Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 3: El viejo camino

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08/06/2019, 02:06
Larrid

Turno 305

 

Larrid se sirvió vino y atento estuvo de todo lo que se preguntaba. El mismo lo hubiera hecho si no se le hubieran adelantado. Sin darle mayor importancia, escuchó las respuestas que el guardes daba a sus compañeros. Edan hablaba junto a el, dando opinión y aconsejando sobre tomar alguno de aquellos soldados para su empresa, y también para tratar de hacerse con una laza. No elevaba la voz, no tanto por que nadie oyese sus palabras, si no para no interrumpir las demás conversaciones.

El soldado se encontraba a disgusto con el rohir hablándole cada poco - Basta Edan, tiempo habrá - Le dijo sin miedo a que lo oyesen, pero tratando de ser amable.

- Amigo Bernard, demos un paseo y hablemos de otros temas - le pidió mientras se levantaba - antes de que con tanta pregunta, conozcan todos vuestros secretos - rio tímidamente.

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08/06/2019, 04:03
Bernard

Turno 305

 

- Si, por supuesto, acompañadme, os lo ruego - dijo amable. Mientras se dirigía a la puerta, contesto a Ional. - Ya os dije que no hay ladrones por estas tierras, pero es deseo de mi señor mantener un pequeño grupo - No debéis preocuparos

Junto a Larrid, salió al patio.

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08/06/2019, 04:23
Director

RESOLUCION TURNO 305
 

 

El salón estaba ricamente adornado, pero nada ostentoso. Varios tapices y algún cuadro adornaban las paredes de la estancia. Una gran lámpara de hierro, de numerosos brazos, colgaba del techo justo encima de la gran mesa. Estaba apagada, pues por los dos grandes ventanales que había en la misma pared donde se encontraba la puerta de doble hoja. Hallfrid no podía evitar observar los motivos de caza de los tapices, tratando de averiguar si alguno de los cazadores llevaba las insignias o escudo de armas que ya había visto en los soldados. La mayoría de las telas, solo representaban a animales huyendo o parados en su máximo esplendor, quizás a lo lejos la silueta indefinida de su cazador. Solo uno, situado en la zona central, frente a la puerta, mostraba a un caballero engalanado, mientras cabalgaba lanza en alto hacia un ciervo bien astado. Llevaba exactamente el mismo símbolo en el pecho de la armadura, dos espigas doradas, cruzadas sobre un sol naciente en bermellón.

Tres jóvenes aparecían de cuando en cuando trayendo más vino, o agua en pequeñas jarras de barro. Iban colocando platos, vasos, e incluso cubiertos, ante cada uno de los invitados. Leofred se había ofrecido a tocar su fídula, aunque las conversaciones que se habían abierto, no le dejaron el momento oportuno para comenzar a hacerlo. Algunos preguntaron a Bernard sobre el camino, su seguridad, y por la presencia de otros asentamientos. El guardes, amablemente intentaba contestar a todas las preguntas, y solo cuando estas cesaron, quiso excusarse para atender los quehaceres propios de una hacienda como aquella. Larrid le ofreció ir a dar un paseo, para tratar cierto tema que se traían entre manos. Juntos, salieron al patio, dejando a los demás, solos en el salón.

Larrid y Bernard no se ausentaron demasiado tiempo, al fin y al cabo, todos sabían lo que tenían que hacer en el día a día, y pocas ordenes necesitaban recibir. No dio órdenes para armar cama alguna, ni lugar de descanso, pues parecía que finalmente la visita seria breve. Pasaron por la cocina para asegurarse de que la comida seria servida sin mayor demora. Después entraron en otra de las estancias, para finalmente volver al salón, justo al tiempo que la comida era servida.

No podían esperar grandes asados, no hubiera dado tiempo, pero a cambio les fueron ofrecidas frutas, jamones curados y otros embuchados. También había quesos, tomates y grandes panes. Si tardaron tanto, fue por que quisieron calentar un plato principal, un potaje de verduras y legumbres, con algo de tocino y morcillas. Las jóvenes se retiraron cuando todos estuvieron de nuevo a la mesa, Bernard y Larrid incluidos.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 306

► Hallfrid se fija en el caballero del tapiz, aunque lo he puesto para todos. De mencionarlo, dejemos que sea él el que lo haga.

