Partida Rol por web

Observáis a vuestro alrededor y os dais cuenta de que no os encontráis en un simple templo, situado en lo mas alto de un monte, aunque eso sea lo que transmite. Sin duda, hay algún tipo de barrera mágica que lo protege de la entrada del Mal. Suena bien pero no os da tanta seguridad como parece transmitirles a los que aquí se encuentran. Si el poder del Mal sigue aumentando, no creéis que vaya a tener problemas en llegar hasta aquí...

En cuanto al monje, parece un tipo sincero. Un creyente devoto del Bien Supremo que busca la paz.

Dacen se quedo en segun plano, pero no se alejo mucho de Talashia. No como si dudara de las intensiones del monje pero debia estar prevenido del orco que parecia aun mirarla con malos ojos. Escucho lo que dice el monje y quedo sorprendido por su respuesta, para él el pedido de Talashia habia sido lo suficiente especifico.

Necesitamos al menos un resumen de como fue la anterior batalla entre el bien y el mal. comento uniendose a la conversacion. Tambien seria bueno saber algo de los 4 elegidos para ayudar a la busqueda de ellos en este momento.
 

-Mi interés radica en qué consiste el conjuro del hechicero oscuro, y dónde puede obtener todos esos recursos. Mi instinto me dice que en las tierras sombrías o las ciudades de los enanos. Si fuera así, necesitamos también la ruta a las tierras heladas.

Agradezco en mi fuero interno que el camino no nos haya traído más desgracias y los monstruos no hayan entorpecido nuestra llegada a los Montes Milenarios. Siento la energía positiva que cubre este lugar, un poco de paz en este loco mundo que poco a poco se ha ido consumiendo por la oscuridad.

No me despego de Talashia ni un instante desde que partimos de la nación de los magos, sin despegar un ojo de Ragkrul ni preocuparme de disimular mi desconfianza. Ha sido bien claro respecto a lo que piensa de todo esto y por ello no le he dicho que se aleje de la niña del fuego, pero eso no quita que no desconfíe de una bestia como él.

- Sí, necesitamos saber cómo se encontró a los anteriores elegidos y más información sobre el conjuro del hechicero. Si el mal sigue haciéndose más poderoso, temo que nisiquiera los Montes Milenarios se libren de la influencia de la oscuridad. - digo mirando al monje con frialdad, aunque me ignore - Dudo que nadie de su gente desee eso. -

Es delicada la información que buscáis pero puedo proporcionarosla...

Los monjes del lugar deciden entregaros un presente:

RECURSOS DÍA 4

-Comida x2

-Poción milagrosa (Al usarla, pasas automáticamente una tirada. Un solo uso)

La búsqueda con la pequeña rubia no es demasiado fructífera, pero es algo más de lo que uno podría haber conseguido no haciendo nada. A mi espalda, los dos guardianes de la princesa siguen lanzándome miradas constantes que ignoro completamente, mientras mi hacha sigue sin ser desenfundada. La pregunta de si podrían conmigo antes de que actuase sigue ahí, y he derrotado suficientes humanos solos y en grupo como para que no dude demasiado de mi éxito. Sin embargo, en ningún momento he dado gesto alguno que permita pensar que vaya a lanzarme en ese ataque casi suicida, y tampoco pretendo hacer tal cosa con mi palabra dada.

Al volver con el resto, los monjes siguen indagando y el grupo de suavitos preguntando, pero en el templo tienen la gentileza de traer comida y bebida. -Si nadie se interpone -gruño en voz alta con mi tono normal-, tengo hambre y me quedaré una de estas. -Digo, adelantando la mano ante ese ofrecimiento y apropiándome de un pedazo de comida. -Y seguro que la princesa sería la mejor portadora de esa poción, si ciertamente hace lo que dicen que hace. Parece que le será necesario. Y quizá sus guardianes puedan dejar de preocuparse tanto sabiendo que con tomar eso podría esquivar mi hacha una vez.

Todo se nubla a vuestro alrededor, una extraña niebla comienza a cubriros y cuando se disipa, Shailán ya no se encuentra con vosotros. Y los montes no parecen ser los mismos, observáis como la vegetación es mas dominante que antes. Da la sensación de que os habéis movido pero estáis en el mismo sitio. ¿Que acaba de pasar?

