Partida Rol por web

Me acerco a la atractiva muchacha y tomo los lados de su mono abierto antes de tirar hacia los lados haciendo que la cremallera descienda hasta su cintura y luego aparto la tela de su torso, sacando sus brazos de las mangas con los ojos fijos en sus pechos.

Vaya, vaya...tienes los pechos mas bonitos que he visto en mucho tiempo Kari...

Me inclino sobre estos y no tardo en acariciar uno.

Sus manos se sienten frías al primer contacto y entrecerrando los ojos dejo escapar un pequeño gemido.

Disfruto unos momentos de la situación pasivamente antes de tomar cartas en el asunto.

Comienzo a acariciar su cabeza con una mano, al tiempo que con la otra voy bajando la cremallera de su uniforme y como puedo, sin apartarlo de mis senos, lo voy desvistiendo.

-Mmmm, Tanky, lo haces estupendamente.

Termino de desabrochar mi cremallera y dejo caer el mono. Luego tomo una de sus manos y la llevo hasta mi entrepierna, por encima de la braga de encaje.

Siento como sus manos de finos dedos apartan la ropa que estorba sobre mi piel. Que por debajo sea algo parecido a un muñeco con una piel metálica que extrañamente es flexible como la piel humana no me impide disfrutar de sus caricias. Nunca he sabido como mi cuerpo diferencia el placer del dolor y es capaz de reaccionar a uno u otro.

Sigo recreándome de su pechos, uno y después otro y mientras ella me lleva hacia su entrepierna, la mano libre juega con el pecho desocupado en cada momento. No es el mejor sitio en el que mantener una relación sexual, pero estoy mas que dispuesto a aprovecharlo.

Guiado por ella mi mano acaricia por encima del fino encaje de su tanga. Una prenda extraña en una prisión pero que me alegra de verla en el cuerpo de Kari.

Kari...me puedo quedar con la braguita después?.

Al entrar al taller, Vortex ve algo que no se suele suceder. Parece ser que éstos cretinos quieren impresionar a los 2 supers nuevos mostrandoles el lugar lleno de presos dociles trabajadores. Es curioso ver cómo algunos son hasta fans de esos buenazos, hay cosas que no son ni medio normales...pero es posible que esto cambie pronto.

Vortex se apoya en una de las paredes, observando, muchos quieren el privilegio de poder trabajar ahi, dado que es una forma de evadirse de uno mismo, pues pasar tanto tiempo cómo llevan algunos en la prision, hace que se piense demasiado, llevando a conclusiónes erradas en su mayoría, por eso, y por ver algo del exterior que tanto añoran.

Pero eso no es asunto mio, debo empezar a trazar mi plan, y la hormiga de ayer puede ayudarme, o mejor dicho, sus contactos pueden ayudarme. Pero quizas deba trazar un plan B.

Justo entonces un oficial se acercó a Vortex.

Tu, preso, me da igual de que nivel seas, no puedes estar apoyado o aqui parado, si quieres vaguar vete a tu celda, es mejor que me hagas caso y apreveches para ver el exterior todo lo que puedas hoy, nunca sabes si te volverá a tocar ésto algun dia.

Vortex salió de su ensimismamiento y miró con furia al guardia.

Tu no me das ordenes, cretino.

El guardia estaba a punto de sacar su porra cuándo otro más se le unió. Quieto, éste es del sector D, es extremadamente peligroso, además, no queremos follones mientras nuestros Vips están cerca. Tu preso, ponte a trabajar ya o tendrémos que ponerte en tu estado preferido de drogas.

Vortes no pudo reechazar esa magnifica oferta y se acercó al ventanal.

Un plan B.....

Disfruto de sus caricias, antes de quitarme la braga en forma sexi.

-Será tuya si eres bueno conmigo- le digo al tiempo que me acerco a su rostro para besarlo con intensidad. Cuando separo mi boca de la suya, me pego a su cuerpo, susurrando a su oído, mientras una de mis piernas se enrosca a su muslo -Hey Tank, ¿quién es el grande que te está protegiendo? - me separo un poco para verlo a los ojos. Siempre susurrando, para evitar que esta conversación pueda ser oída por alguien más que él, continúo -Vamos, que no te extrañe mi pregunta- mi voz sigue cargada de deseo -estoy aquí hace bastante como para saber que sólo consigues ciertos privilegios si alguien realmente grosso está cubriendo tus espaldas- vuelvo a arrimarme para mordisquear su oreja.

Sabes Kari...de pequeño me encantaban esas películas de James Bond...serán tan...edificantes. El prota se tiraba a un montón de mujeres y casi todas eran malas, sobre todo al principio que eran espías rusas. Tu no eres rusa...pero sin duda espías para alguien.

