Partida Rol por web

-Bueno, parece que es hora de ir saliendo-dije al oir el aviso-. Salgamos rápido antes de que lleguen las chicas y tengamos un problema con la supervisora.

Me sequé y vestí rápidamente en los cambiadores mientras mantenía una charla tranquila con el soldado Mahira. Era un tipo amable, me caía bien. Cuando me hube vestido y preparado salí fuera y esperé al soldado .

-¿Que va ha hacer ahora? Yo quiero pasarme por la enfermería a ver si necesitan un par de manos más o si estan bien, y luego tal vez busque a alguien que me ayude con el idioma local. Por lo que han dicho aquellos tipos el teniente Itami vuelto con una elfa, tal vez pueda pedirle que me enseñe.

Después del ametrallador fue el turno de la médico rubia, la soldado Matsu. La soldado empezó con un ritmo bastante decente y sin duda su desempeño dentro del circuito de QCB no fue malo, consiguió avistar todos los tangos con rapidez, era como si pudiese verlos a través de las paredes, aunque su falta de experiencia hizo que tardase en eliminarlos, fallando un par de balas a la hora de disparar. Aunque no dejó que esto la preocupase ya que su segunda vuelta al circuito fue también buena. Pero la carencia volvió a aparecer cuando le tocó disparar otra vez contra las dianas. No falló ninguno de los disparos, pero la primera tanda acertó en los pies de la diana y la segunda fue un poco dispersa pero valida. Por sorpresa, consiguió mejorar la marca del ametrallador cuando disparó por tercera vez. Puede que solo necesitase calentar.

Cuando le tocó el turno al soldado Striker-Tanaka se le veía emocionado, como si ver a sus compañeros le hubiese encendido algo en el cuerpo. Su primera vuelta en el campo fue muy veloz, tanto que algunos soldados le aplaudieron al verle correr, aunque cuando entro en la zona de CQB le costó encontrar los tangos por haber tomado una mala decisión al girar en una bifurcación. Aun así no le costó acabar con las dianas en cuanto las tuvo a tiro. Puede que debido a ese par de fallos  que había hecho hubiese perdido un poco las fuerzas y su segunda vuelta fue un poco floja. En el campo de tiro, en cambio, demostró que su labor como fusilero se la tomaba en serio. Sus tiros fueron certeros, mucho de hecho, ya que superó los disparos del ametrallador en su mejor diana, haciendo unos tiros super precisos que impactaron en los puntos vitales del objetivo.

- Vaya, veo que estáis motivados – dijo Ryujii – al ver los resultados de las pruebas, aunque Yoko, tú necesitas mejorar un poco en lo que respecta a disparar. Sé que eres médico, pero una cosa no quita la otra. Joaquin, tú también lo has hecho bien, de hecho pensaba que me ibas a ganar, pero has dejado que te afectase lo del CQB y has perdido fuelle. – sus comentarios eran sinceros, puede que a alguno le resultasen hasta demasiado sinceros, pero el saber que carencias tenías te podía salvar la vida en un futuro.

- Bueno, ¿vosotros no os apuntáis? – dijo mirando hacia el grupo que estaba mirando. Os pudisteis dar cuenta de que entre ellos se encontraba parte de los nuevos integrantes del escuadrón mirando como entrenabais. – Vamos, será divertido. Y así os conoceréis mejor. – El Cadete Yuuta, el Soldado Kurita y el Cabo Kahler salieron de entre la multitud.

- Claro chiquitina, puedo quedarme a estudiar contigo si quieres – dijo la recepcionista con una sonrisa en la cara. – La verdad es que Yanagida puede ser como una patada en el culo cuando se lo propone, siempre diciendo que no la liemos porque luego el papeleo le toca hacerlo  a él. Pero bueno, yo te puedo enseñar lo que sepa, aunque hace mucho que “pasé” el CIBI – dijo mientras hacía el gesto de las comillas en la palabra “pase”.

Justo en ese momento salían Yousuke y Nakahima de lo que parecían las duchas para ver como la Akari estaba consultando sobre el CIBI. Llevaba un pequeño manual en las manos que parecía haberse leído un par de veces ya.

- Yo creo que también será lo mejor – dijo mientras se ponía a la altura de la niña zorro y hablaba de forma tranquila y con una sonrisa con ella - <Hola, soy Mari ¿tu cómo te llamas?> - las palabras, aun para ser desconocidas, se hicieron bastante comprensibles solo viendo los gestos de la médico. Y aunque la chica zorro los entendió lo único que hizo fue mirar hacia otro lado como si estuviese enfurruñada, nada salió de su boca. – Vaya… puede que no quiera hablar o que no pueda, será mejor que le hagamos un pequeño chequeo para ver si está bien.

En ese momento Lelei se acercó a la Sargento Primero y le empezó a hablar en el idioma local dando una explicación larga que no lograsteis a entender muy bien, ni siquiera a la soldado Sato, la cual se acordaba de algunas cosas básicas y pensaba que podría comunicarse de forma sencilla con los nativos. De hecho, hasta la Sargento Primero hizo una mueca dando a entender que no comprendía todas las palabras.

