Partida Rol por web

Fue una de las últimas en llegar al lugar del evento, traía el cabello atado en una coleta y este estaba mojado, aún gotitas caían y quedaban sobre la falda que traía. Arregló un poco su cabello y siguió caminando entre los estudiantes, y. buscar quedar un poco apartada de la conmoción, aunque no tanto como para no poder observar a su alrededor. aunque cuando el director la quedó mirando, y se supo señalada, se cuestionó el no quedarse más atrás, total, no era del todo necesario su presencia. 

Aparte del discurso del director, ahora su atención estaba sobre el general Cecil, ese era el que más le llamaba la atención de todos los que estaban adelante, aparte del director obviamente porque era casi seguro que conocía de los hechos que necesitaba preguntar, pero negar que causaba miedo o intimidación era imposible. El discurso siguió tras la voz molesta de Sasha Mey, Euphemia se cruzó de brazos y su mirada se quedó con su gesto natural, serio y frío, era un gesto que no cambiaba y que sólo camuflaba cuando deseaba algo en especial. Pero sus ojos se cerraron un poco casi al final discurso, cerrando sus ojos, bostezando y pasado su dedo por su ojo derecho, para secarse una lagrimita. Ese discurso había sido demasiado largo, pero imaginó que era así siempre. 

Ya con los dormitorios distribuidos y los equipos formados, sólo faltaba ir a ver con quienes había tocado y donde. Dejó que algunos alumnos terminaran de ver el sus designaciones cuando ella se cercó y revisó su nombre. Una pequeña sonrisa surgió en sus labios y luego miró otro nombre, eso si que la hizo sonreír, realmente era esa persona demasiado divertida. Estaba en eso cuando Tempi se le acerca y le dice que era una pena que no estuvieran juntos, él había quedado con la chica león. Euphemia se agachó hasta quedar más o menos a su altura, para hablarle sólo a él. Euphemia le dice algo, y pone su mano sobre la cabeza del tara-taru, mirando de tanto a Aura con una sonrisa burlesca. Le puso la mano sobre la cabeza de Tempi y se piso de pie para ir hacia su grupo de cadetes.

— si algo me dice que no olvidas muy rápido las ideas que se te ocurren pero ... — hizo una pausa y ahora mirando a Aura con aquella sonrisa burlesca que era tremendamente irritante —  a tu amiga no le gusta mucho que me hables o te me acerques, así que... es una pena — levanta su mano y la pone sobre la cabeza de Tempi, volviendo a mirar a la ella, ahora mostrando sus colmillos—  yo detesto que las personas que me digan qué hacer, pero si tú crees que debes hacerle caso —  mojó sus labios, y se puso de pie para ir hacia sus habitaciones. 

          - Me agrada bastante que compartamos habitación, aunque no haya venido hasta aquí para hacer amigos  tampoco me desagradaría tener algunos cuantos como Euphemia y tu antes de convertirme en una Seed, pero no nos adelantemos a los hechos ... olaja puedas formar un buen equipo con quien aprender y trabajar Aokishi ... si puedo ayudarte en adelante por favor cuenta conmigo.      En cuanto al general Cecil Therenz ... pero por favor .... después del Director parece el tipo mas ... alucinante!!    Seguramente un tipo como él podría enseñarnos muchas cosas para ser los mejores cadetes Seeds!!  -     Le respondió Isabeau al joven Koshuto con la intención de animarle y mostrrarle que estaba muy feliz con lo que acababan de vivir, así como de la casa y compañera de cuarto que le había tocado después de haber estado escuchando toda la presentación con postura marcial, de manera que le dió una palmada en el hombro y le dejo para caminar hacia Euphemia, quien estaba con Tempi y tras escucharle la joven semi -Aven se acercó sigilosa a ambos para decir:

          - No lo lamentes demasiado amiguito, será un placer que nos visites con cierta frecuencia, siempre y cuando nos avises para no tomarnos por sorpresa ... claro eso si esta de acuerdo la dama de rica cuna ... jajaja ... ya en serio me agrada que compartamos habitación, pero creo que sería una buena idea conocer a nuestros nuevos compañeros de casa

Sabe que se refiere a ella con lo de chica de rica cuna, pero no hace gesto alguno, sólo suspira por unos segundos. 

