Partida Rol por web

Exaltado. - Episodio Uno: Los veintidós demonios.

Reino de Wu-Chia: Navegando el río Hu (2).

Cargando editor
24/01/2012, 19:42
Riqueza Efímera.
Sólo para el director
- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Percepción+ocultismo

Tirada: 4d10

Dificultad: 7+

Resultado: 3, 5, 7, 4

Exitos: 1

Tirada oculta

Motivo: Inteligencia+ocultismo

Tirada: 5d10

Dificultad: 7+

Resultado: 10, 8, 10, 10, 7

Exitos: 5

Cargando editor
24/01/2012, 20:00
Director

RIQUEZA EFIMERA:

- Observas con más detenimiento al intruso. Aparte de sus llamativos ojos y cabello de color rojo, tiene cuernos obviamente demoníacos, aunque no parece tener mayores deformidades, siendo el resto de sus rasgos humanos. Su cuerpo es fuerte y atlético.

- Te fijas en las antinaturales garras esqueléticas y en la crepitante energía destructiva que las rodea. Aunque a primera vista parecen parte de su naturaleza demoníaca, sospechas que en realidad son artefactos vinculados mediante Esencia.

- Piensas a gran velocidad y llegas a la conclusión de que no se trata de un Yoma, ni de tampoco un miembro de ninguna otra raza demoníaca que conozcas. Los Yoma tienen su forma humana y su forma demoníaca, pero lo más intermedio que pueden mostrar son ojos amarillos en su forma humana. Amarillos, no rojos.

- Entonces recuerdas la débil intensidad parpadeante de su señal en el medallón. Estás convencido de que no es un demonio por completo, se trata de un híbrido entre demonio y humano.

Normalmente los medio-demonios son muy débiles, generalmente más humanos que demonio. En base a la potencia demostrada y a tus conocimientos, deduces que uno de los progenitores de este especimen se trata sin duda de un demonio extremadamente poderoso, con seguridad un demonio del Tercer Círculo (una de las almas primarias de un Yozi, quienes son los primordiales derrotados y encerrados en el Malfeas antes del inicio de la Primera Edad).

Difícil precisar quién pueda ser su progenitor, pero una corazonada te dice que bien podría ser uno de los principales demonios del Tercer Círculo, Ligier el Sol Verde.

- Este medio-demonio debería de viajar acompañado de un poderoso séquito de lacayos y de demonios menores y adoradores demoníacos. Debería de mostrar ropajes y regalia propias de un rey o príncipe mercader. En cambio está ataviado con una andrajosa tela oscura y un taparrabos. Sin duda es extremadamente pobre, y además está solo.

Cargando editor
24/01/2012, 22:41
Patán Sabio.

Patán subió a la cubierta a trompicones, mitad aterrado por la presencia maligna del barco que se encaraba a Riqueza, mitad decidido a protegerlo como fuere. Al llegar, antes de llegar comprender lo que estaba pasando, exclamó:

-¡Riquezaaa! ¿Estás bien?

Cargando editor
25/01/2012, 03:52
[RIP] Ojos Rojos.

El ruido que provoca la corriente del río suena en mis oídos, creando una resonancia que molesta, pues la palabra demonio no me gusta, mucho menos cuando se refiere a mí. Me molesta y mi rostro deja saberlo cuando arrugo el ceño y tenso con fuerza mis garras, haciendo un poco de daño al vértice del tejado sobre el cual estoy.

Me levanto y miro al humano hacia abajo, con un poco de desprecio y decepción. Veo como el Automatón llega y veo la preocupación en sus palabras, lo que demuestra claramente el aprecio que le tiene. Luego respondo al hombre con una voz fría, denotando que no estoy feliz:

 - "Deja de llamarme demonio, humano, pues no lo soy. Por eso mismo es que puedes intentar sacarme de tu nave pero no lograrás moverme en lo más mínimo. Me decepciona tu falta de curiosidad y tu poca capacidad de relacionar. ¿No te parece extraño que un demonio, como me dices, te pregunte de algo así? Pues bien, solo quiero saber quien está detrás de los asesinatos. Creo que podemos ayudarnos mutuamente y no tengo ganas ni la necesidad de hacerles daño, por lo que no veo la razón por la que no podamos cooperar. ¿Acaso no piensas así? Porque te advierto que si sigues intentando en vano de sacarme de tu nave solo conseguirás que si tenga razones para matarte, algo en lo que no quisiera incurrir de ser posible. En tus manos queda, Lord Carroñero, hacer la amistad o la guerra. Piensa en ello."

