Partida Rol por web

Un sólo baño comunal, con cabinas con retretes y una sala de duchas a compartir.

TURNO

Otra vez el túnel de luz, con el hombre rubio esperándote al otro lado. Otra vez esa infinita sensación de paz que te inunda cada vez que ves la muerte de cerca. Estás por llegar, tus dedos casi rozan los suyos... Una garra maléfica te atrapa, te agarra por la cintura y te aleja de él, de tu destino. Tira de tí con fuerza. Intentas sujetarte a las paredes del túnel, aferrarte con todas tus ganas... pero es inútil.

Das una profunda bocanada de aire. Estás viva. Otra vez.

Estás sentada en una silla, sobre una extraña cinta transportadora. La oscuridad que te rodea es total. De golpe, un panel se desliza ante tí, y la cinta te mete en una habitación blanca, demasiada luz... La silla, contigo encima, cae al suelo de baldosa. Puedes darte cuenta de que estás esposada, de pies y manos... atada a tu trono de resurrección.

Tus ojos tardan en adaptarse a la luz... estás en un cuarto de baño bastante amplio, como de gimnasio. Hace un poco de frío, pero nada como lo que estabas viviendo antes. Otra vez, estás en ropa interior.

Infinita alegría, paz eterna, el reposo en los brazos de mi amado... Abro los ojos de golpe, con dolor, conteniendo la respiracón. Otra vez más he sido alejada de su abrazo, una vez más me es negado alcanzar mi anhelo. Maldigo en voz baja, intentando averiguar dónde estoy ahora, más casi no tengo tiempo de teorizar. Me arrojan, esposada a una silla a un cuarto demasiado blanco, demasiado iluminado. Parpadeo rápidamente. El fulgor me ciega, debo acostumbrarme para poder observar a mi alrededor. Tironeo de las esposas de mis muñecas. No se aflojan. Lo mismo sucede con la de los pies. Tengo que soltarme, en algún lado debe haber una llave... Con mis extremidades atadas no puedo caminar... pero tal vez sí pueda gatear... o arrastrarme. Miro el lugar en busca de la llave y si no, de algo que me pueda servir para hacer palanca contra uno de los brazos de la silla y luego me balanceo en esa dirección.

La estrancia es grande. Tiene varios lavamanos a un lado, y varias cabinas WC al otro. Al fondo hay una puerta (acceso a la sala), y a la izquierda de la puerta, un breve acceso que da a lo que supones son unas duchas comunales. El suelo, las paredes y el techo están cubiertas de baldosa blanca. En la zona del suelo hay sumideros de agua. El panel que se corrió cuando tu entraste, vuelve a su posición tras escupirte en el suelo.

La silla en la que estás es, otra vez, una silla verde de colegio. Un breve vistazo a tus muñecas y tobillos te hace darte cuenta de que lo que está atándote no son esposas... alguien te ha atado con alambre. En el ángulo en el que estás, es muy complicado desatarte, pero cualquiera que te ayudara lo tendría fácil.

¡Alambres! ¿Qué mente más retorcida está detrás de todo esto? Intento forcejear, pero no puedo hacer suficiente presión para aflojar las ataduras. El metal se clava en mi carne dolorosamente, pero sin llegar a cortarme. Si tan sólo tuvieran un poco de filo... o yo el valor de soportar la larga agonía que sería ir desgarrando milímetro a milímetro mi piel, y luego la carne, para alcanzar las venas... Debo conseguir ayuda.

-¡Hey! ¡HEEEEEEEEEEEY! ¿Donde estáis todos? ¡Necesito algo de ayuda aquí adentro!.

No sé si alguien vendrá. No sé si mis gritos pueden oirse. No puedo quedarme quieta. Mientras descanzo la voz entre grito y grito, intento atacar con mis dientes la atadura derecha. Tal vez, mi paciencia permita ir moldeando el hilo, desénredándolo, llegando a mover el nudo, deshacerlo.

-¡¡¡HEEEEEEEEEYYYYYYY!!!

Salgo de la reja de los tubos de ventilación rápidamente, intento hacerlo en silencio, pero no lo consigo. Dejo caer la reja y corro debajo de la cámara, pegando la espalda a la pared. Le indico a Carrie con el dedo en la boca que guarde silencio (irónicamente, después de mi "sigilosa" acción). Salto y le pego con una pata de cama a la cámara, consiguiendo un buen impacto. Caigo al suelo en posición de ninja y miro instintivamente al posible público.

Mi boca se encuentra sobre el alambre, los dientes lo rozan, pero apenas han logrado aflojar un poco la atadura de mi mano derecha. Ya me imagino estar así durante horas, con avances mínimos en mi liberación, cuando un ruido me saca de mi trance y veo, como salido de una película mala de acción a Robert Banks aparecer por un tubo de ventilación.

Intento hablar pero las palabras no salen de mi boca. Es demasiada bizarra la escena. -¿Qué c..? mascullo entre dientes cuando el tipo hace su acto karateca. ¿Qué clase de loco es este tío?

-Hey, Van Damme, ¿vas a ayudar a soltarme o qué?

