Partida Rol por web

En una fosa poco profunda

Jueves, 10 de junio de 2004. En ruta hacia Jefferson.

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05/01/2021, 15:35
Director

Moira Greewrim y Scott Bennet se dirigieron al norte, hacia la ciudad de Jefferson al volante de una baqueteada pickup cedida por la Oficina del Sheriff de Marshall (tras la conveniente cumplimentación del papeleo que la señora Basset, contra el parecer del jefe Taylor, les había obligado a rellenar). Al mostrar su intención de cruzar la línea divisoria del condado el sheriff se disculpó por la inconveniencia que supondría presentarse ante su homónimo en un coche patrulla del condado de Harrison.

Aquella camioneta Ford en préstamo había sido empleada innumerables veces como vehículo camuflado y, al parecer, la suciedad y la falta de mantenimiento formaban parte indispensable del disfraz. El frío del aire acondicionado se hacía más de rogar que la hija de un predicador y los asientos de piel parecían haber sido un regalo del peor enemigo del departamento.

En la puerta de la oficina, el alguacil Reeves les había recomendado un local para poder disfrutar de una auténtica barbacoa del bayou, Elisha’s Food for the Soul. Debían desviarse un poco a la derecha de la ruta 59 al pasar por Woodland y antes de entrar en el condado de Marion.

Cuando llegaron al establecimiento, construido al estilo del lugar y de una sola planta, encontraron varias camionetas como la suya y un camión tráiler en el aparcamiento. Al bajarse un delicioso aroma de carne a la brasa inundó sus fosas nasales. Cuando traspasaron la puerta del local aquel olor se convirtió en algo casi obsceno.

Una vez que pudieron apartar los ojos de la gargantuesca parrilla que dominaba el local, se dieron cuenta de que algo no iba del todo bien. El local estaba lleno de clientes y todos, absolutamente todos con la excepción de ellos dos, eran afroamericanos. Un buen número de pares de ojos se clavaron en pareja de agentes de la Ley. Al parecer el alguacil Quentin Reeves había olvidado comentarles algún detalle sobre aquel restaurante…

Notas de juego

Doy por sentado que, de momento os habéis llevado los seis expedientes de los niños desaparecidos. Sacar todos los expedientes de desapariciones desde el año 1999 es un trabajo de varias horas.

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05/01/2021, 20:37
Scott Bennet

Sintió las miradas clavadas en él, sintió las miradas clavadas en ella, escuchó cuchicheos, susurros. Scott se puso nervioso:  No le gustaba llamar la atención, menos aún ser el centro de atención. Intentó disimularlo, no pudo.

Miró a Moira, arqueó las cejas hacia arriba, sonrió forzado

—Creo que lo mejor será pedir algo para llevar—

Scott se giró, visiblemente nervioso, al borde del atasco. Examinó la parrilla, se tomó su tiempo. Había chuletas, salchichas, pollo, algo que parecían costillas.

—Creo que pediré unas costillas.— Señaló lo que creía que eran costillas.

Scott pensó que a estas alturas todos allí habían llegado a la conclusión de que él y Moira eran polis. Seguro que alguno había detectado ya los bultos de las pistolas bajo sus chaquetas, seguro que más de uno allí tenía antecedentes, casi seguro que más de uno había sufrido un trato discriminatorio por parte de los agentes locales. 

Una gota de sudor se escurrió por su frente.

Para llevar. dijo al cocinero.

Scott se giró y miró por la ventana del local. Buscó la pickup en el parking, quería asegurarse de que nadie le pinchara las ruedas, quería salir de allí cuanto antes. Al hacerlo tuvo que sortear las afiladas miradas. No fue sencillo, algunos ojos allí buscaban, el contacto directo., el enfrentamiento.

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06/01/2021, 11:54
Moira Greenwrim

En esta ocasión dejó que Scott tomara el volante de la pickup, no sólo porque no quería poner las manos en el volante sin saber qué tipo de bacterias tendría con solo echar un rápido vistazo al interior, sino porque quería aprovechar para mandar un rápido mensaje por teléfono a su madre, preguntándole por Kurt y avisándole que más tarde, cuando pudiera, los llamaría.

