Partida Rol por web

En los inicios de la corrupción (Hentai +18)

Pueblo elfico, pantano del norte

Cargando editor
18/06/2020, 11:31
Cirlia

-Entonces seré muy suave contigo...pero te va a doler un poco...pero tranquila que te haré sentir muy bien.- Susurro Cirlia al escuchar aquellas palabras. Su mano finalmente describió un movimiento por toda tu cadera hasta tu pelvis, acariciando suavemente esa zona antes de aventurarse un poco mas abajo posando sus dedos alrededor de tus labios vaginales. -Mhnn...estas húmeda...- Lamiendo de nuevo el pezón mientras comenzó a jugar con tu cuerpo.

Sus dedos empezaron a acariciar tu vagina, pasando al principio por los bordes de forma suave, apretando un poco para estimular mejor antes de, con cierta presión, separar dichos labios con dos dedos. Con un tercero se aventuro a rozar tu entrada vaginal, palpándola con la yema de los dedos antes de subir recorriendo los labios interiores hasta el clítoris, dándole una larga caricia para estimular de mas. -Ah...estas caliente Sheliva...te gusta?- Pregunto Cirlia que parecía que poco a poco se soltaba de mas, disfrutando de ese encuentro. -Mhnnn...tu también tienes que aprender.

Moviendo un poco su pelvis y cuerpo, Cirlia se puso a un costado de ti, aun prácticamente encima de ti pero desde una posición elevada y de lado. Su mano continuo jugando con tu vagina, acariciando labios y clítoris de forma alterna mientras acercaba uno de los pechos a tu rostro. -Mirame, no tengas vergüenza.- Tomándote con la mano que le sobraba de la cabeza y asegurándose de que la miraras antes de encarara tu cabeza hacia sus pechos. -Tenemos que unirnos Sheliva, para que mi hechizo funcione, asi que...pierde un poco la vergüenza, yo la estoy perdiendo.- Acariciando de nuevo tu mejilla para quitarte las lagrimas antes de que el dedo que rozaba tu clítoris se acercara peligrosamente a tu entrada.

Con una mano seguia mimando tu cabeza y mejilla pero la otra estimulaba tu centro del placer y lentamente, fue introduciendo ese dedo en tu interior, palpando tus paredes con cuidado de no rasgar el himen mientras buscaba tu punto de placer. -Apretada...

Cargando editor
18/06/2020, 23:51
Sheliva

Tan solo asentí suavemente a sus palabras, aún con una timidez que me sobrecogía, dándole permiso para que hiciera lo que necesitaba hacer conmigo. Al fin y al cabo… todo esto lo estábamos haciendo para unirnos y así restablecer mi poder. Aunque yo no podía dejar de sentirlo de una forma muy diferente. Cuando finalmente sus dedos bajaron por mi bajo vientre y alcanzaron mi sexo un denso suspiro escapó de entre mis labios, escuchando sus palabras, unas que me hacían avergonzarme aún más.

Mis dedos se apretaron con fuerza en su cabeza y en su espalda a medida que notaba aquellas caricias cada vez más profundas, su lengua jugando en mi pecho. Apretaba la mandíbula con fuerza intentando contener aquellos sonidos tan vergonzosos, pero no podía hacerlo… con el rostro completamente enrojecido y un calor que me asfixiaba, los primeros gemidos de placer empezaron a salir de mi boca. Agudos y suaves, haciéndose cada vez más intensos, como lo hacían sus movimientos.

Ma-maestra… ummfh… —respondí a su pregunta, sin ser una respuesta, pero no podía dársela en ese momento.

Claro que lo que estaba haciendo me gustaba, podía sentir como todo mi cuerpo reaccionaba y mi cadera intentaba alzarse pero su peso me lo impedía. Mientras aquel hormigueo se hacía más intenso ante sus caricias al sentir el placer que me daba con sus dedos. Como recorría mi húmedo y caliente sexo, como me abría para ella de esa forma que yo solo había soñado.

Cuando empezó a quitarse un poco de mí para colocarse algo a mi lado, aún podía sentir parte de su cuerpo adulto sobre el mío. Sus pechos acariciando mi piel, sus pierna junto a la mía. Abrí los ojos cuando sentí su mano y entonces la vi, pude ver de nuevo su hermoso cuerpo y cómo acariciaba el mío. Cómo su mano se hundía entre mis muslos para perderla de mi vista pero seguía sintiendo sus dedos, cada vez más excitada, cada vez emitiendo aquellos sonidos más altos… con la boca entreabierta, jadeando de placer.

Entonces lo sentí… empecé a notar como su dedo se colocaba en la entrada de mi cuerpo y la suave presión que provocaba que abriera con facilidad. Abrí la boca más soltando un pequeño y agudo grito, notando como ya estaba dentro, como me acariciaba y lo movía dentro de mi sexo. Me costaba respirar con facilidad y el calor me hacía sudar, mientras mis ojos miraban a los suyos, recorrían su cuerpo desnudo y terminaban en la mano que iba hacia mi sexo.

S-sí… maestra… —respondí ante aquello de perder la vergüenza, aunque mi expresión y mi rostro encendido contrariasen mis palabras —Y-y-yo…

Miré su rostro, tan hermoso, tan perfecto y de nuevo me acerqué a ella para besarla curvando mi espalda y alzando mi cabeza de la cama. Busqué sus labios esta vez de una forma más pasional, profundizando en aquel beso con mi lengua, buscando la suya para bailar dentro de su boca. Besándola entre los jadeos de placer y pesados suspiros que sus actos me provocaban. Mi mano empezaba a deslizarse por su cuerpo. La bajé por su costado y entonces la dirigí hasta su cadera. Poco a poco la llevé hasta su vientre, colocándola entre nuestros cuerpos y me incliné un poco más para bajar… hasta que mis dedos notaron su vello acariciándome.

Cargando editor
19/06/2020, 10:43
Cirlia

-Así...- Correspondiendo ese beso que estaban teniendo, pasando su lengua junto a la tuya para que fuera aun mas intenso. El dedo de Cirlia se movía en tu interior, masturbándote y pasando la yema para dilatar un poco la entrada pero sin llegar a profundizar demasiado, aunque con el dedo no llegaría a rasgarte el himen parecía mas concentrada en empezar a calentarte. Con la palma acariciaba tu clítoris y con los dos dedos que abrían tus labios comenzó a masajear los labios exteriores.

El cuerpo de Cirlia se notaba tonificado al tacto, era delgada, no era musculosa pero si que estaba tonificado, notabas dureza debajo de esa piel tan suave que tenia. Al acercar los dedos a su vello, ella tuvo un leve espasmo que corto débilmente el beso para que ella misma jadeara un poco antes de volver a besarte, acompañado con un movimiento de pelvis para que te aventuraras un poco mas en su zona intima.

