Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

29 de noviembre del año 750 - Secretos Gitanos

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25/09/2015, 14:28
Fantasma de Irina Kolyana
Sólo para el director

Irina puso los ojos en blanco!

Otra iluminada como Urikk!

-Soy la hija de Kolyan Indirovich, antiguo burgomestre de Barovia.  Las huestes de Strahd acabaron con mi cuerpo pero él mantuvo mi espíritu en este mundo con la esperanza de poder meterlo en un cuerpo vivo y casarse conmigo. Yo lo detesto, ya que él mató a mi padre y mantiene a mi hermano prisionero en este castillo. ¿Luchasteis hasta llegar aquí dentro y nadie sabe que os escondeis aquí?

 

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25/09/2015, 16:52
Ivalic Yannof

Con la oscuridad Ivalic no se había fijado bien que lo que Parriwimple les había repartido no eran recias estacas si no más bien pequeños palitos que habían recogido para la hoguera de la noche anterior.

-¡Jo! ¡Esto no sirve! ¡Herr Urik! ¡Usted sabía que Parriwimple no tenía las estacas y quiso engañarnos para hacer una broma! ¡Pues le salió mal, Vjelkus lo descubrió!

La broma les podía haber salido cara pues el pobre Parriwimple apenas distinguía un palo de una estaca y con lo oscuro que estaba si no hubiera sido por Vjelkus quizás el resto tampoco se hubiera dado cuenta.
Siguieron el rastro del carro lo mejor que pudieron hasta que comenzaron a escuchar una música y entonces todos se pusieron a bailar en contra de su voluntad con la música de un violín, cosa que a Ivalic le hizo mucha gracia.

-¡JAJAJAJA! ¡Es magia! ¡No puedo dejar de bailar! ¡Mirad a Herr Urik como baila! ¡Entrechoca la armadura al son de la música! JAJAJAJA ¡Y dijo diablos!

Al principio fue gracioso verse bailando junto a todos sus compañeros, sobre todo ver a Herr Urik y a la Señora Helene, aunque Parriwimple y Vjelkus no tenían desperdicio tampoco. Ivalic intentó seguir el son y dejarse llevar, aquello le divertía, pero unos minutos después comenzó a cansarse.

-¡Eh! ¡Ya basta! ¡Ya no quiero bailar más! ¡Se quien eres! ¡Eres el flautista de Hamelin! ¿Pero cuando aprendiste a tocar el violín? Si ya no vas a tocar más tu flauta mágica... ¿Me la podrías prestar? Yo también se tocar la flauta, te lo demostraría pero no puedo dejar de bailar para cogerla.

Ivalic no podía seguir bailando y hablando así que tuvo que callarse para reponer sus fuerzas.

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26/09/2015, 02:41
Helene

Helene masculló por lo bajo. Una vez más, Urik, en su prepotencia y posesión del saber absoluto había metido la pata y Parriwimple no contaba con las supuestas estacas que este le había pedido. Vjelkus lo había puesto en evidencia. Y ahora, sin estacas y con sus oportunidades mermadas para enfrentarse al vampiro...

La música resonó en medio del bosque.

Helene sintió que aquella música la inundaba, que su cuerpo no podía sino obedecer al ritmo que marcaba y sus pies empezaron a moverse por voluntad propia y nada pudo hacer por impedirlo.

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27/09/2015, 21:24
Fandromar

Sí. He tratado de abrirme camino sin dejar testigos que puedan delatarme... Salvo uno llamado Cyrus. Ese pobre viejo loco no parece servir a Strahd más allá de lo que le permite su corto discernimiento. No tuve valor suficiente para matar a alguien tan ingenuo. En el mejor de los casos, aún no habrán encontrado las señales de mi entrada. En el peor de los casos, puede que ya haya un grupo de monstruos liderados por Strahd buscándome, y mi enemigo sea el tiempo y mi única ventaja es el tamaño de este castillo. O quizás lo más terrible sería descubrir que mi poder es tan insignificante que no soy una amenaza, y ese vampiro me permite vagar por su castillo luchando contra sus peones por mero divertimento.

Vuelve a ser mi turno...-dijo, en este toma y daca, entre Fandromar e Irina-¿Qué es lo que buscáis? ¿Delataréis mi escondite a Strahd para no arriesgaros a que haga daño a vuestro hermano? ¿Pretendéis manipularme para destruir vuestro cuerpo original y que el Conde no pueda resucitaros? ¿Me rogaréis que os mate con mi espada para acabar con vuestras penurias? Hablad, Irina... ¿Cuales son vuestros objetivos?

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27/09/2015, 22:04
Vjelkus

Pe... pero... ¡pero si yo ni siquiera sé bailar!

