Partida Rol por web

Jardín de Balamb. Vinz y Fiorette se conocen.

Escuchar su voz, verle abrir los ojos, y escucharla hablar con desparpajo me quita un gran peso de encima.

Habría sido una pena- Le respondo con sinceridad. Sus primeras palabras me hacen ver que aún estoy sujetando su mano entre las mías, la suelto rápidamente. Verla ruborizada es tan bonito que apenas consigo apartar mi mirada de ella.

Yo no puedo creer que perdiera contra una chica ¿Te das cuenta de lo que se van reír de mi los otros chicos? - Le digo con aparente reproche, aunque soy incapaz de estar enfadado con ella- Creo que ambos perdimos - Le digo en un tono más suave, para que no se flagele–  Pero no me arrepiento, ha sido una pasada. Todos en clase estaban alucinando.  Jejeje… ay- Al reírme me duele un poco la cabeza. - Nunca me habían dado tan fuerte…  creo que nunca más volveré a sacarte la lengua. -Le confieso mirándola a los ojos - Por cierto, me llamo Vinz.

Al escuchar lo de los tacos picantes levanto una ceja impresionado, pero antes de que pueda responderle el doctor y la instructora hacen acto de presencia. Permanezco callado durante la reprimenda, una bronca más una menos, ya estoy acostumbrado a que me regañen por culpa de mi rebeldía natural contra las normas, así que mantengo la cara de póker y espero a que acabe.

El doctor nos da algunas instrucciones, parece que tiene prisa por desentenderse de nosotros y nos invita a marcharnos. Lo único que me fastidia es tener que llevar el vendaje en la cabeza varios días. -Mi imagen y mi reputación por los suelos- Pienso con fastidio, aunque la verdad es que me importa menos de lo que pensaba.

Vámonos de aquí- Le digo animadamente mientras repaso mi imagen en un espejo y me peino con los dedos. No me preocupo de preguntarle si puede levantarse de la cama pues si yo he podido seguro que ella también, me ha demostrado que es bien fuerte y testaruda, no una damisela en apuros.

La salsa picante de la cafetería es demasiado fuerte- Le digo mientras vamos por los pasillos de la enfermería, caminado a su lado a veces nuestras manos se rozan y al final, casi sin darme cuenta mi mano se une a la suya. - Estoy seguro de que no puedes acabarte un taco con salsa picante.

Hace algunos años. Primer día de Alec en el Jardín.

Comparado con el pequeño pueblo de donde venia, donde la tecnología era bastante escasa y encima ahora con la nueva politica que habian hecho en Galbania eran pocos los recursos que disponiamos,aun así tras el incidente se sorprendia que tuviese algo de ropa, mi casa habia sido destrozada, mi padre estaba muerto y no tenia ningun lugar al que ir...salvo aquel lugar, el Jardín de Balamb así que era normal que estuviera tan asustado....

Trotaba detras de la mujer sin dejar de mirar a mi alrededor  con cierto temor, algunos alumnos me hacian gestos pero estaba tan asustado que no sabia sí eran de bienvenida o de burla ya que al minimo gesto me acercaba a la mujer, finalmente llegamos a la habitación y mi guia tuvo que empujarme para entrar ya que mis pies se negaban a moverse del sitio.

Conforme va dandome instrucciones asiento con la cabeza sin tener el valor suficiente de decir un simple "si" aunque giro con cierta timidez al momento en el que me presenta a Firion soltando un inaudible "hola", tras toda la información la instructora Raine se va dejandome solo con el chico nuevo, veo que me habla pero en principio no suelto palabra hasta que dandome cuenta que me está hablando siento que me sonrojo y comienzo a farfullar una respuesta.

---Yo...me da igual...no quiero ser una molestia, en serio- me apresuro a decir algo sonrojado - Es que nunca...nunca he compartido cuerto con nadie...y bueno...todo es nuevo para mi....

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

¿Curarme? Ay, dios mio, que me toca...

Me quedo totalmente congelado cuando me toma de la mano

Bueno, parece que es una mujer de armas tomar. Eso ya lo sabía yo, la he observado bastante. Aunque no es algo que vaya a decir en público...

