Partida Rol por web

Estación de nieblas

Capítulo 4: Ciudad de cristal

Cargando editor
20/05/2017, 11:04
(Gi) Sun-yun Herondale

Largo fue el suspiro que me regó por dentro pidiéndome calma cuando Carstairs me recordó aquel horror sobre Idris de los cojones.

Tuve suerte de no tener el teléfono en la mano o lo hubiese estampado contra alguien, seguramente Meli-san, así que en parte ella también tuvo suerte. Suerte de pelirroja a cambio de mi mala suerte de tecnóloga.

Sonreí a Carstairs como Sindy sonreía a Amy-son Aly — Cierto —me contuve de desearle la muerte, a él y al país entero—.

La niñata captó mi atención al señalarme dónde estaba Branwell y aunque sudaba de ir algún día así indeterminado y pasaba mil de que fuera con ella, cuando me preguntó por mis gustos me salió solo un solemne en el que pretendía no solo decirle que me interesaba sino que sabía una pasada de ella y que podía empezar a desembuchar y no callarse hasta caer muerta por falta de sueño.

¿Queda muy lejos como para que no pueda ir y volver a las doce? ¿Quieres ir mañana? Puedo esperar a mañana Molaré más como nephilim oficial para Charlie.

Luego miré hacia Milton al oír mi nombre, sin saber si me estaba liando para ir con la cachorrita a hacerle los deberes o sabía lo que necesitaba de Charlotte Branwell. Pero en cualquier caso no me lié.

¿Entramos? ¿Qué sabes de los Lovelace, Ella?

Cargando editor
20/05/2017, 15:25
Melissa Campbell

No me iba a sorprender que los móviles aquí no tuvieran cobertura, pero de eso a que los aparatos de los humanos no funcionaran, había un rato. No me preocupé excesivamente por eso en mi caso, pero sí pensé en que desde que pasó todo no recibí ningun mensaje ni ninguna llamada al móvil. Ni siquiera de Claire.

Imaginé que se habría enfadado conmigo por haberla dejado plantada. O quizás sus padres le habían quitado el móvil por cualquier chorrada. Pero evité pensar que la razón de que no me hubiera dicho nada fuera que le había ocurrido algo malo; malo de verdad.

Asentí a la respuesta de Milton en agradecimiento aunque me quedé un poco con las ganas de más. Seguramente no les interesaba hablar demasiado del tema, por tratarse de los Morgenstern, pero tampoco negó que pudiéramos ir, así que me quedé con eso.

Luego me acerqué a la escalinata intuyendo que nuestro camino seguía por ahí, pero no empecé a subir hasta que Ella lo hiciera, respetando su buena labor como guía.

Cargando editor
21/05/2017, 00:04
Verbius Lamond

La comisura de los labios del brujo se crispaba como si estuviese a punto de echarse a reír ante las palabras de Amber primero y Émille después. Sin embargo sus ojos sí reflejaron un brillo de interés que contuvo en ellos sin que llegase a vislumbrarse en su rostro. 

—Nosotros no necesitamos crear armas retornables y el Portal de Magnus y Branwell sólo fue útil para los nephilim. Los hijos de Lilith ya usábamos Portales desde siempre —puntualizó, sacando una de sus manos del bolsillo que dejó una estela de chispitas azules en el aire durante algunos segundos.

Se pasó los dedos por los cabellos, pensativo, y, tras algunos segundos, volvió a hablar, dedicando a los nephilim apenas una fugaz mirada.

—Quiero acceso a vuestra biblioteca durante todo el tiempo que dure esa colaboración mutua. Ese es el precio.

Cargando editor
21/05/2017, 03:24
Amber Blackwell

La pelirroja frunció los labios en una mueca de decepción con las primeras palabras del brujo, pero cuando él se quedó callado te miró, alzando las cejas con cierta esperanza de que entrase en razón. Y cuando por fin llegó el precio pedido, Amber arrugó la nariz con gracia, valorando aquella petición. 

