Partida Rol por web

Götterdämmerung

Introducción. S.O.E. británico

Cargando editor
27/09/2010, 18:52
Fredrik Asleson

miro con asombro el cuerpo del aleman y del ingles. por un momento me quedo de piedra. no es la primera vez que veo a un alguien morir delante de mis ojos, pero nunca me acostumbro. siempre me sorprende con que rapidez pasas de estar hablando normalmente a muerto en el suelo.

- dadme algo de equipo que pueda llevar.- comento a los ingleses.- salgamos de aqui cuanto antes

recogo el bulto que me den y me pongo en mi lugar para continuar la marcha

Cargando editor
27/09/2010, 22:01
Cabo Peter Hunt

El tiroteo ha terminado y desgraciadamente el teniente ha sido alcanzado por una bala perdida. La guerra era así, estúpida, caótica y totalmente azarosa. Donde un muchacho asustado empuñando un rifle podía acabar con la vida de un soldado profesional de gran valentía. Gladstone carga con el cuerpo y, aunque parece una idea un tanto absurda, prefiero no decir nada y seguir en silencio al grupo. Mirando el cuerpo de nuestro oficial, colgado de la espalda de nuestro compañero, pienso que tal vez algún día podría ser yo el caído. Sacudo la cabeza alejando la idea y continuo avanzando tras el grupo oteando a mi alrededor por si aparecen más enemigos.

Cargando editor
28/09/2010, 06:50
Thrud Bjorndotter

Thrud baja la escopeta, sintiendo la adrenalina aún latirle en la parte de atrás de las orejas y en la parte baja de la mandíbula. La aparición del último nazi les había tomado por sorpresa, pues no esperaban un acto de tamaño coraje en uno de esos infelices. Había sido sólo su instinto, reconociendo al enemigo, lo que le había permitido disparar sin pensarlo dos veces y unir su fuego a la balacera que se había desatado. No podía creer que un nazi fuese capaz de semejante acto de arrogancia, digno sólo de un alto guerrero, como su propio padre. Pero sí lo había sido, y allí yacía destruido, y su sangre se unía a la de uno de los ingleses tirado más allá, totalmente muerto.

Su hombro vuelve a latir, luego de mucho tiempo enfriado en contacto con la nieve. Allí habían derramado tres sangres: alemana, noruega, y ahora también inglesa. Sus gotas se mezclarían cuando Thrud pasara a su lado, pero no es esa la ocasión. Ahora mira cómo Gladstone se carga al muerto a los hombros, compartiendo su mismo pensamiento. Hay que enterrar a ese hombre, que ha dado su vida como un verdadero guerrero. Pero no podían quedarse allí enterrándolo, a menos que sólo quisieran hacerlo bajo la nieve, un sepulcro de ningún modo digno y que de ninguna manera le garantizaría paz a su espíritu. Sí, esa es la decisión correcta.

Se pone de pie rápidamente. Se cuelga la escopeta, y flexiona el brazo a la altura de su pecho manteniéndolo rígido. No ha quedado ninguna parte de equipo que recoger, por lo que sólo se acerca a los demás y empieza a caminar en la fila. La mancha de sangre de su hombro se ha extendido hacia afuera de su traje, cubriendo al blanco de carmesí, pero ella no hace ni un gesto de dolor, ni de queja, ni manifiesta ninguna debilidad.

- Hilda - dice Thrud, cuando llega hasta su sitio - Hazme un vendaje provisorio, aunque sea con una tela cualquiera. Necesito tener el brazo móvil, y si pierdo más sangre, lo tendré colgando e inútil.

Cargando editor
28/09/2010, 09:40
Hilda Olsen

Cuando veo que se me acerca mi amiga, observo su incipiente herida, como la sangre va poblando gran parte de su hombro...

- Dios santo, Thrud! Estas herida!!! Te encuentras bien??? Si, si... no te preocupes....

