Partida Rol por web

Sigue tus movimientos con la mirada al salir de la cama, y sujeta la sábana cuando te alejas con ella, dando un tirón y arrebatandotela antes de poder cubrirte, dejandote más tiempo desnuda, para su deleite egoista. Se levanta de la cama tras de ti ajustandose el pantalón y abrochandolo, tomandote por el antebrazo y alrededor de la cintura.

- Suelo desmembrarlos por la fuerza, con mis propias manos, aprieto sus craneos hasta oirlos crujir, tiro de sus miembros hasta separarlos del cuerpo; solo lo creerán si ven tu cuerpo mutilado.

Entrelaza los dedos de vuestras manos en el brazo que te sujeta, elevandolo en diagonal hacia un lado, y besandote sobre el hombro del mismo, te recorre el cuello aspirando tu aroma. Se separa despues, se agacha y recoge su sudadera roja del suelo, para volver a ponersela.

- ¿De que manera pensabas salir de aquí sin ser vista?

Se echa la capucha hacia delante cubriendo otra vez su rostro y sumiendolo en la oscuridad. El brillo carmín de sus ojos se vuelve intenso de nuevo, y aunque sabes perfectamente que se trata de él, hay algo que te inspira terror, incluso ahora, ves al asesino en serie sobre la fachada de tu novio.

En la habitación no hay rastro de más prendas de ropa o de tus pertenencias, ni nada que parezca realmente util, solo una ventana que da hacia los campos embarrados por la lluvia, y una puerta que da a un recibidor y a su vez al exterior, hacia la aldea.

Cuando tira de la sabana y me vuelve a dejar desnuda giro la cabeza confundida pero termino mirándole enfadada, lo hace solo por el placer de volver a verme expuesta y estoy segura, que además, por el hecho de no dejarme hacer lo que yo quiera, pero no es el momento.

Ya sabía que estas cosas le gustaban ¿Que asesino no intenta mantener el control sobre lo que quiere poseer?

Oirle hablar sobre como mata es impactante para mi, le veo relatarlo con gusto y se me parecen superponer imagenes que son inconexas, entre el hombre que tengo aquí delante y el que creía que conocía, un hermano y adorado profesor. Pero los sentimientos no son imagenes, tu no te enamoras de una imagen, lo haces de una esencia, o eso es lo que yo creo.

-Nadie sabe quien eres ¿Verdad?-

Le hablo sin compasión mientras le veo coger mi brazo, entrelazar sus dedos y tirar de él para besarme. Bueno, siempre hay esa sensación de que te lo puede hacer a ti y mas sabiendo quien soy y a quien suele tener el gusto de matar.Pero para mi es completamente irresistible, tanto que me hace cerrar los ojos y bajar la guardia con ello

Quizas Irisa si lo sepa.

-No lo se - Contesto- ¿Tal vez por esa ventana? O tal vez directamente por la puerta...- Miro alrededor de ese cuartucho y no hay nada, ni ropa, ni armas...

-Lo tendremos que intentar...-

Digo al fin mirando la ventana. Sería complicado que con su historial, en principio, creyeran que Bloody Rain va a ayudarme pero si llegan a esa conclusión al maestro no le costará mucho atar cabos y no quiero que Irisa vea amenazado su mundo. Ya lo dije una vez.

Y tampoco quiero que muera nadie mas de esa aldea.

-Nos iremos por la ventana y espero que no se cruce ninguno con nosotros-

Vuelvo a coger la sabana y la rompo para poder hacer algún improvisado vestido

-No tendrás otra libreta y un lapiz ¿no?-

No fue difícil conciliar el sueño, y no le importo que el pequeño se subiera a dormir con el, de hecho era cómodo, así que lo dejo estar. 

Lentamente abro los ojos, sintiendo el suave rose de un pelaje en mi rostro y la calidez de un ¿abrazo? ¿que sucede? esa pregunta fue resuelta rápidamente al ver un delicado rostro a mi lado con unas orejas de animal en su cabeza.

Aún medio dormido intento descifrar ¿que esta pasando?, ¿de donde salio? y lo más importante ¿por que estaba desnuda?, al notar esto ultimo no puedo evitar sonrojarme. Intento salir de la cama pero, el estar sujeto por ella no me lo permite b..b...¿buen día? es lo único que atino a decir al ver que me observa

- Dije que saldriamos por la puerta, y que lo hariamos juntos.

