Partida Rol por web

Gakusei!

Natsuso-Chuzan Senior High School [Narración]

Cargando editor
15/08/2014, 20:07
Narrador

La luz tenue sobre las columnas procede de un sello inscrito en un pergamino, algo similar a lo que tu amante utilizó en el parking la noche pasada.

 

- ¡Aquí vienen, daos prisa!

 

Os grita uno de tus compañeros desde la puerta.

 

- ¡Son demasiados, tenemos que salir de aquí, cuanto antes!

 

El templo ya está en llamas, la temperatura sube exponencialmente, y en pocos minutos se consumirá, pero el samuraí no se aparta de la estantería que protege, y permanece ahí, en guardia, impasible a tus palabras.

Cargando editor
15/08/2014, 20:09
Narrador

Subes por las escaleras, dejando atras a la chica, que se despide con una sonrisa. Cuando alcanzas la segunda planta, tu telefono suena con un mensaje, de tu hermana...

...Aishiteru Onii-san :)....
 

Cargando editor
15/08/2014, 20:16
Mino Ririko

- Creo que en eso no estaré de acuerdo, tu novia no podrá unirsenos en la investigación, pertenece a uno de los clanes, y prefiero seguir imparcial, es la única manera de encontrar la verdad y desvelarla, y...

 

Sitúa una mano en tu pecho, para que mantengas las distancias con ella, apartando la mirada.

 

- Si el ejercito quiere mis fotografías, que me ponga en nómina.

 

Suspira, y se cruza de brazos.

 

- Investigaré las muertes de los Akuma hace cinco años, quizás hubiera asesinatos en aquel entonces y desvelemos su identidad.

 

En ese instante, te llega un mensaje de Miyabi...

...Entrando al cambio...I love you ^^...

Cargando editor
15/08/2014, 22:33
Akuma Amane
Sólo para el director

Lo que hay en las columnas me parece el porque ni el maestro ni el Oni pueden entrar aqui, pero no tengo tiempo de ir a borrarlos, mientras, el samurai me sigue hablando como si su catadura moral fuera mejor que la mia, me desea el infierno, pero seguramente yo ya este en ello.

Escucho todo lo que tiene que decir, acercándome todo lo que puedo al samurai para mirarle fijamente un instante.

-Que suerte querer dar la vida por tu clan.¡Yo estoy obligada a hacerlo!-

Sin embargo, no dejo de mirarle con fijeza, entre el calor sofocante y los gritos de apremio ¿Que me estaba obligando a hacer el "maestro"? romper mi alma para siempre quemando vivo a otro ser humano, por muy enemigo de otro clan que fuera.

Él tenia razón, era un hombre joven, seguramente tendria mucho mas derecho que el "maestro" a seguir con vida.

¿Como podría volver a ser yo misma si lo hacía?

-IREMOS POR LA PUERTA TRASERA!-

Les grito a los demás.

-Vete de aquí y llevate a tu compañero-

Lo que me esperaba no sería mejor que lo que dejaba aquí.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He estado a puntito de condenarla para siempre y rociarle con la gasolina, pero al final le tengo aprecio a Amane.

Cargando editor
15/08/2014, 23:02
Haniji Kenso

- Somos nosotros quienes elegimos nuestras obligaciones, sin eso, no habría libertad...

 

El samuraí se aleja de la estantería despacio, hacia la salida principal, al tiempo que os ve a vosotros ir hacia el fondo del templo en llamas, a la salida trasera, que va a dar a un descampado pendiente abajo, que termina en los bosques. Dejando atras las llamas, salís del lugar, escuchando a los enfurecidos Haniji clamar por vuestra muerte.

 

- ¡¡Se escapan por detrás, capturadlos!!

 

Escuchas revelar al samuraí, más allá ya de tu campo visual. Solo sigues corriendo hacia delante, viendo por encima de tu hombro como los Haniji rodean el templo y salen en vuestra caza. Los aldeanos se apresuran a llevar baldes de agua, pero el daño ya está hecho, han perdido su templo. Jadeas de cansancio, no estás acostumbrada a este esfuerzo físico. Volver a la carretera se torna dificil, deberíais rodear o atravesar toda la aldea de nuevo.