El abrazo llego a ser mas intimo, con una mano te masturbaba y la segunda fue hacia tu espalda, acompañándote un poco para que te pusieras de lado junto a ella y ahora estuvierais frente a frente, se abrió un poco de piernas para colarlas entre las tuyas mientras los pies se entrelazaban con los tuyos para poder mostrar mas unión entre ambas. Por falta de aire Cirlia aparto un poco la cabeza hacia atrás, separándose ya del beso pero por unos instantes ambos labios y lenguas estuvieron conectados por un pequeño hilo de baba que no tardo en romperse por el peso del fluido.

Cirlia se quedo mirándote un momento y sonrió complacida antes de darte un rápido beso en los labios, un piquito y juntarse un poco mas si eso era posible, haciendo que sus pechos se rozaran con los tuyos. -Dime...lo que tengas que decirme...- Notando que cada vez que se acercaba a ti dudabas. -Me alegra...que tu primera vez sea conmigo.- Susurro mientras acercaba los labios a una de tus orejas, la derecha, y la mordía suavemente con los labios.

Cuanto mas te aventurabas en su pelvis, mas cerca estabas de sus labios, en el caso de que llegaras a tocarlos notabas que estaba húmeda pero antes de que pudieras profundizar mas en ese roce empezaste a escuchar un ligero cántico por parte de Cirlia, un balbuceo muy suave que reconocías como un conjuro, pero que ella nunca te había enseñado y tampoco podrías memorizar de pronto, pero sin duda estaba conjurando algo. Entonces los tatuajes que se había puesto Cirlia comenzaron a brillar tenuemente y a moverse hacia su pelvis, notabas una corriente caliente pasando por tu mano conforme los tatuajes se centraban en el clítoris de la morena. Cirlia soltó un agradable y suave gemido mientras apretaba su cuerpo e incluso hacia fuerza con el dedo que te había metido antes de arquearse.

Rápidamente su clítoris fue hinchándose y creciendo tomando la forma de un miembro de buen tamaño, tenia el mismo color que la piel de Cirlia junto con un glande rosado, no era enorme pero tenia un tamaño agradable ademas de que el contraste que tenias de tu maestra hacia que el miembro le sentara bien a su figura. Había salido de su clítoris, aun conservaba su vagina y podías sentir los labios, pero el miembro palpitaba excitado mientras Cirlia tomaba un leve suspiro y te miraba excitada. -Ya te lo dije...tenemos que estar muy unidas. Es la primera vez que ves una?- Pregunto mientras retiraba el dedo de tu interior y lo lamia para probar tu sabor, pasando la mano por tu pecho para que te apartaras ligeramente antes de que la propia Cirlia se arrodillara en la cama. -Ven...- Tomándote de la mano y dirigiéndola a su miembro. -Como maestra voy a enseñarte, tranquila, no muerde.

Cargando editor
21/06/2020, 21:45
Sheliva

Gemí suavemente sobre sus labios, con los labios entreabiertos y la mirada fija en sus ojos. Podía sentir como sus dedos se movían por mi sexo a su antojo, como se introducía dentro de mí con aquella suavidad mientras continuaba acariciando mi cada vez más mojado exterior. Notando como mi cuerpo se estremecía ante aquel placer y mi cadera se alzaba un poco hacia ella como si deseara que continuara… que se metiera más dentro de mí.

Quedamos la una junto a la otra y yo apenas podía dejar de mirarla a los ojos, con el rostro enrojecido mientras seguía soltando jadeos y fuertes respiraciones. Yo en cambio ni siquiera me atreví a bajar más mi mano por su cuerpo, a bajarla hasta su femineidad para tocarla. Pero sí que acariciaba su suave piel y su cuerpo, en forma y fibroso, notándolo duro bajo mis dedos cuando lo apretaba o clavaba suavemente mis uñas al sentir como de nuevo acariciaba las paredes de mi interior.

Yo… —dice con suavidad, mirándola aún avergonzada a pesar de lo que estábamos haciendo, queriendo responder a lo que me había dicho — He soñado t-tantas veces con esto.

Aquella forma en la que me hablaba, el escuchar sus palabras tan próximas a mí, tan excitantes… hacía que mi cuerpo incluso reaccionara encendiéndose todavía más. Sabía que si seguía así no aguantaría mucho más bajo sus caricias, que si seguía jugando conmigo de esa forma pronto llegaría. Pero no quería. No quería decepcionarla. Así que tragué saliva y empecé a bajar más mis dedos por su cuerpo, notando como el vello se quedaba atrás y finalmente palpaba el calor y la humedad que su cuerpo desprendía. ¡Estaba excitada también! Aquello me emocionó como si fuese una revelación para mí y entonces quise deslizar más mis dedos cuando de pronto…

Aahhf… Cirlia —pronuncié entre gemidos al sentir como su dedo apretaba mi interior mientras ella recitaba aquel extraño cántico.

Tardé unos instantes en darme cuenta de lo que estaba ocurriendo, como en su sexo empezaba a surgir aquel miembro donde había estado mi mano. Al sentir como salió de mi interior solté un denso suspiro, totalmente excitada pero a la vez aliviada porque ya casi me había hecho terminar. Pero entonces un pensamiento acudió a mí, un pensamiento que me hizo alzar la vista y mirarla de nuevo a los ojos tragando saliva: ¿A eso se refería con estar a unidas?, ¿a meterlo dentro de mí?

Asentí suavemente ante su pregunta y de nuevo bajé la vista mientras me mordía el labio, notando como daba suaves respingos, ya erecta con aquella rosada cabeza. Nunca había sentido curiosidad por los machos, pero en ella incluso se veía precioso.

Maestra… —intenté decir, pero me costaba mucho hablar, me costaba pensar.

Me incorporé yo también cuando ella lo hizo, viendo cómo se ponía de rodillas sobre la cama y entonces su riguidez se hacía mucho más visible. Dejé que tomara mi mano y lo llevara a su miembro, el cual rodeé con suavidad, notando lo caliente y duro que estaba.

E-esta vez, quiero ser yo la que… la que…

Entonces me incliné, estando de rodillas también sobre la cama eché mi cuerpo hacia delante sin soltar su falo, apoyando el codo que tenía libre sobre la cama quedando entre apoyos. Llevé mi rostro junto a ella y entonces alcé la vista para mirarla, antes de bajarla de nuevo viendo su miembro. Cerré los ojos y abrí la boca colocándola sobre su punta, introduciéndome parte de su glande entre los labios antes de usar mi lengua para acariciarlo notando cómo era su sabor. Hice unos suaves círculos con la lengua, mezclando mi saliva con su humedad, lentos notando su forma. Hasta que entonces empecé a introducírmela lentamente apretando mis labios contra ella mientras mi mano se deslizaba por su tronco con suavidad hasta el lugar donde nacía.