—Tendríamos que preguntarle a Gareth si está de acuerdo, claro —dijo, mirándote a ti, como esperando que aportaras algo como pupilo del mencionado—. Pero a mí me parece un precio justo. 

Cargando editor
21/05/2017, 03:26
Ella Blackthorn

Milton sonrió con labios y ojos en respuesta automática a la sonrisa de Sun-yun, sin llegar a plantearse ni por un instante que la curva en la boca de la chica no fuese sincera. 

Mientras, Ella empezó a subir las escaleras hacia la mansión, respondiendo con ese gesto una de las preguntas de la coreana antes de seguir con las otras. 

—Hay media hora de viaje hasta la necrópolis y otra media hora de vuelta. Yo creo que no te daría tiempo. Pero podemos ir mañana, sí —convino, asintiendo con la cabeza—. Es un sitio interesante para visitar y si quieres podemos acercarnos al lago Brocelind. 

Subió algunos escalones en silencio antes de hablar de nuevo. 

—Los Lovelace... Creo que sólo queda una, ¿no la tenéis allí en el Instituto de Londres? —preguntó, mirando hacia atrás para encontrar un asentimiento de Milton, que subía la escalinata un par de pasos por detrás, junto a Melissa—. Sé que la rama más grande de esa familia abandonó la Clave. La mayoría de ellos fueron unos renegados así que su línea se fue apagando y ahora está al borde de desaparecer. —Se encogió de hombros—. No perdemos mucho, creo. Prefirieron convertirse en mundanos. 

Cargando editor
21/05/2017, 04:03
Narradora

Al final de la escalinata os recibió un jardín cubierto de césped, con un pequeño camino empedrado que llevaba hasta la puerta de la mansión bordeado de rosas inglesas blancas y pequeñas. No parecía que nadie se dedicase a mantener el jardín cuidado, pues el césped crecía salvaje y las rosas parecían sentirse más silvestres que caseras. 

Ella avanzó por el camino sin titubear, acercándose a la puerta, aunque al llegar a ella, dejaría que fueseis vosotras quienes la abrieseis y pasaseis primero.

Cargando editor
21/05/2017, 15:58
(Gi) Sun-yun Herondale

Muy ágil se veía a Ella sin ir cargada con una maleta más grande que ella, porqué no le hubiese costado nada ofrecerse a ayudar con las maletas como buena Welcomemate. Pero al me gustó que asumiera que no la necesitaba para nada y por ello accedí a ir mañana al cementario y dejarla venir conmigo y hacerme la ruta histórica que su cabeza ya debía estar planeando puesto que aun la tenía sobre los hombros.

Me estuve de aclararle que si había media hora de ida y media de vuelta, yo podía hacer el camino entero con solo media pero solo porqué no me apetecía hacer trotar mis rizos.

La seguí a paso de maleta, que prácticamente parecía mi taca-taca, mientras la escuchaba y me sorprendió lo que dijo sobre A.B. hasta el punto de sentir como pena por ella, pero pena de esa sin vergüenza ajena, no por lo pringada que era sino por lo de estar sola.

Cómo la liaste Jesamain — pensé por el gen rajado que había puesto en la sangre de los Lovelace—.

Al llegar al final de las escaleras miré el jardín con desprecio por lo descuidados que mis familiares con las belleza no humana, como la musica y un adecuado jardín. Además de que aquello atraería a espíritus de duendes.

Que Ella se detuviera frente a las puertas de la mansión me pareció raro, tan raro que me plateé si aquí tocaba la novatada de turno o si a pesar de ser una mansión hotel necesitaban que una Herondale empujara las puertas. En ese momento miré mi mano desnuda y volví a añorar mi anillo. Luego, estiré un poco más el brazo y llamé a la puerta tres veces antes de abrirla para pasar.

Las palabras que bailaban en mi lengua tuvieron que esperar, porqué en ese momento, mi respiración y mi corazón se detuvieron para no molestar a mis pupilas cuando recibieran por primera vez, el hogar de mi verdadera sangre.