Somos humanos ¿No? Cometemos errores. Lo importante es tener a personas que te ayuden cuando los cometas. Yo suelo cometer errores. Creo firmemente en que es el único modo de aprender cuáles son nuestros límites y mejorar. 

Me rasco la nuca mientras me río. Si, definitivamente los riesgos que tomo son para aprender. No porque me guste la adrenalina y sea un poco tonto... Síguete convenciendo, Gared.

¡Oh! Claro que sí

Se me iluminan los ojos cuando me pregunta sorbe si me había fijado en ella antes

Admiro tu forma de manipular la magia, y siempre me fijo en ti para canalizar bien. Eres muy perfeccionista y, como me gusta siempre ir un poco mas allá, aprovecho tus patrones para llevarlos un poco allá. No se, me gusta el riesgo, pero tener una base buena me ayuda a trabajar y conocer.

Sonrío levemente.

Se que no hemos hablado mucho antes. En parte es porque no sabía como empezar a hablar contigo... A veces no se cómo interpretar tus gestos

Uy... Creo que he dicho algo que no tenía que decir

Quiero decir ¡No lo malinterpretes! Es solo que pareces un poco distante...

Joder, eres lo más, Gared. Sigue así.

Eh...Jeje... No me lo tomes en cuenta...

Sonrío mientras miro hacia un lado. De verdad que mi cerebro está estropeado, o algo. 

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Ante el comentario de los errores, la mirada de Xia se ensombrece y le dice – Los errores acabaron con mi familia – y baja la mirada otra vez.

Los errores podían ser fatales y si los cometía en una práctica, era más sencillo que sí los cometiera en la vida real.

- El máximo límite es la muerte y si llegas allí, no hay vuelta atrás – era algo extremo, pero Xia estaba siendo honesta.

Al Gared empezar a hablar de su habilidad con la magia, Xia se veía sorprendida. Realmente conocía mucho de ella y eso la intimidaba bastante. Tenía deseos de salir corriendo, pero simplemente lo dejó acabar de hablar.

No tardó en arrepentirse de esa decisión. Era lógico, también la juzgaba. Xia era distante y seria, la trataban de insensible, mala compañera y varias cosas más. No quería mostrar su molestia, pero apretó sus puños.

Para hacerlo discreto y no molestar a nadie, dijo – Ya veo. Así que eso piensas. Disculpa. Debo irme – acomodó los libros restantes y comenzó a organizar los que estaba usando para marcharse.

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Lo siento, no quería que te sintieses mal por ese tema...

Es evidente que está aún sufriendo por la pérdida de sus padres. Quizás nunca supo gestionarlo. Yo nunca tuve que gestionar nada de eso, porque ni siquiera me acuerdo. ¿Qué voy a saber yo? ¿Quién soy para juzgarla? 

A mi me daría igual morir si con ello salvo a la gente que me importa. 

Me encojo de hombros. Caigo en la cuenta de que quizás vuelva a tomárselo a lo personal... Puede que haya vuelto a meter la pata.

Espera ¿Por qué se quiere ir?

¡Eh!.. ¡Espera! 

Es un acto reflejo, pero agarro su mano con la mía. Me doy cuenta de lo que he hecho y tras un momento así, la suelto.

Solo me quedo mirándola, esperando su reacción. 

No pretendía ofenderte... Discúlpame. Mira, volvamos a empezar.

Me siento cada vez más cómodo. Sonrío y le tiendo la mano a modo de saludo. 

Soy Gared Kramer. No se si sabías mi nombre, aunque creo que se escucha mucho por ahí. No siempre está relacionado con algo positivo pero...

Me mantengo en esta posición, mirándola atentamente. Espero que al menos se gire.

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Nadie debía verla llorar y realmente sentía que ese chico quería retenerla. Cuando sujetó su mano, Xia le miró sorprendida. En todos sus años allí, nadie había sido cercano a ella y ella había dejado de recibir mucho afecto hace tiempo. La soltó y ella se fijó en la mano de Gared y luego en la suya. No comprendía muy bien su actuar, más porque parecía saber mucho más de ella que ella misma.

