Partida Rol por web

Me detuve guardando la distancia para fijarme en el hombre de la barba descuidada que era al que tenía mas cerca. Llevaba un arma en su mano algo que no me hizo demasiada gracia.

¿A que esperas? Vamos, márchate de aquí, esta gente es como ellos, como los que te han tenido atrapada. Fijate, ahora se acerca otro. Quieren capturarte para hacerte daño, no les escuches..Desvié mi mirada hacia el otro hombre mientras el primero se presentaba y apreté los dientes endureciendo mi expresión.

No va armado...y hay otras chicas en el camión. No, no parecen estar cautivas, ni maltratadas por esta gente. Suavicé mi expresión hasta que me preguntaron como me llamaba, algo que me dejó en blanco por un segundo. Le siguió un fuerte dolor de cabeza, como si me pincharan con miles de alfileres lo que me hizo llevar una mano para cubrir mi frente y masajear así la sien. Sin dejar eso si de perder de vista a esos dos.

 Las mismas imágenes que había visto ya alguna vez, recuerdos que me invadían en pequeños fragmentos que daban crédito a mis pesadillas.

Que me recordaban lo que era el dolor y el sabor de tu propia sangre mientras la vida te abandonaba.

Donde las caras amables solo escondían el deseo de utilizarte como si fueras un objeto, por mucho que que te sonrieran y se dirigieran cariñosamente a ti como...

..... Eve.....

- Soy Eve. ¿Porqué estais armados? ¿Que demonios ha pasado aquí? No sonrei y seguramente soné como alguien fría y distante, pero no los conocía, podian ser perfectamente unos maleantes o asesinos.

- Hola Eve. Mmm...empecemos por el qué ha pasado aquí y ya verás como el porqué vamos armados sale solo-La pregunta coge de sorpresa a Quico que se contiene para evitar reirse-Resulta que Langley está infestado de mutantes, perros gigantes de dos cabezas y otros bichos terribles a los que no les gusta la gente como nosotros. Además, hay una especie de banda paramilitar a la que yo llamo los merodeadores a la que tampoco le gusta la gente como nosotros. Dadas las circunstancias ¿no irías armada si pudieses?

Quico se queda mirando a la mujer un instante, para observar su reacción.

-¿Qué hay de ti?¿De dónde sales que andas por aquí como si nada?

Supongo que mi cara era suficiente poema para entender que todo lo que me estaba contando ese hombre me parecía una completa estupidez y me preguntaba si me estaba tomando el pelo. Por desgracia tanto el como el otro hombre a su lado no se reian y parecían ir en serio. Mi existencia era ya de si una locura, ¿porqué no creer otra?

- ¿Quien dice que no vaya ya armada? Ladee la cabeza a un lado acompañada de esa máscara de frialdad que me cubría. Cerré mi mano sobre el reloj de cadena que tenía en el bolsillo de la sudadera como si ese mero objeto fuera el arma que me había inventado. 

Mi cuerpo se giró levemente a un lado y extendiendo el brazo señalé al coche volcado del que había salido.

- Vengo de ahi. No iba a confiar mi verdad tan pronto. Primero probamos, luego confiamos. ¿Donde mierda he leido o escuchado eso? A veces tengo retazos de cosas que ni siquiera imaginaba conocer. - Debí tener un accidente de coche, y golpearme en la cabeza porque...no recuerdo nada, justo desperté hace unos minutos y os vi. Mis ojos se mueven nerviosos de uno al otro. Temía que no me creyesen.

- ¿Donde vais? Me podriais acercar a algún lugar..mas...seguro. Me detuve mirando esa figura algo mas retirada, vestida de arriba abajo con traje militar y máscara. Me incomodó mucho, tanto que di un pequeño paso atrás. ¿De que va ese? No fui consciente de que había formulado la pregunta. se me escapó sin mas.

Descripción:
Chiquilla de aproximadamente 15 años de edad, lleva un fusil automático a la espalda, traje NBQ con manchas de sangre y húmedo por la nieve mascara manchada de sangre seca.

Eve va vestida tal cual ves en su perfil, con esas ropas de la imagen.*

Instalar C4 (ex-militar)

Sin mayores complicaciones Elan instala el explosivo plástico. Para él es como preparar el desayuno con los ojos cerrados pero le preocupa otra cosa, el ruido de la futura explosión alertaría a todo lo que se encuentre en varios kilómetros a la redonda. El silencio sepulcral de Langley juega en contra del sigilo. Lo único asegurable es el tamaño del agujero, será lo suficientemente grande como para que pase el camión.