Cargando editor
22/05/2017, 22:05
Melissa Campbell

Cuando vi que Ella subía hice lo mismo pero más lento, intentando que no se me cayera nada ya que lo tenía muy bien cogido. Sin embargo no me fue fácil, y menos queriendo escuchar lo que la chica explicaba, que aunque no fuera dirigido a mí me interesaba.

Al llegar al final de la escalera y ver el jardín con ese césped que pedía a gritos que te revolcaras sobre él me paré en seco para recuperar el aliento mientras disfrutaba del nuevo paisaje. El camino empedrado tampoco parecía un buen terreno para arrastrar maletas y demás, aunque sufrí más por Sun-yun, que tenía una maleta bastante más grande que la mía y, por lo que podía imaginar, más pesada.

Seguí en silencio a los demás quedándome detrás de la coreana y cuando abrió la puerta miré con curiosidad qué nos esperaba dentro.

Cargando editor
23/05/2017, 02:18
Émille Lalique

En cuanto llegó la respuesta del brujo no pude sino entenderle. Vamos, era de esperar, Amber había estado muy poco lista ahí. Supongo que Lamond era menos happy hippie flower que los subterráneos a los que estaba acostumbrada, o que estos lo ocultaban más. Como fuese, tampoco me pareció que las cosas pudieran haber tomado otro camino, así que me alegré de que hubiéramos ido más o menos directos.

Al escuchar su oferta, o contraoferta, o lo que fuese, fruncí un poco el ceño. No me gustaba la idea de un brujo merodeando por nuestra bilbioteca, ni accediendo a nuestros conocimientos, ni comprobando cuánto sabíamos de ellos. Pero tampoco tenía mucho que objetar, al menos en principio. Sin embargo no tardé en darme cuenta de cómo podía intentar colárnosla alargando ese tiempo de colaboración si le convenía.

La respuesta de Amber fue tan correcta que me dejó un poco frío. Ella sabría. Yo tantearía a Gareth antes de decírselo directamente, y probablemente me excluyese de este trato si le parecía demasiado mal. En cualquier caso hubo un par de cosas que quise matizar.

—Sin llevarte nada —enuncié sólo por si acaso antes de darme cuenta de que también querría saber qué miraba el asqueroso este—. Y siempre acompañado.

Cargando editor
23/05/2017, 22:09
Verbius Lamond

El brujo pareció divertido con tus puntualizaciones y por un momento pensaste que te iba a contradecir sólo por el placer de llevarte la contraria. Pero en lugar de eso, su sonrisa se afiló y asintió con la cabeza.

—Hecho. —Y con esa única palabra comenzó a subir los escalones que le llevarían al Salón de los Acuerdos.

Un par de segundos después añadió algo más, sin darse la vuelta ni molestarse en comprobar si le seguíais.

—Cuando queráis empezamos.

Cargando editor
24/05/2017, 03:14
Amber Blackwell

Tu amiga sonrió tanto que te pareció imposible que su cara se estirase más. Verbius parecía tener intención de entrar solo en el Salón y ella contuvo su alegría dando un par de saltitos a su espalda antes de apretarte el brazo.

—¿Deberíamos acompañarle hasta dentro? —susurró mirándote. Parecía estar deseando dejar al tipo allí y marcharse contigo para comentar la jugada.

Cargando editor
24/05/2017, 04:08
Narradora

Un amplio vestíbulo os recibió cuando Sun-yun movió el picaporte para descubrir que la puerta estaba abierta. Al fondo una escalinata subía dibujando una curva hacia el piso superior bordeado por una balconada.

Nada más entrar pudisteis ver los ricos tapices que cubrían las paredes con motivos llenos de runas, ángeles, rosas, espadas y cálices. A la derecha un sofá de cuatro plazas y dos sillones rodeaban una mesita auxiliar y a la izquierda un mueble hacía las veces de repisa para sostener un candelabro de gran tamaño que en lugar de velas tenía lo que parecían ser piedras alargadas y transparentes. Todo estaba decorado con colores marrones y rojizos, desde las paredes con un agradable tono arena hasta el granate que tapizaba los asientos. 