- Creo que lo que nos quiere decir Lelei es que su raza no desarrolla las capacidades del habla hasta más adelante, aunque no estoy muy segura…

Mari cogió a la chica por debajo de los brazos y la puso encima de una de las mesas para tenerla más a la altura. – Voy a estar un rato con ella, si queréis podéis quedaros a ayudar. De lo contrario, ¿podríais enseñarle la base a Lelei? – A la chica peli azul se le iluminaron los ojos otra vez y se os quedó mirando. Parecía como si fuese entendiendo las palabras poco a poco, aunque seguramente le costaría expresarse.

-Bien hecho, Yoko -felicité a la doctora, palmeándola en el hombro cuando terminamos de recorrer el circuito.

Fue entonces cuando me percaté de que tres de los nuevos miembros del escuadrón con los que nos habíamos cruzado antes habían estado observando nuestro entrenamiento.

-Buenas tardes -los saludé a los tres, pasando junto a los recién llegados, sofocado por el esfuerzo realizado-. Recién llegados de nuestro mundo, ¿verdad? Soy el soldado Striker-Tanaka. Si no me equivoco, estamos en el mismo escuadrón.

Al ver que todo no ha salido tan mal, asiente ante las palabras de Ryuuji mientras ya más recuperada deja de reflejar ese agotamiento anterior. 

- Tú lo has hecho genial, compañero. - felicita a Joaquín mientras observa que llegan los oficiales que ha visto con anterioridad. - Hola, Oficial Medico Matsu, los he visto hace minutos atrás pero no hubo tiempo de presentaciones. - afirma la rubia esbozando una media sonrisa. 

Una vez hecho lo que corresponde, aguarda paciente para ver si el resto de los soldados se unen a la prueba que estaban haciendo en ese preciso instante. 

Me quedo mirando y trato de anotar mentalmente lo que van diciendo. No es mucho, pero las palabras, la entonación, deberían ayudar en algo. De todas maneras no se consiguen que la niña zorro hable, según la explicación que nos dan es porque aún no es capaz. Tuerzo el gesto, pensativo ¿Qué edad tendrá entonces? Puede que tengamos que llevarla con su familia… o… hacernos cargo de ella ¿Podremos hacernos cargo de ella?

La sargento decide hacerle un reconocimiento o algo así, no sé si pueda ayudar, de hecho es poco probable que pueda. En cambio ayudar a guiar a la maga me parece una opción más razonable para mí.- Uhm… creo que puedo guiarla por la base. Aunque… bueno, yo no sé hablar en su idioma. Creo que ella entiende nuestro idioma ¿No?- Pregunto mirando un poco a las dos.

No puedo evitar sonreír levemente por debajo de la visera de mi gorrilla cuando Yuuta empieza su explicacion.
Para mi, el uso de un Chinook es ante todo para transporte pesado y no despliegues rápidos e infiltracion. Pero Yuuta debe controlar mas del tema que yo.
Y si, sin duda lo controla si. Mi sonrisa aumenta a la par que la explicación de mi compañero.
Pero entonces resuena un aviso por megafonia.
Cuando acaba, aprovecho para decirle a Yuuta.
Por supuesto que me presento voluntario para ese paseo. Quizá podamos empezar a coordinarnos tanto en despliegues como en recogidas calientes.
Dicho esto, me giro colocándome a las derecha de mis compañeros Yuuta y Kheler.
Somos saludados por otros integrantes de nuestra unidad y por mi parte, respondo al saludo cuadrandome de manera marcial antes de contestar.
Un placer. Soy Shiro Kurita. Y si. Estaría interesado en desentumecerme un poco y probar que tal me sale. Espero no meter demasiado la pata.

Masaki estaba escuchando y mriando todo lo que sucedia, cuando dice aquello asiente mientras dice:

Vaya... que interesan... asi que aunque parecen humanos tienen otras cualidades por asi decirlo y otra forma de desarrollarse... que mundo mas... ¿variado'

Despues comenta que va a examinar a la pequeña y si le enseñan la base a Lelei, ella asiente mientras su compañero responde y despues añade:

Claro... seguro que va a ser tan interesante para ella como para nosotros

Mira a Lelei y dice hablando despacio y gesticualando mucho:

Te vamos a enseñar la base ¿vale?

Se queda unos momentos pensando y mira a su compañero y le dice:

¿Le enseñamos primero el perimetro para que vea como es la base y despues... ah, espera, los baños termales ya estaban preparados... ¿es hora de hombres o mujeres? A lo mejor le apetece darse un uen baño despues del viaje

Iba escuchando a Nakahima cuando salimos y nos encontramos a Akari hablando con la recepcionista, seguramente venía por lo mismo que nosotros, la idea de los baños termales era mas que tentadora después de una misión. - Buenas Akari. - Saludé amablemente para acabar girándome a hablar con Nakahima.- La verdad es que no tenía nada pensado, quizás me doy una vuelta por el campamento, quería descansar un poco antes de saber que nos va a pasar. 

Sonreí, pero quizás nos caía una buena bronca por todo lo que habíamos hecho. Y estaba bastante cansado, entre el agotamiento de la misión y el calor de las termas me apetecía cerrar los ojos un rato. 