- Bueno, pues esto ya está - dice Elan sosteniendo el detonador en la mano - cuando queramos presenciar unos bonitos fuegos artificiales, sólo tenemos que apretar éste botón rojo.

Little se percata de que la nueva chica, Eve, le observa horrorizado: primero mira el cuchillo de caza, luego el arco, posteriormente el fusil, las granadas colgadas del cinturón y por último el detonador en la mano.

- Esto es pan comido, no hay ningún peligro - añade en un intento de tranquilizarla - Ese de ahí, el del traje militar y la máscara, es de fiar - Little se pregunta si Evan será de fiar, pero no es el momento de ponerlo en duda - Si quieres, puedes subir al camión, te llevamos. Vamos todos hacia el norte.

Y dirigiéndose a todos:

- Sólo hay un problema: la explosión se va a oír a Kms de distancia, perderemos el factor sorpresa. Así que, en cuanto derribemos la barricada, tendremos que recorrer la calle que hay al otro lado a toda velocidad e intentar llegar al puente antes de que puedan reaccionar.

Por último, abre la puerta de la camioneta y del portaobjetos lateral saca un mapa:

- Hay un mapa de Langley en el coche, voy a echarle un vistazo para ver cómo se va al puente y al bunker.

Louise aún no había contestado, cuando la chica nueva se extrañó o sobresaltó por su aspecto.

Desde luego no me reconozco ni yo... Dijo ladenado un poco la cabeza. Se abrió la máscara un poco, para que se le viera la cara, y de paso tomó algo de aire fresco (Contaminado, pero fresco, sin tener que gastar de las bombonas) y para ver mejor lo que iba a coger. Se puso el rifle de asalto al hombro y buscó en unos bolsillos. Era un hombre apuesto, aún teniendo en cuenta que estaba algo sudado por haber estado embutido en ese pesado traje sellado.

Soy Evan. Un empresario de éxito que... prefiere sacrificar el estilo en aras de la seguridad Dijo sonriendo. No son mis pintas habituales. Aún no se fiaba del todo de aquella chica, podría ser un truco, o parte de Estado Alfa, pero finalmente cogió una tableta de pastillas antirradiación, venían unas cuantas tabletas en cada una de las cajas que había cogido, que esperaba que fueran de sobras. 

Hay radiación en el ambiente, y si no sabes cuánto llevas expuesta en ese coche, deberías tomarte una o dos, son para paliar sus efectos. Se acercó a ella y se la dio con la mano izquierda. No porque fuera zurdo, si no porque la derecha la necesitaría para coger la pistola que tenía en el muslo si resultaba ser otra mutante peligrosa o algo parecido. También le ofreció algo de comida y agua. Y esto, toma.

Pareces realmente perdida... Todo esto es muy largo de explicar, y no hay tiempo pues tenemos que salir corriendo de aquí. Trata de recordar algo sobre si te apuntaste a algún programa Beta sobre un experimento sobre el sueño, Mobius o Estado Alfa, si te suena algo de eso. Esto que estás viviendo no es real, pero es mortal como si lo fuera, y estamos intentando salir del experimento onírico.

Al ver que no le crecían colmillos ni nada de eso, y que seguía igual de perdida, le hizo un gesto para que la acompañara al camión cuando decidiera si tomarse o no las pastillas que le brindaba un extraño. Ella misma podría leer en la parte trasera de la tableta que esas pastillas eran lo que el extraño tipo del traje militar decía que eran. 

Hizo un gesto hacia el camión para urgir a todo el mundo a subirse, así estarían todos arriba cuando la barricada explotase.

Evan piensa que una demostración de bondad y compañerismo por su parte ayudará a que sus palabras cobren mas peso llegado el caso.

Parece evidente que esta mujer es un avatar que también ha acabado mal de la cabeza como Charles, y la primera impresión de las primeras personas es importante, interesaría tenerla también de su lado.

Previsiblemente no van a estar demasiados días en Langley hasta encontrar el búmker por lo que la comida y pastillas que le ha dado no son realmente un sacrificio, aunque hará tal sacrificio de ser necesario para aglutinar al grupo en su bando contra Louise.

