Partida Rol por web

Hace un par de días. Ciudad de Balamb

Tras una vertiginosa carrera que no os lleva más de diez minutos a velocidad de vértigo llegáis a Balamb. Gared llega triunfalmente a la entrada de la ciudad unos minutos antes que Vinz, ganando claramente carrera y apuesta.

Balamb es la  capital de la isla con el mismo nombre. Se trata de una pequeña ciudad costera y turística conectada conectado con el continente Galbadiano a través del ferrocarril transcontinental.

La ciudad fue fundada por pescadores, aunque pronto florecería como destino turístico, gracias al ferrocarril submarino. Hoy día es una ciudad próspera y cosmopolita, orientada al turismo, con muchos comercios, restaurantes, tiendas en las que se puede encontrar de todo y lugares de ocio. En la plaza principal hay una estatua de Zell Dintch, el legendario Seed y héroe local.  

La ciudad ha crecido bastante en pocas décadas, se ha edificado mucho a lo largo de la costa, pero con edificios bajos y pintorescos que mantienen el estilo arquitectónico de la ciudad.   

Es fácil encontrarse con cadetes y seeds de permiso, muchas de las tiendas y servicios están orientados a ellos, y a pesar de los problemas que ocasionalmente ocasionan, los habitantes de la ciudad se enorgullecen de “sus” Seeds.  Uno de los lugares más transitados, donde suelen verse Seeds de permiso es el “Crunch” un pub con terraza, billares y buena música regentado por los descendientes de Zell.   

Hace algunos años. El primer día de Fiorette en el Jardín.

Ay, pues no. Es que casi toda la ropa que tengo, menos los uniformes, es de la beneficencia.  Lujos… lo que se dice lujos… no hay muchos por aquí. Incluso tenemos que lavarnos la ropa y hacernos la comida. Pero no te preocupes. Te acostumbrarás - Te responde la chica sin perder su sonrisa en ningún momento - ¡Si quieres puedo cortarte el pelo! -Se ofrece emocionada ante la ocurrencia.

Por aquí los llamamos Guardianes de Fuerza o “GF”, para abreviar -Te comenta en relación a las invocaciones, mientras saca una cesta de su armario llena de bobinas de hilo de distintos colores, agujas y tijeras -   El instructor Almasy es uno de los mejores invocadores del Jardín. Nos da clase cuatro veces por semana. Pero también hay que ir a gimnasia, magia, matemáticas, lengua, infiltración, historia y una vez por semana hacemos prácticas en la zona de entrenamiento. Y no creas que es opcional. El paquete va completo.

Yo nunca conocí a mis padres, pero no es una mala vida, cuando te acostumbras. Ah, -Te dice como si acabara de recordar algo.- Los cadetes tenemos toque de queda a las diez de la noche. _{Aunque algunas noches nos escapamos y vamos a Balamb a través de la zona de entrenamiento.}-Te dice traviesamente, en tono confidencial, como si alguien pudiera oíros allí dentro.

¿Que? ¿Como lo prefieres? -Te dice emocionada, empuñando peine y tijeras. 

Hace algunos años. El primer día de Sally en el Jardín

Aquel sitio era impresionante, para ella que había visto algunas zonas cuando era más pequeña porque sus padres trabajaban allí no era tan ajeno, pero aun así estaba viendo zonas que no había visto antes y sin duda eran impresionantes. La mujer que le estaba haciendo de guía era terrorífica, seguro que era una de esas famosas brujas, aunque, que ella supiera no tenían prohibido ser Seeds, y seguro que era una muy fuerte y poderosa, a fin de cuentas, eso era lo que importaba y lo que ella quería ser, fuerte, muy fuerte, más que su padre.

La habitación era increíble, sobretodo el hecho que viviría allí sola sin sus padres, solo con aquella chica que parecía que tenía miedo de todos y que si la mirabas bien parecía hija de la mujer que estaba acompañándole. Cuando esta mujer iba a marcharse Sally dice:

Claro… no se preocupe… y muchas gracias por traerme aquí, jeje

Había dicho en un tono de voz imitando a como había escuchado hablar a su padre con otros compañeros Seed. Tras eso mira a la tímida Alexandra y dice mientras extiende la mano:

Hola, yo soy Sally Spencer, pero puedes llamarme Sally… ¿Qué tal? Waaaa, este sitio es súper chulo eh… que bien una habitación grande para las dos, va a ser súper divertido todo. Por cierto… mi padre me ha dicho que me especialice en pistolas y cosas de esas, pero no sé, no me termina de convencer… ¿tú que estudias?

