Partida Rol por web

La mujer mira a Riha.

- Lo siento cielo. - La dice tras escucharla. - Si queréis subir, ya os he dicho lo que tenéis que hacer aunque...

En ese momento parece mirar hacia arriba pensativa.

- Creo que todos los equipos estaban completos. No había plazas libres en el grupo.

Tras esto se encoge de hombros.

- Perdón, como he dicho, por muy instructivo que pueda ser, no podéis subir. Y usamos los mecánicos de los jardines a los que vamos. No necesitamos llevar mecánicos a bordo. Estas maravillas lo hacen casi todo solas.

Os dice esto último con una cálida sonrisa.

Aramis escuchó con atención la conversación, devolvió la mirada a Riha cuando ésta le insinuó el "lo he intentado" y continuó observando como su compañera lo volvía a intentar.

Tras la segunda vez ya estaba más que claro que no iban a entrar por ninguna de las maneras -Muy bien- Dijo Aramis con la sonrisa más falsa que pudo poner mientras se colocaba junto a su compañera y la sujetaba del brazo más cercano -Gracias por todo- y tiró de Riha para salir de allí.

El joven Keaths prefirió no abrir la boca sobre el barco volador en todo el viaje, tenía bastante rabia acumulada cada vez que los veía y ahora solo esperaba encontrarse algún monstruo de camino a la misión, lo que sí que pudo decir fue un -Bien intentado-.

Que lo hacían casi todo solas… ¡Ella sí que le hubiera hecho sola en la cara con la mano bien abierta! Por mucho que se empeñaran una máquina por su cuenta jamás iba a reemplazar la labor de un soldado entrenado y la prueba de ello la habían vivido con aquellas arañas infernales a las que un grupo de mocosos sin instrucción habían reducido a chatarra. Apretó los dientes con rabia y justo sintió el tirón de Aramis. Iba a intentar resistirse pero incluso en su enfado sabía que no les quedaba nada más que hacer allí. ¡Que se quedaran con su club especial de encapuchados que se creen demasiado buenos como para tener un accidente o avería en medio de la nada! Suspiró con resignación y continuaron el camino en la búsqueda de otra persona que sí sabía que su maquinita podía dejarle tirado a la espera de que dos alumnos recién llegados le escoltasen.

-Intentarlo no ha sido suficiente.

Más que enfadada en el fondo se sentía decepcionada. Pero lo más seguro era que él sólo estuviera intentando ser amable y animarla.

-Gracias.

Aquella mujer... Aquella nave...

Desde luego te morías de ganas por ver su interior, ver cómo funcionaba y todas sus entrañas. Desde luego aquello era un gran vehículo y, si de verdad hacía casi todo solo, debía ser impresionante.

¿Quién será aquella gente para tener una nave así? Sobre todo cuando procede del propio jardín. 

Tal vez en la pulsera, si buscas las palabras adecuadas, podrías encontrar algo de información sobre ellos. 

Por otro lado, si dicen que usan los mecánicos del jardín, eso quiere decir que pidan ayuda al departamento de armamento... De manera que si entraras en ese departamento... Seguramente puedas meter mano a una de esas naves.

Parecía que no ibais a sacar mucho más de aquella mujer o aquella nave en aquel momento... Tal vez más adelante... Tal vez en otro momento... Tal vez no habría más oportunidades...

Así que con todo esto en mente, empezáis a dirigiros a vuestra nueva misión. 

Por el camino, por desgracia para Aramis, no os encontráis con monstruos.

Por suerte, sí sois capaces de encontrar un coche averiado al lado de la carretera. Parecía un modelo clásico del que salía humo del motor.

Al lado, había un hombre.

Estaba ligeramente apoyado sobre el mismo.

Tenía un libro o una libreta en la mano y parecía estar apuntando algo en ella. Sin dar importancia al echo de que el coche estuviera soltando aquellas cantidades de humo.

Él seguí ahí, con su libro.

Desde la distancia podéis ver que tiene un aspecto... Particular... Acostumbrados a las indumentarias del jardín, más enfocadas al combate, su traje parecía más apto para una oficina que para un jardín...

Aramis se sorprendió de aquel "Gracias", pero prefirió no decir nada, lo que si fue verdad es que le sacó una ligera, y muy corta, sonrisa.

El viaje en silencio hasta el coche averiado fue sin encuentros, lo cual solo consiguió que Aramis mantuviera aquella rabia encendida, no había podido desahogarse... Así pues, al llegar y ver al civil tan ocupado, e interesado, con aquella libreta, se giró y paró a Riha -Quiero ver lo que dice ahí- Dijo molesto -¿Ves lógico que esté más preocupado por esa libreta que por su coche averiado?- Aramis miró a Riha y tras su respuesta se dirigió al hombre.

