Partida Rol por web

Evan echó a andar con Usuario al hombro. Aún no conocía el nombre del chaval siquiera, pero no iba a dejar tirado a un crío en un lugar como ese. Puede que sus acciones hubieran dicho poco bueno de él, pero no era un Ravensworth.

Kara le habló y asintió. El chico no le pesaba tanto.

Tranquila, voy bien. Le dijo asintiendo. Pero lleva esto, no pesa pero llevarlo con el chaval a cuestas incordia. Dijo refiriéndose al reloj y a la pistola-jeringuilla. Creo que se ha inyectado esto, y esto controla el tiempo que nos queda.

¿Cómo te llamas, por cierto? Soy Evan Banks, empresario y deportista de riesgo. Se acomodó a Usuario mientras cruzaba el umbral de la sala de Avatares con Kara.

Quico memorizó la ruta que había visualizado en la pantalla y comenzó a correr, o algo parecido, pues no era precisamente ágil y en seguida su frente comenzó a llenarse de gotas de sudor. Se paró un momento y miró hacia atrás comprobando que para su sorpresa, varias personas le seguían. Salió de la habitación y siguió camino hacia su objetivo.

Me quedo perplejo y con cara mas que sorprendido.
Mientras la gente sale por la puerta que tengo delante a la carrera.
Esto me resulta de lo mas surrealista.

Resulta que el muchacho que había dicho de ir a la sala de reuniones, se dispara un dardo.
PERO QUE COÑO

Hace unos segundos se lían a golpes con Louise, que no digo que no se lo merezca, nos recriminan el que una chica (Dayna), el muchacho que se disparo a si mismo ( Usuario) y yo quisiéramos ir en dirección a la sala de reuniones, pero ahora alguien hecha a correr y le sigue todo el mundo.

Evan coge al muchacho pero creo que sus intenciones son otras. Voy con el grupo detrás de Evans y de una chica (Kara)
Vamos por el pasillo siguiendo las indicaciones luminosas.

Al parecer la situación se había "normalizado" un poco. Por lo menos el grupo no se peleaba y todos parecían haber decidido ir en grupo hasta la sala. Gracias al tipo gordo tenían un mapa de la ruta a seguir y Fenx decidió unirse al grupo. Sin embargo, dudaba que debieran seguirle el juego al 100% a la voz que les ordenaba ir allí. Por lo que él sabía tenía la misma afinidad con ellos que con una piedra.

- Habría que pensar como lidiar con el tipo ese...- comentó Fenx en voz alta aunque sin dirigirse a nadie en concreto.

Al fin alguien se decide a hacer algo, pero a diferencia del resto, logra algo. Unas luces empiezan a formar flechas, que el hombre sin mucha explicaciones dice que nos llevaran al lugar...correcto.

Varios lo siguen, aunque nose adonde van el lugar es mejor que quedarse en este lugar que se incendia. Asi que me pongo a seguir al resto mientras miro tratando de ubicarme y de si encuentro rastros de la salida, ire para alla.

El tiempo vuela. Suben los últimos niveles aprisa, a tramos por elevadores y largas escaleras para finalmente dejar la ciudad y el nivel de Estado alfa allí abajo. En vuestro ascenso descubren un edificio vacío, sin un alma siquiera, pero completamente funcional. Poco antes del Elevador Orbital se ubica el nivel de Gerencia donde está la sala de reuniones: un lugar enorme con pocos muebles, una gran mesa y un escritorio pero con muchas ventanas donde la vista panorámica es imposible de ignorar e igual de asombrosa (nivel 783). Es un sitio sin iluminación aparente pero lo suficientemente claro como para distinguir una figura al final del salón, del otro lado de la mesa y escritorio. El enemigo de Estado Alfa aguarda paciente vuestro ingreso a la sala, solo lleva un pequeño pulsador en su mano derecha y viste igual que antes, con equipo de la vieja guerra. 

El personaje misterioso llama a por Louise, pide que entre sola.

 - Finalmente estas aquí. Justo a tiempo para el espectáculo de fuegos artificiales. Ya es hora de que pagues mi muerte. Hija mía, volverás a la oscuridad conmigo. - Tras una breve pausa se dirige al resto - Y con respecto a ustedes, si desean vivir deben entregar el dispositivo lector de huellas dactilares.

Louise avanza unos pasos hacia la sombra dejando atrás a sus compañeros, Sebastian un poco reticente al dejarla avanzar, la toma de su brazo reteniendola, pero es consciente de que este momento debe estar a solas con su padre...  Aún así lo observa por unos segundos, le dice un: "Te amo" , besándolo suavemente y se marcha.

