Partida Rol por web

El camión se movía a toda velocidad, por el comunicador ya se oían disparos y gritos, tenemos que llegar cuanto antes. Al igual que el sargento Jiménez y el alférez García tengo ya la pistola preparada, descarto usar la MG4 a corto alcance como también sugiere el brigada Ndoye.

No tengo muy claro como hemos llegado a esta situación teniendo enfrente solamente a dos soldados con espadas, me preparo para cualquier cosa que se me pueda estar escapando que explique esta situación.

Esperemos que no tengas que usarla brigada- dijo con una sonrisa en la cara- si lo tienes que hacer es que la cosa va de mal en peor.

Una vez el vehículo entro en el poblado, Iñaki lo detuvo cerca del vehículo de comando y una vez los compañeros abrieran la puerta y bajaran del vehículo, cogió sus armas y fue detrás de los demás para echar una mano en caso de que las cosas pasaran a mayores.

Rodigo giró al soldado inconsciente para colocarlo de lado y evitar que se tragase la lengua. Luego comenzó a prepararse para bajar del vehículo. Parecía que aquellos dos soldados estaban dando problemas a un vehículo lleno de los mejores soldados con la mejor equipación.

Cuando llegaron allí y Rodrigo vio a uno de ellos luchando cuerpo a cuerpo con uno de los soldados se quedó estupefacto. No sabía muy bien que pensar así que guardó silencio esperando que la situación se aclarase por si sola.  

El Nyala del equipo de infantería llega a toda velocidad a la aldea, los aldeanos no hacen más que mirar sorprendidos y alejarse un poco de la situación, se notaba que no sabían realmente que era lo que estaba sucediendo.

Cuando se lanza al ataque Jaden le lanza un ataque con su arma, sin embargo, el hombre no era un aficionado e interpone su arma deteniendo el ataque del fusil como arma cuerpo a cuerpo.

La chica observa atentamente al sacerdote cuando este hace la explicación, la chica hace un gesto imitando el movimiento del arco y a continuación chica chasquea los dedos y una pequeña llama surge en sus dedos y dice:

• ¿Fuego?

La llama era pequeña, como si fuera un pequeño mechero, mira al sacerdote curiosa

La chica zorro sale del vehículo casi corriendo, en su mirada podía verse enfado y si alguien se fijaba bien en sus manos podía ver como tenía las uñas mucho más largas, al igual que los colmillos, la chica al salir da un gran salto y se coloca sin dificultad sobre el techo de una de las casas, parecía que estaba dispuesta a lanzarse desde esa altura contra alguien.

Conforme noto como perdemos velocidad, me tenso mientras echo una mirada hacia atrás para decir.
A la orden mi Alferez.
Y en cuanto nuestro vehículo se detiene abro el portón y salto del mismo abriéndome hacia la derecha y encañonando con mi arma al fulano que corre, espada en alto, hacia nuestro capitán.
Flexiono las piernas para acomodar la postura, apoyo la culata de mi arma contra el hombro derecho y disparo. Y mi objetivo, es ni mas ni menos que la espada que enarbola.
Tanto me da dar en la hoja o en el brazo con que la esgrime. Solo espero que baste para desarmarlo.

Tras bajar del vehículo junto al resto de compañeros Roberto contempla la dantesca situación. De reojo ve como su amigo Rodrigo se queda estupefacto viendo a Jaden mientras el Sargento Jiménez sale corriendo hacia donde está el capitán y abre fuego contra el soldado.

El capitán no da ninguna orden pero Jaden parece tener complicaciones.

¿En qué momento le pareció buena idea a Jaden ceder la ventaja de la distancia? Roberto mira alarmado a Jaden enfrentándose con la culata contra una espada, manteniendo la distancia busca rodear el combate entre Jaden y el soldado intentando buscar la espalda de este. Roberto apunta a la espalda del soldado sin que de momento haga fuego hasta que bien el capitán de la orden o Jaden esté en peligro.

Mientras Roberto se coloca en una posición realmente ventajosa para el apuntando al tipo de la espada Pedro dispara al tipo haciendo que la espada caiga al suelo, por lo que los dos guardias están desarmados, a su alrededor la gente estaba escondida y parecía algo asustada.

Objetivo alcanzado.
Alzo mi arma al mismo tiempo que coloco el seguro con el pulgar de mi diestra y con la zurda, le hago un gesto a Jaden para que lo neutralice.
Por mi parte, no me permito relajarme y tan solo espero que ningún civil intente entrometerse. No seria precisamente lo adecuado tener que hacer una demostración de fuerza mas contundente.
Me dedico entonces a mantener el entorno controlado, en previsión de lo que pueda ocurrir. Y por lo tanto, antes que nada, dos detalles me llaman la atencion.
El primero es la chiquilla híbrida, acechando en lo alto de un tejado, sin que yo vea escalera alguna por la que haya podido subir.
El segundo, la chavala pelirroja, que parece llevar un mechero solo que yo no veo ninguno.
A través de nuestro canal, digo.
Compañeros, neutralicemos del todo a este par de fulanos. Son una molestia y empiezo a considerar una prioridad, evaluar con detenimiento las capacidades de nuestras conocidas
Y no puedo evitar soltar un suspiro antes de añadir.
Pero mucho mucho detenimiento eh.