 

Surge entonces de detrás del templo una enorme figura de pelaje blanco, el zorro que visteis, salta y se posa sobre el templo, solo un instante, pues su peso hace que la estructura ceda y se derrumbe. Su segundo salto, desde esa altura, es para descender sobre la pendiente que recorreis, justo a tu lado, sobre uno de los hombres que te acompañan. La bestia blanca lo derriba y despedaza su carne con su mandíbula, os deteneis el tiempo justo para recuperaros del sobrecogimiento y seguís corriendo.

 

El zorro se abalanza entonces sobre la espalda de otro de tus acompañantes, haciendole caer de bruces a varios metros por delante vuestro, con él mordisquendo su cuello. Os deteneis, ya solo quedais vosotros dos, con los Haniji a vuestras espaldas, y esa bestia delante, ya apenas te faltan diez metros para adentrarte en el bosque, pero a estas alturas le ves poco sentido, este espíritu es más veloz que tú, y estás agotada.

Cargando editor
15/08/2014, 23:35
Akuma Amane
Sólo para el director

Cuanta importancia le dan a la libertad cuando en realidad nunca somos libres, cada uno por cosas mas o menos evidentes. Él mismo no era tan libre si tenía que dar su vida por lo que creía.

Al salir casi siento que hemos ganado pero es una falsa ilusión, ahora es cuando nos queda lo peor. Los gritos de los Haniji me demuestran que ninguno sera tan bondadoso como lo he sido yo, incluido el samurai al que he perdonado la vida, que comienza por delatarnos.

Lo único que podemos hacer es correr y correr buscando el abrigo del bosque antes de que ellos, que son mas, nos atrapen.

Sin embargo, aun faltaba algo mas por volver, aquel zorro blanco. Jadeando y a duras penas nos volvemos cuando cae sobre uno de nosotros y lo despedaza literalmete ,me quedo horrorizada, no se si hay mas que pueda ver esta noche.

No se queda en él y va a por otro mas, y cuando queda poco para llegar al bosque se coloca frente a nosotros y nos hace parar.

Es ahora o nos atraparan los Haniji.

-¡Ve hacia el bosque!-

Le digo al unico de los que venian que aun queda con vida, quizás si nos dividimos sea nuestra oportunidad.

Pienso que ahora podría invocar al Oni pero hacerlo claramente me delataría, a mi y a mi clan.

¿Importaba eso ya?

Igualmente hecho a correr en una dirección diferente al otro. El zorro tendría que decidirse y esperaba que no fuera por mi.

Saco la libreta y el lapiz por si se da el caso.

- Tiradas (1)
Cargando editor
16/08/2014, 00:45
Narrador

Confiada en que tu acompañante seguirá obedeciendote, le ordenas que vaya hacia el bosque, esperando que así la bestia tenga que elegir entre uno de vosotros dos, dando una esperanza de escapar al otro, pero de poco sirve para ti, haces lo esperado, cumples tu parte a la señal y sales corriendo, pero el último de los supervivientes no, amaga el gesto, pero se queda quieto cuando la bestia gruñe, dejando que fije su atención en ti. Solo cuando ha salido en tu busca, entonces si, tu "aliado" sale corriendo hacia el bosque.

 

Desde tu perspectiva ya estás condenada, estás sacando la libreta para inscribir el sello pero es tarde, la bestia solo necesita un par de embites y ya la tienes encima, arrollandote a una velocidad pasmosa. Sus fauces se abren de par en par abarcando tu torso y brazos, cerrandose sobre ti, quebrando tus costillas y desgarrando tu carne. Tus gritos de agonía duran poco, pues empiezas a sentir que te falta el aire, siendo elevada medio metro del suelo, encajada entre sus colmillos, a la sangre de tus heridas se une la que vomitas en un espasmo. Zarandéa la cabeza a un lado, dejandote caer de forma violenta contra el suelo, y justo despues se aleja rápidamente, hacia el bosque, en busca de su última presa.

 

Más próxima de la muerte que de la vida, cercana a los cadaveres de quienes te antecedieron, yaces en el suelo al borde de la inconsciencia y el desangramiento. Los Haniji se acercan colina abajo, vaticinando tu final...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Amane (Vit: 1/12) Sufres un -5 a todas tus acciones, incluida tu Defensa, a causa de tus heridas.