Hace algunos años. El primer día de Ional en el Jardín.

Encantado Ionial- Te dice el chico cortesmente, demostrando haber recibido una buena educación-  Si, tenemos un cuarto para cada uno, pero todo lo demás es compartido. Me alegra que te guste, lujos… lo que se dice lujos… no hay muchos por aquí, pero sí que es un lugar agradable. Tenemos que lavarnos la ropa y hacernos la comida, a menos que tengas dinero, pero yo voy bastante justo así que me apaño como puedo- Te responde el chico sin perder su sonrisa en ningún momento. -Al menos, si algún día nos convertimos en Seeds nos darán una habitación propia

Entre semana tenemos clase desde las nueve a las cinco, con un descanso a mediodía. El resto del día y los fines de semana es tiempo libre. Los cadetes tenemos toque de queda; a las diez de la noche tenemos que estar en nuestras habitaciones, pero muchos se lo saltan.

Si te apetece podemos dar una vuelta por el Jardín y te voy enseñando esto -Te comenta amablemente.

Hace algunos años. El primer día de Fiorette en el Jardín.

A cada situación que Yuki le describía Fiorette abría más la boca alarmada, ¿lavar?, ¿cocinar?, seguramente por la canasta de hilos que Yuki habia sacado, también surcian su propia ropa, con resignación y pesadumbre asimiló lo que ella temía " en el lugar no habia comodidades", pero es que tampoco era como que se podía echar para atrás. Bueno si podía, pero era demasiado orgullosa como para darse vuelta y volver a Winhill, en compañía de su hermana con la cola entre las patas, jamás le demostraría a esa acaparadora que se había rendido, nunca lo haría.

-Suena bien...salvo por la parte de la infiltración, no se me da bien pasar desapercibida nunca lo he logrado. Y por cierto respecto a tu ropa, ya te regalaré yo algo, la ropa siempre debe ser algo importante en las chicas, a ti no te falta belleza, solamente compromiso- Sus pies finalmente se despegaron del suelo, y anduvo con la espalda erguida mirando más de cerca la estancia, tenía forma de una sala de estudios, cogió una silla de una mesa cercana y se sentó en ella, apoyando las palmas de sus manos sobre sus rodillas.

Miró su pálido reflejo reflejado en el ventanal, las facciones finas como de muñeca de porcelana, y la piel blanca casi pálida, acrecentada por usar ropa negra y aquella hermosa y larga cabellera, se miró con decisión en el espejo, era tiempo de dejar el pasado trás de si.

-Corto Yuki...lo quiero por aquí, no importa si queda algo disparejo, después me encargaré de emparejarlo.-le dijo a la muchacha para que no tuviera desconfianza, y luego escuchó asombrada lo que hacían.

-Rompen el toque de queda?...pero...el camino a Balamb debe ser peligroso, que tal si los ataca un monstruo?, alguna vez han sorprendido a alguien?.- terminó por decir asombrada de que aquellos muchachos se saltasen las normas por un poco de diversión, creía que todos en ese lugar estaban ahi para esforzarse y demostrar lo mejor de sí...para ella mejor, eso era una oportunidad para destacarse ( aunque no lo admitía), y no toleraba la competencia, las piedras en su camino las pateaba...o les disparaba con una escopeta para destruirlas.

Hace un par de días. Ciudad de Balamb

Al llegar a Balamb me detengo a la altura de Gared y me quito el casco – Si, si, ahórrame el “te lo dije” – Comento al ver su sonrisa triunfal-  Suerte has tenido que se me ha cruzado un ochú y he tenido que esquivarlo, que si no…     en fin, si hubieras aceptado mi apuesta podrías ser mil gils más rico. – Le pincho, para fastidiarle un poco la victoria. 

Anda, vamos al Crunch. Te invito a algo.

Durante el trayecto por las calles de Balamb voy despacio, con el casco colgado del brazo, disfrutando del ambiente de la ciudad. No suelo pensar mucho en futuro, pero las pocas veces que lo he hecho Balamb está en él. Desde luego Galbadia hace tiempo que dejó de ser mi hogar y la pequeña ciudad costera me encanta. Conozco pocos lugares tan agradables.

