Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

3 de diciembre del año 750

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01/11/2016, 16:01
Ludovico

Des... despacio. July está bien, gracias por preguntar, Parriwimple. La maza de plata de Helene es mágica, así que por supuesto se la cambiaría por una lanza de plata mágica. En cuanto a tu espada corta, Ivalic... Te puedo dar por ella mil ciento cincuenta y cinco. Es buena, y es una espada mágica, pero no te daría más. El tirachinas... no es un género que lleve mucho, pero la madera es buena, y se nota la mano de Giussepe: te puedo dar ciento cincuenta piezas de oro por él.

No tengo canicas para tu tirachinas, pero tengo algunos balines de un arma exótica que no se ve mucho por aquí: balines de trabuco. Puedes lanzar balines de trabuco con el tirachinas perfectamente.

Si Parriwimple no quiere nada, y Urik ya tiene su parte, el resto se repartiría entre Helene y los niños. Puedo daros armas de buena calidad, aunque para eso casi os sale más a cuenta quedaros con las dos cimitarras vistani. También tengo el sueño de cualquier porta-antorchas: una antorcha siempreardiente, que nunca se apaga, o una diadema que da luz mágica, dejando las manos libres.

Pero de momento comprobemos algo que has dicho, Ivalic. Vjelkus, ¿quieres ayudarme?

Ludovico se llevó a Vjelkus del puente, y lo puso con la espalda pegada a un árbol. Sacó una manzana de un saco, la mostró en alto para que Ivalic la viese, y colocó la pieza de fruta en la cabeza de Vjelkus. Después, el comerciante volvió al puente.

Si eres capaz de golpear la manzana disparando con el tirachinas desde este puente, y no golpeas a tu amigo Vjelkus, te enseñaré un truco. Eso era lo que me propusiste, ¿no, Ivalic?

Notas de juego

CA para acertar a la manzana: 13.

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01/11/2016, 16:56
Ivalic Yannof

Ivalic no estaba del todo de acuerdo con la tasación del vistani, para él su tirachinas tenía mucho más valor que la espada, aunque debía admitir que se trataba de algo muy sentimental y que quizás eso le nublara el juicio, en cualquier caso no pretendía desprenderse de ninguna de sus armas, solo había preguntado movido por su insaciable curiosidad.

-¡Aaaaalaaaa! ¿Habéis escuchado? No pensaba que la espada de Liddo valiese tanto, de todas formas me la quedaré y mi tirachinas también. ¿Balines de trabuco? No se como son, pero si dices que sirven para mi tirachinas me gustaría comprar alguno. -El niño se volvió hacia el paladín.- Herr Urik ¿Puedo comprar algunos balines de trabuco? Me estoy quedando sin canicas... ¿Y ha visto que cosas tan chulas tiene Ludovico? ¿Podemos quedarnos con alguna? -Claro que no sabía muy bien cual de los dos podría resultarle útil, era la primera vez que ejercía de porta antorchas, seguramente el paladín podría ayudarle con eso también.- ¿Usted que piensa Herr Urik? ¿Cree que nos vendría bien la antorcha siempreardiente o la diadema mágica que de luz?

Y mientras encontraba respuesta a todas sus preguntas Ludovico utilizó a Vejelkus como improvisado soporte para diana, Ivalic estaba confiado en su destreza, temía más que su amigo echara mano a la manzana y se la comiera antes de que le diera tiempo a disparar.

-Sí, ya veréis como acierto. No se preocupe Señora Helene, esto es pan comido, nunca fallo con mi tirachinas. ¡Vjelkus, no te muevas y no te comas la manzana! ¡Si te quedas muy quieto no te haré daño, no te preocupes!

Ivalic puso una de sus canicas en la parte más ancha de la goma y estiró hacia atrás mientras apuntaba con un ojo cerrado. Estaba un poco nervioso porque quería que Ludovico le enseñara uno de sus trucos, pero confiaba en que daría en el blanco, respiró profundamente y soltó la goma. La canica voló recta e impactó sobre la manzana que tenía Vjelkus en la cabeza e Ivalic comenzó a dar saltos de alegría.