Cargando editor
16/08/2014, 08:42
Akuma Amane
Sólo para el director

Confio demasiado en que las piezas de los planes que voy haciendo desesperadamente me encajen y esta vez no pasa. Mi acompañante directamente se espera y al salir después que yo me condena.

Todo sucede demasiado deprisa como para que pueda darme siquiera cuenta, noto a la bestia siguiendome, y ya esta.

Me engancha, me tira al suelo y sus colmillos me infligen el dolor mas horrible que halla sentido nunca.Grito de manera inconsciente, noto la desagradable sensación inexplicable de la piel desgarrandose, de mis costillas crujiendo y de repente ya no me queda aire en los pulmones con el que gritar.

Voy a morir y es una certeza increiblemente real, ahora pienso que tenía que haber invocado a oni o que tenía que haberme negado a hacer esta estupidez, pero ya es tarde, y de una última sacudida siento lo que queda de mi maltrecho cuerpo dar contra el suelo.

No me deja en mejor posición pero al menos cada vez el dolor es mas tenue y sonrio con ironía, los Haniji vendrán y me remataran, si es que no estoy muerta antes de que lleguen. Y me enfado conmigo misma por no haber podido preveer algo como esto.

Un último intento absurdo de sacar el movil de mi bolsillo e intentar marcar al "maestro" pero a estas alturas ¿Que va a hacer por mi? Quizás sea peor el remedio

Con el aliento que me queda no voy a despreciarlo esperando la muerte, prefiero acordarme de cosas que me hacen sentir bien, personas, que pese a todo, amo, y que ya no veré mas.

A duras penas me quito el pasamontañas, no pienso morir en el anonimato ,cierro los ojos desmadejada y deseo que pase pronto.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ostras, es que vaya tirada del bicho...Jo que no muera...

Tirada: 12-5= 7

Cargando editor
16/08/2014, 13:24
Haniji Kenso

Cierras los ojos y te abandonas a la inconsciencia y la muerte, esperando tu ejecución. El suelo tiembla cuando escuchas los pasos de los samurai rodeandote, apresandote malherida, te golpéan repetidas veces, crees distinguir a la bestia blanca regresar, con los restos despedazados de alguien en sus fauces, y todo se torna oscuridad...

 

Abril, 4ª Semana, Viernes

Al abrir los ojos ya no hay dolor, solo frío e incertidumbre, y ya ha amanecido. Estás en el interior de una choza rural, con techado de madera, sobre la cama de un dormitorio, los brazos alzados hacia el cabecero y atados a este por las manos. La ligera sabana blanca se extiende por tu figura desnuda, cubriendote hasta la altura del pecho, y una mordaza cubre tu boca, impidiendote articular palabra. Alguien acba de salir de la habitación, has escuchado sus pasos, pero no le has visto. Es al poco cuando otras dos personas regresan, aquel samurai al que perdonaste en el templo, y otro conocido tuyo, el sensei de biología. Ambos se acercan hasta la cama, pero mientras que el primero permanece de pié, el sensei se sienta a tu lado.

 

- Soy Haniji Kenso, lider de esta aldea, y este es Haniji Masayuki, lider de la que arrasasteis hará poco tiempo. Estoy ya al tanto de quien eres, Akuma Amane; supongo que conoces a mi hijo, Hiroto.

 

El lider de la aldea agarra una silla y se la acerca, tomando asiento cerca vuestro, con su katana envainada entre las piernas y apoyada en el suelo. Señala con un gesto al sensei de biología.

 

- Ha sido él quien ha sanado tus heridas, haciendo uso de las técnicas espirituales de su clan; las mismas que casi se pierden de nuestra historia por vuestros actos.

Cargando editor
16/08/2014, 13:28
Haniji Masayuki

Ecchido-sensei sujeta el borde de las sabanas y las levanta un poco, dejandote ver tu torso inmaculado, sin desgarros o cicatrices, costillas rotas o sangre.

 

- Así es, puedes verlo tu misma, te dejé intacta. Aquel espíritu te destrozo, Aku-chan; por suerte pude sanarte con mis sellos, e imponiendote mis manos, aunque...

 

Se recuesta un poco sobre tu pecho, y tapandose la boca para que el otro hombre no pueda escucharle, susurra de manera audible para todos.