Cuando llegamos al pub, aparco la moto en la acera y me bajo estirando las piernas. Gared está ansioso por cobrarse su apuesta así que suspiro resignado a mi suerte. -Bueno, lo primero que debes saber es que las tías se derriten por los chicos malos. Así que en eso ya tienes puntos ganados.

Ten presente que las chicas, sobre todo las que merecen la pena, suelen estar rodeadas de babosos que nunca se comerán una rosca con ellas. No te comportes como uno de ellos. Ser el chico bueno solo funciona en las películas. Te aseguro que si te conviertes en su amigo puedes darte por jodido, te llamará para contarte sus problemas, para ver pelis cutres y nunca te comerás una rosca con ella.  -Le comento mientras me acerco a una de las mesas de la terraza del pub y me siento esperando que salga alguien para atendernos. - Lo primero que debes hacer es conseguir que se fije en ti. Para ello necesitas tres cosas, dinero, poder y seguridad en ti mismo. De las dos primeras cosas vas pelado, así que intenta tener seguridad, chulería, desparpajo, llámalo como quieras pero nunca, nunca parezcas ansioso. Debes conseguir quedar con ella como si le estuvieras haciendo un favor.

¿Aquí sale alguien a tomarnos pedido o qué? -Pienso mirando hacia el interior del pub.

Hace algunos años. El primer día de Ional en el Jardín.

*Observaba con atencion las rutinas diarias que debia hacerse cada dia en este lugar, para nada estaba aconstumbrado hacerlas..., no estuve mucho tiempo en el orfanato y ademas alli aquellas brujas hacia esas cosas, pero... mi padre cuando estaba de mision tambien tenia que apañarselas solos... y que demonios soy un Rosswood no??, eso no me iba a frenar a conseguir mi objetivo...

Vaya..., tenemos que hacer nosotros las cosas??, bueno habra que adaptarse a la nueva vida si quiero convertirme en un Seed alguna dia y tener mi propia habitacion no??

*Sonreia amigablemente, mi nuevo compañero era bastante agradable, un buen amigo en quien compartir las cosas en este jardin..., entonces me propuso dar un paseo por los pasillos, asenti con la cabeza y dije...

[b]Una vuelta?? claro, estoy deseando conocer todos los sitios de este jardin, hasta el ultimo rincon, es bastante grandes y seguro que hay muchas cosas divertidas, todo no sera ir a clase no??[b]

Hace un par de días. Ciudad de Balamb

Cuando llegáis al pub aún es pronto y no hay mucha gente en el local, pero la música suena ambientalmente y una chica rubia limpia la barra y organiza botellas, acompañando mientras tararea la canción y acompaña la música con movimientos de cabeza. Al percatarse de vuestra presencia sale a la terraza a tomaros nota. 

Conocéis a Asha. No es la primera vez que venís y ella también os reconoce al veros. -Hola chicos, ¿Ya os habéis escaqueado otra vez del Jardín? - Os pregunta con familiar amabilidad - ¿Que queréis tomar?   

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Después de un entrenamiento, Xia decidió acercarse a la sala de estudio con algunos libros. Sentía que debía mejorar algunas de sus habilidades, pues sentía que había fallado en su velocidad de reacción. Tomó algunos libros y se dedicó a abrir uno por uno para buscar algo que le diera luces de cómo mejorar, o de algo que le ayudara a equilibrar el uso de los Chakram.

Xia adoraba el silencio y qué mejor lugar que la biblioteca para encontrar algo de paz en su entorno. Sin mucho más que hacer, se dedicó a leer y tomar apuntes en una pequeña libreta que tenía a su izquierda.

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Estoy muy nervioso. Terriblemente nervioso.

Creo que los consejos que me ha dado Vinz son terribles, pero me quedo con el de la confianza. Había pasado solo un día, es de día y acabamos de terminar los ejercicios de entrenamiento con armas. Hemos estado trabajando por parejas, he podido trabajar con Xia (Y he conseguido no sentirme como un inútil que no sabe hablar), y he sobrevivido. He dejado el turbopatín en la sala de entrenamiento, y se han llevado a Brisa hasta que vuelva a tener entrenamiento mañana. Sabía que Raine era terrible, pero ¿Tanto? Esto es muy despiadado.

Encima hoy, que la necesito más que nunca... 

Estoy en la entrada de la biblioteca. No es que la haya seguido pero...

