar dónde queda el norte. En cuanto a Tama...

Magd miró a la criatura que descansaba a los pies de la estatua.

 -Ahí coincido con la señorita Sheliva. Seguramente nos podrá buscar cuando se recupere, pero esperarla un poco no creo que vaya a provocar tanto daño. Y si aprovechamos ese tiempo en planificarnos para no perdernos por el camino, desde mi punto de vista nos saldrá más rentable.

Porque si salían y se perdían por no tener la ruta pensada, acabarían perdiendo mucho más tiempo que el que pudieran emplear en orientarse de antemano.

Cargando editor
20/07/2020, 01:30
Caitlin "Cait" Venris

Las quedé mirando, en especial a Sheliva que se notó bien enérgica por comenzar inmediatamente la búsqueda por nuevos aliados y ese lago que mencionó Lady Marae. No sabía qué pensar exactamente, aunque Lady Marae haya dicho un lugar vago, considerando que han sido muchísimos los ataques, bien cualquier sitio en peligro era buen comienza. Como también lo es este sitio...

-Sheliva, entiendo que quieras salir cuanto antes para no perder tiempo, pero si llegar hasta aquí me tomó una semana y algo más, creo que el resto del mundo bien podrá esperar una jornada más- En ese minuto no podía dejar de pensar en Lastae, en una semana bien podría haber sido ya acabada por la Alraune, o estar todavía en pleno asedio, pero dadas las cosas, quizá pasaría mucho tiempo antes de que pudiese regresar con ayuda, si es que siguen allí... Mi mirada se puso melancólica con esos pensamientos, por lo que concluí diciendo -Estoy con Magd en que quizá ir a ciegas no nos llevará más allá que perdernos en círculos en el bosque- Algo que las elfas novatas que venían a ser guardianas era muy común, no me sorprendería en ese minuto si nos fuera a suceder lo mismo, considerando que acabábamos de llegar y, al parecer, ninguna conocía esta zona.

-De todas formas, cualquier planificación solo pasará por quien conozca esta región de antemano, y creo que es ninguna de nosotras...- Las miré de nuevo de forma pensativa y comenté -Como Magd irá a buscar provisiones, yo iré a hablar con Tama para saber qué camino tomar. Sheliva, podrías ir con alguna de nosotras o explorar este sitio, además... Tama es la guardiana del santuario, no sabemos si vendrá con nosotras-

Dicho eso me encaminé donde la kitsune, sabía que estaba cansada, pero quizá podría respondernos algunas cosas, además de que un descanso por hoy estaría bien, en especial si este sitio será nuestro hogar por el próximo tiempo. -¿Tama...?- Le comencé a hablar con una voz suave para tratar de no molestarla bruscamente, -Oye... ¿Podrías resolvernos algunas dudas, por favor?-