Un hombre aparece detrás vuestro y os mira extrañado.

¿De donde habéis salido? - exclama, mientras desenvaina su espada - ¿¿Quienes sois??

-Umm....- Lo cierto es que tenía hambre, entre una poción y una ración de comida...- Como queráis, no necesito nada específicamente. 

Cuando somos movidos a través de la niebla.

-Un espejismo, ¿Eh? Como ya hemos dicho somos viajeros, y guerreros. En mi caso, soy Talashia, la hija del fuego. Buscamso respuestas para derrotar al Mal Supremo.

El hombre parecía sumamente alterado

¿Que dices, niña? ¿A que estás jugando? ¿Y quienes son los que te acompañan?

Parecía dispuesto a atacar, pero no acababa de decidirse...

Una voz sonó detrás de el hombre y otra persona apareció ante vosotros.

Arthian, cálmate, no parecen malas personas.

Talashia se arrodilló junto a Talashia.

Pequeña, ¿porque dices eso? Yo soy Talashia, la elegida del fuego, y nosotros somos los que nos enfrentamos al Mal Supremo.

¿Quienes sois y que buscáis?

A pesar de sus palabras, en ningún momento dejó de sonreír.

Cuando la niebla empezo a cubrirlos, Dacen preparo su arco y flecha para atacar a cualquier que saliera a su encuentro. Pero cuando noto que los que venian no eran caballeros oscuros dudo antes de disparar.

De cualquier forma se quedo escuchando confundidolo que decian, estas nuevas personas. Soy Dacen y acompaño a nuestra Talashia como los otros, a encontrar una forma de derrotar al mal supremo. Le respondio sin dejar de apuntar al chico que le parecia mas hostil que la mujer.

"No puede ser una coincidencia que tenga el mismo nombre y objetivo, pero que significa esto?" penso.

-Por tercera, y última, vez. Somos habitantes del Reino meridional y las tierras sombrías. Venimos en busca de conocimiento para enfrentarnos al Mal Supremo. 

Mantengo las manos firmes en la lanza. Había algo... ¿Sería una prueba? ¿O acaso el mal se había hecho con este lugar antes de nuestra llegada y se tratan de ilusiones?

No iba a discutir con la elfa sobre su identidad, pero... ¿y si?... Lo entendí de golpe.

-Las dos somos Talashia...las dos somos la misma persona, o el mismo alma, porque tú eres mi antecesora. La que derrotó en la primera batalla al dios Morgaron. Necesito de tu guía, saber que hicisteis para derrotarlo.

Se puso muy cerca de la niña.

¿Tu... eres mi sucesora? ¿Venís del futuro?

Pero eso quiere decir ¿que el Mal volverá? ¿Lo que estamos haciendo no servirá de nada?

Una tercera figura apareció ante vosotros y miró a los otros dos con desaprobación.

Pues claro que vienen del futuro, cabezas de chorlito. Después de todo lo que está pasando ¿esto os extraña?

Me llamo Julius Bariglain y soy uno de los elegidos junto con estas "mentes pensantes" - se presentó, con una risotada.

¿Que hicimos para derrotar al Mal Supremo? Aún no lo hemos hecho, pequeña...

Supongo que reunir a los cuatro elegidos es un paso. ¿Ya lo habéis hecho? ¿Sois alguno de vosotros?

-Siempre habrá algún hechicero dispuesto a traerlo de vuelta. Pero...creo, que no se trata de que nosotros vengamos del futuro... si no que... sois las almas muertas de los que ya combatisteis tiempo atrás. Necesitamos saber que ocurrió...o desde vuestra perspectiva, que pensáis hacer. Porque funcionará, traeréis años de paz y prosperidad durante generaciones.

Cuando Julius aparece no puedo si no dejar caer la lanza y correr a abrazarlo con lágrimas en los ojos. El  viejo hechicero nos había dado la guía para llegar aquí, había muerto por nosotros.

-Yo...lo siento...pero...-Trato de recuperar la compostura.-Solo yo, soy la heredera del fuego, de Talashia, ¿Sabéis cuales son las identidades de los demás? ¿Que pensáis hacer cuando juntéis a los elegidos?