Partida Rol por web

"Serpientes monstruosas" pienso con disgusto al ver a la criatura y a los goblins. Si esos bichos nos envenenan seguramente tendrémos problemas, así que disparo mi primera flecha hacia una de ella con la intención de atravesarle la cabeza antes de que pueda atacar

Al ver a la serpiente aparecer de la nada Hotaru emitió un chillidito, mirando hacia todos lados con nerviosismo. Todos estaban por delante de ella y le impedía ver bien a los goblins que habían aparecido, pero sabía que la hora de combatir había llegado, para su desgracia.

— Siempre nos metemos en líos como estos... - dijo, juntando las manos para apoyar a los ataques de sus compañeros. Era la más lenta casi siempre, y no era la más poderosa precisamente, pero quería ayudar en lo posible a sus amigos. Incluso si tenía miedo, le resultaba imposible huir si los demás no la acompañaban.

Fue un momento breve pero guiado por el sonido de aquel cascabel baje la mirada para ver como la cabeza de una serpiente asomaba mirándome tanto a mi como al grupo retirándose casi de inmediato sin darme tiempo a partirla con la espada. Di un paso hacia detrás preparándome para un combate directo en lugar de una emboscada como teníamos en mente, la serpiente volvió siendo seguida por un par de goblins como los que enfrentamos antes, mostraba una sonrisa feliz en el rostro.

Elegí como objetivo al goblin que estuviera más separado para darle un tajo lateral cargando todo mi peso en la espada llevándola a la máxima velocidad que era capaz siendo una amenaza aterradora que se cernía sobre aquel pequeño ser.

No quedaba otra que combatir, una vez más. Selene sabía que ella no podía aguantar tantas zurras como Sven en combate, por lo que tras tratar de golpear con sus artes marciales a alguna de las criaturas, como el goblin que no había aún sido golpeado por Sven, la elfa se retiraría para que, con suerte, se centraran en él o pasaran por su lado. Selene se quedaría aún así en el flanco de vanguardia, para proteger a los de la retaguardia. No tenía las rápidas reacciones de su compañero para hacer de muro que además te pega un espadazo si pasas al lado pero al menos haría de obstáculo humano-elfo.

Cuando las criaturas se colocan en posición de combate, con Sven frente a ellas, son interrumpidas por un flechazo desde el flanco de alguien que no habían notado, golpeando con dureza a la serpiente que emite un siseo terrible. Sin dudarlo, se lanza contra su agresor por entre las piernas de un goblin, pero no tan rápido como para que la espada de Sven no le arranque otro tajo de "carne" que se comienza a desmaterializar sin que nadie le preste demasiada atención, a fin de cuentas, es lo que siempre pasa.

No obstante, no es suficiente para acabar con ella, que lanza una rápida dentellada contra Drago. El mordisco solo es ligeramente doloroso, pero la dentellada ha inyectado un veneno que enseguida empieza a arder en sus venas.

Sven, en su dedicada vanguardia, lo que hace es pegarle un espadazo enorme a uno de los goblins, casi partiéndolo por la mitad con su espada, haciéndolo dar un paso hacia atrás, ligeramente desequilibrado.

Su espadazo fue de derecha a izquierda, y justo cuando la espada lestaba lanzándose, ocupó el hueco donde estaba al principio del movimiento la vigorosa elfa, que al principio le da un golpe ascendente, levantando la rodilla derecha a la par que la palma izquierda con la que golpea, para luego apoyar el pie con contundencia mientras su puño derecho se propulsa al cuello descubierto del goblin, que suelta un gañido. El movimiento corto que realiza para retroceder, no obstante, no permite que la criatura contraataque tal como lo haría Sven... Suponiendo que tengan esa capacidad.

Por desgracia, los goblins tienen la situación perfecta entonces para colocarse cada uno a cada lado de Sven, una táctica lo suficientemente simple como para que su mente la entienda, lo que hace que al pobre empiecen a lloverle palazos. Uno de ellos yerra el golpe por milímetros, pasando justo por delante de la cara del chico (soltando un quejido ronco tras el golpe en el cuello), pero el otro, quizás vengativo por el espadazo, salta y le arrea un golpe en plena cocorota con su palo. Eso sería un buen chichón.