 

- Igual me regodeé un poco en lo de "imponerte mis manos"

 

Te muestra un guiño complice.

Cargando editor
16/08/2014, 13:29
Haniji Kenso

- Haz el favor de no olvidar que acabo de enterrar a uno de mis amigos, y que estamos hablando con una de los responsables de la muerte de tu familia, Masayuki.

 

Le recrimina con tono calmado y paciente el samurai, que vuelve a centrarse en ti.

 

- Si has terminado de tratarla, puedes marcharte. Te agradecemos todo lo que nos estás ayudando, solo lamento que no puderas salvarlos a todos; y no olvides que estamos dispuestos a aprender tus técnicas, si decidieras compartirlas con nosotros.

Cargando editor
16/08/2014, 13:30
Haniji Masayuki

- Si los compartiera, iría contra la voluntad de mi difunto padre; si no los comparto, me los llevaré a la tumba y se perderán para siempre. Curioso dilema, ¿Eh? ¿Quien sabe? Quizás deje a un lado las viejas rencillas entre las tres aldeas.

 

Se levanta de la cama y se va hacia la puerta.

 

- Vaya, vaya, hace siglos si nuestro clan capturaba a una Akuma virgen, le arrebataban su dignidad como mujer, y la "deshonraban" con un hijo del clan rival, pero hemos perdido esas viejas costumbres, ¿No se supone que eramos el clan tradicionalista?

 

Haniji Kenso, sentado en su silla, suspira con paciencia y niega, no a él, sino para si mismo.

 

- Llamadme si me necesitais, Kenso.

 

Te mira a ti, antes de salir.

 

- Adios, Aku-chan.

Cargando editor
16/08/2014, 13:31
Haniji Kenso

- Y tuvisteis que dejarlo a él con vida, de entre todos los de su aldea.

 

Se sonríe y se acerca hasta donde estás, te retira la mordaza de la boca, y regresa despues a su asiento.

 

- Ignora sus insinuaciones, aparte del doctor Masayuki, solo las mujeres de nuestra aldea te han atendido, y se que ellas no le habrán permitido propasarse contigo.

Cargando editor
16/08/2014, 14:36
Akuma Amane
Sólo para el director

Claramente estoy muerta y siento pero no padezco ni los golpes ni que me rodeen los Haniji, quizás ahora pueden dejarme desangrar como ibamos a hacer con el samurai que atacamos en el templo.

Todo se vuelve oscuro hasta que la claridad vuelve a entrar por mis ojos, y la forma extraña en que esta mi cuerpo me hace preguntarme si esto sera una continuación a la muerte porque no siento nada y eso es imposible, pero no lo es.

Termino de abrir los ojos y notar la mordaza, la sabana sobre mi cuerpo y el alrededor, se que estoy en una choza y no creo que muerta, unas voces y pasos que antes me ha parecido escuchar regresan.

Al verlos entrar no puedo evitar sorprenderme, no tanto del samurai al que deje ir sino de su acompañante. En mi cansada mente aun se formula la pregunta : ¿Ese no es el novio de Ootanashi? Se sienta a mi lado en la cama y le miro deconfiada.

Cambio mis ojos de lugar cuando el samurai se presenta, si, claro que conozco a su hijo, y al profesor pervertido que tambien es un Haniji.

Cuando levanta la sabana, sin embargo, muerdo la mordaza , se supone que me ha curado pero aun asi...Y su susurro confirma mi pensamiento, que me hace además fruncir ligeramente mis cejas con enfado. Aku-chan, odioso...

Pero hay que reconocer que ha hecho un trabajo impecable, ni siquiera creí que fuera a sobrevivir mucho menos quedar igual que estaba antes de que esa alimaña me atacara, seguramente los Haniji eran mas fuertes de lo que pensaba.

No valorar la nobleza me había sido buena idea, viendo el resultado, uno de esos gestos seguramente es lo que ha salvado la vida, o no.

Mi mirada se vuelve a quedar fija cuando habla de lo que sabe y de que no quiere compartirlo, eso si que es interesante.Pero su siguiente afirmación hace que me revuelva incomoda en esa cama ¿Deshonrarme? Salvaje...