La observo mientras mi mano acaricia .. y la sonrío travieso. Tal vez si eres buena conmigo, te lo cuente después, cuando terminemos...ni antes ni durante si no te importa.

La elevo en el aire hasta que su espalda queda contra la pared y a una altura ideal...

Siento la pared fría contra mi espalda, pero las caricias me mantienen caliente.

-Nunca trabajé para nadie. ¿Por qué te crees si no que no puedo liberarme de la gorda?- por un segundo, la rabia me invade. -Quisiera que no fueses tan receloso- le digo y vuelvo a besarlo sin dificultad y con muchas ganas. -Puedes estar tranquilo que tu secreto estará a salvo conmigo... y podría servirte de seguro... después de todo, nadie te garantiza que si vas solo, un día no termines como el pequeñajo ese, el que sufrió el accidente en las duchas...- arqueo la cabeza hacia atrás. Oh Dios, cuanto hace que no siento algo así.

La oigo hablar, aunque de forma algo lejana. En estos mismos instantes tengo la mente en otra cosa. La primera vez desde hace mas de un año y desde luego es aun mejor de como yo lo recordaba.

Comienzo a moverme con lentitud, ayudando con mis brazos a la muchacha para que el movimiento sea mas fluido y poco a poco gano en fuerza y velocidad, dejando a un lado todo lo que nos rodea y que estamos encerrados en una cárcel que nos mantiene separados de los pequeños placeres del mundo.

Continuo unos minutos hasta que ya no puedo mas, demasiado tiempo y demasiado excitado como para no resultar corto, aunque intenso.

La abrazo con fuerza y termino, sabiendo que ella recibe mi esencia como el mercurio ahora mismo.

Un par de codazos y silbidos por lo bajo alertan a todos... la puerta se abre con un siseo, y tres guardias entran escoltando a Crusher y Flicker.

Junto a ellos, el Alcalde habla y habla sobre las bondades del tratamiento, la comodidad de los talleres y la inserción de los fondos de los Estados devuelta como trabajo, etc, etc. Ambos héroes parecen no prestar majores atenciones a la charla, pero sí a observar el lugar detenidamente.

Detrás de ellos, Gustav Olafsson, jefe de los oficiales penitenciarios "normales", camina con las manos cruzadas tras la espalda. Disimuladamente, se acerca a la mesa en la que Alan arma con desgano algo de función indeterminada, obviamente para el mercado japonés.

- Sí, claro, director... pero si me disculpa...

Flicker deja al Alcalde con una palabra a medio mascullar y se aleja. Crusher toma la posta, distrayendo al Alcalde con preguntas sobre la reciente transferencia de Cosmos.

La atractiva heroina se acerca a Maxwell, y le masculla algo por lo bajo, como comentando su trabajo. Mira a Rote con diversión; evidentemente le importa bien poco los insultos que esta le propinara antes.

- Max... tal vez tengamos algo de qué hablar. Tengo un ticket de salida, pero es algo distinto de lo que hablamos.

Al mirar a Rote, pregunta. Es de confianza? Tal vez tenga dos boletos para la gran final...

- Bueno, qué tenemos aquí... otra mierda inservible. Ante la mueca de Alan, Gustav ríe y aclara: Lo decía por el trasto, no por tí, tranquilo.

- Cuervo en la enfermería, a tí tendría que castigarte... espero que tengas algo al menos para darme, algo para que reconsidere enviarte al Sueño... Su voz ahora es un susurro mientras manosea las piezas. Notas que ambos guardias a tu alrededor cuidan de que nadie, preso ni guardián, se acerque a distancia de oir la conversación.

Una conmoción de repente llamó la atención de los presentes. Vortex, desoyendo a los Guardias, se había acercado al ventanal. Tres guardias ya lo cercaban, dos con porras y uno apuntando con su escopeta.

- Te dije quieto! Muévete de ahí! De rodillas! La metálica voz salía con ecos del interior de casco.

Con curiosidad, Crusher se acercó lentamente. También lo hicieron Ráfaga y Golden Tiger... todos los ojos estaban puestos en el gigante azul; por lo que los susurros se intensificaron en el resto del Taller.

¿Que hace Vortex? Maldito loco...

Ignorando el revuelo que había organizado el tipo de piel azulada, dirigí mi mirada hacia Rote para después devolverla hacia Flicker.

¿Confianza? Podría ser... y quizás a la muchacha le interese ese "boleto", pero preferiría hablar contigo en privado acerca de mis temas personales. Ya hablaré yo con ella después, si es preciso. ¿Te parece bien, Flicker? Cuanto antes hablemos, mejor...