Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 5: Udûn

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02/04/2020, 22:31
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 519

Por entonces la claridad de la mañana habia ganado ya la batalla a las sombras, y ambos caminaban al lado de sus monturas, a buen paso a pesar del cansancio y las heridas.

Edan nunca había sido muy optimista durante su corta vida, pero las palabras de su compañero bastaron para borrar cualquier atisbo de ánimo de su mente. Era cierto que confiaba en que sus compañeros hubiesen dado caza al oriental, eran más numerosos y por el camino avanzarían mucho más rápido que el salvaje si se lo proponian, si éste intentaba mantener su ventaja, muy probablemente pagaría su osadía en forma de caída. Pero ahora que Grimbeorn se lo planteaba, empezaba a ver todas aquellas cosas que podrian ir mal.

No creía sin embargo que se hubiesen equivocado de camino. La calzada estaba bien delimitada y no existían bifurcaciones, no tenían pérdida. Ahora bien, aquellos cerdos de ojos rasgados ya habian demostrado ser realmente astutos. Aquel en particular pudo dar esquinazo a un grupo mucho mayor y bien organizado con solo una antorcha. A Edan se le ocurrió que bien podía haber adivinado las intenciones del Grupo y haberse rezagado deliberadamente, o peor, si se apartaba del camino, posiblemente sus compañeros nunca dieran con él. Empezaba a conocer a Larrid, y sabia que eso no lo detendría. Si por alguna razón encontraba el rastro del grueso de los orientales, seguiría adelante, al menos hasta que la lógica y las fuerzas se lo impidiesen. Y en cualquier caso, enviaria a alguien por delante para no perder el rastro.
Por suerte para ellos, antes o después tendrían que detenerse y esperarlos. No habían llevado provisiones, y algunos incluso se habian dejado atras las armaduras.

Pero a aquellas alturas la mente del rohir ya habia echado a volar. Y no sería sencillo traerla de vuelta.
Su vista se alejó entonces del camino, y empezó a otear con frecuencia los aledaños del mismo.

¿Como va ese brazo? preguntó a su compañero ¿Puedes empuñar un arma? tanto si podía como si no, si finalmente se topaban con el oriental no le quedaria mas remedio que hacerlo. El salvaje no tenia porqué conocer las limitaciones del sanador y llegado el momento la sola presencia del bosquimano lo haria dudar. Una ventaja a la que no podian permitirse renunciar.

Negó con la cabeza ante las dudas del animsita
No, el camino es el correcto. De eso no hay duda...aunque puede que tengas razón en lo de buscar un lugar elevado para ver que se esconde en la lejania.

No parecía prudente llevar a las monturas por allí arriba, pero quizas él pudiese adelantarse unos metros en el próximo descanso y echar un vistazo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Nagre, a cuantos metros se encuentra la planicie?
DJ: En realidad la planicie esta a lo largo del camino. A la derecha las rocas, a la izquierda una planicie salpicada de grietas y piedras.

Si no llevase mucho tiempo podria subir yo y echar un vistazo. Aunque no creo prudente que llrvemos los caballos por ahí.
DJ: Puedes subir (no hay mucho desnivel), con cuidado e invirtiendo tiempo. Los caballos también, pero para ambos es complicado. No hace falta una maniobra de escalada ni nada parecido, pero hay un 40% de probabilidades de que os hagáis daño. Si hubiera fallo, en función de lo lejos que quedaseis, seria una simple torcedura, un esquince o incluso una rotura. si os interesa doy datos mas concretos.

En cuanto a la hora. Cuando Hallfrid nos deperto, creo recordar que estaba a punto de amanecer, y ya llevamos bastante mas de media hora caminando, además de todo el tiempo que perdimos en el encuentro y en volver y recoger las cosas. Doy por hecho que ya no es de noche. Corrigenos si no es así.
DJ: En realidad, en la resolución del turno 504 os indico que han pasado 4 horas desde que comienzan las guardias. Hallfrid hacia la de en medio. Es de noche aun, me temo, quedara poco mas de una hora y media, para el amanecer.

No voy a perder tiempo en rastrear, pero podrías decirnos si vemos las huellas de nuestros compañeros?
DJ: Sin rastrear, y aun siendo de noche, veis huellas de caballos, rodadas de carros y pisadas de botas, lo normal de un camino. No sabéis cuanto llevan ahí, ni de quienes son.

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03/04/2020, 22:07
Leofred

Turno 519

Leofred estaba preparado para tirar de la cuerda, pero entonces el ruido de más cascos de caballos lo desconcertó. El oriental iba solo. - ¿¡nuestros compañeros!? - pensó con una sensación de peligro. Incapaz de activar la trampa con aquella idea en la cabeza, no pudo evitar asomar la cabeza un instante.

Apenas fueron unos segundos y no tenía claro lo que había visto, pero por el sonido parecía que los otros dos jinetes iban bastante rezagados. Además, el primer jinete era el oriental, seguro que le estaban persiguiendo... ¿seguro? Pero entre sus compañeros no había solo dos jinetes. Contando a Larrid serían hasta 4 ¿podría ser que cometieran un error terrible?

La conciencia del bardo no le permitía hacer aquello si existía la más mínima posibilidad de que uno de los suyos cayera en aquella trampa y se abriera la cabeza contra el suelo. Haciendo de tripas corazón, gritó con toda su alma. - ¡¡Detenéos, el primero que cruce este paso será arrojado de su caballo!! - después agarró la cuerda con tanta fuerza que le dolieron los dedos y, confiando en que solo el oriental desoiría su advertencia, tiró de la cuerda al mismo tiempo que rezaba a todos sus antepasados por no haber cometido una terrible equivocación.

