Partida Rol por web

Disculpa si interrumpí algún plan, pero por como están las cosas con Susana, es mejor dejar que se calme un poco, perdona que saque el tema, pero es claro que ustedes ya no están juntos, Susana aun no me lo ha contado y debe tener sus motivos, los cuales respeto, así como si tu no deseas hablar del tema, pero lo que me importa ahora es que disfrutemos este paseo todos, que seamos capaces de apartar un poco los temas personales y tomemos este viaje como una despedida.

Le hablaba a Pablo mientras guardaba en la alacena los comestibles, me sentía algo inquieta hablando de esto con él, no quería ser imprudente, pero son mis amigos y a todos les tengo confianza, aunque no podía evitar sentirme alegre por estar cerca de Pablo, pese a que Susana es mi mejor amiga, también me preocupo por el bienestar de él.

Susana comenzó a caminar por el bosque con su modelo de chandal rosa de Nike, a juego con sus deportivas y unas gafas Rayban. Había ido de campo sí, pero eso no significaba que lo hiciera sin estilo... tenía toda una reputación que guardar. El caso es que al aspirar el aroma del bosque se sintió mejor, los últimos coletazos del mareo por el coche se terminaron por evaporar y hasta se encontraba de relativo buen humor. La rubia se mesó el cabello con la mano y fue entonces cuando se dió cuenta que Mario y Ric también habían salido, se detuvo a contemplarlos para ver si se reunirían o no con ella, su intención era la de dar una vuelta por los alrededores y ver que había por allí.

- ¿Me acompañáis? Parece un sitio tranquilo, a pesar del tema de los dormitorios de la cabaña creo que has estado muy acertado a la hora de elegir el sitio, hacía un montón que no iba al campo...- le dijo a Mario- ¿Creéis que habrá más gente por ahí?- señaló hacia el interior del bosque- espero que no nos encontremos psicópatas asesinos, osos hambrientos ni nada de esas cosas que salen en las pelis americanas... ¿os imagináis?- bromeó con buen humor
 

La compañía de Mario y Susana no me disgusta, el primero me serviría para entretenerme si me aburría y la segunda parecía estar en plan aventurero desde su ruptura con Pablo. 

Asiento ante la propuesta de Susana y no puedo dejar de comentar su broma -Si, es un lugar ideal para que nos ataque un psicópata o una horda de zombies. El problema es que no hay nadie de color entre nosotros para que sea el primero en morir. Ten cuidado Mario, los segundos en fallecer suelen ser los típicos bromistas.

Agradecido por los elogios con respecto a la elección de la casa, digo: -Ah, gracias Susana. Me alegro de que te esté gustando el sitio.-Con respecto a su pregunta sobre si habrá alguien más, continúo -Sí, creo que hay otras casas rurales por la zona, pero un poco distanciadas unas de otras. ¿Asesinos y osos hambrientos? Y luego pensaba que era yo el que veía demasiadas series y pelis...-Digo bromeando.

¿Ric haciendo bromas? Aunque fuera a mi costa, me alegraba de que por lo menos fuera imaginativo y tuviera una vena humorística. Se le notaba de buen humor y eso me hacía sentir un poco más tranquilo. -Pues el que acaba de hacer la primera broma has sido tu, yo solo lo comento.

Me uno a los dos para adentrarnos a dar una vuelta por el bosque cercano a la casa.

Los tres habíais decidido partir a explorar un poco el lugar.

El aire era puro, el único ruido que había era el de vuestras propias pisadas y el cantar de los pájaros.

Sin lugar a dudas aquello era un paisaje exótico y a la vez salvaje. El verde brillaba con tanta fuerza que hasta dolían los ojos; ya solo por haber visto este lugar el viaje había merecido la pena.

Escuché las palabras de Julia y reflexioné sobre ellas, mientras la ayudaba a colocar las cosas. Tras unos instantes, hablé pausadamente, con la mirada clavada en la lata de legumbres que sostenía en mi mano.

- No tienes nada de qué disculparte. Más bien al contrario, soy yo quien debe pedir disculpas por mi salida de tono. La tontería del sofá no merece un espectáculo como ese. Pero... no es por el sofá. Supongo que todo esto... ha hecho que acumule tensión dentro de mí y está pendiente por aflorar en cuanto tiene ocasión. No quiero excusarme en ello, sólo intento explicar mi comportamiento. Más a mí mismo que a nadie, quizá.

Miré entonces de reojo a Julia y su rostro me dio confianza para continuar. Quizá necesitaba hablar de ello más de lo que creía o estaba dispuesto a admitir.