-Hola padre, hermosa vista ¿no? recuerdo un dicho tuyo: " desde aqui tienes el mundo a tus pies, ve hacia ello y conquista todo lo que puedas porque un Ravensworth es dueño y señor del universo". Vaya frase, lástima que aún en las mejores circunstancias no sé pudo cumplir, en fin... volviendo a la "realidad"....pensé que jamás volveríamos a vernos, parece que los retoños de mi inconsciente hacen apariciones muy inesperadas en estado alfa… Vaya encuentro, quizás no tan emotivo como deseabas, ¿recuerdas aquella niña corriendo por los pasillos de Mobius Corp anhelando el abrazo de su padre? me imagino que no esperabas eso! Es propio de ti intentar encontrarte con tu hija de alguna forma… es tan “tierno” de tu parte a tal punto de llorar… 

Parece que hoy estas de gala con esa vestimenta, has dejado por completo los trajes elegantes para convertirte en el vengador anónimo, que pena lo tuyo, realmente tenía una imagen de ti demasiado idealizada. 
Veamos… fuegos artificiales, volver a la oscuridad contigo, me parece un poco ilógico de tu parte anhelar algo dentro de una simulación donde todos creamos “esto”, además la última vez que me he encontrado contigo me aseguré de dejarte en el infierno, un bello lugar al cual perteneces. 
 

Mr. Ravensworth al escuchar la respuesta de su hija levemente declina sus hombros y ladea la cabeza en aparente señal de decepción. A continuación presiona el pulsador y lo arroja lejos en dirección de las ventanas. Lo siguiente es un haz de luz en el horizonte, un nuevo y abrupto amanecer surge en el centro de Neo Londres. El piso tiembla y los vidrios resisten por momentos la sacudida. Una explosión nuclear devora todo a su paso en camino al edificio de Mobius Corp y la altura del nivel 783 ofrece la mejor visión apocalíptica jamás pensada.

 - El infierno lo comparto contigo hija mía y tus palabras de serpiente ya no me afectan, la explosión nuclear llegara en unos minutos. No me debilitan desde el día en el que no te importo nada sacrificar a tu hermano con tal de matarme y quedarte con el negocio familiar. Tu madre moriría de pena al ver en lo que te has convertido. Ya la vida no importa nada para ti, como esos Avatares de turno que cubren tus espaldas…no dudarías en sacrificarlos por tus metas. Ven conmigo y perdonare la vida de todos… podrán irse ahora de aquí y salvar sus vidas.

Louise se dirige a sus compañeros que esperan en la puerta: - Como verán tienen aquí una fiel representación de lo que un asesino por obstinación y despecho puede lograr, consumir en cenizas una parte de neo Londres sin sentir absolutamente nada, ¿Uds. piensan que le importó matar a tanta gente solo para amenazar a su hija? ¿Realmente quién es el asesino aquí? ¿Creen que si tuviera la oportunidad no los estaría matando a Uds.? No podré saber si realmente les importa lo que en verdad es mi padre, pero… Uds. desean salir de aquí con tantas ganas al igual que yo, calculo que no desean morir en este escenario en manos de un lunático, saben perfectamente que la muerte en un escenario es equivalente a morir en la realidad…

Evan aguantó muy bien el ritmo con Usuario a cuestas y en ningún momento se quejó de cansancio. Si acaso se detuvo un par de veces durante dos segundos a recolocarlo mejor y comprobar que seguía vivo. Una vez arriba, quedó expectante, resollando un poco, observando y escuchando la discusión familiar.

Cuando el Sr. Ravensworth mencionó el detector de huellas, Evan fue dejando a Usuario en el suelo lentamente, y cuando Louise trató de ponerlos de su parte, miró a Iori fijamente unos segundos. No dijo nada ni hizo más gesto que mirar al novio de Louise, alarmándola sobre algo, y luego volvió a mirar a Lousie y espetó:

En esta ciudad, como en este edificio, no había de todas formas nadie vivo más que los que soñamos y los que se hagan aparecer. Buen intento Louise, pero toca pagar, y me dejé las tarjetas en la taquilla, así que hoy invitas tú. 

Echó a correr con unas energías que dios sabe de dónde sacó hasta el Sr. Ravensworth, con algo en la mano, del tamaño de un teléfono móvil de principios del Siglo XXI, pero más grueso.