-¡Bieeeeen! ¡Bieeeeen! ¡Le di! ¡Le di! ¡Os dije que nunca fallo con mi tirachinas! ¡Vjelkus, ahora puedes comerte la manzana, pero no te comas mi canica que se ha quedado incrustada, devuévemela que tengo pocas! -El niño siguió saltando y sin poder cotener su alegría se acercó a Ludovico.- ¡Ahora me tienes que enseñar un truco! ¡Lo promestiste! ¡Lo prometiste! ¿Vas a enseñarme a ser invisible? ¿A volar? ¿Que truco me vas a enseñar?

No todos los días podía uno aprender de alguien que sabía tanto como Ludovico, seguro que aprendía un truco muy chulo y luego podría impresionar a sus amigos con el.

- Tiradas (1)

Motivo: Tirachinas

Tirada: 1d20

Dificultad: 13+

Resultado: 17(+8)=25 (Exito)

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01/11/2016, 19:33
Herr Urik von Teudeldorf

- "Sería excelente tener una fuente de luz que los enemigos no pudieran tratar de apagar, Ivalic, pero mejor pregunta a Frau Helene. Yo ya he tomado más de lo que me correspondía, y en realidad estoy en deuda con el resto del grupo, por lo que no me corresponde decidir nada sobre el dinero restante." -

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02/11/2016, 06:17
Ivalic Yannof

Decepcionado por la respuesta del paladín al que consideraba su mentor y que además le había hecho su portaantorchas el niño no entendía muy bien porqué debía ser la Señora Helene la que tomara aquella decisión.

Bueno, la Señora Helene ha demostrado ser muy lista, por eso Herr Urik confía en ella.

No le hubiera sorprendido aquello viniendo de Parriwimple, pero la actitud de Herr Urik lo sorprendía, a veces tan decidido tomando todas las decisiones y otras veces simplemente se apartaba o se quedaba callado. Debía fijarse más para intentar comprender el porqué de ese comportamiento si algún día quería llegar a ser un gran aventurero. En cualquier caso estaba tan emocionado con el truco que Ludovico le iba a enseñar que tener una antorcha que no se apaga o una diadema mágica le daban lo mismo.

Además las diademas son para las niñas.

Se volvió hacia la Señora Helene buscando la respuesta a su pregunta.

-¿Usted que opina Señora Helene? ¿Cree que necesitaremos alguna de esas cosas?

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02/11/2016, 07:59
Helene

-No me habéis visto llegar porque yo ya estaba aquí. Os recuerdo que es el lugar de reunión prevista y al que en teoría no ibais a venir. Respecto al reparto del dinero, entiendo vuestras necesidades, Herr Teudeldorf, pero disponéis rápidamente del dinero ajeno. De hecho, del dinero total ya se han restado vuestras deudas por los pergaminos que empleamos para devolveros la vista y que nosotros no necesitamos usar al no vernos afectados por aquel mal. No obstante, estoy dispuesta a aceptarlo, pues cualquiera podría verse afectado en el futuro por tales eventualidades. Pero además, obtenéis mil monedas más para vuestro ritual, dejando una cantidad inferior a esa para repartir entre los restantes miembros del grupo. Es lo que se conoce como ejemplo de generosidad de caballero -Helene velaba por los intereses del grupo, unos intereses que el paladín olvidaba en pro de los suyos propios-. Y mientras tanto, todo un pueblo se lamenta ante las ruinas de sus casas destruidas. Tomad ese dinero en concepto de préstamo y lo devolveréis en un futuro. Además, me gustaría proponer que ayudemos a las gentes de Barovia donándoles parte del dinero obtenido. Lo necesitan, se lo merecen y en buena parte, somos responsables de sus males actuales

Se volvió hacia Ludovico.

-Sí, Ludovico, acepto el trueque. Pese a las ventajas de esta arma, una lanza me resultará más útil.

Tras ello, se dirigió a Ivalic.

