Partida Rol por web

Y si aquella religiosa había pensado por un solo momento que el instante más aterrador de su vida había sido suelo vertiginoso descenso en avión y su colisión contra la selva, ahora que tenía frente a ella a un enorme ser reptiloide con cara de muy malas pulgas y mucho hambre, acababa de cambiar de opinión.

- ¡Santo Dios! - Exclamó aterrada. - ¿Qué aberración es...?

No concluyó la frase, sabía que si quería vivir un día más, debía salir de allí cuanto antes. Combatir a ese monstruo no era una opción viable y aún siéndolo, no tenían armas. Así que así, sin más empezó a correr todo lo rápido que su dolorida pierna le permitía.

-Doctor O`brian, pero puedes llamarme Jack, encantado Samantha-contesté con un gesto mezcla de sonrisa y tensión por la mierda de situación en la que nos encontrabamos-la herida que tienes es fea, pero si se mantiene limpia y cerrada, debería de aguantar lo suficiente, necesita puntos, pero dado lo que acabamos de oir, quedarnos aquí, no es una opción tenemos que buscar algún lugar seguro y echaros un vistazo a todos..-dije apretando la venda con fuerza para mantener la zona de la herida bien sujeta.

Cuando todos parecían decentemente curados y tras escuchar aquel rujido que me había helado la sangre, seguí a los demás fuera de los restos del avión destrozado-¿Podéis caminar todos o necesitáis ayuda?-pregunté ciertamente preocupado, ahora mismo era el único que tenía conocimientos para mantenerles vivos y aunque el japo era el último en mi lista de preocupaciones, tampoco me interesaba tratarlo como una mierda, nunca se sabía que podía ocurrir en un futuro así que miré al flacucho-pregúntele al amarillo si se encuentra bien para caminar, no podemos quedarnos aqui-le espeté mirando al nipón con verdadero disgusto.

En el exterior todo lo que había era selva, una jodida selva tupida y verde, hacía un calor sofocante y entonces ví como el amarillo me acercaba un proyectil, juraría que era una bala de una pistola de señales, en ese momento no sabía qué decirle salvo mirarle cómo se alejaba, me guardé aquel cartucho y volví a centrarme en los que nos rodeaba-Bueno, está claro que hay que irse de aquí, los japos no tardarán en llegar queriendo saber si hemos quedado alguno vivo, además..¡JODER!-exclamé viendo aquella especie de cocodrilo gigante-¿Qué mierda es eso?-dije mirando a los demás-Hay que largarse de aquí muy...despacio...quizás si nos movemos poco a poco no nos ve como una amenaza y nos deja...-¿qué mierda era esa? si ese jodido bicho se nos comería como si fueramos un piscolabis pero sin cerveza, pero qué podíamos hacer, casi todos estaban heridos, aunque la monja parecía estar hecha de una pasta muy diferente, seguramente celestial pues echó a correr como alma que lleva el diablo.

¿Qué cojones hacer? miré a los demás-Vosotros diréis, ¡pero yo no pienso quedarme delante de ese jodido bicho un segundo más! decidíos o voy con la monja con tal de perder a esa horrible bestia...-dije listo para echar a correr en el próximo segundo.

Sonrei cuando el medico me dijo su nombre y al salir del avion parecia que no habia nada o por lo menos aquello era lo que me indicaban mis sentidos; una vez estuvimos todos en el suelo heche una rapida mirada; sobre todo los que me interesaban eran el nipon, al que cuando pudiera le sacaria toda la informacion que tuviera, y el medico, aun debia remendarme aquella herida que aunque ya no me dolia tanto como antes para que mentir... segui haciendolo.

Nos pusimos a caminar sin un rumbo fijo pero a los pocos pasos el cielo se ensombrecio y un "pequeño" lagarto aparecio; estaba mas que acostumbrada a aquellas situaciones asi que el miedo no me invadio y por lo que parecia a los demas tampoco pues como bien habia dicho el medico debiamos escondernos; pero la monja no fue tan lista y salio corriendo como alma que lleva el diablo.
No corrais!! grite pues si no representabamos una amenaza, tal vez no nos atacara, Caminad muy despacio y esconderos!! grite al resto del grupo mientras yo hacia lo propio.

Esperaba que el movimiento de la monja lo hubiera atraido lo suficiente como para que fuera a por ella y salir corriendo detras para ver si podiamos ayudarla de alguna manera.

Poco le duró a la hermana la fuerza en las piernas. Nada más empezar a correr notó un fuerte pinchazo en la herida de bala que había recibido en el costado. Eso le provocó una inoportuna caída y quedó a merced del monstruo que les estaba persiguiendo.

¿Por qué...les estaba persiguiendo? Igual hubiera sido mejor idea quedarse quieta o tratar de esconderse, pero al haberse sentido bastante bien después de las curas del médico y saber que normalmente sus piernas eran rápidas, tuvo la intuición de que lo mejor era huir.