¡Lo tengo, Ravensworth! Gritó al hombre, la criatura, o lo que quiera que fuese mientras corría hacia él para darle el aparato. Si Louise se ponía en medio, la embestiría para poder llegar a su padre. Aún quedaba su novio que podría retenerle, pero esperaba haber salido con suficiente antelación.

Evan aguantó muy bien el ritmo con Usuario a cuestas y en ningún momento se quejó de cansancio. Si acaso se detuvo un par de veces durante dos segundos a recolocarlo mejor y asegurarse de que seguía vivo. Una vez arriba, quedó expectante, resollando un poco, observando y escuchando la discusión familiar.

Cuando el Sr. Ravensworth mencionó el detector de huellas, Evan fue dejando a Usuario en el suelo lentamente, y cuando Louise trató de ponerlos de su parte, espetó:

En esta ciudad, como en este edificio, no había de todas formas nadie vivo más que los que soñamos y los que se hagan aparecer. Buen intento Louise, pero toca pagar, y me dejé las tarjetas en la taquilla, así que hoy invitas tú. 

Echó a correr con unas energías que dios sabe de dónde sacó hasta el Sr. Ravensworth, con algo en la mano, del tamaño de un teléfono móvil de principios del Siglo XXI, pero más grueso.

¡Lo tengo, Ravensworth! Gritó al hombre, la criatura, o lo que quiera que fuese mientras corría hacia él para darle el aparato. Si Louise se ponía en medio, la embestiría para poder llegar a su padre. Aún quedaba su novio que podría retenerle, pero esperaba haber salido con suficiente antelación.

-No es buena idea.  Dijo a Iori Romper las cápsulas será terriblemente... impopular, aunque realmente puede que no sirvan de nada, y no nos conviene tener a todos estos en contra...

-Esta bien, aunque nos hemos ganado un voto de impopularidad... Por ahora es mejor mantenerse alerta y ver que haremos. Esta bien que obres de "bueno" alzando al niño, lo hubiera hecho yo tambien, aunque aun no entiendo como alguien puede ser tan estúpido de inyectarse. Igualmente mira al grupo, mucha moralidad pero dejan al cría solo y son capaz de pisarlo con tal de salir... Después somos los malos.

En cuanto aparece Kara Iori se aleja y sigue la marcha con el grupo,. El camino fue largo y aburrido. En cuanto llegamos a la sala de reuniones, Iori observaba a la sombra - Jodeme, que hace vestido así? Este es peor que su hija y nosotros juntos! -pensó internamente. La charla entre padre e hija fue una serie de reproches que Iori estaba deseando que termine, lo importante era negociar nuestra salida, después si querían sacarse los trapos al sol, que lo hicieran...pero ya estaría en la vida real.

En cuanto el señor Ravensworth habla del lector, con Evan nos miramos, una oportunidad así no la íbamos a perder más aún si Louise intenta persuadirnos con un discurso pobre y desesperado.

Cuando Evan corre hacia el señor Ravensworth, Iori también lo hace en modo alerta, porque nada ni nadie, incluso el novio de Louise iba a entorpecer nuestra única salida de aquí.  Se planta al lado de Evan. -Si vamos a negociar, este es el mejor momento, tu hablaras yo vigilaré al "novio"- Le susurra al empresario.

Iori siguió al grupo en silencio, fue un largo trayecto llegar al "dichoso" piso, pero iba a ser por una buena causa... "nuestra salida".

Cuando Louise estuvo un tiempo a solas con el supuesto padre, la charla parecía la típica discusión familiar que muchas veces deseaba ignorar, ninguno de los dos por lo visto tenían algo de inteligencia al olvidarse del resto de las personas que estamos escuchando sus miserias.

El momento importante surgió cuando el Sr Ravensworth reclamaba el lector de huellas digitales, Evan siempre tan hábil y atento a las circunstancias reaccionó al instante corrió a entregándoselo, sin pensarlo Iori salió detrás de él, si era nuestra única salida no desaprovecharía por nada del mundo esta posibilidad así tenga que dejar a alguno en el suelo.

Ya te la dimos! 

Cuando observo la situación en la que nos encontramos, me doy cuenta que miró con la boca abierta la explosión y todo lo que ocurre después; vuelvo en mi y le pregunto a los demás que al parecer no tenemos idea de lo que pasa:

- Alguien sabe que mierda esta pasando?...- pregunte a todos y a nadie en especial, pues la verdad es que mis expectativas respecto de la "gran experiencia" se habían ido hace rato al demonio y me preguntaba si hubiera sido mejor pagar un viaje.