Partida Rol por web

Escape from Kong Island

CAPÍTULO 4: KONG, KONG, KONG

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17/09/2019, 20:16
Director

Notas de juego

Destreza, para nadar. Pero no pifies.

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18/09/2019, 07:02
Hermana Claire

La religiosa no iba a dar por perdido el remo tan fácilmente. Se puso en pie y se lanzó de cabeza al mar de forma acrobática. Cómo si un delfín se tratara salió del agua justo debajo del remo y se propulsó con sus piernas para regresar al bote en menos de lo que se produce un pestañeo.

Al salir del agua todos fueron testigos de como su ropa mojada se ajustaba a su perfección a su cuerpo, dibujando sus curvas. Para ser una mujer veterana conservaba una buena forma física. Casi sería apetecible de no ser por su rictus de seriedad y su mala hostia.

- Nos vamos. - Sentenció. - Ahora sí. - Y sin más comenzó a remar.

- Tiradas (2)
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18/09/2019, 09:40
Samantha Carter

La hermana no estaba dispuesta a esperar a nadie y menos con aquel simio pisandonos los talones pero al coger el remo para disponerse a utilizarlo parecia que fuera la primera vez y al igual que la vez anterior se le cayo al mar.
Me la quede mirando con cara de que no ibamos a conseguir salir de alli de aquella manera y mire hacia arriba en donde aun se encontraban Sextus y Zenji
-Vamos cobardes!! les grite a pleno pulmon mientras yo tambien me disponia a remar junto a la monja Estar mar adentro no sera nada con quedaros hay y mientras decia todo aquello e intentaba remar me di cuenta de que no podia hacer dos cosas a la vez pues aunque estaba remando, no lo hacia como se debiera.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hermana nos vas a pegar tus pifias!!

Jajjaja

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18/09/2019, 10:17
Sextus Cadawallader

Sextus había estado traduciendo al nipón y demás, y aunque su actitud era de bajar, remoloneo un poco hasta que encontré un chaleco salvavidas bastante grande.

Era como un rama al viento, osea, que en el agua seria como una colilla en la marea. Sin salvavidas grande estaba en más peligro.

Cuando volvió, vio que ni le esperaban. Que demonios.

 

Se lanzo al agua, al lado del bote y pidió ayuda para subir.

Vámonos. Pero por favor, no me dejen atrás más.

Notas de juego

Ayudo a bajar el bote, y luego me dejan atras. Que incorreción. 
Siempre que este en el mismo lugar que le nipon, hago traducción simultaena de todo lo que se hable con el( a menos que procure que yo no lo traduzca). 
 

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18/09/2019, 20:47
Director

Notas de juego

Zenji, ¿te quedas en el barco o te vas con ellos? Lo que decidas para mí está bien, pero hay que decirlo ya porque el bote se larga, con Diana y contigo o sin ti. :P

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18/09/2019, 21:12
Diana Hoffman

-Zenji, cariño... fue bonito mientras duró.- Rápidamente Diana salta al bote y dice adiós con la mano a su Capitán semi Americano-japonés.

Notas de juego

Por si no ha quedado claro XDD

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19/09/2019, 10:11
Zenji Abe
Sólo para el director

Notas de juego

Me quedo en el destructor. Sigo pensando que ir mar adentro en un bote cutre es mala idea...

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19/09/2019, 11:18
DIRECTORA

Finalmente, el bote empezó a avanzar. Las olas lo empujaban arriba y abajo, pero no parecía que hubiese un peligro inmediato para sus pasajeros y la Hermana y Carter remaban con bastante seguridad.

Mientras se alejaban, la mirada de Zenji, desde lo alto del destructor, les seguía sin parpadear, esperando que de un momento a otro una ola gigante hiciera volcar la frágil embarcación, y temiéndolo a la vez, por viajar en ella su amada Diana.

Pero no sucedió.

El oleaje era fuerte, pero no imposible de superar y si continuaban remando de aquella manera, parecía que iban a conseguir alejarse, por fin, de aquella isla.

Notas de juego

Imaginad el bote sin tanta gente jajajaja

Necesito que reméis todos, no solo ellas dos o no podréis con la corriente. Vosotros mismos. 

Zenji, pues estás solo en el destructor. Ya me dirás XD

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19/09/2019, 12:58
Hermana Claire

Zenji era un estúpido por quedarse en el destructor. Iba a morir allí solo y sin si amada Diana. No se lo podían haber puesto más fácil para sobrevivir y ahora o bien el oleaje, o bien la lava o puede que el mono gigante acabarán con él. Se lo tenía merecido por otra parte.