Notas de juego

Quitando el hecho de que he lanzado la advertencia a bombo y platillo; en cuanto haya pasado el jinete que está en cabeza, sea como sea, vuelvo a destensar la cuerda.

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05/04/2020, 17:36
Director

RESOLUCION TURNO 519
 

 

La cabalgada había merecido la pena, todo estaba dispuesto y el oriental se dirigía a la trampa sin sospechar absolutamente nada. Leofred estaba agachado tras un arbusto, cuerda en mano y con su ballesta cargada muy cerca de él. Gwalin también se ocultaba, con el escudo y su hacha bien sujetos. El oriental espoleaba su montura mientras permanecía semiagachado, haciendo que su cuerpo se moviese al compás del animal.

Llegado el momento, cuando el sagath apenas estaba a un metro de la cuerda, Leofred tenso con fuerza el cabo, no sin antes gritar advirtiendo de la trampa. El aviso no estaba destinado a él, y ya demasiado tarde trato de detener el caballo sin éxito. El caballo se abalanzo contra ella con tal fuerza que hizo que la soga se escapara de entre las manos del bardo y los dos arbustos a los que estaba atada se quebraron saliendo disparados hacia el camino. La cuerda se enredó en las patas del penco como si de unas boleadoras se tratase, tropezó cayendo al suelo y revolviéndose mientras el oriental salía despedido con violencia. El salvaje aterrizo varios metros después, sobre su brazo derecho, quebrándose la muñeca al tratar de detener el golpe contra el suelo y sin comprender bien que había ocurrido realmente. El oriental no fue el único que resulto herido, el caballo quedó tendido en el suelo, con una de sus patas rota por el impacto contra el suelo.

Gwalin salió de su escondite a toda prisa, no quería dar oportunidad al sagath de armarse, de oponer algún tipo de resistencia. Conocían lo peligroso que era, y había que neutralizarlo lo más rápido posible. Sin dudarlo alzo su hacha contra el enemigo, su idea era solo dejarlo incapacitado. Sin embargo, el hacha del naugrim impacto contra la base del cuello, el cuerpo cayese inerte de un solo golpe. Todo había acabado para él.

Rápidamente los otros dos jinetes aparecieron, Leofred había cogido su ballesta y los apuntaba dispuesto a terminar con más orientales, se trataba de Hallfrid y de Larrid. Ambos habían perseguido de cerca al sagath, en parte empujándolo hacia la trampa, aunque sin ser conscientes de ello. Aliviados, Gwalin y Leofred les dieron la bienvenida, y les ayudaron a descabalgar. Los cuatro reunidos comprobaron el éxito de la estratagema, aunque improvisada, habían logrado interceptar al oriental. El enano, además, pudo vengar la muerte de Freagulf, Ional e Ibenar.

Solo restaba esperar a Grimbeorn y Edan, que se habían quedado atrás recogiendo el campamento. Con ellos quedaron los víveres, tiendas, mantas y hasta alguna de las armaduras. Larrid les pidió a todos que apartaran el cadáver del sagath del camino y que dieran una muerte digna al herido caballos, con la pierna rota no aguantaría mucho en aquellas tierras y no podía acompañarlos herido como estaba.

- Tiradas (2)

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 520

► Marcaos entre Hallfrid, Gwalin y Leofred

► El oriental muere, el caballo tiene una pata rota.

► Pues parece que ya no hace falta un plano de situación…

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 08-04-20

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06/04/2020, 01:55
Director

RESOLUCION TURNO 519
 

 

Los dos hombres reanudaron la marcha tras un pequeño parón. Se lo tomaban con cierta calma, no podían montar a los ya cargados animales y forzar un ritmo mayor no valdría mas que para agotar a los caballos y a ellos mismos. Edan continuaba agotado, ambos estaban magullados e incluso Grimbeorn se recuperaba de la rotura de su brazo.

Continuaban a lo largo del camino, mientras debatían sobre subir por la pequeña loma para echar un vistazo. Entrañaba cierto peligro, era un terreno lleno de grietas y pequeñas piedras sueltas. Lo desecharon, el riesgo era demasiado alto para lo que podrían poder ver, al fin y al cabo, era aun de noche. La luna brillaba, y aunque la visibilidad no era mala, la oscuridad no estaba hecha para los Edain. Desechada la idea continuaron adelante.

Grimbeorn tenía también dudas sobre si iban en la dirección correcta, y si había sido buena la idea de Larrid de separar de aquella manera el grupo. Interceptar al oriental era vital para la misión, y para su propia seguridad. Representaba la única manera de coger por sorpresa al enemigo, de perderlo, avisaría a sus esbirros y seria casi imposible dar con ellos. Era un riesgo que había que aceptar. Tenían que confiar en que más tarde todos volverían encontrarse.

Edan tenia otras preocupaciones, temía un nuevo encuentro con el oriental, que saliese de las rocas por detrás de sus compañeros y que fuesen ellos lo que se topasen con él. En el estado en que estaban, cansados y heridos, el rohir seguía pensando en una estratagema para defenderse. Quería saber si el animista podría esgrimir un arma, al menos para aparentar poder hacerlo, eso le serviría para darle cierta ventaja, o al menos que el enemigo se lo pensase antes de atacarlos. La realidad es que ya habían visto de lo que era capaz, y seguramente aquello no lo detendría. El bosquimano podría esgrimir un arma, pero no usar un escudo pues cualquier golpe recibido en ese brazo volvería a romper el aun debilitado hueso.