Por último, Hotaru, atacando a quien sus compañeros más habían atacado*, conjura una lanza divina que envía contra la serpiente... Errando el tiro, por desgracia.

El mordisco de la serpiente ha sido muy profundo y doloroso, y adema´s noto como me arde el cuerpo con su veneno

"maldición, espero que esto se pueda curar" pieno mientras intento retroceder alejandome de la serpiente para dispararle otra flecha que espero acabe con ella

Drago da un paso corto de retroceso con respecto a la serpiente, que se enrrosca sobre sí misma, preparada para saltar contra él. No obstante, el hombre es más rápido que la criatura: cuando esta se lanza con su cabeza, el arco ya está tenso y la flecha se lanza en el acto, encontrándose a medio camino con la boca abierta de la serpiente, cuya cabeza de repente retrocede al contacto con la flecha, siendo atravesada por la garganta y clavada contra el suelo con tal fuerza que la cabeza de la flecha se rompe, pero esta vez los signos de desaparición aparecen por todo su inerte cuerpo. Una amenaza menos.

Igualmente, el cuerpo de Drago aún resiente ligeramente el veneno, pero nota cómo sus sistemas internos ya están terminando se combatir la toxina.

Hotaru se lamentó al haber fallado su hechizo. No estaba acostumbrada a pelear (de hecho, ni siquiera quería hacerlo), pero se había visto arrastrada a aquella situación. Vio cómo Sven y Drago recibían ambos ataques, pero por la cara de Drago parecía que había salido peor parado.

— Aguanta, Drago. 

Tomó aire un segundo, murmurando en voz baja el encantamiento que tantas veces había memorizado en casa. Era de los más básicos en su escuela, pero sería útil en un momento como este. Un halo de energía pura envolvería a Drago momentos después, aliviándole el dolor.

Esa serpiente paso por mi lado yendo a por mis compañeros, no pude impedírselo pero si castigarlo con un poderoso tajo, yo por mi lado ya tenía suficientes preocupaciones atrayendo la atención de los dos goblins sobre mi mismo y encargándome de batirme en duelo contra ellos con la ayuda de Selene para ocuparse del otro para que cuando acabara con este ella ya hubiera dejado al otro a punto de caer también, sinceramente me sorprendió que sobre el lancé aquel brutal ataque se mantuviera aún en pie, era sorprendente por su parte pero eso acabaría en uno o dos golpes más ya que no tarde en volver a girar sobre mi mismo balanceando la espada en torno a mi hasta alzarla sobre mi cabeza en vertical dejándola caer sobre el hombro de mi pequeño objetivo como si el golpe que me hubo dado un segundo antes no hubieran sido nada. Confiaba en la elfa para rematarlo si seguía vivo tras esto pero ya me parecía imposible eso pero era buena idea lanzar esa idea al aire- ¡Selene, acaba con este primero! -valía más la pena reducir su número de forma rápida y aunque el pensamiento táctico tras ello era algo que se me escapaba si que sabía por instinto que concentrar ataques implicaba menos porrazos en mi cabeza.

Con su actitud habitual a pesar de tener la cabeza ligeramente ensangrentada, Sven se encara* al goblin que le ha propinado el golpe y le lanza un tajazo diagonal mientras le indica a Selene que primero se concentren en uno... Pero el número de goblins restantes desciende a uno tras su golpe, pues el valiente goblin resulta abatido por el malvado personaje que ha venido a allanar su guarida. O algo así.

Fue a golpear a uno de los goblins pero este desapareció en medio del golpe. ¡Ya había sido derrotado! Sven la avisó de que concentraran los daños, así que en lugar de ir hacia la serpiente se centró en el otro goblin para así Sven poder también acudir a ayudar, pues había visto cómo la criatura clavaba sus dientes sobre el mismo. ¡Y menos mal que no fue, porque Drago ya se encargó de terminar con ella!

El goblin resulta golpeado de nuevo por uno de los furtivos puñetazos de Selene, quedando ahora sin compañeros a merced del grupo. No obstante, intenta castigar a Selene con su garrote, con un resultado bastante lamentable.

