Partida Rol por web

La petición de Selene me hace dudar un poco, siempre que se comporta de un modo así de infantil me siento un poco incomodo ya que se supone que tiene muchisimos años mas que yo, pero los elfos crecen a su ritmo

-oh, bien. Pero un pajaro discreto. No queremos que los imperiales la miren mucho.-

— Me honra recibir tales palabras de su figura, Magistrado. De ser el caso, tomaré su oferta con gran gratitud - concedió Hotaru con una breve inclinación de la cabeza. Parecía que todo había ido bien, y el hombre no resultaba amenazante ni mucho menos, más bien todo lo contrario. Parecía dispuesto a hacer el bien por donde fuera, así como tratar bien a los chicos. ¡Incluso podría recibir educación privilegiada! Su familia estaría contenta de oír eso. Aunque ahora había cosas más importantes en las que pensar. Si había una fiesta de por medio, Sven no tardaría en querer unirse, no obstante.

— No deberían tardar demasiado. De hecho, Sven podría ir a la linde del bosque, a ver si los ve llegar. ¿No es así? - preguntó con una gran sonrisa, haciendo caso omiso a esos ojitos de cachorro. Ella no quería despegarse del magistrado ni por un solo segundo. — Cuanto antes llegues con ellos antes podrás comer, Sven.

- ¿Huh? -la confusión reinaba en mi rostro, ¿debería hacerlo? Si no lo hacía desde luego que se perderían un banquete espectacular pero... al plantearlo de repente Hotaru no tenía ya tan claro si era una buena idea o no. Pero decidí confiar en ella plenamente, si creía que debíamos traerlos tras haber asegurado el terreno entonces confiaba en su juicio personal- Creo que tengo una idea por la zona donde deberían estar... Volveré con ellos -dije antes de dar media vuelta y salir corriendo hacia el bosque, cerca de donde nos separamos en un inicio.

No tenía ni idea de que habrían hecho este tiempo pero debería ser suficiente con acercarme al bosque cerca, si no me veían podría llamarlos y no debería tardar mucho en dar con los dos.

A medio camino, Sven se reúne con Hotaru y Drago quienes se han embarrado un tanto buscando cosas, aunque sin presas.

Rita se ha transformado de nuevo en el chocobito, pues es un animal bastante extendido en el mundo y parece más "mascota" que un canario u otros animales que no fuesen a cansarla.

Ya con el grupo al completo, volvéis al poblado, donde el Magistrado simplemente se ha despedido de Hotaru antes de ir a su carro.

Juntos, os acercáis a la plaza donde ha de llevarse a cabo el evento, y veis al Magistrado salir de su carro con un imponente báculo, ligeramente más alto que él mismo, y coronado por una esfera de cristal. Rumores de curiosidad se alzan al igual entre el grupo de jóvenes reunidos frente al carro como entre los adultos, observando a cierta distancia. El gesto de ese hombre es ahora más ceremonioso y serio, pero resultando aún amable a pesar de todo.

Finalmente, se coloca frente al grupo y, cuando el bastón toca la tierra, los murmullos cesan de golpe, como si el mundo hubiese decidido prestarle más atención.

- Jóvenes, soy el Magistrado Echellor, del Imperio de la Luz. Quizás os parezca increíble que en cosas serias, de adultos, seáis vosotros los elegidos para tomar un papel principal por vuestro pueblo, aún si vuestros mayores están aquí para escucharos, aconsejaros, y seguramente tomar la decisión final, pero los estudios de magia sugieren que la mente de alguien joven es la única que aún puede recibir una visión del futuro, salvo casos excepcionales. Es posible que algunos, los más mayores entre vosotros -su mirada, curiosamente, va hacia Drago, no hacia Selene, aunque tampoco se mantiene en él, sino que pulula entre los de más edad- ya no sean capaces de recibir La Visión, pero aún así se os intentará incluir, por el beneficio de la duda.

Alza el bastón y la esfera se ilumina en blanco, tras lo que vuelve a bajarlo a tierra, con la esfera sutilmente iluminada, dándole un aire más místico aún.