Parriwimple y Vjelkus, en un "agarrao" pasaron entre Ivalic y Helene a toda velocidad y cambiaron el paso para rodear a Herr Urik y volver a la posición uno del baile.

Fiuuuu... fiuuuuu...

Dos palillos, uno tras otro, surcaron el aire delante de las narices de Helene, pero pasaron de largo. Ivalic recuperó el control de sus pies. Vjelkus también, se le notaba en el paso más errático, pero era llevado por Parriwimple y le era imposible parar hasta que el grandullón lo hiciese.

¡Ey! ¡Suéltame, Parriwimple! ¡Ya no bailo! ¡Yo ya no bailo!

Y finalmente, todos volvieron a ser libres para decidir si bailaban o no. La música se detuvo un segundo después. Durante unos minutos estuvieron tensos y en alerta, pero nada más ocurrió.

He encontrado algo. En el árbol.

Vjelkus señaló a un palillo clavado en la corteza de un joven roble. El gordo niño lo arrancó con cuidado. De un lado, tenía una punta de acero. En el extremo opuesto, el palillo tenía una decoración con trozos verdes de hoja recortados. En conjunto el palillo parecía una simpática flechita. Aún así, haber perdido el completo control sobre uno mismo (y de eso Parriwimple sabe bastante), era algo sobrecogedor.

- Tiradas (6)

Motivo: Asaltos bailando

Tirada: 1d4

Resultado: 1(+1)=2

Motivo: Flechita a Helene

Tirada: 1d20

Dificultad: 13+

Resultado: 6(+5)=11 (Fracaso)

Motivo: Flechita a Helene, del asalto 2

Tirada: 1d20

Dificultad: 13+

Resultado: 6(+5)=11 (Fracaso)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d20

Resultado: 9(+4)=13

Motivo: ¿Alguien deja de bailar en el asalto 3 antes de la flechita 3?

Tirada: 5d20

Dificultad: 13+

Resultado: 48 (Exito)

Motivo: ¿Alguien deja de bailar en el asalto 3 antes de la flechita 3?

Tirada: 5d20

Dificultad: 13+

Resultado: 7, 4, 17, 7, 18 (Suma: 53)

Exitos: 2

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27/09/2015, 23:24
Herr Urik von Teudeldorf

Dejo de bailar en cuanto la extraña magia deja de obrar en mi contra. Observo el ángulo en que está clavada la flechita para averiguar desde qué dirección puede haber sido disparada. A continuación me coloco en guardia entre esa dirección y el resto del grupo, protegiéndolos con mi escudo.

Notas de juego

- Defensa Total y alerta máxima.

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28/09/2015, 09:01
Fantasma de Irina Kolyana
Sólo para el director

Irina tomó buena nota de la información. La manera de descansar en paz era destruir su cuerpo. Era bueno saberlo.

-Mi objetivo es la venganza y liberar a mi hermano. Viajo con un grupo de heroes, determinados a acabar con el vampiro pero hasta ahora siempre ha ido un paso por delante. Estoy investigando el castillo para encontrar a mi hermano o para conseguir algo que me dé ventaja en la lucha que se avecina cuando nos enfrentemos a él. ¿Podeis ayudarme con alguna de esas dos cuestiones?

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28/09/2015, 10:16
Ivalic Yannof

Ver a Vjelkus y Parriwimple bailar en medio de todos como si fueran una pareja de baile le hizo mucha gracia, y cuando la música dejó de sonar y todos pararon de bailar Ivalic los señaló con el dedo.

-¡Vjelkus y Parriwimple son nooooviooos! ¡Vjelkus y Parriwimple son noooovioooos!

Después, cuando Vjelkus dijo haber encontrado algo en el árbol corrió hacia él interesado por su descubrimiento y observó con atención.

-¡Es una mini flecha! ¡Como mola! ¿Me la das?

Ivalic comenzaba a atar cabos con todo lo que estaba pasando: música mágica que los obligaba a bailar, una mini flecha... No parecía obra del flautista de Hamelin, porque este no sabía tocar el violín y además en el cuento no podía hacer bailar a los adultos. Tampoco utilizaba mini flechas ni ningún arma que él supiera.

-¡Ya lo se! Dijo levantando en brazo como si tuviera que contestar a una pregunta en la escuela. ¡Son duendes! ¡Son duendes! A los duendes les gusta hacer bromas y jugar con la gente, también les gusta bailar y la música y tienen armas pequeñas de su tamaño. Ivalic se volvió en todas direcciones intentando divisar entre los arbustos, árboles y demás vegetación unos pequeños seres vestidos con hojas verdes. ¿Veis alguno? Cuidado que son muy pequeños, no vayáis a pisar ninguno...