Ipso facto nos paramos unos pocos segundos, haciendole un pequeño gesto a mi padre, dandole a entender que enseguida les alcanzariamos. Seguidamente le retiro con cuidado el abrigo, la ropa que cubre su hombro, y sacando de mi mochila unas gasas y algo de alcohol le digo...

-Thrud... esto de va a doler.... y rapidamente vierto algo de alcohol sobre la herida de bala, no alojada, gracias a Dios, en su cuerpo, y una vez desinfectada le coloca con cuidad las gasas, las cuales adhiero con esparadrapo a su hombro....

- Bueno... creo que sales de esta, le sonrio... como me gustaria tener su valentia.... es un honor tenerla a mi lado.... pienso...

Y sin decir nada mas, volvemos a retomar el camino....

Notas de juego

He de hacer alguna tirada? Jo, tengo un poco olvidado el sistema, a ver si a lo largo del dia me lo leo, pero si me puedes refrescar en un par de palabras, master, te lo agradeceria!!!! :D

Cargando editor
29/09/2010, 08:04
Edvin Olsen

Edvin se encoje de hombros cuando ve a Gladstone recoger el cuerpo de su superior y hasta parece que fuese a decir algo, pero se calla. Ayuda a Asleson a cargar parte del equipo y empezáis la marcha hacia la cabaña.

La ruta no es en exceso dura; Edvin os avisa de que lo peor ya ha pasado y de que su cabaña no es sitio donde crea que van a husmear los nazis, ya que él se ha trabajado una falsa imagen de colaboracionista y hay mucho terreno que cubrir. El posible enemigo se podría haber dirigido a mil sitios y de hecho, por la posición donde fuisteis atacados, es más proable que crean que os dirigís a Vemork, no a Rjukan.

Notas de juego

Para un vendaje provisional no es necesario que hagas tirada, cuando tengas tiempo para hacer una cura en condiciones ya la harás. Las tiradas se hacen lanzando tantos dados como tu especialidad (en este caso Primeros Auxilios, 4) escogiendo uno de los dados (normalmente el más alto) y sumándole a ese resultado la característica que va con la especialidad (en este caso, Ingenio).

Cargando editor
29/09/2010, 08:35
Director

Tras el descenso leve de una ladera el paisaje comienza a clararse y de hecho el viento y la nevada también. Bajo vuestra mirada se extiende el valle del río Mana, uan depresión suave que es cortada abruptamente allí donde el río ha escavado más profundamente en la roca, hacia el oeste, y se hace más ancho e inofensivo hacia el este, cerca de Rjukan. Edvin os señala con el dedo las pocas luces encendidas a esta hora de las localidades que conforman la comunidad de Tinn: Vemork, Rjukan, Dale, Kivitavain, Miland y Mael

También os señala un punto oscuro, hacia donde os dirigís: su cabaña. Gris, en realidad, pues el tejado de madera y hierba está cubierto de nieve. Os lleva un último tramo de descanso llegar hasta allí, pero no es poco penoso, pues tenéis lla musculatura ya molida del frío y el esfuerzo y en especial Gladstone ha de llevar consigo a un cuerpo cada vez más rígido cuya sangre helada se le pega como una segunda piel a la ropa.

Cuando llegáis hasta el edificio, desde el cual se puede observar, con sólo moverse un centenar de metros de él, todo Rjukan y las pistas de esquí al otro lado del valle, comprobáis que es una pequeña cabaña de dos plantas que no parece capaz de alojaros a todos a simple vista.

Imagen hospedada en la web

Notas de juego

He añadido este mapa a Ayudas de juego para su consulta cuando queráis.

Recordad que las imñagenes que estoy poniendo son borradores de las que irán finalmente en el módulo, por lo que se agradecen comentarios también sobre ellas en el off topic. En esta se ve a un SOE británico (que creo ha salido demasiado americano) y una joven miembro de la resistencia, con la cabaña detrás.