Luego miro al Automatón y pienso si en realidad son tan fuertes como se dice, pues este parece ser especialmente torpe, lo que me indica que quizás su contextura es fuerte, pero eso no lo hará vencerme.

Cargando editor
25/01/2012, 04:22
[RIP] Ojos Rojos.

El ruido que provoca la corriente del río suena en mis oídos, creando una resonancia que molesta, pues la palabra demonio no me gusta, mucho menos cuando se refiere a mí. Me molesta y mi rostro deja saberlo cuando arrugo el ceño y tenso con fuerza mis garras, haciendo un poco de daño al vértice del tejado sobre el cual estoy.

"¡Maldición! Yo no soy un demonio. Sé que no soy un humano, pero estoy muy lejos de ser un demonio despiadado y malévolo como lo que en realidad son esas criaturas. Yo no deseo destrucción ni conquista, solo deseo poder vivir en paz con el mundo y conmigo mismo. Deseo que la gente no huya de mí nada más verme, sino que desee conocerme y juzgarme por mis actos. Deseo no odiarme a mí mismo por mi sangre corrupta, sino que saber que la salvación es alcanzable aun para mí. Esos son mis deseos y esos no son los deseos de un demonio."

Me levanto y miro al humano hacia abajo, con un poco de desprecio y decepción. Veo como el Automatón llega y veo la preocupación en sus palabras, lo que demuestra claramente el aprecio que le tiene. Luego respondo al hombre con una voz fría, denotando que no estoy feliz:

- "Deja de llamarme demonio, humano, pues no lo soy. Por eso mismo es que puedes intentar sacarme de tu nave pero no lograrás moverme en lo más mínimo. Me decepciona tu falta de curiosidad y tu poca capacidad de relacionar. ¿No te parece extraño que un demonio, como me dices, te pregunte de algo así? Pues bien, solo quiero saber quien está detrás de los asesinatos. Creo que podemos ayudarnos mutuamente y no tengo ganas ni la necesidad de hacerles daño, por lo que no veo la razón por la que no podamos cooperar. ¿Acaso no piensas así? Porque te advierto que si sigues intentando en vano de sacarme de tu nave solo conseguirás que sí tenga razones para matarte, algo en lo que no quisiera incurrir de ser posible. En tus manos queda, Lord Carroñero, hacer la amistad o la guerra. Piensa en ello."

Luego miro al Automatón y pienso si en realidad son tan fuertes como se dice, pues este parece ser especialmente torpe, lo que me indica que quizás su contextura es fuerte, pero eso no lo hará vencerme.

"Sé que no soy extremadamente rápido, no más de lo que es un humano, pero sé luchar y la maquina esa al parecer no es muy diestra, lo que me hace pensar que no será capaz de alcanzarme fácilmente. Solo queda la duda de si mis golpes serán lo suficientemente fuertes como para hacerle daño. No lo sé y espero no verme en la necesidad de averiguarlo."

Me mantengo en esa posición y observo sus reacciones. Desconfío especialmente del humano, pero tengo más miedo de lo que el Automatón es capaz de hacer en combate, a pesar de que el hombre ha demostrado no ser tan frágil como pensaba.

Cargando editor
25/01/2012, 08:09
Director

RIQUEZA EFIMERA:

- Te da la impresión de que cada vez que le ordenas que se vaya, es como si una fuerza sobrenatural tironease de él. Sin embargo, no es lo suficientemente fuerte para expulsarle.

- Eso se debe seguramente a que no estáis bajo cubierto. Probablemente bastaría con refugirarse dentro del camarote o bajo cubierta para que este medio-demonio no pueda seguiros ni alcanzaros.

- Por otra parte, recuerdas que en virtud del acuerdo entre los Exaltados Siderales y el dios Hu, ningún demonio o fae puede cruzar sus aguas. El medio-demonio parece haber salido indemne al saltar desde la orilla hasta el sampan, pero si su cuerpo impuro tocase las aguas del Hu... probablemente habría alguna reacción violenta.

Cargando editor
25/01/2012, 17:18
Riqueza Efímera.