En el suelo, junto al sofá, descansaba un montón de sábanas blancas, que a juzgar por la escasez de polvo sobre los muebles, debía haber estado cubriéndolos hasta hacía poco.

Y, de entrar en el vestíbulo, podríais ver que a ambos lados se abrían dos salas, un salón a la izquierda y una biblioteca a la derecha, ambas con esas mismas sábanas cubriendo todavía parte de los muebles. 

 

Desde el piso superior os llegaron algunas voces, entre las que pudisteis reconocer la aguda vocecilla de Jo.

Cargando editor
24/05/2017, 04:18
Ella Blackthorn

Milton parecía esperar tan sólo que entraseis para pasar él después de vosotras, pero la nephilim que os había guiado hasta la mansión, echó un vistazo rápido a su interior y luego se metió las manos en los bolsillos.

—Instalaos y todo eso —dijo—. Yo os espero aquí fuera. 

Cargando editor
24/05/2017, 22:55
(Gi) Sun-yun Herondale

- La hostia -solté sin darme cuenta al ver el interior de la mansión y al darme cuenta de lo que acababa de salir de mi refinada boquita de piñón, me quedé inmóvil mirando hacia delante, como si los otros fueran esos dinosaurios que si no te mueves no te ven ni se acuerdan de lo que acabas de decir-

Ese sitio era una maldita tortura, tan perfecto, tan fotogénico, tan TT de insta y aun así tenía que pasearme por ahí, vivir ahí, babear por su belleza y no poder sacar ni una sola foto ¿Y todo por una manzana?

Liberé el aire de mis pulmones muy lentamente perdiendo un poco de calor en las mejillas por la vergüenza del bajón de femenina monería y entonces me giré para sonreír al grupo y me dispuse a dar el primer paso hacia el interior cuando Ella dijo que no entraba.

- ¿pero qué coño? - me extrañé de que la guía se rajara en el último momento y toda mi atención cayó sobre ella. La escruté con la mirada con una ceja inquisitiva levantada - ¿por qué? ¿pasa algo? ¿te encuentras mal? -le pregunté con el nervio de la novatada palpitando en mi cogote- ¿va a caerme puré? ¿pintura? ¿una rata con una maquinilla de afeitar me dejará calva? ¿está recién fregado?

 

Cargando editor
25/05/2017, 03:58
Émille Lalique

Que el puto subterráneo no me contradijese me dio un mal rollo de flipar. Con esas condiciones y aún aceptaba corriendo. Chungo. Por suerte ya habíamos dicho que consultaríamos a Gareth antes de dar el visto bueno, así que estábamos a tiempo de echarnos atrás con la excusa de su respuesta.

La inercia me hacía seguir acompañándole mientras subía esos escalones, al menos hasta que vi cómo se ponía Amber. Joder, otra vez me hacía sonreír la muy puta. Verla así por algo como eso la hacía parecer un poco pirada, pero la verdad es que me encantaba.

Con su pregunta la miré a ella y miré el edificio que teníamos delante. El puto brujo este era capaz de pirarse sin llegar a entrar en cuanto nos diéramos la vuelta, así que sólo por evitar problemas con los nuestros acabé por asentir.

—Supongo que es lo suyo —dije susurrando menos que ella. A mí no me importaba que el cretino ese me oyera—. Supongo que habrá alguien para vigilarle. Lo dejamos dentro y nos piramos.

Cargando editor
26/05/2017, 09:27
Melissa Campbell

Pensé que ya me había sorprendido suficiente al ver la mansión desde fuera y me imaginé que ver el interior no me causaría tanta impresión. Sin embargo me equivocaba. La luz cálida que rebotaba de las paredes y los muebles con tonos rojizos me embriagó desde el primer momento y Sun-yun expresó en voz alta lo que en mi cabeza retumbaba.