Una vez el vehículo aminoró la marcha, Moira desvió la mirada de la pantalla del teléfono para guardarlo, comprobando que el nombre del local era el mismo que le habían indicado aunque el aroma a carne a la brasa era suficiente para intuirlo.

Guardó los informes en su bolso antes de colgárselo y bajar tras Scott, quedándose un par de pasos por detrás al querer echar un rápido vistazo por la carretera por inercia. Sin embargo, al ver que su compañero parecía un muñeco se apresuró a entrar, entendiendo rápidamente lo que ocurría. Teniendo en cuenta que ella había sufrido durante años en las dependencias del departamento esas miradas acusativas, se sentía como volver a casa.

No prestó atención a quienes eran o lo que querían achacándolo a que no estaban acostumbrados a ver caras nuevas. Al fin y al cabo no habían venido en un coche policial ni iban con los uniformes y placas al aire, podían pasar perfectamente por dos turistas que habían parado para comer.

Relájate Scott, puedo oler tu miedo desde aquí.- Le susurró después de escuchar que quería pedir para llevar, puede que de una forma demasiado brusca, recordando que fue el consejo que le dio su padre cuando comenzó a trabajar. Aun así, aunque reconocía que le hacía cierta gracia el nerviosismo que transmitía su compañero, prefirió cambiar de tema para que su atención no estuviera en el local y lo que los rodeaba, sino en la conversación.- Las costillas sin duda tienen buena pinta, posiblemente te pida un bocado para probarlas.- Sonrió, señalando a la parrilla en un claro intento de que dejara de mirar por la ventana y se centrara en su voz y la comida.- Yo quiero un sándwich de carne y una botella de agua.- Volvió a girarse hacia Scott.- ¿Quieres algo para beber?

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06/01/2021, 15:01
Director

Tanto el nerviosismo del sargento Bennet como el desenfado de la sargento Greenwrim causaron algunas sonrisas descaradas y un par de miradas nada amistosas desde una mesa del fondo. En otro lugar, un tipo enorme desnudaba con la mirada a Moira mientras su pareja, una joven también afroamericana le daba codazos y lanzaba chispas por los ojos en dirección a la pelirroja.

Lo siento señor, no servimos comida para llevar —anunció el sudoroso cocinero moviendo fuera de la vista los envases de plástico destinados a tal fin. Su mirada mezclaba fastidio con cierta hostilidad.

Oskar, no seas impertinente —le reconvino una señora mayor mucho más bajita que el voluminoso cocinero, por lo que tuvo que alargar el brazo bastante para darle una sonora colleja. El reprendido chef se encogió como si el manotazo se lo hubiera dado alguien mucho más fuerte—. Buenas tardes. Bienvenidos a mi humilde establecimiento. Yo soy Elisha, mucho gusto. Las costillas están mejor si se las comen recién apartadas, antes de que se enfríen —explicó mientras les señalaba una mesa cerca de la entrada del local, bajo la ventana que Moira tanto miraba—. Apunto también sándwich de carne y botella de agua, ¿y de bebida para usted, joven?

Elisha esperaba una respuesta mientras se limpiaba las manos en el mandil de tela que llevaba atado a la cintura.

Algunos parroquianos retornaron a sus quehaceres como si la simple presencia de la dueña otorgara marchamo de normalidad a la irrupción de aquellos dos blancos en un local donde no se les esperaba en absoluto. Los dos tipos del fondo, sin embargo, mantuvieron su actitud amenazadora, aunque sin moverse de su sitio.

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06/01/2021, 17:32
Scott Bennet

Las únicas relaciones sociales en las que Scott se encontraba cómodo eran aquellas que tenía bajo control, aquellas en las que podía planificar lo que iba a pasar porque había estudiado previamente las reacciones. Era una simple cuestión de análisis de posibilidades. 