— a mi no me molestaría, se parece a un juguete que tenía cuando pequeña, tenerlo en el cuarto seria casi igual a cuando era mas niña —  ladeo un poco la cabeza, mantenía los ojos cerrados —  te digo que no acostumbro a compartir las cosas —  abrió un ojo para mirarla, realmente estaba siendo sincera, nunca había tenido que compartir nada, no sólo por ser rica y todo eso, sino porque era la única niña entre muchos adultos —  pero confió en que podré adaptarme. además, te me haces agradable y no te costará conocer a los miembros de las demás casas, vamos, nos vemos de ahí, Tempi, claro, si puedes —  ya le había dicho lo que pensaba al joven Taru Taru, y continuó el trayecto hacia los dormitorios de la casa Diablo. Isabeau se le hacia impulsiva y confiada de sus habilidades, sería algo que trabajar, como todos pues los cadetes que estaba ahí, cada uno de ellos, tenía debilidades que tendrían que pulir o fracasar en el intento. El mismo director lo dijo, muchos de ahí, lo decepcionarían, y se decepcionarían de sí mismo. 

Mientras caminaba  en compañía de Ruby y Darius no podía dejar de maravillarme de lo inmenso que era el lugar, en  verdad la academia prometía ser un nuevo inicio para mi y no iba a desperdiciar esta oportunidad.

Mientras ingresabamos al salón junto al resto de cadetes, una chica gati empezó con las presentaciones.

Eh chicos mirad ya está empezando la ceremonia, busquemos un buen lugar. - digo mientras avanzo conmis amigos entre el mar de estudiantes.

Las palabras del director calan hondo en mi, e hicieron nacer en mi la convicción de esforzarme al máximo, para convertirme en alguien digno de ser conocido como el hijo de Keldon Lorian, o mejor aún grabar mi propio nombre en la historia como un adalid de la justicia.

Y mientrasimaginaba mi posible futuro, el buen Darius me saco de mi ensimismamiento, preguntándome por el número de mi movil. - Claro Darius, aquí lo tienes. - digo mientras garabateo mi número en un pedazo de papel, mi móvil era un tanto antiguo, a penas si servía para llamar y enviar mensajes de texto, pero era todo lo que me podía permitir de momento.

Luego tomo el uso de la palabra el general Cecil, la voz y el tono del Ilithid me resultaron bastante desagradables, tanto que me conpadecí de los miembros de su casa. 

Espero que los tres vayamos juntos a la misma casa, en verdad me la paso bien con ustedes. ¡Ojalá y terminemos juntos en Alexander o Bahamut! - comento esperanzado  al tiempo que los nombres van apareciendo en la pantalla.

La verdad es que me causo un profundo pesar que Darius, Ruby y yo no terminaramos en la misma casa, pero cuando volvi a mirar la lista y me percaté que terminé en la casa regentada por el Ilithid, sentí como si me hubieran lanzado una cubeta de agua helada sobre mi cabeza.

No puede ser. ¿Por qué a mi? - comento con voz lastimera mientras miro de un lado a otro a Darius y a Ruby intentando encontrar una explicación para mi suerte.

Bueno chicos, parece que no estaremos en la misma casa después de todo, pero al menos podremos almorzar juntos. ¿Cierto? - pregunto esperanzado.

- Al escuchar las palabras de Isabeau me levantan el animo, tiene razón pienso, si es una persona curiosa el Sr Cecil pero no creo que fuera bueno para salud pasar demasiado tiempo con el. -También tú puedes contar conmigo para lo que necesites, haré lo que este a mi alcance para ayudarte tanto para alcanzar tú meta como para cualquier cosa. la sigo al ver que va hacia Euphemia espero que terminen de hablar. - Euphemia  recordé que antes de todo el ajetreo del jardín me hiciste unas preguntas, ahora mismo no recuerdo cuales eran y te las debo por las que te hice y por haber permitido que revisara esa app en tu teléfono, en otro momento me las vuelves a decir y te contestare con mucho gusto, por ahora iré a ver a mis compañeros de casa, Espero que mi destino se vuelva a enlazar a el de ustedes en un futuro cercano señoritas. - Digo despidiendome de las chicas con una sonrisa para después ir hacia donde esta El Capitan Palkras Materix para que me guiara hacia el lugar que llamaría casa durante un tiempo.