-Creo que mejor no despilfarrar el dinero. Yo misma poseo un hechizo capaz de iluminar objetos por un tiempo para que desprendan luz. Podría intentar enseñártelo para que lo uses en un futuro. No negaré que podría ser útil, pero tienes una familia que necesitará comer y reconstruir la casa y para ello, es necesario el dinero. De todos modos, puedes tomar tu parte del dinero y disponer de él como creas oportuno

Carraspeó un instante.

-La reunión va a ser inmediata. Si no habéis venido aquí para acudir a ella, os aconsejo que partáis cuanto antes. Ludovico me ha proporcionado sabios consejos que pondré en práctica así como otras cosas que os comunicaré cuando esto haya acabado. Y hay una última cosa. Ludovico, elijo al enano -los demás no entenderían aquello hasta que lo vieran y ni siquiera quizá entonces, pero Helene sacrificaba una vez más la localización del paradero de su marido en pro de otra causa que quizá ni siquiera era la suya. Pero dar con Varikov era importante en aquellos momentos y priorizar era necesario

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02/11/2016, 08:41
Herr Urik von Teudeldorf

- "Estoy de acuerdo con vos, Frau Helene. El exceso de lo que me hubiese correspondido de haberse realizado un reparto justo es mi deuda para con el grupo. En cuanto a los gastos ocasionados por tener que​ ayudarme, os estoy muy agradecido a todos por ello, pero son gastos que en cualquier compañía aventurera se considerarían comunes.

Os doy también las gracias a vos, Ludovico. Os habéis convertido en un verdadero aliado.

Nos vemos después." -

Seguimos nuestro camino para quitarnos de en medio antes de que lleguen vampiros y hombres lobo.

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02/11/2016, 12:27
Ivalic Yannof

Ivalic asistió a la conversación entre la Señora Helene y Herr Urik con una sonrisa en la boca.

¡Le está echando una riña como si fuera un niño! jijiji

Para él era gracioso y no se daba cuenta de las cosas importantes que se estaban discutiendo, solo veía a una madre sermoneando a un hombre ya adulto y le hacía gracia. Cuando le llegó el turno de las palabras de Helene asintió.

-Creo que tiene razón Señora Helene. Ludovico, no compraremos ninguno de esos objetos, pero gracias por tus recomendaciones, eres un verdadero amigo.
-El niño se acercó al vistani para abrazarlo, no solo por todos sus consejos si no también en agradecimiento del truco que iba a enseñarle y de todos los consejos y la ayuda que les daba.- ¡Yo también se ese hechizo! ¿No recuerda cuando iluminé la espada de Herr Urik en las catacumbas para que pudiera luchar contra la arpía y los necrófagos? ¡A que es genial! ¿Y que más trucos se sabe Señora Helene? Siempre quiero aprender nuevos trucos. Y el dinero lo guardaremos, me parece muy bien ayudar al pueblo ahora que estamos tan mal. ¿No te parece estupendo Parriwimple? Con ese oro podremos comprar muchas cosas. ¿Pero a quien? Tu tío ya no está en el pueblo y su tienda también se quemó... Ludovido, ¿Conoces a alguien que pueda vender cosas para reconstruir un pueblo? Necesitamos de todo: casas, muebles, calles, faroles, un parque nuevo...

Eran muchas las cosas que hacían falta y no sería tan fácil conseguirlas como el niño pensaba, pero era bueno mantener la esperanza, podía ser algo contagioso y en aquellos momentos todos necesitaban un poco.

-No veníamos a la reunión Señora Helene. El Señor Burgomaestre Parriwimple ha decidido que vayamos en busca del leñador que escuchamos antes en el bosque ¿Se acuerda? Él nos podrá dar madera y quizás nos ayude a reconstruir el pueblo, además quizás haya visto a mi padre. Íbamos a su encuentro pero tenemos que pasar por aquí, pero no se preocupe, ahora nos vamos.

Ivalic vio como el paladín, tras intercambiar unas palabras con la Señora Helene, se ponía nuevamente en marcha, pero Ivalic no había terminado aún.