Vuelves a subierte a la cama de rodillas para alcanzar a mirar por la ventana, te da la impresión de ver a un par de samurai de los Haniji entorno a la casa y de este lado, pero la oscuridad de la noche que se os cierne y la fuerte tormenta poco ayudan. Sientes la mano de Bloody Rain en tu coronilla, enredandose con tus cabellos y tirando con toda la suavidad, pero al fin y al cabo, para hacerte retroceder.

- Dije que quería verles la expresión pero, ¿Dije que fueras a versela tú?

Se ríe de nuevo, de forma ronca y diabólica, mientras recuerdas unas de sus últimas palabras, las de apretar un craneo hasta oirlo crujir; pero no, afloja su agarre y solo te mesa el pelo, mientras con su brazo rodea tu cuello, y te arrima a él. Tu espalda da con su pecho, mientras sientes su brazo ceñirse a tu garganta como una serpiente constrictora, negandote la respiración.

- Así que deja de incordiar, y no te resistas.

Muerde tu oreja, y susurra.

- Confía en mi...

Aún adormilada como tú, la chica te sonríe al escucharte hablar, y sin pensarlo dos veces se acerca a besar tus labios. Desconcertado y con la guardia baja, tardas unos segundos en relacionar lo que sucedió anoche y lo de esta mañana, mientras disfrutas del beso. El zorro de tres colas, y ahora esta chica, que se separa de ti y se incorpora, deslizandose la sábana y dejandote ver su desnudez hasta la altura de su vientre.

- Haniji...

Pronuncia tu apellido con una voz alegre y juvenil, al tiempo que se lleva la mano al estomago, que ruge vacio y con un hambre voraz.

Oteo por la ventana subida de rodillas y sin hacer caso de lo que él dice de salir juntos por la puerta. Creo distinguir algunos Samurais pero tengo que entrecerrar los ojos para que la lluvia me permita separar las sombras de los objetos.

Entonces siento su mano en mi nuca, acariciar mi pelo pero tambien tirar de él, y aprieto la mandibula con clara rabia, todo tiene un limite, yo tengo un limite.

Voy a volverme a enfrentarle pero ni me da tiempo y mas despues de su afirmacion "No que los fueras a ver tu"

Abro mucho los ojos cuando su brazo se cierra entorno a mi cuello y no puedo evitarlo, subo mis manos hasta su brazo para intentar arrancarlo de su asfixia.

No te resistas y confia en mi son dos afirmaciones incompatibles.

Como sea ¿ Que otra cosa puedo hacer? Cierro los ojos y mis manos dejan de hacer fuerza.

- Voy a hacerte daño otra vez... intenta sacar tu lado más masoquista, y terminará pronto...

Aprieta un poco más tu garganta, retrocediendo para sacarte de la cama y tirando hacia atras de ti, logrando elevarte un palmo del suelo, te ahorca lentamente y sientes tu consciencia tambalearse. Solo entonces te afloja, te ha retirado de nuevo la sábana, y llevandote hasta el recibidor, te arroja hacia la salida.

Primero te golpeas contra la puerta, y justo al salir, tropezando y sin aire, das a parar al suelo embarrado, bajo la fuerte tormenta. Empiezas a toser de forma sorda, aspirando el aire del exterior como si fueran a prohibirlo. Miras a tu alrededor, los Haniji están rodeando la casa, incluso ese enorme zorro blanco, ensangrentado y tumbado, con la mandíbula y la pata rota.

El lider de los Haniji, que atendía a su guardían espiritual, se pone en pié y se acerca hacia la choza, de la que justo ahora sale Bloody Rain, cubierto en las sombras. La lluvia cae sobre ti y es roja, sangrienta de nuevo, manchando tu piel, y aunque estás desnuda, no hay pudor, solo miedo, el mismo terror que ves en los rostros de los samurai que te ignorar, y se centran en tu captor.

- Creí que ibas a matarla...