► Larrid y Bernard, se han ausentado poco más de media hora.

 

► Resolución del próximo turno: martes 11-06-19

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08/06/2019, 04:24
Bernard

Turno 306

 

- Disfruten, lamento no haber podido prepararos un buen lechón, espero que todo sea de vuestro gusto - dijo sirviéndose algo de vino - Y Maese Leofred, espero que después de la comida, y en vista de que no dormiréis, nos deleite con alguna canción, o una historia quizás - dijo alzando la copa.

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08/06/2019, 09:49
Freagulf
Sólo para el director

Turno 306

Fragulf recibió con gran agrado los embuchados, pero al ver el plato caliente se le iluminó el rostro. Fue como si sacasen un gran pastel el día de su cumpleaños, y como tal, dio gracias, con una sonrisa, y un gesto amable, de cabeza, a cada una de las chicas, cuando lo miraban, le servían algo o pasaban cerca. Le llenó de ilusión y felicidad esta "mesa". Tomó el cubierto y se dio dos golpecitos en la palma de la mano derecha, como si fuera a atacar un variado menú de manjares deliciosos. Para él lo eran. Pero eso si, siempre con agua. Evitando licores, fermentados y destilados. Su barriga podría causar problemas y no quería encontrarse en la situación de estar "disminuido" por los efectos secundarios de esos brebajes. 

El ver tanto tabardo con el logo le hacía pensar que esto eran tierras señoriales. Los campos de cultivo de propiedad de algún noble o algo similar, que habían mandando a un grupo de trabajadores a que le hicieran lo que hubiera que hacer para sacar un rendimiento a sus señoría. A esas propiedades en tierras que disponía, pero no llegaba a reconocer quién era el señor. No sabía tanto de heráldica como para adivinarlo, y su vergüenza, y que estaba especialmente entretenido ahora, con la comida, que no hizo por preguntar. Pero por su mente si corría la duda: - ¿De quién será este lugar?

Notas de juego

Realmente no se ni como lo he puesto, porque esto carga mal, y cuanto peor va, peor veo. 

Creo que lo he escrito todo, medio bien, porque las letras que redacto si me salen, pero ... que sepáis que no veo nada, ni si quiera los destinatarios que he puesto. Tampoco veo los avatares de los que han puesto algo (sean PN o PNJ) Entiendo que una cosa la ha puesto LARRID, luego la resolución de turno y por último el Señor del sitio (guardés, como lo estáis llamando) pero sólo lo intuyo, por lo escrito, no porque me lo ponga.

Si tengo faltas (No me enseña tampoco las tildes) tampoco me lo tengáis en cuenta. Que ... estoy ... DISMINUIDO de visibilidad por que veo lo que me carga y no todo lo que redacto de forma correcta)

 

MIERDA DE CONEXIÓN. El lunes me cambian de residencia, así que igual, en el otro sitio, puedo ver mejor.

Paciencia con migo estos tres días. PORFIIIIII

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09/06/2019, 09:55
Gwalin

Turno 306

La respuesta de Bernard dejó inquieto al enano. Si bien le agradaba saber que no habían recibido visitas inesperadas e indeseadas como podían ser los orientales, eso no quería decir que no hubieran pasado por allí o cerca a allí, con lo que seguían sin pistas sobre el paradero de éstos.

- Grrrmmmm -respondió tímidamente a Bernard, asintiendo con la cabeza cuando éste le respondió.

Gwalin entró en el salón donde por fin les sirvieron la comida. El guerrero había bebido solo una copa en la estancia de al lado aunque nunca faltó vino, que los sirvientes se afanaban por vertir en las copas vacías. El enano tuvo que gruñir un par de veces negando con la cabeza, alertando a los sirvientes de que no quería más vino. Tenía sed y el vino no estaba malo, pero no quería beber demasiado como para que le afectara y se sintiera indispuesto. Tenían una misión y lo principal para el naugrim era esa misión. 

