Partida Rol por web

PATAN SABIO:

- La historia de Ojos Rojos, o Tiwoka, te parece que muy bien pudiera ser cierta.

- Sabes poco de Cathak Melara, excepto que era una noble Aspecto Fuego que vivió hasta hace algunos años en el Sudoeste. Capitaneaba al parecer una banda de mercenarios. No sabes mucho de la Gran Casa Cathak, de los Dinásticos del actual Reino, son posteriores a tu época, aunque te parece que son notables militares, estrategas y encendidos Exaltados Terrestres muy pasionales.

- Respecto a la deducción de Riqueza de que el padre de Tiwoka bien pudiera ser Ligier, has de estar de acuerdo. Es posible, aunque aterrador, pensar que el Sol Verde haya engendrado un hijo para hacer su voluntad en la Creación. En la Primera Edad le matarían simplemente para cortar cualquier vínculo, agarre o ventaja que le pueda dar a su padre su presencia, incluso aunque el propio Ojos Rojos fuese una víctima inocente. El riesgo es demasiado elevado.

- Una cosa es que por el acuerdo al que fueron atados los Yozis al Malfeas, jurando sobre sus propios nombres auténticos, sus sirvientes demonio debieran obedecer a los hechiceros que les convocasen siguiendo los adecuados ritos mágicos. Otra cosa es que una de las almas primarias más poderosas tenga una herramienta que vaga libre por el mundo, haciendo la voluntad de su infernal padre.

Mientras Patán mismo disfrutaba uno de sus mejores aceites minerales iba narrando:
-Mmm, sí, Ligier, es muy posible que sea su padre sí... -poco a poco iba comprendiendo las implicaciones que tenía eso- Pero eso sería terrible, si el Sol Verde tiene un hijo aquí, y vaga libre por el mundo, sin estar sometido al juramento de los Yozis, que como sabrás fue el juramento sobre los propios nombres auténticos de los demonios -Patán se perdía otra vez en los detalles- por los cuales estos debían obedecer a los hechiceros que los convocaron siguiendo ritos terribles, de la magia más oscura y que no escatimaban en sacrificios brutales... tan antiguos que sus orígenes se pierden en el tiempo... -Riqueza se aclaró la voz oportunamente-Bueno, así los Yozis quedaban atados al Malfeas, pero -Patán recobró el tono acongojado en la voz- si Tiwoka no está sometido a un juramento así es libre para hacer en la Creación la voluntad de su padre... ¿Qué haríamos, Riqueza? En la Primera Edad hasta el alcalde del poblado más remoto sabría que habría que ejecutarlo sin dudar, cualquier cosa antes que permitir a su padre un vínculo en esta tierra...
-Toda la historia de Tiwoca puede ser cierta. Su madre, Cathak Melara, sí... Estoy seguro de que era una noble Aspecto Fuego. Oooh, la Gran Casa Cathak... No sé mucho de ellos, son de esta edad y no de la mía, pero creo que su poder es similar al que tenía la familia de los Jaoda, del sur del reino, cuya tradición militar se remontaba generaciones, grandes generales y estrategas que lucharon contra los demonios... -y entonces se fijó en la mirada severa que le echaba Riqueza y se dio cuenta de que lo estaba haciendo otra vez...
-Sí, los Cathak, como ellos -intentaba rehilar-, eran estrategas y militares, Exaltados Terrestres muy pasionales. Y me suena que Melara vivía en el Sudoeste y tenía su propia banda de mercenarios, de la cual era la líder. Y si no me falla la memoria eran bien considerados como tales. Seguramente, de haber podido, se habría matado antes de yacer con tal demonio. Pero aquí está su hijo, Riqueza. Descansando en la orilla, y volverá por la mañana.
Patán apuraba su ración de aceite, con evidente nerviosismo.
-Su carta astral nos dirá más cosas, ¿verdad?

- Cualquiera que esté mirando al cielo hacia la medianoche puede hacer una tirada, oculta y secreta, de Percepción + Consciencia.

- Ha transcurrido un día más de navegación desde que salisteis de Arrozal Número Dos, con la misma rutina exacta que el anterior.

- Tan sólo faltan dos jornadas más para Pueblo de Mu.

- Esta es la siguiente noche, y de nuevo Ojos Rojos desembarcará, de un momento a otro, para dormir en la orilla, mientras el sampan se queda anclado en mitad del río.