La energía sanadora de Hotaru alcanza a Sragi, recuperándolo de sus heridas. Recordáis un segundo desvío más adelante por el lado izquierdo, y cuando veníais por el pasillo de los grabados, justo al fondo, os había parecido ver una luz de color azulado...

Hotaru suspiró cuando el último enemigo hubo desaparecido. Desde luego que no repetiría la experiencia si fuera por ella, pero sabía que tendría que ser así cuando se lanzaran de cabeza de nuevo a la aventura. Se recogió un par de mechones sueltos por el combate en su coleta de nuevo, y se sacudió los pantalones. Estaba llena de polvo de abajo a arriba, seguro que madre cuando volviera la obligaría a darse un buen baño, mientras le repetía incansablemente lo irresponsable que estaba siendo por salir sin permiso con estos rufianes.

— Allí al fondo había una luz... ¿Creéis que seguirá habiendo algo de valor aquí? Espero que no haya más monstruos - dijo, bajando la voz lentamente hasta ser apenas un susurro. Tenía la expectación por las nubes, y aunque tenía algo de miedo, también estaba deseando ver qué se escondería tras aquellas ruinas. Aunque tenía un extraño presentimiento, como si lo que les esperaba adelante fuera algo no del todo desconocido... Lo cual era extraño, especialmente porque era la primera vez que pisaba un lugar como aquel.

Con la cabeza hecha un lío se puso detrás de Selene, buscando instintivamente acercarse a alguien. Quizá ella hubiera visto algo en su vida pasada, que había sido mucho más larga que la de ellos. La admiraba y la respetaba mucho, al igual que a Drago, que parecía el más sensato de todos. Y Sven... Sven era una cabra loca, pero también le quería un montón. Eran sus amigos después de todo, ¿no?

Para cuando mi espada toco el suelo ya lo que quedaba del goblin se lo llevaba el viento, literalmente, levanto la cabeza para ver como Selene da por acabado al ultimo de ellos por lo que pude relajar mi postura al ya ver acabado este combate. Ignorando por completo el golpe que tenía en la cabeza con alguna mancha de sangre estiré un poco los brazos antes de inspeccionar de nuevo los alrededores pensando en hacía donde ir ahora.

Para cuando Hotaru plantea la idea de volver hacia atrás para recorrer el otro camino yo ya me encontraba tirado en el suelo casi con la cabeza dentro del agujero por el que asomo la serpiente antes- Ah, es verdad -dije sacando la cabeza de ahí y poniéndome en pie- Seguro que es mas fácil que colarnos por ahí -mire a Drago un segundo antes de señalarle sin pudor alguno- A este grandullón le costaría entrar por ahí -era una clara referencia a la diferencia de tamaño entre ambos, y es que aunque él no fuera especialmente alto no era complicado superar a mi.

En cuanto el último monstruo desaparece me apresuro a estudiar mis heridas, o la falta de ellas, la mágia curativa de Hotaru ha hecho maravillas, si no fuera por el desgarro en mi ropa ni sabría donde me mordio la serpiente

Hotaru señala la luz al final del pasillo

-mm, algo de valor o tal vez la salida. Deberíamos ir. Supongo que si hubieran mas monstruos habrían venido atraidos por el ruido de la batalla-

Al ver que Hotaru se esconde tras Selene le sonrio para darle algo de confianza, aunque me resulta complicado ser positivo en esta situación

Mi sonrisa se hace mas socarrona por las palabras de Sven

-soy mas escurridizo de lo que te imaginas, aunque siendo tan canijo seguro que pasarías tu con mas facilidad-

Una vez terminó el combate, se aseguró de buscarlos a todos con la mirada para asegurarse de que todos estuvieran bien. Sven tenía algo de sangre pero aguantaría. No había rastro de la picadura venenosa en Drago así que imaginaba que Hotaru le había sanado, y ésta última también parecía estar bien, quedándose cerca de ella. "Una luz azulada..." Selene se fijó en el pasillo también. "...Quizá sea el azul zafiro del cielo reflejado en los cristales. ¡Piedras mágicas! Sí, yo también quiero ver qué hay por ahí."