Bajo aquellas circunstancias, Scott había encontrado una solución, un sistema de autodefensa: provocar. Provocar era una rápida forma de que los demás se mostraran, se expusieran y eso aceleraba el proceso de análisis que Scott necesitaba para entrar en su zona de confort.

Le pasó antes, en la oficina del sheriff. Con Max y Adele. Sin embargo, la provocación no siempre funcionaba. Sentirse observado por un grupo abiertamente hostil era una de ellas.

Pensó explicárselo a Moira

Pero ella era también una extraña

—Agua para mi también—

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06/01/2021, 19:27
Moira Greenwrim

Comeremos aquí, no pasa nada.- Le agradó saber que la dueña no mantenía esa actitud recelosa e inquisitiva que tenía el resto, imaginándose que gracias a ella no tendrían que preocuparse de ningún altercado. El hecho de que no le importara que los miraran no significaba que dudaba que no hicieran nada, aunque fueran alguna palabra mal acertada, al encontrar dos extraños en un territorio donde las desapariciones estaban a la orden del día.

Buscó alguna mesa vacía, intentando dar con alguna apartada de la multitud o mínimo de aquellos que no estaban cómodos con su presencia, aunque fue la propia Elisha quien terminó por decidir el lugar.

Ahí estará bien. ¿Vas cogiendo sitio? – Estaba cerca de la entrada y al lado de una ventana, imaginándose que Scott estaría más tranquilo para vigilar el coche o las salidas en caso de emergencia. Mientras tanto Moira prefirió quedarse allí, hablando con la dueña para intentar sacar un poco de información.- Nos recomendaron este sitio y veo que hemos tenido suerte de encontrar hueco. ¿Suele venir mucha gente de fuera?

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07/01/2021, 01:02
Director

¿Gente de fuera? No, no demasiados. Aquí casi todo el mundo es parroquiano habitual. De hecho me sorprendió que hubieran dado con este lugar. Supongo que el pobre Oskar ha debido pensar que eran ustedes de Hacienda —mintió diplomáticamente Elisha.

Cuando quedó claro que aquella pareja de blancos iba a quedarse para almorzar, los dos tipos malencarados del fondo se levantaron, pagaron la cuenta a Oskar el cocinero y salieron del local no sin antes dedicar nuevas miradas inquisitivas a los agentes.

Los Rangers no perdieron detalle de aquellos dos al pasar cerca de su mesa. Eran dos tipos jóvenes, más cerca de los veinte que de los veinticinco, fuertes y con pinta de matones. Andaban imitando a los pandilleros de las grandes ciudades y se vestían de manera similar, con demasiada ropa para el clima tejano y demasiado oro. Era fácil calar a un traficante paleto por hacer gala de tanta ostentación y de tanta pose de macarra de videoclip.

Aún desde el interior del local hicieron sonar la apertura remota de su coche: un SUV negro (no podía ser de otra forma) que costaba al menos tanto como la mitad del resto de vehículos allí estacionados.

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07/01/2021, 16:36
Moira Greenwrim

No, no, no se preocupe, sólo vinimos a comer por recomendación.- Soltó una pequeña risotada, queriendo quitarle importancia al asunto. No quería que aquello pareciera una especie de interrogatorio sino una charla cordial entre dos personas que habían coincidido.

Por inercia se fijó en aquellos que no dejaban de mirarlos, los que habían cedido a su presencia para marcharse del lugar, dejándoles una pequeña victoria aunque fuera moral. Se habían metido en la jungla que representaba el restaurante, su territorio, observando a los tigres feroces escondidos en los árboles y dejando claro que iban a quedarse para beber del manantial aunque gruñeran tras los matorrales. A pesar de todo tenía la sensación de que volvería a verlos en alguna ocasión y, como si fuera una idea fugaz, tuvo una ligera sospecha del porqué el sheriff de Marion no quería cooperar.

