Partida Rol por web

«Si no lo haces, no saldremos de aquí. Quizá incluso ni siquiera así salgamos de aquí, y esto sea una trampa mortal, pero tenemos que al menos intentarlo. No creas que no me ha costado desprenderme de mi cristal, es algo que tenemos desde que tengo uso de razón, pero... No es más que un cristal, sí. Lo importante es lo que nos une, nuestra relación, el tiempo que pasamos juntos... no un colgante.»

A pesar de que decía esto, a Charls se le notaba obviamente afectado, incluso sin creerse lo que él mismo decía en parte. Miraba fijamente el punto en el que su cristal se había hecho añicos, pensativo. No sabía qué más hacer.

En parte sabía que tenían razón, el cristal, era un cristal y las coas que habían vivido no eran por los cristales is no por un vinculo mas fuerte aun que los unía, pero tampoco podía negar que estuvo con ella desde su nacimiento ¿como podían ellos desprenderse así de fácil de algo tan... suyo? decían que les costaba pero no era lo que parecía, se volvió de nuevo hacía ellos y señalo directamente al Moguri -Se que eres lo suficientemente inteligente como para entenderme, así que dime ¿porque quieres que rompamos los cristales? dame una razón convincente y lo haré, si no, no veo razón- dijo mirando al Moguri, esperando que se explicase, aunque no con palabras.

Ante las palabras de Shedy, el Moguri no hizo más que esconderse atrás de Tomi. Se sentía amenazado por todo aquel que no fuese el domador.

- no creo que quiera que los rompamos, solo le asustan, y bueno, hubiera preferido no romperlo, pero estamos entcerrados entre cristal, no lo rompas si no quieres, pero busca cómo salir...

Charles comenzaba a perder la paciencia. Viéndose encerrado en una sala de la que no había forma de salir, la discusión que estaban manteniendo en aquellos momentos le parecía completamente inútil. Sin embargo, ante todo tenía que mantener las formas caballerescas, como le había inculcado sir Rob.

«No creo que el moguri sepa nada, y a pesar de lo que parezca, prefiero perder mi cristal a perder mi vida.» A Charls le parecía una razón lo suficientemente razonable, ¿no?

Suspiro mirando al Moguri que no parecía querer colaborar, suspiro, cerro los ojos y tiro del cordón que unía el cristal a su cuello, dando un seco tirón lo soltó, cogió la mano de Charls y se lo entrego -si tiene que romperse... quiero que lo hagas tu- dijo sin más y cerro al mano de él con el cristal que le había entregado.

Charls tomó el cristal de las suaves manos de Shedy, mirándola a los ojos. Notaba el dolor de desprenderse de algo tan preciado, pero en aquellos momentos no veían otra salida, e incluso Shedy había acabado por darse cuenta de ello.

Se acercó lentamente al yunque, esperando alguna reacción en el cristal o en la habitación que le dijera que no tenía por qué romperlo, pero finalmente acabó por descargar el peso del martillo sobre el último retazo que los unía a su pasado, a todos ellos.

En un rápido movimiento Charls martilleó con fuerza el último cristal haciendo que éste explotase en decenas de fragmentos al igual que los otros.

En el instante que se rompió el último cristal todo se quedó a oscuras y en absoluto silencio. Tan solo podíais escuchar vuestra respiración y sentir vuestros latidos.

Charls contuvo el aliento, notando cómo la negrura se había apoderado de todo a su alrededor. Confuso, trató de buscar algo que sus ojos pudieran discernir, sin éxito. El miedo comenzó a aflorar en su pecho. ¿Les había pasado algo? ¿Quizá habían desatado una trampa, y habían muerto o quedado inconscientes?

«¿Hola? ¿Hay alguien?» Charls trató de hablar, buscando una respuesta entre aquella negrura, algún signo de que no se había quedado solo. Porque eso era lo que más temía, quedarse solo y abandonado de nuevo.

Tomi no se sorprendió demasiado, la oscuridad era algo común en las cuevas, y en un inicio no esperaba menos de esta, quizás lo extraño para él era el ver tanta luz en un lugar cerrado, miró a los lados. La negrura absoluta no existía, no al lado de su compañero y su farolillo.

- Reb, necesitaremos que nos alumbres a ver si encontramos una salida, pero primero sella tu luz un momento que miremos si hay algún resquicio de luz que indique una salida.

Quería comprobar si había algún punto de luz que les indicara el camino, y lo vieran o no, luego dispondrían del siempre disponible farol del pequeño tomberí.

De repente, cuando el pequeño Tomberi alumbró con su farolillo, una extraña silueta se dibujó en mitad de la penumbra.

Junto a esa penumbra, un pequeño círculo rojo destacaba frente al resto.

Aquel círculo intenso desprendía un olor desagradable, incluso parecía que tóxico, brillaba como el fuego... y aunque la oscuridad ya no era profunda, las luces y sombras mostraban figuras que no tenían sentido.

Tras un chasquido de dedos la cueva se vio inundada por un baño de luz azulada que disipó por completo las tinieblas. Para vuestra sorpresa, tras donde estaba el círculo rojo se encontraba alguien, un hombre de ropajes extraños, alto, de constitución fuerte y con algo en la boca que desprendía humo, era como una pipa pero ¿más sofisticada y pequeña?

Aquel tipo tenía que ser extranjero, aquella ropa tenía cortes que nunca habíais visto, y el olor que desprendía... ¡era la primera vez que teníais a alguien así!

Recogido en su brazo tenía una túnica negra harapienta.

- ¡Buh! - dijo mientras sonreía de nuevo y daba una calada inundando de nuevo todo de humo.

Cuando la luz se apago, se abrazo a Charls, no era una chica asustadiza, pero la oscuridad no le gustaba y Charls, era el que tenia mas cerca y sabia que cerca de él estaba protegida -¿que ha pasado?- susurro, mirando sin mucho sentido a todos lados, luego vió el pequeño farolillo del Tomberi, era la única luz en aquel sitio. 

En ese momento aparecieron círculos de luz y.... ese hombre tan.... extraño -¿quien eres?- dijo sin mucho miedo, era extraño, pero no era miedo lo que le producía.

A Tomi no le daban demasiado miedo aquellos extraños círculos, pues deparaba que algo ocurriera, pero ver a aquel hombre era otra cosa, allí no debería haber nadie, y eso le daba cierto nerviosismo.

Ya preguntó Shedy y no iba a repetirse, pero si quedaban muchas dudas en el aire.

- amigo o enemigo? Que haces aquí? Y como has llegado? - no le gustaba ver a gente en un lugar "inexplorado" básicamente porque si había alguien no podía ser alguien normal, nadie se adentra en sitios peligrosos sin motivo, y de hacerlo podía ser competencia y no sentaba muy bien, aunque en aquel caso el problema era que entrara alguien en un lugar cerrado de repente...