Partida Rol por web

Gwalin se abre paso cuesta arriba y le lanza potente hachazo al huargo haciéndolo aullar de dolor, al tiempo que las mazas de Darn y Garamil impactan sobre sus adversarios hiriéndolos de consideración.

Sin embargo, ahora es Gwalin quien se encuentra en una situación complicada pues no sólo debe confrontar al enorme huargo, sino también al jinete del mismo y a los arqueros que los acompañan, quienes atacan al valeroso enano, el cual logra bloquear ambos ataques valiéndose de su escudo

Estaba pasando lo que Tolgur temía hacia tiempo, aquello era un caos, los enanos jóvenes se lanzaron impetuosos a la carga en lugar de mantener la formación, una muerte segura contra un rival capaz. La amenaza no era mucha así que optó por minimizar los daños y no recurrir en vano a los dones de Maal. Colocándose junto a Garamil en el centro del terreno intentó retomar el ritmo de la batalla.

-¡Baruk Khazad!¡Protejamos el avance de los nuestros!¡Dolil, Darn e Imrak espalda contra espalda formación cerrada sobre Garamil!-el viejo enano había dispuesto una sencilla maniobra con los escudos envolvían a los que portaban armas a dos manos. Estos aprovecharían las oportunas aberturas en la formación para asestar golpes letales. Ademas impedían que los trastos treparan las sus compañeros para rodearles 

Escuchando las órdenes de Tolgur retomó la posición y defiendo mi parte de la formación.

Ahhhhh Vamos Hermanos

Cuando el orco me alcanzó, lo vi claro, rompí la formación para atacar a un arquero que estaba en la colina, que idea más estupída....retrocedí dos pasos "Volveeré a por ti sucio orco" y volví hacia la formación de mis compañeros, ocupando la linea de defensa con lanza y escudo, sin despejarme mucho del muro, lancé un ataque frontal, para después volver a la formación.

Tal como ordena Tolgur, me coloco junto a Darn para poder asistir en caso de avance a Garamil. Como enanos habíamos formado los que quedábamos una linea de escudos y ahora excepto las flechas o armas diestras, nada pasaría. 

- Vamos hermanos hagamos filetes a estos trasgos.

Con sus hermanos de armas flanqueándolo, Garamil decidió avanzar. Andaba amenazante, con furia en la mirada y su arma lista para destruir a cualquiera que se le pusiera delante.
-¡Vamos!-rugió, tratando de intimidar a sus contrincantes.

Stilgur se esforzó por trepar para llegar los arqueros.

Cuando llego arriba sonrio con fiereza y cargo contra los arqueros.

El combate estaba durando más de lo esperado. Jamás se me había pasado por la cabeza que unos pocos orcos podrían plantarnos batalla con tanta eficacia. El resto del grupo no había cumplido con mi única orden y ahora organizaban una formación defensiva, dejándonos a los que nos habíamos lanzado al combate, solos.

Me incorporé luego del resbalón que me impidió conquistar el desnivel de terreno, probablemente debido a un exceso en el peso de mi armadura, y cargué con todo contra la bestia que tenía enfrente. Poco me importaba su escuálido jinete, si el lobo caía, seguramente el resto de escoria se lo pensaría dos veces antes de continuar combatiendo. 

Cuando Stilgur y Khazdor vuelven a intentar trepar la ladera de la montaña, una lluvia de virotes cae sobre ellos sin causarles daño alguno, incluso el trasgo que tenían frente a ellos intenta alcanzarlos sin éxito.

Una vez sobre la ladera de la montaña, Stilgur se pone frente a frentebcon uno de los arqueros hiriéndolo de consideración, mientras que Khazdor descarga su hacha sobre el huargo terminando con su existencia.

Darn descarga su maza sobre el mismo goblin al que ya había herido con anterioridad, partiéndole el craneo con un sonoro crujido, dejándolo inerte en el suelo. El pobre infeliz ni siquiera tuvo tiempo de clamar por su vida, dejando así la vía libre para que Darn pudiera avanzar y ayudar a Dolil con su adversario.

Por su parte, Dolil valiéndose de su lanza, no sólo logra herir a su rival sino que lo fuerza a retroceder empleando para ello su superioridad física.

Sin embargo, los goblins lejos de amilanarse ante los enanos deciden responder los golpes descargando su acero sobre los valientes héroes, errando sus golpes, llegando uno de ellos a caer al suelo producto de un mal movimiento, mientras los ballesteros dejaron caer sus armas al suelo y desenfundaron sus espadas para atacar a la amenaza más inmediata, stilgur, quien había conseguido romper sus líneas.

Los tres goblins atacaron con ferocidad, pero el habilidoso guerrero logró esquivar cada uno de sus ataques, saliendo indemne de la refriega.

Por su parte el gran orco, bastante furioso por perder su montura atacó con su mandoble a Khazdor quien había logrado despachar a su huargo unos segundos antes. Sin embargo, debido a la gran ferocidad que puso en su ataque, la espada resbalo de entre sus manos clavándose en el suelo, quedando desarmado y furioso.

Gwalin vuelve a atacar a su oponente. Esta vez al orco y no a su montura. Sabía que si conseguían liquidar al jefe lo más seguro es que los demás huyeran como conejos cobardes.

Garamil intenta intimidar al trasgo que tiene al frente, pero este parece no sentir ninguna clase de miedo respondiendo desafiante mientras sepone de pie y se golpea el pecho en una actitud beligerante.

Stilgur intenta golpear nuevamente al trasgo mientras vociferaba.

- ¡Vamos! ¡No tenemos todo el dia!