Sato-san tiene las mismas ideas que yo, o al menos eso entiendo. Aunque ella no tiene problema en expresarlo, o, por lo menos, lo hace más abiertamente que yo. En todo caso está claro que tiene interés en lo que este mundo puede ofrecer, y piensa que Leilei es una muy buena oportunidad para comenzar a tender puentes entre ambos. Además, la joven maga se muestra igualmente receptiva a nosotros.

-Pues… no sé. Pero también podemos empezar por ahí, es tan buen lugar para empezar como cualquier otro.- Miro a las dos chicas, y procuro mantener una expresión neutra para no imaginarlas en los baños. Desvió la mirada, pensando que los baños no pueden ser como yo pienso.

-¿Qué prefieres ver tú?- No estoy seguro de si me entenderá, pero que menos que probar. Después de todo, el tour es para ella.

-En tal caso creo que tomaré ya el camino a la enfermería-le respondí con una sonrisa.

Me acerqué a la recluta y observé aquel libro que estaba sujetando en las manos y sonreí al acordarme de los nervios cuando yo había hecho los examenes. Le puse una mano en el hombro y la miré una sonrisa tranquilizadora.

-Tranquila, no es tan dificil como parece. Si quieres luego paso a ayudarte, después de ir a conocer al equipo médico. Aunque no a su habitacion, por su puesto-dije mirando a la encargada. No me apetecía arriesgarme a perder mi cama en aquel lugar-. Bueno, nos vemos.

-Un placer, soldado Kurita -saludé al más simpático de los tres recién llegados y añadí-: Lo importante para no meter la pata es no ponerse nervioso. Si no sale bien el entrenamiento a la primera, siempre habrá más oportunidades.

Observo entonces a los militares que acompañaban a Kurita, los cuales no habían dicho ni una palabra. Recordé lo que había dicho la doctora Matsu acerca de que unos soldados habían certificado su don de la invisibilidad. Apostaba que aquellos dos militares debían de ser varios de ellos.

-¡Invisibles, Yoko! -exclamé, entre susurros en tono divertido, acercándome a la doctora con una sonrisa. Ahora entendía a qué se referían sus palabras-. ¡Los dos somos invisibles! ¡A mí tampoco me pueden ver!

- ¡Ja! - suelta una pequeña risa ante el susurro. 

Así que sin pensarlo demasiado, coge de la mano a Joaquín mientras se despide con una sonrisa de Ryuuji, le tiene aprecio al soldado por ser una gran persona y por sobre todas las cosas, un excelente compañero. 

- Ya que somos invisibles, nos vamos y hacemos esto que te dije antes... Lo de explorar y hacer una especie de bestiario .- termina la frase en susurro mientras desaparece junto a su compañero. - ¿Vamos a hablar con el Teniente?- pregunta sonriendo cómplice.

Yuuta había estado un poco distraído mientras hablaba con Kurita, así que le pilló por sorpresa el saludo de sus otros compañeros. Cuando se presentó Kurita, él hizo lo mismo, aunque por la sorpresa su pose no fue tan marcial:

-Cadete Yuuta, un placer- El hecho de que se presentase como cadete en vez de soldado, y el color distinto de su uniforme mostraban que no pertenecía al ejército de tierra, sino al de aire.

Ante los comentarios sobre el circuito de prácticas dijo: -Sinceramente, hace bastante que no hago uno de esos y...-rió nerviosamente- Preferiría ver primero a otros hacerlo

Entonces, Matsu y su compañero empezaron a susurrar y se fueron, ante lo que puso una cara de incomprensión, pero por educación no hizo ningún comentario al respecto

Debajo de mi gorrilla apenas arqueo una ceja al ver la estampida del par de integrantes de la unidad desconocidos hasta ahora.
No obstante, puesto que recuerdo la cara de una de nuestras interlocutoras, de haberla visto pasearse sin motivo aparente entre nuestro grupo, no le doy mucha importancia.
Saludo a modo de despedida tocando con un par de dedos de mi diestra la visera de mi gorrilla y girándome hacia el Cabo Kalher y el cadete Yuuta digo.
Si queréis, voy yo el primero en el recorrido del circuito. Podréis aprovechar la ventaja de ver mis posibles errores y así, estar prevenidos.

-Me parece una buena idea, vayamos a hablar con el teniente -asentí, mientras echaba a caminar, cogido de la mano de la doctora Matsu para abandonar el campo de tiro.

Con la mano que me quedaba libre, me despedí de Ryuuji con un leve gesto y esbozando una sonrisa. Puede que el dios de la guerra no participase en más misiones con nosotros durante un tiempo, pero, al menos, era agradable saber que podríamos conversar con él siempre que regresásemos a la base.

-Ojalá el teniente acepte nuestra propuesta -añadí, ilusionado-. Debe de ser una tarea apasionante poder documentar todas las criaturas que habiten a este lado del portal.

De niño, siempre me habían encantado las historias de otros mundos, con fantasía, magia, dragones y toda clase de criaturas. Saber que ahora estábamos en un mundo como en el de aquellos relatos me producía una especial ilusión.