Cargando editor
22/06/2020, 13:52
Cirlia

-Lo que te han hecho te a bloqueado por dentro, asi que voy unirme a ti y esparciré mi conjuro de la misma forma. -Explico mientras ya te dejaba cierta autonomía para que exploraras su cuerpo, el simple hecho de agarrarla ya hizo que Cirlia jadeara de placer. -Tranquila, no puedes...mhn...quedar embarazada por esto, no tengo esa capacidad...pero si te sentirás caliente por dentro cuando suceda...tomate tu tiempo.-

Cirlia se mordió el labio inferior al ver tu cuerpo colocarse de esa forma, marcando bien tu espalda y nalgas para deleite de la maestra, la cual por el momento no dejo de mirarte en ningún momento. -Ah...- Al notar tus labios un débil gemido por su parte y notabas como el glande palpitaba un poco deseosa de probarte, al recorrer el largo del miembro notabas que salia directamente del clítoris como si se hubiera convertido en ese miembro ya que al tocar la base esta estaba húmeda por los propios fluidos de Cirlia y si seguías un poco mas podías sentir sus labios vaginales.

Mientras tu te deleitabas con el sabor pervertido de Cirlia, esta pasaba las manos por tu cabello en suaves caricias, arreglándote el cabello para que no te molestara en la cara y de paso pasar una mano por toda tu espalda hasta la zona lumbar. Con dos dedos recorrió todo tu ano dando una ligera caricia a esta antes de volver a tu vagina, palpándola por encima y dando un roce a tu clítoris antes de ir un poco hacia arriba y introducir ambos dedos dentro de ti, palpando ahora bien tu interior con cierta presión.

-No dejes...de hacer lo que estas haciendo...ah...- Pidió Cirlia mientras buscaba darte placer. -Me encargare de ti mientras tu te encargas de mi.- Paso de estar arrodillada a estar ya mas sentada, cercana a ti y así poder manejar mejor tu cuerpo y llegar a mas zonas, los dedos traviesos de Cirlia iban masturbándote mientras con la otra mano, la coloco en tu mejilla y te iba guiando, enseñándote como moverte con suaves toques. -Así...solo toma lo que puedas tomar, no te sobre esfuerces...así...Ahora sal...- Con la mano en la mejilla la acompaño para que sacaras el miembro de tu boca y te guio hasta su vagina. -Nunca pensé que vería a mi aprendiz de esta manera...he de decir...que me agrada lo que veo...- Sonriendo aun sonrojada, parecía un poco mas tierna que las veces que habías tratado con ella. -Eres hermosa Sheliva...Disfruta todo lo que quieras de este momento, prueba cada parte de mi porque yo voy a probar cada parte de ti.

Cargando editor
23/06/2020, 01:04
Sheliva

Notaba el sabor de mi maestra, como un afrodisíaco que me encendía todavía más, mientras mi lengua recorría su rosado glande antes de profundizar usando mi boca. Descendí lentamente notando la forma de su miembro en mis labios. Cómo me iba llenando poco a poco mientras mis labios y mis mofletes se apretaban contra la carne mientras mi saliva caía por su tronco y llegaba hasta mis dedos. Estos continuaron explorando con curiosidad, sintiendo como al terminar aquel duro tronco la humedad de mi maestra se hacía de nuevo más notable, con aquel sexo femenino que se mezclaba a la perfección. Usando la yema de los dedos comencé a acariciar el valle de sus labios, sintiendo como sus fluidos me mojaban por la excitación, notando que ella también estaba caliente por lo que hacíamos.

Mientras tanto podía sentir sus caricias recorrer mi cuerpo, aquellos dedos que se colaban entre mis nalgas y me acariciaban con suavidad. Aquellos dedos que de nuevo buscaba mi sexo para recorrerlo antes de... antes de volver a llenarme esta vez de una forma más dura a la par que placentera. Apreté los ojos al sentir como entraba y tuve que sacarme su polla de la boca para soltar un gemido, agachando mi rostro mientras mis caderas daban un respingo notando aquel presión dentro de mí. Pero cuando me dijo que continuara, simplemente obedecí.

S-sí... maah... maestra —pronuncié con debilidad entre suaves jadeos, volviendo a introducírmelo en la boca para usar mi lengua y mis labios contra ella.

Acompañada por su mano continué haciendoselo con la boca, bajando hasta que sentía que no podía más, para empezar a subir de nuevo dejando el rastro de mi saliva brillando en su miembro. Me la saqué complemente y entonces empecé a descender por aquella dureza, acaricianándola con mis labios, hasta que estos llegaron a su se sexo femenino. Saqué la lengua y con timidez la pasé simplemente rozando sus labios, empezando a usarla con suaves movimientos, pequeñas lamidas. Como una gatita que lame de un cuenco de leche. Cada vez mi lengua se pegaba más a su caliente femineidad y sus sabores me llenaban la boca tanto como sus dedos lo hacían en mi vagina.

Gramf... gracias ma-maestra —respondí intentado alzar la vista desde esa posición, viendo su falo erecto, sus hermosos pechos y su rostro —So... uhmf... solo dime qué quieres que haga y yo... y yo... —no acabé la frase, me mordí el labio con fuerza reprimiendo un sonoro jadeo.

Sus dedos seguían presionando las paredes de mi interior y temía que si continuaba haciéndolo de esa forma yo... yo sentiría cómo terminaba mi cuerpo antes de que ella introdujera aquel falo dentro de mí. Jamás en mis sueños había imaginado a Cirlia de esa forma, pero ahora estaba deseando que lo hiciera. Que tomara mi virginidad y así unirme más a ella.

Cargando editor
23/06/2020, 16:31
Cirlia

-Ah...mhnn...- Mordiéndose el labio inferior, toda la lamida y succión que le habías dado en el miembro había hecho que este se endureciera de mas si es que era posible, mientras lamias los labios vaginales notabas como los fluidos se iban mezclando con tu saliva haciendo una sopita de lo mas pervertida antes de que ella misma dejara de guiarte, solo te masturbaba. -Aunque es tu primera vez...veo que eres muy acertiva con esto...ah...lo haces muy bien Sheliva...- Lamiéndose lentamente el labio inferior mientras te observaba detenidamente.