- ¡Caballeros, Diana! - Dijo en voz alta. - ¡Si no colaboran difícilmente saldremos de aquí! ¡Hay remos para todos! - Advirtió la monja.

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19/09/2019, 14:48
Sextus Cadawallader

En silencio, él interprete metió su remo en el canal, lo introdujo en el agua, y procuro seguir un ritmo constante. 

Parecía dar sus frutos, no tanto por la potencia de la palada. Si no, porque su ritmo tenia la cadencia adecuada. 

- Tiradas (1)
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19/09/2019, 15:03
Diana Hoffman
- Tiradas (1)
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19/09/2019, 19:10
DIRECTORA

Los esfuerzos de todos dieron sus frutos y el bote continuó alejándose del destructor, ante la mirada del japonés, a quien nunca habían querido a su lado porque en el fondo, no era de los suyos. Las olas empujaban arriba y abajo, pero mantenían un buen ritmo que os llevaba mar adentro, lejos de aquella isla extraña. 

El sonido de las aguas chocando contra los acantilados os hacía recordar que en cualquier momento, podíais ser vosotros quienes fueseis destrozados por las rocas, así que remabais sin descanso, la Hermana Claire con sus ropas adheridas a su escultural y extraño cuerpo; el resto... pues empapados.

Lo importante era que llegó un momento en el cual ya apenas podíais ver la silueta de la isla o escuchar el oleaje. Estabais fuera de ella. Ahora solo debíais... seguir remando.

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19/09/2019, 19:14
DIRECTORA

Se habían ido. 

Finalmente, el bote, con tu amada Diana y el resto de extraños personajes, habían desaparecido en aquel bote y al menos por el momento, nada malo parecía estar sucediéndoles. Las posibilidades de encontrar la salvación quizás no fuesen demasiado grandes, pero ahora tú tenías otros problemas. ¿Qué harías? Habías llegado hasta el destructor. ¿Y ahora?

Todavía había más botes, quizás alguno estuviese entero, y las canoas podían aún estar cerca, si es que lo que querías era regresar a la playa.

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20/09/2019, 09:59
Hermana Claire

- Bueno, parece que estamos alejándonos. Pronto estaremos a salvo. No creo que el influjo de la isla llegue hasta aquí. Hemos tomado una buena determinación. - Rompió el hielo la hermana después de mucho tiempo en silencio en el que todos ellos no habían hecho más que remar a la espera de una nueva oleada de desafortunadas desgracias.

Gretchen estaba contenta por haber logrado sobrevivir hasta allí. Aquellas gentes de tan diverso origen le habían demostrado que el ser humano tiende a tratar de sobrevivir siempre, aún en las peores circunstancias y que solo los más débiles, un borracho y un obstinado amarillo, se habían quedado atrás. 

No obstante, y pese a las palabras de ánimo que le había dedicado a sus compañeros como líder silenciosa que era, no tenía todavía muy claro si el peligro había pasado. Podía ser que un enorme monstruo marino surgiera de las profundidades del océano tratando de engullirlos o podía ser que una manda de seres voladores venidos del pleistoceno cayeran en picado sobre ellos para alimentar a sus crías. No podía estar segura de nada, pero sabía que no le quedaba otra que seguir remando.

- Lástima del amarillo. - Miró a Diana. - Perona si soy indiscreta, pero... ¿Qué coño pasó entre vosotros?

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20/09/2019, 10:32
Samantha Carter

Por fin nos alejamos de aquella maldita isla y aunque Jack parecia que seguia en babia gracias al resto conseguimos dejar atras lo suficiente aquella isla como para perderla de vista; deje de remar un momento con la intencion de darle 3 guantazos a aquel hombre pues despues del polvo que habiamos tenido las pocas neuronas que tenia habian dejado de funcionar pero me abstuve con la simple idea ahora de, nuevamente ponernos a salvo.

No sabiamos donde estabamos, no teniamos provisiones y nadie sabia o por lo menos eso creia cuan cerca o lejos estariamos de tierra, yo estaba acostumbrada a sufrir hambre y sed no por nada me habian entrenado para ello y estaba convencida de que la hermana a pesar de su fachada de monja tambien lo habia sido pero ... y los demas??