Entonces, el chico se disculpa y Xia deja lo que está haciendo, voltea hacia él una vea más y ve la mano extendida mientras se presenta más oficialmente.

- Soy Xia - no le sostuvo la mirada, pero le dio la mano. Su apretón era delicado pero firme.

- ¿Morirías por salvar a los que amas aunque eso implique que quedarán solos? - dijo simplemente. Quería salir de allí, pero no quería ser tan descortés con el chico. Se devolvió al lugar donde estaba estudiando y siguió organizando los libros. Fuera porque se marcharía o no, no seguiría estudiando, había perdido el ánimo de hacerlo.

Hace algunos años. Primer día en el Jardín.

Parece buen chico, pero creo que un poco resabiado. Supongo que seré igual de aquí a unos años.

Después del paseo tampoco tengo mucho más que hacer, así que me planteo mis posibilidades. Podría ir al gimnasio, a fin de cuentas he venido aquí para ser el mejor SeeD y eso no se consigue tumbado en la cama dejando pasar el tiempo. Sin embargo creo que mi primera obligación es ocuparme de mi hermanita. Parecía más afectada que yo por no estar en la misma zona del Jardín, así que lo mejor sería ver si está mejor y si no charlar un rato con ella del tema.

Bueno, pues pasearé a ver si a mi hermanita le está yendo bien.

Me dirijo a los dormitorios femeninos para ver si encuentro la habitación de Uzume o a alguien que sepa a donde la han llevado exactamente.

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Sonreí cuando me dijo su nombre. Vale, vamos avanzando. Al menos parece sentirse un poco más cómoda. Es un avance que no salga corriendo...

Se que, si llega el momento de caer, lo haré protegiendo a los que no pueden hacerlo por sí mismos. Y mis amigos sabrán que dí mi vida por una misión noble. Si, los dejaré solos, pero en el tiempo que esté entre ellos, me aseguraré de que en su memoria siempre recuerden que lo más importante es seguir adelante manteniendo una sonrisa. 

Me volví a encoger de hombros

Soy un poco idealista, quizás de ahí viene mi rebeldía, pero, no se. Supongo que pensar así es una elección.

Cuando vi que estaba recogiendo sus cosas, me acerqué a ella

Permíteme ayudarte.. Como manera de pagar que me ayudases tu a mi.

Recojo algunos libros sin dejar que me responda, y se los cedo.

En fin, que es el momento de sugerirle lo que de verdad quiero ahora

Los exámenes son en un par de días, y no se me da muy bien estudiar... Así que el examen teórico no lo tengo muy bien preparado. Me preguntaba si tu... bueno, si me ayudarías con eso. A cambio podríamos trabajar en tu juego de piernas y velocidad, para que la próxima vez puedas alcanzarme.

Le saco la lengua y cierro un ojo, en una expresión muy divertida. Hago más que evidente que estoy bromeando. Parece que vuelvo a ser el payaso Kramer

¿Qué me dices? Va di que sí, di que sí, di que sí

Empiezo a dar saltitos en el sitio. Si encima de conocerla un poco mejor, mejora mis posibilidades de aprobar el teórico, estaría sellando un acuerdo que me favorece muchísimo. Por fin una buena idea, Gared. Te ha costado ¿Eh?

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

El chico hablaba de una manera más sensata de lo que pensaba, aunque ella no tenía a nadie a quien quisiera proteger, a todos los había perdido. Su tía Xu se había encargado de que no pasara hambre, pero sus obligaciones no le habían permitido desarrollar un vínculo afectivo con ella.

- No todos podemos encontrar razones para sonreír – dijo por lo bajo, pero seguro el chico pudo haberla escuchado.

Xia ya había recogido casi todas sus cosas, pero el chico le ayudó con lo último. Dejó el libro del diseño que se había arruinado abierto para que no se dañaran sus notas y escuchó al chico. Tenía casi todo entre sus brazos y escuchó aquello. ¿Ese chico quería estudiar? De verdad no parecía que se preocupara siquiera por pasar el examen. Parecía más del tipo que copiaba para pasar, o al menos era la imagen que tenía de él.

