Partida Rol por web

Al ver toda la comida me quede sorprendido, no es que en mi casa se comiese mal, pero nunca había visto tanta cantidad de comida junta. Cogí uno de los muslos de pollo más cercano y me puse a comer. Cuando acabe con el primer muslo de pollo decidí hablar.

- Creo que ya se puede hablar, debe ser que esa profesora debe odiar que lo interrumpan.  No quería mandarte callar, lo siento . – Sonreí a Casandra como intentando pedir una disculpa.

-Tranquilo, no pasa nada -le sonreí a Paul- A todos nos suele pasar -cojí un trozo de pan y un trozo de Roast Beef- Tengo muchisimas ganas de ver la sala común de Ravenclaw y los dormitorios. Y también de empezar las clases y poder aprender toda la magia posible...

No pude resistirme al los dulces que había y en cuanto me terminé el Roast Beef cogí un trozo de pastel de chocolate, estaba buenísimo.
 

Por fin estaba allí. En lo que sería prácticamente su casa durante los próximos siete años. Esperó impaciente su turno hasta que el Sombrero Seleccionador le cayó sobre la cabeza y sintió en sus pequeños hombros el peso del mundo.

Respiró hondo, una, dos, tres veces hasta que comenzó a escuchar una voz resonando en su cabeza. 

-¿¿Hufflepuff??- le preguntó al sombrero casi incrédula, pero sonriendo igualmente por poder estar en Hogwarts se dirigió hasta su mesa, al lado de un chico más de primer año al que le había parecido ver antes.

Miró su manos entrelazadas y levantó la cabeza instantes después.

-Hola... parece que somos compañeros de casa- le sonrió tímidamente sin saber muy bien que decir. -Soy Carol-.

-¡Comida!- grito al ver como con unas simples palmadas aquella mesa estaba repleta de una gran variedad de comida, la boca se me ha hecho agua solamente con pensar que podría saborear todos aquellos platos.

Sin pensarlo empiezo por los muslitos de cangrejo uno para cada mano, muerdo primero el de la mano derecha para luego hacer lo mismo con el de la otra mano, así hasta que con tres bocados termino con ellos. -¿Que creeis que deberia comer a continuación? Estoy indeciso entre el pescado o el pollo, ¿que estará más rico?-. Les comento a mis compañeros más cercanos que ahora mismo no se ni quienes son pues mis ojos están puestos en aquel manjar.

Miró atónita como los platos surgían de la nada y las copas se rellenaban con un suave tintineo de cristal. No es que estuviera desacostumbrada pero tales muestras de magia la dejaban boquiabierta.

Alargó la mano para despejarse la cabeza con el zumo de Arándanos y decidir así qué comer. No sabía si arriesgarse con aquel mouse de patata y rábanos o ir a lo seguro y pinchar un par de salchichas confitadas.

Un par de asientos a su izquierda, alguien no parecía tener problemas y agarraba dos muslitos de cangrejo.

Como la niña curiosa que era, se asomó disimuladamente para recorrer la mesa y mirar al resto de comensales. Su boca dibujó una o muda e instantes después se tornó en una enorme sonrisa.

Alzó la mano y alzó un poco la voz para que se escuchara por encima del tumulto de voces que se había originado apenas unos minutos antes -¡Marcus! Será posible que no pueda librarme de ti, ni siquiera aquí... - 

Su mejor amigo, desde que tenía uso de razón, estaba a escasos metros de ella abalanzándose sobre el pastel de carne.

-Prueba mejor este pastel de carne, es de lo mejorcito que he probado nunca- al escuchar aquella voz proveniente de algún compañero de casa cercano dejo de pensar en pollo y pescado para buscar desesperadamente aquel pastel de carne del que me acaban de hablar y hacerme con un trozo bien grande de este.

-Pues tienes razón esto esta riquísimo, muchas gracias a quién me lo haya dicho- digo hablándoles a los mas cercanos a mi, pues no se quién me había recomendado que probara este delicioso manjar.

-¡Marcus! Será posible que no pueda librarme de ti, ni siquiera aquí...- al escuchar esto me quedo pensativo unos pocos segundos, su voz me es demasiado familiar, levanto mis ojos del plato para buscar a la dueña de la voz y no es otra que mi buena amiga -¡Anda si eres Caroline! Ya decía que me sonaba tu voz. Pues te va a ser difícil librarte de mi si y mas si somos compañeros- al decir esto termino mostrando mi mejor sonrisa que esta vez está un poco manchada por algún que otro de pastel de carne y muslito de cangrejo -Este pastel de carne esta buenísimo toma un trozo y pruébalo- le digo a Caroline mientras le pongo un buen trozo de este en su plato.

Seguí comiendo mientras Casandra hablaba. Cuando comento lo de querer ver la sala común y los dormitorios asentí, la verdad es que yo también tenía curiosidad por saber  cómo iban a ser las cosas. Cuando dijo la magia también asentí y sonreí.

