Partida Rol por web

Ante el sonido Phee reacciona agachándose algo asustada, pero sin dejar de mirar la escena, parece que está realmente interesada en lo que sucede

Por su parte Leela permanecía callada, tras el sonido del disparo mira con más atención, parecía que estaba examinando bien el arma puesto que se pone a mirar las armas y el equipo de los que están dentro del vehículo asintiendo.

Me sorprendo impactando al jinete en el hombro en lugar de en la pierna, y atribuyo mi error a la tensión del momento, apretando los dientes con fuerza y condenándome a mi mismo a una buena sesión de punteria cuando volviera al cuartel. "A esta distancia debería poder darle en la punta de la nariz si quiero, así que no debería volver a repetirse" Maldigo para mis adentos. "¡Pues si que son duros! a penas parece inmutarse tras recibir un disparo de un rifle en el hombro"

- ¡Soltad las armas! ¡Ahora! - Digo apuntando de nuevo con el rifle a su espada y luego al suelo. Pungo el dedo sobre el gatillo, dispuesto a disparar si el caballero trataba de atacarme. Esta vez dispararía al cuerpo, no quería arriesgarme, si había sido capaz de soportar así un disparo de un rifle de asalto sería mejor no andarse con chiquitas, al fin y al cabo no dabíamos de qué eran capaces. 

Las cosas se salen de madre y el capitan empieza a hacer disparos, creo que totalmente innecesarios pero yo  me quedo en mi posición vigilando para hacer fuego desde el vehiculo en el extraño caso de que fuera necesaría una cobertura de fuego pesado.

El sacerdote coloca una mano en los hombros de las chicas para tranquilizarlas, no parecia que fuera a pasar nada, pero entendia que para ellas todo esto debia de ser nuevo, fascinante y aterrador por supuesto.

Era curioso como aquellos soldados tenian armaduras similares a las de grandes heroes terrestres como "El Cid" o "Jaime El conquistador" quizas las lineas de evolucion de pensamiento y desarrollo tecnologico no difieran tanto. ¿Dios habria creado un segundo mundo con humanos a modo de experimento? Aquellas cuestiones teologales debia de presentarlas ante el Papa... seguro que Su Santidad Francisco tenia algo que decir al respecto.

Nos acercamos rapidamente a los dos soldados, con las armas apuntandoles. Cesar grita y con el rifle señala sus armas para que las bajen.  El soldado parece no entender, subestimandolo y acercandose a nosotros con una sonrisa. De repente Cesar disparo, quitandole la sonrisa del rostro. Me sorprendio su accion, -Hey hey calma. Asustaras tambien a los aldeanos ademas no queremos matarlos.- digo acercandome sin dejar de apuntar a los soldados. El otro da un paso adelante para proteger a su compañero -Eh eh, ni lo pienses-  digo ahora apuntandole ahora a ala cabeza, dandole a entender que lo que le paso a su compañero en el hombro le pasaria a su cabeza.  

Rodrigo negó con la cabeza tras asegurarse de que el hombre seguía vivo y comenzó a registrarlo quitandole las armas una vez que lo tuvo maniatado. Volvió a examinarlo por si había algo que se le había pasado en el repaso inicial pero no vio nada raro. - ¿Volvemos al poblado? Alguno debería comprobar si desde la construcción de madera nos han visto actuar y preparan una respuesta. - aconsejó el hombre arrodillado junto al herido. 

En los auriculares de todos, resuena la voz de nuestro capitán dando ordenes y después... un disparo.
No puedo evitar un gesto de sorpresa antes de decir.
Creo que sera mejor acelerar y llegar cuanto antes.
Y miro entonces hacia delante antes de añadir.
Mi subteniente, si es posible, trate de aparecer a retaguardia del par aquel de fulanos. Quizá si se ven rodeados, depongan sus armas y cualquier actitud agresiva.

Tras escuchar el disparo por los auriculares asiente al escuchar las palabras de Rodrigo, rebusca en su cinturón y vuelve a sacar la pistola del cinto, una vez más comprueba la munición y retira el seguro.

No se si podrá pero es buena la ideal del sargento Jiménez, tras ese pensamiento intenta atisbar algo por la ventanilla mientras se prepara para la acción.

El ruido del disparo y la voz del capitán a través del canal de comunicaciones pone punto final a la tranquilidad que había llegado al vehículo cuando el jinete quedó reducido. Tras escuchar a sus compañeros debatir, Julio decide meter baza. La cosa puede acabar en otra discusión acerca de qué hacer y ahora no es momento de ellas.

No nos separemos a menos que sea necesario, todavía estamos en territorio hostil y desconocemos la orografía del lugar. Si encontramos motivos para preocuparnos realmente por refuerzos desde el frente, podemos hacer fácilmente un perímetro en la aldea. Entre los dos blindados y las minas que llevamos encima podemos masacrar un batallón de esos tíos, aunque espero de verdad que no sea necesario

Iñaki conducía el vehículo tranquilamente y sin prisas, solo hasta que se escucho el disparo en dirección a la aldea, automáticamente piso el acelerador para llegar cuanto antes donde sus compañeros.