Comió de lo que habían puesto en la mesa, pero esta vez regado con agua. Miraba a sus compañeros una vez hubo acabado su plato por ver si alguno decía algo, algo relevante o simplemente que amenizara ese silencio que reinaba mientras comían.

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10/06/2019, 00:44
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 306

Edan se levantó de la mesa justo detrás de Larrid y salió del salón unos minutos tras pedir a una de las mozas que servian que le indicase donde se encontraba el servicio, o en su defecto un lugar apropiado para aliviar sus necesidades menores.

No se encontraba cómodo y la abierta correccion de Larrid ante el resto de sus compañeros no había mejorado esa condición.

Mientras caminaba por el pasillo repasaba mentalmente los tapices y alfombras del comedor. Poco sabia él de aquellas cosas, pero empezaba a pensar si su nueva vida le abocaria a vivir rodeado de lujos cono aquellos, o los de "La Rosa de los vientos".

Antes de regresar se detuvo un par de minutos en el exterior, quería disfrutar de un poco de silencio antes de volver a la reunión.

Una de las pocas cosas que echaba en falta de su vida cotodiana era la comida. Llegar a casa y saber que le esperaban un buen plato de guiso y el calor del hogar, era una sensación impagable. Disfrutaría de aquella comida y recaragaria energias para el reto que se le presentaba por delante. Algún día, él también poseería tierras y lujos, eso pensaba. Se preguntaba si entonces seguiría tan dispuesto a abandonarlos por seguir descubriendo nuevas tierras y conociendo las maravillas del mundo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Edan sale a mear. Pregunta por los servicios o donde quiera que meem los invitados xD

De paso que salgo, echo un vistazo a los alrededores.

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10/06/2019, 01:35
Director

Turno 306
​Percepción

 

Edan salió del salón por la única salida, que daba al patio. Se dirigió hacia otra de las puertas del mismo, donde le habían indicado que se encontraban las letrinas. Desde el patio interior, no había salida directa hacia el exterior, tendría que volver a salir por el pasillo de entrada para echar un vistazo.

 

Notas de juego

No se cuanto tiempo quieres dedicar a echar un vistazo. Si quieres salir mirar y volver a entrar, será mas de unos minutos. Por otra parte, será andar por la casa sin invitación, aunque tampoco hay nadie que te lo impida..

Si aun así decides ir a mirar, me extenderé en las descripciones, pero estarás entre quince  veinte minutos. Tu decides.

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10/06/2019, 16:16
Grimbeorn

Turno 306

- No es ningún problema, maese Bernard. - El norteño respondió en alusión a la ausencia de un lechón. - Agradecemos su hospitalidad y comprendemos lo precipitada que ha podido ser esta comida, dado lo inesperado de nuestra visita. - Agradecida y bienvenida era, sin duda, la posibilidad de tener una buena comida caliente en comparación con la frugalidad de sus raciones de viaje. Aun asi, el animista no se dió un atracón; tal vez por la costumbre, comió con moderación de todo lo que se sirvió y lo regó con una o dos copas de vino, ahora que su garganta ya no estaba reseca por el polvo del camino.

Mientras comía, observaba el transcurso del festín y la conversación, alternando con vistazos a la estancia. Pero había sido la marcha de Edan la que había atraido su atención. El rohir aparentaba haberse retraido tras la última conversación que tuvieron y no hacía tanto que Larrid le había ¿interrumpido? algo que le estaba comentando. ¿Se habría molestado por algo que el animista dijo o por la brusquedad del esgarothiano? Debía buscar un momento para hablar con Edan, pero no precisamente allí ni ahora porque, seguramente, el tema había de ser tratado con cierta privacidad.

Grimbeorn apartó aquellos pensamientos por el momento de su mente y siguió comiendo, atento a cualquier cosa que Bernard pudiera o quisiera contarles. O que alguno de sus compañeros intentase sonsacarle.

