Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

3 de diciembre del año 750

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24/10/2016, 17:20
Parriwimple Indirovich

 

Notas de juego

Esperando respuesta del narrador a las preguntas anteriores antes de continuar.

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24/10/2016, 21:22
Vjelkus

Helene empezó a ojear el diario. Le llevaría algo de tiempo leerlo todo. De momento la única conclusión que podía sacar es que la letra de Danovich era la de un demente. Faltaba una hora para la reunión, que se iba a celebrar a quince minutos de dónde estaban, y Parriwimple tenía una pala con la que ir a enterrar a Gabriela.

Cuidado con enterrar al cadáver ahorcado en el árbol. Mamá ya había dicho que al ser matada por un vampiro, si se le da sepultura, se convertirá en engendro vampírico. ¿Verdad, mamá?

Eso habían acordado sobre el tema, pero seguía pendiente desentrañar el significado de las marcas que se hizo Gabriela en la muñeca antes de morir.

Y si hay un momento para ir a atacar a los hombres lobo será durante la reunión de paz. Reventaría todo intento de diplomacia, ¡pero lo anchos que nos quedaríamos atacando a los lobos que se quedaran en el pantano! Que no tengamos al señor enano solo hace que tardemos más en encontrar su guarida, pero los pantanos no son tan grandes... más tarde o más temprano daríamos con ellos.

Los árboles estarán varados a lo largo del río. Si los empujamos, los llevará la corriente hasta el lugar de la reunión, así que mejor intentarlo por la tarde. Y sin caballos Parriwimple solo podrá traer un par de troncos por viaje.

También está pendiente explorar la cueva de la cascada defendida por los huargos y el lobo terrible. Y visitar al leñador.

¡Ja! ¿Ves, Ivalic? Y sin necesidad de tomar notas como haces tú.

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24/10/2016, 21:43
Viktor Litmunova

Litmunova amagaba con acercarse, pero la conversación que estaban teniendo delante del pueblo sin contar con la gente, le hacía sentir inseguro. Se sentía aludido, pero por otro lado no se sentía parte de ese grupo extraño de aventureros. Más o menos como se sentía Helene.

Ehm... sobre la madera, yo no aprovecharía las vigas quemadas. Puede que al principio resistan, pero se pudren muy rápidamente. Al cabo de unos días, la estructura se vendría abajo por el peso. Daré prioridad a la iglesia, que necesita menos madera, y así os doy tiempo a que me traigáis materias primas para la casa comunal. Pero lo más probable es que no traigáis los árboles hasta tarde, con lo que no podré empezar esa otra obra hasta mañana.

Notas de juego

Espero no haberme olvidado de ninguna pregunta...

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24/10/2016, 23:12
Herr Urik von Teudeldorf

- "Ivalic, explícale a Madame Gulpika lo de la doncella Gabriela y descríbele las marcas que se hizo en la muñeca con las uñas antes de morir. Tal vez esa sabia mujer nos pueda dar alguna pista." -

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24/10/2016, 23:14
Parriwimple Indirovich

Otra vez eran demasiadas cosas. ¿Por qué todos tenían que hacer todo tan difícil? Él no era listo, no podía controlarlo todo.

- Parriwimple, Parriwimple...- repitió intentando acordarse de lo primero que le habían dicho. El gigantón se esforzaba, esa era la verdad. Pero su cabeza no daba para más, y al atorarse en intentar recordar lo primero que se había dicho  no lograba seguir adelante. De pronto se dio de cuenta de algo y miró a todos los presentes- Parriwimple no ser listo. Gente pueblo ser más lista. Poder pedir cosas Parriwimple. Y pensar como solucionar. Como hacer Viktor y Vjelkus. Parriwimple agradecer ambos ayuda. 

El gigantón se queda un momento callado y hace un gesto a Ivalic.

- ¿Ivalic preguntar si alguien más ideas? Antes decidir, mejor saber ideas todas. Así Ivalic que ser listo poder contar cosa a cosa a Parriwimple y lo que cada uno opina de cada cosa, y decidir.