El samurai se acerca a mi mientras trata de calmarme sobre ello pero a su sonrisa yo no respondo con otra, ni siquiera después de liberarme de la mordaza, aun miro hacia otro lado antes de volver a centrarme en él.

-Te agradezco que me salvarais- Parecía que hacía toda una vida que no hablaba- Pero yo no tengo nada que ofrecer ¿Que quereís de mi?-

No me dejarian ir, seguro, y no me apetecía nada el hecho de que tendría que enfrentarme en algun momento a su hijo.

¿Que haré ahora? Cualquier cosa sera una traición o una tortura.

Cargando editor
16/08/2014, 15:12
Axel Marshall
Sólo para el director

-Si quieres ser imparcial necesitas la visión de todos los ángulos. Eso incluye la de dentro. Si no quieres tratar con ella no me importa. Lo que hable contigo lo sabrá ella.- La miro con tranquilidad, y hablo sin ningún tipo de amenaza. Me dejo apartar, de hecho, doy un paso atrás dejándole el espacio que quiera. Estoy de muy buen humor y no me voy a enfadar por nada. Ni siquiera por el siguiente comentario.

-Saber eso te pone en una situación peor de la crees. Y a mí, me deja en una situación muy mala, pero no te da ninguna ventaja, así que gracias por nada.- Me pongo las manos en la nuca y me estiro un momento.- Supongo que no es muy difícil de adivinar, aunque no desprecio para nada tus dotes de detective. Lo de las fotos, no creo que sea negociable, será colaborar o…- Doy un paso, con pretensión amenzador, mostrando que soy más grande y fuerte que ella. Aunque no dura apenas un segundo, luego regreso a mi actitud normal.- Yo pretendo colaborar, pero si es necesario, llegare a ese extremo para proteger de la amenaza que supone Orochi. No quiero que te ganes enemigos innecesarios, y es muy probable que ganes muchos. Esta tarde tratare de encontrar a Eita Shang, y para ello hablare con Sho Yûdai, necesito a alguien que le conozca.

Inspiro y miro la cámara de Ririko.- En esas fotos hay mucho material importante, son tus fotos, pero este es un asunto importante. Quiero encontrar la forma de acabar con esta lucha, y eso puede significar acabar con la serpiente. Tenemos que defendernos, asi que hablare con los clanes de las sombras tal vez ellos sepan cómo detenerlas. Si descubro algo más te lo hare saber.- Me quedo allí esperando por si ella quiere replicar. Las cosas se van a poner feas, pero al menos tengo algo de esperanza.

Observo el mensaje de Miyabi, y aprieto el móvil. Preocuparme por ella es inevitable, espero poder verla cuando acabe.

Cargando editor
16/08/2014, 15:26
Haniji Kenso

- Soy yo quien mantiene sellado y a mi servicio al zorro blanco de Inari, y si en aquel instante le ordené que no diera el golpe de gracia sobre ti, no fue por compasión, sino porque entedí que tú liderabas el ataque sobre mi aldea.

 

Manteniendo la calma, medita sus siguientes palabras, resultandole forzado decirlas.

 

- Preferiría no llegar a la tortura, eres mujer, y además muy joven, sería atroz; y debes saber que mientras dispongamos de Haniji Masayuki para restablecer tu cuerpo, añadiremos la mutilación y el despellejamiento a la asfixia y los latigazos. La cortesía que te estamos mostrando no debe confundirte, aquí y ahora, sigues siendo mi enemigo.

 

Baja la mirada un instante, y finalmente se pone en pié, para ganar altura sobre ti, yaciente, y volver su figura más intimidante.

 

- ¿Quienes son los actuales miembros de tu clan? ¿Quien os lidera? ¿De que recursos disponeis? ¿Que sabeis de la situación actual de los Haniji, de los Shang o de los Shunten? ¿Porque atacasteis esta y la anterior aldea? ¿Cuales son vuestras intenciones, ahora y para el tornéo? Dinos lo que sepas, o serás obligada... por favor...

Cargando editor
16/08/2014, 15:55
Akuma Amane
Sólo para el director

Pues esto se asemeja mas a lo que el maestro me había dicho.

Suelto una ligera carcajada involuntaria, ¿Me estaba pidiendo por favor que traicionara a mi familia?, o sea, ¿Permiso para torturarme?