RIQUEZA EFIMERA:

- Anoche te sentías demasiado cansado para obervar en las estrellas el Horóscopo de Dulce Loto, Mazo, Emisario del Dragón y Maestro Garra de Halcón. La carta astral de Ojos Rojos, y los sucesos del día, te dejaron bastante agotado.

- Puedes observar el cielo esta noche, un proceso que dura aproximadamente una hora por cada sujeto. Requiere una tirada oculta de Percepción + Pericias: Destino.

- Ojos Rojos y Riqueza Efímera tienen una conversación pendiente.

- Tal vez esta segunda noche en el río sea el momento propicio para ello.

- Es de noche y Ojos Rojos todavía no ha saltado fuera del sampan como hiciera la noche anterior.

- Parece observar algo en el cielo.

- Los dos hermanos marineros se retiran a descansar bajo cubierta, asegurándose de cerrar bien la trampilla de madera.

OJOS ROJOS:

- Ves una rutilante estrella fugaz.

- Ha caído lejos, hacia el Este.

Había transcurrido una larga jornada en la que aún sentía el cansancio de la víspera. Había confeccionado la carta astral de Tiwoka, con la esperanza de ver en ella algo que determinara un destino de vida o muerte para el híbrido. Y había escuchado a Patán, cuya memoria había consolidado los frágiles retazos de la suya en relación a la madre de su polizón.

-Posee un alma humana, Patán, a pesar de su apariencia. Una mala jugada del destino. Su herencia se revela en su físico. En sus ojos, en sus cuernos... Algo que él mismo se atreve a potenciar con esas extrañas garras, que no son naturales. Simples armas sustentadas con esencia. Quizás cometa un error. Quizás Mazo lo mate justo verle. Pero se merece el privilegio conocerle y quizás pueda sernos útil. Esa es mi decisión. Nos acompañará a Mu. Después, se verá -permaneció un rato silencioso, antes de echarse a reír-. Me estoy haciendo viejo, Patán y empiezo a reblandecerme. Quizás hayan sido muchos años entre humanos.

Habían transcurrido veinticuatro horas y aún no había dado una respuesta declarada a Tiwoka, si bien, el haberle dejado continuar viaje con ellos, había supuesto ya un adelanto de lo que quizás fuera a decirle. Lo vio en cuclillas, mirando al cielo, a las estrellas que titilaban en él.

-Hermosas, ¿verdad? -dijo al tiempo que depositaba una bandeja con dos escudillas de comida y una tetera humeante con sus dos tazas-. Come. Estás en los huesos -le ordenó haciendo lo propio y tendiéndole unos palillos-. He decidido confiar en tu historia. Sin duda, me hago viejo y chocho. Pero si cuanto me has dicho es cierto, te mereces una oportunidad al menos en tu vida. Desconozco el rumbo que tomará tu vida a partir de este momento. Lo más probable es que mueras joven. Dentro de poco. No conoces al guerrero Dragón que buscas. Es... impaciente, pasional. Y odia cuanto huele a demonio. Y hueles a demonio aunque no te guste. Y si me mientes, no importa. Te matará igualmente. Aunque preferiría que no fuera así -comentó llevándose los palillos a la boca y masticando ruidosamente-. Mmm, todo sabe mejor al aire libre y bajo una cubierta de estrellas. Y como es algo que a todos nos gustaría hacer hasta que muramos de viejos, te diré que harás a partir de ahora. Faltan dos jornadas para llegar a nuestro destino. Mañana nos acompañrás en el sampang. Pasado, te bajarás del mismo y avanzarás por tierra. No quiero que los hermanos Trang le den a la lengua más de lo necesario y antes de tiempo. Sigue nuestro curso. Y haz que tu cuervo nos vigile. Oh, sí. Un bonito pájaro. Muy útil. Una vez en tierra, me pondré en contacto con el Sangre de Dragón. Le hablaré de ti. No será fácil, pero quizás consigas que acceda a hablar contigo. Pero el acompaña otro Sangre de Dragón. Menos pendenciero, más frío y por ello, más peligroso. Un hombre pío. Un monje. Si no es el uno, el otro buscará matarte. Pero no en vano soy mercader. Trataré de vender bien la mercancía. Si lo consigo, tu cuervo lo sabrá. En caso contrario, huye. ¿Bueno, verdad? El arroz con carne, digo. ¿Un poco de té?