- Abrid vuestras mentes... Observad el mundo, cómo fue, cómo es, cómo será. 

Una vez más alza el bastón, creciendo la luz en intensidad durante todo el movimiento fluido de subir y bajar, y entonces emitiendo un pulso blanco que os cubre a todos, cegándoos, e incluso aunque no miréis, penetrando en vuestro cerebro en forma de imágenes...

Imágenes de un mundo parado en el tiempo, cubierto de tinieblas, lleno de estatuas de personas con gesto de terror. Todo está paralizado en un tiempo maldito, hasta que cuatro luces surcan el cielo en un barco volador, atravesando a diversos villanos hasta hacer estallar a una especie de mujer de color verde rodeada de tinieblas.

Posteriormente, la luz desaparece, pero surge en la tierra y comienza a expandirse por la tierra, desvaneciendo brotes de oscuridad aquí y allá*. Conforme el tiempo pasa se hace más grande hasta alcanzar las dimensiones actuales del Imperio de la Luz.

Finalmente el tiempo se ralentiza ligeramente mientras una luz cada vez mayor comienza a crecer en la capital del Imperio. Alcanza vuestro interior la estimación de que el tiempo que pasa entre el momento actual y el siguiente que contemplaréis es de unos tres meses.

Finalmente cuando se acumula la siguiente luz se expande velozmente sobre la tierra, cubriéndolo todo hasta que no queda nada. Entre esa oleada de luz escucháis las palabras del magistrado:

- ...un mundo de luz, perfecto y dichoso, donde todo el mundo será uno con la Luz, la misma que nuestros héroes defendieron...

Pero unas preguntas recorren vuestras mentes... ¿Y la gente?¿Y su libre albedrío?¿Y sus vidas?

Todo lo que hasta el momento conocía de la leyenda de los héroes, de la luz contra la oscuridad, ahora ya no eran certezas. ¿Y si la historia no era como la estaban contando? ¿Y si sí que era así, pero la interpretación que daban no era la que estaban contando? No podían fiarse... pero... ¿y si eran ellos los que estaban equivocados? ¿Y si el cristal era maligno? ¿Y si lo que decía el Magistrado era, en realidad, bueno? ¡Aaaaagh! ¡Ya no sabía qué pensar!

Afortunadamente al llegar tarde nos perdemos todas las preguntas de los Imperiales y vamos directamente a la ceremonia, no es que me guste mucho participar en a saber que, pero no hay mas remedio.

Y en la ceremonia tengo una visión extraña, una que no me esperaba la verdad, ¿es esto lo que paso con los heroes de la luz?¿es realmente una visión o nos están adoctrinando?, no me gusta lo que se cuenta en esta visión, demasiado bonito y uniforme

Hotaru, que se había quedado en las cercanías del grupo de jóvenes tras despedirse de Sven, saludó con la mano a sus dos amigos con una gran sonrisa. Estaba realmente ilusionada por las noticias que el Magistrado Echellor le había dado, y no cabía en sí de ilusión por lo felices que se pondrían sus padres al saber que había sido invitada, posiblemente, a formar parte de la Academia de Magia. No obstante pronto empezaría la ceremonia, así que tenía que guardar cierto decoro. Ya les contaría todo más tarde, con más tranquilidad.

Aquella visión la tomó por sorpresa, pero se dejó llevar por las imágenes. Aquel mundo de oscuridad era muy triste y tenebroso, con todas esas personas con aspecto de estar sufriendo. Luego aquellas cuatro luces derrotaron a una especie de mujer de color verde, y supuso que aquello significaba un cambio en la historia. No sabía muy bien quién era, pero por cómo se estaba desarrollando todo, parecía ser la culpable de todo lo malo que estaban viendo.

A pesar de todo, lo siguiente tampoco le parecía bien del todo. Las palabras del Magistrado no estaban cargadas de maldad, pero implicaban que todo el mundo estaría sujeto al mismo destino. Cosas como "fundirse con la Luz" o "ser parte de un todo" no le terminaban de convencer. Después de todo, aquello rompería con cualquier cosa que los hiciera ser uno mismo. ¿Era eso lo que quería el Imperio? ¿Unificar todo y a todos bajo la misma idea? Tenía que pensar si realmente era eso lo que Hotaru deseaba.