Los dedos de Cirlia dejaron de masturbarte, saliendo de tu interior para recorrer todos los labios hasta atrapar el clítoris, sobandolo un poco por encima antes de separarse un poquito, pero esa separación no duro demasiado ya que Cirlia paso la mano empapada en fluidos por tu mejilla y la otra fue acompañándote lentamente. Con cierto cuidado, Cirlia se fue acomodandote en la cama mientras te sentaba en sus rodillas, todo de una forma suave, acompañada, guiándote y moviendo tus piernas para que estuvieras cómoda.

Una vez estuviste encima, se te quedo mirando, el miembro rozaba todos tus labios vaginales, empapándose en su calor mientras tu podías sentir como palpitaba entre ellos, pero no hizo el gesto de penetrarte. -Solo disfruta...- Como si se tratara de una orden antes de tomarte en brazos, y con un gesto firme tumbarte de golpe en la cama quedando ella de nuevo encima de ti pero esta vez no parecía que fuera a ceder.

El miembro de Cirlia acariciaba tu entrada vaginal mientras que ella te alzaba las piernas para que rodearan la cadera de la elfa, colocándote de forma cómoda antes de apoyar ambas manos a los lados de tu cabeza y hacer un ligero gesto con la pelvis, orientando el glande de forma que se acomodo en tu entrada.

-Voy a hacerlo despacio...pero te va a doler.- Aviso Cirlia en el momento en que su cadera empezaba a empujar hacia dentro, en ese mismo instante te abrazo con todo el cuerpo y te beso con pasión para que te centraras en ella. El miembro no tardo en rozar tu zona mas pura y de una firme estocada penetrar en tu interior.

Cargando editor
23/06/2020, 23:22
Sheliva

Disfrutaba con gusto de aquellos nuevos y embriagantes sabores que llenaban mi boca, recogiéndolos en cada lamida, cada vez que mi lengua recorría los pliegues de su cálido sexo para llevarlos a mi boca. Mientras mis gemidos se escapaban cada vez más pesados sobre su piel, cada vez más rápido y más intensos. Podía sentir a la perfección como sus dedos se deslizaban por mi interior, como me masajeaban dándome aquel insoportable placer... hasta que entonces Cirlia decidió sacarlos de nuevo, con aquella suave caricia sacándome un nuevo y sonoro gemido al sentir la presión sobre mi hinchado clítoris. 

Después de aquello yo también aparté mi lengua de su intimidad, aún que todavía podía sentir su sabor entre mis labios. Dejé que me colocara sobre sus rodillas mientras yo me mantenía mirándola a los ojos... a los labios. Era sencillamente preciosa. Ahora más que nunca, con aquella excitación que podía verse en su rostro, con aquellas palabras lascivas que pronunciaba. Y eso lo había hecho yo. Ese pensamiento me hizo sonreír, hasta que de nuevo la sentí muy cerca, sentí cómo su miembro se colocaba entre mis muslos y acariciaba mis labios abriéndolos.

S-sí, maestra —respondí a sus palabras, antes de morderme el labio mientras la observaba ansiosa por sentirla dentro de mí —. Te necesito...

Con un movimiento me tumbó en la cama colocándose de nuevo sobre mí. La miré algo asustada y tragué saliva mientras bajaba la mirada entre nuestros cuerpos viendo como su duro miembro apuntaba directamente hacia mí. Alcé de nuevo la vista mientras me acomodaba, mientras de nuevo me hacía sentir aquella sensación. Todo mi cuerpo estaba temblando esperando aquel momento. Estaba nerviosa y el corazón me iba tan deprisa que lo sentía golpear contra mi pecho una y otra vez, mientras mi respiración agitada se escapaba entre los labios.

Uhmf — jadeé con cierta molestia al sentir la presión que comenzaba a hacer, cerrando los ojos asustada.

Sentí como al hacerlo su cuerpo se juntaba contra el mío en un abrazo, como sus labios me besaban y yo trataba de correspondérselo de una forma torpe y ausente sabiendo lo que iba a hacer. Hasta que entonces... ocurrió. Aquel dolor punzante provocó que mi rostro cambiara y mis ojos se cerraran con fuerza, que mi boca se abriera produciendo un grito sordo que mantuve dentro de mí, a la vez que mis lágrimas de nuevo humedecían mis mejillas. Clavé mis dedos en la espalda de Cirlia durante aquel abrazo con fuerza, notando como mis uñas arañaban su piel con algo de fuerza.

Aún podía sentir aquel dolor como si bombeara una y otra vez en cada latido, pero también podía sentir a mi maestra tan dentro de mí... podía notar como el falo que había estado entre mis labios ahora se hallaba en mi interior produciendome una mezcla de sensaciones que mi cuerpo jamás había experimentado.

Cirlia... —susurré abriendo un poco los ojos para mirarla, buscando sus labios de nuevo para besarla. 

Cargando editor
24/06/2020, 12:00
Cirlia

-Mhnnn...- Cirlia hizo un leve gesto de molestia pero no hizo ningún gesto para apartarte al notar como clavabas las uñas en su espalda, parecía que a la mujer no le importaba y estaba dispuesta a sentir esa leve molestia a cambio de que te desahogaras en ese momento. Los labios de Cirlia estaban muy cerca y pudiste ir a por ella para besarla en cuanto conseguiste tranquilizarte un poco.

Mientras tanto Cirlia, conforme te iba correspondiendo al beso, dejo que tu interior se acomodara y amoldara a ese nuevo placer, dejo su pelvis quieta por un momento para que te fueras acostumbrando a la sensación y que el dolor no fuera tan profundo ni persistente. La lengua de la mujer pasaba por la tuya, los labios se entreabrían en una danza mientras sus manos buscaban consolarte un poco antes de que su propia excitación no la dejara pensar. -Lista?- Pregunto pero no dejo tiempo a que respondieras.

No era la primera vez de Cirlia y sabia como tratarte, pero aun con todo era una mujer y en ese momento se sentía excitada por lo que contenerse era algo difícil para ella. Empezó a mover la pelvis de adentro a fuera, de forma lenta pero no pausada, dejando que todo el largo del miembro saliera hasta que casi el glande estaba fuera antes de volver a introducirla hacia dentro, dejando que este besara tu zona mas profunda. Ese vaivén lento fue continuado hasta que al verte mejor, Cirlia se relamió. -Ahora...vas a sentir calor...aguantalo...- La advirtió antes de tomarla de los hombros, por la zona de las axilas, y con cierta fuerza te sentó de nuevo en sus rodillas, quedando ella sentada y tu encima pero esta vez con el miembro en tu interior.