¿Conoce algún lugar para alojarse cerca del condado? – Mientras hablaba, abrió su bolso para sacar un par de billetes con los que pagar la comida, usando también el cobro como excusa de seguir conversando un poco más.- Nos gustaría quedarnos un par de días pero apenas conocemos nada del lugar.- Quería que supieran los que allí estaban pendientes de la conversación que iban a quedarse, fijándose de si alguno hacía algún tipo de comentario o mueca que pudiera llamarle la atención, tanteándolos.

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07/01/2021, 17:19
Scott Bennet

Scott se quedó quieto, sin decir nada. Solo observaba. Primero a Moira: No entendía el motivo por el que su compañera quería seguir allí.  Después a Elisha:  demasiado simpática cuando estaba perdiendo clientes. Por último: vio el SUV de los matones salir del aparcamiento.  

Póngamelo para llevar.— dijo a la mujer, cogió las costillas y el agua y se giró

—Mejor te espero en el coche.— respondió a Moira y salió hacia el aparcamiento. Necesitaba salir de allí, un poco de aire fresco, huir de las miradas y recuperar el control

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07/01/2021, 18:15
Moira Greenwrim

Ahora voy.- Se despidió brevemente de Scott antes de volver la atención hacia Elisha.- Para llevar será.- Le hubiera gustado sentarse, hablar con alguno de los presentes o sacar algo en claro, pero su compañero había dejado claro que no iba a ceder en ese aspecto.

Esperaría a la respuesta de la dueña antes de coger las bolsas con la comida y regresar al coche.

Notas de juego

Breve post para dejar claro que se marcha después, que sino Scott se me enfada xD

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08/01/2021, 12:41
Director

A Elisha se le borró la sonrisa de la cara por primera vez cuando Scott insistió en llevarse su comida y abandonar el local.

Para llevar entonces. Veo que tienen prisa.

El cocinero, Oskar, salió de su puesto con cara de pocos amigos pero Elisha hizo un leve gesto con la mano izquierda que le dejó clavado en el sitio.

¿A qué condado te refieres? —preguntó a Moira—. ¿Al de Harrison o al de Marion? —sonrió de nuevo, pero esta vez había un matiz diferente en su expresión—. En cualquier caso, no sabría recomendarte ningún lugar para alojaros. Lo siento. Pero seguro que en los periódicos locales encontráis algo adecuado.

Tomó el dinero, entregó la comida y regresó a la cocina con paso renqueante. La cadera, sin duda.

Notas de juego

¿Qué hacéis?

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09/01/2021, 21:13
Moira Greenwrim

Si la primera toma de contacto con Scott en el avión había sido prácticamente nula, dejando un ambiente helado, ahora directamente el aire entre los dos se había granizado. Le había recordado levemente a una rabieta de su hijo, aunque sin lágrimas ni gritos ni porrazos en el suelo porque quería tomar postre cuando no tocaba, pero en esta ocasión dedicándole una orden clara y marchándose, dejando claro que no iba a ceder ni un poco.

Cogió las bolsas con la comida y se despidió de Elisha, intentando aparentar que no eran dos extraños en un camino en común, algo complicado teniendo en cuenta que apenas se miraban entre ellos.

Cuando llegó al coche se sentó directamente en el asiento del copiloto en silencio, dejando la bolsa con la comida en el hueco del suelo al no querer llevarla encima, temiendo marcharse. Cerró la puerta tras de sí, puede que una forma un poco más fuerte de lo normal, demostrándole sin necesidad de hablar que aquello no le había gustado lo más mínimo. Se agachó un poco para coger una de las botellas de la bolsa, abriendo el tapón y dándole dos leves sorbos antes de volver a dejarla en su lugar.

Por su parte, hasta que se le pasara el enojo, era lo único que iba a hacer, dejando que Scott decidiera a dónde irían ahora.