... Vale, a lo mejor la he seguido. Y a lo mejor llevo premeditando el cómo acercarme toda la noche. Sigo sin entender qué es lo que me atrae de ella. A lo mejor es porque no es una chica accesible, nunca la he visto mostrar interés en relaciones, siempre la he visto centrada, y la envidio por la facilidad de aprendizaje que tiene con la magia. Pocas personas en esta academia tienen esa naturaleza y... no se, que a lo mejor es un amorío tonto, pero se que si no hago nada hasta el examen SeeD esto va a ser peor. Imagínate que nos toca en el mismo equipo ¿Como se supone que voy a responder si hago el tonto cada vez que ella se gira a mirarme?

Buuuueno... Tengo que dar el primer paso. Estoy aquí ¿No?

Me acerco a ella sin que ésta se de cuenta. Mi plan es hacer como que leo un libro y me siento justo en la mesa donde está ella. ¡Que casualidad!

Finalmente estoy muy cerca de ella... ¿Oleré mal del entrenamiento? ¿Debería estarme preocupando por eso? Empiezo a sacar un libro de mecánica, por si resulta que al final no hay tema de conversación, al menos tengo de que hablar, y eso...

Vale, es el momento... Me giro bruscamente. 

No había calculado que no había extraído por completo el libro. Un montón de libros de la fila caen pesadamente al suelo, aunque yo consigo parar algunos con mi cuerpo. 

El estruendo es tal, que siento la mirada de todo el mundo. 

-Aaah.... ¡Hola a todos! 

Me da por decir. Soy gilipollas. No me atrevo ni mirar hacia detrás: Me agacho a recoger los libros, muy avergonzado. Vale, creo que he descubierto el máximo nivel de fracaso a la hora de tratar de hablar con una mujer.

Voy a huir a toda hostia en cuanto termine de colocar todo. 

Hace un par de días, Biblioteca del jardín de Balamb

Xia tenía alrededor de seis libros a su alrededor, de los cuales tres eran sobre magia y los otros tres sobre el uso de armas arrojadizas, la postura del cuerpo, todo aquello que podía influenciar en su forma de batalla. A pesar de haber leído varios tomos, no encontraba cuál era su falla y eso comenzaba a fastidiarla.

Habían tenido la oportunidad de practicar un poco en parejas y ella había estado practicando con el chico del turbopatín. La verdad no recordaba su nombre, pero era un tanto hiperactivo. A pesar de ello, sus reflejos eran bastante buenos y Xia poco había logrado acertar. Por eso se encontraba allí, no podía permitir que eso siguiera pasando.

Entonces, encontró una magia que no había visto y comenzó a estudiar algunos patrones rúnicos, algo referente a las brujas. Xia dibujaba el patrón en sus notas para memorizarlo, cuando un estruendo la sorprendió. La tinta había arruinado el dibujo, lo cual llevó a que Xia suspirara algo frustrada porque por fin se sentía avanzando en algún tema y ahora, se había arruinado. Cerró el libro de magia y se giró para ver de qué se trataba. Casi como si lo hubiera invocado, allí estaba, el chico del turbopatín. Xia lo miró sorprendida y vio el desastre que había causado, algo que era imperdonable en la biblioteca, pero por la forma en que recogía los ejemplares, le dio a entender que fue torpeza. Bajó su pluma y se acercó al chico para preguntarle después de arrodillarse en el suelo.

- ¿Estás bien? – al ver su afán, tomó unos tres libros y le ayudó al chico a ponerlos de vuelta. Tal vez él había acomodado algunos incorrectamente, por lo cual Xia decidió revisar y en caso tal de encontrar alguno fuera de lugar, reubicarlo correctamente.

- Déjame ayudarte. Así terminarás más pronto – su rostro era neutro completamente y parecía concentrarse en su labor. Lo que realmente quería era regresar a la paz y tranquilidad de la biblioteca.

Hace algunos años. Primer día en el Jardín.

Una mujer con el pelo negro cómo el ala de un cuervo os precede por los pasillos del Jardín. Tú y tu hermana trotáis tras ella. Os ha dicho que se llama Raine pero no le habéis respondido ya que da algo de miedo, parece una de esas brujas de las que se habla en los cuentos.