-Buenas tardes señor- Dijo con una de sus falsas sonrisas -Somos del Jardín de Galbadía, ¿podemos ayudarle a llegar allí?-

A medida que te acercas el sol hace que algunas partes de su uniforme se reflejen. De manera que te fijas en los galones.

Galbadia.

Del Ejército.

Desconoces las categorías del ejercito, pero desde luego aquellas medallas significan algo. No era un simple viajero con su coche estropeado.

A medida que te acercas el sol hace que algunas partes de su uniforme se reflejen. De manera que te fijas en los galones.

Galbadia.

Del Ejército.

Por tu mente pasan muchas cosas. ¿Será un enviado de tu padre? O peor, ¿le habrá mandado para vigilarte? ¿No se fía de ti? O tal vez... ¿Ha pasado algo en el ejército? ¿Viene a informar de algo?

Al fijarte más en los galones ves que no es el Comandante General del Ejército de Galbadia, puesto que tiene tu padre. 

Pero sí tiene las de Capitán... Es decir que está un escalón por debajo de tu padre. 

Nunca habías prestado demasiada atención sobre las clasificaciones en el ejército. Tu padre era el que más mandaba, ¿para qué te iba a importar saber los que estaban por debajo? Lo que sí que recordabas es que existían varios capitanes, cada uno encargado de diferentes cosas.

A pesar de que os acercáis a él, veis como no aparta la vista de su libreta.

De echo, incluso cuando Aramis le pregunta directamente, ni siquiera alza la mirada. Solo gira la mirada y levanta el brazo para mirar la hora en su reloj.

- Dos horas. - Se limita a decir mientras apunta algo en su libreta. - Tiempo de respuesta... - Prosigue casi como si estuviera pensando en voz alta.

Pero no llega a terminar la frase.

Tras esto se separa del coche, cierra la libreta y se la guarda en un bolsillo interior de su chaleco.

En aquel momento es la primera vez que os mira.

Podéis notar sus ojos, desde vuestros tobillos y subiendo hasta vuestros ojos. Analizando cada centímetro de vosotros... Cada milímetro... Te sientes estudiado y juzgado.

- Sí. Pueden ayudarme.

Comienza a caminar desviando su mirada hacia el camino.

- Las maletas están en el maletero.

Y pasa de largo de vosotros mientras sigue caminando.

La nube de humo hizo imposible que pasaran por alto el lugar al que se dirigían.

-Con el rato que debe llevar esperando no me extraña que haya perdido el interés por el humo -le respondió también en voz baja.

Al acercarse más al hombre, Riha se siente algo más nerviosa de lo habitual. No tiene claro si debería mirarle a la cara o evitar completamente el contacto visual… Si todas las misiones fueran con aprendices no tendría que preocuparse por meter la pata así. Por eso le alegró que Aramis tomara la iniciativa y además de forma respetuosa. Eso sí, el posterior escrutinio minucioso no ayudó demasiado a calmar sus nervios…

-No habrá más retrasos, señor.

Para cuando acertó a decirlo ya se había puesto en marcha encargándoles el equipaje pero, demonios, tenía delante un coche averiado y… no pudo contenerse.

-¿Sabe qué avería tiene el vehículo? Si planea mandar a alguien a por él puedo echarle un ojo ahora. Ahorraría algo de trabajo.

¿Se lo tomaría mal? Igual se había tomado demasiadas confianzas.

Al acercarse un poco más se dio cuenta del uniforme que llevaba aquel hombre, era un oficial de Galbadia y por lo tanto, Aramis le tenía máximo respeto, al menos hasta que abrió la boca y ni si quiera le miró a los ojos para pedirles ayuda "¿Dos horas" pensó indignado el joven Keaths, en cualquier otra situación le habría dado igual, pero un ser que hasta por rango está por debajo de su padre y, por ende, por debajo del titulo que heredará él? No pensaba dejarlo correr.

Apretó los puños con rabia, dio un paso al frente y entonces habló Riha preguntando por la avería del coche, algo que cogió a Aramis por sorpresa y le impidió hablar.

Tras el comentario de Riha, Aramis volvió a mirar al hombre con todo el desprecio del mundo y cruzó los brazos a la espera de la respuesta a su compañera para coger las maletas o no.

Antes de que la tensión de Aramis salte por los aires, Riha la corta con su intervención y sus preguntas.

El hombre sigue caminando sin girarse a mirar.

- ¿Tengo pinta de mecánico estudiante?

Pregunta mientras continúa andando.

- Si quiere echarle un vistazo no se lo voy a impedir. Siempre y cuando mi equipaje llegue al mismo tiempo que yo al jardín.

Tras esto sigue caminando, como si no le importara demasiado lo que le pasara al coche. 