RIQUEZA EFIMERA:

- Las lecturas de las estrellas resultan poco claras.

- Dulce Loto y Mazo parecen encontrarse bajo el auspicio de la Doncella de los Viajes.

- La estrella de Emisario del Dragón parece haberse apagado por completo.

- La estrella de Maestro Garra de Halcón está medio apagada, apenas es visible.

RIQUEZA EFIMERA:

- Miras nuevamente el cielo, a ver qué es lo que está mirando el medio-demonio.

- Observas un regocijo extraño y malévolo en su mirada. Cuando sigues su mirada hacia el firmamento, no ves más que una acongojante oscuridad... ¿Será un presagio del fin de todas las cosas?

- El cielo está oscurecido, no sirve de nada seguir observándolo durante esta noche.

Recibo la escudilla con comida y acepto su oferta, tomando los palillos y mirándolos como si hace mucho que no viera unos:

 - "Muchas gracias por la comida y por el Té. No como alimentos cocinados muy seguido pues el fuego atrae a las personas. Es un placer que no me daba desde hace mucho tiempo. Muchas gracias por todo."

Luego pruebo la comida y es como si quedara hipnotizado un momento con su sabor, para seguir comiendo luego con avidez. Finalmente, un poco más calmado, respondo a Riqueza con una sonrisa:

 - "Comprendo tus palabras y no soy ignorante a mi condición. Haré como dices y confío en que tus palabras serán las precisas para convencer a ambos guerreros. Además, creo que tendré suerte, pues acabo de ver una estrella fugaz en el cielo caer en el este. Debe ser señal de buena fortuna. Mi cuervo, se llama Garra Ósea y es el único amigo que he tenido desde la muerte de mi madre. Es un ave fiel y muy inteligente."

Bebo un poco de Té, probando su sabor, el que casi había olvidado. Su calor me relaja y me hace sentir muy bien. Luego bajo la taza y le hablo nuevamente, con un tono muy calmado y suave:

 - "Estoy muy agradecido de todo lo que has hecho por mí y todo lo que harás. Sé que tus acompañantes no deben estar de acuerdo con tus decisiones pues me temen y desprecian, pero aun así lo haces. No sé como pagar tu apoyo y tus actos, pero estoy seguro de que encontraré la manera de recompensarte, aunque no poseo pertenencia alguna. Si todo sale bien y los Sangre de Dragón permiten que permanezca a tu lado, te cuidaré de cualquier daño y de cualquier ser que te amenace. Lo prometo."

Vuelvo a comer, esta vez hasta terminar mi alimento, el que es delicioso para un paladar que ya se acostumbró a comer alimañas crudas del camino. Luego bebo el Té, que es mucho más agradable que el agua que puedo conseguir. Lo que es imposible de mejorar en comparación con mi clásica rutina de alimentación, es poder comer y beber en paz, sin robar el alimento y sin miedo a que alguien me encuentre mientras lo hago. La paz es algo hermoso que no tiene precio.

Recibo la escudilla con comida y acepto su oferta, tomando los palillos y mirándolos como si hace mucho que no viera unos:

- "Muchas gracias por la comida y por el Té. No como alimentos cocinados muy seguido pues el fuego atrae a las personas. Es un placer que no me daba desde hace mucho tiempo. Muchas gracias por todo."

Luego pruebo la comida y es como si quedara hipnotizado un momento con su sabor, para seguir comiendo luego con avidez.

"Creo no haber comido algo tan delicioso desde que era pequeño. Cuando me hospedé con el ciego, su comida no era tan buena, pues la hacía sin la vista y su pericia no era mucha. Cuando me quedé con la muchacha que me traicionó, la comida era pobre, no había carne, sino solo arroz y unas verduras. Definitivamente podría acostumbrarme a ser su amigo, aunque quizás jamás seamos realmente eso. ¿Amistad? Es realmente algo que jamás he sentido y que estoy seguro de que ningún humano ha sentido por mí."