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24/10/2016, 23:19
Herr Urik von Teudeldorf

- "Bueno... también están pendientes otros asuntos. Veamos:

La invocación del demonio Chernoborg por parte de la secta instaurada en la colina de Lysaga.

La información que nos dio Doru sobre el demonio al que buscaba el esposo de Frau Helene.

La saga Madame Eva en el campamento vistani y las pistas que esa bruja nos dio acerca de los rituales del bosque necesarios para levantar las invulnerabilidades de los vampiros. De especial interés sería anular la que les permite salir a plena luz del sol.

Activar los poderes del medallón sagrado de mi Orden, lo que implicaría matar a un Engendro Vampírico, rezar ocho horas en un ritual especial sacrificando una cantidad importante de oro o gemas.

Buscar pistas sobre el paradero de la Espada Llameante Solar, tal vez la única arma eficaz de verdad contra los vampiros.

También, por supuesto, pararle los pies a esa bruja asesina sin cabeza, Madame Jacqueline Montarri.

Buscar pistas sobre el paradero de Ludovico y de su amable hada. Acordarnos que estamos en deuda con él.

Y hasta aquí mi memoria. Estoy seguro de que me olvido muchas tareas pendientes, como tal vez encontrar y castigar a los asesinos del hijo del Padre Danovich." -

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25/10/2016, 08:06
Helene

Asintió ante las palabras de Viktor. Él era quien ahora se encargaba de la carpintería, así que era su consejo el que debía seguirse.

-Encontrar a mi marido -murmuró Helene en un susurro casi inaudible, antes de decir en voz alta-, y tenemos que hallar a  Dhavit Uthurlan, el constructor. Tenemos una pista acerca de cómo encontrarlo. Demasiadas cosas sin resolver. Tal vez no sea mala idea, priorizar y encomendarnos a una tarea y finalizarla antes de empezar con otra.

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25/10/2016, 10:19
Parriwimple Indirovich

Parriwimple se queda pensativo unos instantes antes de dar un profundo suspiro.

- Parriwimple no creer ser buena idea ir Helene y pequeño Vjelkus. Vampiros y hombres lobos ser malos. Pero Urik y Helene de acuerdo, así que Parriwimple de acuerdo. Mucho por hacer.-  se rasca la cabeza tras decir esto- Parriwimple tener miedo gente sufra. Querer Viktor concrentr... concertars.... pensar en la iglesia, y construirla tan bien pueda. ¿Se podría hacer tunel con los otros tuneles y cerrar las tumbas? Así más sitio y sitio protegido y seguro. Prioridad para Parriwimple proteger gente pueblo y pequeña Helene. No querer pase nada a ninguna. Parriwimple prometer. Son muchas cosas... mientras Helene y Vjelkus estar con vampiros y hombres lobo, Ivalic, Urik y Parriwimple hacer otra cosa porque malos estar ocupados hablando. Parriwimple no pensar estar bien matar gente mala, cuando reunida otra gente mala. Así que eso no.- parece recordar algo- ¿Helene preguntar por Varikov? No saber donde está, y Parriwimple preocuparse. Nosotros poder ir visitar leñador, luego ir ver solo monasterio raro para ver si hay cosas peligrosas. Cosas peligrosas deber hacerlas todos juntos.

Tras las palabras mira a Helene.

- Parriwimple recordar marido Helene. Pero no saber donde estar, cuando saber, intentar salvarlo. Y también- mira ahora al resto del pueblo- que gente pueblo también castillo. Tenemos que recuperarlos. Pero ir porque querer, y no poder hacer todo a la vez. Gente castillo tener esperar.

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25/10/2016, 12:58
Ivalic Yannof

-Eres tan listo como tu madre Vjelkus, menuda memoria que tienes, yo lo tengo que apuntar todo en el cuaderno o no lo recordaría. Creo que no se te olvidó nada, que bien.