TURNO

La maniobra de Robert Banks resulta ser certera y letal. La cámara yace en el suelo, arrancada de su soporte, incapaz ya de grabar nada. Carrie Brixton, tumbada y atada a una silla con alamre, contempla la situación algo sorprendida. Ambos intercambian una mirada, cuando la puerta se abre.

Entra Sabu, arrastrando el cuerpo inconsciente de David King. Los dos van vestidos también de presidiarios. Carrie sigue en ropa interior.

La temeperatura ya se ha normalizado.

Dejo con cuidado el cuerpo inconsciente del presidiario que llevaba. Me acerco jadeando a Carrie y comienzo a desatarla.

Oye, nos tienes que ayudar, acabo de asesinar a un guardia que intentaba matarle y señalo el cuerpo del preso

Entonces me doy cuenta de que no está sola. Cuando termino de desatarla saco el cuchillo para una posible defensa a un ataque imprevisto del enemigo

¿Quién anda ahi? Mientras digo estas palabras me acerco cautelosamente al cuerpo que he dejado tumbado en el suelo y le digo a Carrie

¿A qué esperas? ¡ven a ayudarme a mojarle la cabeza!

-Heyheyhey hombrecito. Mejores modales para pedir las cosas.

Lo miro con odio pero me coloco a un lado del caído y tomo uno de sus brazos para jalarlo hasta las duchas. Mientras arrastramos el cuerpo, miro a Robert, que sigue simulando ser un ninja.

-Vamos ninja boy, ¿vas a explicar a que se debe todo ese gran acto? ¿qué está ocurriendo afuera?

¿Te salvo la vida y me pides modales? ¡Si lo llego a saber te quedas ahí atada hasta que algún guardia te viole o te mate!

Sera desagradecida...

No le pidas modales a un soldado, solo dale las gracias.

¿Ese es tu amigo?

Más tranquilo guardo el cuchillo y me dispongo a agarrar mejor al preso

Qué tío insoportable. Tarde o temprano me hubiera soltado. ¿Quién se cree que es? ¿La versión clase B de Rambo? Maldición, tengo que escapar de aquí o terminaré tan loca como ellos.

-Cálmate amigo que no eres mi padre para darme lecciones de vida- contesto en tono altanero.

-Ni idea que le pasa a este chalado. Cayó por el tubo de la ventilación y se puso a jugar al héroe de acción. Al menos hizo algo interesante. Aquí ya nadie nos puede ver- le digo riendo fríamente y le señalo la cámara rota.

- Sabu, Carrie... - digo mientras me acerco con toda la tranquilidad del mundo y les disparo con una pistola imaginaria en mi mano.

Joder, ¿no puedo dejar de comportarme como un gilipollas? ¿Cuánto hay de Tom en mi?

- Por si no lo habéis notado, hay cámaras. Puede que no sepa la temperatura de ebullición de... del atún. Pero se algo acerca de las cámaras. Hay un puto cabrón ególatra al otro lado que puede verte. Lo aprendí en "Algunos hombres buenos"

Hago una pausa dramática de 1,6 segundos.

- Pues bien - digo señalando a la cámara rota del suelo - Como bien dice la señorita Carrie, ahora no nos pueden ver, así que actuemos deprisa y con cabeza. Vamos... justo lo contrario de lo que yo suelo hacer...

Me acerco al inconsciente y le meto en una de las duchas. Me cercioro de que salga realmente fría.

Hey Robert, ¿No estabas conmigo antes al otro lado? ¿Recuerdas que fui a ver qué pasaba en la zona sur? Pues me encontré con que Billy ha matado a una presa y yo he salvado a quien le estás labando ahora mismo la cabeza... Billy está muerto ahora

Dibujé una sonrisa en mi cara, y vi que faltaba alguien...

Oye, ¿Y el otro?

- No todos estamos hecho de la pasta necesaria para arrastrarnos por tubos de ventilación congelados - me encojo de hombros - Supongo que Ryan está donde debe estar: en un baño cagado de miedo. Se quedó atrás

Luego reparo en Carrie en ropa interior y le pego un buen repaso de arriba a abajo.

- ¿Y tú cómo has llegado hasta aquí, preciosa? - ponga esa sonrisa amplia de dientes blancos que tanto he ensayado

-Ni lo sueñes Robert. Este cuerpo nunca será tuyo- replico con sorna al ver la mirada que me echa. -Morí, a manos de éste- les digo a ambos, señalando al aún incosciente David -pero al parecer no quedé tan muerta como debía- sonrío al hablar, más mis ojos no muestran ni una pizca de humor.

-¿Sabéis? Se me acaba de ocurrir algo genial. Ya que ese super ego no puede vernos aquí... ¿Qué tal si vamos por él? Me gustaría hacerle probar un poco de este... juego- mi tono de voz está cargado de picardía y a la vez de peligro.

Vale, gente, haceros la idea de que estamos en un campo de batallas, en manos del enemigo.

Si les ponía esta situación lo entenderían mejor, así me daba órdenes mi sargento

Antes que nada, necesitamos armas improvisadas, buscad por aquí, cualquier tubería, cadena de cisterna, cualquier cosa.

Yo tengo un cuchillo

Viendo que la gente no reaccionaba me tuve que poner más agresivo

¡Vamos vamos! ¡moveos! Vamos a destruir al enemigo ya

La venganza de los presos se preparaba para su inicio