Cargando editor
29/09/2010, 08:53
Edvin Olsen

Edvin abre la puerta de la cabaña y por primera vez os sonríe en todas estas horas. -Bienvenidos.- y os permite pasar a su pequeño mundo.

La puerta da acceso a una planta baja casi diáfana, un salón-comedor-cocina con un pequeño despacho a un lado. Tras sacudiros la nieve y dejar a un lado los bultos, vais entrando, con la excepción de Gladstone, a quien Edvin hace señas para quedarse un momento en la entrada.

-¿Qué hacemos con su teniente? No podemos meterle dentro, los alemanes tienen perros y auqnue no estén entrenados para la nieve.. Sugiero enterrarle bajo la cabaña, donde hay un espacio amplio de nieve que sólo queda al descubierto en primavera, con el deshilo. Hay mucha como para que los perros lo huelan y estará.. ahí estará bien, creo.- termina mirándoos también a los demás.

Notas de juego

Ahí os dejo también el mapa de la cabaña, con vosotros dentro para que os hagáis una idea de las proporciones. Hilda y Thrud, recordad que vosotras vivís aquí con Edvin, por lo que sabéis dónde está todo, actuad con libertad narrativa. Hilda, hay botiquín bien surtido, desde luego.

Cargando editor
29/09/2010, 11:14
Fredrik Asleson

dejo mi equipo y lo que cargaba de los ingleses a un lado y me siento en una silla. mis pies me estan matando.  quedo un poco a la espera de lo que quieren hacer los ingleses con su compañero muerto para ayudarles se es necesario.

- hilda, no tendreis algo caliente de comer? podemos hacer te?- pregunto con voz cansada

Cargando editor
29/09/2010, 11:38
Cabo Thomas E. Gladstone

-Muy bien, Olsen. Lo enterraremos bajo la cabaña hasta que podamos repatriar sus restos. Su familia merece saber dónde está.

A Thomas se le ve dolido por haber visto morir a su teniente. Un gran hombre muerto por una gilipollez. Ahora, en la relativa seguridad de la cabaña, la guerra parece más un futil juego de niños que tiene costes demasiado elevados como para que todos jueguen a ella. Sí, hay que acabar con el nacionalsocialismo, pero el sote de buenos hombres, buenos padres, hermanos, hijos... no es un coste aceptable.

Gladstone dejó el cadáver en el suelo. Levantó la mano y descargó un puño con toda su ira contra la pared de la cabaña mientras gritaba de rabia.

-¡DAMNED!

Cargando editor
29/09/2010, 16:00
Liam Murray

Murray caminó en silencio el resto del viaje, guardando su cara bajó el abrigo de su gruesa ropa de montaña. Si hubieran podido ver su rostro a través de la tela que lo ocultaba hubieran visto un rostro serio y pensativo, dolido por la muerte del superior.

Al menos tendrá esa suerte. Comentó tras horas de total silencio, refiriendose a los muchos soldados que morían en combate y no podían devolver sus restos a su patria.

Si hubiera muerto otro de ellos, el teniente hubiera seguido dirigiendolos como hasta entonces y hubiera sabido animar al grupo, pero era él quien se encontraba muerto. La dichosa fortuna no había podido ser más cruel en su punteria. No es que Murray dudara del cabo Gladstone, había demostrado ser un hombre de valor al cargar con el cadaver del teniente durante tanto tiempo. Lo que Murray pensaba es que aquel golpe sería duro de digerir y no estaba seguro de que el grupo puidera sobreponerse.

Sacó su petaca, que como buen irlandes llevaba cargada de whisky y le dió un largo trago. Después derramó otro poco en el suelo en honor del teniente y entró en la cabaña. Se sentó en un rincón y se mantuvo pensativo.

Cargando editor
30/09/2010, 11:49
Hilda Olsen

A pesar de no estar aun encendida la calefacción, la calidez de la cabaña, en contraste con el exterior, me golpea sobremanera y agradablemente, haciendome olvidar por unos breves instantes el infierno helado del cual procedemos y el calvario sufrido apenas unos minutos atrás....