Claro que todas esas cosas eran tareas pendientes y la lista se le hacía a Ivalic demasiado larga y complicada.
Tras hablar con su amigo y admirar su buena memoria Ivalic se volvió hacia Herr Urik y asintió con la cabeza ante su petición, le contaría gustoso a la Señora Gulpika lo que habían visto.

-En el bosque encontramos a una mujer que había desaparecido, pero fue muy desagradable Señora Gulpika. Estaba colgada de un árbol y no podíamos bajarla y enterrarla porque la había mordido un vampiro y podría volver a la vida como dice Vjelkus, la Señora Helene nos lo dijo. Y cuando nos acercamos vimos que tenía unas marcas muy extrañas en las muñecas, parecía que se las había hecho ella misma con las uñas pero no supimos porqué ni si significan algo, quizás usted lo sepa. -Con la ayuda de un palo el niño dibujó en la tierra del suelo algo parecido a los símbolos que Gabriela tenía en las muñecas.- Eran algo así. ¿Los reconoce?

Dejó a la Señora Gulpika que mirase atentamente los dibujos y se volvió para contestar a Parriwimple.

-¡A sus órdenes Señor Burgomaestre! Preguntaré a todos los del pueblo que podemos hacer para mejorar nuestra situación, seguro que entre todos tenemos buenas ideas. Eres muy listo Parriwimple, esa es una gran idea.

Los adultos seguían dando vueltas a los asuntos más importantes, había tanto que hacer que era difícil decidir que tarea era más acuciante que otras, pero el niño estaba seguro que sus amigos encontrarían soluciones para resolver todos los problemas.

-Pero no sabemos donde vivía el Señor Varikov, se que dentro del bosque, pero no nos dijo donde... Seguramente aparecerá en cualquier momento otra vez. Si no me necesitáis para nada más iré a preguntar a la gente del pueblo sobre si tienen alguna buena idea de que hacer ahora, mientras pensáis cual será nuestro siguiente paso.

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25/10/2016, 15:09
Herr Urik von Teudeldorf

Le pido a Parriwimple una pala y colaboro con las gentes del pueblo en las tareas funerarias de dar digna sepultura a los recientes fallecidos. También me ocupo de recuperar el cuerpo de Layla e incinerarlo junto a las cenizas del cuerpo de su padre Arik.

Tras eso, me acerco, limpiándome el sudor de la frente, a Herr Parriwimple Indirovich:

- "Esto está listo, Herr Parriwimple. Podemos ir ahora a donde digáis." -

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25/10/2016, 18:26
Helene

-Preguntaré por Varikov a los licántropos y procuraré ser lo más discreta posible en el resto de cosas. Ver, oír y callar era la máxima que mi padre trató de inculcarme de joven e intentaré cumplir con ello. Creo que es hora de encaminarme hacia allí. Me gustaría llegar con tiempo y observar el entorno y confiemos en que todo sea tranquilo. Suerte en vuestras acciones -dijo Helene a modo de despedida-. Vjelkus, hijo mío, vamos.

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25/10/2016, 20:19
Herr Urik von Teudeldorf

- "Que los Poderes Benignos os bendigan, Frau Helene." - La saludo con un asentimiento de cabeza mientras se aleja con su hijo.

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25/10/2016, 21:40
Viktor Litmunova

¿Túneles? ¡Eeeepa! Yo solo soy carpintero. Mejor construir los túneles cuando pueda asesorarnos ese "constructor" que busca Helene.

Yo también tengo una idea. Llevamos mucha comida a los túneles, pero otra se quedó en nuestras casas y ardió. La gente, en lugar de desescombrar, debería tratar de encontrar gallinas y otros animales de granja que pudiesen escapar durante el incendio. Necesitaremos huevos y leche mientras dure el invierno, y también luego, mientras plantamos los campos en primavera.

¡Adiós, Vjelkus! ¡Adiós, Helene!

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25/10/2016, 21:51
Gulpika Gorsayev, herborista

¿Helene y Vjelkus se van? ¡Adioooooooós!

Gulpika era sabia, pero solo como cualquier otra persona que hubiese vivido tanto tiempo. No supo identificar el significado de los dos símbolos, y mucho menos sin que la historia de Gabriela estuviese contextualizada y explicada con detalle.