- Por todos los dioses... - Blasfemó de forma evidente al girarse para contemplar su más que posible final.

Me duele horrores la cabeza. Recuerdo que estaba a los mandos del jodido avión, haciendo unas maniobras realmente envidiables, y cuando me dispuse a aterrizar en una tierra desconocida envuelta en una densa niebla, todo se volvió oscuro. Hostia, mi mandíbula. Parece que el aterrizaje no ha ido de la mejor manera posible. Aunque bueno, esta piltrafa no habría llegado hasta aquí de no ser por mí.

Abro los ojos y me veo tumbado en el suelo, con la fina hierba acariciándome la piel. No es del todo agradable, me hace cosquillas y yo no soporto las putas cosquillas. Joder, me cuesta hasta girar el cuello. ¿Dónde diablos se habrán metido estos gilipollas? Creo que por ahí veo a uno... Tengo que ponerme en pie...

Mientras estoy tratando de realizar esta acción, al mover la cabeza y alzar la vista me encuentro con algo realmente inesperado. Una figura de proporciones colosales se encuentra a unos metros de mí, parece algún tipo de reptil gigante.

No sé si es buena idea moverme demasiado... No parece pacífico precisamente. Me cago en la puta. Al menos creo que todavía tengo esa pistola de feria...

El enorme y repelente bicho, pareció mirar en todas direcciones. A varios metros bajo su cabeza, cada uno de vosotros intentaba quitarse de allí a la mayor velocidad posible, como hormigas huyendo despavoridas del pie que intentaba aplastarlas.

Zenji y Diana se metieron entre la vegetación. Carter se lanzó sobre su propia herida en un manto de hojas, quedando prácticamente oculta a la vista. Incluso Vance, que acababa de despertarse con la sorpresa de hallarse cara a cara con aquel monstruo, había sido rápido y eficiente camuflándose con las plantas que tenía al lado.

Pero la Hermana no tuvo tanta suerte. Se dispuso a huir, tropezó y cayó. Eso llamó la atención del monstruo, que miró en su dirección, lanzó un rugido tremendo y después abrió y cerró sus mandíbulas sobre ella.

Cuando levantó la cabeza, los dientes del monstruo llevaban cogida del hábito a la hermana, que estaba prácticamente cabeza abajo. Otro movimiento llamó la atención de la criatura, que ya parecía dispuesta a tragársela, y miró en dirección hacia O'Brian, que parecía haber chocado con una vegetación demasiado densa para atravesarla.

Y por si eso fuera poco, apareció otra criatura más, similar a la otra en cuanto a forma, pero de menor tamaño.

Alzó su cabeza y empezó a olisquear el aire, aunque no le costó localizar rápidamente a O'Brian, que prácticamente se comportaba como si él mismo fuese una gigantesca diana para aquellos bichos. En cuanto lo vio, se lanzó a por él a toda velocidad, y sus cuatro patas amenazaron con aplastar cualquier cosa que se encontrara a su paso, lo viese o no.

No sé cómo pero tropecé y caí al suelo de la forma más absurda, escandalosa y vergonzosa posible, el enorme animal había agarrado a la monja dejándola colgada como una salchicha pero eso era poco para ella pues el alboroto que había montado yo volvió a llamar su atención, me incorporé lo más rápido que pude, pero entonces apareció otro monstruo más feo todavía que se lanzó a por mí como si fuera un pedazo de carne que devorar.

-Hay que joderse, ¡si lo llego a saber no subo al avión!-dije echando a correr intentando alejarme de esas bestias jurásicas.

Perfecto mi escondite habia sido perfecto pero por lo que parecia el de los demas no lo habia sido igual, uno de aquellos seres agarro a la monja y la tenia entre sus dientes dispuesto a comersela mientras aparecia otra que, le habia prestado mas atencion al medico. No podia permitir que se lo comieran pues de él dependia en gran parte que mi herida fuera a mejor y la monja... que decir?? me habia salvado la vida sacandome de aquel amasijo de hierros asi que rapidamente sali de las hojas en las que me encontraba.
Ehhh!!! les grite a los bichejos para intentar llamar su atencion Venid a por mi!! dije moviendome de manera tan exagerada como podia para atraer su atencion y que dejaran a la monja.

Asi que cuando consegui que ambos bichejos me prestaran atencion comence a correr para alejarlos del resto

La situación, ya de por sí desesperada, se volvió más urgente y caótica por segundos. Mientras la hermana permanecía en aire sin saber si iba a servir de entremés de aquel monstruo, O'Brian se lanzó a la carrera, o lo intentó al menos, mientras Carter llamaba su atención y empezaba a correr en dirección opuesta. 

Ambas criaturas se movieron, y con cada paso el peligro era mayor para todos los que estabais ocultos.