Partida Rol por web

Al ver como se sonrojaba después de pedirle si quería ir al mirador yo reculé un poco y alcé las manos rápido. - Ey que yo no quería insinuar nada...

Vaya creída, cazzo. Si algo así llegaba a los oídos de Gareth ya sería la leche, el acosador de mundanas me iban a llamar. Además, era una rubia y esas solo solo estaban al alcance de Carlo. A lo mejor debería decírselo, lo del pacto de ligues con Carlo...

- Lo nuestro es imposible - expliqué con una sonrisa y encogiédome de hombros mientras la seguía escaleras abajo hacia el comedor o la cocina. Por mi tono se podía entender que estaba claramente de coña, lo único que quería era quitarle hierro a esa situación rara que se había formado en tan poco tiempo.

Esborcé una sonrisa a caballo entre la disculpa por mi educación y el "no pasa nada" por la suya. Y en cuanto dijo que lo nuestro era imposible con tal convicción divertida dos ideas me vonieron a la cabeza: -Maricón o racista.- en cualquier caso ninguna parecía factible más allá de reírme en privado de la mala interpretación de su tono. Ya me habían dicho que era fan de las mujeres, y había sido majo hasta decir basta. - Eres gracioso, Fígaro.- le dije sin venir a cuento tras unos tramos de escaleras en silencio - Es que no termino de entender Europa. Esa manía por tocaros, abrazaros y besaros... Osea, a niños se entiende, entre chicas tiene un pase, pero ¿Cómo puede un chico acercarse a la ing-pierna de una chica sin que signifique nada? Sea por el motivo que sea...- hablé con claro desconcierto, sin levantar la vista de los escalones, ofuscada - No sé llegar a la cantina. - cambié de tema radicalmente - O la cocina o lo que tengáis en esta fraternidad.

Los pasos de Andrea volvieron a la escalera y los dos jóvenes comenzaron a descender piso tras piso hasta llegar a la planta baja. Entonces el chico se metió por el pasillo de la derecha y guió a Sun-yun hasta una puerta amplia de madera, de nuevo con runas inscritas sobre ella.

Al entrar os encontrasteis con un lugar muy amplio y que parecía bastante preparado para el mundo moderno. No había nadie a la vista y todo estaba limpio y despejado.

Acompañé a Gareth a su estudio, y de camino intercambié más de una mirada con mis compañeros. No podía evitar sentirme un poco nervioso por todo aquello, aunque sabía que teníamos la razón de nuestra parte.

Una vez que llegamos tomé asiento frente a él, esperando que Amber lo hiciera a mi lado.

- La verdad es que estábamos esperando a que Nora se marchase para hablar de esto, y ahora con lo de Alice ya no puede esperar más. - Dije. Entonces dediqué una mirada a Ethan, esperando que como habíamos acordado fuese él quien empezase.

¿Qué dice de Figaro? Qué cachonda mental, pensé alzando una ceja y siguiendo escaleras abajo hasta llegar a la cocina.

No supe que responder a su visión de la sexualidad en occidente, pero fue en la cocina cuando me animé a contestar. Me iban a expulsar del instituto y además era rubia, podía decirle la verdad… Además no había nadie más allí que pudiera burlarse de su juventud e inexperiencia.

- Ya, no lo sé... – confesé algo avergonzado y apartando la mirada una vez llegaron a la sala. - ¿Qué podemos hacer? - pregunté mientras buscaba en los armarios para ver qué había en cada uno. - Si no quieres pizza podemos mirar de preparar unos macarrones o algo así, tampoco merece la pena que nos compliquemos la vida, o si, no sé, ¿eres muy exigente tu? - volví a preguntar girándome hacia ella y cruzándome de brazos.

- ¿Oye puedo preguntar por tu amiga? No parece que le tuvieras mucho aprecio – expliqué encogiéndome de hombros. - Ah por cierto, si crees que puedo ayudarte o explicarte algo sobre todo esto. Tu no te cortes, menos temas de ing-piernas creo que puedo ayudarte en todo...

