Partida Rol por web

- Me . . has tomado por sorpresa Renall, no me cabe duda que le sienta bien el liderazgo . . señor, si le parece bien podemos hacer guardia nosotros las primeras 2 horas siquiera, para que puedan descansar los demás! - . Responde con cierta sorpresa Isabeau y después con aparente inocencia y confusión por la reacción de Euphemia ante la situación

La radio seguía sonando con la noticia de la radio algo curioso, sin embargo la continua información sobre las frontera abiertas me hizo sentir un choque eléctrico en el cuerpo, abrir las fronteras no haría mas fácil una invasión, había algo en la noticia que no me convencía en lo mas mínimo.

-No les parece sospechoso- dije mientras cerraba el libro - Fronteras abiertas, tanta amabilidad suena a algo muy sencillo, no lo creen- con tranquilidad deje el libro a mi costado - pero bueno, ¿Que piensan de ello?

Sinceramente no sé que hay dentro, ni me interesa saberlo, nuesteo trabajo es sólo transportarlo hasta el punto de entrega, lo demás es irrelevante.

Ahora, respecto a tu segunda pregunta, la respuesta es obvia, esa gente eran nuestros contactos, sólo que trataron de sacar ventaja de la situación para exigir más paga.

Afortunadamente son más cobardes que codiciosos. Ahora cadete, si me hace el favor suba esa caja al camión para largarnos de aquí. - responde la teniente con naturalidad.

Tras vuestra plática, el restonde la guardia sevos hace un tanto aburrida, al menos hasta que ven a tres sujetos salir corriendo por una calle lateral.

Los tres hombres parecían llevar bastante prisa pues os pasaron de largo sin siquiera mirarlos.

Cuando Renall abre la puerta para salir a vigilar, pueden escuchar una gran algarabía proveniente de la calle.

Al salir a la calle observan un gran ambiente de fiesta, es como si todos los habitantes de la ciudad estuvieran eufóricos por la partida de las fuerzas militares de Lucis.

De pronto ven pasar un auto el cual lleva diversos paquetes amarrados a au techo, por lo que no tardan en deducir que se trata de ciudadanos de Lucis que intentan abandonar la ciudad.

Al salir fuera me estiro un poco y me siento junto a la puerta con bastante tranquilidad, aunque no es que bajara la guardia si no que mas bien no me iba a quedar media hora de pie.

- Bueno, entonces... no se... creo que este es un buen momento para... no se... conocernos mejor... digo somos un equipo y me gustaría conocernos a todos mis compañeros mejor para saber que se les pasa por las cabezas y ayudarlos mejor.

No tenía ni la mas remota idea de que tema de conversación podría sacar con Isabeau por lo que la deje a ella decidir que contarme, tal vez así entendiera el porque de sus acciones en ciertas situaciones.

Se había alejado del grupo subiendo por las escaleras hasta llegar al ático, de ahí, salió por la pequeña ventana que había pero por la que cabía la dhampiro y se colocó en el techo, sentándose en él, mirando la algarabía del pueblo y que en cierta forma había ayudado a conseguir. Sentada, abrazó sus piernas dándole vueltas a lo que había pasado con Isabeau y Renall, escarchando el lugar donde estaba sentada. 

~ te engañará, te destruirá el corazón y lo sabes... es un mentiroso, ahora anda con esa pajarraca a la que debiste matar... el mocoso te hará débil ~ le decía el demonio, resonando en su cabeza, era su maldición y no podía acallarlo. 

  — ya basta, cierra el pico — reclama la chica llevando sus manso a sus oídos, pero eso no servía de nada, el demonio estaba metido en su alma, pudriendo todo. 

~ quieres hacerme creer que no te importa, pero no... mueres de celos, tonta, pequeña tonta que te enamoraste de un mocoso que se va con la primera que le hace ojitos ~

  — ¡Ya basta!   — grita, soltando sus piernas y el demonio deja de hostigarla, mientras Euphemia apoya sus manos apretadas sobre las tejas escarchadas, ella sabe que es lo mejor, que Renall estará seguro lejos de ella, pero hubiera preferido que fuera con otra, no con esa idiota, pero no importaba, no eso creía, porque mientras se repetía que estaba bien así, deseaba ir con él y tomarlo de la mano para llevárselo lejos. 

Una vez concluida tal conversación, me dedico a hacer guardia de brazos cruzados, lanzándole una mirada al elfo de vez en cuando mientras me muevo poco a poco, atenta a los alrededores. Si me mira, también puede notar lo cierto de mis palabras en ese cosas en las que uno no se fija tanto, pero que en conjunto dan un aspecto bastante menos vivaracho que ayer por la mañana, tras el simulador. Se notaba que el sueño no había sido precisamente reparador, más tensión en todo lo que hacía... Aún así, seguía sonriendo mucho. Trataba de animar a todos, aunque ahora él me hubiese aplastado un poquito más.