Siguieron avanzando, a pie, tirando de las riendas y dando amplios pasos para no perder demasiado tiempo. El camino transcurría como hasta ahora, el terreno circundante no cambiaba. El frio seguía golpeando con cortantes ráfagas de aire que obligaban a cubrirse bien con las capas. La luna vertía su luz clara en la noche, solo interrumpida por grandes nubes grises. El terreno estaba húmedo, aunque hacia algunos días que no llovía, la humedad del ambiente evitaba que el todo terminase de secar.

Ambos hombres miraban alrededor, temerosos y desconfiados, esperando no ser sorprendidos por el enemigo. No cesaron de andar, para alcanzar a sus compañeros a galope tendrían que hacerlo por largo tiempo. Escucharon algo, a la izquierda, proveniente del campo agrietado, pero no lograban ver nada. Podía tratarse de alguna alimaña, o el viento hecho caer alguna rama seca, era difícil saberlo y su vista en la noche no desvelo ningún peligro, tendrían que esforzarse mas.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 520

► Tiradas de percepción

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 08-04-20

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06/04/2020, 01:57
Director

RESOLUCION TURNO 519
 

 

Hallfrid y Larrid no terminaban de recortar la distancia que los separaba del oriental. Por mucho que se esforzaban sus monturas no daban para más, aunque al menos tampoco se estaba escapando. Era cuestión de tiempo que todos los caballos terminasen agotados, tanto los suyos como el del enemigo. Aun así, continuaron avanzando tan rápido como podían.

Pasaron una pequeña loma, con una ligera curva, en la que perdieron de vista momentáneamente al oriental. No tardaron en volverle a ver, justo cuando de repente el caballo del enemigo tropezó con algo, y cayo junto al jinete en el suelo a lo lejos. Todo ocurrió muy rápido, desde los secos arbustos salió el enano y acabo con la vida del salvaje de un solo golpe. Cuando llegaron vieron como Leofred les apuntaba con su ballesta, pero rápidamente la bajo al reconocerlos.

Aliviados, Gwalin y Leofred les dieron la bienvenida, y les ayudaron a descabalgar. Los cuatro reunidos comprobaron el éxito de la estratagema, aunque improvisada, habían logrado interceptar al oriental. El enano, además, pudo vengar la muerte de Freagulf, Ional e Ibenar.

Solo restaba esperar a Grimbeorn y Edan, que se habían quedado atrás recogiendo el campamento. Con ellos quedaron los víveres, tiendas, mantas y hasta alguna de las armaduras. Larrid les pidió a todos que apartaran el cadáver del sagath del camino y que dieran una muerte digna al herido caballos, con la pierna rota no aguantaría mucho en aquellas tierras y no podía acompañarlos herido como estaba.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 520

► Marcaos entre Hallfrid, Gwalin y Leofred

► El oriental muere, el caballo tiene una pata rota.

 

► Resolución del próximo turno: miércoles 08-04-20

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06/04/2020, 13:58
Gwalin

Turno 520

El enano no entendió porqué Leofred avisaba de la trampa justo en el momento en el que todo se iba a desarrollar. Por un momento pensó que todo se iba al traste y que el oriental cambiaría de rumbo y nuevamente se escaparía. El guerrero bufó por sus orificios nasales justo antes de que todo aconteciera.

Por fortuna, el oriental no tuvo tiempo de frenar su montura, tropezando con la cuerda que Leofred tensó a tiempo. Ambos cayeron al suelo estrepitósamente. Gwalin, atento de lo que sucedía salió hacha enarbolada y la descargó sobre el oriental. En su corazón anidaba la venganza por la pérdida de sus compañeros, pero su mente le recordaba que debían sacarle información sobre el grupo al que éste pertenecía. Por fortuna la mente prevaleció y el guerrero apuntó al hombro de su oponente en vez de a su cabeza. Pero por desgracia, el oriental se movió hacia el lado erróneo y el hacha se incrustó en su cabeza dejándolo seco en ese mismo instante.

-¡¡Maldita sea!! ¡¡Gggrrrrrmmmmmm!! -gruñó Gwalin visiblemente enfadado por haber acabado con el oriental. Sin poder hacer más, el enano sacó su hacha de la cabeza del oriental y, tras limpiarla en las ropas del muerto, pasó a registrar su cuerpo por si llevaba alguna cosa que les pudiera servir o decir cuántos eran. Al terminar, dejando a un lado lo que pudiera valerles*, se levantó y miró de nuevo al cuerpo inerte del oriental. Con voz grave habló al muerto -Te lo prometí y he cumplido -recordó el enano al oriental tumbado inerte delata de él.

Luego se acercó a sus compañeros que cabalgaban detrás del oriental para saludarles. Eran Hallfrid y Larrid. Pese a las circunstancias, Gwalin se alegraba de ver a sus compañeros, aunque faltaran dos de ellos, que seguramente esperaban en el campamento, donde Grimbeorn estaría curando las heridas que había sufrido Edan.

Es entonces cuando Gwalin, libre de la tensión del momento, sintió el frío viento recorrer su cuerpo. El sudor que había recorrido su cuerpo debido al nerviosismo durante la espera, se alió con el y el frío viento reinante haciendo que un escalofrío recorriera el cuerpo del guerrero. Necesitaba moverse y volver al campamento para calentarse.