Seguí al grupo hasta el estudio, repasando mi discurso a medida que avanzaba. Tenía que resultar creíble y, sobre todo, que no fuese forzado. Que saliese natural. Al llegar allí tomé asiento tratando de no colocarme al lado de Gareth, sino en una esquina del grupo, tratando de hacerle ver que yo no pertenecía a aquel "grupo de amigos", pero que opinaba lo mismo que ellos aún viniendo de fuera.

Sí, con todo lo que le ha pasado a Nora no queríamos que se enterara de esto así. Ya tiene suficientes cosas en la cabeza. Concedí a las palabras de Emille. El problema es Andrea. Empecé, sin demasiados preámbulos para ir preparándole. Ha estado causando problemas por todas partes y ha demostrado que no le importa nada ni nadie.

Al principio no le miraba a los ojos y me mostré algo dubitativo, como si no me atreviese a hablar delante de aquellas personas a las que casi no conocía y mucho menos criticando a uno de ellos. Pura fachada. Después, respiré hondo, como armándome de valor y le miré a los ojos. El primer día que vino, cuando fuimos a mi casa a buscar a mi familia, al volver escuchamos un grito. Miré a Emille para que supiese de quienes se trataban. Venía del baño. Andrea había estado espiando a Nora mientras ella se duchaba y ella le había pillado.

Hice una pequeña pausa para que Gareth asimilase aquello, aunque tal vez lo sabía. Daba igual, la pausa quedaba de perlas. Todo pareció quedarse ahí, pero no fue así. Cuando pedí a Carlo y a Andrea que vinieran a protegerme al rodaje por si algo ocurría, Andrea volvió a liarla.

Lo cierto es que yo no estaba seguro de como hacíais las cosas aquí, así que al principio tampoco me atreví a decir nada. Andrea, supuestamente para protegerme, saboteó todos los aparatos del rodaje. Casi mata a una amiga. Dije, fingiendo que la chica me importaba más de lo que en realidad hacía. Cayó una grúa y le destrozó el tobillo. Después de eso los operarios se dieron cuenta de que todo había sido saboteado. Focos, grúas... Podría haber matado a alguien y, lo peor de todo fue que, cuando se lo dije, se sentía orgulloso de lo que había hecho. Lo habría vuelto a hacer si no le hubiese pedido que no lo hiciera. Bueno, ordenado.

Dudé un instante, pensando en si contarle lo de Mitch o no. Finalmente decidí no hacerlo. Por lo demás el rodaje parecía haber ido bien. Se montó un gran revuelo en internet por el sabotaje y la productora anunció que investigaría lo que había sucedido, pero poco más. Creía que se había quedado ahí hasta que días después encontré un vídeo con parte del rodaje en internet en el que se escuchaba a Andrea gritando. No dije nada sobre lo que contenía el vídeo.

Andrea había grabado parte del rodaje y lo había subido a internet antes de que lo emitieran. La productora ya ha anunciado que tomará medidas. Van a echar a la calle a mucha gente por lo que hizo, yo no puedo hacer nada por evitarlo y a él ni siquiera parece importarle. Peor, le parece divertido. Me llegó a decir que la chica debería agradecerle aquello, que ese trabajo no era para ella. Traté de mostrarme furioso. No me costó demasiado. Es un inconsciente que no piensa en que sus actos tienen consecuencias y le da igual los demás.

El caso es que quería conseguir el vídeo desde su teléfono para enseñarte pruebas antes de acudir a ti y lo conseguimos. Pero no solo eso, encontramos algo peor. Andrea no solo había espiado a Nora mientras se duchaba, la había grabado y se había quedado con el vídeo.

Paré ahí para que Gareth pensase en las cosas que podría haber hecho Andrea con el vídeo de Nora. Después añadí una última cosa. Por eso no hemos esperado a que se fuese Nora. Con lo que le ha pasado a su padre y todo... Nos pareció que saber esto le haría más mal que bien. En realidad a mi eso me importaba una mierda, pero Milton había insistido en eso.