Respondo con entusiasmo al saludo de Darius y Dayka, Tempi había mostrado curiosidad por Dayka, y le ofrezco mi mano a la dragona por si quiere saltar al brazo y que la acaricie, además de oler al Taru-Taru por si también permitía que él la acariciase.

Después del discurso, volví a hablar con Darius cuando se giró hacia mí, y pudo notar entonces, ahora que nos veíamos con mayor claridad, esa mezcla entre el entusiasmo por estar aquí y el "me estoy muriendo de sueño" de mis ojos.

- Ya sabes, me viene de los elfos que hay que ser espigado y esbelto lo más pronto posible. -comenté con una media sonrisa, usando dos de las palabras que se usaban a menudo para describir a la especie.

Muchos elfos pegaban el estirón algo antes que la media humana, y por algún motivo desconocido yo aún algo antes. Quizás fuese por el ejercicio, que obligaba a mis músculos a mantenerse flexibles y resistentes. O quizás no tuviese nada que ver, váyase usted a saber.

- Cuando crezca hasta tu tamaño vas a ver. -añadí con cierta diversión, aunque claro, ya sabía de sobra que eso no iba a pasar. Ante su presentación, dedico una jovial sonrisa a Ruby y Eladamri, que era de los pocos elfos (si es que había alguno más) que había encontrado en este lugar- Encantada de conoceros, soy Aura Trepe. Espero que tengáis suerte con vuestras casas. -les dije con simpatía.

Tempi se había largado a hablar con su "nueva amiga" y lancé una mirada en esa dirección. No iba con odio o nada similar, pero estaba clarísimo que no me fiaba de ella. Así, aunque sabía que no estaba bien, me enteré de que estaría en la misma habitación que Isabeau. Miré la lista de la casa Diablos y no tardé en entender por qué me daba esa sensación de creerse importante. Quizás no era una familia sobre la que hubiese leído mucho, pero sí había visto más de una vez el nombre Dracstone. La parte buena de esto es que, a pesar de todo, no creía que Isabeau fuese "mala", por lo que suponía que Tempi al menos estaría seguro si aceptaba ir a aquel lugar.

Vi que el compañero Elfo de Darius, Eladamri, comenzaba a mirar de un lado para otro como si lo hubiesen apuñalado, y casi inconscientemente busqué su nombre en la casa Diablos. En efecto, un nombre tan particular destacaba allí, pero más aún destacaba su apellido.

- Disculpa que te moleste un segundo. -le dije con gesto de malsana curiosidad. Malsana porque lo hubiese pillado con ese mazazo y aún así le preguntaba con ojos llenos de la misma- ¿Te apellidas Lorian?¿Como Keldon Lorian o es coincidencia? -le pregunté.

Al contrario que de los Dracstone, de los que no recordaba mucho, había escuchado un millón de historias de Keldon.

Con el inicio del discurso me doy cuenta de la aglomeracion de alumnos y las distintas razas que lo componen algunas de las cuales no conocia.Alcanzo a reconocer a algunos de los integrantes del grupo que encontre en la entrada de los cuales capto mi atencion el guerrero de lesperanza. El cual durante su llegada pude comprobar que estaba bastante familiarizado con la tecnologia, lo cual me dio esperanzas a que podria acabar de enteder algo del nuevo mundo que me rodeaba. A lo largo del discurso y debido a mi estatura decido ponerme mas alejado para evitar taparle la vision a mis compañeros de menor estatura, lo que no impide que algunos se tomen la libertad de subirse encima de mi, lo cual no me importa. Con la finalizacion de los comunicados me dirijo al lugar donde anunciarian donde estariamos destinados y al llegar me posiciono frente a la gran ventana donde apareceria lo que me depara el futuro. Como era de esperar he sido protegido por Alexander y tomo direccion al grupo dirigido por mi mentor Palkras.