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10/01/2021, 15:33
Director

De manera similar al de Theresa O'Hara, todos los expedientes habían sido iniciados por el propio sheriff o había pasado a su custodia. Su letra aparecía en las notas y su firma en la mayoría de los papeles. También habían participado otros agentes de su departamento (dos veces un tal Eb Johansen y una Andy Bellefleur).

Cada carpeta tenía un grosor similar a la de Theresa, todas contenían como último documento la elevación del expediente al juez local George Hamilton Jr., pero también había diferencias en cada caso...

1. Samuel Tillman (varón, blanco, 6 años, natural de Uncertain, condado de Harrison), el primer menor de la lista, había desaparecido del interior de su domicilio –cerca del bayou– el miércoles 18 de octubre de 2000 a las 15:45 aproximadamente. Sus padres se hallaban ausentes aunque no muy lejos, ya que habían ido al hostal cercano para turistas regentado por Tim Mortimer, según declararon al alguacil Eb Johansen. Alguno de los empleados de Mortimer confirmaron esta declaración aunque ninguno supo explicar el motivo de la visita. El sheriff Taylor se entrevistó con los progenitores que continuaban viviendo en el mismo domicilio dos años después. Según declararon, habían intentado rehacer sus vidas después de la desaparición de su hijo, pero no lo habían conseguido.

2. El caso de David Blansky (varón, blanco, 5 años, natural de Karnack, condado de Harrison) resultaba un tanto rocambolesco. Desapareció en un centro comercial próximo al Parque Estatal Caddo Lake el miércoles 20 de diciembre de 2000 a las 18:00 aprox. El ayudante Johansen redactó el informe:

La madre de David, Henriette, acude a una entrevista de trabajo en el supermercado del centro comercial, mientras deja al pequeño en un stand de manualidades infantiles. La señora Blansky se entretuvo más de la cuenta porque, según su propia declaración, el gerente del supermercado, Jonah Lee un antiguo amante, le propuso sexo rápido a cambio del puesto. La madre aceptó pero el acto se fue enrareciendo y ante los cargos de conciencia de Henriette hubo una breve discusión. Al salir de la oficina y regresar al stand, David ya no estaba. Se entregaron las cintas de seguridad a esta Oficina del Sheriff del Condado de Harrison pero, al parecer, sufrieron un borrado accidental en origen.

En las diligencias elevadas al juez el sheriff Jason Taylor escribió:

Aquello terminó con el matrimonio y con el señor Blansky, Ralph, detenido por intento de homicidio del amante. Actualmente (2004) continúa en prisión. La mujer vive en Galveston, cerca de Houston. El amante sigue en Karnack y acusa a Henriette de acoso y chantaje.

3. Trisha Windwood (mujer, negra, 8 años, natural de Karnack, condado de Harrison). Desaparecida tras su salida del colegio, cerca de la iglesia baptista de Karnack el sábado 16 de diciembre de 2001 a las 14:30 aprox. La familia se mudó después del suceso a Dallas, pues la hermana mayor de Trisha, Luana, entró en el equipo de atletismo del estado. No hubo más contactos directos con la familia después de la primera denuncia. En una breve nota el sheriff Taylor escribió: Parecen haber aceptado el destino de la niña y se centran en Luana, que ahora trabaja en una serie infantil de Disney.

4. Olegario Fuentes (varón, hispano, 4 años, natural de Uncertain, condado de Harrison). Desaparecido de su domicilio mientras sus padres estaban ausentes la mañana del domingo 17 marzo de 2002. Los padres siempre aseguraron que habían acudido a misa esa mañana; pero el sacerdote local, Mario López, lo negó reiteradamente. Los padres fueron desposeídos de la patria potestad del resto de sus hijos. Perdieron sus respectivos trabajos y se marcharon de Uncertain. Un escueto post-it con la letra del sheriff anotaba: Paradero desconocido.