Así acató las órdenes de Larrrid y abriendo un pequeño agujero ayudó a meter el cadáver del oriental y luego lo taparon con tierra. Allí quedó el último de los orientales que acabaron con la vida de sus compañeros

Notas de juego

*.- dejo a un lado todo lo que pueda servirnos: armas, armaduras (si lleva), objetos (cuerdas, documentos, odre, mochila, etc), dinero, joyas, objetos mágicos... ;ppp

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07/04/2020, 10:12
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 520

Paso a paso los dos viajeros fueron haciendo camino.
No había transcurrido mucho tiempo, cuando pudieron oir un ruido a su izquierda.

Edan se detuvo unos instantes temeroso e hizo un gesto a su amigo para que lo imitase. La noche todavía no llegaba a su fin, lo más probable era que se tratase de algún animal nocturno apurando sus últimas horas de actividad, pero los animos estaban a flor de piel y Ed'Rohir no estaba dispuesto a relajarse en aquellos momentos.

Cuidado ahora... susurró sin dejar de escrutar la oscuridad ...si damos con el enemigo, haz por llamar su atención sobre tí, intentaré aprovecharlo antes de que perciba nuestra debilidad

Había soltado ya las riendas de su caballo y desenvainado su hacha en silencio, y se preparaba ahora para embrazar su escudo antes de acercarse al umbral del camino. Sus ojos no perdían de vista la penumbra, tratando de descifrar cualquier movimiento extraño que pudiese provenir del orígen de aquellos ruidos.

Se hizo de repente un silencio escalofriante, solo interrumpido por el murmullo del viento y la respiración agitada de las monturas. Edan inspiró profundamente y trató de calmarse. El miedo le susurraba canciones carentes de melodía a los oidos y el infortunio soplaba frios vientos contra su espalda. Solo podía pensar en volver a casa, a su hogar, con su esposa y sus pequeños, pero sabía que aquel pensamiento era fruto del miedo, tan pasajero como la eufória que te embarga trás de una buena jarra de vino.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Desenvaino y me acerco al umbral para observar mejor.

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07/04/2020, 16:51
Grimbeorn

Turno 520

La marcha no podía ser más incómoda. A la imposibilidad de montar a las cargadas bestias y al dolor menguante de su fractura se unía ahora el viento frío. Grimbeorn maldijo por lo bajo aquellas circunstancias. Con el brazo inmovilizado con su capa, la prenda no le brindaba una protección contra los elementos tan completa como si hubiera podido envolverse en ella. Por suerte, el tabardo de cuero se ajustaba más al cuerpo y preservaba mejor el calor corporal que la armadura metálica del rohir. Eso hubiera sido mucho peor.

Los sentidos del animista estaban atentos más a cualquier señal que pudiera indicarle la presencia de sus compañeros de viaje. No creía que el oriental fuese a volver sobre sus pasos y arriesgarse a tropezarse con ellos de nuevo. Y no pensaba que los ojos del salvaje fueron mucho mejor que los suyos en aquellas condiciones nocturnas. En aquella situación, sin duda la vista del enano le daba una valiosa ventaja y si había alguien capaz de dar alcance al oriental, ése sería el naugrim.

Con aquellas ideas en la cabeza, el norteño alternaba las inspecciones del entorno con vistazos esperanzados hacia el horizonte. Allí, el cielo se veía más pálido que sobre sus cabezas, pero intuía que aun faltaba largo tiempo hasta que los rayos del alba rasgaran el cielo azul marino de la noche. Incluso los ocasionales ruidos que procedían de alguno de los lados de la senda eran atribuidos a la propia naturaleza en la mente de Grimbeorn.

- Será complicado. - El susurro en respuesta a las indicaciones de Edan dejaba claro que el animista tenía sus dudas sobre qué podía hacer para aparentar ser más amenazador que su acompañante, con un brazo en cabestrillo como estaba. La única posibilidad era que el oriental, si lo fuera realmente, le atacase por ser el miembro débil. Pero tal táctica, contra seres inteligentes, era peligrosa: le dejaba abierto a ataques por parte del miembro más fuerte. En aquel caso, de Edan.

En todo caso, mientras examinaba los alrededores con más detenimiento, Grimbeorn detuvo a su caballo y retrocedió para coger y empuñar su lanza. La equilibró bien en su mano libre y echó un furtivo vistazo por encima de su hombro, hacia el terreno que quedaba a sus espaldas. Con Edan atento a la colina de agrietada superficie, no estaba de más prestarle atención al otro lado del camino.

- Tiradas (1)
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08/04/2020, 23:23
Leofred

Turno 520

Apenas un instante después de terminar su advertencia, Leofred notó cómo la cuerda se le escapaba de las manos en el momento que el primer caballo tropezó con ella. Inmediatamente echó mano a su ballesta, preparado para disparar si era menester, pero el resto de jinetes eran claramente sus compañeros, y el hachazo con el que Gwalin recibió al derribado jinete le quitó cualquier duda respecto a que pudiera tratarse del oriental. Por primera vez respiró tranquilo aquella noche y se apresuró a saludar a Hallfrid y Larrid, más alegre aún al saber que Grimbeorn y Edan no podían tardar.

Grimbeorn decidió ocuparse del cadáver del jinete, de modo que Leofred se ofreció para hacer lo propio con el caballo. Ya había visto hacerlo en la anterior ocasión y, aunque le daba algo de nauseas, entendía que era lo más piadoso para el pobre animal que no tenía ninguna esperanza de curarse, la vida del equino se apagó en pocos segundos con el filo de su espada.