El acto en general fue como casi toda esa clase de actos, realmente aburrido. Mucha gente pendiente de lo que decían allí, los profesores que eran líderes de las diferentes casas y que además parecía que se habían fijado en algunos de los alumnos. Cuando el director apareció Elisse sí que se sorprendió, no se esperaba para nada que fuera así, más bien se esperaba un humano, lo que hizo que mirara a su alrededor, le llamo la atención que la raza teóricamente dominante en el mundo no lo era precisamente allí.

Tras el eterno discurso del director, no porque durase demasiado, sino por la lentitud de este hablando hablo aquel hombre con cara de pulpo, pero ella estaba pensando en la forma de actuar del director:

Vaya… parece que se ha fijado en algunos, parece que antes de empezar ya tiene a sus preferidos y a sus menos preferidos…

El hombre con cara de pulpo era Cecil, aquel hombre que se habían encontrado antes y que sin duda transmitía cierta sensación de “mal rollo”, algo le decía que había bastante más de lo que parecía detrás de este. Se fijó en la pantalla y pudo ver como ella estaba en la casa Bahamut, trato de recordar al instructor de esa casa, pero no sabía quién era exactamente, no importaba, pronto lo descubriría más y sin duda no lo olvidaría.

Tras comprobar como no había nadie más en su habitación se sorprendió y empezó a caminar hacia las habitaciones siguiendo al grupo de compañeros de casa.

Mientras renegaba de mi suerte por haber terminado en la casa regentada por el ilithid, una voz desconocida llegaba a mis oídos, una voz que parecía provenir de un lugar lejano.

Sin embargo, al escuchar el nombre de mi padre,rápidamente volví a la realidad buscando al dueño de aquella voz, rogando no tener que encararme con el hijo de algún engreído noble del reino de los bosques, pues si había algo que en verdad me ponía de los nervios era saber que la mayor parte de la alta nobleza élfica consideraba a mi padre un traidor y desertor, mientras que el pueblo y las casa menores lo veían como lo que realmente era, un campeón.

Así que lentamente fijo mi vista en la dueña de aquella voz, al tiempo que me pongo a la defensiva.

Keldon Lorian fue mi padre y me siento muy orgulloso de ser su hijo e hijo de Lilith Mizzrym. - digo con bastante seriedad, mientras me preparo para recibir cualquier clase de comentario negativo sobre mi padre silvano o mi madre la elfa oscura.

Escucho la respuesta del Elfo y lo veo alzarse, claramente algo a la defensiva con respecto a lo que pudiera decir de los suyos. Seguro que ya se había llevado unos cuantos ataques importantes al respecto. Tras un breve instante cuando me mira, permanezco sin mudar el gesto, hasta que repentinamente se convierte en una sonrisa amable.

- Mi nombre completo es Aura Trepe Velenor. -le digo tranquilamente, sin perder la sonrisa, que se ve muy natural en mí- Hija de Airen Velenor, de Maderalba, que combatió junto a Keldon en Bosquegrís. -le digo con tranquilidad, mencionando sólo una de las batallas en las que Keldon había participado, una de las importantes, aunque no fuese la que más- Entonces la parte de Lilith también es cierta... Esa historia debe ser enrevesada, pero en cualquier caso ya era alguien digno de admiración antes de todo eso. Una lástima su pérdida. -quizás Eladamri pudiese dudar más acerca de mi sinceridad, pero Darius sabría que mis palabras iban en serio, no sólo por conocerme mejor, sino porque más de una vez le había hablado de historias de Keldon- Siento haberte importunado, pero si no te importase me gustaría conocer más sobre tu padre, más que lo que se dice en los libros... Y haces bien en llevar su apellido con orgullo. -concluyo aún con la sonrisa en el rostro.

Tardé un poco en comprender lo que me estaba diciendo Euphie. - ¿Te refieres a Aura? ¿No os lleváis bien?. Pero si es muy simpática.- No me gustaba la idea de que dos personas a las que consideraba mis amigas no se llevasen bien, ya me encargaría de solucionarlo. - Lo único es que a veces se preocupa demasiado.- Terminé, y en ese momento llegó su compañera de piso, Isabeau. - ¡Hola!.