-Elan, yo le he estado echando un ojo y además, he estado observando la ciudad desde lo alto para buscar una ruta de salida. Es fácil. No tienes más que seguir todo recto después del bloqueo: La calle gira levemente a la izquierda hasta cruzarse con una vía principal de cuatro carriles. Te incorporas a esta y la sigues todo recto hasta el final y debería llevarnos hasta el puente. Eso suponiendo que no esté cortada, tenga minas o esté impracticable en algún tramo. Pero no nos vamos a amargar con eso hasta que pase ¿verdad?. Venga, tira que yo te guío.

Luego se giró hacia la recién llegada.

-Tú. Última oportunidad. O te quedas, o te vienes, pero no podemos esperar más. Esa gente podría aparecer en cualquier momento con refuerzos.

Elan se sube a la cabina del conductor y pone en marcha el camión. Le pasa el mapa a Quick0:

- ¿Me vas guiando entonces?

Echa un vistazo para ver que está todo el mundo sobre el camión y agarra el detonador:

- ¿Preparados? Uno ... Dos ... ¡Tres!

Presiona el botón rojo y observa la barricada. Un estruendo ensordecedor les envuelve y la barricada se llena de polvo y humo. Salen cascotes disparados en todas direcciones sin alcanzar a la camioneta que se haya a una distancia prudencial. Elan pisa el acelerador a fondo sin esperar a que mejore la visibilidad y lanza la camioneta en dirección al boquete que se ha formado en la barricada. Según llegan cerca, se aclara un poco el aire y logra ver pedruscos y cascotes en el suelo.

Debí haberlo previsto - piensa Little - ¡Agarraos, que hay baches!

Conduce intentando esquivar los obstáculos del suelo.

-Sí, claro-Quico abre el mapa y va repasando la ruta que ya conoce para acceder al puente aunque en medio del bamboleo del coche es complicado leerlo. Por fortuna, no le hace mucha falta.

El vehículo sigue su curso y atraviesa la zona de la explosión, con lo que el camión se mueve para todos los lados. Quico se agarra como puede para evitar salir despedido del camión. 

-Vale, sigue por ahí,...ahora sigue la curva y ahí, más adelante tienes el cruce. Te incorporas a la derecha...¡Oups!, ¡joder!.

Un bache provoca que Quico se de un golpe contra el chásis del camión.

El norte...¿que habría en el norte que fuera mejor que estar aquí? me pregunté tras escuchar a Elan. No contesté pues me quedé pensativa como si valorara su oferta mientras miraban ese mapa.

"Soy Evan. Un empresario de éxito que..." 

Debajo de esa inquietante máscara había un hombre apuesto después de todo. Le miré por un momento a los ojos, como había hecho con los otros pero pronto mi mirada escapó nerviosa por encima de sus cabezas hasta el montón de coches abandonados que había a una treintena de pasos.

Es difícil describir la sensación de percibir algo que para los demás no existe y para ti es terrorificamente real.  Ya casi no podía escuchar a quien tenía delante, en mi cabeza solo estaba la certeza de que estaba siendo observada por el. Escondido, esperando su oportunidad para llevarme a ese lugar donde no quería regresar.

Agitada y con el pulso acelerado aparté mis manos repentinamente, asustada, al ser consciente que el tal Evan se había acercado a darme algo. Le miré con desconfianza acabando por aceptar lo que me ofrecía pero volví a apartarme de el enseguida. Seguramente era evidente para ellos que ya no les prestaba toda la atención, no dejaba de mirar a lo lejos a un punto lejano con evidente temor.

- Voy..con vosotros. Dije sin demasiada convicción. Hubiera ido donde fuera para escapar de quien me acechaba.  Así pues encaminé hacia el camión acabando por recorrer los últimos pasos casi a la carrera y al entrar me dejé caer en el primer sitio libre que vi.

Con ojos de animal atrapado miré a quienes estaban en el interior uno a uno sin mediar palabra hasta que me detuve en la chica joven. Había algo en ella que me resultaba...¿Familiar? .

La detonación se izó efectiva así como la había anunciado, un molesto estruendo que me obligó a desviar mi atención al exterior del vehículo. Ojala que lo de ahí afuera haya muerto. ¿A quien quieres engañar Eve? Sabes que sigue ahi, no quita los ojos de este camión.