Aramis sonrió ante las palabras de aquel prepotente inútil -Bien, pues usted empiece a caminar hacia el jardín, nosotros llevaremos sus maletas y para cuando llegue, estarán ahí- Hizo una pausa -Se lo aseguro-

Tras aquellas palabras miró a Riha y le guiñó el ojo, tras éso volvió a mirar a la espalda de aquel hombre que aún no le dirigía a la mirada a aquellos que acabarían siendo mejores que él, por supuesto, lo miraba con rabia, prepotencia y odio.

¿Ningún problema? ¡Genial!

Le había faltado tiempo para ponerse las gafas y abrir el capó. Tan emocionada estaba con poder echar un vistazo que ni vio lo que hacía Aramis. Aaaah~ Era como estar en casa. El color del humo ya le daba alguna pista y seguro que sólo había fallado alguna tontería pero cada avería era un pequeño rompecabezas nuevo o así llevaba viéndolo toda su vida. Además, el vehículo era bastante bonito. Normalmente ella prefería las últimas novedades y seguía los anuncios de los modelos nuevos con interés pero su padre siempre había sido más del culto a los clásicos y ese coche le hubiera encantado. Dos días fuera y no hacía más que pensar en él o qué estaría haciendo.

Aquel hombre, ante las palabras de Aramis, sigue caminando. Al tenerle de espaldas no podéis ver si ha puesto alguna cara o expresión que indique sus pensamientos.

De manera que, como si no estuvierais, sigue caminando.

Por su parte, Riha abre el capó de aquel coche y le empieza a echar un vistazo.

Mientras ves a aquel hombre alejarse, te pones las gafas y abres el capó del coche.

Estás acostumbrada a otro tipo de mecanismos y motores, aunque el gusto que tenía tu padre por los coches antiguos te lo había traspasado de alguno forma. Sabiendo, gracias a ellos, que tenías ante ti una joya del pasado.

El motor era una antigüedad de formas rectas y rudas, aunque así igualmente llena de belleza. De manera que miras con atención aquel motor buscando la causa de aquella humareda...

Y la encuentras.

Un par de conectores estaban sueltos. Por lo que ves estos conectaban la fuente de refigeración al motor y, este, se había sobrecalentado haciendo que saliera todo aquel humo. No te costará más de un par de minutos conectarlo y esperar entre diez y quince minutos, a que el motor se enfríe y así poder usarlo de nuevo.

Sin embargo... Te fijas con atención en aquellos conectores...

No estaban dañados... Ni gastados... Ni con incisiones... Ni nada... Estaban perfectos. Es como si alguien los hubiera desconectado conscientemente. Esto habría pasado desapercibido para otra persona, pero para ti es algo obvio: alguien había inutilizado aquel coche de forma intencionada.

Al abrir las tripas del vehículo salió algo más de humo de forma concentrada y Riha abanicó un poco con las manos para intentar ver algo. Eso estaba bien, aquella otra cosa también… ¡Ah, ahí estaba…!

Sorprendida por el hallazgo hizo un gesto a Aramis para que se acercara y poder comentarle algo en privado.

-Esto no me gusta. El sistema de refrigeración del motor no está conectado pero no hay nada dañado. Alguien ha tenido que desconectarlo a propósito.

Nunca se había considerado especialmente paranoica pero la idea de que aquel hombre fuera a necesitar de verdad una escolta parecía cada vez más real. Se giró para seguirle con la vista.

-Sólo habría que volver a conectarlo y esperar a que se enfríe el motor. ¿Qué hacemos…?

Aramis se sorprendía por las caras de alegría, disfrute y... ¿Placer? que ponía Riha continuamente. el joven aspirante a Seed estaba apoyado sobre la carrocería, con los brazos cruzados y bostezando hasta que, por fin, su compañera le comentó algo.

-¿Cómo?- Dijo sorprendido mientras se acercaba al capó y fingía entender lo que decía Riha, bueno, algo sí entendía, como que parecía ser más un sabotaje que un problema mecánico -¿Puedes arreglarlo? En cuando esté bien cogemos el coche y vamos a buscarlo para escoltarlo hasta el jardín-

Que si podía... Volvió a girarse hacia el coche y colocó los conectores en su lugar sin demasiado trabajo.

-Pan comido -dijo cerrando el capó- Pero tardará un poco en enfriarse y me imagino que ese tipo llevará las llaves consigo.

"¡Las llaves joder!" Se dijo a si mismo -Y claro... Hacer un puente no es lo más inteligente...- Hizo una pausa y miró a Riha -¿No?- Otra pausa -Uno pequeño, un puentecillo, ya sabes... Simplemente es la manera más rápida de llegar al hombre...- 

Depende de la contestación de Riha, cogería todas las maletas y saldría corriendo detrás del militar o irían en coche.