5. Ellenore Smith (mujer, blanca, 2 años, natural de Karnack, condado de Harrison). Desaparecida junto con su madre –el sheriff Taylor anotó en el documento del ayudante Bellefleur: mujer soltera, adicta a la heroína y con cargos por prostitución– el 22 de marzo de 2003. Fue la abuela, Eloise Smith quien presentó la denuncia por la desaparición de su hija Nora y de su nieta Ellenore a las que había dejado en casa esa misma tarde. No hay más datos en el expediente.

 

Notas de juego

Os he imaginado a los dos sentados dentro del 4x4, en el arcén, sudando como cochinos con el aire acondicionado medio estropeado y comiendo carnaca mientras intentáis que no caiga ni una gota de grasaza en los papeles. Además sin dirigiros la palabra.

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10/01/2021, 22:27
Scott Bennet

Acabó la comida, se limpió la boca y las manos, usó una servilleta de papel. Metió las sobras en la bolsa, la anudó, la dobló y la metió en el cajón de la puerta.

Hacía un calor del demonio.

Scott manipuló el climatizador. Seleccionó la mínima temperatura: dijeseis grados. Seleccionó la máxima potencia. Colocó la palma mano en la rejilla del salpicadero. Nada. Apenas una brisa de aire. Accionó la ventanilla eléctrica, el cristal bajo, se quedó atrancado a la mitad del recorrido.

Fuera no se movía una hoja.

Joder, pensó y después alargó la mano y cogió la carpeta con las fotocopias de los expedientes de las desapariciones. De pasada, de refilón, sin que ella lo percibiera, miró a Moira. Parecía enfadada.  

Abrió la carpeta, repasó los informes, se centró en el de Theresa O’Hara.

Miró a Moira otra vez, esta vez a través del espejo retrovisor.

—En casi todos los casos parece haber circunstancias anómalas. Los padres de Samuel Tillman dejan al chico en la casa para irse a un hotel, nadie conoce el motivo. En el caso Blansky, desaparecen las cintas de seguridad del centro comercial. Los padres de Olegario, dicen que van a la iglesia, pero el párroco dice que no los vio. Theresa desaparece en su casa, su padre está borracho. Elleonore Smith desaparece junto a su madre, una yonqui.—

—A primera vista, no veo un perfil claro de las víctimas. El único patrón que veo: negligencia por parte de sus padres.—

—¿Qué opinas?—

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10/01/2021, 22:40
Moira Greenwrim

Aquél día cada vez estaba siendo más estresante y sofocante.

La mala comunicación entre ambos había quedado en un segundo plano para delegar el protagonismo al calor, dejando ya de lado las apariencias al no poder soportarlo más. Por supuesto que no llevaba la chaqueta, la había dejado doblada en el asiento trasero con tal de no verla y, a medida que los rayos de sol eran más incipientes, se quitó hasta dos botones de su blusa, dejándole un pequeño escote. Ya no era cuestión de no ir provocativa, sino de no morir en el proceso.

El auto se había llenado rápidamente del olor a la carne y la salsa barbacoa de las costillas, aumentando más esa sensación asfixiante. Podrían haber estado en un restaurante con calefacción, podían haber estado al cobijo de una sombra, en alguna terraza, con un vaso de refresco con hielo pero no, habían decidido permanecer en el coche. Siempre en el coche.

A pesar de que su estómago empezaba a reclamar comida con el olor, se negó a coger la bolsa antes de mirar los expedientes por miedo a mancharlo, incluso si Scott los pedía mientras comía se negaría a dárselos, pidiendo primero que se lavara bien las manos.

Leyó con atención los papeles, dándole una segunda e incluso tercera revisión mientras daba otro sorbo de agua a su botella, quedándole poco menos de la mitad. Si fuera por ella se la tiraría encima con tal de refrescarse, pero no era momento ni lugar para ello.

Familias disfuncionales, sí.- Dijo tras un último repaso antes de agitar la carpeta del expediente, esperando que le diera un poco de aire.- Mínimo veo desatención al menor.

La que más le llamó la atención, aunque fue por su carácter, fue la familia de Trisha Windwood. Actualmente iba a estar alejada de su hijo durante un par de días, puede que semanas, y ya sentía su alma dividida, así que no sabía ni quería sentir cómo sería perderlo para siempre… pero tenía claro que nunca lo superaría. Nunca.