Un poco mas de lo que siempre habia pensado y el toque de la nobleza que me había empezado a calar se disipó tan rapido como había venido. Soy mujer y soy joven y sería atroz torturarme pero sin embargo lo vas a hacer.Ahorrate el discurso y hazlo, dirás mas de ti.

-¿Me ves con fuerza para liderar nada?- Digo mientras tiro de un brazo y los amarres.

Pongo mi mirada en él cuando se yergue y parpadeo. Poco puedo decirle que le interese, la verdad, creo que se piensa que soy mas de quien en realidad soy.

-Los Shunten ¿no?-

-Si te digo lo que sé ¿Me dejarás ir?-

Seguramente no habia interiorizado muy bien que me torturarían pero estaba sorprendentemente disociada. Debería pensar en lo que me había hecho sentir antes ese zorro que él controla.

Tan solo una cosa, mantenerse con vida durante el mayor tiempo posible.

Cargando editor
16/08/2014, 16:31
Haniji Kenso

Escucharte soltar una carcajada le desconcierta, y su gesto se vuelve más serio, mostrando cierto desprecio por los evidentes prejuicios que parece tener ante tu clan. Aparta la mirada, volviendo a meditar sus palabras, y cuando las decide, transmiten sinceridad.

 

- Sois vosotros quienes habeis empezado esta guerra, nos atacasteis cuando ni siquiera somos los protectores del sello. Habeis transformado el deber sagrado de los cuatros clanes de mantener sellado a Yamata-no-Orochi en un conflicto cruel y sangriento. Los que se suponía debían ser aliados, ahora se asesinan entre si... Quizás vaya contra mis propias creencias, quizás me aguarden noches colmadas de pesadillas por destrozar a una niña...

 

Vuelve a mirarte, con gesto severo y decidido.

 

- Considerate una prisionera, te usaremos como baza contra tu propia familia, aunque por la fama que os precede, dudo que vayan siquiera a moverse por salvarte. Así que no, no serás liberada. Si colaboras en mi interrogatorio, solo lograrás evitar el dolor de la tortura; así que hazlo, son las únicas palabras que quiero escuchar de ti, responde a mis preguntas de inmediato.

Cargando editor
16/08/2014, 17:21
Akuma Amane
Sólo para el director

Escucho su justificacion y bueno, es otra más, igual de valida que la de cualquier otro, solo que no deja de ser una justificación.

Giro el cuerpo para mirarle igual de seria, con los brazos retorcidos

-Yo no he empezado nada, ni tu hijo, ni ninguno de los que usais.Pero muy bien, si torturarme te hace sentir que haces algo... Tu lo has dicho ¿ Te parece que alguien de mi clan confie cosas importantes en mi?¿ Crees que me hubieran mandado sino aquí? Los importantes no se manchan las manos-

Clavo mi mirada en la suya

-Y yo solo soy una niña-

Vamos a ver hasta donde llega su conciencia y su paciencia.

Cargando editor
16/08/2014, 17:46
Haniji Kenso

- ¿Crees que puedes excusar tus actos en otros? Quien ha matado a mi amigo has sido tú y los tuyos, y esa muerte recaerá sobre tu conciencia.

 

Su actitud amenazante parece titubear, pero se encamina hacia la puerta esquivando tu mirada. Al llegar a esta se detiene, vuelve a suspirar y te habla, sin volverse a mirarte.

 

- En ese caso yo... no puedo...

 

Se lleva una mano al rostro, niega otra vez para si mismo, asumiendo el peso su propia conciencia.

 

- Ojala vosotros aún tuvieseis un alma, para sentir temor por condenarla.

 

Se marcha dejandote a solas en la habitación, la puerta abierta, al igual que la ventana junto a tu cama. Entra una luz nublada, sin los rayos del sol. Tus ataduras te impiden sentarte, tu fuerza no te permite escapar, y la posición más cómoda que encuentras es permanecer tumbada. Al paso de las horas, nadie viene a torturarte. Realmente ese hombre no tenía estomago, o quizás demasiada conciencia, para dar la orden. Es al llegar la tarde cuando el viento entra con más fuerza por la ventana, y una ligera llovizna se cuela al interior, salpicando las sábanas y mojandote.