Parece que subestime la armadura, aunque fuese de la edad media podia aguantar. El soldado bloquea mi segundo golpe con la espada y forcejeamos por unos instantes. De repente oigo un disparo y veo como la espada del soldado sale volando arrancada de sus manos. De reojo veo quien fue el que disparo y veo como Pedro me hace una señal, asiento con la cabeza, ya desarmado mi oponente deberia ser presa facil, o eso esperaba. Rapidamente hice a un lado mi arma, dejando que cuelgue de su correa y aprovechando el desconcieto del soldado intento aplicarle una llave para nuetralizarlo.

Secundo la idea del sargento- comenta Julio, que todavía no ha terminado de flipar en colores con lo que acaban de hacer sus dos acompañantes. Una cosa es que haya criaturas evolutivamente posibles aunque no vistas, como la chica zorro, y otra es que su compañera decida estirar las leyes de la física newtoniana y crear una reacción sin agentes ni un catalizador, o al menos ninguno que el hyaya visto y conozca. En particular la chica... eh... normal, por decir algo. Dejando aparte lo de la llama, la facilidad que tiene para comprender un idioma que no se ha desarrollado en este mundo es como poco... rara.

Aquel ataque me había pillado por sorpresa, sin duda aquellos tipos tenían pelotas, o no sabían muy bien lo que era un arma de fuego. Aunque la unión de ambas era más probable. - Rodeadlos y reducidlos. Los quiero atados a la de ya. Padre, Barberán, cuando la situación esté controlada bajen aquí con la muchacha, intentaremos hablar con el líder de la aldea. - Transmito por radio a los demás. Después alzo al arma y me acerco despacio al jinete al que ya había disparado antes. - ¡Al suelo! - grito, señalándole a él y luego al suelo con el fusil. Entonces, me fijo en la muchacha que había saltado agilmente al tejado. - Cuidado con la chica zorro, repito, cuidado con la chica zorro, no me gusta un pelo lo que está haciendo. - Informo a los demás. Más vale prevenir que curar.

Al momento de salir del vehículo, resbalo con algo en el suelo, llegando tarde al combate y siendo incapaz de hacer nada pues cuando enfoco la situación ya esta resuelta.

-Jimenez, siento no haber sido de ayuda, he resbalado con algo, lo siento.

con las palabras del capitán observo a la chica subida en el tejado y me acerco a ella.

-Hey tu, ven baja de ahí,no tienes que preocuparte.

digo haciéndole señas con las manos de que baje y abriendo los brazos, indicando que se puede tirar.

¿ACABABA DE HACER UNA LLAMA EN SU MANO? Aquello dejo sin habla al sacerdote que instintivamente acerco una mano a la llama e instintivamente la retiro al notar el calor. Aquello era una maravilla e iba en contra de todo lo que habian aprendido en la Tierra. ¿Seria un tipo distinto de ciencia? ¿Seria la magia tan denostada por la Iglesia desde hacia siglos? No lo sabia pero debian de averiguarlo tarde o temprano.

El padre confirmo por radio. La muchacha zorro habia salido corriendo aprovechando la confusion, no podia perseguirla y verse envuelto en la refriega asi que permanecio en el vehiculo, una vez recibida la orden procedio a tratar de explicarselo a la joven, aun mirando la llama de su mano.

- Nosotros... -señalo a los ocupantes del vehiculo- hablar... jefe pueblo.

Trato de hacerse comprender mediante señas, aunque no sabia muy bien como explicarle el concepto de jefe.

La situación se fue un poco de las manos, disparos, heridos y la gente del pueblo aterrada, eso no vendría muy bien para las negociaciones con el líder o líderes de la aldea, pero bueno lo echo echo estaba.

No había mucho que hacer, los demás ya lo tenían mas bien controlado, así que solo quedaba vigilar alrededor por si acaso había mas de aquellos sujetos por el lugar, aunque ellos tuvieran la ventaja con las armas de fuego, una puñalada en la espalda era igual de efectivo que un tiro y era mejor evitarlo.

Roberto contemplaba como Jaden seguía en su particular uno contra uno contra el soldado, ya desarmado. Sin dejar de apuntar al soldado escucha por el intercomunicador no se qué de fuego en la mano de la chica, no termina de comprender muy bien de qué va el tema pero lo olvida.

El combate se había convertido en una refriega, ahora parece que Jaden intentaba una llave, no sé si sería muy prudente pues estos soldados parecían recios, no unos aficionados. En cualquier caso, y pese a que el capitán había expresado su intención de que fuera capturado vivo, Roberto no deja de apuntarlo por si capturara a Jaden y tuviera que disparar.

Los tipos fueron rápida y fácilmente reducidos, a fin de cuentas, ellos eran más y no estaban heridos. Alrededor los habitantes del pueblo parecían aun algo asustados, sin duda el ver a aquellos tipos con ropas tan extrañas les habría sorprendido y más al ver los vehículos y las armas tan extrañas y desconocidas que portaban.

Leela se queda mirando un poco sorprendida como le miraban, parecía que no terminaba de comprender porque le miraban asustados o sorprendidos, cuando el religioso le habla se queda unos momentos pensando y dice.

• Líder Angust

Se queda unos momentos mirando como tratando de localizarle para finalmente señalar a un anciano que caminaba, hacia la aldea, el hombre caminaba apresuradamente, era el anciano que anteriormente vieron alejarse de la aldea.

Mientras tanto Phee seguía mirando a los dos guardias sin hacer caso a los demás, la chica da un salto desde el tejado para colocarse junto a uno de los guardias, tenía las garras sacadas y dice:

• main aapako aur adhik nukasaan nahin karega ... aap unhen khaan ke lie aur adhik nukasaan nahin hoga

Parecía que tenía una actitud realmente agresiva con los soldados