Hacia donde deberiamos ir? pregunte al grupo por si alguno tenia alguna leve idea, mientras volvia a coger los remos y disponerme a seguir

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20/09/2019, 10:46
Jack O'brian

Desde que habíamos llegado a aquel barco destrozado me había mantenido demasiado silencioso, pero mi cabeza y mi cuerpo habían estado separados durante varios minutos. El cuerpo reaccionaba ante los peligros, conseguimos llegar a la relativa seguridad de aquel cascarón y realizar las búsquedas necesarias, seguí a Samantha durante todo aquellos acontecimientos, pero por mucho que quisiera evitarlo mi cabeza seguía centrada en el momento que habíamos compartido en la playa. Quizás por la intensidad del acto, la urgencia con la que surgió y la brevedad de su duración me influyó más de lo que debería aunque nunca llegaría a aceptarlo ante nadie.

La decisión del grupo fue usar una barquichuela para escapar remando de allí excepto el japo que prefirió quedarse en el maltrecho destructor. Por una parte me aliviaba perderle de vista pues me lo quitaba de encima pero por otra él se quedaba en una estructura más estable y grande que la barca de paseo en la que estábamos nosotros, era muy arriesgado, sin agua, sin alimentos y decidimos meternos a mar abierto...¿Pero que otra opción teníamos? Quedarse en la isla estaba descartado y menos aún con todos los peligros que allí existían así que sin duda, aunque nos arriesgabámos mucho, no podíamos hacer otra cosa, por lo que tomé mi posición en aquella simple y pobre embarcación y comencé a remar.

En ese instante que una pequeña hola me salpicó en la cara pareció hacerme volver a la realidad y mi mirada se cruzó con la de Carter que me miraba extrañada y bastante enfadada al parecer-Eh, no me mires así morena, que estoy remando todo lo fuerte que puedo- contesté con una simple sonrisa mientras comenzaba a sentir como el calor del intenso ejercicio recorría mi cuerpo. La monja por su parte se dedicó a preguntar a la rubia sobre el japo, algo muy útil dada la situación pero yo me dediqué solamente a encogerme de hombros y seguir remando entonces Samantha con muy buen criterio hizo la pregunta del millón-deberíamos de tomar rumbo hacia la última posición que conocemos de nuestra flota, los portaaviones realizan vuelos de reconocimiento continuamente en busca de japos y quizás algún avión nos vea..-dije mirando con ligera tensión a la morena.

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20/09/2019, 12:02
Zenji Abe

Zenji lamentó separarse de Diana, y emulando a Jack Dawson en el Titanic, cuando éste se encontraba en cubierta mirando tristemente como Rose bajaba con el bote y él se quedaba allí arriba, durante unos instantes creyó que Diana reaccionaría y saltaría del bote para volver a reunirse con él. Lamentablemente, eso nunca ocurrió y para Zenji fue señal inequívoca de que todo lo que había hecho Diana hasta entonces había sido una pantomima, una interpretación, una gran actuación para ser salvada por Zenji pero que el nipón era completamente desechable.usar y tirar.

Aunque una lágrima rodase por sus mejillas una vez vio que se alejaban, Zenji finalizó toda relación con aquel extraño grupo. ¿Qué les unía y por qué estaban juntos? El japonés recordó que había sido un prisionero de guerra, que el matasanos siempre lo había querido ver muerto y que sólo lo había mantenido en un inicio con vida por el simple hecho de que esas eran sus órdenes y querían interrogarle. Sextus parecía el intérprete que habían asignado para traducirle mientras le sonsacándole la información y Carter una especie de espía. Diana y la monja eran alemanas, teóricamente aliados, pero poca alianza había visto y más deseo de verle muerto, al menos por parte de la hermana, que se alegraba de separarse de Zenji. Y con Diana tenía la mera impresión de que había sido utilizado para su conveniencia. ¿Tan rápido iba a irse y olvidarse de todo lo vivido? 

Las palabras resonaron una y otra vez en la mente de Zenji... "-Zenji, cariño... fue bonito mientras duró."

No dijo nada. Se limitó a mantenerse callado viendo como se alejaban, y una vez estuvieron ya lo suficientemente lejos, no tardó en ponerse manos a la obra. Buscó varias sábanas blancas, la más grandes que pudo encontrar, y desplegandolas en la zona más visible y alta de cubierta, las sujetó firmemente con cajas y enganches para que no fuesen arrastradas por alguna posible ola, y con ollín y carbón, escribió un mensaje de socorro en japonés, perfectamente visible si lo veían sus camaradas nipones desde las alturas. 