Al ver como el enano había separado las pertenencias del jinete, decidió echarles un vistazo también y ayudarle a cargar con lo que pudiera. Quien sabe, tal incluso hubiera algo útil. - No diría que nos haya sonreído la suerte... - comentó en referencia a la muerte del oriental, aunque vista la evidente frustración del enano no pensaba mencionarlo directamente - ...pero cuanto menos, no hemos sido desafortunados. Este explorador no ha llegado a tiempo con los suyos para advertirles, y eso ya es una pequeña victoria. -

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09/04/2020, 04:12
Director

RESOLUCION TURNO 520
 

 

Leofred se ofreció para terminar piadosamente con la vida del animal herido. Su pata rota seria casi imposible de curar, no podrían llevarlo con ellos, y dejarlo en aquel estado, en aquel lugar, no significaría otra cosa que la muerte. Buscó el mismo punto, en la base del cráneo, que Edan había usado aquella misma tarde para dar muerte al caballo. Hallfrid lo ayudó calmando a la bestia que, tumbada en el suelo, trataba de moverse entre dolores. La punta de su espada se clavó certeramente, seccionando la medula espinal y provocando la muerte inmediata.

Por otro lado, Hallfrid y Gwalin, echaron el cadáver del oriental a un lado. Con su hacha horadó un pequeño agujero en el suelo, no una tumba al uso, si no una simple fosa irregular donde echar al pobre desgraciado. Antes de taparlo, le despojaron de cuanto podía serles de ayuda. Taparon el hoyo y se sentaron, algo cansados, a esperar a sus compañeros.

Bien podían haber ido en busca de Edan y Grimbeorn, pero seria volver atrás. Larrid decidió montar otro pequeño campamento no muy lejos de allí, al resguardo de algunos arbustos y rocas pequeñas. Fueron a por algo de leña para encender un fuego, y limpiaron de piedras el lugar donde irían los sacos, no merecía la pena montar las tiendas de nuevo. Quedaban aun un par de horas para el amanecer, aunque Larrid se planteaba seriamente tomarse algo más de tiempo para descansar dados los últimos acontecimientos. Hallfrid ato los caballos cerca, dejando un poco de espacio para que pudieran pastar algo y descansar. Los cadáveres del caballo y del enterrado oriental no estaban muy lejos, bien podían haberse alejado un poco, aunque el etheod no lo considero un problema.

El tiempo pasaba y sus compañeros no acaban de llegar, la preocupación crecía entre muchos, aunque ninguno no decía nada. La noche era todo quietud, el silencio era solo interrumpido por el ulular del viento o el crujir de las secas ramas bajo su fuerza. La temperatura de aquella época del año, el invierno estaba terminando, era aún demasiado fría en la planicie de Uvanwaith.

 Un buen rato después, demasiado, vieron aparecer al rohir y al bosquimano, caminando animadamente y guiando a los caballos con las riendas. Se habían demorado mucho.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 521

► Estáis todos juntos, podéis marcar a todos.

► Quedan dos horas para la salida del sol.

► Entre las pertenencias del oriental hay:
• Encima lleva:
- Arco compuesto de madera y brazos contracurvados
- Carjac con 12 flechas, de madera y punta metálica, con penacho de plumas grises.
- Armadura de cuero hecha de “escamas” cuadradas cosidas entre sí.
- Espada corta (curvada) con vaina de cuero.
- Ropas de invierno de talla mediana (Cinturón, capa, camisa, pantalones, capa con capucha hecha de pieles…)
- Botas
- Daga con mango de cuerno ricamente adornado con tallas
- Bolsa con 8 monedas de cobre y un colgante de cuero con una piedra de lapislázuli
• En el caballo lleva:
- Cuerda de esparto (normal)
- Eslabón de hierro (Pedernal para encender fuego)
- Manta (saco de dormir)
- Bol de madera
- Cuchara de madera
- Dos pedazos de carne seca (dos raciones de comida)
- Calabaza con agua (Cantimplora)
- Silla de montar y aperos de monta.

 

► Resolución del próximo turno: domingo 12-04-20

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09/04/2020, 04:13
Director

RESOLUCION TURNO 520
 

 

Un ruido entre las rocas alerto a los dos hombres, se pusieron en prealerta, esperando ver aparecer a un enemigo que los acechaba. Toda precaución era poca. Edan se acercó allí donde había escuchado el sonido, mientras Grimbeorn echaba mano a su lanza y vigilaba el camino. En realidad, el pensamiento del bosquimano era la poca probabilidad de que el oriental fuese hacia ellos, cuando había estado huyendo al sur, hacia sus compinches. Aun así, se prepararon para lo peor. Pero no encontraron nada, ningún indicio a simple vista parecía indicar la presencia de un hostigador. Se demoraron un poco para asegurarse antes de retomar el camino.

La noche era todo quietud, el silencio era solo interrumpido por el ulular del viento o el crujir de las secas ramas bajo su fuerza. La temperatura de aquella época del año, el invierno estaba terminando, era aún demasiado fría en la planicie de Uvanwaith. Continuaron caminando, tratando de imprimir un buen ritmo, con zancadas generosas para no retrasarse en exceso. Los caballos, guiados por las riendas que sujetaban en la mano, los seguían casi sin inmutarse. Un buen rato después, demasiado, vieron a lo lejos a sus compañeros a un lado del camino. cerca de ellos, a cierta distancia, había un caballo muerto. Se habían demorado mucho.