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10/06/2019, 19:40
Gwalin

Turno 306

Tras acabar con la comida, el enano se rescostó en su silla, volvió a sacar el tabaco y su pipa y se la preparó mientras le daba vueltas a la cabeza sobre la comida que acababn de meterse al cuerpo. Dejó el tabaco encima de la mesa y no lo ofreció pues ya se conocían lo suficiente como para saber que podían cogerlo sin tener que pedirlo.

Sin saber porque ni qué, al guerrero le picaba algo en todo aquello de la comida y de las charlas de Larrid con el guardés de la casa, algo que finalmente salió a modo de pregunta a los que estaban a su lado, que en esta ocasión era Freagulf, pero no lo dijo en bajo pues no le importaba que sus ompañeros supieran de esta cuestión que le venía a lamente. Quizás alguno psupiera o intuyera la respuesta.

-Mmmggggrrrmmm. Oye -dijo dándole un leve codazo a su compañero para que éste supiera que estaba hablándole y no gruñiendo  como era habitual en él-. ¿Crees que la comida que tenemos es gratuida debida a una acción de buena fe desinteresada de los hombres que viven aquí, o por el contrario nos costará a nosotros o a los esgarothianos algo, en forma de dinero o trabajo?.

Tras una bocanada a la pipa continuó.

-Es algo que no hemos hablado y que Larrid no nos ha contado. Supongo que como él es el representante de los esgarothianos será el que haga el pago y en consecuencia el trato a llevar con el guardés. Pero, aunque no sea del todo de nuestra incumbencia me deja un poco pensativo...sobre todo ahora con la tripa llena.

Tras decir esto Gwalin miró de soslayo al rohir para advertir si le había escuchado y luego siguió con su pipa y sus pensamientos a la espara de contestación.

Notas de juego

No marco a Edan pues se ha marchado..y la pregunta no es trascendente. Nagre, si consideras que debo poenrla para todos incluyelo.

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10/06/2019, 23:27
Leofred

Turno 306

A pesar de las disculpas del guardes la comida fue todo un manjar, acostumbrados como estaban en aquellos últimos días a tomar solo unos bocados fríos y mal preparados en el camino. A su vuelta, Leofred se preguntó de que habrían hablado a solas Larrid y el guardes, aunque sabía de sobra que sería de mala educación preguntar directamente, y probablemente solo tendría que ver con la compensación por su estancia.

Durante la comida surgió en una parte de la mesa la cuestión de si les habían recibido como un acto de caridad y de buena fe, o había un motivo menos generoso. Antes de que los demás llegaran a sus propias conclusiones, decidió que sería mejor arrojar un poco de luz sobre aquél asunto y se unió a la conversación con el enano en voz baja para sacarles de dudas. - No os equivocáis del todo, maese Gwalin. El guardes estaba un poco inquieto al saber que recibiría a más de media docena de hombres, y Larrid le calmó bajo la promesa de cubrir nuestros gastos con plata. Dada nuestra situación, creo que no es un mal trato. -

Cuando terminaron de dar cuenta del potaje y la carne, finalmente pudo responder a la petición del guardes. - Por supuesto, será un honor tocar en la mansión de un noble señor, incluso si él no está presente. - no se trato de ninguna actuación espectacular, tan relajado como no había estado en días y con la barriga llena, solo una cancioncilla con una melodía sencilla, y el fragmento de un poema muy conocido por todas las tierras entre la montaña solitaria y minas tirith.

[...]
Tras el recodo tal vez esperan
nuevos caminos, puertas secretas,
y aunque pasemos casi de largo
tal vez mañana aquí volvamos
tomando aquellas sendas ocultas
que van al Sol o hacia la Luna.
Manzana, espino, nuez y ciruela,
¡dejad que se pierdan, dejad que se pierdan!
Arena y roca, lago y cañada,
¡que bien os vaya, que bien os vaya!
[...]

 

- Tiradas (1)
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11/06/2019, 01:33
Ional

Turno 306

Con la voracidad de un joven Ional comió las viandas que les pusieron en la mesa y bebió del vino que les sirvieron. No sabía si volvería a disfrutar de estos placeres en lo que restaba de viaje así que quiso asegurarse de catarlos en abundancia. Una vez terminó, sacó su pipa y la llenó con la hierba del enano que siempre les había ofrecido. Se sentía bien, pues esta recompensa no se la esperaba cuando se apuntó a esta aventura.