Entonces, pareció inquietarse más de la cuenta. Xia se asustó en parte y comenzó a mirar alrededor. Estaban en una biblioteca y tanto ruido no era conveniente.

- De acuerdo, de acuerdo. Pero detente – suspiró y le pregunto.

- ¿Ahora? ¿O en otro momento? -.

Jardín de Balamb. Vinz y Fiorette se conocen.

-No se ríen de ti ya?, eso si es una novedad- Dijo Fiorette sacando la lengua divertida en señal de broma, les habían metido un buen regaño, salvo el doctor Kadowaki, estaba preocupada sin embargo de que el incidente llegara a mayores, no quería causar una mala impresión que manchara su historial y se viera reflejado a la hora de realizar su examen SEED, y se lo dijo a Vinz una vez que salieron.

-Me preocupa que la señorita Joule se meta en un problema por nosotros; sobre todo me preocupa que el altercado pase a mayores y resulte en notas negativas en nuestro examen SEED, ¿y si nos expulsan?.- Dijo la niña de cabello negro, llevandose ambas manos sobre el pecho mientras caminaban, se tocó la cabeza desesperada y la sacudió fuertemente para sacar ese pensamiento de su mente. Escuchó a Vinz y no pudo evitar sonreir con verdadera franqueza. -Jajaja, si ya lo creo, hubo un momento en que miré a Yuki mi compañera de cuarto, pensé que le iba a dar un ataque al corazón de la emoción, veía su borrón de cabello rojo corriendo de un lado para otro como loca.- Luego recordó que Yuki era bastante bajita, y mucho mas chica que ella (por dos años, pero cuando se es niño, dos años valen como por 7 cada uno),asi que seguro estaba mitad aterrada, mitad fascinada contemplando el combate.

Lo único que en aquellos momentos le incomodaba realmente, eran los vendajes en su cabeza, restándole elegancia a su ya llamativo andar, rara vez se sujetaba el cabello, pues lo tenía corto, y prefería usarlo suelto, avanzaban por los pasillos, y entonces Fiorette sintió la mano de Vinz tomándo la suya, la chica se quedó boquiabierta, como si le hubieran echado un cubo de agua helada encima, si al principio sentía mariposas en el estómago, ahora sentía una marabunta de hormigas subiendo por sus piernas, y una parvada de chocobos desquiciados correteando por su estómago, se puso de un color que seguramente la hubiesen envidiado  los tomates, Fiorete rapidamente giró su rostro hacia otro lado, para que no se le notara el subido tono de su mano, su primer reacción fue abrir la palma de su mano para soltarse, pero luego sin darse cuenta ni entender porque, apretó con suavidad la mano del niño de cabello platinado. Tragó saliva sonoramente, antes de decir con una voz aflautada y melosa.-Fiorette, caugh caugh- carraspeó, y habló recuperando su habitual tono de voz sereno. -Me llamo Fiorette, Fiorette Gulbahar, vengo de Windhill, ¿y tú?.-.

Habían llegado a la entrada de la cafetería y ante el desafío la chica sonrió con suficiencia. -JAH,te gustaria apostarlo?, debería saber pequeño Vinz, que Fiorette como salsa con tacos, no tacos con salsa, bebía salsa picante del biberón cuando era niña.- le guiñó un ojo divertida.

Jardín de Balamb. Vinz y Fiorette se conocen.

Ja, ja que graciosa – Respondo a su broma - Debes saber que la mitad en este Jardín me admira…       claro que la otra mitad me odia, pero eso es solo porque son unos envidiosos.  

Al escuchar sus temores sobre nuestro futuro me contagia la preocupación, en verdad sería un problema que nos expulsaran, nada odiaría más que tener que regresar a casa humillado, y tener que admitir que las palabras de mi padre son ciertas. - “Nunca te convertirás en un Seed. Solo eres un idiota jugando a los soldaditos” – A pesar de los años, esas palabras aún duelen cuando resuenan en mi cabeza.