-Estoy bien, Patán. De momento -le dijo a su viejo compañero y amigo-. Así que no eres un demonio, ¿eh? -señaló dando algo de cuerda al cornudo de ojos rojos, pero manteniendo el alfanjón desenvainado, algo más tranquilo al tener junto a sí el fuerte corpachón metálico de Patán-. ¿Y qué eres? Por tus cuernos, quizás una vaca. Por tus ojos rojos, un tritón. Y por tus garras esqueléticas, quizás un cadáver de alguna extraña y desconocida criatura -señaló en un exceso de atrevimiento-. A eso en mi pueblo se le llama demonio -sentenció dando un bufido-. Tú, que has saltado a mi barca, que me has atacado, que te niegas a abandonar el sampang, que amenazas con matarme, que ni siquiera has dado tu nombre, tú, criatura maligna, ¿te atreves a echarme en cara que no quiera tratos contigo? Por las enormes ubres de mi tía Liu, jamás vi a un sinvergüenza como tú. No quiero ni guerra ni amistad alguna contigo. ¿Cooperar? ¿Para saber qué y quién está detrás de las muertes en este poblado? Te lo diré porque es muy sencillo y hasta el más tonto e ignorante de los campesinos de esta región hubiera podido decírtelo. Yomas. Y ahora que ya lo sabes... aire.

Cargando editor
25/01/2012, 18:30
[RIP] Ojos Rojos.
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Inteligencia + Ocultismo

Tirada: 4d10

Dificultad: 7+

Resultado: 2, 7, 1, 3

Exitos: 1

Cargando editor
25/01/2012, 18:35
Director

OJOS ROJOS:

- De algún lugar oscuro de tu mente te llega el conocimiento de que los Yoma son una raza de demonios del Primer Círculo.

- Ocasionalmente se filtran en la Creación en la forma de un espíritu casi indefenso que puede enviar sueños al alma de un humano malvado y proponerle un pacto. Si el mortal acepta, ambos se funden en un solo ser, un Yoma. Una criatura que tiene el poder de cambiar de forma humana a la forma de demonio y viceversa, y que cada cierto tiempo necesita alimentarse de entrañas humanas.

Cargando editor
25/01/2012, 18:39
[RIP] Ojos Rojos.

Grito por la exasperación que me produce lo cerrado de mente que es el humano:

- "¡¡¡TE DIJE QUE NO SOY UN DEMONIO!!!"

Mi voz resuena potente por las riberas del río mientras se nota un claro resentimiento en ella, algo pasado pero que está presente y causa dolor. Luego recupero la compostura, evitando repetir ese momento de debilidad y muestra de mis sentimientos. Vuelvo a hablar más en calma, con mi típica voz suave y susurrante:

 - "No vuelvas a compararme con una de esas criaturas despreciables. Es cierto que comenzamos de la manera equivocada, pero el miedo hizo que perdiese el control y por eso te ataqué, más mi intención no era dañarte, sino que protegerme a mí mismo. No soy maligno, no más de lo que los humanos son. Muchos humanos harían cosas más atroces de las que yo haría, ya sea por gusto o necesidad. ¿Mi nombre? Todos me llaman Ojos Rojos, porque los humanos creen que la apariencia es más importante que lo que hay detrás de ella."

Luego repaso un poco mentalmente las palabras que dijo al final, mientras me froto el mentón con mis garras de hueso. Mis ojos parecen concentrados en algo antiguo y siniestro, palabras oscuras en momentos casi olvidados. Finalmente hablo:

 - "Conozco a los Yoma. Son demonios inferiores que hacen pactos con humanos para poseerlos. Demonios del Primer Círculo. Tan despreciables como viciosos, necesitan alimentarse de entrañas. Puedo encontrarlos entre la multitud aun estén en forma humana."

Mis palabras se detienen cuando miro al Automatón, vuelvo a ponerme en cuclillas y le hablo ahora a la maquina. Me causa atracción la magia que mantiene existiendo a aquella criatura, pues su composición mecánica es claramente distinta a cualquier otro ser que yo haya conocido a lo largo de mi viaje. Miro al automatón y le hablo con calma y respeto:

 - "Hola Automatón-San, de seguro tu posees invaluables e incontables conocimientos. He sabido que el ultimo Yoma fue derrotado por un poderoso Sangre de Dragón. ¿Es eso cierto? ¿Díganme donde se ha ido aquel poderoso héroe?"

Espero su respuesta, mientras veo el sampan y su diseño. Miro el río e intento calcular la velocidad a la que avanza, pues parece ser claramente más rápido que ir a pie. No puedo darme el lujo de ir a pie, corriendo el riesgo permanente de ser encontrado por humanos hostiles y quedándome atrás de lo que busco.