Finalmente, un poco más calmado, respondo a Riqueza con una sonrisa:

- "Comprendo tus palabras y no soy ignorante a mi condición. Haré como dices y confío en que tus palabras serán las precisas para convencer a ambos guerreros. Además, creo que tendré suerte, pues acabo de ver una estrella fugaz en el cielo caer en el este. Debe ser señal de buena fortuna. Mi cuervo, se llama Garra Ósea y es el único amigo que he tenido desde la muerte de mi madre. Es un ave fiel y muy inteligente."

Bebo un poco de Té, probando su sabor, el que casi había olvidado. Su calor me relaja y me hace sentir muy bien:

"Definitivamente es algo muy exquisito todo esto. Riqueza Efímera ha sido muy bueno conmigo. No soy ingenuo y entiendo que puede estar pensando en sacar algún provecho acerca de esto, pero quiero creer en que realmente siente simpatía por mí. Si se beneficia de alguna manera, no me importa mientras yo no me vea perjudicado, después de todo, es un comerciante y debe haberlo pensando. Lo bueno es que su plan me mantiene en un lugar seguro cuando él hable con los Dragones, lo que disminuye la posibilidad de que espere a su presencia para emboscarme. Sé que soy más poderoso que un humano normal, pero no creo ser rival para un Sangre de Dragón entrenado, mucho menos contra dos de ellos. Si desean eliminarme, lo harán. Mi única opción sería huir, como siempre lo hago."

Luego bajo la taza y le hablo nuevamente, con un tono muy calmado y suave:

- "Estoy muy agradecido de todo lo que has hecho por mí y todo lo que harás. Sé que tus acompañantes no deben estar de acuerdo con tus decisiones pues me temen y desprecian, pero aun así lo haces. No sé como pagar tu apoyo y tus actos, pero estoy seguro de que encontraré la manera de recompensarte, aunque no poseo pertenencia alguna. Si todo sale bien y los Sangre de Dragón permiten que permanezca a tu lado, te cuidaré de cualquier daño y de cualquier ser que te amenace. Lo prometo."

Vuelvo a comer, esta vez hasta terminar mi alimento, el que es delicioso para un paladar que ya se acostumbró a comer alimañas crudas del camino. Luego bebo el Té, que es mucho más agradable que el agua que puedo conseguir. Lo que es imposible de mejorar en comparación con mi clásica rutina de alimentación, es poder comer y beber en paz, sin robar el alimento y sin miedo a que alguien me encuentre mientras lo hago. La paz es algo hermoso que no tiene precio.

-¡Oh, claro, Emisario del Dragón...! -Patán se interrumpió a sí mismo antes de meter la pata.

Por lo que sabía y había visto en el mismo juicio contra el Maestro Garra de Halcón, los Dragones podían ser indeciblemente rectos y estrictos siguiendo su doctrina. Si Tiwoka era el hijo de un demonio, probablemente considerara que su deber era matarlo. ¿Y si Riqueza no conseguía convertir al joven roble en un junco?

-¡Traeré más té! -y Patán desapareció en la bodega sumido en sus pensamientos. Le hablaría de ello a Riqueza más tarde, aunque seguramente Riqueza no solo ya lo había previsto, sino que para él Patán era como un libro abierto y cuando volvieran a encontrarse tendría ya una respuesta tranquilizadora.

-Un pago muy generoso por algo tan sencillo como una escudilla y unas palabras. No adelantes el pago hasta que sepas cuál es la mercancía que comprarás, muchacho -le dijo el mercader, apartando la mirada del cielo que se había oscurecido hasta agotar todas las estrellas-. Ya tendrás tiempo de corresponder si es que debes hacerlo. No todo en esta vida tiene un precio, aunque su valor pueda ser elevado. No se puede pagar todo con dinero o con la vida. El uno por insuficiente. La otra por excesiva. Considera todo esto como un simple gesto hacia un huérfano de madre que ya ha sufrido demasiado. Me conformaría con pensar que no me has mentido ni te has aprovechado de un hombre que ya pinta canas y sin demasiadas primaveras de las que disfrutar -la voz del Lord Carroñero parecía levemente pesarosa, cargada de algo parecido a la pena. Suspiró-. No quiero que llegue el día en que me arrepienta de no haber hecho aquello que mi corazón me dictaba. Aunque tampoco quisiera lo contrario. Arrepentirme de obedecerle. Nunca hay marcha atrás y las oportunidades son únicas. La vida se recorre, pero no es una carretera.

Riqueza calló y siguió comiendo, mientras esperaba a que Patán apareciera con más té.