-¡Espere Herr Urik! ¡Ludovico tiene que enseñarme su truco! ¡No se vaya sin nosotros!-Tras advertir al paladín que esperase un momento se volvió de nuevo hacia la Señora Helene y Ludovico.- ¿Que es eso del enano Señora Helene? ¿Estáis jugando a un juego? ¿Puedo jugar yo también? ¡Yo elijo a Parriwimple! ¿Vale Parriwimple?

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02/11/2016, 14:35
Helene

-Ludovico se ha ofrecido a ayudar a encontrar a Varikov. Es demasiado el tiempo que no sabemos de él y pese a temer por su suerte, albergo la esperanza de que siga vivo. En cuanto al truco que Ludovico ha de enseñarte, no quiero inmiscuirme pero quizá pudieras dejarlo para otro momento o recibir tal enseñanza en otro lugar. Parriwimple no quería asistir a la reunión a la que le han convocado y si le ven partir de aquí a su llegada podrá ser visto como un feo o un desaire. Y eso es algo que no conviene. ¿Te parece bien, Ivalic?

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02/11/2016, 15:35
Ivalic Yannof

El niño torció un poco el gesto, el hacía especial ilusión aprender un truco nuevo de manos de Ludovico, pero tenía que admitir que la Señora Helene llevaba razón y no quería que su amigo Parriwimple se pudiera meter en un lío por su culpa.

-Vaaaleee... Está bien... ¡Espere Herr Urik, ya vamos donde está usted! -Ivalic abrazó a sus tres amigos que se quedarían allí a modo de despedida.- ¡Hasta luego Señora Helene! ¡Hasta luego Vjelkus! Tened cuidado con los elfos lobo y los vampiros, si se enfadan será mejor que salgáis corriendo. Y después me lo contáis todo ¿Vale? Ese puede ser un gran capítulo para mi libro, y hablaré de vosotros claro está, sois muy valientes por acudir. ¡Hasta luego Ludovico, tengo que irme! ¿Donde puedo encontrarte para que me enseñes mi truco? Si quieres puedes enseñarme más, los que tu quieras, solo dime donde podremos encontrarte. ¿Porqué no vas al pueblo? La gente puede necesitar a alguien tan listo como tu y quizás alguien te compre algo. ¿Y donde está July? ¿No viene contigo? Me gustaría darle un abrazo, bueno, un abrazo no, es muy pequeña y no quiero aplastarla, pero si saludarla, es muy simpática. Bueno me tengo que ir, pero nos vemos pronto, cuidaros mucho. No os preocupéis por mi, Herr Urik y Parriwimple no dejarán que nadie me haga daño y además tengo mi espada y mi capa, y mi cota y mi tirachinas. ¡Ludovico! ¡Las bolas de trabuco! ¿Eso podrías darmelo ahora? Quizás las necesite en el bosque...

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02/11/2016, 18:09
Helene

Helene no pudo menos que sonreir.

-Yo misma te diré dónde encontrarlo ya que él me lo ha comunicado. Y July está descansando. Hala, ve, chico incansable.

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02/11/2016, 23:50
Herr Urik von Teudeldorf

- "Vamos, Ivalic. Eres un niño muy bueno, pero ahora debemos dejar tranquila a Frau Helene. Como bien ha dicho ella, no conviene que nos vean esas criaturas que van a parlamentar ahora en este lugar." -

Le doy una suave palmadita en la espalda a mi portantorchas y otra a Herr Parriwimple, y nos alejamos raudos del lugar.

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03/11/2016, 09:44
Ludovico

Espera, Urik. Solo nos llevará un momento. Acércate Ivalic.

Ludovico entró en el carromato. Mientras, Vjelkus mordió la manzana para llegar hasta la canica y se la devolvió toda babada a su dueño. Al cabo de medio minuto de comer manzana, Ludovico volvió con un balín de trabuco de un acero tan pulido que se reflejaban sus rostros en él.