Sin embargo, las palabras de mi padre me devuelven a la cruda realidad, seguida de la sufrida maldición del cabo británico y los rostros caidos, cansados y desesperados de todos mis compañeros por la muerte del teniente Anderson.

Estoy cansada, exhausta, extremadamente extenuada... Pero no debo debilitarme ahora, no puedo dejarme embriagar por el amargo y desagradable sabor de la muerte, esa vieja calavera sin escrupulos que danza entre nosotros constantemente.... No puedo darme por vencida....

Infinitas tareas rondan mi cabeza... Mientras, aun parada casi a la entrada de la cabaña, mirando al suelo, medio llorando, internamente repaso todo lo que debo hacer...

Recuperando mi caracteristica alegria, levanto la cabeza y sonriendo pero con los ojos llorosos comienzo a decir...

- Jeje, ejem, ejem, snif snif... intento esconder mis lagrimas para parecer mas fuerte...

Pero a quien quiero engañar...

- Por supuesto profesor! Enseguida preparo café caliente! Y té para los caballeros britanicos... sonrio, aunque de sobra saben que no es una sonrisa real... detras escondo miedo, desesperacion, tristeza, amargura... pero sobre todo miedo...

Como puede estar tan tranquila, aun herida.... No... nunca seré como Thrud...

- Pero lo primero es lo primero... digo decida, tomando las riendas, que se note que soy hija del lider de la resistencia.... A ver, Thrud! Esa herida... Curemosla ya!

Vuelvo a sonreir a mi amiga, me paseo por la cabaña, rápida, con decisión, directa al botiquín. Extraigo gasas, alcohol, hilo y aguja...

- Sientaté ahi, le digo señalando el sillón ubicado en el centro del salón, veamos... no tiene mala pinta, afirmo retirando el vendaje improvisado que le hice en la nieve y continuo... veamos... esto te va a dolor un poco...

Y sin hacer ni una pequeña pausa vierto un chorro de alcohol sobre la herida, la cual supura y burbujea generando la tipica espumilla blanca... Mi amiga aguanta el dolor como un titan*, y acto seguido cojo el hilo, enhebro la aguja y comienzo a coser. Observo la cara de dolor de mi amiga, pero esto es asi, no podemos dejar que se infecte la herida...

- Ea! Un trabajo limpio y perfecto!!! jeje! vuelvo a sonreir y le digo a Thrud al acabar.... Y ahora a por esos tes y cafes...

- Tiradas (1)

Tirada: 4d10
Motivo: Curar a Thrud
Dificultad: 2+
Resultados: 8, 8, 3, 1
Exitos: 3

Notas de juego

Bueno, he puesto el modificador en dificultad por equivocacion. Pero vamos, que el total es 10 :D Como la tirada es buena, he supuesto un buen resultado, pero sino es asi, please Master dimelo y lo cambio ipso facto! es por dar algo mas de velocidad a estas acciones que tampoco son tan importantes, no?

*A lo mejor me he pasado describiendo, pero dejo que Venifer interprete libremente! :D

Cargando editor
03/10/2010, 21:41
Edvin Olsen

Después de un rato de esfuerzo con als palas en el exterior, Olsen y Gladstone vuelven a refugiarse al calor de los rescoldos de la chimenea.

-Enciéndanla, por favor. Mientras, deberíamos preparar un mensaje para Londres con lo ocurrido. Tengo una radio oculta bajo el hueco de la escalera. NOsotros emitimos un mensaje cifrado a las seis de la mañana y de la tarde y ellos responden en las noticias de mediodía y medianoche, cuando cabe respuesta, cifrando un mensaje entre las palabras del locutor de la BBC. El envío es relativamente seguro dado que, inlcuso si los alemanes lo escuchasen, no pueden tener vehículos en esta zona moviéndose para triangular la señal, habiendo tanto terreno que cubrir y no teniendo una idea ni aproximada de nuestra posición. Además, cambiamos la frecuencia que usamos también según un código. Si a mí me pasase algo, el código de claves está junto a la radio. En caso de peligro habría que destruirlo.-

Se dirije a las escaleras, retirando en efecto un panel y dejando a la vista la radio oculta en el hueco.