Cargando editor
25/01/2012, 18:56
[RIP] Ojos Rojos.

Grito por la exasperación que me produce lo cerrado de mente que es el humano:

- "¡¡¡TE DIJE QUE NO SOY UN DEMONIO!!!"

Mi voz resuena potente por las riberas del río mientras se nota un claro resentimiento en ella, algo pasado pero que está presente y causa dolor. Luego recupero la compostura, evitando repetir ese momento de debilidad y muestra de mis sentimientos. Vuelvo a hablar más en calma, con mi típica voz suave y susurrante:

- "No vuelvas a compararme con una de esas criaturas despreciables. Es cierto que comenzamos de la manera equivocada, pero el miedo hizo que perdiese el control y por eso te ataqué, mas mi intención no era dañarte, sino que protegerme a mí mismo. No soy maligno, no más de lo que los humanos son. Muchos humanos harían cosas más atroces de las que yo haría, ya sea por gusto o necesidad. ¿Mi nombre? Todos me llaman Ojos Rojos, porque los humanos creen que la apariencia es más importante que lo que hay detrás de ella."

Luego repaso un poco mentalmente las palabras que dijo al final, mientras me froto el mentón con mis garras de hueso. Mis ojos parecen concentrados en algo antiguo y siniestro, palabras oscuras en momentos casi olvidados:

"Ya lo recuerdo. Alguna noche de mi niñez, cuando yo luchaba contra el miedo que me producía su presencia, él me contó acerca de los Yomas. Eran demonios del Primer Círculo, nada comparado con mi padre, que se escabullían hacía el mundo mortal y entraban en los sueños de hombres malignos y de oscuro corazón. Firmaban un pacto tras el cual ambos seres se funden en una sola entidad demoníaca, que se esconde entre los humanos adoptando esa forma y debe comer entrañas cada cierto tiempo. Si Svok no se equivocaba acerca de mí, puedo sentir el poder infernal si me concentro, lo que me dejaría ver, escuchar, oler y sentir a los Yomas, aun estén inmateriales y materiales, aun estén en forma de humanos o cualquier otra, pues es uno de los "Dones" de que las energías del Malfeas corra por mis venas. Me doy asco, pero es algo que me será extremadamente útil si estoy decidido a cazarlos."

Después de mis pensamientos y mis reflexiones, finalmente hablo:

- "Conozco a los Yoma. Son demonios inferiores que hacen pactos con humanos para poseerlos. Demonios del Primer Círculo. Tan despreciables como viciosos, necesitan alimentarse de entrañas. Puedo encontrarlos entre la multitud aun estén en forma humana."

Mis palabras se detienen cuando miro al Automatón, vuelvo a ponerme en cuclillas y le hablo ahora a la maquina. Me causa atracción la magia que mantiene existiendo a aquella criatura, pues su composición mecánica es claramente distinta a cualquier otro ser que yo haya conocido a lo largo de mi viaje. Miro al automatón y le hablo con calma y respeto:

- "Hola Automatón-San, de seguro tu posees invaluables e incontables conocimientos. He sabido que el ultimo Yoma fue derrotado por un poderoso Sangre de Dragón. ¿Es eso cierto? ¿Díganme donde se ha ido aquel poderoso héroe?"

Espero su respuesta, mientras veo el sampan y su diseño. Miro el río e intento calcular la velocidad a la que avanza, pues parece ser claramente más rápido que ir a pie. No puedo darme el lujo de ir a pie, corriendo el riesgo permanente de ser encontrado por humanos hostiles y quedándome atrás de lo que busco.

Notas de juego

Post Privado.

Cargando editor
25/01/2012, 21:58
Patán Sabio.

Instintivamente, Patán dio un paso atrás en cuanto el demonio se giró hacia él.

-¡Oh, sí! ¡Muy fuerte! ¡Tanto que podría aplastarte de un golpe antes de que te de tiempo a pestañear! ¡Y disfruta tanto matando demonios que no pararía ni aunque se lo pidiera la mismísima Emperatriz Celeste! -y puntilló de forma muy poco creíble- Y nos debe estar buscando, ¡podría aparecer en cualquier momento!

 

Cargando editor
26/01/2012, 17:55
Riqueza Efímera.

Riqueza sonrió ampliamente dando una cariñosa palmetada al automatón en su hombro.