- Yo también quiero aprender toda la magia posible, al fin y al cabo estamos aquí para eso, quiero ver que clases de hechizos nos enseñan. La verdad es que no se si poder dormir por la emoción. – Después de decir eso ultimo continúe comiendo.

(El prefecto avanzaba por la planta baja en la zona cercana a las cocinas)-Bien,haced memoria el primer tonel a la izquierda,el segundo a la izquierda,y el tercero no lo toqueis,esperais tres segundos y...(aparece un gran cuadro en la pared,con un cazador y su perro)-¿santo y sella?,joven Hufflepuff(el joven habla con claridad y voz alta)-Saramago(la puerta se abre y accede a la instancia,señalizando con la mano que os aproximeis)

(el prefecto avanzaba hacia las mazmorras y se desviaba por sus canales^[aviso:solo un Slytherin puede llegar aquí sin perderse o tener que irme diciendo que camino toma]^,el cuadro de una bruja en la pared pregunto)-¿santo y seña?(respondiendo despacio)-Volus futurus unus(el prefecto os pide con la mano que paseis a la sala común)

(el prefecto habia asecendido hasta el septimo piso,en la zona próxima a la zona de astronomía se hallaba una dama un tanto extraña,vestida como merlín,con un pequeño gemido)-¿santo y seña,querido?(pensandolo un poco)-Chuletas con salsa(el cuadro deja a la vista las escaleras a la sala comun y prefecto indica que paseis con la mano)

Camino por las mazmorras siguiendo al cabecilla del grupo. Mazmorras. Frías y lóbregas mazmorras. Buen lugar para una serpiente, un hogar, un secreto. Avanzamos hasta un cuadro que pide la contraseña. Nuestro cabecilla la pronuncia fuerte y claro, y mentalmente la repito hasta memorizarla. Entramos. Penetramos a nuestro nuevo hogar.

Era hora de entrar al fin en lo que parecía ser nuestra residencia mientras estudiaramos ahí. La persona que nos guiaba dijo unas palabras con total claridad ante un cuadro el cual nos había cedido el paso tras eso. Poco después de entrar, Wade miró a sus compañeros y siguió avanzando. "más nos vale no olvidarnos del camino... y menos del santo y seña de Slytherin chicos, dependemos de ello"

(el prefecto os guiaba hasta el séptimo piso y miraba al cuadro de la dama gorda)-Venenar(el cuadro le responde)-Pasad(el prefecto accede a la sala comun y os indica con la mano que paseis)

¡Guau! Me quedo fascinado observando la sala a la que acabamos de entrar y también hago lo posible por memorizar la contraseña. Me fijo en los cuadros para ver si estos tambien se mueven.

La cena había acabado sin que hubiera pronunciado una palabra más. Había estado observado a las demás chicos de mi casa, tanto mayores como los que habían llegado conmigo en el tren. Tenía muchas cosas que aprender allí, entre ellas a no ser tan callada. Y esperaba que los chicos de su edad pudieran ayudarme.

Nuestro prefecto nos guió recorriendo los pasillos a lo que iba a ser mi nuevo hogar durante el resto de año. Al parecer, siendo de Slytherin, nuestra casa estaba en las mazmorras. A mí no me parecían mal lugar, le daba a nuestra casa un toque personal y único. Al llegar a un cuadro, nos paramos y el prefecto pronunció unas palabras cuando le pidieron el santo y seña. Cuando entramos a la sala común de Slytherin, el comentario de Wade me hizo mucha gracia y le contesté mientras sonreía.

- Toma papel y pluma, que seguro que a más de uno de nosotros se nos olvida

La velada había sido más tranquila de lo esperado, a pesar de lo estrepitoso de los estudiantes de otras casas, y podía dar gracias por ello pues nunca me habían gustado demasiado las celebraciones multitudinarias y ruidosas.

Mientras éramos llevados de camino a la casa, observo despreocupádamente los recovecos que tenía el edificio lugar en el que me hospedaría durante todo un largo curso. Llegado el momento, la comitiva se para ante un cuadro ¡Humm! Parece ser que por fín llegamos. La verdad es que estoy algo cansado. La inquilina de la pintura pregunta el santo y seña y nuestro prefecto le responde sin perder un segundo.

Mientras cruzaba el umbral de nuestra Casa, escucho las palabras de Wade y Daria. Sin querer ser descortés o maleducado, comento bastante serio Sería realmente preocupante que falláramos en eso. No creo que sea una suposición mía el pensar que esto de la contraseña es una perita en dulce si lo comparamos con el nivel de prestigio que debemos obtener para no avergonzar a nuestro Jefe de Casa. Mientras digo ésto, busco de manera apremiante un sillón donde aposentar mi cansado cuerpo.

Estos magos están locos, piensa para si Timmy ¿Que habría de malo en poner una puerta normal? Porque todas las puertas están escondidas tras muros intangibles, cuadros,... ¿Cuántas puertas secretas habrá en este castillo? Alguien que conociera el lugar podría estar espiándonos desde cualquier lugar. Tengo que hacerme algún túnel secreto para mí y mis amigos, para esquivar gamberradas y bromas… Y para hacer gamberradas y bromas.