Partida Rol por web

...en la noche del cosechador de las almas éste se levantara de y entre los muertos"

...espero que no este por aqui cerca tal demonio....!!!

Escuchadme-  dice con la voz entrecortada y sudoroso de tanto ajetreo-  yo os sacare de aqui con mi baston, tiene el poder de conceder un "Deseo" sacrificando a una persona.

El mago Sirë se agita sobre Belethniel que carga con el ...  parece que comienza a volver en si.

.........que pasa? ...que? ......como un "deseo"?

-Terminemos con esos zombies para coger los caballos- Simplemente ignorando las proclamas del tal Calidore, la justicia no se basa en recovecos y lo que está pidiendo con un sacrificio que no nos aseguraba por completo nuestra liberación lo era y por eso grito mientrás lanzo una patada al siguiente zombie:- ¡No nos salvaran las salvas de fogueo de nadie, sino la fuerza de nuestra entereza y la potencia de nuestros musculos!- Para que mentir estaba disfrutando machacando a estas alimañas salidas de la tumba.

Tiradas por aqui ^^

Notando como el mago vuelve en sí, el semielfo siente que le necesitan para combatir a los zombies que les cortan el paso para la escapada de aquel infierno.

Adreim... parece que Sïre empieza a despertarse. Lo dejo y atacamos a los zombies???

mirando  de manera sibilina al "entender" lo que el viejo barbudo grita  entre resoplidos y bufos; el pequeño gnomo arquea sus cejas y se pronuncia:

-¿QUE TAL SI OS SACRIFICAIS VOS, VIEJO? SEREIS RECORDADO COMO EL HEROE QUE SALVO TODA UNA CARAvANA DEL AZOTE DE LOS ROECADAVERES!-  una sonrisa se dibujo  en la faz del gnomo, mientras miraba adiestro y siniestro en busca de alguna via de escape. Los recien llegados eran diestros en batalla y parecia que sabian lo que hacian. - quizas sea buena idea unirse a ellos.- pensó mientras sa apresuraba a alcanzar a los caballos.

-SI VALORAIS VUESA VIDA, SERA MEJOR QUE HAGAIS CASO AL METEOSTIAS BARBUDO! PRIMERO  EXTERMINAMOS A ESTOs COME ENTRAÑAS Y DESPUES HABLAREMOS  LARGO Y TENDIDO DE LA VIDA Y OBRA DE CADA QUIEN!.- la caracteristica voz chillona del gnomo resonaba entre loS chasquidos de las armas entrechocando contra los putridos  huesos de los no-muertos.

Adreim tenía clara la situación. Rajar a los zombis que se interpusieran entre los caballos y ellos. Para eso tenía el filo de sus dos espadas cubiertas ya de la mugre negra que chorreaban los muertos vivientes al sajarlos.

Sí, Belethniel, déjale a su aire ya, pero no solo. Antes se volvió loco.

Calidore, y no puedes hacer que desaparezcan todos los zombis con un deseo? Jajaja.

El caso era que había que rajar un poco y no había para todos.

Pues nada, ataco al primero que pille y si cae, al siguiente.

Tratemos mejor de abrirnos paso, Señor Calidore... - digo en medio del barullo, mientras ajusto la gran espada a mi espalda y vigilo con el rabillo del ojo a Chúlu, que se teletransporta encantado por los huecos que van quedando entre nuestras piernas sin hacer tropezar a nadie milagrosamente - Esa poderosa magia exige un precio elevado, pues si no me equivoco se llevará consigo la vida del sacrificado y la paz de las almas de quienes consientan tal transacción. Guardemos pues ese último deseo, por el momento...

De nada sirven los dones de Geonea contra estos demoniácos oponentes, Isvaniel - respondo a Adreim apresuradamente - Otro habrá de ser el camino que tomemos para salir de aquí...

Dicho esto, me vuelvo y examino críticamente a Sirë, acercando mucho mi rostro al suyo - No sabría decir cuál es el mal que os aflige, Señor mago..., pero tened por bien seguro que si volvéis a intentar algo veréis cómo prodigiosamente se os aparecen millones de esas estrellas que tanto gusta observar a los de tu clase, aún a pleno día... - termino, mirando significativamente a la cabeza metálica del lucero del alba que llevo empuñado - No le pierda de vista, Belethniel... 

TRAE PARA ACA ESE BASTON, VIEJO!!!

Sirë de Yawë se lanza a por Calidore con sus manos desnudas, cegado por la locura.

Paradle! Se ha vuelto loco o puede ser dominado por nuestro patrocinador, el sumo sacerdote Graznada. Hay que recordar que tiene un bicho en el culo. Jejeje. Dijo el lechoso mientras repartía dulce saja y raja.

Interponiendome entre Sirë y Calidore, pongo mi escudo a la altura de la nariz del mago blandiendo amenazadoramente el lucero del alba.

No te atrevas! - levanto la voz imperioso - No tengo tiempo para esto, tendré que hacerte daño... - amenazo a Sirë, con determinación.
 

Ups... quitaoz de en medio chicoz... Alfred seguia moviendose en circulos manteniendoa  los zombies a raya...