Se intenta acercar a ti, tal vez para ayudarte y volver a convertirte en su prisionera, pero al ver que Bloody Rain camina en su misma dirección, se detiene y lleva la mano a la empuñadura de su katana. Intentas incorporarte pero es inutil, Bloody Rain se sitúa sobre ti, pisa tu pecho y te devuelve al barro, manteniendote bajo la suela de su bota.

- ¿Que significa esto?

- ¿Acaso vas a decirme que debo hacer?

Sus carcajadas de nuevo, y su mirada baja, contemplandote en el suelo con una afilada sonrisa. El brillo rojo de sus ojos te paraliza, y te impide ver su expresión. Alza la vista de nuevo hacia los samurai.

- Quizás la viole y despedace más despacio que a los demás, hasta oir todo lo que sepa de su familia; solo entonces me llevaré su vida, jugando entre gritos de agonía.

Nadie dice nada, todos están paralizados por el terror y la inseguridad. El lider de los Haniji te mira, con compasión y lástima, como si temiera por ti y lo que te espera. Entonces levanta la bota de tu pecho, y te obliga a usar el poco aire que has recuperado para gritar, de dolor, pues te toma del cabello y te obliga a levantarte. Te agarra y echa sobre su hombro, tu cabeza cae por detras de su espalda, y tus piernas penden por delante.

- Salvo que quieras interponerte, entonces añadiré a tu clan a mi lista de juegos...

Se vuelve a hacer el silencio, pero ya no ves nada, solo recuperas el aliento. Empieza a andar, y si, no te sorprende que nadie se lo impida, tú misma estás aún paralizada, y escuchando los truenos os alejais, con una tranquilidad que asusta. Así pasan minutos, llegais a la cuneta de una carretera, tus pies vuelven a tocar el suelo, tu espalda se apoya en un coche, el suyo. Se te echa encima, quedas contra la puerta del vehículo, pero en sus ojos ya no hay un rojo carmín, ni la lluvia es sangrienta.

- Volvamos a casa... Amane...

Sus palabras no me tranquilizan, la verdad, y mi corazón se acelera rápidamente clamando por la superviencia.Siento como me arrastra fuera de la cama y tengo la certeza asi, ahora, en el aire de que voy a morir de nuevo.

Y cuando estoy apunto, suelta, y me tira fuera de la cabaña golpenadome contra el sucio suelo lleno de barro.No me puedo mover y solo boquear contra la suciedad buscando recuperar algo de aliento.

¿Me va a entregar? ¿Me matará delante de ellos? Son preguntas que mi cerebro todavía sin oxigeno no puede evitar.

Y estan todos ahi reunidos, esperando atentos a que alguien con mas agallas haga el trabajo que ellos no se han atrevido a hacer, pero que deseaban igual.

Y los desprecio.

El padre de mi compañero de escuela se acerca a mi y me incorporo apenas un palmo para mirarle con todo el odio que soy capaz, justo antes de que Bloody rain me vuelva a pisar y sienta el barro en mi cuerpo desnudo.

-Maldito cobarde, tenía que haberle matado cuando pude-

Aunque seamos sinceros, no creo que pudiera.

Escucho la conversación bajo el yugo de su bota y solo veo las patas del asqueroso perro.

Cuando elevo la mirada y veo sus ojos podría decir con toda certeza que lo que dice después es lo que de verdad va a suceder.

Y no puedo evitarlo la expresion de mi rostro vuelve a convertirse en miedo y dolor y a sollozar involuntariamente de nuevo.

Y mucho mas cuando me agarra del pelo obligándome a gritar de deseperacion mientras me levanta con dolor.

Capto una última vez la mirada del lider de la aldea para derrotada y llorando dejar que me cargue sobre su espalda

Y nos vamos, envuetos en ningún sonido y sin que nadie lo impida, y no dejo de sollozar ni aun cuando nos hemos alejado lo suficiente como para llegar a su coche y que me pueda bajar para apoyarme en él

Se coloca frente a mi y con los ojos llenos de lagrimas capto su mirada, es como si al asesino le hubieramos dejado en aquella aldea.

Subo los brazos y los cuelgo de su cuello, llorando, desnuda, sucia, demasiado expuesta mi alma y con necesidad de recuperar el hilo de mi misma.

-Vamonos..-

Susurro bajito con la voz tenue.