Al llegar a la cocina me sentí algo perdida entre tanta amplitud, fascinada por lo limpia que estaba y abrumada por la profesionalidad que desprendía. - Joder, casi hubiese preferido que solo tuvieran un camping gas los putos ángeles estos - Qué mona.- sonreí al italiano aparcando por completo lo que fuera que me estuviera contando entre vergüenzas.

Al verle rebuscar, aproveché para seguir sus pasos e ir estirando el cuello por encima de su hombro para ver que guardaban en los armarios, prefería no hurgar en lo que no era mío si su dueño seguía vivo.

-No, no.- negué con manos incluidas en un gesto que en esa parte del mundo usaban más para saludarse - Lo que quieras. ¿Esta comida se puede usar?

El cambio de tema me pilló por sorpresa y necesité un par de segundos para volver a recordar que no podían pasar más de diez minutos sin que alguien hablara de Ami-son.

- Llevo dos semanas en Londres,- espeté sin saber como empezar - Ami-son fue la primera persona a la que conocí, y casi la única que conozco, o conocía. Le tenía aprecio, supongo, pero ella había decidido ser mi mundo, no yo que ella lo fuera.- apreté el puño alrededor de las correas de los bolsos - No sé si me explico, osea que sé que yo tengo la culpa pero no voy a llorar por no haberla acompañado al otro mundo.

Me encogí de hombros y señalé de nuevo los armarios con la cabeza - El arroz me sale genial- se me curvaron los labios con puro orgullo propio- y es un plato que da energía y felicidad. ¿Quieres? ¿Dónde hay cazos?

Si me lo indicaba lo cogería para llenarlo de agua, sino esperaría a una contraoferta - No sé, haré lo que debo con sus padres, luego que las copias de Aly se encarguen de lo que sea que hiciera ella.

- ¿Cómo es el mundo ahora?- aproveché su oferta para desterrar a Aly de la conversación - ¿Voy a encontrar un demonio en cada esquina? ¿Voy a tener que hablar con muchos más padres? ¿Cuanto lleváis en esto? ¿Por qué usáis móviles?

Escuché todo lo que Ethan decía, y me contuve para asentir sólo en los momentos más importantes, como con lo de Nora. En mi rostro podía verse la determinación de quien está haciendo lo que debe. Lo cierto es que me sorprendió lo bien que hablaba el rubito, y de no ser en un momento tan importante casi me daban ganas de aplaudirle.

- No es sólo eso. - Dije entonces, tomando la palabra. - Si sólo fuera un poco gilipollas pero diera la talla, hablaríamos con él y listo. - Expuse antes de emitir un suspiro. - Pero no escucha, y le da igual todo. - Enuncié antes de hacer una pausa mirando directamente a Gareth. - No sabes hasta qué punto. - Añadí, dejando claro que lo que venía ahora le importaba y echándome hacia adelante.

- Esta mañana, cuando lo de Alice, todos volvimos al Instituto para traerla. Menos él, que prefirió irse directamente a tomar algo a un bar de subterráneos. Hasta se puso a discutir de malas maneras con Carlo por querer traerla. - Dije antes de hacer una nueva pausa. - Si no podemos confiar en él ni para que ayude a traer a alguien herido de gravedad y es tan inútil en combate como ha demostrado... ¿Qué hacemos? No estamos como para andar salvándole el culo de cada lío en el que se meta mientras él deja a los nuestros atrás. Y además: nos está haciendo ganar enemigos. - Aseguré, esperando que ahora Amber tomase el relevo.

Amber entendió perfectamente que era su momento e intervino en cuanto Émille terminó. 

-Es verdad. Ni te imaginas la vergüenza que he pasado hoy. Estaba investigando lo de los hijos de la luna cuando Andrea se puso a intentar pegarle al aire, incluso invocó un cuchillo serafín invisible... ¿Os imagináis la que podría haber liado si hubiera tenido uno de verdad? También estuvo intentando hacer runas en la pared del bar con su estela. Nos ha hecho quedar a todos los nephilim como unos idiotas. -Frunció el ceño antes de añadir algo más. -Y además, por lo que me contó Breena, había estado desde que llegó criticándonos a los del Instituto. Ese tío es un puto peligro.