Vinz DiVale. De Galbadia capital -Le respondo, pronunciando mi apellido con algo de reticencia. Mi familia es bastante conocida y temo que, como muchos otros, su actitud hacia mi cambie al saber de que familia vengo.    

Al llegar a la cafetería ordeno un taco con salsa picante para ella, y otro al pastor para mi, con refrescos y unos bonitos vasos con helado de postre. La dependienta ya me conoce y no se molesta en pedirme el dinero, simplemente pasa la factura a mi cuenta.

No te preocupes, seguro que no llegan a tanto- Le digo cuando vuelvo junto a ella, siguiendo con el tema de la expulsión - Pero a una mala, si llega el caso puedes venir conmigo a Galbadia. Mi familia tiene una casa enorme, con muchos jardines y fuentes, solo mi habitación ya era casi tan grande como todo el Jardín - Le digo exagerando un poco – Mi familia no pondría pegas, seguro que podrías ser…     mi criada personal o algo así – Añado devolviéndole la broma y aguantándome la risa ante su previsible repuesta. Pero rápidamente, antes de que pueda enfadarse decido intentar arreglarlo- Aunque eso también nos traería problemas, porque mi padre siempre ha querido casarme con fines políticos, pero yo solo aceptaría casarme contigo– Le digo sin ser consciente de lo que acabo de decir hasta después de decirlo, lo que esta vez me hace enrojecer a mí. ¿Pero qué dices? -Me reprendo. No entiendo que es esta química, ni porque me siento tan cercano y tan cómodo hablando con Fiorette, cuando hasta ahora mi interés por las chicas no había ido más allá de tirarles del pelo y hacerlas pelear -… con… con alguien como tú quería decir – Digo intentando arreglarlo mientras me centro en comer el taco para disimular mi azoramiento.  

Jardín de Balamb. Vinz y Fiorette se conocen.

-Que apellido raro, no lo había escuchado nunca.- dijo Fiorette rascándose el mentón un tanto intrigada, y hablaba con total franqueza, el apellido no le sonaba, añadió. -Windhill es un lugar al que las noticias siempre llegan de último...si es que llega alguna, has escuchado el dicho "pueblo chico, infierno grande", bueno, algo parecido pasa en mi pueblo natal.-

Su siguiente comentario, entonces despertó realmente el interés de Fiorette, el niño venia de una familia acomodada de Galbadia, ella asu vez provenía de una familia acomodada, aunque ahora que lo pensaba mas detenidamente, no estaba segura si para la época se podía seguir considerando una familia acomodada, porque más bien resultaba ser una familia caída en desgracia. Se quedó pensativa unos momentos y le dijo. -Bueno, yo no pienso volver a Windhill nunca, si me expulsan, la mansión de mi familia también es grande, tanto que para ir de la sala al comedor tienes que montar un chocobo.- le guiñó el ojo para que comprendiera la broma.

-Realmente no es tan grande, pero si es una mansión muy antigua, tiene muchos secretos, perteneció a la familia por más de siete generaciones.- Luegó lanzó una risilla burlona, se acomodó el cabello con un movimiento desdeñoso, y añadió -Tu criada?, seguramente tu familia quedaría tan prendada de mi gusto refinado, elegancia, y talento para el combate, que te echarían a la calle para volverme su heredera universal.-Levantó su mentón con el aire de una princesa de gran abolengo, y se sentó con la espalda muy derecha en una de las mesas.

Luego el comentario sobre casarse hizo que Fiorette parpadeara rápidamente en actitud perpleja; se percató de que el niño se ponía rojo, y Fiorette sonrió con ternura .-Bueno, pero lo haremos por comunidad de bienes, así si algo sale mal, planeo dejarte hasta sin una cama donde dormir....eh...Vinz por cierto...ese era mi taco.- Le dijo Fiorette señalando el taco que por equivocación Vince habia cogido, el que estaba rebosante en salsa.**
 

Hace algunos años. Primer día en el Jardín.

Te internas por los pasillos de los dormitorios femeninos, un grupito de chicas vienen de frente cuchicheando algo entre ellas y emitiendo risitas nerviosas, sonrojándose alguna de ellas cuando te acercas a preguntarles. Tras una breve conversación te dicen que han instalado a una chica nueva en la 348.