Retrocede contigo y abre la puerta, dejandote entrar en la parte trasera, para sentarte o tumbarte. Se va al asiento del conductor, y teneis un viaje tranquilo, regresando en silencio a la ciudad de Okinawa, y podrías creer que todo esto no ha sucedido, si no fuera porque estás desnuda, sin tu virginidad, y cubierta de sangre y barro.

Al llegar a su casa, aparcais y entrais aún sin decir nada. Él te lleva de la mano, manteniendose cerca de ti en todo momento. Solo se retira la capucha al atravesar la puerta, se desprende también de las botas, la sudadera, los pantalones, todo; y abrazandote por la cintura y la cadera te eleva sin esfuerzo, apretada contra su cuerpo, te lleva hasta el baño.

Te deja bajo la ducha, va a encender la bañera, que empieza a llenarse, y regresa despues contigo, para abrir el grifo del agua caliente... te abraza...

Dejando escapar sus emociones, se mantiene ahí contigo, calmando sus propios nervios y miedos, hasta ahora ocultos, pero aflorando solo para ti, donde nadie más puede verle, salvo tú. Entonces os aseais el cuerpo, os ayudais y desprendeis el barro y la sangre de vuestra piel y cabellos. Su excitación se hace evidente, de forma física, pero no es lujuria lo que ves ahora en su rostro, sino la ternura, y cierta sonrisa de felicidad.

Al terminar os vais al baño, otra vez él te guía, tomandote de la mano, te abraza una vez estais dentro y os sentais, tú rodeada por él, se aferra a ti un instante, como si fueses a desaparecer, despues se relaja, y continúa con el silencio, contemplandote, fijo en tus ojos.

Niego con la cabeza.- No sé dónde puedan estar ninguna de las dos. Espero que estén bien.- Luego sonrió.- Creo que el partido acabo para ambos ¿No? Te lo contare todo en las pistas de atletismo.- Amplio un poco la sonrisa.- No creo que llueva así que no hay de qué preocuparse.

Regreso junto a Yûdai.- Miyabi fue a ver al Doctor Vorgrimler.  Creo que sabes la naturaleza de su visita. Espero que vayas a verla.- Ese lugar tendrá el acceso prohíbo y más para mí. Quiero verla, pero… obviamente no puedo. Si algo le pasara… entraría… no me importa lo que pasase.- Ella me importa mucho Shang-san, tanto que estoy dispuesto a empezar de nuevo.- Le tiendo la mano.

Una vez que entro en el coche mis musculos piden descansar, y la tensión se aleja dejando un desagradable dolor. Me tumbo notando como en el lugar donde me ha tirado del pelo ahora hay una molestia sorda, pero no hay reproches para él, todo lo contrario.

Quizás algo de desconcierto, pero no miedo.

Al llegar a su casa entramos en silencio, serios, cansados, y me abraza subiendome contra su pecho, y yo me dejo sin oponer ninguna resistencia, al fin y al cabo es nuestro ritual, pasamos al baño.

Voy desnuda pero esi ni siquiera me importa, me arrastro junto a él y mientras le dejo encender, situarse y dejar caer el agua sobre nosotros.

Casi preferiría volver a llorar, pero ya no me parece productivo, sin embargo, el si que ha cambiado. Me abraza como si de verdad sintiera por todo lo que he pasado pero ademas dejándome ver lo que pasa por él y dejo que me quite el barro y la sangre y paso mis manos por su rostro relajando tambien el mio y haciendo lo mismo.

Sonrio, esta si es la cara de quien quiero, aunque en realidad le quiero igual de las dos formas

Es como si al entrar en el baño todo hubiera cambiado, y ahora no estamos volviendo de una aldea de sadicos paletos sino disfrutando de un tiempo como una pareja normal.

Me abraza antes de sentarnos en el baño y esta vez le sonrio mas ampliamente cuando me mira tan fijamente a los ojos.

Sin decir ni una palabra, meto mis dedos entre su pelo y me pego mas a él besando su mejilla casi divertida, con una ternura que nunca pense que yo tuviera, y recojo de nuevo su mirada para ponerme un pelin mas seria.

-¿Por que no lo dejas?-

No es un reproche, ni un dime como haces esto, tan solo es sentir el cansancio de su alma y de que él no es asi, es mejor que yo, siempre lo ha sido.