Maese Gwalin, no seas tan conspirador. Seguro que Larrid está hablando de muchos temas con el señor Bernard. Quizás también el pago de esta excelente comida, pero seguro que de muchos otros temas. Además eso no es de nuestra incumbencia. 

Ional miró al enano y le sonrió pues su raza era tozuda y no gustaba de que le hablasen de esa manera tan directa, aunque Gwalin había demostrado a lo largo del viaje ser un caso bastante peculiar entre sus congéneres.

Sin nada más que decir, escuchó como Leofred les deleitaba con un bonito poema.

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11/06/2019, 16:49
Grimbeorn

Turno 306

Conforme la comida llegaba a su fin, las lenguas comenzaron a soltarse. Y fue el enano quien planteó una interesante cuestión. Se sucedieron algunas réplicas pero el interrogante suscitado no era algo que se pudiera desdeñar fácil ni rápidamente.

- Maese Gwalin lleva algo de razón. - El animista se encorvó sobre la mesa. Sin embargo, a diferencia del naugrim, él no levantó la voz. Optó por un tono más bajo y sosegado. - Si es únicamente una cuestión de plata, no hay problema. En el peor de los casos, nos tocaría rascarnos el bolsillo. Pero, ¿y si pidiera a cambio un servicio?¿Hasta qué punto podríamos permitírnolos, dada la urgencia de nuestra misión y la ventaja que nos llevan los orientales?

El norteño no se incorporó al término de su intervención. Permaneció inclinado sobre la mesa, apoyado sobre un codo, para poder oir mejor las respuestas de los demás en una atmósfera de complicidad.

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11/06/2019, 19:34
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 306

Edan regresó al cabo de unos minutos. Le hubiese gustado estirar un poco las piernas y quizas fumar algo de hierba, pero no pudo encontrar una salida desde el patio interior y ante la posibilidad de deshacer todo el camino renunció a esa idea. No queria ausentarse por mucho tiempo por si eso molestaba al Guardés.

Larrid y Bernard regresaron algo más tarde. Quizas ellos si habían tenido tiempo de airearse un poco.

Cuando llegó, sus compañeros siguieron haciendo preguntas.
A Edan no le preocupaban las implicaciones que pudiese tener aquel alto en el camino, por lo que a él respectaba, aquello era asunto de Larrid y los comerciantes. Probablemente se le había prometido una generosa compensación, pero ellos estaban al margen. Su palabra habia sido empeñada en un cometido completamemte diferente. Y en opinión del Rohir, de suficiente enjundia como para andar pensando en otras cosas.

Sin embargo, aquella granja había sido una gran noticia. Estrategicamente les proporcionaba un punto seguro al que retornar a pedir ayuda, no muy lejos de Caras Gwidor. Si las cosas se torcían sería la mejor opción que un soldado perseguido podría soñar.

Mientras la conversación iba cogiendo volumen, Edan aprovechó para llenar el estomago. Primero se hizo con un buen trozo de pan que acompañó con algo de jamon y tomate, y más tarde se deleitó con el delicioso sabor del potaje de legumbres. A Edan le encantaba la combinacion de las verduras con la grasa del tocino. Empujó varios pedazos con avidez y bebió un poco de vino para asentar bien el estómago.
Más tarde quizás tuviese algo de tiempo para tumbarse bajo un árbol y tomar algo de fruta.

Notas de juego

Vuelvo. Si hay tiempo después de comer y el Guardés me deja, le echaré ese vistazo a la granja.
Tal vez tenga que pedir trabajo aqui despues de nuesto encargo xDD

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11/06/2019, 23:40
Hallfrid

Ajeno a las sospechas que empezaban a exteriorizar algunos de sus compañeros, el joven campesino parecía simplemente disfrutar de la hospitalidad de sus anfitriones, perdiéndose primero largo rato en la observación de los tapices y murales, y zampándose más tarde, con toda la tranquilidad del mundo, un muy retrasado almuerzo.