-Ese es mi chico -dijo más que satisfecho por sus palabras-. Guárdate tus adulaciones para quien quiera escucharlas, engendro. Aquí has dejado claras tus intenciones con tu primer gesto. Pero te diré que me sorprende tu reticencia a aceptar que eres un demonio. Porque mucho parlotear, mucha cháchara y mucha negativa pero no sueltas prenda. ¿Qué eres, engendro? Ya, ya. No eres un Yoma. Salta a la vista. ¿Y por qué no quieres largarte de aquí? ¿Y sobretodo, cuál es tu interés en el Dragón?

Cargando editor
26/01/2012, 22:43
[RIP] Ojos Rojos.

Las palabras del Automatón denotan la falsedad de su afirmación y un burdo intento de asustarme. Luego las palabras del humano resultan dolorosas, pues la palabra engendro me define mucho mejor de lo que él cree. Bajo la vista, evitando sus miradas mientras respondo con mi voz aun más suave, entre avergonzado y triste:

 - "No tengo razón alguna para confiarle mi historia a personas tan hostiles. Solo puedo decir que soy un alma atormentada, maldecida y condenada por las fortunas desde el nacimiento a cargar con un peso que no me corresponde, pues no tengo culpa alguna de mi existencia y no he causado mal alguno a nadie que me haya hecho obtener este aspecto horrendo."

Me callo un momento, como pensando en cosas anteriores, donde mis ojos muestran dolor y pesar de toda una vida. Casi pareciera que una lagrima va a brotar de entre mis parpados, mas no es así y respiro profundamente para recuperar la compostura. Luego vuelvo a mirarlos, sin saber por qué, pero un poco más aliviado de tensión:

 - "No quiero irme, pues quiero conocer al Sangre de Dragón en persona. Hay cosas que quiero ver y mucho que puedo aprender de aquel hombre. Además, él va donde están los Yoma y yo también quiero ir para allá. Pero ¿y ustedes? Yo ya me he presentado, pero aun no sé sus nombres y no me gusta llamar a las personas de forma despectiva."

Cambio ágilmente de posición, quedando sentado en el tejado, con las piernas colgando hacía cubierta. Me destapo la cabeza de la andrajosa sabana que me cubre y disfruto dándole mi cara al Sol, pues siempre que es de día debo esconderme, pero aquí puedo disfrutar de su calidez y su temperatura, la energía que da vida a todas las cosas.

Cargando editor
26/01/2012, 22:57
[RIP] Ojos Rojos.

Las palabras del Automatón denotan la falsedad de su afirmación y un burdo intento de asustarme. Luego las palabras del humano resultan dolorosas, pues la palabra engendro me define mucho mejor de lo que él cree. Mis pensamientos divagan en la terrible realidad del hecho:

"Eso soy realmente. El engendro de Ligier y sus sucios planes. Soy una criatura maldita, una ofensa a los Dioses y a todo lo bueno y puro que existe en la Creación. Mi sola presencia indigna a los espíritus y mis pasos marcan el camino de la muerte y la destrucción, aun así yo no quiera causarla. Hasta el Automatón reacciona con miedo ante mi sola presencia y llaman adulaciones baratas a los clásicos signos de legítimo respeto que uno tiene con las personas más viejas y más sabias. Si un humano se lo hubiese dicho, de seguro que habría sido bien recibido, pero como son mis labios los que pronuncian aquellas palabras, son recibidas como el veneno de un demonio lascivo y deshonesto. Era estúpido esperar más."

Bajo la vista, evitando sus miradas mientras respondo con mi voz aun más suave, entre avergonzado y triste:

- "No tengo razón alguna para confiarle mi historia a personas tan hostiles. Solo puedo decir que soy un alma atormentada, maldecida y condenada por las fortunas desde el nacimiento a cargar con un peso que no me corresponde, pues no tengo culpa alguna de mi existencia y no he causado mal alguno a nadie que me haya hecho obtener este aspecto horrendo."

Me callo un momento, como pensando en cosas anteriores, donde mis ojos muestran dolor y pesar de toda una vida. Casi pareciera que una lagrima va a brotar de entre mis parpados, mas no es así y respiro profundamente para recuperar la compostura. Luego vuelvo a mirarlos, sin saber por qué, pero un poco más aliviado de tensión:

- "No quiero irme, pues quiero conocer al Sangre de Dragón en persona. Hay cosas que quiero ver y mucho que puedo aprender de aquel hombre. Además, él va donde están los Yoma y yo también quiero ir para allá. Pero ¿y ustedes? Yo ya me he presentado, pero aun no sé sus nombres y no me gusta llamar a las personas de forma despectiva."