- ¿Porque no lo dejo? Es algo... complicado...

Apoya sus manos sobre el borde del baño, extendiendo las manos hacia ambos lados y recostando la cabeza hacia atras. Se queda mirando el techo, pensativo, y tras un rato entorna los ojos hacia ti.

- Si es lo que quieres, te lo contaré, la verdad.

Vuelve a alzar la vista, algo te dice que quiere eludirte, no cruzar miradas contigo.

- Hace cinco años era diferente, o tal vez... no, tal vez era igual que ahora, vivía rodeado de gente, pero no podía decir que me sintiera acompañado, me sentía... en soledad, y no me importaba, creí que todas las sonrisas, son fingidas, una función; fue por eso que entré al club de teatro, en realidad no quería interpretar al príncipe azul, ya todos me veían así. Lo que quería era mejorar, aprender a manipular mejor, para mi, esa era la clave, mi talento.

Cierra los ojos, rememorando y formando su narración.

- Así conocí a Miha, que representaba todo lo que yo odiaba. Era inocente y confiada, realmente creía que, el mundo podía ser justo, que no somos todos lobos; y lo peor es que ella me caló, desde el principio, supo ver más allá de mis mentiras, de mis falsas sonrisas, de mi máscara y, me sentí... indefenso... y no podía creerlo, cuando se compadecía de mi, cuando intentaba darme parte de esa visión rosa y estúpida de su mundo feliz, ser mi amiga, ser... mi novia... ¿De que le sirvió toda esa mierda al final?

Sin abrir los ojos, niega, con un semblante más sombrío.

- Deje de darme cuenta, cuando el principe azul, el chico popular, era una máscara o yo mismo; fue su culpa, y me gustaba, por fin todo tenía sentido, ayudar a los demás me... Quise apoyarla con su legado familiar, aprendimos de sellos, todo era mágico, en más de un sentido, y entonces, su familia le prohibió verme. Se dieron cuenta demasiado tarde y tenían otros planes para ella, pero yo ya no era un amigo, ni sería facil hacerla olvidarme, así que estuvo toda una semana en su mansión, apartada de mi por sus familiares, y ¿Que hizo? Se fugó, vino a buscarme a casa pero yo no estaba... llegué tarde...

Suspira unos segundos en silencio, sin importarle que unas lagrimas caigan por sus mejillas, las deja estar, y continúa con su relato.

- Mis padres estaban muertos, mi hermana no ha vuelto a ser la misma, y ella murió en mis brazos, pero, no se fué sin... entregarmelo, el Oni, me lo cedió, y ni ella ni yo sabiamos las consecuencias. Ella dejo de respirar, y yo... desperté del sueño, sin ella... era mi pesadilla, y no estaba solo, esa bestia, en mi... y yo no había tenido años para acostumbrarme, para saber calmarla, solo sentía su ira, y mi deseo de venganza, así que... no me controlé... ni siquiera quería intentarlo... ya nada merecía la pena...

Echa hacia adelante la cabeza, abriendo de nuevo los ojos.

- ¿Sabías que siempre me han dado miedo los truenos? Mis terrores se reflejan en los demás, y pronto la tormenta fue mi carta de identidad, ninguno de ellos dormía tranquilo si la luz de los relámpagos entraba por sus ventanas... y era perfecto... y los maté a todos, no solo a los culpables de sus muertes, también a sus familias, los niños... a sus allegados, a todo aquel que tuviera relación con el clan Akuma, y aún así el Oni... yo, quería más... no había remordimiento, realmente sentía... siento placer matando, esa es mi naturaleza, la venganza no fue un plato frío, me encantó... y si había algo decente en mi, algo que mereciera la pena ser salvado, murío con Miha...

Se sonríe un poco, sin dejar de llorar.

- Creí haberlos matado a todos, pero hubo uno, Akuma Taiki... Lo maté a él y a su familia, y no se como pero volvío, volvió meses despues y me encontró, y... desde entonces, ha sido una herida abierta. Maté a todos los Akuma, y él encadenó sus almas a su espíritu, las de todos los de su sangre... las sombras que le siguen... Miha...

Te mira pero no a los ojos, sino a los labios.