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 521

► Estáis todos juntos, podéis marcar a todos.

► Quedan dos horas para la salida del sol.
Se que os dije que quedaba menos, pero no había contado con la última guardia teórica. Hallfrid os despertó a la mitad de la segunda guardia (cada guardia era de dos horas y media), por lo que habían asado 4 horas. Quedarían otras cuatro. Media hora con el oriental, otra media de recogida y algo menos de una hora en llegar con los compañeros. Quedan 2 para el amanecer.

► Resolución del próximo turno: domingo 12-04-20

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09/04/2020, 04:14
Larrid

Turno 521

 

Larrid salió al encuentro de Edan y Grimbeorn. - Al fin llegáis, comenzábamos a preocuparnos por vosotros - dijo contento de verlos al fin - ¿Algún problema por el camino? - preguntó.

- Descansemos, hemos tenido demasiadas emociones - dijo mirando todo lo que traían los caballos, ahora entendía por que no podían montarlos, el peso hubiera sido excesivo. - Nos queda noche para descansar - dijo no muy convencido, pues apenas quedaban un par de horas - Aunque estoy pensando en retrasar un poco nuestra partida, ha sido una noche ajetreada, estamos cansados, y algunos incluso magullados - miraba la herida del rohir, y como esta había sido magníficamente cerrada por el animista.

Notas de juego

A ver si cerramos capitulo en el próximo turno, o en el siguiente, (prefiero el próximo, claro XD) en función de las cositas que os tengáis que contar.

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09/04/2020, 09:41
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 521

Edan caminaba nervioso y taciturno. El silencio imperaba en la marcha, ninguno de los dos queria hacer el mínimo ruido para así poder escuchar con claridad los sonidos de la noche, pero los minutos pasaron y no volvieron a oir nada extraño.

Cuando al fin divisaron a sus compañeros en la lejanía, el rohir sonrió y dió un par de golpecillos en la cadera de Grimbeorn con su mano para llamar su atención sobre las figuras que descansaban a un lado del camino.

Por un momento se permitió albergar ciertas esperanzas acerca de la suerte de sus compañeros en su persecución del oriental cuando alcanzó a ver un caballo muerto al borde del camino.

Pero Larrid salió a su encuentro y seguía sin ver al oriental, ni un rastro de su cuerpo por los alrededores...

Saludó al Etheod con alegría, pero pasó sus palabras por alto. Seguía buscando con nerviosismo. Se preguntaba que había ocurrido. No pudo evitar responder con otra pregunta.

¿Que ha ocurrido? ¿Le habeis dado alcance? No había nada más importante en la mente del Rohir en aquellos momentos.

Solo después de que lo pusieran al tanto, se dedicó a responder las preguntas de Larrid.

Asi es...se giró hacia su conpañero ...Grimbeorn se ha caído, esta herido y no creo que pueda empuñar un arma durante un tiempo, por suerte para todos, sus habilidades no se limitan solo a eso. Mi herida esta mucho mejor ahora, gracias a su ayuda. Tras esa breve aclaración, dejó que su compañero entrase en detalles sobre lo que les habia ocurrido.

Ese descanso nos vendrá bien a todos. asintió.

La noche apuraba ya sus últimos minutos y Edan se sentía extenuado. Todo el esfuerzo realizado pareció manifestarse de repente, ahora que por fin habian alcanzado su destino. Sombrío, se dejo caer sobre unos sacos al lado del camino dejando escapar un gemido quejumbroso. No sabia que les depararia el día que ya se abría camino. Pero estaba convencido que aquél se habia terminado para él, al menos hasta que hubiera conciliado unas horas de sueño.

Notas de juego

Lo primero. ¿Que ha pasado? ¿Lo habeis alcanzado? ¿Ha huido otra vez? ¿El caballo es suyo o vuestro?
Como no nos deis una buena noticia, me parece que el ánimo se va a venir abajo. Ya os contará Grimbeorn, pero hemos tenido muy mala suerte con los dados ^^'

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09/04/2020, 12:47
Gwalin

Turno 521

Tras meter el oriental en su improvisada tumba, previo quitarle todo lo que les pudiera hacerles falta, montaron un campamento según las indicaciones de Larrid. Gwalin pensaba como su líder, si volvían atrás a su antiguo campamento, perderían un precioso tiempo que habían ganado gracias a la persecución del oriental. Así que el naugrim ayudó a recoger leña para hacer una pequeña hoguera y calentarse, alejando el frío que imperaba aquella noche. Limpió el suelo de piedras y estiró su saco y su manta al lado del fuego.

Mientras esperaba a que Edan y Grimbeorn vinieran, sacó un poco de comida, carne seca y algo de pan, y comió un poco. Comer siempre ayudaba al veterano guerrero a digerir lo que había acontecido. Su mente aun daba vueltas al haber matado a aquel oriental, sin poder interrogarlo antes.

Estaba rumiando sus pensamientos y masticando un trozo de cecina, cuando por fin aparecieron sus dos compañeros junto con Larrid, que había salido a su encuentro dado que tardaban demasiado. Cuando Edan pidió explicaciones de lo que había ocurrido, el enano arrugó el rostro y con poca palabras habló al rohir.

-Me lo cargué... maldita sea -maldijo en bajo su mala suerte. Seguidamente lanzó uno de sus gruñidos y siguió masticando la cecina.