En realidad, la prueba a la que te sometí, Ivalic, no era una prueba de puntería, sino de bondad. Para pasarla había que decir algo así como... "oh, no puedo disparar, podría quitarle un ojo a mi amigo sin querer y dejarlo tuerto de por vida, prefiero no aprender ese truco antes de exponer a Vjelkus a un daño innecesario". ¿Pero qué más da? Acertaste en el blanco, ¿no? Pues vamos con ese truco...

El semivistani puso las manos tras la espalda, y las volvió a poner delante, con los puños cerrados.

Dime, Ivalic... ¿en qué mano está la bola?

Ivalic señaló la izquierda. Ludovico abrió la palma, y allí estaba la bola.

Bien, pura suerte. Tenías un cincuenta por ciento de posibilidades de acertar. Intenta repetirlo...-dijo, volviendo a poner las manos tras la espalda-¿en qué mano está la bola?

En el segundo intento, Ivalic, volvió a señalar la mano izquierda. Ludovico hizo un gesto de contrariedad, y usó un rápido juego de manos para cambiar la bola a la mano derecha. Ivalic reaccionó moviendo su índice a medida que la bola se movía, para terminar señalando el puño derecho. Ludovico abrió la palma y mostró el balín.

Vaya. Iba a intentar enseñarte un truco para localizar objetos, pero parece que ya lo sabes hacer... Muy bien, Ivalic. Vamos a complicarlo un poco más. Helene quiere saber dónde está Varikov. Quiero que trates de concentrarte en su hacha y la visualices en tu mente. Ahora... ¿dónde está el hacha de Varikov?

Notas de juego

¿Al final no vendéis las cosas? ¿Las vendéis y el dinero lo guarda alguno de vosotros?

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03/11/2016, 10:08
Director

Ivalic pensó en el hacha. Localizó la dirección en la que estaba: río abajo. También presintió la distancia: dos mil pies. Cogió gusto por el truco y lo volvió a usar. Esta vez pensó en las botas de Varikov... y no estaban en el mismo lugar que el hacha. Las botas del enano estaban unos quince grados más hacia la izquierda, y a mil quinientos pies.

Siguió repitiendo con cada objeto que recordaba... La mochila estaba junto al hacha. Los pantalones estaban junto a las botas. La ropa también. Pero la armadura, su camisote de mallas, volvía a estar en la zona del hacha y la mochila.

Pensó luego en la alejandrita del señor Varikov... estaba junto al hacha, la mochila y la armadura.

Pensó luego en la miniflechita que Ivalic le regaló... estaba junto a la ropa y las botas.

Y entre ambas localizaciones había más de trescientos pies de distancia. Se concentró por último en el enano, pero parecía que aquel truco solo funcionaba con objetos.

Notas de juego

Ninguno de estos "localizar objeto" te descuenta slots de conjuros.

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03/11/2016, 10:47
Ivalic Yannof

-Gracias Vjelkus.

Ivalic fue a guardar su canica, pero cuando sintió todas las babas de su amigo no pudo disimular cierto asco. Pero como Ludovico se disponía a enseñarle un truco en aquellos momentos se limpió la mano en el pantalón y se dispuso a aprender.

-Pero no es justo... -Protestó Ivalic ante los reproches de Ludovico.- Yo sabía que no le daría.

Ivalic adivinó donde se encontraba la bola por mucho que Ludovico la cambiaba de mano con una gran agilidad, se le daba bien aquel juego y como bien apuntaba Ludovico ya se sabía el truco de localizar objetos, ansioso por demostrarle sus conocimientos al grupo y a su potencial maestro se concentró en el hacha de Varikov y no contento con eso también en otros objetos que pudo recordar del enano.