- El otro día, en el parque, corté con Susana. Lo llevaba meditando largo tiempo. No ha sido fácil dar el paso. Aprecio mucho a Susana, la he amado con todo mi corazón, de eso no me cabe duda, pero supongo que ambos hemos cambiado durante estos años y ya no somos los mismos. Aferrarse a un recuerdo y a la costumbre no habría traído más que desgracia para ambos, así que no me arrepiento de lo que hice, aunque aún me duela el alma con sólo recordar su rostro la otra tarde.

Diciendo esto último, el mentón me tembló incontenible y una lágrima se arrojó por el precipicio de mis mejillas. La rescaté con un rápido movimiento del dorso de la mano y respiré hondo.

- En fin...

No puedo evitar en un gesto amable y de cobijo, limpiar su lagrima con mi mano tocándolo suavemente, podría mirarle en silencio y ser un apoyo sin criticar ni reprocharle nada, habían demasiados sentimientos que me invadían al verle así, mas solo una sonrisa pude brindarle.

Tranquilo, Susy es una mujer fuerte, se repondrá, es cierto que te amo demasiado y debe continuar haciéndolo, no comprendo su forma de actuar contigo ahora y no hemos charlado del tema, pero todos hemos notado que las cosas no estaban bien entre ustedes, una vez escuche que las penas de amor se van con las lagrimas, lloraremos cada día, pero cada día lloraremos menos hasta que dejemos de hacerlo, cuenta conmigo para lo que necesites y por favor, no creas que iré a contarle nuestras charlas a Susy, mi lealtad esta con cada uno de ustedes...y ambos necesitan a sus amigos ahora.

Nuevamente sonreí y frote su brazo para animarlo, por mi lo abrazaría, pero no quería abusar demasiado; un suspiro mirando sus ojos.

Anda ayúdame con estas gaseosas.

Miro a Mario con cierta sorpresa puesto que me la ha colado bien así que, para no quedar más como un imbécil, acepto su victoria temporal -Esa ha sido buena, espero que no te hayas quedado sin más ideas para el fin de semana. Será mejor que salgamos ya, quiero que nos adentremos en el bosque antes de que sea de noche y los osos asesinos en serie salgan de sus cuevas de la locura.

Tras ello encabezo la marcha, deleitándome con el paisaje y la tranquilidad que el propio bosque crea a nuestro alrededor. El tono del paisaje es tan vivo que me rejuvenece, tan acostumbrado a los colores apagados y oscuros de la ciudad que apenas puedo creer que algo así exista -y pensar que antes todo era así -susurro para mí mismo.

Susana comenzó a caminar acompañada por Mario y Ric, la rubia odbió el comentario sobre quienes eran los primeros en morir... según tenía entendido las rubias no solían terminar muy bien en esas pelis... entonces se preguntó si valdría de algo que dijera que era rubia de bote dado el caso... Susana torció el gesto, probablemente no, además ella era rubia natural... mierda.

- Vaya estás muy poético Ric...- comentó con una sonrisa amable, sin rastro de su típica ironía- la verdad es que todo parece muy tranquilo y es agradable cambiar el gris de la ciudad por el verde de la naturaleza... a mi me una vez me dijeron en la escuela que en España había tantos árboles que una ardilla era capaz de ir hacia Francia de árbol en árbol sin tener que bajarse... es algo exagerado, pero ¿os imagináis a la ardilla saltando sin parar...? pobrecica- sonrió divertida imaginándose a la ardilla al borde del colpaso de tanto brinco

Me río con ganas ante la invitación de Susana para imaginarnos a aquella ardilla.

-¡Jajaja! Sí, acabaría reventada la pobre. De todas formas, creo que eso sería posible hace muchos años. Ahora, entre las ansias por deforestar, incendios y el resto de cafradas que le hacemos a la naturaleza, la pobre ardilla tendría que meter unos saltos de campeonato para no tocar el suelo durante el trayecto.

Paseamos por un sendero que se va internando entre los árboles. "Qué maravilla... Pasamos cada vez más tiempo atrapados en las ciudades, y nos olvidamos de lo reconfortante que supone volver a contactar con la naturaleza". Trato de relajarme y disfrutar de los olores del bosque, de encontrar entre el ramaje alguno de los pájaros que escuchamos cantar a nuestro alrededor.

-Ric tiene razón, aprovechemos mientras haya buena luz para dar una vuelta y conocer un poco mejor todo esto. Ya tendremos tiempo de desandar nuestros pasos y volver a la casa dentro de un rato.

Asentí, tras permanecer unos segundos pensativo. - Gracias, Julia. - Dije al fin y me puse con las gaseosas y demás cosas que hubiera de ser ordenado. Tardé poco en sentirme de mejor humor. Definitivamente hablar de ello me había hecho mucho bien, y con Julia me sentía a gusto.

- Entonces, ¿qué planes son esos que tienes para hacer visitas a las universidades? Estoy bastante perdido aún, así que me apunto, a ver si así veo la luz.