En esta ocasión, el muchacho prefirió el suculento potaje de verduras, evaluando que quizás le tocaría ponerse otra vez en camino en breve, y prefería viajar ligero. Sin embargo, ello no le impidió repetir varias veces su porción (que, la más de las veces, contenía una proporción bastante inusual de trozos de tocino).

Mientras comía, perdido en la melodiosa letanía que improvisaba su compañero Leofred, el muchacho no apartaba su mirada del imponente retrato del caballero que dominaba toda la sala, preguntándose si llegaría alguna vez a estar al servicio de un caballero semejante.

Aunque, por lo que parecía, tales personajes debían de ser sujetos muy ocupados. Pues no importaba que tanto mundo uno pudiera recorrer, nunca conseguía hallarlos en sus fincas, ocupándose de supervisar el trabajo cotidiano...

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12/06/2019, 04:11
Director

RESOLUCION TURNO 306
 

 

Todos juntos comieron, las muchachas no necesitaron traer mucho más vino del servido, dada la comedida manera de beber de la mayoría. No querían estar embotados para el viaje que tendrían que continuar. No así lo hicieron con la comida, que aparte de caliente y servida en mesa, estaba deliciosa. Incluso el pan del día fue engullido con avidez, usándolo para mojar el grasiento caldo del potaje.

Edan salió, con la disculpa de aliviarse quiso ver los alrededores de la granja. Curioso solo pudo descubrir que, para salir del patio interior al que daban tanto el salón como muchos otros cuartos, solo disponía de una salida. Una de las puertas daba a las letrinas, aunque su puerta no se diferenciaba en nada al resto. Tras hacer sus necesidades el rohir salió de ella, y no le quedó más remedio que volver con sus compañeros. Para poder hacer lo que pretendía, que no era más que echar un vistazo, tenía que volver sobre sus pasos y salir por la puerta principal. Le llevaría demasiado tiempo, y no vio la necesidad de tal cosa.

El resto comía alegremente, y mantenían conversaciones banales. Salió un tema sobre las intenciones, o más bien intereses, del guardes. Algunos pensaban que todo aquel agasajamiento requeriría de pago, y que no era por mero altruismo. Fue el bardo el que finalmente confirmo las sospechas, informando que Larrid había acordado pago por los servicios. Fuere como fuese, disfrutaban de una agradable comida.

Cuando Leofred dio por terminada su comida, deleito a sus compañeros con un poema hecho canción. Sin que muchos lo supieran, quien sabe si el propio bardo conocía su origen. Recitaba unas rimas que el propio Bilbo Bolsón había creado y que tanto él, como su sobrino Frodo, recitaban en los largos paseos. En el gran Libro Rojo de la Frontera del Oeste fue recogido como canción usada en los inicios del Gran Viaje, antes incluso de que los hobbits llegasen a Bree a encontrarse con Gandalf.

Cuando todos hubieron terminado, las muchachas se apresuraron a retirar la mesa, mientras Bernad ofreció a sus invitados a acompañarlo. Los guio de nuevo al patio, para llevarlos al salón contiguo. Allí había cómodos sofás, y un fuego encendido en una gran chimenea. En el suelo, coloridas alfombras empalidecían la piedra que cubrían y junto a tapices, hacían más acogedora aquel lugar. Varios licores descansaban sobre una mesa central, en la que habían sido dispuestos vasos para todos.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 307

► Termináis de comer, pasáis a otro salón.

 

► Resolución del próximo turno: viernes 14-06-19

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12/06/2019, 04:12
Bernard

Turno 307

 

- Sírvanse, a mi señor le gustan los buenos licores, y estos serán de su agrado - ofreció, sin servirse él mismo - Disculpadme si no os acompaño, pero tales bebidas no me están permitidas - dijo sonriendo.

El guardes se sentó en una de las butacas tras señalar la mesa con la bebida - Descansad un poco, antes de reemprender el viaje - dijo amablemente.

