Partida Rol por web

Aven, te veo en la zona común en unos minutos. Se escuchó mi voz claramente por la megafonía de la nave.

Aparecí por la parte contraria al puente de mando. Cuando llegué, Aven no estaba aún allí. Aven, por favor, es urgente. repetí por megafonía. Pobre, si está durmiendo... vaya despertar tan malo que le estoy dando.

Cuando escuché la alarma. Me vestí con las ropas rasgadas del día anterior y me encaminé a paso ligero hacía la sala común.

_¡Dios Santo , vaya día!, ¿que habrá pasado ahora?_

No tardó en llegar después del segundo aviso. Mi rostro estaba serio, solemne. No había sitio para bromas ni tonteos en este momento. Aven, vamos a descender al planeta. He recibido una transmisión de Zug. He de ir a buscarle. No puedo pedirte que te mezcles en todo esto. Le miré a los ojos mientras me planteaba como seguir. Estoy esperando los cálculos de Gato, para que me diga a que distancia quedaríamos de la zona donde está para ver como actuar. No se lo que nos espera allí abajo, ni como están las cosas... Sólo se que si Zug estaba preso y ha escapado de la carcel, en cuanto suba a esta nave seremos fugitivos y si tu estás en aquí, pasarás a serlo también, hayas participado o no en todo esto. Me mordí los labios por rabia mientras negaba con la cabeza.

No puedo ni tan siquiera pedirte que te quedes en la nave a esperar... La única opción que veo para que salgas bien parado de todo esto es que te quedes en tierra según descendamos. Así no te salpicará todo esto. ¿Por qué tienen que ser tan complicadas siempre las cosas?

No se quienes son aliados o amigos allí abajo. Sólo se que dos..... como denominar a un aslan y un k'kree en una sóla palabra? Alienígenas? Suena mal, pero son lo que son.... personas a las que quiero y en las que confió están allí abajo y al menos uno en peligro. No se como acabará esto... Quizás sea el mismísimo T.I. el que esté detrás de todo esto y aquella nave de guerra sea la que nos destroce con sus cazas una vez salgamos del planeta...

Despues de una breve pausa tras admirar nuevamente la nave del T.I. que ocupaba parte del espacio con nosotros, continué hablando, mientras retales del pasado se aparecían en mi cabeza como pequeños flashes de luz.

Gato, según nos acerquemos, vuelve a tratar de localizar a Zug Sólo se que ahora Zug cuenta con esta nave Cuando empiezas a virar para alejarte, salta Código Rojo, Código rojo. Tres misiles antiaereos, buscadores de calor dos, uno semiactivo radar te persiguen. ...y conmigo... Te lanzas hacia el bosque, y ves que hay muchos soldados enemigos. Rongar no sabe si tirar a los árboles o a los enemigos, o a qué así que dispara en general y le da a da todo un poco.... y pase lo que pase... Tu maniobra hace que el misil de rádar se despite y termine por pasarte por encima ...ocurra lo que ocurra....  El primero de los de IR te sigue a la zaga, pero con tantas explosiones y demás se acerca tanto al suelo que la metralla o algo lo ha dañado. Empezó a dar vueltas como si fuera un petardo fallido y se ha estrellado en la espesura del follaje  ... voy a sacarle de ahí. El tercero ha pasado todo lo contrario. Al hacer la frenada, has puesto la nave en claro peligro y el misil se ha encontrado con tus motores y se ha estrellado en ellos.

La dejé exponerme la situación sin interrumpirla ni una sola vez. Asintiendo con gravedad a todas las propuestas

Podía sentir el peso de la responsabilidad en cada una de sus palabras. La amistad puede ser una carga exigente, y la perdida, un lastre demasiado grande para verla cumplida.

Cuando terminó al fin de contarme su plan, la miré con gesto serio y enderezando mi sombrero con dos dedos le dije.
_ Estoy de acuerdo, tienes razón... en todo..._ Casi podia leer la resignación en su rostro_ ...y ahora que ambos lo sabemos, ¿A que estamos esperando para bajar ahí y salvarles el culo a eses "amigos" tuyos?_ terminé al tiempo que esbozaba una amplia sonrisa complice.

Miré asombrada a Aven. ¿Acaso no me escuchaste? Podrías en peligro tu vida y tu reputación... Pero su sonrisa me lo decía todo. Está usted loco doctor Frost.

Gato, subámosle a Aven a nivel 3, no mejor el 4. Pensé durante unos instantes. Dále el nivel 7.

Miré a Aven. Podrás moverte libremente por gran parte de la nave, incluido el puente de mando, donde podrás ejercer de piloto. Pero no te hagas ilusiones. No podrás darle órdenes a Gato, sólo consultarle y cooperar con él. Si tu pilotas, él podrá realizar otras funciones de la nave a más velocidad.  Quizás el nivel 7 sea excesivo, pero si nos hieren a alguno.. si vuelvo a estar en coma... He de darles la opción a salir del planeta al menos...

¿Como?, espera, espera... protesté algo confundido.