Quiero saber los últimos 3 casos, comprobar si tenemos el mismo patrón.- Terminado de ordenar todas sus ideas, al menos las primeras, apoyó la cabeza en el respaldo mientras se seguía abanicando y secando algunas gotas de sudor que descendían por su frente.- Para saber esto ha tenido que estar en contacto directo con la familia o vigilarlos de cerca. Tal vez el sheriff de Marion sepa darnos más datos.- Terminando de ojear los papeles y tras guardarlo en su respectiva carpeta y en su bolso, se giró lo suficiente en el asiento para coger su sándwich de carne y dale un bocado a un lateral, teniendo cuidado de que el contenido no se desparramara.

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12/01/2021, 03:15
Director

A los pocos minutos de reanudar la marcha vieron la señalización de entrada en el condado de Marion, el único signo que les podía indicar el cambio de escenario. La carretera y el paisaje continuaban siendo los mismos que en el condado vecino, con similar profusión de banderas rebeldes y tejanas e idéntico paisanaje.

La ciudad de Jefferson, sin embargo, no se parecía a Marshall salvo en la arquitectura de sus locales y viviendas. Jefferson contaba con dos mil habitantes escasos distribuidos en un caserío más disperso, de manera que cada manzana estaba ocupada por un par de casas o tres. Callejeando para llegar a su destino, se dieron cuenta de que aquel pequeño municipio contaba con numerosos edificios históricos muy bien conservados que ponían una nota de color a un ambiente que era, por lo demás, bastante vulgar y anodino.

La misma oficina del Sheriff del condado contrastaba con la que habían dejado en Marshall. Aquel cubo de ladrillo parecía un vestigio de los días de la América de las Leyes Jim Crow y el cartel de la oficina de impuestos que ocupaba la segunda planta, resultaba más llamativo que el del propio Sheriff.

Algo más a la izquierda tenían el juzgado, sin duda más interesante arquitectónicamente hablando.

A lo largo de la misma calle y en las aledañas, parecía concentrarse una parte de la oferta en restauración y hostelería de Jefferson, incluyendo algunos pequeños hoteles y otros alojamientos pintorescos.

Notas de juego

Como veo que tenéis la boca ocupada comiendo :P  continuamos el viaje y os dejo ante la oficina del sheriff del condado de Marion.

Decidme si vais a postear algo antes de entrar a conocer al Sheriff Smith.

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12/01/2021, 12:00
Moira Greenwrim

Después de terminar de comer y asearse como podía con toallitas húmedas, un “accesorio” indispensable que siempre llevaba en el bolso después de dar al luz, terminó de apurar los últimos tragos de la botella maldiciendo mentalmente el no haber comprado otra aunque, pensándolo bien, prefería consumir la que tenía en vez de dejarla en el coche y que acabara siendo caldo.

El resto de camino hacia el condado se mantuvo pendiente del teléfono móvil, esperando todavía una llamada o mensaje que no parecía darse* y resignándose una vez la carretera dejaba entrever la estructura de las viviendas y edificios comunales.

Ahí tienes hueco.- Señaló una zona libre cerca de la oficina y, a ser posible, bajo el cobijo de una sombra que cubriera el coche. Sino iba a ser imposible entrar cuando fueran a marcharse.- Es aquí, ¿no? – Preguntó en voz alta aunque la respuesta la tuvo en un pequeño cartel en la fachada, corroborando que habían llegado a su destino.

Salió del coche, no sin antes coger su bolso y sacar una gomilla de pelo para hacerse una coleta, no aguantando más el calor que su propio cabello le daba y esperando así aliviar el sofoco que sentía. No puedo con este calor.- Esperó a que Scott terminara de salir para caminar a su lado, queriendo dar la primera imagen de que estaban juntos en esto.