Dar con ambos excursionistas fue de lo más sencillo, aunque verlos sucios por alguna razón fue algo extraño, aun así, solo los mire confundido antes de pedirles que vinieran al pueblo usando como argumento algo sobre montañas de carne. También “recupere” a Rita para que fuera conmigo, ya que parecía estar más cómoda conmigo de momento. 

Al volver no veo al viejo por ningún lado, tuvimos que ir hacia la plaza con el resto de jóvenes para asistir a la cosa esa de la que nos habló. Según el Magistrado salía de su carro, ahora con un bastón, y los cuchicheos iban creciendo yo me inclinaba hacia delante para formar parte de lo que hablaran el resto de chicos, aunque en cuanto hablo el hombre me volví a sentar bien en medio de mis amigos. Ladeé la cabeza confuso por lo que nos decía, ¿qué decisión? 

Entonces llego, cayendo sobre nosotros de forma tan abrupta, mostrándonos algo que incluso yo pude entender lo que significaba... Los héroes de la luz que una vez salvaron el mundo, su legado que ahora pensaba consumir el mundo mientras pensaban que era lo correcto, erradicando todo el libre albedrío, destruyendo el mundo que conocíamos para crear su propia utopía. 

Tomé la mano de Selene a mi izquierda con la mirada fija en el suelo delante de mí claramente perdido en mis pensamientos aún- Me niego, no quiero dejar de ser yo... -susurré todo lo bajo que pude. 

Los cuchicheos antes de curiosidad se convierten en unos de asombro e ilusión, salvo por un joven de la edad de Drago que parece mirar a un lado y a otro sin enterarse de lo que ha pasado, con un aire algo alicaído al final.

Os miráis preocupados, el resto no parecen ser conscientes del todo, pero lo cierto es que tampoco habéis visto nada destacable en ese mundo de luz.

El próximo cristal tiene las respuestas...

Suena en vuestra mente, como un eco apagado.

Los adultos siguen mirando vuestra reacción con curiosidad, aunque veis que en el tiempo que ha pasado, imposible de calcular, la mesa ya está medio puesta.

No obstante, el hombre frente a vosotros prosigue su discurso, animándoos a hablar con la gente de la aldea y comentando que la expansión del Imperio de la Luz a este territorio asegurará que todo el mundo esté a salvo hasta que el ritual esté completado.

Te das cuenta de que todas esas sombras surgidas en el mapa son zonas de tragedias sucedidas, que han sido rápidamente atajadas por el Imperio de la Luz, por suerte o desgracia.

Crítico: sabrías posicionar fácilmente en un mapa todos ellos, la cuestión es... ¿Qué podrían hacer esas regiones sombrías para ayudaros?

Me agito incómodo con todo este asunto de la visión, ¿Para que han venido estos agentes imperiales a mostrarnos esta visión a los jóvenes de la aldea?. ¿Y por que tenemos que hablar con los adultos?¿Pretenden que nosotros les convenzamos de lo bueno que sería unirse al imperio?

Entonces escucho esa voz, y miro a mi alrededor, creo que esa no ha sido para todos los jovenes, solo para los cuatro que encontramos el otro cristal. Ese cristal también nos mostro una visión, ¿Habrá mas de esos?

-yo voy a comer, ¿Vienes Sven?- digo finalmente levantandome, tantas preguntas sin respuesta van a acabar dandome dolor de cabeza

Hotaru tenía un lío importante en su cabeza. Las visiones parecían contradecirse en esencia. El Magistrado parecía ver aquel mundo como algo idílico, y Hotaru estaba de acuerdo en que al menos era mejor que simplemente sufrir por aquella extraña oscuridad que azotaba los rostros de esas personas en sufrimiento perpetuo. No obstante, tampoco tenía claro que vivir todos bajo el mismo yugo fuera una solución idílica.