Cuando sus compañeros se acercaron por fin al fuego, les contaron qué les había retenido y qué les había hecho perder tanto tiempo. La caída de Grimbeorn era una mala noticia, pues el Animista era quien les procuraba las curas. Gwalin volvió a gruñir, esta vez mucho más bajo y más corto que la anterior vez. Esperaba que esa noche terminara y que el día siguiente les trajera mejores noticias.

Notas de juego

Lo primero. ¿Que ha pasado? ¿Lo habeis alcanzado? ¿Ha huido otra vez? ¿El caballo es suyo o vuestro?
Como no nos deis una buena noticia, me parece que el ánimo se va a venir abajo. Ya os contará Grimbeorn, pero hemos tenido muy mala suerte con los dados ^^'

Ya sabe que el enano es parco en palabras, la explicación larga se la dejo a Leofred, Larrid y Hallfrid, pero sobre todo al primero, que es el bardo y sabrá contar mejor la historia ;p 

Pero solo te digo que la mala suerte que habéis tenido con los dados la he tenido yo buena con los míos... aunque no quería tanta... con un crítico de 98... pues adios oriental   U_U

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09/04/2020, 16:40
Grimbeorn

Turno 521

El extraño ruido al final no fue nada. El norteño incluso lo atribuyó a una mala jugada ocasionada por los nervios, así que volvió a dejar su lanza en la silla de montar y tiró de las riendas. Trató de calmar a Edan aunque, al cabo de un rato, terminó por avanzar en silencio para aprovechar mejor el aliento. Durante aquel tiempo, el animista seguía inspeccionando el entorno con la esperanza de ver algo que le indicase si iba por buen camino o avistaba a algún miembro de la comitiva.

El destino finalmente quiso darle motivos para sonreir y suspiró aliviado cuando acertó a ver, en la lejanía, al grupo ya reunido. Los Valar habían querido que no sufrieran bajas, como ya les había ocurrido con Freagulf e Ional. Se permitió apretar un poco el paso para alcanzarles antes.

- Una mala caída en la oscuridad. - Levantó un poco el brazo en cabestrillo cuando Larrid preguntó y Edan dió una explicación superficial. - Pero hemos traído del campamento todo lo que hemos podido cargar en los caballos. - Hizo un gesto con la mano que aun sostenía las riendas. - Y parece que, efectivamente, descansar un poco nos vendrá bien a todos.

Grimbeorn iba a ayudar a descargar los fardos que llevaba su montura cuando recordó el brazo lastimado, por lo que se resignó a ver cómo los demás recuperaban sus cosas mientras él realizaba pequeñas tareas. Aprovechó aquella relativa falta de actividad por su parte para saludar e interesarse por el estado de Larrid, Gwalin, Hallfrid y Leofred. En especial dedicó unos minutos al enano, que había estado bastante cabizbajo desde su llegada.

- No creo que nadie os culpe, maese Gwalin. El oriental no iba a frenar sus golpes para no mataros en combate; lo lógico es esperar que vos tampoco lo hicieséis. - El animista trató de reconfortar al naugrim. La muerte del salvaje era un golpe duro que les privaba de posible información, pero también significaba que el grupo que perseguían era menos numeroso ahora, tras aquella baja. Intentó presentarlo de esta manera al enano.

Notas de juego

En realidad, yo no he tenido mala suerte con los dados. Saqué un 94... en la pifia de MM XD

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09/04/2020, 20:44
Gwalin

Turno 521

Gwalin se acercó a Grimbeorn y le ayudó a montar su saco y su manta al lado del fuego. Lego se sentó junto al animista y le pasó un trozo de cecina y un poco de pan. 

Luego, al escuchar la arenga de éste sobre lo que había pasado, el enano se encogió de hombros. -Tienes razón, pero, créeme, no quería matarlo. Al igual que no quería matarlo cuando lo encontramos en el desfiladero, por eso corté las cuerdas de los caballos, para que no pudiera cogerlos y no pudiera escapar, pero en esa ocasión fue más astuto y rápido... esta vez lo fuimos nosotros.

Aun con las palabras de Grimbeorn, Gwalin seguía taciturno y un poco osco, y al recordar los hechos acaecidos, soltó uno de sus inconfundibles gruñidos. Pero acto seguido, y con el fin de olvidar lo sucedido miró al animista y le preguntó.

-Y tú ¿que has hecho para caerte de esa forma? Yo creía que era el más inútil de todos montando estos bichos -dijo refiriéndose a los caballos.

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10/04/2020, 13:41
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 521

Edan se habia quitado ya las protecciones de los brazos y se peleaba con las grebas metálicas cuando Gwalin les confesó la verdad sobre el destino del Sagath.
Sintió cierto alivio al enterarse de que el oriental no habia conseguido escapar. Algo era algo. Todos hubiesen preferido capturarlo vivo para descubrir más sobre el resto de salvajes, pero Edan no podía culpar al enano.

Grimbeorn tiene razón amigo, mejor él, que uno de los nuestros
El espíritu pesimista del rohir ya lo habia llevado a asumir la peor de las resoluciones, de modo que dió por buena la noticia.
Desabrochó al fin las hebillas y dio un tirón apoyandose en el suelo, las piezas metálicas rebotaron contra las piedras del camino con un sonoro "clong".
Suspiró aliviado unos segundos al tiempo que su cuerpo se vencía hacia delante y sus manos masajeaban sus gemelos. Estaba realmente agotado.
Cuando recuperó las fuerzas, aflojó el cinturón dr la cota y empezó a desatar el cordón del cuello.