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28/09/2015, 21:48
Helene

Había oído silbar las flechas a su lado. Quien fuera la había elegido como diana, aunque había fallado, posiblemente gracias a la música que la había obligado a bailar y convertido en un blanco más difícil.

-¿Desde cuándo una flecha es una broma Ivalic? Fíjate en ella. La punta es de acero y si ha conseguido clavarse en el tronco, imagina qué hubiera pasado de encontrar carne. Una broma no busca hacer daño, jovencito. ¿O eres de los que lanzan piedras a la gente desde un puente solo para bromear? -replicó seriamente Helene-. Fueran quienes fueran, por lo menos había dos. O eso creo. Uno, el que tocaba la música, obligándonos a bailar e impidíendonos defendernos. Y el otro, el atacante. En cualquier caso, la música se detuvo después de que dejáramos de bailar, así que o bien bailábamos por otra razón, o su efecto es muy corto, aunque sigan tocando. Una segunda opción es que si el instrumento era de cuerda, sirva no solo para hacer música sino también para disparar.

Helene miró el tronco y trató de averiguar la posible trayectoria de aquella flecha, mirando después entre el follaje del bosque, buscando a su atacante.

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29/09/2015, 13:26
Parriwimple Indirovich

Con cara de incredulidad Parriwimple se detuvo, mirando primero a Ivalic, luego a Vjelkus y luego a Helene.

Parriwimple cansado cuerpo no obedecer. ¿Cuerpo Parriwimple más tonto que Parriwimple?- el tono mostraba bien a las claras la frustración que empezaba a apoderarse del pobre gigantón quien, de haber sido más inteligencia, hubiera podido afirmar que durante más horas últimamente era otro el que tenía la capacidad de usar su cuerpo.

Y eso, sin duda, era demasiado.

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29/09/2015, 21:33
Fandromar

Fandromar negó con la cabeza.

No he visto ni a vuestro hermano ni nada relevante en mi breve estadía aquí. Lo más que puedo ofreceros es mi compañía para explorar este lugar. ¿Esperaréis conmigo las dieciséis horas que podrían faltar para el alba? Tengo recursos que podrán ser de ayuda en cuanto pueda conectar con los dioses benignos.

O también podrían partir ya. En cualquier caso, en la mayoría de las situaciones, un fantasma no tiene rival que le haga daño. Si Irina se lo lleva con él, estará exponiendo innecesariamente a un poderoso aliado mortal. La decisión no es fácil.

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29/09/2015, 21:43
Vjelkus

¡No te daré la flecha, Ivalic! ¡Dijiste que Parriwimple y yo éramos novios! ¡Retíralo!

Helene rebuscó en el matorral del que podría haber salido la flecha, pero no encontró nada. El/los agresor/es podrían haberse retirado ya. De todas formas, Ivalic sabía que si se trataba de un baile irresistible de Otto, la música seguía sonando después de empezar a tocar, así que a un solo duende le daba tiempo a hacerles bailar para mantenerles ocupados y a disparar las dos flechas. Es posible que tras haber perdido el factor sorpresa, el/los agresor/es se hayan dado a la fuga. Ahora podrían volver al pueblo o seguir tras la pista de Ludovico.

- Tiradas (3)

Motivo: Helene: conocimiento de conjuros

Tirada: 1d20

Dificultad: 18+

Resultado: 4(+3)=7 (Fracaso)

Motivo: Ivalic: conocimiento de conjuros

Tirada: 1d20

Dificultad: 18+

Resultado: 15(+5)=20 (Exito)

Motivo: Ivalic: conocimiento de bardo

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 9(+3)=12 (Fracaso)

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29/09/2015, 23:36
Herr Urik von Teudeldorf

- "Hemos llegado hasta aquí. Debemos perseverar y seguir tras la pista de Ludovico." -

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30/09/2015, 09:48
Fantasma de Irina Kolyana
Sólo para el director

-Creo que lo mejor será aprovechar el tiempo que resta para explorar aún más el castillo. Antes del alba regresaré y os ayudaré a salir de aquí. Creo que, si os unís a nosotros, podríamos marcar la diferencia.

Ilyana empezó a retirarse de nuevo a la pared cuando se detuvo.

-Por cierto, al otro lado de esta pared - dijo señalándola- hay una criatura maligna, una especie de muerto viviente muy extraño, mitad ser humano, mitad zombi. Parece peligroso, no abrais la puerta que lo contiene.

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30/09/2015, 19:32
Director

Fandromar miró de reojo a aquella pared sin pomo ni cerradura y asintió con un gesto de agradecimiento. Arrastró el escritorio contra la puerta secreta para que no se pudiese abrir desde dentro y se sentó de nuevo a escribir sus notas en los pergaminos.