-En cuanto a alojarnos.. arriba hay tres dormitorios. Sobreentiendo que Hilda y Thrud dormirán juntas en uno. El resto nos apañaremos entre los restantes y aquí abajo, en el sillón o como podamos. Convendría hacer guardias. Distribúyanse como deseen.-

Cargando editor
03/10/2010, 22:03
Thrud Bjorndotter

Thrud se había mantenido callada desde que Hilda le hiciera el vendaje provisional. El camino le había resultado algo lleno de fatiga, pero más aún le fatigaba el hecho de resistir. Quizás si hubiese dejado correr sus sentimientos, manifestar su dolor, le hubiese resultado más llevadero, al menos no agregando a todo aquello la tensión de apretar los dientes y continuar. Pero no era una opción válida, y menos cuando delante de ella, unos pasos más allá, el cuerpo del teniente muerto se balanceaba sobre cada paso de Gladstone. Manifestar dolor por una herida, habiendo sobre ellos el peso de un muerto, no sólo era cobarde si no que era deshonrar todos sus principios.

Ni siquiera habló cuando entraron a la cabaña. Asintió hacia Hilda, y se sentó donde su amiga le indicaba. Ella misma se desplojó del traje que impedía acceso total a la herida, mientras la otra se paseaba por la cabaña buscando el botiquín. Thrud se quedó en un mero abrigo, casi su segunda piel, mientras miraba a los demás moverse en búsqueda de algo. De algún modo estaban desorientados, sí, ella también lo estaba. Era la guerra, sí, y la mayoría estaba curtido en ella hasta casi tener la piel invulnerable a sus horrores. Pero eran humanos, no podían evitarlo. Y allí estaban.

Soportó estoicamente el tratamiento de Hilda. No manifestó ni un atisbo de dolor, ni se movió un centímetro. Ni siquiera cuando la aguja entró en su cuerpo, y el dolor de nuevo saltó a sus nervios. Sólo era una herida, sólo eso, e Hilda estaba lo suficientemente mal como para encima tener que lidiar con su dolor. Cuando terminó, Thrud se volvió hacia ella y le sonrió. Con eso dijo más que con cualquier palabra, mientras se cerraba la parte de la tela que había quedado abierta por el balazo y las manos de Hilda. Luego se volvió hacia Edvin.

- Claro, así lo haremos - le dijo - Yo tomaré la primera guardia, con alguien que lo haga conmigo.

Así aprovecharé el dolor del brazo. Soy incapaz de descansar con lo que duele, eso ahuyentará todo sueo...

Notas de juego

La joven de la imagen anterior me parece genial. Perdón por la tardanza, se me pasó olímpicamente postear aquí.

Cargando editor
04/10/2010, 09:01
Cabo Thomas E. Gladstone

-Muy bien, yo la haré con ella. Quiero en cada guardia a uno de los militares a ser posible.

Thomas se recostó en un sillón para cabecear un poco hasta que le tocase la guardia. Aunque sólo fuesen cinco minutos, ya era un descanso considerable para lo que habían hecho hasta ahora.

Las imágenes asaltaron su cabeza. El entrenamiento, la misión, el salto, todos sus compañeros ametrallados antes incluso de poder refugiarse en la relativa seguridad del aire... y por último el teniente. Muerto por una bala perdida, ni siquiera a puntada a su noble testa.

Cuando consideró que su descanso había sido suficiente encendió un cigarrillo y se cogió su arma. Rutinariamente la desmontó y ojeó por encima para asegurarse de que no le iba a dar error.

-Ya es hora, Thrud.

Cargando editor
04/10/2010, 12:14
Hilda Olsen

Mientras mi padre y el cabo Thomas terminan de enterrar al pobre teniente, yo acabo de curar a mi amiga y seguidamente me dispongo a preparar unos buenos, cargados y calientes cafes.