- Y ahora tú... desapareciste... sentí que te perdía...

En realidad no se lo había pedido, seguramente porque ya conocía la respuesta y sabía que no me iba a gustar .Pero aun asi, estaba claro que necesitaba desahogarse, contárselo a alguien que pueda entenderlo, y no creo que halla nadie mejor que yo para eso.

Ni le toco en ningun momento, las confesiones tienen que salir sin ñoñerias, es lo que pienso, y lo que siempre he hecho, y voy atando cabos, y juntando mi propio puzzle que ahora encaja bastante mejor. Es gracioso, prácticamente conocía todas sus piezas pero no sabía en que lugar debía colocarlas.

Ahora ya estaban claras.

Finalmente no eramos tan distintos, salvo por una cosa, el deseó ser bueno y yo no. Seguramente porque yo ya lo soy.

Veo sus lagrimas rodar por sus mejillas y la descripcion de Miha me hace gracia. Bueno, los Akuma somos el mal y eso no hay quien lo niegue, si quieres a alguien que sepa acercarse al abismo del infierno y sepa andar entre las llamas, no lo dudes, nosotros somos tu gente.

Si tu interior esta lleno de demonios insanos, nosotros los veremos. Al fin y la cabo, asi nos hemos criado.

Y aun asi, no hay rastro de ambicion en su relato. Dejo que continue sin moverme siquiera, habla de su muerte de sus padres, de la prohibicion de su familia, y curiosamente mi padre no me había hecho lo mismo, y era extraño la verdad, que hubiera seguido permitiendome que le viera cuando seguro que le había investigado al completo.Supongo que me usó, como los demás.

Bajo un instante la mirada cuando relata como le consiguió, es un buen motivo para que mi Oni le odiara tanto.Suficiente es que tengan que estar atados a un Akuma por un pacto de sangre para que encima alguien pervierta su último momento de victoria entregandoselo a otra persona totalmente ajena.

La masacre que perpetró después no creía que tuviera tanto que ver con su naturaleza como con la del Oni, y si no le puedes romper nunca, como un papel, vivir con él debe ser una pesadilla.

Algo me quedó muy claro de Miha, con ella sacó su lado bueno, o lo que él creía bueno y conmigo puede sacar el malo el que se sobredimensiona con la influencia del Oni, claramente sabemos quien es peor.

Habla del maestro y también lo sabia, sabía que ella estaría atada a él, pero lo que él no sabe, es que él maestro tambien fue un hombre una vez y uno que no perdona como él.

Vuelvo a mirarle fijamente

- Ella fue feliz a tu lado y supongo que tu tambien. Y no eres tu el que desea todo ese mal que siembras sino el Oni que te cedió- Ahi no estuvo muy buena la dulce Miha.

-Con ella no murió todo lo bueno que tenías, solo dejaste que él tomara las riendas y eso debería poder acabar...-

Sonrio ante su mirada a los labios.

-Y supongo que acercaste a mi para poder hacerlo al maestro....Debiste odiarme tanto al principio que debías torturarte por ello.Yo soy tan distinta a ella, una Akuma, tan parecida a ti en lo que ella te cambió...-

Me sonrio pensando en lo extraña que es la vida a veces, si aquel primer dia no me hubiera llamado la atencion Irisa puede que esto hubiera sido totalmente diferente.

-Te agradezco que no mataras ni a mi hermano ni a mi padre, lo hubiera puesto todo mucho mas dificil-

Dejo escapar el aire

-Te ayudaré a liberar a Miha y a acabar con el maestro y a devolverte al hermano que Irisa quiere.Pero no te tortures por no entender a la mitad de la hipocresía del mundo, nadie debe ser diferente a quien es, porque nadie va a valorar que lo seas. Nunca se esta del todo solo, por fortuna no todo el mundo camina por la misma senda-

Y sino caminar solo tampoco es tan horrible

-Fuí una idiota haciendo caso al maestro, esta noche he aprendido que tengo mucha mas conciencia de la que alardean los demas-

Y tampoco es tan malo.

No creo que yo pudiera nunca igualar al amor que sintió por ella, pero ahora no le voy a dejar solo.