La voz de Ella me hizo volver a recordar que aunque esa mansión era impresionante, ahí fuera nos esperaban miles de cosas interesantes por ver. Pero Sun-yun tenía razón. ¿Nos había guiado hasta aquí pero no nos mostraba en qué habitación podíamos instalarnos? ¿Nos dejaba escoger la que fuera de las que debe haber en toda la mansión?

Noté a la coreana un poco alterada, y de nuevo miré desde mi posición el interior de la mansión, investigando con la mirada si había algo de lo que debiéramos tener cuidado.

Al no ver nada fuera de lugar a simple vista, me adelanté a la coreana pasando por en medio de ella y sus trastos, dejando momentáneamente mi maleta fuera. Entré lentamente, como si a pesar de la sensación de hospitalidad que desprendía ese lugar me diera corte hasta pisar el suelo de ese recibidor —y eso era simplemente el recibidor—. Finalmente, una vez dentro, me dirigí a Sun-yun con una sonrisa.

—¡Esto es una maravilla! Además creo que Jo está ya por aquí. Ven, tienes que verlo desde dentro —sugerí a la coreana antes de dirigirme a Ella—. ¿Podemos escoger cualquier habitación o tenemos alguna asignada?

Cargando editor
28/05/2017, 13:40
Ella Blackthorn

—No me gustan las mansiones de las grandes familias —respondió la chica a Sun-yun mientras Melissa investigaba el recibidor—. Prefiero esperar fuera. 

Se encogió levemente de hombros y afianzó sus pies en el suelo como si así ganase también en una postura que no parecía dispuesta a explicar más. 

Pero cuando la pelirroja volvió a asomarse por la puerta, Ella miró hacia dentro y luego a ella de nuevo.

—No lo sé. Preguntadle a los Herondale... —dijo, haciendo un gesto con la mano hacia esas voces que llegaban desde arriba—. Es su casa, pero no suelen venir casi nunca. Supongo que habrá un montón de habitaciones de invitados o lo que sea. 

Cargando editor
28/05/2017, 13:45
Milton Carstairs

Milton había seguido la mirada de Sun-yun hacia la guía con curiosidad, como si las preguntas de la coreana lo hubieran intrigado también a él. Y la respuesta de Ella frunció un poquito su ceño en un primer momento, pero después le dedicó una pequeña sonrisa amable.

—Claro, no te preocupes. Vine con Gareth hace un año, así que sé dónde están las cosas —aseguró para después entrar en la mansión junto a Melissa mientras hablaba—. Nos apañaremos. 

Cargando editor
28/05/2017, 14:05
Josephine Herondale

En ese momento una cabecita rubia asomó por encima de la barandilla del piso superior y un momento después su voz se escuchó más alta y con más claridad.

—¡Ya están aquí!

Tras lanzar esa información al aire de esa planta, la cría empezó a bajar las escaleras a saltos entusiasmados, con cara de estar a punto de explotar por la emoción de estar en Alacante.

—¡Vamos! ¡Vamos! —Iba soltando una exclamación en cada saltito—. ¿Os gusta la casa? ¡A que es genial! ¿Queréis subir a ver las habitaciones? 

Cargando editor
28/05/2017, 14:33
Verbius Lamond

Amber miró por un momento por encima de su hombro en una dirección que sabías que llevaba hacia la casa de sus padres, y cuando volvió a mirar hacia delante frunció la nariz y suspiró, como si seguir al brujo con las ganas que tenía de marcharse ya fuera todo un esfuerzo. 

Verbius, por su parte, emitió un resoplido, que bien podría haber sido de risa, o de molestia, pero que era difícil de identificar desde su espalda. 

¿Vigilarme? ¿No era que no me iban a encerrar? —preguntó al aire con un sarcasmo ácido con el que no costaba visualizarlo poniendo los ojos en blanco. 

Amber te miró mientras comenzaba a subir tras él, alzando las cejas con cara de circunstancias, pero el buen humor no se atenuó ni un poquito en su mirada de ojos brillantes.