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25/10/2016, 21:56
Mary Bogoescu

¡Adiós, señora! Si ve a mi hija Gertruda, digále que vuelva proooontooo...

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25/10/2016, 21:58
Stara Litmunova

Dile adiós a la tita Helene, Helene-dijo con voz infantil, mientras movía la manito de Helene la pequeña-. Di: adiooooós, Heleeene... ¡Adiooooós!-pero Helene ya estaba demasiado lejos para oírla.

Notas de juego

Todo esto para que Dark no se vuelva a quejar de que no está clara la marcha de Helene y las listas de destinatarios. XD

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25/10/2016, 22:02
Hack

Urik de Teudeldorf... no necesitamos pistas del paradero de la Espada Solar. Es lo que trataba de decirte antes, sé dónde está. Una bandada de cuervos vieron hace mucho a una mujer en el bosque tragarse el filo de la espada como una faquir antes de morir a manos de un vampiro.

De pronto, las marcas de la muñeca de Gabriela empezaban a tener sentido: "→" una espada; "ß" unos labios; un filo escondido en el interior de una boca.

Esa mujer podría ser el engendro vampírico que necesitáis matar como condición para acceder al ritual.

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25/10/2016, 22:11
Vjelkus

Helene y Vjelkus abandonaron el pueblo semiderruído y cogieron por el Camino Viejo de Svalich hasta el puente. Sin duda, Parriwimple y Urik terminarían pasando por aquí para ir a la colina de Lysaga o a cualquier otro lugar del valle, pero Helene necesitaba alejarse del paladín y tener unos minutos de paz. De hecho, ni los licántropos ni los vampiros habían llegado todavía.

Vjelkus cogió unas cuantas piedras, y se dedicó a tirarlas al río desde el puente para ver cómo levantaban un chorro al entrar en el agua. Helene estaba a punto de comenzar su lectura del diario, cuando...

¡Mamá, mira!

Su hijo soltó las piedras y echó a correr por el camino, abandonando el puente. Cuando Helene alzó la vista, vió un carro salir de la linde, justo por donde estaba el sendero oculto que llevaba a la ya no tan secreta guarida secreta de Ludovico.

¡Eeeeeeoooo! ¡Señor Ludovico! ¡Estamos aquí!

El carro se detuvo. Incluso se puso a maniobrar para dar la vuelta. En un par de minutos, Vjelkus y Ludovico, ambos sentados en el pescante, condujeron el carro hasta el puente y lo detuvieron junto a Helene. El mestizo gitano saludó a la sacerdotisa tirando de su capucha hacia la nariz, como un caballero quitándose el sombrero.

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25/10/2016, 23:32
Herr Urik von Teudeldorf

Asiento en dirección a Viktor Limutnova:

- "Entonces haced lo que podáis por restaurar la Iglesia, para que las gentes del pueblo puedan guarecerse allí esta noche. Al menos sus muros de piedra son fuertes.

Que las gentes busquen animales y provisiones y los lleven al sótano de la Iglesia." -

Después me quedo un rato pensativo, en contacto telepático con el cuervo celestial blanco Hack.

Tras ello me acerco a Parriwimple.

- "Herr Parriwimple, es importante que vaya al bosque, al lugar donde encontramos a la mujer ahorcada hará dos días. Desearía que alguien me acompañara, tal vez vos o Ivalic." -

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26/10/2016, 08:42
Helene

Helene disfrutó de aquel pequeño paseo junto a su hijo, pese a la destrucción, las brasas aún humeantes, el sollozo aislado de una garganta ante lo perdido. Ella veía los nuevos brotes que emergen del bosque tras el fuego, la esperanza intrínseca a toda nueva vida, como la de la pequeña Helene, el valor y la fortaleza resurgiendo junto a la responsabilidad, como unos padres neófitos enfrentándose al gran reto de sus vidas. De un modo u otro, todo respondía a unas mismas leyes y esas leyes eran amor y equilibrio. Habrían momentos buenos. Los habría malos. Pero la norma del universo era la media, la vida salpicada con todo aquello que la hacía interesante y merecedora de ser disfrutada.