Cambio ágilmente de posición, quedando sentado en el tejado, con las piernas colgando hacía cubierta. Me destapo la cabeza de la andrajosa sabana que me cubre y disfruto dándole mi cara al Sol, pues siempre que es de día debo esconderme, pero aquí puedo disfrutar de su calidez y su temperatura, la energía que da vida a todas las cosas:

"El sol es tan cálido y tan brillante. Generalmente cuando llega el día yo aprovecho de dormir lo que no hago en la noche y debo ocultarme para no ser visto por humanos curiosos. Para mí los días son más peligrosos que las noches, pues en esta tengo la libertad que la oscuridad me brinda, mientras que a la luz del día, todos los ojos me ven y pueden atacarme. Hecho de menos los días de mi niñez donde era protegido por el campamento de mercenarios y podía disfrutar de este resplandor."

Me quedo en esa posición esperando una respuesta de los sujetos, atento con mi oído sobrenatural a cualquier movimiento que puedan hacer ellos o los hombres bajo cubierta.

Notas de juego

Post Privado.

Cargando editor
26/01/2012, 23:00
Patán Sabio.

Como si se tratara de una especie de bibliotecario que llevara a la espalda su propia biblioteca, las palabras de Ojos Rojos sobre su historia despertaron cierta curiosidad en el automatón. Sus palabras podrían pertenecer a una típica historia de guerrero castigado y maldecido por enfrentarse a los dioses, o a los demonios... Y a Patán le gustaban esas historias, incluso pese al miedo que le producía la parte de los demonios. Pero en las historias que él conocía, esos guerreros acababan convertidos en ancianos ciegos, toros, lagartos o incluso árboles, pero no en seres parlantes con cuernos.

-No sé si podemos confiar en él -susurró a Riqueza-, quizá debería contarnos más cosas sobre él antes de decidir.

 

Cargando editor
26/01/2012, 23:48
Director

OJOS ROJOS:

- Los dos marineros permanecen agazapados bajo cubierta, inmóviles, pero a tus oídos, el fuerte latir de sus corazones asustados les delata.

- El miedo es la más típica reacción humana, a veces seguido inmediatamente por la ira.

- El mercader también te tiene obvio, y el Automatón, resulta obvio, pero no se han quedado paralizados por el terror como les ocurre a las dos personas corrientes ocultas en la bodega.

Cargando editor
26/01/2012, 23:54
¿De verdad pasó así?

Cargando editor
27/01/2012, 19:34
Riqueza Efímera.

-Decía mi abuela Mei, sabia donde las hubiera, que en esta vida recogemos lo que sembramos. Nos acusas de hostiles. Sabe el cielo que lo tuyo es realmente desfachatez. ¿No fuiste tú el primero en actuar de modo hostil, saltando sobre mi sampang sin permiso alguno? ¿No fuiste tú el que me atacó en primer lugar? Quizás tu tormento y tu maldición procedan de tu incapacidad para ver y comprender la realidad en su total simplicidad. Aunque te reconoceré que en algo sí creo que has dicho la verdad. En que no quieres irte y en que pareces obsesionado en Martillo Blanco. Sí, engendro. Así se llama. Y de él te diré que en cuanto vea tu cara te matará -Riqueza hablaba seriamente. No había en su voz ni falsas amenazas, ni pretensión de engaño ni de asustar a aquella criatura-. Es como si buscaras tu muerte. Y con él lo lograrás.

Miró brevemente a Patán. Su buen Patán.

-No, no podemos confiar en él. Pero la razón habla por tu boca cuando afirmas que nuestro invitado debería ser más explícito -Riqueza hizo entonces algo extraño. Guardó su alfanjón-. No eres bienvenido, engendro de Ojos Rojos, pero por unos instantes aceptaré tu presencia. Mas soy mercader y nada es gratis. Tú sigue ahí, que nosotros seguiremos aquí. Quieres nuestros nombres. Ya los sabes. Nos los has oído pronunciar. Él me llamó Riqueza. Y ese soy. Riqueza Efímera para mayor detalle. Y el es Patán, cuyo nombre no he ocultado en ningún momento. Pero tu nombre sigue siendo un misterio. Dices que te llaman Ojos Rojos. Bien podían llamarte Cornudo. Yo mismo te he llamado demonio y engendro. Dinos tu verdadero nombre, qué eres realmente y el porqué de tu búsqueda de Martillo Blanco y  de tu interés en los asesinatos de la región. Quizás, a cambio, consigas algo. Quizás.