Arrancó la bandera americana y colocó en su lugar un pedazo de sábana del mismo tamaño, no sin antes pintar un círculo rojo con algo de pintura o de terciar, con su propia sangre de la herida del vientre. Y la izó sin contemplaciones a lo alto del destructor, para que fuese completamente visible. Y tras aquello, se limitó a buscar cualquier tipo de conserva enlatada que pudiese encontrar. Un navío de semejante envergadura y con capacidad para cientos o miles de tripulantes, no podía estar completamente vacío. Solo había que saber buscar, y eso es lo que haría. 

Tenía muchísimas más chances de sobrevivir él en aquel destructor, que no aquellos inútiles en un bote a la deriva en alta mar, sin un rumbo concreto al cual ir. ¿A caso no habían pasado horas hasta que alcanzaron la isla, yendo en avión? No iban a encontrar civilización alguna cerca, morirían deshidratados, hambrientos, quemados por el sol o congelados por la noche, quizà cualquiera de aquellas olas gigantes les terminaría de hundir o un cocodrilo gigante partiría el bote en dos como hizo connlos canoas... Era la peor decisión que había escuchado en toda su vida, pero a decir verdad, le traía sin cuidado lo que les ocurriese.

- Sayonara, inútiles. - pensó Zenji ya casi perdiéndola de vista - Si cualquier escuadra japonesa me ve y me hago con un avión, espero capturaros y torturaros hasta que deseéis no haber nacido.

La isla tenía japoneses, el espacio aéreo de toda esta zona está controlado por mis camaradas, prueba de ello es este barco medio calcinado... Tarde o temprano alguien verá la bandera y el mensaje. Sin son enemigos, morirè valientemente, si son camaradas, regresaré con los míos.

Y finalmente, Zenji dio vuelta al traje de capitán América que llevaba puesto. La tontería de hacerse pasar por americano se había terminado. Él era japonés y lo sería hasta el día de su muerte.

 

 

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20/09/2019, 15:06
Hermana Claire

Escucha, amigo... - Le dijo la monja a Jack. - Por mi bien. Yo soy una monja francesa y ella... - Señaló a Diana con la mirada. - Es una vedette... - Se quedó unos instantes en silencio. - ...¿cuál es exactamente tu tapadera, querida? - Le preguntó a la rubia. - Pues bien. Sigo siendo la única que va armada. Nada de portaviones, iremos hacia tierra firme. De llegar a un portaviones aliado espero no ser traicionada. Pero la idea es tomar tierra en otro punto. Espero que tengamos un trato... - Miró alternativamente a los tres miembros de las fuerzas aliadas. - Como también espero haber sido lo suficientemente clara.

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20/09/2019, 16:20
Diana Hoffman

Notas de juego

Recordad que ahora Diana va vestida con un uniforme de la Marina americana ( de teniente, aunque ella no lo sepa) xD

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20/09/2019, 18:06
Sextus Cadawallader

Anduvimos en el avión casi dos horas antes de caer sobre aquella isla. A una velocidad de 176 kilómetros horas, y aprovechando las ráfagas de viento en nuestro favor es posible que estemos a unos 300 kilómetros lejos de la costa.

Teniendo en cuenta nuestro ritmo, y contando con que este no disminuya, y las corrientes nos favorezca tardaríamos unos 8 días en llegar a una zona próxima a la costa.

Sin contar, que hasta que caiga la noche no tendremos realmente métodos fiables de orientación, y que no es del todo imposible que rememos en círculos.

Parece improbable que lleguemos a tierra antes que cruzarnos con un barco, sea del tipo que sea. Es más, espero y deseo que nos crucemos con un barco lo antes posible.

Hizo una pausa, y luego añadir.

Somos los supervivientes de un vuelo que se estrello en un pequeño arrecife de coral con un barco hundido. Pocas explicaciones más podemos dar.

Nadie nos iba a creer. Y creo que será mejor no hablar de nada de lo que paso en la isla de los mil demonios, y mucho menos de quienes creíamos ser en aquel lugar infernal.

Yo veo un medico, una monja. Y dos chicas que estaban en el lugar equivocado allí en Singapur. Nada más.

Sus palabras no pretendían sonar como una sentencia, pero lo habían sido.