Cirlia paso la mano por tu vientre de forma circular y notabas como la zona que marcaba era donde estaba alojado el miembro, entonces tal como había advertido empezaba como a calentarse el miembro en tu interior y una vez mas esa sensación de entumecimiento parecía estar patente en tu cuerpo como si, aunque ahora mismo estabas caliente y Cirlia se preocupaba de que así lo estuvieras, por alguna razón tu interior estaba frio. Pero esa sensación estaba siendo extinguida conforme mas te fundías con Cirlia. -Muévete...- Te animo mientras colocaba ambas manos en tus nalgas y con presión te iba marcando el ritmo para que cabalgaras el miembro. -Acostumbrate a la sensación, yo me ocupare del resto, te sientes mejor?

Cargando editor
24/06/2020, 20:55
Sheliva

Apenas podía mantener aquel beso con mi maestra, pues aunque el dolor punzante parecía haber comenzado a disminuir se mezclaba con otras sensaciones en cuanto Cirlia comenzó a mover su cadera con lentitud. Gemí sobre sus labios con suavidad notando como se deslizaba por mi interior y llenaba con su miembro. Haciéndomelo de aquella forma suave y cariñosa, provocando en mí una ola de placer cada vez que sentía como me abandonaba y volvía a llenarme una y otra vez.

Sin saber a qué se refería con lo del calor, noté como me agarraba y como si fuese una muñeca me colocó sobre sus piernas sin salirse de mi interior. Quedando ahora sobre ella, con mis manos aún sujetas a su espalda, abrazada pagando mi pecho contra el suyo notando sus agradables formas. Me retiré suavemente y bajé la vista, viendo como dibujaba un círculo en mi el. Notaba como su dedo me acariciaba por fuerza mientras su falo lo hacía por dentro y entonces lo sentí… aquel calor que desprendía y recorría todo mi interior. Sentía como mi coño empezaba a arder y ansiosa por continuar obedecí a lo que me dijo y empecé a mover esta vez yo mi cintura. Alzándome un poco sobre ella… gimiendo al sentir como su miembro empezaba a recorrerme saliendo, para a continuación volver a sentarme en sus rodillas hasta hundirlo todo lo que podía en mi interior.

S-sí, me siento… uhmf… —dije respondiendo a su pregunta, soltando un nuevo jadeo sin detenerme — Quiero más…

Y poco a poco empecé a moverme sobre ella con más rapidez. Con los labios abiertos y los ojos cerrados empecé a subir y bajar, notando como aquel miembro se abría paso por mi estrecho interior que se amoldaba cada vez que volvía a introducirse dentro de mí. Me sentía arder y aquello que había comenzado como un cosquilleo ahora se sentía como un placer que me llenaba y me embriagaba, un placer que no podría aguantar mucho más tiempo.

Cir… lia… —susurré, casi rogando por su nombre —. Me… me… —terminé diciendo entre jadeos de placer.

Cargando editor
25/06/2020, 11:39
Cirlia

Mientras disfrutabas, Cirlia se encargo de mimarte bien. Sus manos estaban en tus nalgas, agarrándolas con firmeza y acompañando el movimiento para que el miembro no saliera en ningún momento de tu interior, mientras tanto Cirlia acerco sus labios a los tuyos lamiéndolos un poquito de forma lasciva. -Dejalo salir....ah...yo también lo haré...- Mordiéndote el labio inferior antes de recorrer tu cuello con suaves besos y centrarse en tu placer.

La pelvis de Cirlia se movía en compás con los movimientos de cadera, jugando con las sensaciones, la propia elfa estaba muy excitada y la prueba era que cada vez que subías y bajabas ambos pechos se rozaban y podías sentir como sus pezones estaban de lo mas duritos. Los besos continuaron hasta que Cirlia atrapo uno de tus pezones entre ellos, lamiéndolo de forma juguetona antes de que tuviera un espasmo de placer. -Ah...estoy en el limite....mhnnnnn....- Apretando muy fuerte el pezón contra sus labios antes de arquear la espalda y la cintura y asegurarse de que el miembro estuviera bien profundo en tu vagina.

No fue semen lo que salio de aquel miembro, pero daba la misma sensación. Como si fuera un liquido espeso, notabas como algo iba cubriendo todo tu interior desde tu vagina hasta la cabeza, una sensación cálida que quitaba todo el entumecimiento que habías sufrido. Los símbolos desaparecieron de tu piel y notabas como tu cabeza estaba como mas clara, como si te hubieran quitado un velo de ella.

De pronto recordabas tus hechizos y si querías sentirlos notabas como unas chispitas en la yema de tus dedos que corroboraba que fuera lo que fuera lo que te habían hecho anteriormente, había desaparecido dejando una sensación cálida, la sensación de tu maestra.

Cirlia tuvo que apoyarse con una mano al colchón para no caer hacia abajo, mientras la otra te abrazaba contra ella dispuesta a que disfrutaras de ella hasta que llegaras al clímax.

Cargando editor
26/06/2020, 11:22
Sheliva

Ya no podía aguantarlo más. El sentir el miembro de Cirlia dentro de mí me iba a volver loca. Así como sus besos, sentir su cuerpo junto al mío, sus labios. La miré entre gemidos de placer cada vez más sonoros ya sin intentar reprimirlos, dejando que salieran junto a su oído mientras ella usaba su lengua sobre mi pecho. Y fue justo entonces al sentir cómo su duro falo entró en mi interior para llenarme, todo mi cuerpo liberó una explosión de placer como nunca antes había sentido. Mis músculos se tensaron haciendo que me juntase más sobre ella en un abrazo, mientras mi interior se contraía en espasmos aferrándose con fuerza a su miembro que descargaba aquella magia sobre mí haciéndome sentirme tan bien. Notando como de nuevo la magia volvía a fluir por mi interior.

Por un momento aquello que se sentía tan bien dentro de mí, ahora me agobiaba y me alcé sobre su cuerpo hasta que sentía como salía de mí. Mis piernas me temblaban hasta el punto de que no podría ponerme en pie mientras yo seguía abrazada a mi maestra. Sintiendo como aquella magia que había llenado mi interior empezaba a salir poco a poco, empapando mi sexo, el cual estaba suavemente teñido de rojo por la sangre al haber quitado la virginidad.

Cirlia... —susurré todavía con los labios entre abiertos, respirando con dificultad — Gracias.

Entonces de nuevo llevé mi mano a su rostro para alzarlo, para verla bien, y la besé. Esta vez fue solo un beso superficial lleno de ternura, un beso que acompañé después de una cálida sonrisa. Jamás me había sentido tan bien. A pesar de que me encontraba sudada y sucia, nunca había experimentado aquellas nuevas sensaciones, ni siquiera cuando yo misma me había masturbado. Y todo era gracias a ella.