Segundos después de acelerar dijo- Mejor estar preparados por si tenemos que bajar rápidamente y dar apoyo a los demás, Brigada Ndoye, mejor volver a los mandos de la Samson por si las moscas.

Ante las amenazas el hombre que había recibido el disparo se sigue sosteniendo el hombro mientras da un paso atrás y es su compañero el que se acerca con la espada, parecía que no terminaba de entender lo que sucedía, pero sí que vio el arma y como después de ser apuntado su compañero parecía estar herido, así que se lanza en un ataque frontal contra Jaden con su espada.

Mientras tanto el otro vehículo llega a las afueras de la población, el rehén estaba en el suelo y aparentemente no le sucedía nada especialmente grave.

Phee al sentir al sacerdote a su lado sigue tensa, pero al mirarle y ver su expresión parece que se queda un poco sorprendida como si no supiera que hacer.

Leela por su parte mira y dice.

• ¿Ruido… que… es?

Y señala hacia donde están los que están con los caballeros, aunque en su mirada podia verse que era muy posible que la chica supiera perfectamente o sospechara que era lo que había sucedido.

El sacerdote se quedo pensando por un momento como explicarles que era una bala o una pistola, luego penso que con seguridad no hubieran descubierto la polvora o quizas aqui no existiera nada como la misma. Decidio trasladarlo a un ejemplo mas sencillo imitando el gesto de un arco, soltando la "flecha" y con una mano con el dedo hacia adelante, aunque apuntandose a si mismo, se golpea donde el soldado habia sido herido.

- Pero de fuego -hace gestos con las dos manos como una explosion.

El soldado no parece entender su situación, oír lo que se abalanza sobre mi con su epaada en alto. Suspiro, matarlo una pésima opción, así que queria evitarlo a toda costa. Espero a que se acerque lo suficiente y esquivo el ataque de los espada. Luego con mi arma le doy en el estómago esperando que el golpe pueda hacer algo a pesar de la armadura, rápidamente vuelvo a golpear está vez en la cabeza para dejarlo inconsciente o por lo menos aturdirlo .

Por supuesto que si, mi subteniente. En cuanto lleguemos, me tendra fuera aunque tenga que lanzarme de cabeza.
No me queda otra que alzar la voz pues el subteniente Azola ha pisado a fondo soltando toda la potencia del motor. Por lo tanto, espero casi con impaciencia con la zurda apoyada en el tirador del portón trasero y con la diestra, asegurando el G 31 en medio de los botes que vamos dando.
Y por cierto, solicito de nuevo apoyo. Mas que nada, por si acabo aterrizando de cabeza tras lanzarme.
Y a pesar de lo tensa de la situación, con el fulano inconsciente pegando botes en el suelo del Rg, mas o menos como el resto de los míos en sus asientos, sonrío de nuevo.

Hieren a uno de los soldados, no me parece la mejor opción pero parece casi inevitable, lo que me parece más extraño es que uno de los soldados se meta en un combate cuerpo a cuerpo, una espada puede ser primitiva pero en un combate cuerpo a cuerpo no deja de ser peligrosa y en una pelea tan cercana no podemos darle cobertura.

Lo que más me extraña es cuando veo a la chica hablar en nuestro idioma... ¿no aprendio demasiado rápido? yo llevo años aprendiendo ingles y creo que pronto hablaré peor que ella nuestro idioma. Me la quedo mirando con la boca abierta. 

En cuanto el subteniente pisó el acelerador saqué inmediatamente la pistola, dejandolo al lado de mi asiento.

- esto mejor se queda aquí que no me sirve para nada ahora.

-Jimenez, no te preocupes te haré de apoyo, al llegar tu por la derecha yo por la izquierda, Subteniente detenga el  vehículo de morro a ellos. 

Ndoye no parece estar especialmente de acuerdo con la orden de ocupar la Samson. No es que vaya a dudar en usarla si hace falta, o que tenga reparos en apuntarla hacia alguien del que no sepa como puede reaccionar o qué puede hacer, como hizo con Leela y Phee. Pero una cosa es eso y otra es disparar munición de ese calibre en un poblado de casas que probablemente sean madera y adobe. Cualquier cosa que dispares no desaparece en el aire, siempre va a parar a algún sitio. Y algo de este calibre y a esta potencia y distancia no es ya que pueda herir a los jinetes, es que los atravesará de parte a parte, a ellos y a cualquier persona, animal, o pared de casa que esté detrás. La posibilidad de bajas civiles es demasiado alta para merecer el riesgo.

Pero es una orden de un oficial superior, y uno no se para a discutir órdenes en plena situación de combate. Si tiene algo que decir, puede esperar hasta que ésto se haya resuelto.

A la orden. Intentaré no usarla salvo que no haya otra opción posible. Como dije, es arriesgado.

Con un blindado impenetrable a los ataques y dos grupos de soldados entrenados contra tres, no se le ocurre cómo pueden llegar a esa situación... pero eso no es algo que necesite decir.