Conocía aquellas regiones que habían visto en ese sueño. Había estudiado mucha geografía durante todos estos años, pero aquella información de poco le valía para decidirse. Cuando escuchó la voz en su cabeza, mencionando que había más cristales, tomó una decisión. Tenía que aprender más al respecto, y cuando supiera exactamente qué estaba pasando, entonces sabría que no se equivocaba.

— Yo también me muero de hambre. ¡Voy con vosotros! - dijo Hotaru, sacudiendo la cabeza y mostrando una sonrisa. Sus amigos estaban con ella; todo saldría bien si seguía con ellos.

En cuanto esas palabras sonaron en mi cabeza , como susurradas por algo indescriptible respondiendo a nuestras dudas más profundas, levanté la cabeza perdida en mi propias ideas sobre lo que sería esa luz pura. Entonces... ¿realmente debíamos emprender un viaje? Probablemente fuera quien más claro lo tenía del grupo, pero dejar atrás lo poco que conocía resultaba más complicado de lo que esperaba, desde niño había soñado con viajar, conocer el mundo y crear mi propia aventura, pero ahora esta se presentaba justo frente mí... y dudaba.

Busque entre los adultos a mi padre pensando en que opinaría él al respecto, pese a sus castigos, reprimendas y enfados nunca había parecido oponerse de forma abierta a que viviera esas pequeñas aventuras ¿con esto sería diferente? Las palabras de Drago deberían haber despertado algo más de emoción en mí, pero en su lugar- ¿Eh? Ahh, si... si... tengo mucha hambre, vamos a comer -dije claramente perdido mientras me levantaba para acompañar a mi amigo, por otro lado parecía ser Hotaru quien se mostraba emocionada por la idea de poder comer algo, le sonreí débilmente a la chica.

Su frustración la estaba poniendo muy tensa mientras veía la visión, y se cuestionaba todo lo que estaba viendo. Sólo se calmó cuando notó que alguien, Sven, agarraba su mano mientras murmuraba, también, que no le convencía esa visión, que quería seguir siendo él mismo. Selene se dio cuenta entonces de que sus compañeros seguramente estarían pensando lo mismo que ella, todo a causa del cristal que habían encontrado. Y entonces, tuvieron una segunda visión, ¿...el próximo cristal contenía las respuestas? ...No sabía si encontrar el primer cristal había sido un golpe de buena suerte o de mala. Seguía pensando que fue un error, que no deberían haber estado allí, tocado el cristal... pero ahora tampoco podían ignorarlo sin más. Callada y aún pensativa, siguió a los demás. No tenía mucha hambre pero no quería alejarse tampoco...

La comida y los sirvientes llegan a través de un portal, un hechizo de nivel avanzado que de alguna forma se ha realizado, por el que entran hombres y mujeres llevando distintos platos y una cubertería básica. La comida es abundante y variada, quizás no es un banquete de la alta nobleza, pero sí que hay un poco de todo y con distintas preparaciones (evitando usar especias caras) como hacerse al horno, al espetón o en guiso. Igualmente, es una comida que el pueblo recordará mucho tiempo.

Es un buen momento para convencer al pueblo por si las conversaciones se dan pronto, pero están ahí el magistrado y sus hombres...

Puede que los ánimos generales fueran bajos, pero mi estómago seguía siendo un pozo sin fondo que planteaba muchas dudas sobre a donde iban las toneladas de alimento que ingería con un cuerpo tan pequeño, ante lo cual solo había una respuesta lógica... a no colapsar en las constantes carreras. Por eso mismo devoraba el triple de comida que el resto, pero con mala cara que se notara que lo hacía obligado.

Aunque había tomado asiento con el resto de chavales del pueblo y de vez en cuando hablaba con la boca llena para saber si habían visto lo mismo que nosotros- A mi no me acaba de convencer ¿habéis visto cuanta luz había? Además ¿quien querría volverse "uno con la Luz"? Si todos lo hacemos es como si todos estuviéramos en el cuerpo del resto ¿todos compartiendo un espacio muy pequeño? ¿Ser uno con Darren*? Si hombre, yo paso que seguro acabo igual de aburrido que él. Si todos somos uno no habría diversión, juegos o libertad... vaya muermo -comentaba con ellos, aunque siendo siempre un alma libre no les debería sorprender que cualquier mínima restricción no me gustara y buscara evitarla en lo posible.