No estarás pensando en dejarme en esta ratonera verdad...hice un inciso, como si me diera cuenta que había dicho algo inapropiado, y me disculpe con un gesto divertido de la cabeza, mirando hacia el techo de la estancia, como si al hacerlo me estuviese dirigiendo a la Computadora llamada Gato.

Ni siquiera sé pilotar mi autocaravana...¿recuerdas como terminó aquello verdad?. Me temo que aquí no podría serte de mucha ayuda, pero ahí abajo...digamos que aunque ahora no te lo parezca, soy un hombre de recursos...tu solo llévame contigo y cuéntame algo más sobre como están las cosas, ya se nos ocurrirá algo.

Por cierto, ¿sabes donde puedo recargar esto? le pregunté mientras señalaba mi casco multifunción.

Por la megafonía se escucha:

- Capitán, podemos aterrizar y despegar sin pegas, pero algunos árboles y jaimas sufrirán desperfectos.

Perfeco Gato. Eso haremos entonces. Saldremos por la rampa de carga cuando estemos en tierra. respondí a la nave. Luego miré a Aven.

No quiero ponerte en peligro, pero veo que no te quedarás quieto. El casco lo puedes conectar en cualquier sala de la nave. Todas tienen tomas para conectar y o cargar objetos. En tu cabina deberías tener una o dos almenos. Pero no creo que te de tiempo a cargarlo demasiado.

Si quieres ve a la zona de carga y coge tu equipo. Yo estaré en el puente de mando hasta que aterricemos. Comencé a andar hacia la puerta de acceso al mismo, esta se abrió sóla. Me detuve un segundo y me giré. Aven... gracias. Entré en el puente y la puerta se cerró detrás mía.

Siguiendo el consejo de la Capitana dejé el casco cargando allí mismo. A la vuelta lo recogería antes de aterrizar, todo lo que pudiera ganar de batería sería bienvenido.

Me encaminé al compartimento de carga y busqué mi equipo, equipandome todo de nuevo.

Tenía prisa por volver al puente de mandos...había algo extraño en la forma en que me había despedido allí, antes de perderse tras la puerta automática. Quizás solo estaba imaginando cosas, o sencillamente no estaba acostumbrado a que me dieran las gracias cuando todavía no había hecho nada.

En cualquier caso, antes de dejar la zona de Carga se me ocurrió poner a prueba uno de los nuevos privilegios a los que mi recién adquirido nivel de acceso 7 permitía.

_Gato._ Dije, mirando al cielo de la estancia nuevamente _¿Puedes decirme si tienes algún Inventarío de las cosas que hay en esta nave?_

Mientras esperaba su respuesta me detuve a rebuscar entre las cajas y estanterías de la sala por si encontraba algo que pudiera sernos útil allí abajo.

Una voz, con un estilo informático, suena cargada de irritación. Si, puedo decirte el inventario de la nave

Excellente Gato.

Busca las siguientes entradas por favor:

Uniformes
Pases Seguridad
Tarjetas identificativas
Maquillaje/Atrezzo
Toxicos/Venenos/Narcoticos
Baterias* (Modelo de mi Casco)

Ah, y mira si existe alguna entrada en Mercancias que no haya sido debidamente contabilizada.
Y ya que estas, confirmame las prohibiciones legales especiales de este planeta.

Mientras lo calculas. ¿Puedes ponerme en contacto con la Capitana?

Me senté en mi asiento de mando. Gato... iba a preguntarle que le pasaba. Es un programa informático.. no puede enfadarse.... Vamos a descender al planeta, arranca los motores y desciende al parque. Aterriza en un lugar donde realicemos el menor número de desperfectos posibles.

Espero que todo marche bien y no tengamos incidentes.

Por megafonía:

Aven, descendemos al planeta, prepárate. No tardaremos mucho en llegar.

Señor Frost, no hay nada de lo que comenta. Para ser un ordenador ... te está empezando a irritar. Te contesta con un tono condesciente, como si te perdonase la vida.

De la nave de guerra te entra otra llamada.

Capitán, no tenemos plan de vuelo de su ... no sabe como definirlo, ni sus intenciones. Es alguien de los de la guardia de comunicaciones.

Casi a un tiempo las voces de la capitana y de la computadora me comunicaron las malas nuevas.

Mejor así, pensé finalmente. De todas formas no me hubiera dado tiempo a preparar las cosas. Habría que confiar en que la improvisación se volviese nuestra aliada una vez más.

Tan rápido como me fue posible, me dirigí al puente de mandos, no sin antes recoger mi casco...cargado o no. No había tiempo para más.

Tenía la impresión que desde que aquella mañana estallase la dichosa tormenta, no había disfrutado de un solo momento de tranquilidad. Cada suceso me derivaba inexorablemente al siguiente. Casi sentía los dedos del destino manipulando los hilos invisibles que me dirigían una y otra vez. La sensación de que no existía nada que pudiese controlar no me abandonaba ni por un instante. Daba igual lo que decidiese, siempre había una fuerza mayor empujándome, arrastrándome.

A grandes trancos, irrumpí en el puente de mandos visiblemente resignado.

_Ya estoy Aquí...aunque me temo que no muy preparado._ Dije en una mueca de Stress recientemente asumido.