Al ver entrar a mi padre y al cabo con esos semblantes, las manos manchadas de barro y sudando del esfuerzo, me recuerda el infierno que hemos pasado hace escasos minutos, se me cae el alma al suelo...

Piiiiiii!!!!!!

El pitido de la cafetera me extrae de mi pesadilla. Sirvo los cafes, y bandeja en mano voy paseando por la habitacion ofenciendoselos a mis decaidos compañeros...

- Un café... un café... de nada... un café... voy diciendo uno a uno hasta que llego al cabo Thomas... Señor.. le vendrá bien un café antes comenzar la guardia... Bien cargado! Para mantener la mente despierta... sonrio levamente, con cierta timidez...

Cargando editor
04/10/2010, 12:54
Cabo Thomas E. Gladstone

-Muchas gracias, Hilda. La verdad es que me vendría estupendo.

Con la mano temblando por el cansancio Thomas cogió el café. Con cuidado y cierta velocidad, acercó sus labios al oido de Hilda.

-Estos hombres la necesitan. Muchas gracias por cuidar así de nosotros.

Levemente depositó un beso en la tersa mejilla de la dama.

Cargando editor
04/10/2010, 16:36
Hilda Olsen

Observo como el apuesto soldado se acerca a mi, me susurra unas dulces palabras, y tras el sincero beso, le digo sonriendo y algo ruborizada...

- De nada Thom... digo cabo Gladstone...

Inmediatemente me doy la vuelta, y prosigo repartiendo cafes...

De nada... Su trabajo, señor, si es grandioso, arriesgar su vida por la de un pueblo desconocido... gracias.... muchas gracias....

... pienso, pues no me salen la palabras. Estoy emocionada, será la conmoción del momento...

Cargando editor
04/10/2010, 21:32
Kristian Fiske

Fiske entro en la estancia y sacudio sus botas en la madera para desprenderse de la nieve que aun quedaba en ellas. Con silenciosos movimientos inspecciono el interior y reviso que todo estuviese en orden... al menos un orden aparente.

No hizo comentario alguno y se limito a mirar a traves de una de las ventanas para asegurarse de que nada parecia vigilarlos y solo entonces se permitio el volver la vista al calido interior donde el resto ya estaban preparandose para descansar.

No habia ayudado con el cadaver, quiza era porque habia estado demasiado absorto en lo demas, quiza porque no queria mancharse las manos en ello. Fuere como fuese Fiske deambulo durante un rato mas por la casa y luego se apoyo junto a la puerta con los brazos cruzados como meditando. Esperaba a que sus compañeros se sintieran a salvo y a tener todas las cartas sobre la mesa para mostrar cualquier idea propia...

Cargando editor
04/10/2010, 22:51
Fredrik Asleson

- gracias por el cafe, hilda.- le digo con una sonrisa.- ahora que ya estamos todos acomodados, cual es el siguiente paso?- pregunto en general, pero mirando fijamente al señor olsen y a los ingleses

mientras espero una respuesta, voy a ver que podemos preparar para comer todos. alguna sopa calentita nos sentara perfectamente. de pasada, miro a ver si hay alguna forma de poder dormir en el suelo de la sala sin pasar mucho frio.

Cargando editor
05/10/2010, 14:31
Liam Murray

Liam aceptó de muy buen grado el café pero le añadió un poco de whisky de su petaca para convertirlo en un café irlandes.

Ay... Dios inventó el Whisky para evitar que los irlandeses dominaramos el mundo... Suspiró.

Tras darle un largo trago el café, el cual agradecidó por el calor que le aportó al estomago. Se dirigió al cabo Gladstone.

Señor, creo que debería hacer yo la primera guardia. Si me lo permite. Usted ha ido cargando con el teniente y... bueno... debería descansar. Estará agotado. Necesitamos que este en sus plenas facultades mañana.