- Claro avisaré antes.- Afirmé a sabiendas de que alguna vez aparecería por ahí sin previo aviso, una visita siempre es más grata si es inesprada. - No sabía que había juguetes como yo... Seguro que era tu favorito.- Dije guiñando el ojo de manera algo torpe y sacando la lengua. - Tengo que hacerme con uno de esos peluches.- Pensé a la vez que sonreía.

          - Compartir .... para mi eso es bastante irrelevante, no porque se me dificulte, sino por el contrario, he sido educada militarmente casi desde pequeña, de manera que he aprendido a desprenderme de las cosas y las personas mientras que ellas y yo no nos seamos útiles, así que para mi todo esta prestado ... hasta la vida, de manera que será mejor sacarle provecho a cada cosa y persona mientras que coincidimos con ella -   Perdón por explayarme filosóficamente -   Respondió la semi-aven a la noble chica Dhampir mientras que miraba de reojo a Aokishi y Tempi que estaban a su alrededor, les sonrió antes de decirles a ambos mientras que pensaba que la joven Dhampir parecía políticamente mandona, pero no la juzgaría tan rápidamente, no era su estilo:

         - Muchas gracias Aokishi por tus palabras, si te parece podemos intercambiar números telefónicos antes de separarnos para mantener el contacto -   Le dijo al chico la semi-aven mientras que le cerraba el ojo, antes de mirar de reojo al pequeño Tempi para decirle con incomodidad de no saber como hablar correctamente con alguien tan diferente como él:     

         - Solo tuve como juguetes de pequeña, muñecos de guerra y modelos militares a escala, así que no me imagino mucho eso de los muñecos de peluche, pero si ellos son como Tempi deben ser ... lindos.    Cambiando abruptamente de tema ... saben quienes son Eladamri Lorian, Kiel Vithar y Luchy Kupe?   Porque son los otros chicos con los que vamos a ingresar dentro de la casa Diablos

-Ah, por supuesto. - Le respondo a Isabeau, algo ruborizado. 

Bueno. Todo lo que paso a continuacion fue bastante apabullante para alguien como yo. Quiero decir... despues de todo aquel tiempo vagando de un lado a otro prácticamente sola, gestionar toda aquella cantidad de gente y todas aquellas normas y convenciones sociales me resultaba, como poco , algo estresante.

Quizas por eso me limite a caminar con el resto, asintiendo a Eladamri cuando inicialmente nos indico a Darius y a mi que lo siguieramos, centrando mi atencion en Darius, y aquel ultimo comentario sobre aquella conversacion pendiente a la que ya habia hecho referencia en mas de una ocasion. Un momento. ¿Me estarian engañando mis sentidos? No, juraria que no. Y eso me resultaba, en cierto modo, de lo más divertido.

En cualquier caso alli acabamos, en aquel gran salon, con un chasco enorme por no poder cenar -menos mal que mis maravilosos nuevos compañeros habian evitado que muriera de inanición- y más perdida que un pulpo en un garaje. ¿Pero como podia estar todo el mundo con aquella pinta de saber como iba todo y de conocer aquello de toda la vida? Por mi parte, no sabia ni en qué casa quería caer. Ni siquiera tenia claro que no me fueran a echar a la calle nada mas verme.

Pero no, ahi estaba, prestando toda la atencion que me permitia el nerviosismo y la impaciencia del momento a todas las personas que decidieron hablar en aquel momento... hasta que llego el turno del director y aquello fue ya demasiado para mis sentidos. La desconexion se antojaba practicamente inevitable.

Al menos Darius me sorprendio presentandonos a auna chica a la que, obviamente, no habia visto nunca, pero que resulto ser bastante maja, de nombre Aura, a quien dedique la mejor de mis sonrisas, al tiempo que alzaba mi mano a modo de saludo- Encantada de conocerte.  Suerte a ti tambien. - le indique, ladeando mi sonrisa, aunque por dentro le dedique por primera vez un pensamiento al tema de las casas. ¿Donde caeria? ¿Eso influiria en nuestro futuro? ¿Y si mis compañeros eran idiotas?