Suspiré realmente cansada después del día que había tenido, primero la aventura en el pantano y ahora esto. Así que acabé por quitarme de encima suya y sentarme a su lado junto a la cama solo que yo me dejé caer hacia detrás. Llevé mi mano a su espalda, acariciándola, sintiendo la calidad de su piel como tantas veces había soñado.

¿Y ahora? —pregunté, empezando ya a recobrar el aliento —¿Qué ocurrirá?, tendremos que combatir a esa mujer por lo que está haciendo, ¿verdad?

Haber tenido este momento con Cirlia era lo mejor que me había pasado en mucho, mucho, tiempo. Pero aún así no podía evitar pensar en lo que había ocurrido, en cómo había escapado de milagro gracias a la ayuda de esa voz. Si había que hacer algo estaba dispuesta a hacerlo. Lo que fuese.

Cargando editor
26/06/2020, 12:11
Cirlia

Cirlia correspondió ese beso con dulzura y saco un pañuelo para limpiar un poco tu vagina, acariciando por ultima vez los labios y quitándote el exceso de fluidos y la sangre, algo natural después de haber tenido tu primera vez. Tu maestra parecía algo mas cariñosa contigo, y no era de extrañar después de haberse acostado contigo aunque fuera para curarte. -Siempre que pueda te cuidare Sheliva.- Sonriendo un poco antes de que pronunciara un par de palabras y su miembro se deshiciera en el aire como luciérnagas que desaparecieron al instante, dejando su vagina empapada y libre de aquella presión.

-Así es...tendremos que combatir Sheliva, pero no sera hoy.- Indico dejando que acariciaras un poco mas su espalda antes de tomarte con cuidado y obligarte a tumbarte en la cama pasando un momento la rodilla por tus muslos pero sin hacer nada pervertido, solo era el gesto. -Tu has tenido que soportar hoy una gran presión, he restituido tu magia pero aun así estas débil...si quieres ser de utilidad tienes que descansar Sheliva.- Paso la mano por tu mejilla antes de levantarse del todo y arreglarse un poco el cabello. -Uffff...- Suspirando cómoda por toda aquella experiencia antes de ir a por su ropa.

-El pantano necesita nuestra ayuda, prepararemos las defensas y pondremos el pantano el guardia, sea como fuera esa criatura que has descrito la haremos desaparecer como el parásito que es. -Explico con confianza mientras se acababa de colocar la ropa. -Esta noche descansa aquí, estarás agotada y aquí te sentirás mas segura que estando en tu hogar. Yo tengo que ir a organizar a las hechiceras y hablar con la druida.

Ya vestida se volvió a acercar y fue a abrazarte una vez mas y besarte con suavidad. -Descansa, de acuerdo? Volveré en unas horas.

Cargando editor
27/06/2020, 01:58
Sheliva

Las palabras de Cirlia me sonaban ahora tan cálidas, tan cercanas… hasta ahora siempre había sido solo mi maestra y después de lo que había ocurrido no sabía si eso cambiaría o no. Si solo lo había hecho para curarme o había algo más tras ese acto. Tumbada en aquella cama podía sentir sus caricias, como me miraba y me trataba.

Sí, maestra —dice suavemente, antes de tragar saliva, obedeciendo lo que me había dicho —. Está bien. Me quedaré y descansaré. Pero puedes contar conmigo para lo que sea, ¿vale?

La miré viendo cómo se levantaba y empezaba a vestirse, hablándome con la confianza suficiente como para que me tranquilizara y esbozara una sonrisa. La matriarca sabría qué hacer. Antes de darme cuenta el pantano volvería al ser el mismo que había sido siempre, ahora era mejor hacer caso a Cirlia y descansar para recuperar las fuerzas que había perdido. No quería ser un lastre para nadie, aún tenía que demostrarle a mi maestra de lo que era capaz.

Finalmente asentí quedándome en aquella cama, desnuda y los labios algo fruncidos porque quería estar con ella. Pero su suave beso hizo que de nuevo sonriera.

No saldré de aquí, esperaré a que vuelvas y… —empecé a decir, sonriendo pícara y mordiéndome el labio—. Estás más guapa cuando no llevas nada puesto.

Me relajé entonces en su cama y cerré los ojos tratando de dormirme, algo que no costaría demasiado después de lo que había ocurrido.

Cargando editor
27/06/2020, 11:47
Enviada Tama

La elfa sonrió ante ese comentario y simplemente te guiño el ojo antes de salir de la habitación. Era innegable que aunque no eras pareja de Cirlia, la maestra no hubiera hecho lo que había hecho por cualquiera, ese trato tan cercano, tan cariñoso por parte de Cirlia había sido para ti. Ademas habías conseguido cumplir uno de tus sueños y ese era el poder estar con Cirlia de aquella forma, mas adulta, mas cercana, mas pervertida.

En algún punto de la noche, tal vez dos horas después, te despertaste un poco sobresaltada, tu cuerpo estaba un poco adolorido por todo lo que había sucedido y escuchabas como la guardia se movía de un lado a otro controlando la situación y patrullando, pero no sentías nada de alarma. Cirlia aun no había vuelto y era algo natural quizás se había alargado la cosa. Aunque por algún motivo algo te había hecho despertar y era que no estabas sola. Empezaste a observar la habitación como si buscaras algo que no debería estar, tus ojos te llevaron a una esquina, cerca de la puerta, bastante cerca de tu bastón ,lo que estabas segura que era una zorrita del tamaño un poco mayor que un gato, estaba sentada encima del arma. Su pelaje era totalmente blanco nieve y tenia unas gemas dibujadas por su esponjosa cola ademas de una corona que parecía dorada pero solo con mirarla sabias que estaba echa de raíces y corteza. Te miraba con unos ojos algo inocentes, pero al pestañear, al llevarte la mano a los ojos para enfocar mejor, la figura cambio de nuevo.
 

Ahora era una mujer, joven por lo que parecía, tenia unas largas orejas blancas y un cabello corto a la altura de los hombros del mismo color, tenia una expresión juvenil y en cuanto vuestras miradas se cruzaron su cola se balanceo ligeramente mostrando el mismo color y tonos que la figura anterior. Llevaba ademas una faldita corta que tapaba muy poco sus muslos y unas ropas de tela en la parte del pecho que no era generoso pero si firme. Se dibujo una sonrisa y se llevo una mano a los labios colocando un dedo en los labios.

-Sssshhhh...si gritas van a venir, yo voy a desaparecer y entonces estaremos en problemas porque me van a reñir. Entonces no seria mejor que no gritaras y pudiéramos hablar tranquilamente? Seria lo mas optimo verdad? Aunque quizás lo mas optimo seria gritar, que todas entraran, yo desapareciera y tu pudieras seguir durmiendo, aunque no era lo mas optimo para mi...jum jum...