Al llamar a la puerta, efectivamente es Uzume quien te abre. Tu hermana apenas muestra alguna emoción aunque tú le notas que está contenta. La chica abre la puerta invitándote a entrar. A diferencia tuya, ella aún no tiene compañera de habitación, así que disponéis de toda la habitación para vosotros.   

Estaba nerviosa – Te confiesa, intuyendo el motivo de tu visita. -Pero está bien. Me gusta esto. Supongo que algún día me asignarán una compañera, pero de momento me tengo que apañar sola. ¿Qué tal tu compañero de cuarto?

Jardín de Balamb. Vinz y Fiorette se conocen.

Sientes reverberar el poder de Sirena en tu interior, estar enlazada a un GF te permite sentir sus emociones y pensamientos, y a ella las tuyas. 

-Ji ji ji, que hume tan interesante -Escuchas la “voz” en tu cabeza. El ente parece estar disfrutando con el juego de amor-odio que te llevas con Vinz.  - Quieres golpearle, y besarle al mismo tiempo, ji ji ji. Creo que te gusta más de lo que estás dispuesta a confesar.  

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Sientes reverberar el poder de Hashmal en tu interior, estar enlazada a un GF te permite sentir sus emociones y pensamientos, y él siente los tuyos.

Hummm, ese hume es patético. -Sientes el malestar del GF a quien no parece gustarle el ladrón, cuya actitud de rebelde contra toda norma establecida choca con su esencia más básica, la legalidad y el respeto a las normas.

No obstante al GF le apacigua la forma firme y segura de ti misma que tienes de manejar la situación y a pesar de algunas protestas, vuestra afinidad no se resiente por ello.

Hace algunos años. Primer día en el Jardín.

Bien- respondo mientras me siento en su cama-. Un poco despistado y parece que siempre va persiguiendo sus propios planes, como si le faltara tiempo.

Sonrío con cierta picardía.

Me ha dado por preguntarme si nuestras habitaciones es posible que sean en las que alojaron a nuestros padres antes de ser SeeDs- comento con cierto aire soñador-. Cuando volvamos, si volvemos, tengo que preguntárselo. Pero… volviendo a lo que estábamos. Me alegro de que estés mejor, no quería que esto se te hiciera tan duro como parecía.

Le indico que se siente con un gesto.

De todos modos creo que si nos han mandado juntos es para que cuidemos el uno del otro. Hasta que salgamos de aquí al menos nos tendremos. Al menos tendremos eso.

Jardín de Balamb. Vinz y Fiorette se conocen.

Entonces está decidido- Digo alegremente - seremos marido y mujer -Le digo haciendo un juramento con ella, juntando nuestros dedos meñiques.

Tras el primer mordisco al taco picante no me había dado cuenta de lo que estoy comiendo hasta que la quemazón empieza a subirme por la garganta… algo que me confirman las palabras de Fiorette, que parece estar desternillándose a mi costa. El primer instinto es el de beberme todo el refresco de golpe y meter la lengua en el helado, pero demasiado orgulloso para reconocer mi error finjo que lo he hecho adrede y le doy otro mordisco al taco.

Cla.. claro. Ya lo sé. -Le digo casi sin poder hablar -Es que a mi también me gusta el picante – Le digo con la cara roja y lágrimas en los ojos – Esto no es nada para mi.  -Le digo dándole un tercer bocado al taco con testarudez, y un cuarto y un quinto y así hasta terminarme el taco con la única finalidad de impresionarla aunque temo que el efecto es justo el contrario porque justo cuando trago el último bocado, pierdo la consciencia momentáneamente, todo rojo, mi cabeza cae hacia atrás mientras de la boca me surge una columna de humo. Varias personas en la cafetería nos miran extrañados.

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Hashmal tenía razón, era un chico necio, de mala reputación en el jardín y poco respetuoso de las reglas. De hecho, Xia solo escuchaba de la cantidad de problemas en que se metía y cómo la instructora Leonhart tenía que perseguirlo.