Descansemos ahora. Imagino que querrás partir prontó esta mañana... miraba a Larrid en esta ocasión.
...aprovechemos lo que nos resta de noche, nuestros cuerpos lo agradeceran.

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10/04/2020, 15:54
Grimbeorn

Turno 521

El animista se permitió una leve sonrisa, dentro de la desgracia que suponía la lesión sufrida, cuando el enano sugirió que su accidente se debiera a una caída del caballo.

- ¿Quién ha dicho nada de caballos, maese Gwalin? - Junto con el tono irónico, lo dejaba dicho todo. - ¿Y cómo os ha ido a vosotros la persecución en la oscuridad?¿Algo raro que destacar?

Mientras escuchaba las aportaciones de los demás, el norteño se las apañó con la mano libre para acercarle a Edan un saco de dormir enrollado. De este modo, el rohir ahorraría algo de tiempo en tanto se afanaba por desvestir su armadura.

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10/04/2020, 21:27
Gwalin

Turno 521

El enano miró a Grimbeorn y levantó una ceja incrédulo. Si no se había caído cabalgando entonces no entendía muy bien cómo se podía haber lesionado su compañero... aunque en aquel terreno lleno de piedras y socabones, todo podía pasar. Gwalin se encogió de hombros y aunque la espalda le dolía y le pedía descanso, se volvió a levantar para ayudar al animista colocar el saco de Edan. 

Al mirar a sus compañeros vio que el rohir estaba quitándose sus piezas de armadura. Gruñendo por lo bajo, se acercó a su compañero y le echó una mano a quitarse la cota. Luego, procedió él con la parafernalia, grebas, brazales, casco, la cota de malla y, por último, el gambesón. Estaban cerca del enemigo, pero no creía que esa noche les atacaran, por lo que era mejor dormir bien.

Colocó todo cerca y se cambió la camisa por una limpia, no porque oliera mejor, si no porque estaba seca y la otra húmeda de sudor de la persecución y posterior refriega. Y es que con aquel frío ayudado por el viento reinante, cogería un pasmo pese a estar cerca de la hoguera.

Luego volvió a sentarse en su saco y cogió un nuevo trozo de cecina y de pan y contestó la pregunta de Grimbeorn.

-La verdad es que no sé cómo no me he caído del caballo. Supongo que mi vista, hecha a la oscuridad, me ha ayudado mucho -dijo mirando la hoguera, como si recordara aquellos momentos-. Eso y que me aferraba al caballo como si fuera una joroba del mismo animal jajaja -rió de buena gana el enano alejando su malhumor por haber matado al oriental.

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10/04/2020, 23:36
Leofred

Turno 521

Leofred saludó animadamente a Edan y Grimbeorn a su llegada, ya comenzaba a echarlos en falta, y que se hubieran retrasado para recoger el campamento finalmente les había ahorrado tiempo. No le apetecía pensar en que tendrían que rehacer todo el camino de vuelta a aquellas horas, cansados y tan cerca ya de la salida del sol.

El bardo ayudó a descargar lo poco que fuesen a necesitar para lo que restaba de oscuridad, principalmente sacos de dormir y mantas ya que ninguno tenía ánimos de montar de nuevo las tiendas para las pocas horas de descanso que les quedaban. Los recién llegados habían preguntado por el destino del oriental, pero Gwalin aún parecía rumiar para sí mismo la mala suerte de no haber podido capturarlo vivo. Finalmente Leofred intervino para clarificarles un poco más lo que había ocurrido, recuperando un poco su tono teatral ahora que estaba de mejor humor - Atravesamos el pedregal como centellas, a todo lo que podían correr los caballos para darle alcance antes de que encontrase la salida de aquella suerte de laberinto; la verdad es que suerte tuvimos de llegar sin partirnos el cuello. En el poco tiempo que disponíamos logramos tender una cuerda a modo de trampa y la providencia quiso también que Hallfrid y Larrid le fuesen pisando los talones. Sin la oportunidad de detenerse o encontrar otra escapatoria, el oriental tropezó de pleno con la trampa y salió despedido de su caballo. -

El bardo estaba más orgulloso de lo que le correspondía, aunque se lo permitió dado que todo había resultado bien. Finalmente dio los últimos detalles - Tal vez hubiésemos podido someterlo entre los cuatro, pero el golpe de Gwalin resultó fatal sin proponérselo. Una pizca de mala suerte para amargarnos esta pequeña victoria. -

- ¿Algo raro? - le había extrañado un poco la pregunta de Grimbeorn - No puedo hablar por un naugrim, ya que mis ojos nunca han sido mejores que los de cualquier otro hombre, pero no encontramos nada que merezca la pena mencionar. También es cierto que estábamos más preocupados de permanecer sobre nuestros caballos que de cualquier otra cosa, pero aun así, nada extraño. -

Una vez guardada su ballesta y las pocas cosas que solía llevar encima, se entretuvo un rato hurgando entre las pertenencias del oriental, aunque no había nada especialmente útil. Se adjudicó la cuerda, ya que había hecho pedazos la suya para hacer sus improvisadas trampas (aunque de poco habían servido hasta ahora); también atrajeron su atención el colgante con aquella piedra azul por su belleza y el arco por su curiosa forma curvada, aunque estos los dejó donde se encontraban.

- Esta carrera me ha desvelado, y tampoco queda tanto para amanecer. Con vuestro permiso terminaré la guardia, creo que algunos necesitáis de estas horas de sueño más que yo. -