 

Cargando editor
30/06/2020, 01:21
Sheliva

Durante unos largos segundos me quedé completamente inmóvil, tan solo pestañeando varias veces sin creerme lo que acababa de ver. Estaba recién levantada y aquello era un sueño, tenía que serlo, ¿no? Pero poco a poco me fui despertando y lo cierto es que parecía real, ¡muy real! y aunque no sabía quién era no llegaba a inspirarme desconfianza ni aun habiendo visto a aquellas chicas en el pantano.

¿Quién… quién eres? —pregunté en un susurro sin levantar demasiado la voz para que no nos escuchasen —. Si has venido buscando a Cirlia, ella no está aquí.

Me froté los ojos y empecé a incorporarme lentamente, notando como la sábana que me cubría comenzaba a deslizarse por mi cuerpo hasta mi cintura y mostraba mis pequeños pechos desnudos. Hasta que con un gesto rápido me di cuenta y cogí la tela para toparme de nuevo. Frunciendo los labios notando algo de rubor en las mejillas. Pero aun así, más que vergüenza sentía curiosidad por saber quién era ella y qué hacía allí.

No sé lo que eres pero no deberías estar aquí, si alguna de las guardias te pillan… las cosas están un poco tensas fuera —le dije, quedándome callada unos segundos escuchando los pasos al otro lado de la puerta de alguna que pasaba —. Está bien, no gritaré, pero no me metas en un lío. Suficientes problemas he tenido hoy como para tener que explicar también esto.

La miré entonces frunciendo el ceño y me fijé en su cuerpo, como se mezclaba aquel rostro infantil con unos atributos ya maduros. Era atractiva a su manera, eso era innegable, pero la curiosidad por saber quién era y qué hacía en casa de Cirlia vencían a cualquier otro sentimiento.

Cargando editor
30/06/2020, 11:30
Enviada Tama

-Cirlia? Quien es Cirlia???- Pregunto la chica moviendo las orejitas divertida antes de que le hicieras la primera pregunta. -Quien soy, bueno yo tengo muchos nombres, algunos son impronunciables sabes, otros solo lo pueden pronunciar los de mi raza, pero la maestra me dijo “Tama, atiende, cuando alguien te pregunte por tu nombre, tienes que decir que eres Tama” y yo le dije en plan “Pero no es un nombre muy bonito no?” y ella “No repliques y haz lo que digo” y yo “Vale”.-

Después de esa pequeña exposición se quedo como callada, expectante y mirándote de lo mas divertida antes de, de forma innatural, sentarse rápidamente en la cama con las piernas cruzadas y seguir mirándote con una sonrisa, era como si se hubiera teletransportado pero por alguna razón dabas por hecho que era muy veloz porque no habías notado ningún rastro de magia. -Pero porque te tapas? Yo siempre voy desnuda, no llevo ropa, lo que ves es una ilusión y por tanto siempre voy desnuda, creo que mi raza siempre va desnuda, aunque tampoco se como se llama mi raza, de hecho tampoco he visto a ninguna de mi raza, entonces eso significa que soy la única de mi raza? Eso no puede ser, porque la maestra tiene que tener mas emisarias, no creo, aunque no he visto nunca ninguna mas pero eso no significa que no estén, tengo que preguntarle a mi maestra pero no suele darme demasiadas respuestas. Aunque estar desnuda es agradable porque la ropa a veces aprieta un poco, una vez conseguí una camisa de una viajera que se la dejo por el camino, olía muy mal y era toda gris, cuando me la puse me iba tan grande que pude usarla como manta, pero no me hacia falta porque yo no paso frio, tampoco paso calor ahora que lo pienso...jum jum-

Después de esa verborrea casi sin sentido la criatura que se llamaba Tama se tumbo en la cama de lado a lado boca abajo mientras su cola se balanceaba juguetona. -Si la verdad es que a sido difícil verdad? Todas están de lo mas movidas fuera, algunas están hablando con otras, otras están haciendo crecer unas cosas muy grandes creo que son troncos, no no puedes ser troncos porque los troncos son rectos, aunque una vez vi un árbol que se enroscaba en la piedra, era muy divertido de ver. Ah! Entonces lo que están haciendo crecer tienen que ser lianas, si claro tienen que ser lianas, aunque también puedes ser raíces, tendría mucho mas sentido que hicieran crecer raíces porque las lianas son mas frágiles a no ser que lo que quieran hacer sea una cama.-

Tomo un momento de aire antes de sonreír de nuevo y poner su cara bien cerca de la tuya. -Entonces seria que he venido a buscarte, si es que quieres venir claro porque la maestra me dijo “Tama, tienes que ir a buscar a esa elfa” y yo en plan “Pero por que tengo que ir a ver a la elfa?” y ella me respondió “Porque necesito que traigas a la elfa” y yo en plan “Vale”.- Y dicho eso Tama se te quedo mirando con la cola balanceándose como la de una perra esperando a que dijeras algo como si todo lo que te había dicho tuviera todo el sentido del mundo.
 

Cargando editor
01/07/2020, 02:26
Sheliva

Su forma de hablar y expresarse me bloqueó casi por completo. Me quedé mirándola sorprendida con los labios entreabiertos y la mirada atenta. Aún no sabía de donde había salido esa criatura, quién era o qué era. Tampoco es que ella me hubiera dado demasiados detalles pero al menos tenía un nombre por el que llamarla, un nombre que le había dado su maestra. Quizá en eso nos parecíamos un poco, ¿no? No por tener un nombre impuesto, pero sí por el saber lo que era obedecer a otra persona.

Cuando de pronto se acercó mucho a mí retrocedí un poco separando mi cara de la suya, haciendo una suave mueca. Ahora con el ceño algo fruncido y los labios apretados. Viendo cómo me observaba de cerca esperando una respuesta con aquella cola blanca que se movía de un lado para otro. ¿Pero qué quería de mí?

Eres muy rara —dije con honestidad, examinándola con la mirada viendo sus rasgos diferentes fijándome en como se comportaba —y hablas mucho, mucho mucho. Pero sigo sin saber para qué has venido o qué estás haciendo aquí.

Por un momento miré a la puerta y torcí el gesto. Pensé en Cirlia y en las elfas que se habían reunido aquel día para protegernos de aquello que había visto en el pantano. Era demasiado casualidad que todo ocurriese a la vez.