El caso es que, para cuando quise volver a prestar atencion y volver a centrarme en Aura, esta ya se habia puesto a hablar con Elamdari, como si conociera a su familia o algo de eso. Una situacion que hizo que, por un momento, notara un pellizco en el estomago, y mi rostro se ensombreciera durante un instante, al recordar algo que preferia mantener en el rincon mas oscuro de mi mente.

Por suerte no pase demasiado tiempo asi. Y es que, una vez mas, me vi arrastrada a la eleccion de casas, lo que hizo que todos mis sentidos se centraran en lo que estaba sucediendo entonces, y que me sorprendiera a mi misma, cruzando los dedos, mientras esperaba a ver donde habia caido.

¡Y la suerte quiso que cayera en la misma casa que Darius!

-¡Siiii! ¡Que suerte! - exclame, alzando una mano, para chocarla con el ronso, para acto seguido asentir, algo menos alegre, al ver que Elamdari no habia caido en la misma casa que nosotros- Joder, que putada... Bueno, no te preocupes. Efectivamente, podemos seguir comiendo juntos y estaremos aqui todos juntos de todas formas, asi que amigos podemos seguir siendo. - me encogi de hombros. No nos iban a mandar a cada uno a una punta del continente, ¿no? Tampoco podia ser tan grave el tema de las casas...

En cualquier caso, si que me consolaba en cierto modo saber que Darius estaria alli, aunque no tarde en darme cuenta de que me habian puesto sola en la habitacion- Hostia. Habitacion para mi sola, qué de puta madre. - dije, con una sonrisa de oreja a oreja. Ya sabes, peludo... si te ves en apuros, puedo ofrecerte asilo politico... -bromee entonces con Darius, dandole un pequeño codazo, dejando que Elamdari y Aura siguieran hablando de lo suyo, antes de dirigirnos hacia nuestra zona comun.

- ¡Claro! - Bueno, Dayka jamás había destacado por ser la más sociable, mansa o tranquila. Pero estaba seguro que entre los nervios que tenía, la cacofonía de ruidos y colores a su alrededor, sumado al estado general de euforia y expectación, ahora mismo podríamos hablar de la dragona más cordial de la historia.

- _{Va, Dayka. Pórtate bien... ¿Eh? -} Le susurré, mirándola de reojo. Y tomé el papel que me tendía Eladamri mientras la dragona utilizaba mi gabardina, agarrándose a los broches, botones y bolsillos con pasmosa habilidad para descender y saltar al brazo de Tempi, recorríendolo por los hombros para después recorrer el otro brazo y saltar de vuelta a Darius. - Puede que sea el inicio de una gran amistad. - felicité a Tempí, al ver la acción de la Dragona. Y le tendí la mano, bueno, el dedo, asintiendo con la cabeza. - Darius el Khar, encantado. Espero poder coincidir contigo. - le expresé mi deseo, después de todo si era amigo de Aura debía ser buena gente. Yo era buena gente, Aura se juntaba conmigo, así que por conclusión, todos los que se juntaban con ella también eran buena gente.

También yo tenía el mismo deseo que el elfo. Este me había caido bien, y en mi mente ya resonaba la construcción de un equipo de aquellos que yo pensaba que eran de confianza, que eran dignos. Pero el destino tenía otros planes, así que llevé mi mano al hombro del elfo, dándole un suave apretón. - Ánimo. - dije, mientras asentía con la cabeza a su propuesta. - Y entrenar, y hablar, y más. No creas que por estar en otra casa, voy a dejarte en paz. - bromeé, o al menos lo intenté. Pero para cuando Aura y Eladamri comenzarón a hablar, Ruby gritó junto a mi, llamando toda mi atención.

- ................ - No entendí que hacia con la mano levantada, así que se la agarré y la estreché en lo alto. Para después soltarla. Y afirmo algo sobre las habitaciones, como que estaba sola. Miró una segunda vez la pantalla. Él si tenía compañera de habitación. Así que la oferta de Ruby sería algo a plantearse. Se giró hacia ella. - Me gustaba más el otro nombre. - señalé ante lo de "peludo". Aunque la verdad, ahora tampoco recordaba como me había estado llamando en la nave.

Pero también era algo raro.