Se descubrió a sí misma sonriendo, mientras observaba a su hijo arrojando piedras al río. Él daba sentido a su vida, junto a sus otros hijos y su esposo. Ser madre era la experiencia más maravillosa, pero ser madre no era algo solo biológico y en su fuero interno, entendía que la maternidad era algo que trascendía a un parto. Un sanador, un maestro, un sacerdote y otros muchos compartían un sentido de maternidad del que posiblemente ni siquiera fueran conscientes. En el fondo, todos eran madres.

Salvo Urik.

Su mero recuerdo sirvió para que la sonrisa desapareciera. No lo entendía, no comprendía su actitud, su comportamiento. Era falsamente servil ante los títulos, egoísta, ególatra, marimandón, impermeable a las críticas, ciego a las necesidades ajenas. ¿Cómo podía autoconsiderarse paladín alguien sediento de sangre, incapaz de medir la necesidad de usar su espada o no, capaz de priorizar un trozo de tela a la vergüenza o el pudor que la desnudez podían provocar en una anciana?

Agitó la cabeza, negando, queriendo borrar por unos instantes a aquel hombre de su vida, de su presente. Sin duda, su presencia en la vida de Helene debía responder a una penitencia, a un castigo o al deseo de una enseñanza por parte de los dioses. Si sobrevivía a aquel hombre, las palabras paciencia, perdón y generosidad adquirirían un sentido más completo y la harían, quizás, una mujer mejor, un ser más digno.

Suspiró y tratando de aligerar su cabeza, empezó a ojear el diario de Danovich.

-¡Mamá, mira!

La voz de su hijo la distrajo de su incipiente lectura y al dirigir la vista al objetivo marcado, su boca se abrió en un gesto de sorpresa que se trocó en una sonrisa sincera mientras Vjelkus corría hacia el medio vistani. Cuando finalmente se acercaron ambos y el carro se detuvo, Helene respondió al gesto de Ludovico con uno puramente femenino alzando las puntas de una imaginaria falda  y con una leve flexión de rodillas. Tras ello, y con rapidez, se acercó al pescante y alcanzó la mano del hombre, sobre la cual posó breve pero cálidamente una de las suyas.

-Ludovico. No sabes cuánto me alegra verte -dijo con abrumadora sinceridad al tiempo que los ojos se le humedecían con una mezcla de alivio y felicidad-. Disculpa -se secó una incipiente lágrima-, pero es que últimamente no hay demasiadas buenas noticias. Tú mismo... Casi te daba por desaparecido para siempre. Cuando encontramos tu carro, sin ti, y los cadáveres en tu campamento... La pequeña hada -hablaba atropelladamente. Era como si todo hubiera ocurrido hiciera mil años, pero eran no demasiadas horas las que separaban aquellos hechos del presente-... Tenemos una deuda contigo, Ludovico. Realmente, tenemos muchas deudas contigo, pero esta es económicamente evaluable. Tomamos unos pergaminos para curar la ceguera de algunos de mis compañeros. Te pagaremos pero... ¿qué ocurrió? ¿Fuiste hecho prisionero por orden de Madame Eva? Veo que además, has recuperado tu carro. ¿Qué ha pasado, Ludovico?

Miró en torno preocupada de que los citados a aquella reunión llegaran en aquel momento y sus posibilidades de hablar con el medio vistani se esfumaran como humo bajo el viento.

-Debo advertirte que va a celebrarse una reunión de vampiros y licántropos en este punto. Yo también acudo a ella en representación de Parriwimple, actual gobernador de Barovia por nacimiento, tal y como se ha descubierto recientemente. Tal vez no desees permanecer aquí, aunque tengo millones de preguntas para ti. Y decirte esto no ayuda demasiado para convencerte de que te quedes, me temo. Tengo tantas preguntas y tan pocas posibilidades de hallar respuestas.