Milton, que había ido asintiendo a todo lo que decían los otros, aprovechó para apostillar algo más cuando Amber terminó. - No quiero ni pensar en qué habrá estado haciendo con el vídeo de la pobre Nora...

Gareth escuchó atentamente todas las cosas que decíais, aunque parecía prestar especial atención a las palabras de Ethan y Amber, sobre todo a las de él. Su expresión delataba que ya conocía el incidente de Andrea y Nora en el baño, pero cuando se mencionó el asunto del vídeo, sus labios se apretaron en una fina línea que para quien le conociese era una señal de que alguien iba a verse en problemas.

Cuando Milton terminó de hablar, Gareth permaneció en un silencio tenso durante algunos segundos y finalmente vació sus pulmones por la nariz en una larga exhalación antes de hablar.

- De acuerdo. Tomaré medidas al respecto -dijo, mirándoos a los ojos de uno en uno-. Le pediré -se detuvo para corregirse de inmediato- le exigiré que se vaya del Instituto. Tenemos asuntos demasiado importantes entre manos como para lidiar con esto ahora. 

Hizo una pausa y añadió algo más. - Necesitaré que hagáis un informe por escrito detallando todo esto que me habéis contado para enviarlo a La Clave. Puede que ellos también quieran investigar a Andrea y tomar medidas. Milton, ¿puedes encargarte tú de ello? -preguntó, llevando su mirada al susodicho, que asintió con la cabeza. Después miró a Amber y a Ethan-. ¿Tenéis esos vídeos? Necesitaré verlos antes de hacer nada.

Amber asintió y puso sobre la mesa el portátil que había llevado todo ese rato bajo el brazo. Mientras lo abría y encendía fue hablando. 

- Claro. Están aquí. Los saqué de su iCloud -se detuvo un instante, probablemente al darse cuenta de que Gareth no tendría ni idea de a qué se refería y se explicó-, es como un disco virtual donde puedes guardar cosas desde el teléfono. Como para hacer copias de seguridad de archivos y tal.

Movió el ratón por la pantalla hasta entrar en una carpeta. - Son un poco incómodos, ya te aviso -dijo, frunciendo los labios en una mueca y poniendo en primer lugar el vídeo del rodaje de Ethan.

Observé con cierto orgullo como Gareth prestaba atención a mis palabras y como mi discurso calaba en él. Si alguien creía que mis años de esfuerzo no iban a servirme de nada en el Instituto estaba muy equivocado. Yo, evidentemente, ya lo sabía, aquello no hacía más que demostrarlo.

Cuando Gareth pidió los vídeos, algo que sabía que iba a hacer, me aseguré de que nada en mí demostrase que aquello me incomodaba, como había planeado de antemano. En aquel vídeo yo estaba actuando y debía comportarme con naturalidad, exactamente como había hecho en las redes sociales. Naturalidad y profesionalidad. Era una actuación, nada más.

Si me ponía a dar explicaciones y a justificarme, aquello no haría más que ponerme en evidencia. No, lo que debía hacer era tomármelo con naturalidad, como si aquel papel fuese eso, un papel. Una interpretación. Nadie podía saber que en verdad me parecía más a Mike de lo que la gente se pensaba.

Mantuve la postura sin inmutarme, manteniendo la compostura mientras esperaba a que Amber le enseñase el otro vídeo. Seguro que el vídeo de Nora hacía que se le olvidase mi vídeo besando a Mitch.

Me llevé las manos a la nuca y alcé los brazos encogiéndome de hombros. - Yo creo que si, la cogemos y si se quejan ya se repondrá - asentí a la pregunta acerca de la disponibilidad del alimento. Después sencillamente continué escuchando atentamente sobre su amiga muerta.