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12/01/2021, 14:21
Director

Moira abrió la puerta de entrada de la oficina y se encontró un panorama completamente diferente al de Marshall. En lugar era completamente diáfano, con la excepción de algunos despachos al fondo a la derecha. A unos pocos metros se encontraba la recepción, un sencillo mostrador tras el que se sentaba una mujer que debía estar cerca de los cincuenta. Detrás de ella se encontraban las mesas de los alguaciles y en torno a una de ellas se hallaban reunidos tres de ellos que interrumpieron su animada charla al escuchar la puerta abrirse. En ese momento notaron que el hilo musical de la emisora local sonaba un poco demasiado fuerte en los altavoces*.

La mujer observó curiosa a la pareja que acababa de entrar: una mujer joven y atractiva algo escotada y un tipo alto y estirado que caminaba un poco detrás de ella. No le costó mucho tiempo descubrir la pistola y la placa en el cinturón de la chica, lo que le hizo abrir los ojos aún más.

Buenas tardes —saludó con una voz dulce y algo tímida—. ¿En qué puedo ayudarles... agentes? —dudó antes de pronunciar la última palabra.

Notas de juego

*Sí, están escuchando la misma emisora que en la taberna de Uncertain, la KKK Redneck Radio :P

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12/01/2021, 22:54
Scott Bennet

Scott observó a la mujer, se percató de que ella había visto las placas y también el arma. Scott siguió con el formalismo: sacó su identificación y se la mostró a la mujer.  

Soy el agente Bennet.— dijo 

Ella es la agente Greenwrim.

A continuación dirigió su mirada hacía los alguaciles que estaban sentados detrás

Buenos días.— les saludó y guardó su identificación

—Queríamos hablar con el sheriff Smith.—

Notas de juego

Sorry por el post escueto, acabo de llegar del curro y ando cansado

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13/01/2021, 09:34
Jeff Skinner

Uno de los alguaciles que componían el trío se acercó hasta los Rangers, abrió la portezuela batiente que separaba la sala de espera de la oficina propiamente dicha, dio una breve palmada en el mostrador para interrumpir a la secretaria antes de que abriera la boca e ignorando al espigado sargento se dirigió a Moria Greenwrim con una sonrisa que pretendía ser galante.

Buenas tardes, encanto —saludó bajando un poco sus gafas de sol y mirando el escote de la sargento con total descaro—. Soy el oficial Skinner, Jeff para ti. Mano derecha del sheriff Zacharias Smith, ¿en qué puedo ayudarte?

Sus dos compañeros le rieron con ganas la gracia. El alguacil desprendía un aura siniestra que encendió todas las alarmas de Moira. De repente, aquellos dos botones de la camisa desabrochados por el calor y olvidados ante la urgencia del trabajo se habían convertido en una señal equívoca que provocaba que la poca piel descubierta ardiera de vergüenza.

Notas de juego

Moira voy a invocar en tu contra el aspecto de la partida El Sur tiene sus propias reglas para que toda la larga tradición sobre el recato femenino tejano caiga con todo su peso sobre ti por ese leve descuido. Te impongo la condición leve avergonzada* de manera que actúes como tal de ahora en adelante hasta que logres superarla.

Si aceptas ganarías un punto de destino, si quieres rechazar el forzado tendrías que pagarme tú un punto de destino.

*Una condición leve es uno de los medidores de daño en FATE junto con el estrés. El oponente que te obligó a coger la consecuencia (Skinner) tiene una invocación gratis y el aspecto permanece en tu hoja de personaje hasta que recuperes ese hueco de la consecuencia. Mientras esté en tu ficha la consecuencia actúa como cualquier otro aspecto, excepto porque se le da un enfoque tan negativo que es mucho más probable que vaya a usarse en detrimento de tu personaje.

Para superar esa condición debes hacer una tirada de Voluntad contra dificultad +2, justificando cómo tratas de vencerla. Si la tirada tiene éxito, al final de la escena (yo te avisaré) podrás deshacerte de ella.