- ¿Acaso lo has probado alguna vez, lo que se siente, el placer? No me refiero a dar la orden, sino a ser tú el verdugo, mirar a los ojos de una persona mientras la vida se le escapa; un segundo está observandote, sintiendo el terror de un fin inevitable, y al siguiente, vacio.

Sujeta tu cabeza por la nuca, enredando su mano en tu cabello, y esta vez si, te mira a los ojos.

- Aprendí una lección que ya no puedo olvidar; acabar con aquello que odias, hacerlo desaparecer de la existencia, me hace sentir bien, ¿A quien pretendes engañar? Nací para mentir y manipular a los demás, pero nunca seré capaz de engañarme a mi mismo. Soy un asesino y seguiré siendolo; lo que hice, ¿Crees que tras mi venganza equilibraré la balanza, que puede haber justicia en el mundo si yo vivo tras haber condenado a tantos inocentes? No, sus almas me esperan en alguna parte, para atormentarme en otra vida; soy la antitesis de lo que Miha representaba, de lo que hizo conmigo, y es a su vez por su culpa que estoy en esta situación; incluso tras su muerte, sus decisiones me moldearon.

Su otra mano acaricia tu mejilla, y su pulgar roza de lado a lado tu labio inferior.

- ¿Que será de mi despues de sus muertes, cuando ya no quede nada que a lo que odiar, los halla matado a todos? ¿Seré capaz de detenerme? ¿Encontraré más sentido que este a mi vida? Son las preguntas que me sigo haciendo, cada vez que mataba a uno de los vuestros, acercandome al final; así que contestame tú, ¿Que me está esperando? ¿Tu amor? ¿Mi locura?

Su mano enredada en mi nuca y mi mirada no esta nada comoda, en realidad nunca creí que le gustara tanto compadecerse de si mismo.

-No, no lo he probado, tan solo he tenido la oportunidad de ordenarlo y no he podido, ni siquiera después de saber que al que he perdonado la vida me ha encerrado y dejado que entres a matarme de la manera mas cobarde. Y creo casi seguro, que solo podre matar si necesito proteger a alguien que ame-

Y no me voy a torturar, si, sigo siendo igual de ambiciosa, solo que ya descubriré hacia donde.

Me muerdo el labio con cierto enfado

-Has dejado que te domine el Oni y no solo él, las decisiones de Miha, la vengaza, el miedo a los que has matado.Si fueras un verdadero asesino eso no te preocuparía, igual que si fueras alguien realmente perverso-

Es asi de facil

-¿Que pasará con Irisa? Es la unica cosa que tienes en este mundo que merece la pena y no eres capaz mas que de autodestrirte, cuando para ella eres todo su mundo, el único-

Dejo que termine de rozar mis labios y me acerco a él mucho poniendo una de mis manos en su mejilla

- Claro que si, te detendrás y buscaremos la forma. Mi amor no creo que sea tan importante, pero tienes lo que los demas ya no tienen, una vida, trata de darle algun uso que te haga mas feliz que este-

Miro sus labios

-No dejaré que te vuelvas loco-

(Me acerco a Tashiro)-Perdona es que tenia que preguntarle por Irisa, es que me tiene un poco preocupada...(me senté como era habitual en su mesa)...¿que tal estas?, si tienes algo interesante que contar lo mismo de aqui a que empieze la clase te dara tiempo a contarlo...soy todos oidos...(sonrie y se acerca al joven manteniendo la mirada fija en sus ojos).

- Si que es importante, tu amor... no solo tengo a Irisa, te tengo a ti, ¿A que viene despreciar así toda la influencia que has tenido en mi? Eres la única razón por la que me he detenido en estos cinco años.

Se ve incapaz de controlarse más, te arrima a él y te besa, sin excederse, intentando disfrutar del momento con cierta calma. Al terminar se separa, se pone en pié y sale de la ducha. Dandote la espalda toma una toalla para secarse.

- Ahora sabes lo que soy, y es inevitable que las cosas cambien, pero en esencia, no dudes de lo que siento; si al final de esta demencia ambos sobrevivimos, no se si será con la cordura intacta, lo que si se que quiero es un futuro estando a tu lado.

Mientras se está secando, toma otra toalla, se voltea hacia ti y te la extiende.

- ¿Que quieres tú?