- Un tanto, es cierto. Seré muy exigente con él si realmente quiere estudiar y pasar. No le ayudaré a menos que sí quiera estudiar - era casi una promesa a su G.F. 

"Bueno, tu también deberías de admitirlo, unos años más, y no dudo que este chico levante pasiones dónde quiera que pase. ¿Tú crees que me gusta?, bah, sólo estoy siendo amable...creo" Pensó Fiorette, respondiendo a las palabras de su GF, que habían resonado en su mente, mientras miraba a Vinz, el cual continuaba comiendo, se acomodó en la silla, poniendo sus manos sobre sus rodillas, con la espalda muy derecha y negando con su cabeza lo que Vinz estaba haciendo.

-Hombres, preferirían enfrentarse a un dragón desnudos y sin armas a mostrar debilidad.-  Le dijo Fiorette, venía de un clan matriarcal, la mayoría de los varones de su familia, incluido su padre, ocupaban un rol menos interesante que el de las mujeres.

-Entonces no te importara que coma este taco al pastor...mmm...delicioso.- Dijo Fiorette hablando mientras Vinz continuaba masticando. Entonces Vinz comenzó a ponerse muy rojo, Fiorette lo miró, y no pudo evitar expulsar una risilla divertida que se apresuró a cubrir con una de sus manos haciendo un movimiento delicado y sútil, pero al ver convertir su cabeza en una olla express, Fiorette no resistió más y una sonora carcajada brotó de sus labios, su risa fue tal, que sonó por encima del bullicio habitual de la cafetería, algunas personas dejaron de hacer sus actividades y voltearon a ver de que se trataba.

Sin duda la escena debió parecerles hilarante a algunas y sorpresiva a otros, sobre todo a los que rondaban la edad de Fiorette, niños que habían convivido con ella en clase, y que la consideraban una niña presumida y sabionda. Lágrimas de risa brotaban de los ojos de Fiorette que ya estaba muy roja. Sacó de su bolsillo del uniforme un pañuelito, lo mojó en su vaso de agua fría y jaló su silla hasta ponerse al lado de Vinz, lo obligó a beber el agua, y con el trapo humedecido, se lo pasó por las mejillas para limpiarles el sudor provocado por el exceso de picante, y luego por su camisa, la cual se habia manchado de salsa.

Se sorprendió a sí misma de lo que había hecho "Te saliste con la tuya Vinz". -Bueno, supongo que en la lavandería limpiaran mejor tu camisa.- Luego se percató de que la observaban, y dijo en voz alta.

-Vaya vaya, Vinz Di Vale, derrotado nuevamente por la hermosa, inteligente y bien educada señorita Gulbahar. Son 100 giles, y ordenar mi cuarto y el de la pequeña Yuki toda la semana.- Miró a Vinz con ternura, y le dió unos golpecitos en la cabeza con su dedo indice, mientras se acercaba a el para susurrarle al oído. -Eres un tontito Vinz Di Vale, y eso me agrada-.

Entonces lo miró unos segundos, y recordó algo que Vinz había dicho.-Ah, entiendo a lo que te referiste hace rato, al menos tu estás seguro que tienes una mitad que te admira. Yo tengo la certeza de que todo el jardín, salvo los profesores y Yuki, me aborrecen. Escuché a unas niñas hablando de la " presentuosa señorita sabelotodo"...Y un día en el pasillo, sorprendí a ese rubiales cabeza hueca de Gared Kramer imitándome...yo nunca levantó la barbilla cuando estoy enojada.- terminó su frase, y sin darse cuenta, cruzó los brazos sobre su pecho y levantó mucho la barbilla, abrió la boca sorprendida y se quedó roja, volviendo a bajarla una vez más.

-Vinz...¿porqué estás aquí?, ¿que te gustaría ser cuando seas grande?, ademas de casarnos claro; si no es muy imprudente preguntar. También eres huerfano como nosotros?.-Preguntó la niña, recargando sus codos en la mesa, y contemplando a Vinz fijamente.

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

-Hummm - Hashmal no responde, es algo gruñón, pero notas que está satisfecho, aprueba tus palabras y tu forma de proceder con Gared.