A medida que avanzáis por aquel lugar no podéis evitar asombraros; el Jardín es muy bonito, está lleno de zonas ajardinadas, todo el mundo lleva unos uniformes superchulos y os alegra comprobar que también hay mucha gente de vuestra edad, y muchos niños más pequeños, alguno de ellos os dedica un gesto burlón al veros pasar.

La pelinegra os conduce con grandes zancadas por un pasillo donde reza “Dormitorios”. Tenéis que trotar a veces para mantener su ritmo cargados con vuestras cosas hasta que finalmente llegáis frente a una puerta con el número 178. 

Hace algunos años. Primer día en el Jardín.

Hola. Bienvenido al Jadín - Te dice el chico escuetamente, aunque sonriendo amigablemente - La supervisora Raine parece un hueso duro de roer, pero en el fondo no es tan mala.

Em...   yo suelo dormir en el dormitorio de la izquierda, pero puedes quedarte con el que más te guste, ambos son  igual de sosos. 

Hace un par de días. Ciudad de Balamb

Asiento con la cabeza a todo lo que me dice. Será a veces algo petulante, pero digo yo que si se le acercan tantas mujeres será por algo. 

- Ah.. Tio, no puedo creerme que me haya fijado en la mujer que menos se fija en mí de toda la academia.

Me confieso ante Vinz, antes de que venga Asha. Le sonrío y le enseño el turbopatín

- Chica, ya sabes que la señorita leonhart me la tiene jurada... ¡Ah, antes de que se me olvide! Le he hecho modificaciones a Brisa. Aquí tienes, quédate un rato con ella. Ya verás, le he hecho un montón de modificaciones. Te va a encantar. Tuve que "sacarla prestada" de la zona de entrenamiento para enseñártela, pero aquí la tienes. Es una pasada ¡Ya verás!

Le digo mientras le cedo la tabla, al menos durante el tiempo que esté aquí.

-Y ponme lo de siempre.

Entonces vuelvo con Vinz.

-No te preocupes, esa revisión a Fenrir la haré de todos modos. Me encantan los motores, ya lo sabes.

Sonrío ampliamente, mientras miro el lugar.

-Está vacío a estas horas ¿No? 

Hace algunos años. El primer día de Sally en el Jardín

La chica sonríe feliz solo por el hecho de que no le tengas miedo ni te burles de su aspecto. Parece tener muy poca autoestima.

_{Lo que más me gusta es la magia negra} – Te responde haciendo un gesto nervioso con las manos, pero hablando en un tono un poco más audible a medida que gana confianza. – Pero la instructora Valnitier dice que debemos diber…,  disber… , di-ver-si-fi-car -Consigue pronunciar a la tercera- nuestras habilidades. Hay clase de gimnasia, combate con armas, pelea, matemáticas, lengua, infiltración, historia, baile…  y una vez por semana hacemos prácticas en la zona de entrenamiento.   

La chica levanta la cabeza lo justo para mirarte unos segundos antes de volver a bajar la mirada a sus pies. - No nos suelen dar merienda, pero… si tienes hambre me han sobrado unas galletas del desayuno. - Te dice tímidamente, ofreciendote un paquetito con cinco galletas. 

Hace algunos años. El primer día de Fiorette en el Jardín

La chica se ve muy feliz de que le dejes cortarte el pelo y va moviéndose a tu alrededor, recortando con práctica mientras habláis. -¿En serio? -Dice emocionada cuando dices que le darás ropa, dando algunos saltitos de emoción. - ¡Que guay! No tengo mucho dinero así que nunca he estrenado nada, menos los uniformes, toda mi ropa es otras chicas mayores.    

La chica hace una pausa mientras te recorta con mucho cuidado el flequillo.  ¿Monstruos? ¿Aquí en Balamb? ¿Fuera de la zona de entrenamiento? -A la chica parece haberle hecho gracia tu observación- La supervisora Raine dice que cuando era pequeña aún quedaban unos pocos en algunos rincones de la isla, pero desde que no caen lágrimas de la luna…    la gente dice que se han estin…  extim…   ex-tin-gui-do – Consigue decir al tercer intento- Aquí en la isla ya no hay pero he escuchado que fuera hay lugares donde todavía hay muchos monstruos salvajes ¿Dónde tú vivías había muchos monstruos? -Te pregunta haciendo unos últimos retoques de tijera mientras te pasa el peine.  

¡Tachán! -Exclama triunfalmente. La chica, con más buena intención que maña, te ha dejado algunos trasquilones, pero podría haber sido peor.