 

 

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12/06/2019, 04:20
Larrid

Turno 307

 

- No me digáis que no los habéis probado - dijo Larrid, desconfiando pícaramente que aquel hombre no hubiese bebido furtivamente de alguna de esas botellas - Tenga, no saldrá de esta sala, y podrá culparnos si alguna botella queda vacía - dijo sonriendo el guerrero mientras llenaba dos vasos, uno para el guardes, y otro para él.

Tendió el vaso a Bernard, que lo cogió agradecido, para después acompañarlo en otro sofá cercano - Descansaremos, pero me temo que no mucho, hemos de partir en breve - dijo ya algo mas serio - Le pido que prepare nuestras monturas mientras degustamos los licores - dijo Larrid.

Bernard hizo llamar a uno de los sirvientes, y le insto a cumplir lo que el etheod le había pedido.

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12/06/2019, 12:12
Gwalin

Turno 307

Gwalin fumaba trnquilamente mientras conversaba con sus compañeros y escuchaba el poema de Leofred cuando llegó Larrid con el guardés. El enano escrutó a ambos bajo sus pobladas cejas grises y luego, ecogiéndose de hombros, siguió con el poema del bardo.

Al terminar Bernard les instó a seguir la comida en otra sala cercana. Allí podrían descansar en unos cómodos sofás y tomarse unos licores que estaban dispuestos en una masa. Al verlos el enano sonrió. Cogió uno de los vasos y se sirvió un licor de los que allí había.

-Uno solo y para bajar la comida, que si no se hace pesada para seguir el camino -se excusó el enano para servirse el licor, aunque al ver que tanto Larrid como Bernard lo tomaban sonrió y no le dio más importancia.

Luego se sentó en uno de los sofás y poco a poco fue dando cuenta de su licor, mientras miraba el fuego que ardían en la gran chimenea que había en la estancia. Su mente pensaba que esto no volvería a pasar en bastante tiempo, aunque también lo pensó cuando salieron de la ciudad de Tir Anduin, donde los esgarothianos les contrataron y después les invitaron a una impresionante cena. Gwalin sonrió al recordar este hecho. La verdad es que a pesar de que hasta ahora no le había gustado nada el viaje, por el hecho de haber discurrido casio todo en barcas y gabarras navegando por el río, tampoco se podía quejar demasiado pues la suerte parecía que estaba con ellos.

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12/06/2019, 16:37
Grimbeorn

Turno 307

Entre conversaciones y poemas, la comida tocó a su fin y Bernard les guió hasta una nueva estancia. Era lujosa pero menos recargada que la anterior (aunque aun lo era demasiado para la norma del hombre de los bosques). Con los sofás de apariencia cómoda y la gran chimenea encendida, la habitación parecía una sala de estar, un lugar donde sentarse, relajarse... y disfrutar de unas copas. Aquello último le quedó patente tan pronto entraron y el guardes no tardó en ofrecerles unas botellas que descansaban sobre una mesa central.

Ante la reticencia del guardes a servirse, Larrid le invitó a unírseles y acompañarles en algún tipo de cortesía civilizada que al norteño se le escapaba. Si es que realmente era algún tipo de protocolo o etiqueta escamotear los licores a espaldas de su señor. Decidió no darle muchas más vueltas; era obvio que, en el sur, en las tierras civilizadas, hacían las cosas de forma muy diferente. Se sirvió apenas un dedo de licor en uno de los vasos y se lo llevó a la nariz, fruto de la curiosidad por ver cómo olía aquel bebedizo antes de ingerirlo.

- Disculpad, maese Bernard. No es mi intención alarmarle pero, ¿no le han informado de nada anormal los trabajadores de la hacienda en los últimos días?¿Conservas desaparecidas, carnes ahumadas que falten, menos forraje o pienso del que debería haber? - El norteño había aprovechado para acercarse a uno de los sofás antes de interrogar al guardes. Dado lo aislado de aquella propiedad, si los orientales hubieran pasado por las inmediaciones, quizás pudieran haberse valido de eso para robar provisiones antes de proseguir con su viaje.