¿Qué dice de su mundo?, pensé ladeando ligeramente la cabeza y frunciendo el ceño tratando de entenderla. Desgraciadamente no conocía lo suficiente a la chica para saber de qué hablaba exactamente, aunque podía hilar las frases para saber que no tenía demasiado aprecio a la amiga. - Más o menos, pero no te preocupes - comenté al fin. - No debí preguntar.

Me adentré un poco más en la cocina y fui hasta el armario de los cazos para hacerme con un par y tendérselos. - ¿Que si quiero? ¡Me encanta! - exclamé ensanchando la sonrisa. - Y aunque no lo hiciera no rechazaría, quiero decir, comida casera gratis.

- El mundo es como siempre ha sido, no lo veías pero los peligros estaban ahí - clavé los codos sobre la isleta y fui observándola. - No quiero decir que no puedas volver a salir con normalidad, pero una vez que has empezado en esto será difícil que vuelvas a lo de antes. Caminarás por la calle y cuando quieras darte cuenta escucharás como un demonio -o varios- a atacado a un grupo de personas. De ti depende qué hacer a continuación... - expliqué lentamente. - Es triste, pero te acostumbrarás a ello. Además pareces una persona fuerte, seguro que terminas encajando bien entre los nephilim.

Es cuando escucho hablar de los teléfonos cuando me arranca otra sonrisa. - Bueno es un tema que causa controversia, no hay duda... Mi caso por ejemplo es especial, yo me crié como un niño mundano más y aislado de Idris. Creo que es por eso que me gusta mucho más la tecnología que al resto, pero por ejemplo Carlo no presta atención a los aparatos. Los aborrece y al igual que la mayoría vive como lo hacían uno o dos siglos.

- Pero los demonios son solo una parte mala, luego hay muchas otras razas interesantes que antes pasarías desaparecibidas - dije sacando mi iPhone y me ponía a jugar con él. - Imagina: brujos, hadas, hombres lobo, vampiros, y por supuesto ángeles. Tienes todo un nuevo universo por explorar, yo estaría entusiasmado con la idea.

- Está bien. Sé que aquí lo hacéis así. - le quité peso a su disculpa por una preguntar que en realidad agradecía que hiciera.

Desde que la había visto morir, había recibido un input tras otro, afirmaciones y revelaciones que trastornaban la realidad que hasta el momento había creído conocer. Ni siquiera me había parado a asumir no tanto la muerte de Aly, sino las circunstancias que la rodeaban.

Y allí estaba, preparando arroz, como si fuera un día cualquiera, como si mi vida no se hubiese desviado jamás. Y cuanto más me relajaba la cotidianidad, más pesaban las palabras de ese chico en mi interior.

Mis manos se detuvieron al recibir el elogio - Gracias.- me sorprendió oír a alguien ajeno a mi familia llamarme fuerte e incluso alimentó mi ego con un cosquilleo.

Seguí cocinando, mientras me contaba lo de los teléfonos y para cuando acabó, aflojé el fuego y empecé a buscar huevos para añadirle tortilla al arroz.

- ¿Qué es Idris?- volví a los fuegos y mis entrañas siguieron hablando a pesar de que mis oídos ya ansiaban la musica - Nunca había visto decapitar a nadie - caí en el silencio, escuchando a mi propio cuerpo reaccionar a una imagen que mis retinas todavía no habían olvidado - ¿Quién es Carlo? - encerré de nuevo mi parte humana avergonzada de no habérmelo guardado para mi - ¿y el chico de la lanza, cómo se llama? ¿y su novia? Soy un desastre para los nombres.- encogí la cabeza excusándome por adelantado.

Asentí a las palabras de mi amiga conforme ella fue hablando, y luego me quedé atento y expectante por el veredicto de Gareth. Tuve que contener una sonrisa al escuchar cómo decía que expulsaría a Andrea, y convertirla en un asentimiento más. - Es eso. - Dije, dándole la razón. - En otras temporadas nos podríamos permitir estas cosas, pero ahora tenemos demasiado encima. - Aseguré mientras Amber sacaba su portátil.