Al escuchar los pasos de los tipos que corrían desde el lateral del almacén, le hago un gesto a Eladamri, y avanzo hasta el lugar por donde van a salir, con la idea de interceptarlos o ver si escapaban de algo.

Eladamri asiente ante la señal de Aura y se pone en guardia listo para prestarle asistencia a su compañera contra lo que fuera que vinieta de aquella dirección.

La ágil reacción de Aura permite acercarse lo suficiente como para escuchar las últimas palabras de los misteriosos sujetos.

Malditos SeeD, me juego el cuello por ellos y no pueden agregar unos pocos giles a la paga, ahora estoy hasta el cuello de mierda por una miseria.

El ruido y la algarabía de las calles te hace imposible escuchar nada que no sean gritos de vítores y celebración por la partida de Lucis.

- Que quieres saber exactamente de mi guapo? No soy una linda princesa noble con apetito por tu sangre y poco escrúpulos para matarte si me parece que no has hecho las cosas como yo creo que deberías hacer lo .. jajaja!! - Susurró con evidente tono irónico Isabeau ante de levantar las manos en señal de arrepentimiento por sus palabras antes de corregir:

- Disculpa por favor Renall, solo que últimamente me siento claramente enjuiciada y descalificada por casi todos y sinceramente me molesta que mi error fue nada comparado con lo que hizo Euphemia conmigo y evidentemente a nadie mas que a la teniente parece haber le importado un poco … pero si lo que quieres es saber solo un poco de mi … debo decirte que desde pequeña he sido puesta a prueba por quienes viven conmigo por ser una semi-aven, en una sociedad donde eres valorado por tus méritos … de preferencia militares … tal vez por eso me urge brillar aquí para ser mas valorada entre los míos! Cuál es tu historia? -

La ronda de pregutnas terminó más rápido de lo que él esperaba. Y tampoco es que hubiera resuelto muchas de sus dudas, seguían sin saber que trasportaban o quien se lo había dado. Y aunque no negaría que la curiosidad le pedía a gritos que abriera la caja y él mismo lo comprobara, no podía hacer eso.

Tampoco podía pedirle a nadie que lo hiciera por él. Y además, si sabía que alguien lo iba a hacer debía impedirselo de forma activa. A veces odiaba su propio código de honor, y la máxima de la palabra de uno. Así, sin más espera, tomó la caja que le entregó Sasha y se dirigió al camión, metiéndola en la parte trasera y después abordando la cabina del camión, subiendose él como conductor.

Tras comprobar lo básico del camión, giró las llaves para arrancar el vehículo. - Conduciré yo. - acabó por anunciar, mientras esperaba que Sasha se subiera al camión.

Lo que pasó a continuación casi hace que se me escape una carcajada. Y es que, en ocasiones, las personas eran taaan fascinantes.

En cualquier caso la conclusión fue que, al menos, a Renall pareció llegarle mi apoyo, por lo que contesté a aquel gracias con una media sonrisa y un guiño, de esos que quiere decir "no te preocupes, aquí estamos para lo que haga fallta". Y, acto seguido, se largó de alli de la mano de Isabeau, lo que provocó una reacción de lo más divertido tanto en ella como en Euphemia, quien parecia estar celosa de repente.

-Joder, la que hay montada... -casi se me escapó, aunque mi comentario coincidió con aquella algarabía exterior que se oyó cuando Renall abrió la puerta- Fuera, quiero decir... - aclaré, señalando al exterior, mientras dejaba escapar un largo suspiro, asintiendo al escuchar a Kiel, quien parecía haberse centrado de repente y había dicho algo que a mi también me iba rondando la cabeza desde que había escuchado el mensaje.

-Uhm. A mi nada me huele bien ya. Quizás todo es magnífico y lleno de buenas intenciones, y estamos en el país de la piruleta, pero yo, por si acaso, estaría atenta. - dije, aprovechando la declaración de intenciones de Euphemia, para alzar una mano, en un intento de llamar su atención- Si quieres subo contigo, parece que somos la única pareja que queda por definir, ¿no? - dije, encogiéndome de hombros, sin tener muy claro qué era lo que podíamos esperar de aque lugar, ni de aquellas guardias.

Euphemia ya había subido las escaleras cuando Ruby se gira hacia ella para preguntarle si deseaba hacer guardia con ella, pero podría seguirla si así lo deseaba.

No escuchaba nada en particular, sólo la dicha de todos por la independencia, Euphemia se pone de pie y se acerca a la cornisa en la que se agacha para ver mejor desde arriba lo que pasaba justo delante de la casa, había mucha gente en las calles y sólo se escuchaban gritos y música. La dhampiro los observaba aún con reparos sobre su participación en toda esa celebración.