De vuelta en la habitación que estaba entre el comedor de la guardia y el escritorio en el que se refugiaba Fandromar, miró a su izquierda la arcada de piedra que daba a la siguiente sala. En principio, solo se veían desde la posición de Irina las escaleras que subían a la planta superior.

Mientras, en el pasillo en el que Cyrus canturreaba, habían quedado sin explorar otras escaleras, que también subían, dos puertas a la izquierda, la puerta de la derecha y el almacén tras los barrotes.

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30/09/2015, 19:43
Director

A propuesta de Urik, avanzaron un poco más. De pura suerte, se encontraron con una explanada de barro en la que las huellas del carro se marcaban nítidamente. El problema es que la trayectoria llevaba hasta un gigantesco risco en medio del bosque. Era como si el carromato hubiese atravesado una pared rocosa.

El risco en cuestión no era lo suficientemente profundo para albergar a un carro en su interior, así que aquel misterio debía de ser cosa de magia, y no un tema de puertas secretas de manufactura mundana. Por otro lado, la piedra tenía hendiduras recientes (se sabe que eran recientes porque la gravilla desprendida en los golpes que las causaron estaba sobre el barro, y no habían sido arrastradas por la lluvia de ayer hasta mezclarse con el lodo), como hechas por una espada.

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30/09/2015, 21:14
Herr Urik von Teudeldorf

Observo el lugar y palpo la pared de roca, observando las recientes muescas de espada.

- "Imagino que Ludovico ha pasado al otro lado mediante alguna clase de magia. El vampiro que le perseguía debió sentirse muy frustrado si intentó atacar esta sólida pared de roca con su espada.

Propongo acampar aquí y descansar hasta que Ludovico vuelva a salir. Le necesitamos para que adivine dónde se encuentra la cabeza de Madame Montarri. Sospecho que la cabeza es la clave para derrotar a esa bruja descabezada que maldijo a la madre de Ivalic.

Alternativamente podemos regresar a Barovia, o bien ir a buscar a Frau Irina y Maese Hurnn. También podríamos tratar de investigar la Encrucijada, aunque en eso creo que mi presencia puede ser contraproducente, pues al parecer los espíritus sin reposo reaccionan adversamente cuando estoy cerca.

No sé seguro qué podemos conseguir en nuestra compleja misión, por lo que tal vez centrarnos en un objetivo o dos sea lo más productivo. Me gustaría centrarme en ayudar a la madre de Ivalic." -

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30/09/2015, 21:33
Helene

-No sé si Ludovico está tras esa roca o no, pero si el vampiro no ha conseguido su objetivo, estará bastante frustrado y consecuentemente de mala leche. Y posiblemente en las inmediaciones así que más vale estar con los sentidos bien alerta -dijo al tiempo que miraba en los alrededores y se dedicaba a recoger ramas de cierto grosor-. Vjelkus, ayúdame a recoger ramas como esta -dijo mostrándole una a modo de muestra-. Urik, usa tu espada para sacarles punta. Ivalic, mira a ver si hay algún mecanismo en esa pared de piedra, algo como una palanca o una piedra que presionada abriera una puerta. Por probar que no quede -dijo encogiéndose de hombros ante los allí reunidos-. Parriwimple, presta atención a todo lo que se mueva. Y Urik, sí, estoy contigo. La madre de Ivalic es la prioridad en este momento y eso pasa por dar con Ludovico.

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30/09/2015, 21:58
Herr Urik von Teudeldorf

Tomo algunas de las ramas que me pasa Frau Helene y procedo sin más dilación a hacerles punta usando el acero mágico de la difunta Frau Ashlyn. Estoy seguro de que la valerosa paladina se sentiría exultante ante la perspectiva de matar a uno de los no muertos que más odiaba, un vampiro.

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30/09/2015, 22:04
Parriwimple Indirovich

Parriwimple asintió, aunque con cierta desmotivación. No era fácil ser el cuerpo de otros y el torpe recuerdo de los últimos acontecimientos le ocasionaba una desconfianza cerval en que pudiera mantener el control. De hecho varias veces movió su mano hacia su garrote, como si quisiera convencerse que podía cogerlo. Finalmente, con reticencia, lo agarró, mientras se encomendaba a las manos de Guiseppe, en las que reposaba toda la esperanza.

Sí, por supuesto. Era una estupidez. Pero tal como estaban las cosas, ¿acaso no es cierto que no era la peor de las estupideces posibles? 

En todo caso, el bueno de Parriwimple no pensó tanto, y se mantuvo a la expectativa de lo que pudiera ocurrir.