Cargando editor
28/01/2012, 18:14
[RIP] Ojos Rojos.

El sol ha iluminado suficiente mi cuerpo y su energía me ha alimentado como pocas veces ha podido hacer durante mi viaje. El río, la brisa y el sol son exquisitas sensaciones que mi cuerpo no acostumbra a disfrutar y que le brindan a este momento más paz de la que quizás tiene, pero que me hacen sentir bien.

Bajo nuevamente la cabeza y me relajo aun más cuando el hombre guarda su arma, pues a pesar de no representar una amenazada importante para mí, demuestra que la hostilidad va disminuyendo a medida que avanzan los minutos y las tensiones iniciales se disipan. Contesto a Riqueza después de que termina:

 - "Pues tu abuela Mei se equivocaba, así como lo haces tú, pues no tiene culpa alguna un niño de nacer con una apariencia que le aleja de las personas. Dices mucho de que fui hostil al entrar al sampan y al intentar atacarte en lo que para mí fue defensa ante una inminente captura, pero ¿como crees que alguien como yo debe sobrevivir cuando las personas intentan matarte nada más verte? Soy de esta forma porque la vida me ha llevado a ser así, porque no puedo confiar en los humanos y debo huir y defenderme por crímenes que no he cometido y que jamás cometeré. La vida es muy fácil con tu aspecto, pero ¿como vivirías si desde el momento en el que naciste todo el mundo desease matarte?

Me dejo caer de un salto desde el tejado para quedar en frente de ellos, donde vuelvo a hablar mirándolos ahora a los ojos, pero con una mirada más calmada y sin hostilidad alguna. Pueden notar que a pesar de mi aspecto, de una altura de 1,75m y contextura delgada pero marcada, no parezco poseer más de 16 años. Mis palabras son serenas y sinceras, lo que se nota en la ausencia del siseo que tenían antes, cuando el miedo y la tensión recorrían mi cuerpo sin control:

 - "Esta es una de las pocas veces que no intentan quemarme ni atravesarme con armas sin siquiera escucharme, por lo que quiero aprovecharla. Mi nombre de nacimiento es Tiwoka, pero como dije, todos me dicen Ojos Rojos. Quizás desconozco un poco los protocolos que usan los humanos, pues mi relación con ustedes se ha visto reducida a huir apenas los veo, pero quiero disculparme por intentar tomarte del cuello y por abordar tu transporte sin permiso. Lo lamento."

Hago una reverencia para indicar mi arrepentimiento y mi respeto por los dueños, además de mis sinceras buenas intenciones. Me mantengo en esa posición un poco más de tiempo pues no sé cuanto es lo correcto debido a la falta de práctica de los modales comunes. Luego me vuelvo a enderezar y sigo hablando igual de calmado:

 - "Acepto el trato, pero como un negocio que es, tal como lo has indicado, regatearé en el precio y no hablaré de más acerca de mi ser, pues no es tema que hablaría abiertamente. Es doloroso y privado. Pero si contestaré a todas tus otras preguntas: Quiero conocer al Sangre de Dragón, pues mi madre era una. Ella es todo lo que yo admiro y quiero conocerlo para aprender de él y parecerme más a ella. Si todos los Dragones son como ella, serán gente de honor y bien, respetables y decentes. Quiero ser así y quiero que el mundo sepa que no soy como mi aspecto indica. Mi interés en los asesinatos es aun más simple: Odio a los demonios y acabaré con ellos. Como he dicho, no pueden ocultarse de mí y puedo reconocerlos aun estén con forma humana o aun sean inmateriales y no dejaré que acaben con personas inocentes. Los encontraré y los acabaré para que el mundo sepa que no soy un demonio como ellos, sino que soy una buena persona, a pesar de todo."

Mis palabras son sinceras y mis ojos son cálidos cuando el miedo de va, en contraste con la mirada fría, impiadosa y letal que tengo cuando me veo amenazado. En estos momentos, en el fondo, no parezco distinto del chiquillo joven que soy. Me mantengo ahí, quieto y sin representar hostilidad alguna mientras les miro esperando una respuesta.