¿Entonces has venido a buscarme a mí y no a mi maestra? —pregunté todavía muy confusa, pues ni siquiera podía confiar en una total desconocida —¿Y dónde quieres que vaya contigo?, ¿para qué? Uhm… no me fio de ti, ¿sabes? No es la primera vez que me engañan hoy y la vez anterior las cosas no terminaron demasiado bien.

Seguramente lo más sensato sería intentar utilizar mi magia con ella y después llamar a mi maestra para que la interrogaran o apresaran para sacarle qué había venido a hacer aquí. Pero tampoco me parecía peligrosa, ni tenía un aspecto malvado o extraño como las criaturas que me había encontrado en el bosque. Aunque antes de que cambiaran ellas…

Si quieres algo de mí tendrás que ser sincera, no me gustan las mentiras.

Cargando editor
01/07/2020, 11:13
Enviada Tama

-Rara?- Fingió sorprenderse antes de echarse a reír, tirándose un momento hacia atrás antes de volver a ponerse bien. -Porque soy rara? Bueno no soy ninguna humana ni tampoco soy una elfa así que supongo que para ti soy rara, para mi no eres rara, bueno en realidad un poco si porque es la primera vez que hablo con una elfa, aunque recuerdo haber visto una elfa cerca del templo de la maestra en una ocasión y la escuche hablar, yo hablaba también desde lo lejos así que se podría considerar una conversación, aunque claro nunca me contesto a lo que le decía....jum jum.

Se quedo un momento callada mientras ibas hablando antes de que se le levantaran muchos las orejitas y prácticamente se sentara en tus piernas mientras te miraba no seria pero si como consternada. -Eh! Mentir! No no no, Tama no miente nunca, bueno a veces puedo ser traviesa y esconder una manzana cuando la maestra me dice que no debo comer tantos dulces pero eso no es mentir eso es que me gustan las manzanas y y y claro la maestra se enfada si como muchas porque dice que me pongo muy tonta.- Entonces con la misma rapidez que se puso encima se bajo y empezó a caminar por la habitación como preocupada. -Y que hago? La maestra me dijo que tenia que llevarle a la elfa pero claro no puedo llevármela a la fuerza porque no me gusta la violencia, tendría que convencerla pero como la convenzo? Podría buscar una manzana y decirle que se viniera conmigo y a cambio se la doy? Jum jum podría intentarlo pero claro esta asustada asi que no es que tenga hambre es que esta asustada, pero si vuelvo y la no me la llevo conmigo la maestra se va a enfadar y me va a reñir y entonces sera como todo muy incomodo, aunque tampoco recuerdo mucho de cuando me reñía pero si que se que no me gustaría que lo hiciera jum jum...

Se encogió un momento como llevándose las manos a las orejitas, tapándolas y bajándolas un momento mientras se “centraba” en algo y entonces se le iluminaron los ojos levemente como si hubiera tenido una idea. -Oh pero tu conoces a la maestra!- Y se volvió a subir a la cama pero esta vez a una distancia de ti prudencial.

-La maestra no me dijo para que te quería pero me dijo que tenia que ir a buscar a la que había salvado de Mytha. Me dijo “Tama, tienes que ir a buscar a la elfa, seguro que esta asustada” y yo “Pero porque esta asustada la elfa?” y ella “No me repliques y ve a buscarla” y yo “Vale”- Se te quedo mirando con una sonrisa de oreja a oreja.- Entonces claro haber haber haber que me llegue a ordenar, aunque creo que te lo he explicado todo bien no? La maestra me dice que soy muy comunicativa y por eso soy su emisaria.- Se cruzo de piernas en el aire y sonriendo empezó como a medio explicarte por fin. -Mi maestra estaba observando el mundo mortal y de pronto vio que corrías peligro, entonces hizo estallar una de semilla para que pudieras escapar, por cierto alguna vez has probado una de esas semillas? No se para que las usáis pero una vez agarre una y me la metí en la boca, estaba super dulce! Oh si claro veamos, entonces la maestra te guio de vuelta a casa y me envió a buscarte. Y palabrita de Tama que no es mentira!- Levantando una mano y haciendo como el símbolo de paz con ella.
 

Cargando editor
03/07/2020, 02:48
Sheliva

Esa chica, Tama, no paraba de hablar. Tanto que me confundía con todas aquellas palabras que casi se atropellaban en sus labios, mientras yo simplemente la observaba con el ceño algo fruncido tratando de comprender todo lo que decía. Aún con eso, en otra situación me había parecido una chica muy mona, pero después del día que había tenido en lo único que podía pensar era en lo que había ocurrido con Cirlia y lo que había visto en el bosque. Cuando entonces lo describió…

¿Qué? —pregunté sorprendida, soltando la sábana que tenía para cubrir mi cuerpo quedando de nuevo medio desnuda mientras me acercaba más a ella —Fue entonces tu maestra, era suya la voz que escuché cuando estaba con esas horribles criaturas.

Apreté los labios pensativa y retrocedí un poco, mirándola fijamente, con rostro serio. No estaba enfadada con ella, ni me caía mal a pesar de que no podía estar callada. Pero mi cerebro estaba asimilando todo aquello y parecía que me costaba. ¿De dónde había salido?, ¿quién era su maestra?, ¿por qué me había ayudado, ¿qué quería de mí? Tenía demasiadas preguntas.

Finalmente tragué saliva y asentí lentamente. Me levanté de la cama ahora sin pudor y me dirigí a coger algún papel y algo para escribir. Sentía que tenía que hacerlo, que tenía que ir con ella y buscar respuesta a todas esas preguntas, pero antes le dejaría una nota a Cirlia para que no se preocupara. O para que no lo hiciera demasiado.

Está bien, iré contigo —confirmé mirándola por encima del hombro, volviendo después la vista al papel en blanco —. Pero quiero conocer a tu maestra y que me explique por qué lo hizo, por qué me ayudó y qué es lo que quiere de mí.

Solté un suave gruñido aún confusa y entonces comencé a escribir:

“Lo siento, maestra. Siento no poder cumplir con mi palabra y no poder esperarte en la cama como te había dicho, pero tengo que hacerlo. Una joven ha venido aquí buscándome y dice que su maestra es la que me salvó cuando estaba en el pantano, la que provocó aquella explosión y me guió de nuevo hasta casa. Tengo que saber quién es y qué quiere de mí. Cuando lo sepa volveré junto a ti y te lo contaré todo.

Lo siento.”

Doblé aquel papel y lo dejé sobre la cama, justo donde momentos antes había estado dormida. Soltando un pequeño suspiro, sabiendo que no le gustaría lo que estaba a punto de hacer.

Pero antes de irnos debo pasar por casa y vestirme, no puedo ir así, además necesito mi bastón.