Tras la comida, y aún con dudas en su mente, Hotaru decidió que quizá sería buena idea acercarse un poco más al Magistrado. Además, tenía varias preguntas que hacerle, así como indagar un poco más sobre aquella oferta de estudiar en la academia de magia del Imperio.

— Disculpe la interrupción, mi señor. Espero que no le moleste mi intromisión, pero me preguntaba si podríamos charlar un poco más. Gozo de su buena compañía y me complacería enormemente discutir un par de cosas con su merced. Además, quería agradecerle personalmente y en nombre de mi familia el enorme esfuerzo que ha supuesto llevar a cabo esta celebración - añadió, haciendo una reverencia completa ante su presencia.

Nunca antes había hablado con alguien tan importante, así que no podía negar que estaba nerviosa por hacer algo mal. Las palabras amenazaban con atascársele en la boca cada vez que las pronunciaba, pero recordaba claramente todos los pasos de etiqueta y formalidad que había aprendido con su tutor. Su familia la había preparado a conciencia, y ni tan siquiera su timidez se podía interponer en algo que ya había aprendido tan mecánicamente como lo era comer o respirar.

— Yo... me preguntaba qué es lo que habíamos visto exactamente. Ha sido algo increíble, parecía tan real que casi creí poder tocarlo con mis propias manos. He estudiado historia y comprendo la importancia de estos hechos históricos, aunque si no es indiscreción... ¿nos deberíamos preparar para llegar a ese futuro que nos prometían las visiones? ¿Estaremos todos unificados bajo la gloria y gracia del Imperio de la Luz?

Hotaru esperó a ver su reacción, consciente de que no había que presionar jamás en una conversación amistosa a su interlocutor. Reglas básicas de la comunicación, si tu compañero se siente instado a hablar más, o si siente que posees demasiado interés en muchos temas, puede sentirse interrogado, y eso genera cierta incomodidad. La joven sonrió apaciblemente, constriñendo todas sus emociones en su interior para mostrar un gesto de lo más calmado posible.

El magistrado comienza a charlar animadamente con Hotaru tras su aproximación*, mientras el pueblo escucha lo dicho por Sven y se carcajean ante la escena subsiguiente, que consiste en una uva volando a velocidad misil tierra-tierra desde la posición de Darren hasta el mismo centro de la frente del chico. Cuando cae entre sus muslos, nota unos movimientos ahí de una criaturilla que de repente crece un poquitín (sin molestar sus piernas, pero si haciendo que lo note) y se remueve como si estuviese comiendo.

- Parece que el tema es que es más aburrido tener cerebro que no, Sven. -replica el chico, generando una nueva salva de carcajadas y un "uuuuuuuuhhh".

"Me preocupa la biodiversidad..." Firyawën no estaba muy entusiasmada por convencer a nadie, ya que ni ella misma tenía ninguna certeza. De hecho, ni siquiera se dio cuenta de que estaba hablando en voz alta hasta que alguno de los que tenía cerca la mirase al decirlo. "¿Qué pasará con las plantas y los animales, cuando todos seamos uno? Los bosques milenarios... ¿desaparecerían? ¿Y qué pasaría con mi gente, y mi cultura? ¿Qué pasaría conmigo, que he vivido acogida entre vosotros y acogida entre los elfos? Yo no soy una con ninguno de ellos... pero os quiero a todos por igual..."

Tras ver la escena de Sven con Darren, la preocupación pudo esfumársele por unos segundos en los que rió ante la peculiar forma del chico de expresar también su preocupación por el tema. ¡Pero razón no le faltaba!

Mientras los demás hablan con la gente del pueblo, o con el mandamas del imperio, me acerco a unos de los guardias que están mas cerca y pueden escuchar lo que dicen Sven y Selene

-eh, que armas mas chulas, ¿es muy dificil ser soldado del imperio?-

Espero que esto sea suficiente para distraerles un poco