Mientras ella iba moviendo el ratón no pude evitar sentirme bien, además, por haberme librado de hacer el informe. Aquello era un puto coñazo. Y que se lo hubiera mandado a Milton le estaba bien empleado, por querer escaquearse de la charla. Era justicia divina. Sin embargo conforme los segundos pasaban no podía evitar pensar en por qué no me lo había enviado a mí. ¿Qué coño pasaba con Milton? A punto estuve de ofrecerme, pero él ya había aceptado. Idiota.

No me inmiscuí mientras Gareth miraba los vídeos, ni tampoco llevé mi mirada hacia ellos. Total, no tenían más interés que aquel para el que ya habían servido: echar al pervertido.

El ceño de Gareth se frunció con una leve incomprensión al ver el vídeo de Ethan, en el que el chico se besaba con otro joven rubio. El hombre no parecía esperarse algo así y su mirada se desvió hacia Ethan un par de veces antes de que el vídeo terminase. 

Amber puso el otro entonces y ahí sí que la expresión de Gareth cambió, a una molestia más que evidente con lo que estaba viendo. - Pero qué... -murmuró, apretando los labios en una fina línea.

Hizo un gesto con la mano apenas unos segundos después de que el vídeo comenzase. - Es suficiente, Amber, apágalo, por favor-pidió entonces para después quedarse callado algunos segundos.

- Gracias por avisarme, chicos -dijo finalmente-. ¿Hay algo más o eso es todo? -preguntó. Y casi parecía tener miedo de que no hubierais terminado.

Mantuve la compostura e hice como que no me daba cuenta de la reacción de Gareth ante el vídeo. Me tuve que recordar a mí mismo que si me ponía a dar explicaciones sería peor. Cuando Amber cambió el vídeo me sentí aliviado, pero tampoco mostré eso. Habría sido muy evidente.

Tuve que reprimir una sonrisa al ver la expresión de Gareth al ver el vídeo de Nora y lo rápido que pidió que lo quitase. Andrea estaba bien jodido. Él se lo había buscado, eso y todo lo que le pasase. El muy capullo había jugado con mi carrera.

-Creo que esto es todo. Dije, para después mirar a los tres compañeros, esperando su confirmación. 

Mi mirada pasó de Gareth a Ethan al ver cómo el director observaba el vídeo del chico. Contuve la sonrisa para no romper el momento y me quedé esperando. Luego, en cuanto empezó con el de Nora disfruté con la consternación del hombre. Que pidiese que Amber quitara el vídeo era ya la confirmación de que el italiano estaba perdido. No había súplica suficiente para evitar su marcha.

Al escuchar la pregunta de mi mentor me tomé un momento para buscar cualquier cosa que pudiera quedársenos en el tintero. Lo de los rapiñadores no era nada al lado de esto, y poco más podía agregar... Salvo un detalle de la conversación entre los dos italianos.

- Salvo que lo ha estado enseñando a gente, nada más. - Expuse, dejando claro que no había sido sólo para uso personal.

- ¡Buaaaaaa, que hambre! Un agradable olor a comida fue inundando mis fosas nasales y provocándome algo de hambre. - Te veo muy ágil cocinando, yo solo sé hacer pasta y pizzas.

- Idris es nuestra patria - contesté con un poco de orgullo. - La segunda por así decirlo, la nación de los nephilim y ahora por sangre también será la tuya. Tomé aire profundamente y cuando terminó de hacer todas esas preguntas exhalé con una sonrisa cansada. - Carlo es mi amigo, es el chico que estaba en mi cuarto hace un rato. El chico de la lanza se llama Émille y su novia es Amber, la chica pelirroja.

Todo sale a pedir de boca, pensé elaborando un nuevo y magnífico plan. Pero volviendo al tema que me ocupa ahora, centré de nuevo mi atención sobre la chica oriental. - La primera vez que se presencia algo así puede ser traumático, ¿quieres que hablemos de ello? - pregunté ofreciéndome a charlar con un tono más cálido y conciliador. - Siempre es duro ver morir a otro ser humano, ojalá no hubieras tenido que hacerlo.