-No puedo localizar personas, solo objetos, lo siento. -Se disculpó ante el grupo.- El hacha de Varikov está por allí, río abajo y también su mochila, su armadura y su camisote de mallas, también la alejandrita, a unos dos mil pies de distancia de aquí. -El niño volvió a cerrar los ojos y a concentrarse.- Pero... -Ivalic desvió el dedo que había estado apuntando hacia donde se encontraban todas aquellas cosas del enano unos quince grados hacia su izquierda.- Por allí a unos mil quinientos pies están sus botas y también sus pantalones y su camisa, también la mini flecha que le regalé está allí. Creo que entre unas cosas y otras hay unos trescientos pies. ¿Como es posible? El Señor Varikov no puede estar en los dos sitios, tiene que haberse quitado algo, por eso sus cosas están en dos lugares distintos.

No tenía una explicación para aquello, pero así lo había presentido y estaba seguro que los objetos se encontraban donde había dicho, ya había funcionado con la ropa de Layla, aunque en aquel caso la chica no la llevaba puesta.

-¿Lo hice bien Ludovico? ¿Entonces me enseñarás otro truco?

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03/11/2016, 14:38
Herr Urik von Teudeldorf

Aguardo y acepto el trato tan generoso que nos ofrece Ludovico. Acepto agradecido mil piezas de oro que necesitaré para el titual del Símbolo Sagrado de Ravenkind, y le entrego el resto de los fondos a Herr Parriwimple para que los guarde.

Notas de juego

- Vendemos las cosas, guardo mil piezas de oro, y el resto lo guarda Herr Parriwimple.

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03/11/2016, 20:52
Helene

-No son buenas noticias, Ivalic -dijo una Helene entristecida-. Varikov no se hubiera desprendido de su hacha en ningún caso. Que ciertas cosas estén por un lado y otras por otro... Es como si hubiera tenido que abandonar sus objetos y después, desnudarse para lanzarse al río. En la mejor de las interpretaciones. Hacedme un favor. Revisad la zona, recoged sus cosas y esperadme allí hasta que la reunión termine. Si dura más de un ahora, nos reuniremos después en la iglesia. ¡Suerte!

Notas de juego

Trueque maza por hacha.

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04/11/2016, 05:27
Ivalic Yannof

Helene confirmó las sospechas del niño, aquello no parecían buenas noticias pero quizás el enano no estaba en peligro.

-Quizás solo quería darse un baño Señora Helene. Pero después de ir a buscar al leñador podemos pasarnos por allí y echar un vistazo ¿Que os parece?

Herr Urik se había quedado callado. Alguien poco observador podía concluir que era un hombre sin iniciativa u opinión, alguien apocado que evitaba intervenir, pero Ivalic sabía que simplemente era un hombre prudente que sopesaba cada una de sus palabras y acciones.

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05/11/2016, 13:09
Parriwimple Indirovich

- Leñador. Luego Varikov. Parriwimple querer eso también.- el gigantón guarda las monedas sin dedicarles ni el más mínimo vistazo, como quien guardaría piedras en una mochila. Luego mira un momento a Helene y a su hijo con preocupación- Parriwimple pedir ambos mucho cuidado. No ser gente buena los mitad lobos, ni los vampiros. Ser malos. Parriwimple preferir ambos estar a salvo. Luego ir Varikov. Esperar ver luego a los dos allí. Esperar hasta dos horas tras amanecer como mucho.

Y tras despedirse se empieza a alejar camino donde vieron al leñador.

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05/11/2016, 19:27
Herr Urik von Teudeldorf

Me despido de Frau Helene y de su hijo y después apresuro el paso para alcanzar al gigantón Herr Parriwimple y a mi portantorchas Ivalic.

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06/11/2016, 10:10
Ludovico

La transacción había sido consumada, y Urik ya tenía el dinero. Tan solo le faltaba matar a un engendro vampírico, para después rezar las ocho horas que le llevaría el ritual de ligadura.

No más trucos por hoy, joven Ivalic. Poco a poco. Reserva siempre algunas fuerzas por lo que pueda pasar. De momento te hago entrega de la bola de acero que encontraste en mis manos, para que practiques. Si llegas a estar en apuros, recuerda que puedes disparar este balín tanto con un trabuco como con un tirachinas.

Urik, Ivalic y Parriwimple, ahora sí, siguieron su rumbo.

Ludovico, Vjelkus y Helene, quedaron en el puente.