Partida Rol por web

El mago con su magia espanta a su amante.

Este es como el perro del hortelANO... jejejeje.

Arafel y Nomberto se libran de los dos maleantes.

Escucho al bardo mientras remato al semiorco. Este ya no molestará más.

Bolrak se escabuye y el otro semiorco huye como un cobarde.

Si fuera tu hermano de verdad, vendrías ahora, cobarde!

Escupo en el cuerpo encharcado en sangre del semiorco, tomo su arma y les digo a mis compañeros:

Seguidme, sé un camino por el que entrar.

Tomo las riendas de uno de los camellos y les indico. Cuando llegamos a las puertas de las cloacas me paro y recuerdo las palabras del mutilado mendigo:

Bolrak, lo sé, no te preocupes. Nomberto, a mí tampoco me ha gustado que huyeran, pero quizá ha sido para bien. ACHUÁ! Ahoda los guaddias pensadán que no eztamos en la ciudad. Pod edta entlada,... Sueno mis mocos en el suelo tapando mis caños nasales uno a uno con la mano ...como quizá habéis deducido del aroma, podemos ir por las cloacas. Uno de los mendigos me ha dicho que es un laberinto, pero si tomamos la primera salida, saldremos al puerto. De allí nos moveremos a la posada para dejar el tesoro y así planear nuestro siguiente movimiento.

También me ha dicho que nos persiguen los guardias, sobre todo a mí. Así que habrá que tener cuidado. Por la puerta entran los camellos, lo que no sé es si podremos sacarlos, pero si hay ratas muertas, no morirán de hambre. Jejejeje

Así que entremos y no perdamos el tiempo. Han salido los guardias y alguien les puede decir que hemos ido por esta dirección.

Oh, esperad, se podría atrancar la puerta por dentro por si nos persiguen? ATCHUÁ. Más mocos.

El niño se acerca temeroso al enano

Gracias señor, tiene la barba llena de sandia

Dice mientras come los datiles

Si necesita un guia yo conozco la ciudad. Si me da una moneda le llevare a donde quiera usted ir.

El niño esta sucio y vestido con harapos, apenas tendra 6 años pero vive en la calle y es muy espabilado

 Rio ante el comentario sobre la sandia

Bien, mira niño, nosotros entraremos por....otro lado a la ciuad, pero me vendría bien un guia. Con suerte vamos a estar en la zona del puerto, o en la posada del cuervo rojo; te buscare por la zona en cuanto llegue y te dire adonde quiero llegar, esta bien? por cierto como te llamas?

digo tranquilamente

¡Hola chaval, no tengas miedo! Seremos tus amigos, porque pareces avispado y despierto. - Le revuelve la cabeza. - ¿Quieres ser nuestros ojos y nuestros oidos? ¡Adelante!, ganarás honor, fama. Posiblemente seamos el comienzo de tu fortuna, los dioses te sonríen.

- Amigos, dilecto jefe, voto por que contratemos inmediatamente al chavalín para que se adelante junto con Bolrak, el escurridizo, y mire a ver si hay moros en la costa, antes de que entremos. Hasta podemos ponerle un sueldo y todo.

Cuando veo al chaval le voy a decir algo para que no tenga miedo, pero...

ATCHÚA, ATCHÚA, ATCHUUUUUA! Guuuuaaarrrgh, brrrruuuugghh, ESPUAJ!

Después de tres estornudos con inclinación incluida, un aclaramiento de garganta y un escupiñajo enorme y horrendo...

...como me es imposible hablar le hago muecas, guiños, pongo los ojos vizcos y le saco la lengua.

Luego sigo mi camino.

-Me parece correcto el contratar al niño para que nos guie por la zona. Digo mientras escucho los comentarios de mis compañeros entre ellos.

-Tal vez deberiamos enviar el chico con el bardo para que haga su trabajo con los guardias. Medito mis palabras durante unos segundos.

-Bueno, a no ser que tenga miedo el bardo de ir con el chico y quiera ir con alguien mas, por ejemplo con Bolrak?

Adreim espera con un interrogante enorme sobre la cabeza a que los demás entren con él en las cloacas de la ciudad.

Estoooo.... entramos, compañeros?

Toma las riendas de wini y se adentra en el maloliente laberinto.

-Te sigo de cerca amigo Le digo al elfo lechoso para que no se sintiera ignorado

Eso de tener un líder más bien caótico, no deja de parecerle mal a Nomberto. Por la cara que pone.

- Tú mantente cerca de ese, chaval. - Dice, señalando al felfo. - ¿Y por dónde vamos? ¿ein? Por cierto, aviso, que preparo una granada de estas de aceite, tan molonas, estais avisados, estimados adláteres. Cuando diga ¡aceite! podeis hacer lo que querais. - Sonríe dulcemente.

-Humm...no me gusta eso. Recordando el dolor de la ultima vez..esta vez le tiro yo mismo al fuego.. seguro que para la proxima se lo piensa mas.