Para cuando retomé el tema de las conversaciones entre elfos, fruncí el ceño. Debía haberme perdido algo importante, pero... la cuestión era meter el hocico. - También a mi me gustaría conocer esas historias, si es posible. - le dije a Eladamri.

Al escuchar el nombre de aquella chica y el respeto con el que se refería a mi padre, mi expresión se relajó bastante.

Con gusto les hablaré de mi padre. Aura te ruego disculpes mi rudeza, pero últimamente no la he pasado muy bien entre nuestra gente. - confieso con pesar.

¿A qué casa te han asignado? A mi me toco ir a la regentada por el general Cecil y la verdad es que no me place mucho, hubiera preferido ir a Alexander o Bahamut. - comento, intentando entablar una conversación un tanto más amigable.

- Por nuestra parte. - incluyó esta vez a Ruby. - Sabes que siempre serás bienvenido por Alexander. Tu también, Aura. - dije esta vez, sonriendo. Y aproveché para meterme un poco con ella. - Aunque dudo que vayas a crecer mucho más. Así estas bien. - Y le puse la mano en la cabeza, dándole unos golpecitos.

Parece que Darius se ha rodeado de una compañía bastante agradable. Pienso sin dejar de sonreír cuando Ruby me responde a los buenos deseos, aunque había olvidado presentarse, pero eso tampoco me preocupaba. Hasta yo me siento un poco dispersa con este ambiente con tanta gente que va y viene.

Eladamri mostró una cara más tranquila, lo que hizo que ensanchase un poquito más mi sonrisa antes de negar con la cabeza.

- Nada que disculpar. Entiendo que la gente puede ser hiriente al tocar ciertos temas. -pensé en cuántas veces me habían llamado elfa incompleta, mestiza o algo semejante con claro desprecio.

Evidentemente nunca delante de mis padres, pero algunas de mis peleas de más pequeña (y no necesariamente tan pequeña) habían sido por eso. Aunque evidentemente no era igual al no tener una historia tan convulsa detrás, pero aunque fuese en un nivel muy reducido, podía entenderlo.

- Me corresponde la casa Bahamut, al parecer, así que si cualquier día necesitáis algo sabéis dónde encontrarme. -respondo con tranquilidad justo antes de que Darius aproveche para meterse conmigo.

Me cruzo de brazos y hago un mohín digno de alguien de la mitad de mi edad mirando a Darius, tras lo que replico:

- ¡JUM! Aunque me quede de este tamaño, te voy a seguir venciendo igual por más que crezcas tú, ¡que lo sepas! -a pesar de lo desafiante de la frase, se notaba que era más un juego entre nosotros que un reto.

Recuperando el gesto tranquilo y un ligera sonrisa, concluyo:

- Bueno, encantada de haberos conocido, deberíamos irnos moviendo para no perder a nuestros grupos. ¡Nos vemos en la cena! -concluí con entusiasmo.

Aquí termina el primer capítulo y oficialmente todos se retiran a sus dormitorios, en resumen unos llegaron temprano casi al medio día y otros casi justos a la hora. Todos tuvieron espacio para rolear y demostrar cómo son sus personajes para este primer capítulo solo repartiré Puntos de Rol (PR para futuras referencias), estos se desglosaran de la siguiente forma:

• Comparación de la descripción e sus personajes en la ficha con la forma de desenvolverse =1 PR
• Interacción con los demás personajes =1 PR
• Interacción con NPC =1 PR
• Interacción con el ambiente =1 PR
• Investigación del juego para usar referencias =1 Pr

Total a repartir en PR: 5 los que tengan 0/0 en algún renglón es porque no fueron evaluados en eso pero ese punto fue reasignado a otro renglón así que no se preocupen todos son evaluados por igual.

Eupemia: 1,5/1,5 PR; 1,5/1,5 PR; 1/1 PR; 1/1PR; 0/0 PR = Total 5/5 PR

Recuerden colocarlos en la sección de puntos de rol (PR) de su ficha y no los podrán gastar hasta subir de nivel. En ningún capítulo se reciben puntos de rol de la misma forma, asi que recuerden dar lo mejor de sus personajes y de acuerdo a como es cada uno de sus personajes.