Pronto reparé en algo. Bajé de forma rápida las mangas de la sudadera que se habían subido ligeramente durante mi carrera hasta el camión  tapando así la multitud de marcas de cortes, pinchazos y quemaduras que plagaban ambos brazos. Tras hacerlo levanté una mirada fría para ver si alguien se había fijado o si simplemente me observaba.

Ahora que el camión se movía sacudiendome mientras tomaba velocidad me fuí tranquilizando. Aquello de ahi afuera, al menos por el momento no me atraparía.

En un principio hice oídos sordos a las palabras del empresario porque en la mayoría de las ocasiones no se limitaba a preguntar sino a provocar y yo no era su bolsa de boxeo, tengo mucho mas cerebro y no bajaré mi nivel ante alguien que no sea digno de mis palabras. Pero como era un avatar mas, uno de los mas molestos podría decir junto con su partener oriental me limito a responderle de forma clara pero sin dejar de ser arrogante. - Desde que comparto esta especie de superviviencia virtual  contigo cada vez soy mas consciente de tu falta absoluta de cortesía. - el veneno lo estaba destilando, era necesario y no cambiaría mi forma de ser ante él. 

Ahora mirando a la chica siento una pequeña sensación en donde su cara me resulta familiar pero evidentemente no era de las sepas de mis experimentos. - Lamento informarte, ella no es un avatar de mi proyecto ni siquiera una invención de Sebastian. Por lo tanto deberás investigar ya que se te da bastante bien. - Ahora acercándome a Evan con intenciones de que sólo escuchara él. - Podrías guardarte ese orgullo que te domina y darte cuenta de que sin mi jamás saldrás de aquí. Por lo tanto podrás odiarme, incluso puedes matarme pero vivirás en Estado Alfa de por vida y no creo que te agrade estar escapando como si fueras una rata. - Sonrío con malicia y me alejo del empresario.

- Sólo les diré que la salida de todo esto se encuentra al atravesar el puente, el que acepte mi consejo tendrá la suerte de volver a su hermosa vida.-sugiero a todos en general.

Miré de reojo a la chica con la que Evan y Quick0 estaban hablando,la sensación de intranquilidad que me provocaba hacia que evitara mirarla directamente y que jugara inconscientemente con una de las mangas del traje NBQ.La mayoría de veces ese incontrolable gesto se ocultaba entre los bolsillos de mi bata o entre las grandes aperturas de las sudaderas que usaba en invierno,pero esta vez era tan obvio que cualquiera que se parara a mirarme un segundo se daría cuenta de que estaba extrañamente nerviosa.

Aparte mi mirada de ellos y tras echar un ultimo vistazo a mi alrededor me subí en el camión con cierta dificultad y me senté junto a Dax que reposaba sobre la camioneta.

Intentando apartar esa sensación que hacia que hacia que mi corazón latiese mas rápido y que un extraño calor lo envolviese comencé a hablar con el  -¿Como perdiste la pierna?- siendo un ex militar la respuesta estaba clara pero necesitaba obviar lo que estaba pasando a unos pasos de mi.

Funciono,mi gesto fue menguando poco a poco mientras escuchaba su respuesta,bien,esto servia -¿Cuanto tiemp..- mi pregunta quedo interrumpida por la presencia de la chica que en ese momento subía a la camioneta.Intente seguir obviandola prosiguiendo con mi pregunta -tiempo estuviste en activo?- pero mi gesto se volvió a intensificar y mi mirada se iba inconscientemente hacia ella.Cosa que empeoro al terminar la explosión pues en sus brazos vi marcas de cortes, pinchazos y quemaduras que hizo que aparte de intranquilizarme me provocara una curiosidad morbosa.

Evan piensa que una demostración de bondad y compañerismo por su parte ayudará a que sus palabras cobren mas peso llegado el caso.

Parece evidente que esta mujer es un avatar que también ha acabado mal de la cabeza como Charles, y la primera impresión de las primeras personas es importante, interesaría tenerla también de su lado.

Previsiblemente no van a estar demasiados días en Langley hasta encontrar el búmker por lo que la comida y pastillas que le ha dado no son realmente un sacrificio, aunque hará tal sacrificio de ser necesario para aglutinar al grupo en su bando contra Louise.

Totalmente de acuerdo con el accionar de Evan. Hay que reclutar! Además la comida y pastillas son algo irrelevante ahora que tienen un medio de movilidad.